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La Estrella de Venus: La Diosa del Amor

Sabes, hay una estrella que sobresale de todas las demás y es por su
esencia… (Mírala a los ojos con la mirada de triángulo), es muy
especial… Es la estrella de Venus: la Diosa del Amor y su historia es
digna de contarse… Dicen que cuando la cuentan, dos almas gemelas
vuelven a encontrarse… (Señálate y señálala).

Se trata de una mujer que estaba perdiendo fe en el amor, su corazón


estaba invadido por una profunda pena, como cuando pequeña se
ahogaba en un mar de lágrimas cada vez que su mamá la regañaba
por alguna travesura.
Hoy sufría, no por causa de sus travesuras, sufría por un amor no
correspondido, un hombre que la hizo soñar y volar junto a él, un
hombre que la hizo tocar la Luna y viajar junto a las estrellas.

Allí estaba ella, solitaria, desvalida, apenada, desconsolada,


desilusionada y enamorada, equivocadamente pensando que su vida
ya no tenía sentido… no encontró cura alguna para su destrozado
corazón. Caminó por las calles, sin rumbo, aún con la esperanza que
él apareciera hablándole suavemente al oído anunciando su regreso,
jamás volvió.
Continuó caminando, el Sol comenzó a desaparecer, los árboles
agitaban lentamente sus ramas queriendo consolar de alguna forma
este dolor. Los minutos pasaban y sus pies continuaban moviéndose
sin saber cuál era su destino, de a poco, la gente comenzó a
desaparecer y llegó el momento en que se encontró completamente
sola, sin sospecharlo, llegó al puerto principal de la ciudad, se sentó
en él y observó cómo se agitaba el mar con la conquistadora mirada
de la luna.

A pesar de la nostalgia, ella SIENTE QUE UN MUY BONITO Y MUY


AGRADABLE SENTIMIENTO DE CALIDEZ se fue apoderando de
ella… ella SIENTE EL DESEO FORMANDOSE… como cuando
SIENTES ESE CALOR DENTRO DE TI hacerse más grande cada vez
que QUIERES ESTAR más con ESTA PERSONA (te señalas).

De pronto, se acercó a ella un hombre de unos 24 años, delgado,


alto, sus ojos eran cafés y bravos como el mar. La miró fijamente y se
sentó a su lado, ella continuó mirando al vacío, casi sin notar su
presencia… Él rompió el silencio, — he visto tu caminar y tu mirada
perdidas, sé que no tendrías por qué hablarme si jamás me has visto,
pero…
—Nadie puede ayudarme—, interrumpió ella, —¿Por qué no me dejas
sola? Eso es lo único que puedes hacer por mí.
—La soledad no es buena. Mi nombre es —(aquí di tu nombre)—,
ahora no soy un completo desconocido, por lo menos sabes mi
nombre. ¿Si no te molesta, puedes decirme el tuyo?
—No tiene ninguna importancia… durante un minuto se presentó ante
ellos el silencio… —IRIS, IRIS (recuerda que es el nombre de la mujer
con la que estás saliendo) es mi nombre, ahora por favor déjame sola.
Ella no comprendía qué hacía él allí; pero poco le importaba. Sólo su
cuerpo estaba en ese lugar, su mente estaba perdida entre recuerdos
y el dolor. —Cada vez que me siento sólo vengo a este lugar, aquí
creo estar acompañado por las estrellas, siento que ellas toman mi
tristeza y se la llevan al infinito donde ya no pueden causar daño
alguno…—, él apuntó a una estrella junto a la luna, la más grande y
luminosa de todas. —Esa es la Estrella de Venus, la Diosa del Amor…
cuando AMAS A ALGUIEN CON TODO EL CORAZÓN (apúntate),
debes darle esa estrella y pedirle que proteja ese amor hasta que ella
deje de existir, aunque estén lejos siempre los mantendrá juntos. Por
primera vez, desde que él llegó a su lado, ella lo escuchó, de pronto
se levantó… lo miró a los ojos y le sonrió… —Muchas gracias

Y se marchó por la orilla del mar dejando sus huellas, él continuó


mirándola hasta que vio desaparecer completamente su figura. —
Adiós dijo él… después de un largo rato.

(Tu nombre) recordó por mucho tiempo este mágico encuentro,


continuaba yendo cada noche al puerto esperando encontrarse
nuevamente con este ángel… veía en ella una clara inocencia, su
mirada era transparente porque creía haber perdido el sentido de la
vida, pero a pesar de ello, era un milagro en carne viva, un ángel
caído del cielo. La buscaba noches enteras, la llamaba, pero cada vez
se encontraba más solo… ella había desaparecido. La buscó en
sueños pero fue inútil, ella no estaba por ningún lugar, creyó todo
perdido y de a poco, dejó de presentarse en el puerto.
El otro verano (tu nombre) regresó, esperó la noche y se dirigió a
aquel lugar, eran cerca de las tres de la mañana. De pronto sintió una
suave fragancia y alguien tocó su hombro…. fue en ese instante
cuando lo mágico se volvió verdadero… lo irreal en lo real… cuando
EL CORAZÓN LATE CON FUERZA Y RESPIRAS MÁS RÁPIDO y
SIENTES ESA INCREÍBLE EMOCIÓN dentro de ti. —Una tierna y
dulce voz dijo: La soledad no es buena… (has una pausa más o
menos larga).
Era ella, su más anhelado sueño, aquella mujer que desapareció sin
dejar huella. No supo qué responder ni cómo reaccionar, sólo miró
aquellos ojos que lo cautivaron la primera y única vez que la vio.
(Mírala con la mirada de triángulo). —¿Qué haces aquí? ¿Por qué te
fuiste y no volviste? ¿Dónde estabas?, —preguntó él—.

—No digas nada, preguntas ahora no, a veces no son necesarias las
palabras… además sólo vine a darte un regalo. —No comprendo,
mencionó (tu nombre). Ella miró al cielo y apuntó a la gran y luminosa
estrella cercana a la Luna, “la estrella de Venus”. —Ese es tu regalo
—, y continúo. —Sabes, debo admitir que emparejar con otra alma es
algo hermoso y raro, pero SIENTES UNA INTENSA CONEXIÓN
(toma sus manos y apriétalas). Sé de un lugar donde los sueños de
promesas susurradas se realizan. Un lugar donde podemos tardar y
bañarnos en la luz que es de nosotros; donde cuando dos cuerpos se
tocan se hace uno… COMPLETAMENTE, y donde los besos
apacibles y caricias suaves son más importantes que cualquier cosa
que hablemos

¿Cerrarías tu tus ojos y abrirías tus brazos para unirte conmigo?


(señálate)… Ahora en algún lugar entre el cielo y la Tierra… Las
manos de –(tu nombre)— estaban frías y temblorosas. Él tomó su
cara y la acarició… Suavemente tocó sus labios como quien toca una
flor con tal delicadeza para no dañarla, cerró los ojos y comenzó a
imaginar la dulzura de sus labios mientras con sus dedos los tocaba y
dibujaba en su rostro. Comenzó a acercarse lentamente a ella y sintió
su suave fragancia. La abrazó fuerte por el temor que lo invadía de
volver a perderla y para que ella sintiera que jamás se iría de su lado.
Aquella noche, una voz en su corazón le decía: TE SIENTES
ENAMORADA… AHORA EN SU CUERPO SENTÍA UNA INCREÍBLE
CALIDEZ hacerse más GRANDE Y MÁS FUERTE.

A ella sólo le bastó cerrar los ojos para darse cuenta que gracias a él
había olvidado aquel antiguo y doloroso amor. Cuando abrió los ojos
vio caer por el rostro de —(tu nombre)— una lágrima. Ella se acercó y
con su boca, secó aquella lágrima de temor e inseguridad, lentamente
fue recorriendo su mejilla hasta llegar a esos labios que había
deseado durante tanto tiempo. Con este eterno y a la vez fugaz beso,
se dieron cuenta que las noches y los días de soledad no habían sido
en vano. No hubo testigos, sólo la Luna, las estrellas el mar y quien
protegería por siempre “la estrella de Venus, la Diosa del Amor”

Análisis
Piezas de info o párrafos
Son 13

1. Sabes
2. Se trata
3. Allí estaba ella
4. Continuó caminando
5. A pesar de la nostalgia, ella SIENTE
6. De pronto, se acercó a ella un hombre
7. Ella no comprendía qué hacía él allí
8. Y se marchó
9. (Tu nombre) recordó por mucho tiempo este mágico encuentro
10. El otro verano (tu nombre) regresó
11. No digas nada, preguntas ahora no
12. ¿Cerrarías tu tus ojos y abrirías tus brazos
13. A ella sólo le bastó cerrar

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