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Luisa Fernanda González Castiblanco

Luisa Fernanda Tuirán Atencia

Por un feminismo de ruptura.

Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas publicado en


el año de 2013 por la teórica y académica Silvia Federici, se encarga de recoger diversas
investigaciones sobre el trabajo y las luchas de las mujeres en este campo. También configura
nuevas estrategias para combatir la estructura capitalista desde una lectura feminista.
Asimismo, la autora cuyas investigaciones giran en torno al feminismo y, a la subyugación del
trabajo productivo y reproductivo de las mujeres, se cuestiona en este libro el verdadero lugar
del movimiento y sus alcances.

Ahora bien, es importante mencionar que esta reseña solo cubrirá el capítulo 5 “devolvamos al
feminismo al lugar que le corresponde”, por lo tanto, se identificará solo el argumento central
de este acápite. Consecuentemente, Federici contempla a través de su propia experiencia la
importancia de una lectura feminista, que se construya a partir del reconocimiento de todas las
mujeres en el movimiento. Para ser más exactas, el capítulo establece el argumento de que el
feminismo no puede pensarse lejos de una utopía ni de la experiencia marxista de la libertad.
Para ello, Federici relata en un primer momento como la lucha por el reconocimiento salarial
por el Trabajo doméstico fue crucial para, por un lado, visibilizar este tipo de trabajo como una
actividad económica no remunerada y, por otro lado, “demostraba que el trabajo reproductivo
es el problema común a todas, proporcionando así la posibilidad de unir a las mujeres alrededor
de un mismo objetivo” (Federici, 2013, pág. 94) . No obstante, las luchas feministas, según
Federici, se limitaron a reivindicar la igualdad de oportunidades frente a los hombres; donde si
bien ganaron un amplio espacio en el campo productivo, esto no llevó a cuestionar la
institucionalidad y la cotidianidad de las mujeres.

En un segundo plano, la autora argumenta que, pese a que el trabajo significó un camino
liberador para la mujer, este mismo generó nuevas cuestiones y trabas para el desenvolvimiento
liberador del género femenino. Entre estas nuevas luchas se pudo destacar el problema de la
reproducción y la crianza de los hijos, principal núcleo de la exigencia de un salario para el
trabajo doméstico, disputa que el movimiento feminista rechazó, debido a que pedir este
sueldo significaba perpetrar a la mujer en los hogares y además implicaba no sólo una
remuneración a el trabajo de crianza y servicio a los trabajadores sino que la solución, de
acuerdo con los movimientos feministas, consistía en transformar la conciencia sobre la
responsabilidad social de los hijos. Sin embargo, a consideración de Federici el verdadero
aislamiento consistía en emplearse en un sistema capitalista de carácter competitivo y opresivo.

Así pues, la autora trata de evidenciar cómo el movimiento feminista trató de encasillarse en
un campo meramente académico casi inalcanzable para muchas mujeres que a falta de tiempo
y dinero no podían desarrollar su potencial creativo. Si bien, Federici considera que fue a
inicios de los 70 que la explosión creativa llevó a muchas mujeres a sentirse empoderadas y
llenas de voz, para que por medio de nuevas estrategias pudiesen reclamar sus exigencias, la
tendencia de los movimientos feministas fue reivindicar los derechos de la mujer como iguales
a los hombres. Lo cual llevó a cuestionar hasta qué punto se quería llegar a ser igual que los
hombres, pues implicaba rechazar algunos asuntos que podían ser considerados como
privilegios para muchos tales como el servicio militar y las leyes proteccionistas.

A partir de esto, Federici cuestiona la estrategia política llevada por los movimientos feministas
de su época que según ella seguían el camino hacia la institucionalización de este. Y plantea
Luisa Fernanda González Castiblanco
Luisa Fernanda Tuirán Atencia

los retos y parálisis del movimiento que esboza un panorama mucho más complejo que aboga
por una transformación desde abajo hacia arriba.

Ahora bien, el texto de Federici brinda una estructura que permite al lector entender toda la
argumentación y en cuanto al contenido, se brindará una aproximación de las implicaciones
revolucionarias desde los conceptos de libertad y ruptura con el orden político en el acápite 5.
En primer lugar, la autora recupera el concepto de libertad a lo largo de todo el escrito, porque
se cuestiona de forma permanente el rol del trabajo y su ambigüedad en la sociedad capitalista
dado que, por un lado, se presenta como ilusorio y liberador cuando en realidad explota y
encasilla. Por otro lado, no permite que el movimiento feminista considere el total de las
mujeres porque sistemáticamente aísla a aquellas que optan por trabajo doméstico, que como
fue descrito anteriormente, no es reconocido como una actividad económica. Es decir, la
experiencia de libertad para la autora plantea una emancipación del trabajo que es en esencia
el aparato de control del sistema económico actual, posicionando el feminismo en una
verdadera liberación de la mujer en el cual la lucha se centra en tratar de escapar de la
explotación. Además, es de suma importancia mencionar que el concepto de libertad también
es cuestionado cuando Federici se preocupa por ¿libertad para quién? Para la autora se limita
el proyecto cuando solo se accede al conocimiento si se tiene la capacidad económica para
hacerlo, la autora se preocupa por el grueso de la población femenina porque no puede haber
libertad si la relación con la educación es de tipo mercantil.

En cuanto a la ruptura con el orden, se observa de forma clara que el feminismo que concibe
Federici no puede llevarse a cabo de forma completa en el sistema capitalista, no solo por el
papel ilusorio del trabajo, sino por las dinámicas de poder que se perpetúan a través de éste. El
movimiento que la autora trata de argumentar es disruptivo, porque no asume que los hombres
sean libres y las mujeres no y que, por ende, se necesita una igualdad en todo el sentido. Lo
que en verdad trata de plantear es que no existe una libertad ni siquiera para los hombres porque
el sistema los obliga a actuar conforme a políticas imperialistas y, por lo tanto, las mujeres
deberían poder decidir frente a qué quieren ser iguales. Entonces, el feminismo de Federici
consta de carácter revolucionario porque no pretende insertar una lucha en el sistema sino una
en contra del sistema, es revolucionario porque reivindica a la mujer en todas sus facetas como
agentes de cambio.

A pesar de que el texto de Federici tiene en cuenta múltiples variables, es relevante mencionar
que se concentra en las condiciones económicas y políticas de Estados Unidos, que, aunque se
preocupa por cambiar el curso del planeta, no deja de argumentar desde una perspectiva en la
cual se cuentan con los recursos para lograr la utopía. Por lo tanto, quedaría el vacío de las
luchas feministas en los países del tercer mundo, aquellos en las que la utopía está fuertemente
desfinanciada y las mujeres enfrentan diferentes formas de opresión a las de la sociedad
norteamericana. Es preguntar cómo llevar a cabo un feminismo transnacional en un mundo con
condiciones objetivas tan diversas.

Referencias
Federici, S. (2013). Devolvamos el feminismo al lugar que le corresponde. En S. Federici, Revolución
en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas (págs. 91-103). Madris:
Traficantes de sueños.
Luisa Fernanda González Castiblanco
Luisa Fernanda Tuirán Atencia

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