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Basta una simple ojeada a los planes de estudio de la carrera del traba-
jador social en las cinco partes del mundo y a la polifacética función de
la asistencia social propia de la profesión, para darse cuenta de la impor-
tancia que la Psicología tiene en ella, tanto por la relevancia que adquiere
en su «curriculum» como por su adecuación al cometido de la profesión,
En relación con los estudios psicológicos sobre el perfil del trabajador social, tienen espe-
cial interés estudios sociológicos como los que figuran en el ni O de “Cuadernos de Trabajo
Social”, de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad Complutense (Madrid,
1987).
2 Nos complace señalar que haya sido considerada esta sistematización como la primera
(ANI>,:R-EGG, 1985) en la evolución del Trabajo Social. Nosotros dejamos aquí la sugerencia de
un estudio a fondo de la cuestión y aprovechamos la mención del nombre como forma de
destacar la valoración psicológica del trabajo social por ser un autor que, como filósofo, como
psicólogo y como pedagogo, mereció en los años cuarenta caracterizar con su non,bre y represen-
tación el instituto “i...uis Vives’ del Consejo Superior de investigaciones Científicas, de cuyo
Departamento de Psicología Experimental (1948) —al que tuvimos el honor de pertenecer como
becario algunos años después (1955 y 1956)— salió luego todo el desarrollo de la Psicología
española ——como puede verse en los artícolos que, con motivo del fallecimiento del que fue
director de dicho Departamento, el Dw GERMAIN. publicó en su primer nómero de 1987 la
revista del Colegio Oficial de Psicólogos, el cual cuenta hoy desde fecha recentísima (1984). con
el área nueva de Psicología de la Intervención Social. tan afín al Trabajo Social.
106 Antonio Sánchez Arjona
siendo éste uno de los temas psicológicos más próximos al trabajo social
como relación asistencial (Salzberger-Wittenberg. 1970- 1973). que vuel-
ve a incidir en la ayuda (“hclping relationship).
En los comienzos del siglo xix aparece el (‘onstitutional (ode, de Jere-
mías Bentham. por el que algunos (Jordan. 1985) consideran al autor
como el padre teórico de los modernos servicios sociales del Estado. Con
el descubrimiento de su vocación —la de trabajar por la felicidad de los
hombres o. conforme a su maxímalismo, “procurar la mayor felicidad
para la mayor parte de los hombres”— y con su propio método utilitaris-
ta~ para realizarla —para conseguir la felicidad individual el método me-
jor es el de procurar la felicidad de los otros, mediante el cálculo de
placeres y dolores, que cree poder hacerse con rigor matemático— se
adelanta a los estudios que hoy sc llevan a cabo por la propia psicología
científica sobre la felicidad (Argyle. 1987). Por la íntima relación que
nosotros defendemos entre ética y psicología, debemos advertir aquí con
Stephen (1900) que, en general, los éticos ingleses del empirismo han
desarrollado ideas muy concretas y prácticas en el terreno social, de
modo que todo aquel que quiera ayudar a su pueblo y a su tiempo. encon-
trará en ellos un buen modelo4.
Los grandes movimientos sociales del socialismo y del marxismo da-
rán también su impronta a la organización de atenciones sociales a las
necesidades de los ciudadanos. Sus bases psicológicas son obvias, recor-
demos la lucha de clases.
El moderno estado de bienestar social (“Welfare State”) crea la profe-
sión de Asistente Social con la misión de informar, orientar y resolver los
problemas sociales en los suburbios o dentro de las empresas. Y en todos
estos problemas hay evidentemente (como pasa, por ejemplo, en los mar-
ginados. en la tercera edad, etc.) una gran carga psicológica de carácter
emocional.
Casi al mismo tiempo que se institucionaliza como profesión el traba-
jo social, con Richmond en 1917, factores como el mayor nivel de prospe-
ridad. el aumento del nivel educativo, la mayor facilidad de las relaciones
internacionales y de la información de las condiciones, sentimientos y
conducta de seres más allá de nuestro entorno, dan lugar a un gran resur-
gimiento del interés por ayudar a otras personas centrados en el senti-
Objetivos
Métodos
Funciones
i~erspcctiva histórica
Perspectiva sistemática
Situación interdisciplinúr
6 En España también así o puso de relieve el que la reunión nacional de los representantes
de las Escuelas aprobara la propuesta que a través del Director de la Escuela Universitaria de
Trabajo Social de la Universidad Compluiense. D. Luís MÉNDEZ FRAxcísco, se pasó a la Cou,i-
sión correspondienie de reforma universitaria y que inciuia la Psicología con un notable peso
que nadie, al parecer, ha discutido.
116 Antonio Sánchez Arjona
cial”. Con todos ellos, por tener en la base una relación de ayuda, y una
relación de ayuda a la persona, la psicología tiene mucho que ver y sus
investigaciones hacia esa ayuda y hacia la persona misma son básicas
(Kamphuis, 1965: iehu, 1972: Salzberger-Wittenberg, 1973).
Con respecto a las demás disciplinas psicológicas, cuando se creó, al
final de la década dc los sesenta, dentro de la APA, la División de la
Psicología de la Comunidad y se ofrecieron puestos de trabajo como “in-
terventores sociales”, los tipos de psicólogos requeridos para estos em-
pIcos podían provenir de cualquiera de las diversas áreas especiales de la
psicología, aunque parecía evidente que los psicólogos que estarían mejor
preparados serían los de las diversas áreas aplicadas, especialmente la
clínica. el counscling escolar, educacional y personal. También la psicolo-
gía social aplicada tuvo un importante papel. Pero todo ello da a
entender que lo fundamental para la APA era la formación básica teó-
rica.
Organizacvoi-¡ iníradisciplinar
ción soviética de Vygotsky a Luna, que trata de dar cuenta de los aspec-
tos comunicativos y representativos del comportamiento verbal a través
del desarrollo del segundo sistema de señales y de la interiorización pro-
gresiva del lenguaje. o el esfuerzo constante de la psicolingtiística y de la
psicología del lenguaje por comprobar en las etapas sucesivas de la actua-
ción las manifestaciones empiricas de los universales lingúisticos o la
adquisición y desarrollo de componentes, procesos y estructuras adultas
a partir del aprendizaje asociativo, el reforzamiento operante, la constitu-
ción de significados denotativos y connotativos por el condicionamiento
clásico y los procesos mediacionales, y la articulación creciente de repre-
sentaciones. esquemas, procesamientos verbales y cognitivos, memoria
semántica y factores pragmáticos de creencias y conocimiento del mun-
do. regidos por estrategias lingii isticas y metalingiiísticas.
A pesar de nuestra justificación de la asignatura de “Psicología Gene-
ral. Evolutiva y Diferencial” como “Psicología Básica”, debemos adver-
tir, saliendo al paso a algunos autores (Alonso Quijada. 1987: Valle Gu-
tiérrez. 1987) que no por eso olvidamos la importancia de la Psicología
Evolutiva y del la Psicología Diferencial para el trabajador social.
CONCLUSION
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