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OBJETIVOS.

 Identificar como es que se da un linfoma

 Saber que clases de linfomas que tenemos


INTRODUCCIÓN.

El sistema linfático está principalmente compuesto de tejido linfático, vasos linfáticos, y

un líquido claro llamado linfa. Este tejido comprende los ganglios linfáticos y los órganos

relacionados que forman parte del sistema inmunológico y del sistema productor de

sangre del cuerpo, tales como el bazo y la médula ósea.

El tejido linfático está compuesto de diversos tipos de células del sistema inmunológico

que ayudan al organismo a combatir infecciones. La mayoría de las células que se

encuentran en el tejido linfático son linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Existen dos tipos

principales de linfocitos, denominados linfocitos B y linfocitos T.

LINFOMA.
Existe un interés creciente en la información de la prevención del cáncer y la ciencia de
exploración apropiada para las personas con alto riesgo de manifestar cáncer. Los médicos
y la gente parecen reconocer que el mejor “tratamiento” del cáncer es, en primer lugar,
prevenir que ocurra o detectarlo temprano cuando es más tratable.
La enfermedad de Hodgkin es poco común, con 7.500 casos anuales en Estados Unidos. La
enfermedad de Hodgkin representa sólo el 0,7% de todas las enfermedades malignas. Al
momento, la causa de la enfermedad de Hodgkin es desconocida y los investigadores
están tratando de resolver este problema. Los científicos saben que la enfermedad de
Hodgkin no es causada por lesiones y tampoco es infecciosa. También se sabe que la
enfermedad de Hodgkin se presenta con mayor frecuencia en las personas con edades
entre 15 y 35 años, y mayores de 55. Sin embargo, no pueden explicar por qué una
persona adquiere la enfermedad de Hodgkin y otras no. Mediante el conocimiento de las
causas de esta enfermedad, los investigadores tienen la esperanza de entender mejor
cómo prevenirla y cómo curarla.
La posibilidad de que una persona manifieste cáncer depende tanto de los factores
genéticos como de los no genéticos. El factor genético es un rasgo hereditario
incambiable, mientras que uno no genético es una variable en el medio ambiente de la
persona, el cual, con frecuencia, puede cambiarse. Entre los factores no genéticos se
encuentran la dieta, el nivel de ejercicio o la exposición a otras sustancias presentes en su
entorno. Estos factores a menudo se denominan como factores ambientales. Algunos
factores no genéticos juegan el papel de facilitar el proceso de cambio que sufren las
células de saludables a cancerosas (ejemplo: la relación entre el hábito de fumar y el
cáncer pulmonar), mientras que para otras clases de cáncer no se conocen correlaciones
ambientales, pero se sabe que cuentan con una predisposición genética, es decir, que el
riesgo de que una persona contraiga cierta clase de cáncer es mayor si un miembro de la
familia tiene ese tipo de cáncer.

Los Linfomas son cánceres de la sangre, que comienzan con la transformación maligna de
un linfocito en el sistema linfático. Otros cánceres de la sangre son leucemia, linfoma,
mieloma, síndrome mielodisplásico y otros. Las leucemias linfocíticas comienzan cuando
hay cambios en las células de la médula ósea y luego esas células ingresan a la sangre.
Estas células pueden también trasladarse hacia los ganglios linfáticos. Alrededor del 56 %
de los cánceres de la sangre que ocurren cada año son linfomas.Los linfomas son
consecuencia de una lesión en el ADN de un linfocito. El daño al ADN es adquirido (sucede
después del nacimiento) más que hereditario. El cambio del ADN en un linfocito produce
una transformación maligna (crecimiento descontrolado y exagerado del linfocito, y
mayor supervivencia del linfocito maligno y células formadas a partir de su multiplicación).
Al multiplicarse, desplazan a las células sanas y crean tumores. Estos tumores agrandan
los nódulos linfáticos y/o crecen en otros sitios que forman parte del sistema inmunitario
(por ej., la piel u otros órganos).Los linfomas generalmente comienzan en los ganglios
linfáticos o en el tejido linfático que se encuentra en órganos como el estómago o los
intestinos. En algunos casos, los linfomas afectan la médula ósea y la sangre. Los linfomas
pueden esparcirse desde un sitio a otras partes del cuerpo.Se dividen en dos categorías
principales: linfoma de Hodgkin y todos los demás linfomas, denominados linfomas no
Hodgkin (NHL por sus siglas en inglés).

CAUSAS, INCIDENCIA Y FACTORES DE RIESGO.


La incidencia de los linfomas de Hodgkin y no Hodgkin en los EE.UU., durante el 2006, se
estimó en unos 66,670 casos. Esto incluye 7,800 casos de linfoma de Hodgkin (11,7% de
todos los linfomas), y 58,870 casos de linfomas no Hodgkin.

FACTORES HEREDITARIOS O GENÉTICOS.


Los hijos de los pacientes con la enfermedad de Hodgkin tienen, en promedio, una
posibilidad mayor de manifestar esta enfermedad; sin embargo, esta enfermedad es tan
rara que el incremento del riesgo es mínimo. El riesgo de exhibir la enfermedad no es
mayor en los gemelos idénticos hijos de los pacientes con la enfermedad de Hodgkin que
la de los otros hijos. Esto sugiere de manera enfática que los factores ambientales son
mucho más importantes que los genéticos en la manifestación de la enfermedad de
Hodgkin. Es un misterio científico por qué sólo uno del par de gemelos exhibe la
enfermedad de Hodgkin, si su genética es idéntica y el medio ambiente al que están
expuestos es similar o igual.
Es poco frecuente que la enfermedad de Hodgkin se presente en más de un miembro de la
familia, pero no es claro si esto se debe a los factores genéticos, a los factores ambientales
o a ambos. Las poblaciones con origen étnico del este de Asia presentan una baja
incidencia de la enfermedad de Hodgkin, mientras que las poblaciones étnicas del sur de
Asia, presentan una alta incidencia, lo cual sugiere una predisposición genética.
Cualquier forma de inmunodeficiencia genética o familiar se puede asociar con un
incremento de incidencia de la enfermedad de Hodgkin.

MEDIO AMBIENTE O FACTORES NO GENÉTICOS.


El hecho de que por lo general sólo uno del par de gemelos manifieste la enfermedad de
Hodgkin sugiere que encontrar la causa específica de la enfermedad de Hodgkin podría ser
difícil, sino imposible. Sin embargo, mediante el estudio de un gran número de personas
en todo el mundo, los investigadores han hallado ciertos factores que incrementan los
riesgos personales de contraer la enfermedad de Hodgkin.
Muchos, pero no todos los estudios muestran una relación consistente entre los
carpinteros y la enfermedad de Hodgkin. El tricloroetileno es un químico orgánico usado
en el lavado en seco, desengrasante de metales, y como solvente de aceites y resinas, y se
ha identificado como una causa del cáncer del hígado y del riñón en animales. La
exposición al tricloroetileno se asocia con un incremento de las posibilidades de
manifestar la enfermedad de Hodgkin y otros cánceres. Los maquinistas que trabajan en la
industria del metal también han reportado tener una incidencia superior al promedio para
la enfermedad de Hodgkin. En algunos estudios clínicos también se ha asociado la
exposición a los pesticidas con un incremento en la incidencia de la enfermedad de
Hodgkin.
La exposición a bajos niveles de radiación puede causar un incremento en la incidencia de
la enfermedad de Hodgkin. Se ha encontrado un incremento en la incidencia del cáncer
del páncreas y de la enfermedad de Hodgkin en los trabajadores de algunas instalaciones
nucleares, comparados con la población normal. Además, se ha reportado en los granjeros
una incidencia mayor de la enfermedad de Hodgkin, en comparación con la gente que vive
en la ciudad.
Tratamiento inmunosupresivo o citotóxico de otras enfermedades: Las enfermedades
autoinmunes y los cánceres tratados con inmunosupresores y/ o quimioterapia con
medicamentos citotóxicos parece incrementar la incidencia de la enfermedad de Hodgkin.
Al respecto, se ha reportado la enfermedad de Hodgkin después del tratamiento de la
artritis reumatoide con metotrexato.
Otras enfermedades y la enfermedad de Hodgkin: Se presenta un incremento en la
incidencia de la enfermedad de Hodgkin entre las personas que son inmunodeficientes sin
importar si esta inmunodeficiencia es natural o inducida médicamente. Por lo tanto, los
investigadores tienen dificultades en determinar si las asociaciones son naturales o
debidas al tratamiento.
Algunos estudios clínicos han reportado un incremento en la incidencia de la enfermedad
de Hodgkin en las personas con virus de inmunodeficiencia humana (VIH). En un estudio
de África donde el VIH es muy común, no se halló una asociación entre la infección con el
VIH y la enfermedad de Hodgkin.
Virus y la enfermedad de Hodgkin: El virus de Epstein-Barr, que causa angina monocítica,
infecta los linfocitos B y se halla en las células cancerosas de algunos linfoides malignos,
entre ellos el linfoma de Burkitt, el carcinoma nasofaríngeo y la enfermedad de Hodgkin.
Por lo tanto, parece que las personas con un historial de agina monocítica tienen mayores
posibilidades de presentar la enfermedad de Hodgkin más tarde en la vida. En la
actualidad, los investigadores creen que la exposición temprana de los niños pequeños al
virus de Epstein-Barr no se asocia con el incremento en la incidencia de la enfermedad de
Hodgkin, pero la exposición tardía, como sucede con la angina monocítica, se asocia con
un incremento en la posibilidad de manifestar la enfermedad de Hodgkin.
El virus de Epstein-Barr puede encontrarse en muestras de biopsia de personas con la
enfermedad de Hodgkin. En un estudio clínico en África, 87% de los pacientes con la
enfermedad de Hodgkin resultó positivo para el virus de Epstein-Barr. La relación entre el
virus de Epstein-Barr y la enfermedad de Hodgkin es compleja y no parece ser una
relación directa de causa y efecto. En otras palabras, el virus de Epstein-Barr puede
hallarse en las personas con la enfermedad de Hodgkin, pero lo contrario no es siempre
verdadero. A pesar de que del 90 al 95% de los adultos presenta infección por el virus de
Epstein-Barr, sólo un pequeño porcentaje de éstos presentará alguna vez la enfermedad
de Hodgkin. Se piensa que la evolución de la enfermedad de Hodgkin puede acompañarse
o precipitarse por una reactivación viral. Los científicos aún están tratando de entender
por qué el pico de la incidencia de la enfermedad de Hodgkin se presenta en las personas
jóvenes y, además, se especula sobre la función adicional de un segundo virus aún no
detectado.

PREVENCIÓN.
El cáncer es una enfermedad que, en su mayor parte, se puede prevenir. Dos terceras
partes de las muertes por cáncer en los Estados Unidos están relacionadas con el uso del
tabaco, la dieta deficiente, la obesidad y la falta de ejercicio. Todos estos factores pueden
modificarse. Sin embargo, todavía se menosprecia la posibilidad de prevenir el cáncer
mediante cambios en el estilo de vida. La abrumadora mayoría de casos de la enfermedad
de Hodgkin no se puede prevenir porque se desconoce su causa.
Científicos alrededor del mundo se encuentran trabajando en estrategias de vacunación
contra las enfermedades asociadas al virus de Epstein-Barr. Este trabajo se ha estancado
por la incapacidad de determinar las características del virus cuando está latente en el
organismo. Sin embargo, puede que muy pronto se justifique el optimismo que
actualmente existe con la experimentación de vacunas para controlar la angina
monocítica, la enfermedad linfoproliferativa postrasplante, el carcinoma nasofaríngeo y la
enfermedad de Hodgkin.
Dieta: La dieta deficiente es un área muy propicia para la intervención individual y
colectiva inmediata en la disminución del riesgo de manifestar algún tipo de cáncer. Los
numerosos estudios proporcionan un caudal de información acerca de los factores
perjudiciales y protectores con que cuentan los diferentes alimentos. Existe una evidencia
convincente de que el exceso de grasa en el organismo incrementa de forma sustancial el
riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Aunque mucha de la información nutricional con
relación al cáncer está en contra de una dieta rica en grasa, el verdadero culpable es el
exceso de calorías. Los estudios demuestran que existe una pequeña relación, si acaso la
hay, entre la grasa del organismo y la composición de grasa de la dieta. Estos estudios
muestran que el consumo de un exceso de calorías proveniente tanto de las grasas como
de los carbohidratos produce el mismo resultado del exceso de grasa en el organismo. La
manera ideal de evitar el exceso de grasa en el organismo es limitar el consumo de
calorías y/ o equilibrar el consumo calórico con bastante ejercicio. No obstante, es
importante limitar el consumo de grasas, puesto que las evidencias aún apoyan la relación
que existe entre el cáncer y las grasas poliinsaturadas, saturadas y animales. Los estudios
muestran de manera específica que un alto consumo de carnes rojas y productos lácteos
pueden incrementar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. El reemplazo de las
carnes rojas por el pollo, el pescado, las nueces y las legumbres es una estrategia para
cambiar en forma positiva los hábitos alimenticios. Se ha asociado el alto consumo de
frutas y vegetales con la reducción del riesgo de manifestar al menos 10 diferentes tipos
de cáncer, lo cual puede ser la consecuencia de factores de potencial protector tales como
los carotenoides, el ácido fólico, la vitamina C, los flavonoides, los fitoestrogenos y los
isotiocianatos. Existe una fuerte evidencia de que de un moderado a un alto consumo de
alcohol también incrementa el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. La razón para
explicar esta relación puede ser que el alcohol interfiere con la disponibilidad del ácido
fólico. El alcohol combinado con el tabaco crea un riesgo aún mayor de padecer ciertos
tipos de cáncer.
Ejercicio: Los altos niveles de actividad física pueden reducir la incidencia de algunos tipos
de cáncer. De acuerdo con investigadores de la Universidad de Harvard, si la totalidad de
la población incrementara sus niveles de actividad física a trotar 30 minutos por día (o
gastar la energía equivalente en otra actividad), se podría observar una reducción del 15%
en la incidencia del cáncer de colon.

INFECCIONES VIRALES Y BACTERIANAS.


Infecciones con ciertos virus y bacterias están asociadas con un riesgo aumentado de
desarrollar un linfoma. Estas incluyen las siguientes:

 Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH): este es el virus que causa el


Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
 Virus de Epstein-Barr (VEB): infección con VEB está asociada con un riesgo
aumentado de desarrollar un linfoma. En ciertas regiones geográficas,
incluyendo el África, la infección con VEB está asociada con el linfoma de
Burkitt.
 Virus de la Hepatitis C (VHC): El papel del VHC en el desarrollo de linfomas no
está claro.
 El Virus Linfotrópico Humano de Células T tipo 1 (Human T-cell Leukemia
Virus type 1(HTLV-1): Este virus está asociado con linfomas y leucemias.
 Helicobacter pylori (H. pylori): Esta bacteria infecta al estómago y se piensa
que causa úlceras.

EXPLORACIÓN Y DIAGNÓSTICO TEMPRANO.


Para muchos tipos de cáncer, el progreso en las áreas de exploración y de tratamiento es
prometedor para la detección temprana y para lograr altas tasas de curación. El término
exploración se refiere al uso regular de ciertos exámenes o pruebas en las personas que
no presentan ningún síntoma de cáncer pero que están en alto riesgo. Cuando se dice que
las personas se encuentran en alto riesgo de padecer algún tipo de cáncer, esto significa
que cuentan con ciertas características o exposiciones, denominadas factores de riesgo,
que las hacen más propensas a manifestar un tipo de cáncer que aquellas personas que no
cuentan con estos factores. Los factores de riesgo varían para los distintos tipos de cáncer.
El conocimiento de estos factores de riesgo es importante debido a que:1) algunos
factores de riesgo pueden cambiarse (tal como el hábito de fumar o de consumo en la
dieta) disminuyendo así el riesgo de exhibir el cáncer asociado y; 2) las personas que
presentan un alto riesgo de manifestar un cáncer con frecuencia pueden someterse a las
medidas de exploración que se recomiendan para ese tipo de cáncer. Los investigadores
continúan estudiando cuáles características o exposiciones se asocian al incremento de
riesgo para ciertos cánceres, permitiendo así una prevención más efectiva, la detección
temprana y las estrategias de tratamiento.
La enfermedad de Hodgkin por lo general se diagnostica debido a que los pacientes
presentan signos y síntomas, como inflamaciones dolorosas en los ganglios linfáticos del
cuello, bajo el brazo, o en la ingle; fiebres inexplicables; sudores nocturnos; pérdida
inexplicable de peso y/ o salpullido en la piel. Para que la exploración sea efectiva, debe
ser posible identificar a los pacientes con el riesgo de la enfermedad de Hodgkin, lo cual
en la actualidad no es posible, a menos que se trate de identificar a los pacientes que
presenten una de un cierto grupo de enfermedades genéticas y se sometan a una
exploración de acuerdo con ella.
CONCLUSIONES.

 Los Linfomas son cánceres de la sangre, que comienzan con la transformación

maligna de un linfocito en el sistema linfático. Otros cánceres de la sangre son

leucemia, linfoma, mieloma, síndrome mielodisplásico y otros. Las leucemias


linfocíticas comienzan cuando hay cambios en las células de la médula ósea y luego

esas células ingresan a la sangre.

 Clásicamente los linfomas se clasifican en dos grandes grupos la enfermedad de

hodgkin y los linfomas no hodgkinianos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y LINKOGRAFÍA.

1. Robbins y Cotran. Patología Estructural Y Funcional. 8° edic. editorial Elsevier


Saunders. España. 2012.

2. Harrison. Compendio de Medicina Interna. Edit. Mc Graw Hill. México. 2013.

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