Está en la página 1de 3

DEFINICIÓN DEL CUENTO TRADICIONAL

Un cuento es un relato de ficción cuya extensión es reducida. Tradicional, por su parte, es aquello vinculado
a la tradición (la costumbre o el hábito).
La noción de cuento tradicional refiere a la narración cuya autoría por lo general se desconoce, que se
transmite de generación en generación por vía oral. Estos relatos anónimos suelen tener varias versiones.
Los cuentos tradicionales, en sus orígenes, eran difundidos boca a boca. Con el tiempo, las narraciones
terminaron siendo recogidas en libros, adaptándose al formato impreso. Esto permitió que los cuentos se
mantuviesen vigentes a lo largo de la historia.
Un ejemplo de cuento tradicional es “El gato con botas”. Este relato apareció por primera vez en un libro en
el siglo XVI, recopilado por Giovanni Francesco Straparola. Con los años tuvo versiones muy populares
escritas por autores como Giambattista Basile y Charles Perrault.
Este cuento tradicional narra cómo un astuto gato ayuda a convertirse en millonario al hijo de un molinero.
El joven había heredado el animal de su padre: justo cuando estaba pensando en comérselo, el gato le pidió
un par de botas y una bolsa para demostrarle que podía hacerlo rico. Así, tras una serie de engaños, el felino
transforma al muchacho pobre en el Marqués de Carabás y logra que se case con la hija del rey.
Cada región tiene sus propios cuentos tradicionales. También llamados cuentos folclóricos o cuentos
populares, suelen estar orientados a los niños y muchas veces incluyen una moraleja. Los valores de una
comunidad, por otra parte, se difunden a través de estos tipos de cuentos.
En los últimos tiempos, muchos de los cuentos tradicionales que habían acompañado a decenas
de generaciones han sufrido importantes cambios en sus tramas, especialmente en sus finales, con el
objetivo de volverlos “menos trágicos”. En otras palabras, la mayoría de las historias de este tipo tienen –
hoy en día– un final feliz aunque en sus orígenes fueran muy diferente.
Tomemos el caso de Caperucita Roja, un cuento tradicional conocido por millones de personas en todo el
mundo, que ha tenido versiones en dibujos animados y películas, además de los obligatorios libros impresos,
tanto con ilustraciones a todo color como en texto puro. ¿Cómo termina esta historia? Pues la respuesta
cambia según la generación de la persona que responda.
Hasta hace unas décadas, el lobo feroz se comía a la abuela en cuanto entraba en su casa por la fuerza, se
ponía su ropa y esperaba a que llegase Caperucita, a quien también engullía luego del mítico diálogo:
–Abuela, ¡qué dientes más grandes tienes!
–Para comerte mejor…
Por otro lado, existe una versión en la cual el lobo encierra a la anciana en un armario y no logra comerse a
Caperucita, ya que ésta consigue escapar a tiempo y se encuentra con un cazador, quien mata al lobo y salva
a sus dos víctimas. Con el correr de los años, éstos y otros elementos se han combinado para adaptar este
cuento tradicional a las “necesidades” de las diferentes regiones, y poco a poco fue maquillando la violencia
hasta llegar a evitar todas las muertes: hoy en día, ni siquiera muere el lobo.
Esta tendencia a “suavizar” los finales de los cuentos tradicionales no hace otra cosa que privar a las nuevas
generaciones de valiosas enseñanzas que en su momento sí recibieron sus mayores. Un final feliz nos enseña
que todo es posible, que no importa cuánto nos equivoquemos, siempre conseguiremos nuestras metas, y
sobra decir que la vida no es así. Por fortuna, muchas personas del mundo de la literatura están trabajando
por recuperar las versiones originales, con todo y sus finales trágicos.
ACTIVIDAD:
1- Realizar un resumen con lo qué consideres más importante del género tradicional.
2- Pensar en 2 ejemplos más de cuentos tradicionales.

TEXTO EXPLICATIVO/EXPOSITIVO
Una exposición es la explicación de un tema o de unas ideas claras que se presenta de una manera clara y que
organiza siguiendo un orden lógico. La presencia de este tipo de mensaje en nuestro entorno es presente en todos
los actos comunicativos en los que se transmite información.

A menudo exponer y explicar son términos utilizados indistintamente para referirse a los textos que tienen
una finalidad informativa o didáctica.
En general, identificar un texto todo atribuyendo una tipología concreta no es muy sencillo porque habitualmente se
mezclan varios tipos de texto. En una exposición puede haber narraciones, descripciones, etcétera.

Sólo sabremos exactamente la tipología de un texto si atendemos a la finalidad con que ha sido elaborado: si
el propósito no es describir, si no hacer entender lo que se describe, hablaremos de texto expositivo.

Características de los textos expositivos


• La objetividad en la explicación: oraciones en tercera persona;
• Abundan oraciones subordinadas de relativo y aposiciones, ya que permiten añadir información secundaria;
• El tiempo verbal característico es el presente de indicativo, por su atemporalidad;
• La selección de sustantivos y verbos tiene en cuenta los criterios de claridad y precisión, para evitar ambigüedades;
• Hay numerosas nominalizaciones, tanto de acciones como de procesos o estados, ya que permiten la síntesis y la
abstracción de la información.
• Los adjetivos son neutros, aportan matices específicos y precisos
• La cohesión léxica queda garantizada por la repetición de palabras, la utilización de hiperónimos y hipónimos y
palabras de la misma familia.
• Los conectores tienen un papel importante, sobre todo los que establecen relaciones lógicas y los que concretan o
matizan.

Exponer equivale a «informar», es decir, transmitir datos con un alto grado de organización y jerarquización, y
explicar, es la actividad que, partiendo de una base expositiva o informativa necesariamente existente, se hace con
finalidad demostrativa.
Los textos explicativos “exponen algo a fin de hacerla comprender o darla a conocer a alguien”. Las explicaciones son
los textos didácticos por excelencia, porque tienen como objetivo hacer comprender los fenómenos sobre los que
han aportado información necesaria.

Estructura
Los textos explicativos deben presentar una organización lógica y jerárquica de las informaciones, que se puede
desarrollar analíticamente o sintéticamente. Se manifiesta típicamente en las lecciones, a las conferencias, los
folletos explicativos, etcétera. La estructura clásica de un texto expositivo es:
1. Introducción: donde se presenta el tema de que se hablará.
2. Desarrollo del tema
3. Conclusión: suele corresponder a una síntesis de lo dicho.

Elementos lingüísticos
• Oraciones atributivas
• Aposiciones
• Expresiones para denominar vinculadas a las definiciones (nombres, infinitivos, oraciones precedidas por el nexo
que, oraciones interrogativas indirectas, oraciones de relativo sustantivada)
• Abundancia de subordinación
• Conectores de causa y consecuencia, que explicitan la organización lógica de las ideas.

Ejemplo de texto expositivo/explicativo:


EL AGUA

El agua es uno de los elementos más importantes de la Tierra: de hecho, cubre las tres cuartas partes de nuestro
planeta y, sin agua ningún ser de la tierra puede sobrevivir.

ACTIVIDAD:

1- Elegir uno de los siguientes temas:


- La inseguridad.
- Los medios de transporte.
- Aborto (pensado desde los debates actuales)
- Suba de tarifas.
2- Luego de elegir el tema y de leer la explicación anterior, elabora un breve texto explicativo (entre 8 y 10
renglones) explicando y dando su opinión sobre el tema.

También podría gustarte