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LA MATEMÁTICA EN LA ESCUELA

Socialmente resulta una exigencia que para que los niños se integren a su medio deben
saber leer escribir, y algo de matemáticas para que se desenvuelvan entre sus semejantes y
resuelvan situaciones cotidianas.

Es claro que este saber no se logra en personas aisladas, sino que éste surge en un
contexto social que a la vez producirse con otros se asimila de forma personal. Además la
teoría del saber es el resultado de una subordinación y no un producto sólo intelectual.

El papel del profesor en este sentido deberá contextualizar el conocimiento general


en situaciones particulares, así relacionará al alumno con el saber y hará funcionar las
condiciones necesarias para que éste se desenvuelva en la sociedad.

Al construir esta relación entre el alumno y el medio ambiente, quedará finalmente


en él un “saber” que podrá seguir utilizando para resolver diversas situaciones. Al cambiar
las variables cognitivas cambiará cualitativamente el saber y con esto se enriquecerá la forma
de enfrentar las situaciones problemáticas.

La acción del profesor frente al alumno debe producir una transposición didáctica tal,
que no produzca saberes alejados de la verdad matemática o “saber sabio”, pero que a la vez
deje este saber al alcance del que aprende.

La estrategia de base es que el niño piense lo que puede hacer en cada situación y que
se comprometa con su proceso de aprendizaje, de lo contrario sólo reproducirá conocimientos
transmitidos por su profesor y eso será “una muleta difícil de abandonar”.

La forma de observar este proceso didáctico es una situación adidáctica.

En relación a los profesores de matemática, la forma en que puedan usar con


propiedad, saberes anteriores, es que se informen de la manera que se llegó a esos saberes.
En la práctica es común que los alumnos que cambian de profesor fracasen, aunque hayan
sido buenos alumnos, lo que lleva a autorizar al profesor nuevo desconocer todo lo realizado
anteriormente.

Cuando el profesor enseña, debe dejar un espacio para que el alumno comprenda.

Ejemplo, en la multiplicación de los INo el producto es mayor que los factores.


Cuando el profesor trabaja la multiplicación con los decimales no explica que se trata de
otro conjunto con relaciones diferentes, entonces la comprensión de la situación de
multiplicación se hace difícil.

Los profesores aducen que los niños responden mal lo que ellos han enseñado bien y
los profesores de nivel superior dicen que los alumnos han aprendido errores.
En otras oportunidades un profesor espera una respuesta determinada y éste entrega
otra, que posiblemente proviene de un conocimiento externo.

A veces el hecho de desarrollar una forma organizada de enseñanza lleva a confundir


o a hacer coexistir saberes con conocimientos.

En educación básica introducir un saber par luego aplicarlo en la resolución de


situaciones, cuando ya se ha olvidado lo anterior, no produce situaciones reales que necesiten
de solución y a partir de ellas hacer surgir la necesidad de explorar caminos impliquen
nuevos conocimientos.

Es imprescindible que los profesores de matemática sepan matemática y no sólo lo


que deben enseñar. En tanto que los matemáticos, que no saben de didáctica, se desesperan
y terminan agregando más temas de matemática.

A la vez si el profesor no sabe didáctica no logrará transformar el conocimiento en


saber.

La metodología es continente y la matemática contenido, mientras que la didáctica es


una parte de la asignatura matemática, que implica que el profesor prepare los ambientes que
el alumno, alumna encuentren el máximo de soluciones, importando las condiciones en que
éstas aparecen.

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