Está en la página 1de 2

El encierro y el paso a la edad adulta de la mujer Wayuu

Kevin Leandro Camacho Velasco

Se puede observar a lo largo de la película una recopilación y exposición de la de


la cultura wayuu. Un ejemplo de esto es el dominio sobre su territorio y la
conservación de sus costumbres, también se caracterizan por pertenecer a
diferentes castas representadas por cierto animal que determina en gran medida la
personalidad, cualidades y defectos de las personas que pertenecen a determinada
casta. Es una cultura matrilineal, es decir, toda la herencia se da a través de la
mujer, incluso la casta es heredada de la madre.

Las mujeres juegan un papel determinante dentro de la cultura debido a que son
ellas quienes garantizan la continuidad y supervivencia de la cultura y por tanto de
la sabiduría. Otra de las funciones milenarias atribuidas a las mujeres es la de curar
todo tipo de enfermedades, tanto fisiológicas como espirituales.

El paso de niña a mujer tiene un rito particular conocido como el encierro o el


blanqueo de la mujer wayuu. Las abuelas, mamás y las mujeres cercanas de la
familia son las encargadas de preparar el encierro de las niñas que van a estar
encerradas durante un largo periodo.

Durante este periodo de encierro las mujeres mayores trasmiten todos sus
conocimientos a las niñas. Esto con el fin de que las niñas sean conocedoras y
comprendan su entorno.

Durante el encierro se trasmiten elementos importantes para las mujeres dentro de


la cultura wayuu como lo son el tejido y demás sabiduría que poseen las mujeres
wayuu. En la película “La eterna noche de las doce lunas” se narra la historia de Pili.
Una niña wayuu que pasa por el encierro como tradición para poder alcanzar la
edad adulta y ser valorada dentro de su cultura.

Puede observarse como los sentimientos de miedo al cambio y el anhelo de ser


reconocida dentro de su cultura se apoderan de Pili y la llevan a tomar la decisión
de pasar un largo periodo de encierro junto a su abuela y las mujeres más cercanas
de su familia.
Es admirable como deben asumir todos los cambios y prohibiciones impuestas por
sus madres y abuelas las mujeres wayuu durante el encierro, y se puede apreciar
que a pesar de que muchas veces no entienden la razón de dichas prohibiciones,
los asumen con la confianza de que dichas decisiones las ayudarán a aprender
todas sus tradiciones y las llevarán a gozar de una buena salud a lo largo de su
vida.

Comparando esta peculiar práctica con nuestra cultura occidental moderna es


posible ver que hemos dejado un poco de lado la trasmisión de conocimientos
ancestrales que muchas veces son de gran utilidad a lo largo de nuestra vida y que
no trasmitimos de la mejor manera a las futuras generaciones. Si bien no estoy de
acuerdo que se haga a modo de encierro si me parece importante rescatar dichas
prácticas que preparen y brinden herramientas a nuestras futuras generaciones y
no se olvide el legado y sabiduría adquirido por nuestros ancestros.

También podría gustarte