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ANDRE LE CHAPELAIN (SIGLO XIII)

Reglas del amor cortés (fragmento del Tratado del amor cortés)

I. El matrimonio no es una excusa válida para no amar.


II. El que no es celoso no puede amar.
III. Nadie puede estar unido por dos amores a la vez.
IV. Es cierto que el amor siempre aumenta o disminuye.
V. Lo que el amante obtiene sin la voluntad de su amada no
tiene ningún valor.
VI. El hombre sólo puede amar después de la pubertad.
VII. A la muerte de su amante, el sobreviviente debe esperar dos
años.
VIII. Nadie puede ser privado del objeto de su amor sin una
buena razón.
IX. Nadie puede amar verdaderamente sin ser incitado a ello por
amor.
X. El amor abandona siempre el domicilio de la avaricia.
XI. No es conveniente amar a una mujer que nos daría
vergüenza desposar.
XII. El verdadero amante no desea otros abrazos que los de su
amada.
XIII. Cuando el amor es divulgado, rara vez dura.
XIV. Una conquista fácil resta valor al amor; una conquista difícil
le da precio.
XV. Todo amante debe palidecer en presencia de su amada
XVI. Cuando un amante ve repentinamente a la que ama, su
corazón debe comenzar a estremecerse.
XVII. Amor nuevo hace olvidar al antiguo.
XVIII. Sólo la virtud vuelve a alguien digno de ser amado.
XIX. Si el amor disminuye, desaparece rápidamente, y es muy
difícil que vuelva a adquirir valor.
XX. El enamorado siempre está temeroso.
XXI. Los verdaderos celos siempre hacen crecer al amor.
XXII. Mientras más se sospecha de la amada, los celos y la pasión
aumentan.
XXIII. El atormentado por al pena de amor come menos y duerme
poco.
XXIV. Todo acto del amante tiene como finalidad alcanzar el
pensamiento de su amada.
XXV. El verdadero amante no encuentra nada bueno fuera de
pensar en complacer a su amada.
XXVI. El amante no podría negar nada a su amada.
XXVII.El amante no puede saciarse de los placeres cerca de la que
ama.
XXVIII. La más pequeña sospecha lleva a temer lo peor en su
bien amada.
XXIX. El que está demasiado atormentado por la lujuria no ama
realmente.
XXX. El verdadero amante está obsesionado sin tregua por la
imagen de su amada.
XXXI. Nada impide a una mujer ser amada por dos hombres ni a un
hombre ser amado por dos mujeres.
Amor

El amor incita el deseo de besar y besar;


el deseo produce inquietud, preocupación y reproche
y amenazas y peligros y la separación de los padres;
lucha contra el mar, osa retar al fuego;
y en un estado de deseo se pierde la razón por el amor,
se desafía a las corrientes y a los riscos;
se cree que la vigilia es descanso y se corren llanuras.
Y todos los atormentados por el amor de una doncella
habéis oído lo escrito de aquellos griegos famosos;
cuántos tormentos soportaron por causa del deseo.
Pensad, lectores, en los héroes
helenos, extraordinarios y célebres soldados,
y en lo que sucedió por culpa de Helena,
cuando tras derrotar a toda Asia
y alcanzar la gloria por su valor desmedido,
tampoco ellos, en los asuntos
del amor, pudieron resistirse.

(Del Roman de Akrites, Bizancio, S. XI)

Cuanto más bebo la copa de tu dulzura, más sed padezco. Mi


riqueza se acopia toda en ti, y sólo de ti toman mis energías su
fuente. Así que podemos dedicarnos totalmente el uno al otro,
siendo como somos una misma persona.

(Correspondencia de autor desconocido. Troyes, Francia, S. XII)

Juda Halevi (1075-1141)

La lavandera

Mi amada lava sus vestidos en el agua de mis lágrimas


Y los tiende al sol de su belleza.
No acude al agua de la fuente,
Sino a mis ojos,
Ni ha de buscar el sol,
Sólo el fulgor que ella misma despide.
BERNARD DE VENTADOUR (SIGLO XII)

Canción
I en el corazón, con tal dulce sabor
que cien veces al día muere de
No es sorprendente si canto dolor
mejor que ningún otro cantor, y otras cien revive de alegría.
pues más que los otros me Este mal es tan agradable
someto Que lo prefiero a cualquier bien,
al amor y obedezco sus y, si este mal es tan dulce,
órdenes. ¿cómo será el bien después de
la angustia?
Cuerpo y corazón y saber y
sentido,
fuerza y poder, todo se lo he V
entregado; Ay, dios, ¿por qué es tan difícil
con tanta fuerza me atrae el distinguir
amor de entre los falsos al verdadero
que ninguna otra cosa me amante?
preocupa. ¡Si los mentirosos y los traidores
llevaran un cuerno en la frente
daría todo el oro del mundo
y toda la plata, si los tuviera,
II para que supiera mi dama
con qué fidelidad la amo!
Realmente está muerto quien
del amor no siente VI
en su corazón dulce sabor. Cuando la veo, bien se me nota
¿De qué sirve vivir sin valor, en los ojos, el rostro y el color;
Sino para molestar a los demás? pues ante ella tiemblo de miedo
Espero que Dios no me odie como la hoja frente al viento.
tanto para permitirme vivir un día Tengo entonces menos razón
o un mes que un niño,
como uno de esos desdichados el amor es dueño de todos mis
que no conocen el amor. actos.
De un hombre que así es
III sometido
De buena fe y sin fingir, Bien debería apiadarse una
amo a la más bella y a la mejor; dama.
mi corazón suspira y mis ojos
lloran VII
de tanto amarla, es mi Noble dama, nada te pido,
desgracia; sino que me aceptes como
pero qué puedo hacer si el Amor siervo;
me ha encerrado en su prisión. pues yo te serviré como buen
La única llave que puede abrirla señor
es Piedad, pero no encuentro sin preocuparme por la
ninguna. recompensa.
Estoy pues a tus órdenes,
IV humilde y fiel, cortés y alegre.
Este amor me hiere tan No eres un oso ni un león
suavemente para matarme, si a ti me
entrego.
VIII envío estos versos; que no se
A mi dama cortés, dónde se enoje
encuentre, si he tardado tanto en hacerlo.
JAUFRE RUDEL
Vida cerca de ella, por más lejos que esté
ahora.
Jaufre Rudel de Blaia fue muy gentil Qué encantadoras conversaciones
hombre, príncipe de Blaia; y se cuando el amante lejano esté tan
enamoró de la Condesa de Trípoli, cerca
sin verla, por el bien que oyó decir y pueda disfrutar de sus dulces
de ella a los peregrinos que volvían palabras.
de Antioquia; e hizo de ella muchos
versos con buen son y pobres IV
palabras. Y deseando verla se cruzó Triste y alegre permitiré de su lado,
y se embarcó; y cayó enfermo en la si alguna vez veo a este amor
nave y fue conducido a Trípoli, a un lejano.
albergue, dado por muerto. Ello se Pero no sé cuando podré verlo,
hizo saber a la Condesa, y fue a él, a pues demasiado lejos están nuestros
su lecho, y lo tomó entre sus brazos; países.
y cuando él supo que era la De aquí a allá abundan los caminos,
Condesa, recobró el oído y el y por eso no sé lo que pueda pasar.
aliento, y alabó a Dios y le dio ¡Que todo sea como lo quiera Dios!
gracias porque le había mantenido
la vida hasta verla. Y así murió entre V
sus brazos y ella lo hizo enterrar con Nunca gozaré del amor
gran honor en la casa del temple. Y si no disfruto de este amor lejano,
después, aquel mismo día se hizo pues no conozco mujer más bella ni
monja por el dolor que tuvo por la gentil
muerte de él. en ninguna parte, cerca o lejos.
Tan verdadero y puro es su valor
Canción que por estar cerca de ella aceptaría
ser prisionero en tierras sarracenas.
I
En mayo, cuando los días son largos, VI
me gusta el canto lejano de los Que Dios, creador de todo lo que va y
pájaros, viene,
y cuando he partido de ahí, quien ha formado en mí este amor
recuerdo un amor lejano. lejano,
Voy entonces triste y pensativo, me de el poder, pues el deseo lo
y no me alegran los cantos ni las tengo,
flores de ver este amor lejano
más que el viento helado. con mi ojos, y de tal manera
que cualquier cuarto o jardín
II me parezcan siempre un palacio.
Estoy seguro de que el Señor
me permitirá ver el amor de lejos; VII
pero, por un bien que recibo, No miente quien me llama ávido
siento dos males, tan lejano está. ni ansioso de amor lejano;
¡Ay, si fuera allá de peregrino, pues ninguna alegría me place tanto
para que mi bordón y mi capucha como el gozo de este amor lejano.
fueran contemplados por sus bellos Pues lo que quiero me está vedado,
ojos! pues mi padrino me hechizó
para amar sin ser amado.
III
Qué alegría tendré cuando le pida VIII
por amor de dios el albergue lejano; Pero lo que quiero me está vedado.
y, si ella quiere, seré albergado ¡Maldito sea el padrino
Que me hechizó para no ser amado! al despuntar el alba,
y me fui a un vergel
a recoger violetas;
y escuché un canto
hermoso, a lo lejos.
Encontré a una alegre pastorcita
ALBA (ANÓNIMO, SIGLO XII)
cuidando sus borregos.
En un vergel, bajo un espino, “Dios te proteja, pastorcita
la dama abraza a su amigo, color de rosita;
hasta que el centinela anuncia el día. mucho me sorprende
¡Ay, Dios, ay, Dios, qué pronto llega el que estés tan solita;
alba! te daré una blusa,
si quieres aceptarla,
Quiera Dios que la noche no termine,
finamente tejida
y que mi amigo no se aleje de mí,
y que el centinela no vea el día ni el
con hilos de seda.”
alba
¡Ay, Dios, ay, Dios, qué pronto llega el “Loco eres, caballero,
alba! no tienes ningún sentido,
pues lo que me ofreces
Bello y dulce amigo, besémonos aún me tiene sin cuidado,
en este prado, donde cantan los tengo padre y madre,
pájaros; y marido tendré;
hagamos todo, a pesar del celoso. y, si Dios lo quiere,
¡Ay, Dios, ay, Dios, qué pronto llega el me llenará de honor.”
alba!
“Adiós, adiós, caballero;
Bello y dulce amigo, hay que seguir mi padre me llama;
jugando allá lo veo arando
en este jardín, donde cantan los la tierra nueva,
pájaros, pues sembramos trigo.
hasta que el centinela toque su Cosecharemos mucho,
caramillo; y, si quieres comprarnos,
¡Ay, Dios, ay, Dios, qué pronto llega el te lo venderemos.”
alba!

En la dulce brisa que viene de allá, THIBAUT DE CHAMPAGNE


Donde se encuentra mi bello amigo, (SIGLO XIII)
cortés y alegre, Como el Unicornio
he bebido un dulce rayo de su aliento. Soy el unicornio,
¡Ay, Dios, ay, Dios, qué pronto llega el que desfallece al mirar
alba! y al contemplar a la doncella.
Está tan contento por lo que le sucede
La mujer es agradable y graciosa, Que cae desmayado en su regazo.
Por su belleza la mira mucha gente, Entonces lo matan a traición.
Y su corazón ama con gran lealtad. Y yo he sido asesinado de esta manera
¡Ay, Dios, ay, Dios, qué pronto llega el por Amor y por mi dama, ciertamente.
alba! Ellos tienen mi corazón, no puedo
recuperarlo.
Señora, cuando estuve ante ti
PASTORELA (ANÓNIMO, SIGLO XII) y te vi por primera vez,
Por amor soy alegre mi corazón latió con tanta fuerza
y siempre lo seré que se quedó contigo cuando partí.
mientras viva, Entonces fui llevado sin rescate
hermosa dama. cautivo a la dulce prisión
cuyas columnas son el Deseo,
Una bella mañana me levanté las puertas del Hermoso Ver
y los anillos de Buena Esperanza.
No tuve duda, y al escuchar un
Amor tiene la llave de la prisión chasquido
y ahí ha colocado tres guardianes: Supe que el noble y primoroso
el primero se llama Bello Semblante;
gavilán
belleza tiene el mando,
y ha puesto en la puerta de entrada a
Había caído en la trampa.
Peligro, Entonces me levanté y fui hacia él,
Y al ave me dirigí con este verbo:
“Querida amiga, aunque tanto me
he esforzado,
Pues he pasado noches en vela
Desviviéndome por encontrarte,
Sé que pasaré muchas más noches
sin sueño,
Pues hoy nace en verdad mi dolor,
Aunque un dolor que me trae alegría
un traidor, sucio, malvado, apestoso, También, deleite y regocijo:
que es muy malo y muy cobarde. Y así lo llevaré sin que me pese”.
Estos tres son ágiles y osados: …Entonces alcé la estructura
rápidamente pueden atrapar a un Que estaba allí dispuesta
hombre. Y desanudé la trampa para soltar
Al ave, lo que me llenó de gozo
¿Quién podría soportar las artimañas Hasta que hube llegado a mi refugio
y los asaltos de estos ujieres? Regocijado, y una vez allí
Nunca Roland ni Olivier Empecé a instruirla alegremente.
vencieron en tan grandes combates; Lo primero que intenté fue conseguir
ellos triunfaron en la guerra, Que ella se acostumbrara a mi
pero aquellos vencen humillando. caricia.
Sufrimiento es su abanderado. Cuando pude lograrlo sin la cuerda
En esta justa de que les hablo Y mantenerla posada en mi muñeca,
no hay otro recurso que pedir Observé por su conducta,
clemencia. Por su plumaje y modales,
Que me sería fácil enseñarla,
Señora, lo único que temo Pues comprendía todo fácilmente.
es dejar de amarte. Entonces eché en cuenta
He aprendido a soportar tanto Lo que tendría que darle a su sazón,
que soy tuyo por costumbre; Así que con prontitud dispuse
aunque esto te entristezca, Aquello con que obsequiarla debía.
no puedo hacer otra cosa Procuréle, sin tardanza,
mientras sólo tenga el recuerdo Lúnulas y pihuelas de cuero.
y mi corazón no esté para siempre Después abandoné por su bien
cautivo y cerca de ti. Cualquier traza de melancolía:
Señora, puesto que no puedo Ninguna criatura me importaba,
engañar, Ni ninguna otra empresa,
convendría que me otorgaras la Ni el pasado o presente, o el tiempo
gracia venidero…
para soportar tan pesada carga. De tal modo enteramente al ave
Poseí y así la adoré,
¡Cuánto más la apreciaba!
Guillaume de Machaut (c. 1300- ¿Apreciaba? ¿Por qué? Estaba claro,
1377) Considerando las cosas del amor,
Tan natural por lo que os he
El cuento del Alerión contado,
Pues era buena en todos los analogía con la naturaleza, y la
aspectos. concepción del amor como una
Noble sobremanera,franca alegoría del proceso metafísico.
Y plena de su gracilidad
Que se espera de un ave de su Guido Cavalcanti (m. 1300)
clase,
Visible en su nobleza, Amigo íntimo de Dante Alighieri. Su
En su lustroso y elegante plumaje, poesía se llena de filosofía natural,
En sus gentiles y bellos ademanes; de análisis psicológico, mientras su
Nunca he conocido otra forma es elaboradísima, con un
Más noble o educada, estilo aristocrático. Su visión del
Más alegre y liviana amor es más terrenal, sensitiva,
O más libre de vana presunción; irracional y tenebrosa.
Al contrario, cuanta cortesía
Que pudiera heredar de su linaje
He encontrado yo en ella, Dueña me ruega si querré decir
Y en ella conozco todas las virtudes, De una accidente, asaz frecuente y
De modo que la guardé encantado. fiero,
Ahora he adornado mi poema Tan altanero que es llamado amor:
Al comparar a mi dama con esta Y aún quien lo niega la verdad ha de
excelsa oír.
Ave, que siempre actuó sin error Mas ahora gente competente
Para en un grado sumo quiero,
complacerme. que a lo que infiero no a mente
Mi deleite, puedo creer sin duda, inferior
Estaba bastante henchido, cabe en el tema entrar con
Pues jamás ella se inclinaba experiencia:
A nada que pudiera contrariarme; la ausencia de derecho experimento
Al menos, así yo lo juzgué, ni a mi talento iba a dejar probar
Tan bellamente sabía leer mi dó aquél se posa, y quien lo haga
corazón. brotar, que serán su virtud y su
Entonces ella prefirió potencia,
Unirse a mí para que yo la llevara. la esencia, sus efectos en aumento,
Y tan amable servicio y el placimiento que nos le hace
Fue para mí una ligera carga. amar, y si señal de sí brinda el mirar.

En esa parte en que el recuerdo


mora
toma su estado, perfilado, como
diáfano asomo, en una oscuridad
Dolce Stil Novo (Florencia, Siglo que de Marte proviene, y se
XIII) demora.
Y ya creado, y bien, nombrado, es
Este nombre designa a un muy pomo
concreto grupo de poetas, con una Del alma, como afán de voluntad.
etiqueta imaginada a posteriori, a Surge al ver una forma que se
partir de unos versos del Dante en entiende,
su Commedia. Se caracterizan por que aprende en el obrar del
el cultivo de la forma (i dolci detti), intelecto,
por desarrollar las ideas de que la señor electo, y hace allí afirmanza.
nobleza proviene de la virtud y no En lugar tal no teme malandanza,
de la sangre, de la mujer-ángel, la Pues no de cualidades se
recuperación de la vida anterior, la desprende;
Y esplende en él un terrenal efecto: no aprueba a imán ceder de almo
No cabe afecto, sólo contemplanza, retiro
Ni se presta a ninguna semejanza. dándose un giro, ni que sea por
juego;
No es la virtud pero de aquella viene poco le importa si uno es sabio o
que es perfección (y afirmación de lego.
tal),
no racional pero sensible, digo. Tiene ahí su encaje aquel mirar
No hay rectitud cuando a juzgar se gallardo
aviene, que al parecer nos da placer tan
pues la intención como razón le val: cierto;
discierne mal quien del vicio es ya no encubierto va, pues dio en el
amigo. centro.
De su poder suele seguirse muerte Nunca es salvaje el de beldades
si es suerte que a virtud tenga dardo,
impedida, pues que el temer niega, al querer,
la cual convida a muy contraria vía: acierto:
no que a natura tenga antipatía; mas premio es cierto el del flechado
como quien el perfecto bien no adentro.
advierte, Y conocer no es dado su semblante:
revierte en que no pueda tener vida, que amante, blanco está al dar en
pues firme, en sí, no encuentra su mano;
señoría: así, es humano, forma no se ve,
de quien de amor se olvida, igual y menos a quien tuvo en ella pie.
diría. Son colores que lo hagan
circunstante,
Muéstrame cuando el asimiento es actuante entre las sombras, brilla en
tanto vano.
que la natura en desmesura torna, Y de antemano téngase por fe
ni le soborna descansar ya más. que solo de éste se obtendrá
Llega mudando color, risa en llanto merced.
y en mueca dura hasta la faz
deforma; Tú libre de cuidado ve, canción,
pronto retorna: así también verás adonde gustes; pues tal vas ornada
como en gente de precio asaz se que harto alabada sea tu elección
embeba. donde afición no excuse
La nueva condición llama al suspiro entendimiento:
y al pasmo en tiro a un blanco sin con otra gente, mal habrás
sosiego contento.
que ira desadormece y torna en
fuego
(ni lo puede pensar quien no lo
prueba),
Guido Guinizelli (c.1230-antes Por ser un lugar afín a éste;
1276) Como el imán en las minas de
hierro.
En el corazón gentil se refugia
siempre Amor El sol hiere al barro todo el día:
como un pájaro en el verde del Si este queda vil, el sol en cambio
bosque; no pierde su valor;
la Naturaleza no creó Amor antes Dice un hombre altivo: “Soy gentil
que el corazón gentil, por mi raza”,
ni corazón gentil antes que Amor. A él lo comparo con el barro y al
Apenas existió el sol sol con el valor gentil.
Existió el esplendor luminoso, Porque uno no debe confiar
Pero no antes que el sol; En que haya gentileza fuera del
Y Amor se instala en la gentileza corazón,
Tan propiamente En la dignidad del heredero:
Como el calor en la claridad del Si el no siente virtud del gentil
fuego. corazón
es como agua que transmite
Fuego de amor se prende en rayos;
corazón gentil y el cielo conserva en sí las
Como virtud en piedra preciosa: estrellas y su esplendor.
Desde la estrella no desciende a
ella Dios creador resplandece en la
Antes que el sol la vuelva gentil Inteligencia
cosa. celeste más que el sol en nuestros
Después que el sol le ha quitado ojos:
con su fuerza lo que es innoble, ella, que entiende los hechos de
La estrella le da valor: Dios sin velos,
Así al corazón, que naturaleza empieza a obedecerlo a ÉL,
hizo haciendo girar el cielo.
Selecto, puro, gentil, Y como, a lo primero
La mujer, como la estrella, lo que Dios creó, sigue el justo
enamora. cumplimiento,
así la hermosa mujer,
Amor está en el corazón gentil por cuando ilumina los ojos
la misma razón del hombre gentil, produce en él
Por la que el fuego, encima de la la verdadera voluntad,
antorcha, que no cesa nunca de obedecerla.
Resplandece a su gusto, claro,
sutil: Oh mujer, mi alma esté ante ÉL,
Es tan orgulloso que no estaría de Dios me dirá: “¿Qué presumiste?
otro modo. Pasaste a través del cielo y
Dado que la malvada naturaleza llegaste hasta mí
Es contraria al Amor –como al y me tomaste como parangón en
fuego caliente un vano amor,
El agua, por su frialdad-, mientras las alabanzas me
Amor se instala en el corazón corresponden sólo a mí
gentil y a la reina del digno reino
que interrumpe cualquier fraude”. dorado y azul, y las ricas joyas
Le podré decir: “Tenía aspecto de que se regalan:
ángel el mismo Amor, gracias a ella, se
que fuera de tu reino; refina.
no me pudo culpar porque la
amé” Va por la calle tan ornada y gentil
que somete el orgullo de aquel
Quiero alabar a mi mujer como es que saluda
en verdad y lo convierte a nuestra fe, si no
y compararla con la rosa y el lirio; creía,
esplende y aparece como la y no pueden acercársele los viles;
estrella de la mañana incluso os digo que posee una
y todo lo que es bello en el cielo lo virtud mayor:
comparo con ella. nadie puede pensar mal cuando la
Comparo con ella la verde orilla mira.
del río y el aire,
todos los colores de las flores,
amarillo y rojo,

LAPO GIANNI que el espíritu hermoso puso


(Después 1250- después 1328) sobre los míos en lugar de flecha.

En vuestro rostro angélico,


amoroso
vi los bellos ojos y la luz morena
sobre los míos en lugar de flecha hace desear su dominio, otro
Vino en hábito tan gentil discute
ese espíritu nuevo hasta mi locamente su valor, otro,
mente, confiado, es causa
que mi corazón se alegró al verlo. de dulzura, otro me hace llorar
Depuso su aspecto señorial muchas veces;
hablando a los sentidos tan y sólo se conciertan en pedir
humilde piedad,
que todos mis espíritus lo temblando por el miedo que hay
saludan. en mi
Ahora mis miembros han conocido corazón. Por lo que yo no sé de
la gran dulzura de aquel señor cuál tomar
y mi corazón lo abraza materia; y querría hablar, y no sé
con alegría, porque lo hizo qué
virtuoso. decirme: me encuentro así en
amorosa
incertidumbre. Y si quiero que
todos
DANTE ALIGHIERI concierten, habré de llamar a mi
enemiga, mi
Todos mis pensamientos hablan señora de la Piedad, para que me
de amor; defienda
y tienen entre sí tan gran
variedad, que uno me
MINNESANGER: Son ardientes los jóvenes
(Alemania, Austria hacia 1170-s. En esta época.
XIV) En creciente número se reúnen
Las muchachas, uniéndose a ellos
DIETMAR VON EIST Con alegría
(Kurenberg) Coros de jóvenes bajo el tilo,
Cuando descansa el mundo En la ronda de Venus,
Cuando descansa el mundo yo Danzan con sus madres.
sólo estoy en vela .
en una dama pienso que vive Luna clara y oportuna
dentro de mí. Ante la cual desfallezco y suspiro.
ella es mi gozo, mi amor. ¿Cuál Sincera, simple e incomparable
será mi destino? Mi corazón ha penetrado,
¿Morir por ella? Venciendo la tristeza.
¿Por su belleza debe darme Dios Creo que posee una fuerza
tanto sufrimiento? superior:
Nada me importa hasta que
WALTHER VON DER vuelvo
VOGELWEIDE (1165- 1230) A estar con ella.
Anhelo abrazarla y yacer
Virent prata hiemata Encima suyo en un lugar delicioso
Reverdecen los prados cuando Bien oculto y secreto.
Se aleja el invierno. Alabado seas mes de mayo,
Las flores se dan gratas al mundo Que distingues las flores
Y sonríen los rostros, Sin que ellas se envidien.
Los rayos del sol resplandecen Con cuanta magnificencia tú
Albos y ardientes. Vistes los árboles y el prado,
La primavera cunde por doquier. Coloreándolos cada vez más:
De las aves la dulce melodía “Tú eres más pequeño y yo más
Suena gárrula, grande”,
Por todas partes vuela constante, Asi se pelean en el campo
Y la fronda de flores Las flores y el trébol.
Y aromas se llena.
A una de estas hijas
La fortuna me ha permitido venerar.

LOS GOLIARDOS: (SIGLO XIII) Clérigos entregados a la vagancia y a la


mala vida, eran ajuglarados, saltimbanquis, autores de canciones
obscenas y difamatorias. Sus temas: satíricos, amorosos y tabernarios.

Oh fortuna… como en broma


la agudeza de la mente,
Oh fortuna, y la pobreza
cual la luna y el poderío
variable de estado, funde cual hielo.
siempre creces
o decreces:
la vida execrable
ahora embota, 2
ahora mejora, Suerte salvaje
y vana, se acerca rápido el invierno.
rueda que gira, La vida pronto adolece,
condición mala, las preocupaciones estragan la
salud inútil, carne.
siempre en peligro, La sangre se seca, el pecho
oscura y velada, desfallece,
ahora te vuelves también la alegría decae;
contra mí, la vejez nos acecha
cuando por tus gracias con su cortejo de males.
malvadas llevo Veloz huye la edad
las espaldas desnudas. pasada en los estudios;
al placer nos invita
la tierna mocedad.
3
La suerte contraria 3
me es ahora ¡Imitemos a los dioses!
en salud y virtud, He aquí una sentencia oportuna.
ganancias Las redes del amor
y pérdidas acosan a los jóvenes.
no están en mi mano. ¡Cedamos a nuestros deseos!
¡En este punto, Esa sí que es cosa de los
sin demora, númenes.
tañed todas las cuerdas: Invadamos las plazas
ya que la suerte y los corros de las muchachas.
derriba a un valiente, Veloz huye la edad
plañid conmigo! pasada en los estudios;
al placer nos invita la tierna
DEJEMOS LOS ESTUDIOS mocedad.

1 4
¡Dejemos los estudios! Allí fácilmente
es grato un vivir estrafalario cabe hartar la vista,
cojamos, mejor, el dulce fruto allí brilla el inquieto
de la tierna juventud. retozar de los miembros.
Para los viejos queda Mientras las mozas se mueven
tratar las cosas serias; con gestos incitantes,
para los jóvenes, yo, allí, miro y mirando
la burla y la alegría. me siento arrebato.
Veloz huye la edad Veloz huye la edad
pasada en los estudios; pasada en los estudios;
al placer nos invita al placer nos invita
la tierna mocedad. la tierna mocedad.

2
La primavera de la vida se nos
escapa,
ASÍ CONSUELO MI SINO CANTANDO

1 como hace el cisne próximo a la


Así consuelo mi sino cantando, muerte.
Un suave dolor se me ase al 2
corazón,
del rostro me huyen los colores. Sería más feliz que Júpiter
crecen las cuitas, si no me desdeñase la que deseo,
las fatigas se afirman, si conociera sus labios una sola
las fuerzas se van, vez;
pobre de mí, me muero; y si durmiera con ella
con tanto mal castiga amor el al punto podría
pecho soportar la muerte,
Ah, me muero, partir con gusto
ah, me muero, y acabar la vida,
ah, me muero, si no quebrara tanto gozo.
pues por fuerza ha de amar sin ¡Ah podría,
ser amado. ah, podría,
ah, podría,
si alcanzara los primeros goces!

CUANDO ESTAMOS EN LA TABERNA

1 siete por los caballeros salvajes.


Cuando estamos en la taberna, 4
no nos importa qué sea la tierra, ocho por los hermanos perversos,
sino que nos precipitamos al nueve por los monjes dispersos,
juego, diez por los navegantes,
que es nuestro perpetuo desvelo. once por los desacordados,
lo que hace en la taberna, doce por los penitentes,
donde el dinero es copero, trece por los que van de camino.
eso sí importa averiguarlo. Tanto por el Papa como por el Rey,
¡Pero escuchad lo que os voy a beben todos sin ley.
decir!

2 5
Unos juegan, otros beben, Bebe el ama, bebe el amo,
otros viven desenfrenadamente. bebe el caballero, bebe el clérigo,
Pero entre quienes se dedican a bebe éste, bebe aquel,
jugar, bebe el siervo con la criada,
unos acaban desnudos, bebe el activo, bebe el perezozo,
otros se visten allí mismo, bebe el blanco, bebe el negro,
otros se cubren con sacos. bebe el constante, bebe el
Nadie teme allí a la muerte, versátil,
sino fían su muerte a Baco. bebe el rudo, bebe el mago.

3 6
Primero por el precio del vino: Bebe el pobre y el enfermo,
por éste beben los libertinos; bebe el desterrado y el
una vez beben por los cautivos, desconocido,
después beben tres por los vivos, bebe el chico, bebe el viejo,
cuatro por todos los cristianos, bebe el prelado y el decano,
cinco por los fieles difuntos, bebe la hermana, bebe el
seis por las hermanas vanas, hermano,
bebe la vieja, bebe la madre, y no se cuentan entre los justos!
bebe ésta, bebe aquel,
bebe cien, bebe mil.

7
Seiscientas rondas poco
duran, cuando sin medida
beben todos, sin meta,
aunque beban alegremente.
Así, todas las gentes nos denigran
y siempre seremos pobres.
¡Quienes nos denigran se ven
confundidos

Anónimo (S. XIII)

Ella es más bella que una flor, Riqueza y honor vienen


bien
esa es mi opinión. para quienes se
someten a su grey.
Estaré unido a ella El otro día me fui por
un sendero
mientras viva. en un vergel entré
para coger una flor
De mi amor no tendrá otra flor una dama elegantemente
vestida
ninguna alegría ni delicia encontré, que alegre y
con el corazón
sino aquella que es del Paraíso. cantaba:
Es la Madre del Señor, enamorada estoy, qué
puedo hacer?
que es nuestro amigo, Este es el final. No importa qué
dirán: yo la
amaré.
y a cambio nos revelará todo.
Cuando en el verano
las flores y hojas renacen,
Dios me recuerda el amor,
que siempre ha sido cortés
y dulce conmigo.
Muy buenos fueron sus socorros
pues su voluntad aligeró mi dolor:

II

Pequeña doncella bella y atrayente, Yo languidezco de mal de


amor.
linda, educada y agradable, Mejor morir de esta
enfermedad
esta niña que yo deseo tanto que de cualquier otro mal.
me hace feliz, alegre, envidiado y amante. Demasiado hermosa es
esta muerte.
Sólo en mayo canta tan alegre Alivia, dulce amiga
el ruiseñor. esta enfermedad
Yo amaré con todo el corazón que el amor me ocasiona.
a mi amiga la morena hermosa,
Bella amiga,preciado objeto
de mi corazón.
Os doy las gracias suspirando

Francois Villon

Balada de las Nieves de Antaño

Decidme en qué comarca, decidme en dónde


encontrar a Flora, la beldad romana;
dónde Archipiada de la luz se esconde
y Thaís que fuera la su prima hermana;
Eco condenada a repetir, lejana,
el cantar del agua, del monte el ruido,
que tan bella fue cuando lo quiso el hado;
mas las mismas nieves del año pasado
¿adónde se han ido?

Decid dónde Heloísa está, la tan juiciosa,


por quien fue castrado y enclaustrado luego
Abelardo el Sabio en Saint-Denis famosa:
pagó con tal pena su imprudente fuego.
¿Dónde aquella reina está, asimismo agrego,
quien a Buridán, que la hubo poseído,
quiso que arrojaran al Sena embolsado?
Mas las mismas nieves del año pasado
¿adónde se han ido?
La reina Blanca como flor de lis
que con falsa voz de sirena cantaba,
Berta la del gran pie, Beatriz, Alís,
Haremburgis que en todo el Maine reinaba,
y la lorenesa Juana, buena y brava,
que en Rouen quemara el Inglés forajido,
Virgen soberana ¿dónde se han guardado?
Mas las mismas nieves del año pasado
¿adónde se han ido?

No buscaréis, Príncipe, año ni semana


un oculto sitio al que hayan escapado
sin que mi estribillo cante en vuestro oído:
"Mas las mismas nieves del año pasado
¿adónde se han ido?"

Balada de los ahorcados

Hermanos humanos, que viven después de nosotros,


no tengan contra nosotros endurecidos corazones,
pues, teniendo piedad de nuestras pobres almas,
Dios la tendrá antes de ustedes.
Aquí nos ven atados, cinco o seis:
en cuanto a la carne, que hemos alimentado en demasía,
hace tiempo que está podrida y devorada
y los huesos, nosotros, ceniza y polvo nos volvemos.
De nuestros males no se burle nadie;
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

Si hermanos nos llamamos, en nuestro clamor sin desdén


nos traten, aunque hayamos sido muertos
por Justicia. Pues deben entender
que no todos los hombres pueden ser sensatos;
perdónennos ahora, ya que hemos partido
hacia el hijo de la Virgen María;
que su gracia no nos sea negada
y pueda preservarnos del rayo infernal.
Muertos estamos, que nadie nos moleste:
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

La lluvia nos ha limpiado y lavado,


y el sol desecado y ennegrecido;
urracas, cuervos, nos han cavado los ojos
y arrancado la barba y nuestras cejas.
Nunca jamás, ni un instante, pudimos sentarnos:
luego aquí, luego allá, como varía el viento,
a su placer sin cesar nos acarrea,
siendo más picoteados por los pájaros que dedales de coser.
De nuestra cofradía nadie sea:
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

Príncipe Jesús, que sobre todo reinas,


guarda que el Infierno no tenga sobre nosotros dominio:
nada tenemos que hacer con él ni que pagarle.
Hombres, en esto no hay ninguna burla:
pero rueguen que a todos Dios nos quiera absolver.

Balada de los señores de Antaño

¿Dónde está Calixto Tercero,


que papa fue por cuatro años,
último muerto de ese nombre?
¿Y el muy gracioso Borbón Carlos,
Arturo, el duque de Bretaña,
Alfonso en Aragón reinando
y Carlos Séptimo triunfante?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

¿Y el rey de Escocia, que tenía


una mejilla -se ha contado-
color sangre desde la frente
hasta debajo de los labios?
¿Y el valeroso rey de España
cuyo nombre se me ha olvidado?
¿Y el muy famoso rey de Chipre?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

Renuncio a hablar de glorias idas:


el mundo es sólo un sueño vano.
Nadie triunfa sobre la muerte,
no la detienen los palacios.
Una pregunta aun formulo:
aquel rey de Bohemia, Lazlo
¿dónde está, dónde está su abuelo?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

¿Dónde el conde delfín de Auvernia?


¿Dónde el astuto y buen Bernaldo?
¿Dónde el difunto Juan Primero?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?
Lay de la muerte

Muerte, apelo contra tu rigor,


tú me arrebataste a mi amada
y aun con ello no estás saciada
y me quitás todo fervor
y así sigo aquí sin vigor.
¡Que viviera no te hacía nada,
Muerte!

Éramos dos y un solo corazón


si ella murió debo también morir
o sin vida tal vez vivir,
como un fantasma en la imaginación.
¡Muerte!

A chantar m’er de so qu’ieu non volria / Ahora deberé cantar de lo que no


querría,
tan me rancur de lui cui sui amia, / tanto me lamento del que soy amiga,
car ieu l’am mais que nuilla ren que sia:/ pues le amo más que a cualquier
cosa en el mundo
vas lui no .m val merces ni cortesía / pero no valen ante él ni la piedad ni
la cortesía
ni ma beltatz ni mos pret ni mos sens,/ ni mi belleza, ni mi valor, ni mi
juicio,
c’atressi .m sui enganad’e trahïa / porque soy engañada y traicionada
com degr’ esser, s’ieu fos desavinens./ como sucedería si fuera poco
agraciada.

D’aisso.m conort car anc.non fi faillenssa,/ Me conforto pensando que


jamás y de ningún modo
amics, vas vos per nuilla captenenssa, / cometería equívoco hacia vos,
amigo,
anz vos am mais non fetz Seguis Valenssa,/ sino que os amo más de lo
que Seguis amó a Valensa,
e platz mi mout quez eu d’ámar vos venssa/, y me agrada venceros en
amor,
lo mieus amics, car etz lo plus valens / amigo mío, porque sois el mejor;
mi faitz orguoill en ditz et en parvenssa,/ sois orgulloso conmigo en las
palabras y en los modos,
e si etz francs vas totas autras gens./ mientras que os mostráis amables
con todos.

Be .m meravill com vostre cors s’orguoilla/ Me sorprende como hacia mí


vuestro corazón se muestra duro,
amics, vas me, per qu’ai razon qu’ieu .m duoilla;/ amigo, por lo que tengo
razón para dolerme;
non es ges dreitz c’autr’amors vos mi tuoilla / no es justo en absoluto que
otro amor os aparte de mí,
per nuilla ren qu’ie .us diga ni acuoilla;/ sea lo que sea lo que os diga o
conceda;
e membre vos cals fo .l comenssamens /¡y recordad cuál fue el inicio de
nuestro amor!
de nostr’amor! Ja Dompnedieus non vuoilla/ el Señor Dios no quiera
qu’en ma colpa sia .l departimens./ que sea mía la culpa de la separación.

Proesa grans qu’el vostre cors s’aizina/ La noble virtud que habita en
vuestro corazón
e lo rics prtez qu’avetz m’en ataïna,/ y el alto valor que poseéis me
intimidan,
c’una non sai, loindana ni vezina,/ pues no conozco dama cercana o
lejana,
si vol amar, vas vos non si’ aclina;/ que, dispuesta a amar, no sea atraída
por vos.
mas vos, amics, etz ben tan conoissens/ pero vos, amigo, tenéis tanto
juicio
que ben devetz conoisser la plus fina,/ que bien debéis conocer la más
perfecta;
e membre vos de nostres covinens./ y acordaos de vuestro pacto.

Valer mi deu os pret e mos partages/ deben ayudarme mérito y nobleza


e ma beltatz e plus mos fis coratges,/ y la belleza y aún más la sinceridad
de ánimo,
per qu’ieu vos mandad lai on es vostr’ estatges/ por ello os mando allá
donde moráis

esta chansson que me isa messatges:/ esta canción, que sea mi


mensajera;
ieu vuoill saber, lo mieus bels amics gens,/ y quiero saber, mi gentil y bello
amigo,
per que vos m’etz tanta fers ni tant salvatges,/ por qué sois tan altanero y
cruel conmigo:
non sai, si s’es orguoills o maltalens./ no sé si por orgullo o mal talante.

Mas aitan plus vuoill li digas messatges,/ Más aún quiero que os diga el
mensajero:
qu’en trop d’orguoills o ant gran dan maintas gens./ por demasiado
orgullo mucha gente ha sufrido gran daño.

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