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Hola, mi nombre es Jonathan Joel Meza Díaz, tengo 16 años y vivo en Lima – Los ficus (Santa Anita)

Todo comenzó así en mi vida, vine al mundo el 15 de febrero de 2005 en una clínica por Lince,
después me fui a vivir con mis padres a un departamento por el distrito San Martin de Porres.
Estuvimos viviendo en ese lugar 3 años. Lo único que me recuerdo que mis padres siempre me
cuentan es que cuando yo tenía 3 años, había sucedido un terremoto en Ica no tan lejos de aquí, mi
mamá me conto que nosotros estábamos mirando Tv en la casa y mi papa estaba trabajando cuando
de la nada se comenzaron a mover todas las cosas, comencé a reírme porque pensé que estábamos
jugando con mi mamá, mi papá estaba trabajando y nos llamó, mi mama le dijo que estábamos bien.
Esa fue mi primera anécdota cuando era pequeño. después de que sucediera esa catástrofe nos
mudamos a la casa de mi abuela que vivía un poco más abajo. En esa época no teníamos mucho
dinero, mis papás tenían que ir a trabajar para traer dinero a la casa, todos los días paraba con mi
abuelita. Bueno las mañanas no porque mis papas me habían metido a una guardería y ellos me
recogían cuando volvían. También, a veces ellos se demoraban mucho en llegar porque había trafico
y tenía que esperarlos en las escaleras hasta que lleguen. Digamos que no tuve la mejor niñez
porque mis padres paraban trabajando, pero los momentos que no trabajaban nos divertíamos
mucho. Me llevaban al parque de las leyendas, al zoológico de Huachipa a comer, a pasear, etc.

Todos los años pasaron volando ya tenía 5 años, era mi último año en la guardería porque ya pasaba
a 1 ro de primaría, pero lo bueno era que me sentía aliviado, odiaba estar en una guardería y no
entendía porque estaba allí todos los días desde las 8 am hasta las 6 pm, pero en ese momento no lo
entendía.

Termine inicial, mi mama dejo de trabajar porque ella quería pasar mas tiempo conmigo y apoyarme
en mi etapa escolar y la verdad nos volvimos a mudar. Era la mejor decisión vivir por SMP era muy
peligroso, mucha delincuencia y mi mama me quiere alejar a toda costa de ese tipo de lugares.

Nos fuimos a vivir a Santa Anita, mi abuelo tenía una casa que estaba construida, pero necesitaba
arreglar, las cañerías, los baños, etc. Muchas cosas por arreglar y mi papa se había ofrecido a
ayudarle con todas esas cosas. Mi mama y yo en ese entonces fuimos a preguntar por colegios en el
vacacional, era una mañana soleada cuando llegamos a un colegio grande que me llamaba mucho la
atención. Le dije a mi mama para entrar y preguntar allí. Cuando entramos un señor le dio folletos a
mi mama, a continuación, ella le pidió informes de cómo era la curricular y el precio de la institución.

El señor le comento todo y yo quería entrar a ese colegio, solo pensaba en que todos los días iba a
jugar en el recreo en ese patio gigante con nuevos amigos. Mi mama dijo que lo consultaría con mi
papa y nos fuimos.

En el camino yo no dejaba de insistirle de que quería entrar a ese colegio, era particular, un poco
costoso, pero haría lo que sea para convencer a mi mama. Llegamos a casa y mi papa no estaba, el
llegaba de trabajar a las 8 de la noche. Mientras tanto me quede mirando una serie en Cartoon
Network llamada “El increíble mundo de gumbal”.

Mi papa llego, lo primero que hice fue esperarlo en la puerta. Le hable sobre el colegio y que quería
entrar allí.

Mi papa accedió, pero me dijo que si yo no cumplía con mis tareas o mis notas eran bajas me
cambiaba de colegio.
Así comenzó todo, el primer día no hable con nadie porque no era muy sociable. Pero como fueron
pasando las emanas me di cuenta de que tenía que hacer amigos. Y uno que dos los frecuento hasta
la actualidad.

Y así perdure en ese colegio hasta terminar mi promoción de primaría. después de eso digamos que
no fui el mejor alumno en mi ultimo año en primaría y mi mama decidió cambiarme a un estatal para
que aprenda la lesión. Allí comencé a hacer más amistades, me volví sociable y me comenzaron a
frecuentar y hablar la mayoría de las personas porque destacaba jugando futbol. Digamos que no
era el mejor pero siempre ganaba allí.

Así fue como cuando una de mis experiencias como cuando recién llegue a el colegio fue que un
profesor de futbol que representaba al colegió estaba pasando salón por salón para avisar a los
chicos que le gustaba jugar futbol que iba a ver una convocatoria el sábado y que los que pasaran
representarían al colegio en las Inter escolares (Un campeonato interno de todos los equipos de
Santa Anita). No dude en que iba a entrar a el equipo del colegio.

Era sábado, me levante a las 6 am, tome desayuno y me comencé a alistar. La convocatoria era para
las 8 am en una cancha que estaba cerca del colegio, entonces, salí de mi casa 7:30 y llegué puntual,
había como 40 chicos sin exagerar que habían venido con muchas ganas de quedarse.

El profesor había hecho un circuito y el profesor así iba a escoger quienes se quedaban. Me sentía
muy nervioso y pensé en un momento que me jugarían en contra, pero cuando fue mi turno intenté
dar todo de mí. Lo vi al profesor y me dijo te quedas. Me sentía muy contento y desde allí represente
a mi colegio en 1 ro de secundaría. Así poco a poco ya agarré más confianza con los que estaban en
otros grados y me llamaban para jugar en el recreo todos los días. Fue la mejor parte en mi primer
año en ese colegio.

Y la verdad poco a poco fui forjando mi forma de ser, hubiera veces que jugábamos y perdíamos,
pero en vez de rendirme mi ego no podía con eso. Salía en las mañanas a practicar todos los días
antes de ir al colegio. Me motivaba pensar que en otros lugares del país hay chicos que también
hacen sacrificios para lograr ser los mejores en algún momento y así siempre era mi forma de
pensar. Hasta en las olimpiadas, no estaba en el salón de los chicos que jugaban o hacían mejor los
deportes. Sin embargo, siempre me gustaba destacar y ayudarlos a que seamos los mejores en todas
las actividades deportivas. Y así fueron los 3 años que pude estar en el colegio hasta que comenzó la
pandemia.

La verdad tenía muchos planes de que iba a hacer en 4to, el primero era que aparte de estar en las
Inter escolares que iban a empezar en abril del 2020, estaba en un club que entrenaba saliendo del
colegio por un estadio cerca de mi casa. Y lo único que aprendí en este tiempo es que es mejor no
hacer planes a futuro, el hombre propone y dios dispone. Tenía muchos planes para 4 to y 5 to de
secundaría, pero todos lo plenes se vinieron abajo desde la llegada del covid.

La verdad no se si habrá sido una coincidencia o Dios nos quiso poner a prueba, la verdad todo este
tiempo me la pase reflexionando de cual es lo mejor para mí, hasta que llegue a una conclusión.
Necesito aprovechar este tiempo que estoy viviendo ahora, no me refiero divirtiéndome, menos salir
a fiestas o creerme mejor persona por estar con las chicas más guapas.

Tengo que forjrme mente y espíritu intentar ser la mejor versión de mí.

En esta cuarentena hice muchas amistades, pensé que siempre querían lo mejor para mí, pero lo
que me di cuenta es que hay gente muy envidiosa que no te quiere ver progresar. Ahora solo me
tengo a mi y un futuro, lo hare viene estoy seguro. No soy el más inteligente, el más amable o el más
bondadoso, pero en algo tengo la razón. Nada en esta vida es fácil, sé que recién estoy empezando a
vivir y puede sonar muy ignorante de mi parte, pero yo sé que lograre todos mis sueños porque sé
que la vida no es justa, sino ya todos serían millonarios y no existiera la pobreza en el mundo. Pero
creo que con la ayuda de mis padres y los seres que me aman me ayudaran a que me encamine de la
mejor forma.

Por último, la mejor forma de ser mejor cada día es darte cuenta de cuales son tus defectos y
mejorarlos, Eso hare.

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