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Trama el hombre con el arma princpio de oche desarrollo mar final disparo

Recostado, mirando a la nada, un sujeto se preguntaba la causa de su desvelo, siendo tarde, las
agujas del reloj preferían hacer del tiempo un momento eterno, el calor de las sabanas
aumentando a su calor corporal solo le traían en el mismo sentir que llegaba hacia el cada
madrugada, en una simple descripción aquel sujeto no podia dormir. Sus pupilas dilatadas
acompañaban su malestar, pese a que todo aquello le pareciera tan normal en su maldita vida, sin
embargo, el encuadre de este sujeto se oscurecia al apreciar en mayor medida su personaje, pues
despreocupadamente sostenia en sus manos un arma apuntando directamente hacia su cabeza. La
situación no le provocaba nada, el arma fría le hacia cosquillas en la frente, de vez en cuando
rozaba el gatillo, su rostro no reflejaba miedo ni ninguna otra emoción, se podría decir que la
sensación del arma era similar a cualquier objeto claro que sin la capacidad de hacer jugar la vida.
Por la mañana, el hombre parte al mar, no vacila en nada y se deja llevar por las olas, fluye con
ellas, olvida sus miedos, y solo parece sentir con el alivio, el sujeto se transfigura en ese sutil
momento y espontáneamente se vuelve mar, y siendo mar descansa en paz, es todo y a su vez
nada, dueño de la vida, egolotramente decide nuestros destinos, ahora que es naturaleza, como el
quiera decide y fluye, volando entre las nubes, descendiendo en humedad, dejandose ver en el
rocio, en las gotas de lluvia desde el firmamento mas lejano hasta el subsuelo. Sin embargo,
avandona el mar, el anochecer llega, la marea sube y es momento de volver, de regresar a su falsa
forma, y abandonar su hogar, la tristeza tinta su cuerpo, en el solo lagrimas, y en su regreso solo
llanto.

Recostado, mirando a la nada, el sujeto reconoce la causa de su desvelo, el quiere ser mar, escapar
de su soledad, toma el arma, y va al mar. Llegado el momento, la luna le saluda, las estrellas le
parecen brillantes, y a su frente un acantilado con vista al mar. Sus ansias aumentan, sienta una
ansiedad intensa, en un búsqueda implacable por saltar, por ser feliz y or abadonar su infelicidad.
El mar le observa, ven, ven, ven, ven, el sujeto ya no ve a la nada, la impasible infortuna le parece
desaparecer, el constante sentido de una vida se embarca en desaparecer, insluco recueda
sonreir, incluso comienza a ser feliz, de golpe, saca el arma del bolsillo, recuerda la ultima vez que
disparo, recuerda a quien lastimo, recuerda que ellas las esperan en el mar, el sujeto
resplandeciendo ante si mismo, se apunta, el fusil frio, el gatillo en su mano, espera, espera y
espera, pero no puede avanzar, entonces cae de rodillas, comieza a llorar, no logra dar al gatillo,
no logra ser mar.

Recostado mirando a la nada, un sujeto se pregunta la causa de su desvelo, otro dia vuelve a
empezar.

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