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PARADA DE SEGURIDAD

NUESTRO ESTILO DE VIDA, UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA VIVIR


04/10/2019
¡Hola! Soy Pedro,
y esta es mi historia...
Quizás puede cambiar la tuya.

Yo empecé a conducir a los 13 años -mi padre era conductor- y yo quería ser igual que él.
A esa edad pude acompañarlo en un viaje de trabajo,me pareció increible.
Él me advertía mucho del sacrificio y responsabilidad que implicaba esta profesión.
Al poco tiempo, mi padre sufrió un paro cardíaco y falleció.

Debido a la falta de dinero, mi primer trabajo fue a los 15 años como conductor informal de camiones. En esos tiempos, no había tanta
fiscalización en las carreteras.
Como es obvio, no estuve en planilla de la empresa y tampoco tenía beneficios sociales, pero era un trabajo que servía para mantener a
mi madre y hermanos.
En este trabajo, si no eres responsable contigo mismo, llevas una vida desordenada, y asi ocurrió: sólo manejaba, dormía, comía mucha
grasa (a cualquier hora), me divertía y cometía excesos en muchos pueblos por los que conducía. Esto ocasionó que subiera de peso
rápidamente y en cinco años ya parecía de 30 con tan solo 20 años.

Debido a tantos viajes, tuve muchas mujeres. Hasta que un día conocí a una de quien me enamoré y con quien tuve dos hijos. Las cosas
mejoraron en mi vida pero solo fue por corto tiempo.

Como te dije, tenía un etilo de vida muy malo, y tuve otros hijos con otras mujeres que conocí en uno de esos tantos viajes, como te
imaginarás. Era joven y al inicio me pareció normal, muchos de mis compañeros hacían los mismo y no sentía culpa.

Cuando tenía 40 años, me hice responsable de mis 5 hijos. Sin embargo, fue imposible cumplir con tantas obligaciones.
Mujeres e hijos reclamándome por dinero y por tiempo.
Me sentí tentado a robar, y para qué engañarte, algunas veces lo hice.

Postulé a varias empresas reconocidas en el medio, pasaba todas las pruebas, pero en el examen médico me detectaban diabetes,
ocasionada por mi estilo de vida poco saludable y sedentaria. En consecuencia, las empresas no me contrataban.
Estaba muy agobiado por todo, no tenía dinero y no podía conseguir un mejor empleo.

Me costaba dormir por las noches, más aún porque me sentía solo, sin mis hijos.
Un día-a las 2 horas de iniciado el viaje- sucedió lo que tarde o temprano iba a pasar, empecé a quedarme dormido y entre sueños
escuché la voz de mi papá que me despertó, ello me dio tiempo de frenar pero no pude evitar chocar con una señal de tránsito, me golpeé
la pierna derecha, se hizo un moretón, pudo ocurrir una tragedia peor.
No le di importancia por lo que seguí conduciendo y no reporte lo sucedido, hasta que el dolor empeoró y me detuve en el poblado más
cercano, me fijé y el moretón estaba más grande.
Cuando llegué al hospital me llevaron de urgencia y me operaron, cuando desperté los doctores me dijeron que fui negligente porque dejé
pasar mucho tiempo y tuvieron que amputar mi pierna, esto a causa de mi diabetes.
No tengo una pierna y todos en la calle me miran, algunos niños siempre lo comentan con sus padres, y todo el tiempo tengo que explicar
que me pasó.

Mi papá siempre tuvo razón, solo aquellos que son capaces de escuchar pueden evitar los errores que otros cometieron. Ahora ya no
puedo conducir, me dedico al comercio ambulatorio y no puedo darles una mejor vida a mis hijos.
Quise contarte mi historia porque pienso que todos podemos cambiar, solo si realmente queremos, escucha, ¡no quiero que esto te
suceda!, cuando manejas tienes tu vida en tus manos.

Preguntas:
1.- ¿Te pareces algo a Pedro?
2.- ¿Crees que si Pedro hubiera reportado a tiempo el golpe en su pierna, hubiera evitado que se la amputen?
3.- ¿El no contar con dinero, justifica el comportamiento de Pedro por robar?
4.- ¿Qué consejos le darías a Pedro en su condición?
5.- ¿Eres capaz de cambiar y ser una mejor persona?

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