Reto 3- Aprendizaje Unadista

Aprendizaje Unadista

JHON ALEXANDER OSPINO FIGUEROA

WALDIR EDUARDO PACHECO

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Tutor: SOL MARY ORTIZ

Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Notas de Autor:

Jhon Alexander Ospino, Waldir Pacheco Marriaga, Escuela ECBTI, Universidad Nacional

Abierta y a Distancia, la correspondencia relacionada con este trabajo debe ser dirigida a

Jhon Alexander Ospino, Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Av. Libertador, Santa

Marta, Magdalena, contacto: jhonospino@gmail.com

Cuento por Jhon Alexander Ospino.

Una octava que alumbro al pueblo

En un pueblo del departamento de Bolivar a orillas del canal del dique nació un niño

llamado pedro, cuando nació este niño no lloró, sino que sonrió alumbrando la sala de

partos por el espíritu tan noble que había heredado de su madre.

Su padre era pescador artesano y su madre modista, vivian muy humilde en una vivienda

a orillas del rio. Desde muy niño sus padres fueron enseñándole palabras a través de

canciones y ritmos populares como el vallenato y el muy atento las escuchaban y trataba de

repetirlas, cuando alguno de sus padres le hablaba el solo prestaba atención, sus pequeños

sentidos se agudizaban y percibía lo que le decían. A la edad de los 10 años a pedro le

regalaron una guitarra, un valioso regalo para él porque podría reproducir aquellas

canciones que escuchaba de niño, no tuvo la oportunidad de acceder a una escuela de

música, ni tampoco tuvo un profesor de técnica vocal sin embargo el no vio todo como un

obstáculo sino que por sus deseo consciente de aprender, el mismo practicaba las notas ,

anotaba en una pequeña hoja las notas que él iba percibiendo en el proceso, Pedro tuvo que

corregir muchas posturas y la manera como presionaba las cuerdas, pero él nunca desistía

porque el solo quería sacar esos ritmos que sentía en su corazón. Era evidente que pedro

tenía un aprendizaje autónomo.

Después de varios años pedro en la escuela les compartió a sus compañeros de clase

Luis, Eduardo y Felipe unas canciones con la guitarra, todos muy entusiasmados por el

carisma de pedro y del sentimiento que tenían sus canciones, querían acompañarlo a través

de otros instrumentos. Así que decidieron reunirse todas las tardes en casa de Luis para

aprender entre todos la guitarra, guacharaca y la caja, componer nuevos versos porque ellos
sabían que un aprendizaje colaborativo podía afianzar lo que ellos sabían y construir de una

manera más creativa aquellas que canciones de sentimientos y pasiones que conmovieran y

trasmitieran a las personas.

Un día en unas de tanto ensayos que hizo con un reciente grupo de vallenato conoció un

empresario que le brindo la posibilidad de estudiar Música en una de las mejores

Universidades de la Capital colombiana, Pedro se fue para la capital y pudo acceder a

conocimientos más teóricos y significativos del área de interés , aprendió muchísimo

porque él era consciente de lo que quería, siempre estaba motivado para sacar el mayor

provecho, incluso el no solo aprendió guitarra que era su especialidad sino que tomo clases

especiales de instrumentos de percusión y de todos instrumentos de cuerdas, incluyen el

acordeón porque pensaba en sus amigos del pueblo él quería enseñarles todos lo que pudo

aprender. Pedro tuvo un aprendizaje significativo supo aprovechar su paso por la

universidad.

Su paso por la universidad fue tan exitoso gracias a las habilidades y conjunto de

funciones superiores del pensamiento que pedro pudo desarrollar en su etapa de

crecimiento con la práctica motivada por la pasión y gusto a la música como percibir,

observar e interpretar tuvo un buen proceso de aprendizaje.

De regreso a su pueblo pedro se reunión son sus compañeros y amigos de infancia para

contar sus anécdotas y contarles la decisión de trasmitir sus conocimientos, pudo comprar

instrumentos con el patrocinio otorgado por el empresario y además de enseñarles a sus

amigos decidió abrir la primera escuela de música en su pueblo, destinando la enseñanza de

manera gratuita y libre con sentido de inclusión para todos los moradores de su pueblo.

Pedro querido y reconocidos por todos gracias a su generosidad y valor pudo contribuir al
desarrollo y apoyo de nuevos talentos en su pueblo natal, la solidaridad como valor

enmarcado en pedro.

Cuento por Waldir Pacheco Marriaga

La tierra seca llena de vida que mata la mata

En una tarde lluviosa de la Sierra Nevada, se encontraban Juancho, Pepe y Roxana

realizando una investigación sobre el suelo poco común que se presentaba en una zona

agrícola que no dejaba crecer las plantas pequeñas. Eran muchas las hectáreas y la

preocupación era grande. Muchos cultivos se habían secado muchas familias tenían

problemas por esta causa. Disfrutaban de un clima fabuloso y perfecto, después de dos días

de camino, en fango, con piedras y de bastantes riesgos.

Llegaron a una parcelita, donde habitaba una familia indígena de 8 integrantes, un abuelo,

un hijo y su compañera y 5 hijos dedicados a los trabajos de las bondades de la madre tierra.

Esta fue la única familia que quedó después de la partida de las demás familias por los

problemas de suelo. Esta familia había sido recomendada por profesores de la Universidad

Pedagógica y Tecnológica de Colombia, donde estudiaban Ingeniería geológica Juancho y

sus compañeros, ya que son muy hospitalarios y siempre reciben turistas o personas que

quieran disfrutar de la zona.

Llegada la noche se organizaron y empezaron a delegarse tareas que abordarían por la

mañana siguiente. Pepe experto en los suelos, realizaría un muestreo de las diferentes tierras

que pueda encontrar en un perímetro que Juancho delimitaría, ya que tiene destrezas para la

ubicación. Roxana quedó encargada de revisar las muestras y llevar un orden cronológico
de cada recolección. Los tres realizarían al final del día una revisión conjunta de las muestras.

Los tres se colaboraban mucho.

Llegada la mañana cada uno empezó su tarea y Juancho delimitó una zona que creyó era

la mejor por la densidad que mostraban los árboles mayores de su alrededor. El abuelo de

los cinco chicos le señalaba a Juancho que la zona que había escogido era muy pequeña y le

indicaba que debía bajar más hasta la zona de selva; sin embargo, Juancho le decía que por

las especies que el veía en lo que el escogió se sabía que era una zona muy buena para sus

estudios. Ya Pepe estaba recogiendo muestras, que entregaba en cada momento a Roxana,

quien a medida que las recibía las chequeaba con su experiencia y las clasificaba. Estaban

desarrollando una estrategia de aprendizaje donde Pepe y Roxana, que realizaban un trabajo

duro, se preguntaban porque las muestras que tomaban eran secas si el día anterior había

llovido.

Terminada la jornada, Juancho y sus compañeros empezaron a analizar de fondo las

muestras y empezaron a revisar sus conocimientos y a realizar una revisión de fondo que

lograra darles un mayor entendimiento del material encontrado, que a pesar de que era seco

tenía una alta composición nutricional, pero de alguna manera no dejaba crecer las plantas

menores de agro. Empezaron a revisar desde cero, con lo básico y fueron armando cada base,

dándose cuenta de que no era lógico que el suelo fuera seco y bien nutrido, algo desconocido

para ellos. Se encontraron desarrollados en un aprendizaje significativo que los puso a revisar

sus bases, que contractaron de acuerdo a sus ideas de conocimiento por lo que les llegó

muchas duda e interrogantes.

 La jornada siguiente no fue mejor que la primera; sin embargo, Juancho basado en sus

conocimientos indicaba que la zona escogida era la adecuada. El tiempo y el día se agotaba

y solo les quedaba un tercer día ya que el cuarto era para su retorno a la ciudad.

Esa mañana Pepe se dedicó a realizar un análisis exhaustivo de las muestras e inicio una

investigación autónoma, consultando en los libros que había llevado y realizando diferentes

combinaciones que les indicaría porque la tierra era tan árida en una zona tan lluviosa.

Después de observar, analizar, contractar y organizar cada variable que encontraba, Pepe

después de desarrollar sus habilidades de pensamiento logró determinar que el suelo había

sido filtrado o tratado y eso era los que los colocaba a pensar. Juancho y Roxana seguían

realizando muestreo, pero ya agotados y terminado el día suspendieron la labor.

Con todas las muestras y con la certeza de que el suelo que tomaron estaba filtrado

reunieron a la familia que indígena y trataron de explicarles la situación, ellos no dominaban

el idioma y su lenguaje era con señales y explicaciones en su idioma que Juancho y sus

compañeros debían tratar de entender.

El abuelo le reclamaba a Juancho que la zona que escogió era pequeña y que debió

adentrarse a donde él le decía. Pepe y Roxana le reclamaban a Juancho porque no había

tomado el consejo. Había sido un arduo trabajo y un regreso sin respuesta no era el objetivo

de la investigación. Juancho les decía que el material sería el mismo donde lo tomarán y no

era necesario tomar muestras en todo el lugar. De inmediato se dieron cuenta que empezaron

mal el trabajo, en primeras instancias reunieron a la familia después del trabajo y no antes de

empezar, quien más que ellos para guiarlos.

El padre de los muchachos les explicaba con señales quien tomaba las muestras y las

colocaba en un lienzo, le echaba agua y les indicaba que el agua bajaba y la tierra se quedaba
arriba. De inmediato Pepe entendió que era lo mismo que el creía, que la tierra era filtrada.

El detalle era quien la filtraba, por lo que le preguntaron al abuelo quien decía que sus

ancestros tenían grandes plantaciones en esta zona, pero una plaga había acabado con todo y

que en ese tiempo trataron de recuperar la tierra, pero no lo lograron.

Preocupados armaron su regreso porque esperaban resolver el misterio y ayudar a la

comunidad de esa zona para que regresaran a sus tierras y vivieran nuevamente del campo.

Ese interés nació de los muchachos en sus vacaciones de estudio cuando visitaron la casa

indígena de la ciudad de Santa Marta y se preguntaron porque había tantas familias refugiadas

y pasando trabajo. En dirigente de ellos les indicó que la tierra se había dañado y no tenían

que cultivar.

Una vez en los laboratorios de la universidad empezaron a organizar su información, a

observar cada detalle, a armar cronologías, mapas, a contractar con muestras de otras tierras

y con la ayuda de los docentes empezaron a resolver las dudas. Trataron de plantar en la

tierra que trajeron y efectivamente no nacía ninguna especie, pero al combinarla con otra

tierra se fijaron que había progreso. La primera solución y la más concreta era que había

que combinar la tierra. El gran problema finalmente fue resuelto.

De inmediato Juancho y sus compañeros realizaron una visita a la casa indígena donde

manifestaron su interés de ayudarles y que era necesario que ellos regresaran a las tierras y

les ayudaran a realizar un saneamiento del suelo y con esto llegaría la tranquilidad para todos.

Muy solidarios ellos les ayudarían a recuperar la salud de la tierra.

Armaron varios grupos y regresaron. La propuesta inicial era que la tierra había tenido

demasiado abono por lo cual estaba saturada. Esto lo argumentó Pepe del estudio que había

realizado. Juancho determinó un área de tierra fértil que combinada con la seca empatarían
para que bajara los niveles de saturación. Roxana llevó toda la trazabilidad de la

investigación y entregó un informe con la recuperación que se había hecho, esto con el

propósito que el Estado Colombiano realizara una inversión de cultivos.

A los dos meses ya la tierra empezaba a dar las primeras especies y el Estado había tenido

una manifestación positiva del Tema. Este caserío que no tenía nombre fue nombrada La

tierra que Mata la Mata, con el mismo nombre el proyecto agrícola que benefició a más de

10 familias indígenas de la Nevada.

Referencias Bibliográficas

 Alvis, A. y Malagón, G., (versión 2018). OVI Unidad 2: Aprendizaje unadista.

[Página web] https://view.genial.ly/5c1bee470eeafa309dbcda82/unidad-2-

aprendizaje-unadista.