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Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le comentó que ya no quería a su esposa y que

pensaba separarse.

El sabio lo escuchó, lo miro a los ojos y tan solo le dijo una palabra “AMELA”.

Luego se calló.

Pero es que ya no siento nada por ella, replicó el esposo.

“AMELA”, repuso el sabio.

Y ante el desconcierto del señor, después de un breve silencio, agregó lo siguiente:

Amar es una decisión, no es un sentimiento.

Amar es dedicación y entrega.

Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.

El amor es un ejercicio de jardinería:

Arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide.

Esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, pero no por eso abandone su
jardín.

Ame a su pareja, es decir: acéptela, valórela, respétela, dele afecto y ternura, admírela y
compréndala.

Eso es todo, ámela y recuerde:

La inteligencia sin amor ... te hace perverso.

La justicia sin amor ... te hace implacable.

La diplomacia sin amor .... te hace hipócrita.

El éxito sin amor ... te hace arrogante.

La riqueza sin amor ... te hace avaro.

La docilidad sin amor ... te hace servil.

La pobreza sin amor ... te hace orgulloso.

La belleza sin amor ... te hace ridículo.

La verdad sin amor ... te hace hiriente.

La autoridad sin amor ... te hace tirano.

El trabajo sin amor ... te hace esclavo.

La sencillez sin amor ... te envilece.

La ley sin amor ... te esclaviza.

La fe sin amor ... te hace fanático.

La oración sin amor ... da pocos resultados.


Y

La vida sin amor ... no tiene sentido.

Los 10 mandamientos de la familia


SIXTO PORRAS

La familia debe ser un lugar agradable para vivir,


un lugar seguro para llegar, un refugio emocional para todos. Todos deseamos vivir en
una familia saludable, fuerte y estable, porque esta se extiende en el tiempo a partir de
los hijos.

Los hijos se levantan sobre la construcción que hemos hecho en sus vidas. Por lo que a
todos nos corresponde dejar un legado a las nuevas generaciones. Esta es la razón por la
que debemos poner un fundamento que permita a la familia vivir en un ambiente donde
tenga sentido de pertenencia, alegría de vivir, sepamos resolver las diferencias, y
podamos comunicarnos saludablemente. Pero también debe ser el lugar donde
prevalezca el abrazo, las palabras de afirmación y la aceptación.

Las familias se fundamentan sobre los valores que han abrazado como propios y estos
se evidencian en la convivencia cotidiana.

Los valores son los rieles sobre los cuales vamos a construir nuestro proyecto de
familia. Esta es la razón por la que debemos tener claros los diez mandamientos que
deben vivir todas las familias saludables.

1. Aceptación. Aceptamos a cada miembro de la familia tal cual es.

2. Eliminado los gritos, la agresión, los sobrenombres que descalifican y el


menosprecio.

3. Amor. Nos expresamos amor abiertamente entre todos los miembros de la familia.

4. Legado. Los padres dejamos un legado a las nuevas generaciones.

5. Somos solidarios, nos servimos mutuamente. Todos colaboramos en casa.

6. Perdón. Pedimos perdón cuando hemos lastimado y hacemos prevalecer la


reconciliación. Resolvemos nuestras diferencias, y no acumulamos resentimiento.

7. Somos felices. Decidimos reír y disfrutar nuestra convivencia.

8. Somos optimistas y nos motivamos mutuamente. Por eso, somos agradecidos los
unos con los otros.
9. Le damos valor a la palabra. Cumplimos lo que prometemos.

10. Amigos. Los miembros de la familia somos amigos. Tenemos confianza, y somos
cercanos, a tal punto, que nos extrañamos y deseamos estar cerca.

Comprendemos que los valores no se imponen, se viven, se modelan y se inspiran. Por


eso edificamos no a partir del discurso, sino a partir de la convivencia. Esto le da
coherencia a nuestro comportamiento.

Para lograr construir familias fuertes y saludables, debemos hacer prevalecer la


humildad, sobre la arrogancia, la identificación sobre el egoísmo y el amor sobre el
menosprecio. Por eso, nos elogiamos mutuamente y nos concentramos en reconocer las
virtudes antes que los defectos.

Quien sabe lo que tiene lo protege, lo cuida, y toma decisiones. Elija los diez
mandamientos que regirán su familia.

― Escrito por Sixto Porras, autor del libro superventas De regreso a casa. Publicado
por Casa Creación.

Los Diez Mandamientos...de la familia

Hoy, los invito a reflexionar sobre Los Diez Mandamientos de la familia.


Después de todo, solo son diez, uno para cada dedo de las manos. Tómate un
minuto y compártelo con los tuyos.

©2013-Carlos Torres
I Amarás a tu familia por encima de tu trabajo, pasatiempo o deporte favorito.

II No dirás frente a tu familia palabras que traigan discusión u ofensa.


III Santificarás las fiestas viviendo y entreteniéndote junto a los tuyos.
IV Honrarás, respetando al menos, a los padres de tu pareja.
V No matarás las ilusiones de los tuyos.
VI No harás nada que afecte la integridad de tu familia.
VII No hurtarás el tiempo de tu familia.
VIII No menospreciarás las cosas triviales de la vida familiar.
IX Sé un ejemplo para tus hijos siendo fiel a tu pareja.
X Repartirás alegría, sabiendo disfrutar de lo que tienes.

¿Y en tu familia, tienen mandamientos? Compártelos aquí para que todos nos


beneficiemos.

¿MATRIMONIO SIN AMOR?


Tipo de lector: Matrimonios inconversos

Los matrimonios en donde pareciera que se ha perdido el amor y todo se ha vuelto rutinario, sin
sentido y sin sabor, descubran nuevos destellos del amor , ese ingrediente que no debe faltar
en la relación de pareja.
Muchos matrimonios viven en la desesperación y frustración, comportándose como dos robóts
que solo se mueven por inercia, conviven sin sentir el hermoso placer del amor. Al conocer el
amor que es puesto a prueba de fuego y al amor que debe perdurar a la prueba, un nuevo
horizonte deslumbre para un matrimonio lleno del verdadero amor.
¡Ya no te amo! Fueron las palabras de Francisco a su esposa, después de un pleito ocasionado
por los celos. Esta expresión viene a raíz de conflictos y discusiones en la relación que cuando
los dos explotan lo mas que quieren es herirse con cualquier tipo de palabras, que lastimen al
cónyuge.
El amor en el matrimonio es puesto a prueba de fuego. En ciertos momentos se pasa por
tragos muy amargos, por rupturas que dañan y duelen, pero es necesario pasar por
circunstancias caóticas dentro de la relación, para que sea fortalecido y sea estable.
El amor es el ingrediente que en el matrimonio debe perdurar pese a todo conflicto , para así
sobresalir y obtener la victoria, en el primer libro de Corintios en su capítulo 13 versículos 4,7,8
dice ´´El amor es sufrido… No guarda rencor… Todo lo espera… Todo lo soporta… El amor
nunca dejara de ser.´´
El amor tiene que ser avivado por cada pareja en su relación. Veremos tres factores que
pueden ayudar. En primer lugar aviva la pasión como dice esta poesía. ´´Amaneceré en tus
labios, los llenaré de besos y escribiré poemas en tu piel, luego lentamente, sin abrir los ojos, te
declarare mi amor.´´ La pasión es un deseo que debe ser expresado corporalmente, es un
sentimiento muy intenso y perturbador que domina la voluntad y la razón. En segundo lugar
aviva el amor a través del enamoramiento, con palabras cariñosas que hagan vibrar el
corazón de tu pareja, conquista todos los días a tu cónyuge. ¡Nunca dejes de conquistar!
En tercer lugar aviva el amor con detalles, se detallista, ese gesto de atención y amabilidad
siempre deben salir a relucir. Los detalles ayudan a sentirse valorado y amado, por lo menos
una vez al día trata de decir algo bondadoso o un cumplido agradable a tu pareja, esto ayudara
a construir un día muy agradable para los dos.
¿Por qué vivir un matrimonio frustrado? ¿Acaso tiene sentido? ¡Claro que no! No hay por qué
perder el tiempo con pleitos vanos. El amor es como un veneno dulce que corre por las venas,
por esa corriente que llega directo al corazón, donde cada latido es como un susurro de voz,
como un beso en la mejilla, como un abrazo enternecedor, como tomados de las manos para
nunca jamás separarse. Cuando la dosis de ese veneno se acaba, se derrumba cada pilar que
se había formado, donde una vez hubo una hermosa edificación todo quedo destruido. Así que
procura el amor en tu matrimonio, no permitas que el desamor y pasividad ronden en tu
relación de pareja, no permitas que llene tu corazón de amargura, disfruta cada momento a tu
pareja, procura llenar tu casa y tu cama del verdadero amor.

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