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En tal sentido, Venezuela posee una de los conjuntos de “Areas Bajo Régimen de
Administración Especial” más complejo y relativamente más extenso de la América Latina,
destacándose por la presencia de una diversidad de características físicas naturales,
ecológicas y socieconómicas. Así como por la cantidad de figuras de manejo y jurídicas
vigentes que la norman. Además tenemos que considerar que el territorio nacional, 41
millones de hectáreas, aproximadamente mas del 40% de la superficie total del país esta
afectado por la existencia de 183 de estas figuras de áreas especiales o protegidas. De este
numero de áreas el MARNR tiene competencia directa o indirecta en 160 de ellas.
A) Areas Productoras:
1- Reservas Forestales: Están constituidos por macizos boscosos, que por su ubicación,
composición floristica o por ser las únicas disponibles en la zona constituyen elementos
indispensables para el mantenimiento de la industria maderera nacional. Su
aprovechamiento debe regirse por los de ordenación o de manejo forestal basados en el
principio de rendimiento sostenido, con énfasis en la incorporación de nuevas especies
nacionales al mercado. Estas reservas forestales se han establecido en terrenos de
propiedad de la nación o baldios. Los usos racionales comprendidos para estas áreas son
la producción forestal permanente con planes de manejo previos, al aprovechamiento
hidroeléctrico; la reforestación y plantaciones; la investigación integral; el
aprovechamiento comercial de especies de flora y fauna en forma racional y la
recreación pasiva. Entre ellas encontramos: Guarapiche (370.000 Ha., Monagas);
Turén (116.400 Ha., Portuguesa); Río Tocuyo (47.640 Ha., Yaracuy-Falcón);
Ticoporo (186,147 Ha., Barinas); Caparo (174.370 Ha., Barinas); San Camilo
(138.500 Ha., Apure); Imataca (3.203.250 Ha., Bolivar y Territorio Federal
Amazonas); Sinapo (1.215.500 Ha., Territorio Federal Amazonas); El Caura (5.134
Ha., Bolivar), La Paragua(782.000 Ha., Bolivar).
2- Lotes Boscosos: Son áreas del patrimonio forestal nacional que pueden encontrarse
tanto en tierras públicas como en privadas y que, debido a sus características y
potencialidades, deben destinarse a la producción permanente de productos forestales,
sin menoscabo de sus funciones protectoras, recreacionales y científicas. Todo esto bajo
el criterio de un rendimiento sostenido a través de planes de manejo u ordenación
forestal. Estos planes incluyen el desarrollo de técnicas apropiadas, reforestación y
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3- Zonas de Aprovechamiento Agrícola: Estas son áreas que por sus condiciones de
suelo y climas deben ser resguardadas para su explotación agrícola, dentro de un
régimen de mayor o menor preservación. Se les clasifica en altas, medianas y bajas,
según su potencialidad; se le da mayor énfasis en protección s las clasificadas como
altas. Entre ellas encontramos: Barlovento (210.637 Ha., Miranda); Distrito Mara
(9.380 ha., Zulia); Distrito Iribarren y Palavicino (12.178 Ha., Lara); Depresión
Turbio –Yaracuy (80.308 Ha., Yaracuy-Lara); Depresión Quibor (43.395 Ha., Lara);
Peribeca (1.250 Ha., Táchira).
4- Areas Rurales de Desarrollo Integral: Aquí se encuentran aquellas zonas que para su
desarrollo es necesario establecer una estrategia global de participación, donde
colaboren los entes públicos y las comunidades rurales organizadas, con el objeto de
aunar esfuerzos hacia el logro de una autentica prosperidad agropecuaria en armonía
con el ambiente.
B) Areas Protectoras:
1- Zonas Protectoras: Estas, por lo general, comprenden áreas ubicadas en las cuencas
hidrográficas y que ameritan un tratamiento especial debido a sus características,
ubicación y condiciones, o por encontrarse en zonas inmediatas a poblaciones, lo que le
confiere un gran valor ya que actúan como agentes reguladores del clima y de las aguas.
En estas áreas, solo puede efectuarse aquellas labores determinadas por las leyes o
establecidas por las normas técnicas dictadas por el ministerio del ambiente. La
declaratoria de una zona protectora, tiene como finalidad la de limitar legalmente el uso
de la propiedad de la tierra en función de la conservación de los bosques, suelos, aguas
y fauna, en procura del beneficio colectivo. Existen tres procedimientos mediante los
cuales se crean estas áreas especiales: Por ley, para proteger las cuencas, y por decretos
para la protección de Las ciudades. En estas áreas se permiten algunas actividades
variadas, pero siempre bajo determinadas restricciones. El uso compatible de ellas
corresponde al aprovechamiento forestal e hidroeléctrico; reforestación y plantaciones;
investigaciones, educación uy recreación; actividades agropecuarias entre otras. Entre
ellas encontramos: Mitare-Nakichenovich (615 Ha., Portuguesa); Río Yacambú
(40.000 Ha., Lara); Sierra Nirgua-Aroa (252.000 Ha., Lara-Yaracuy); Sierra de
Bobare (140.000 Ha., Yaracuy-Carabobo); Serrania de San Luis (56.000 Ha.,
Falcón); Cuenca Alta del Río Tocuyo (140.000 Ha., Lara); Cuenca Alta de los Ríos
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Maticora y Cocuiza (268.000Ha., Falcón); Cuenca Alta del Río Cojedes (276.000
Ha., Carabobo-Yaracuy-Cojedes); Piedemonte Andino (445.520 Ha., Portuguesa-Lara-
Barinas-Trujillo); Río Alberragas (10.000 Ha., Mérida); La Machiri (5.000 Ha.,
Táchira); Uribante Caparo (444.000hA., Barinas y Mérida); Santo Domingo-
Motatan (362.000 Ha., Trujillo-Merida); Río Torbes y sus alrededores (12.000 Ha.,
Táchira); Piedemonte Andino, San Cristóbal (10.000 Ha., Táchira); Rubio (12.000
Ha., Táchira); Las González (230 Ha., Merida); Sur del Estado Bolivar ( 4.930.000
Ha., Bolivar); Area Metropolitana de Caracas (84.300 Ha., Dtto. Federal-Edo
Miranda); Higuerote (35.000 Ha., Miranda-Dtto. Federal); Valle del Algodonal (214
Ha., Dtto. Federal); Río Chuspita (5.6421 Ha., Miranda); Cerro El Volcán (554 Ha.,
Miranda); Distrito Guaicaipuro (560 Ha., Miranda); San Rafael de Guasare (302.000
Ha., Zulia); Piedemonte Norte de la Cordillera Andina-Serrania Misoa-Trujillo
(400.000 Ha., Zulia-Mérida-Trujillo-Lara); Región Occidental del Lago de
Maracaibo (Sierra de Perijá) (252.000 Ha., Zulia); Cuenca de los Ríos Pao y Guárico
y parte alta de la Cuenca Alta del Río Cojedes (224.200 Ha., Carabobo-Aragua-
Cojedes); Macizo Montañoso del Turimiquire (528.750 Ha., Sucre-Monagas-
Anzoátegui).
2- Refugios de fauna Silvestre: Constituyen zonas del territorio nacional, las cuales
después de un estudio científico minucioso, se establece que es necesaria su protección
para permitir su conservación y propagación en aquellas especies de animales
consideradas como en peligro de extinción, sin importar que sean residentes del área o
migratorias. Los usos permitidos sólo contemplan las actividades de investigación
integrada y recreación pasiva extensiva. Entre ellos se destacan: Caño Guaritico (9.300
Ha., Apure); Ciénaga de los Olivitos (24.208 Ha., Zulia); Caure (11.825 Ha., Falcón);
De la Tortuga Arrau (17.431 Ha., Apure y Bolivar), Estero de Chiriguare (44.500
Ha., Portuguesa y Barinas); Islas de Aves (3.9 Ha., Dependencias Federales); Laguna
Boca de Caño (435 Ha., Falcón);
3- Reservas de fauna: Las reservas de fauna silvestre son aquellas zonas que se requieren
para el desarrollo de programas, experimentales o definitivos, de ordenación y manejo
de poblaciones de animales silvestres, destinados a asegurar la producción continua de
las especies, tanto para el ejercicio de la caza como para cualquier otra forma de
aprovechamiento del recurso. Estas reservas estarán sometidas a los controles y
restricciones contenidas en los planes de manejo o de aprovechamiento. Los usos
compatibles en estas áreas son la recreación pasiva, extensiva y el aprovechamiento de
la fauna silvestre. Cabe mencionar: Ciénaga de Juan Manuel Aguas Blancas y Aguas
Negras (227.795 Ha., Zulia).
3. Reservas Hidráulicas: Son territorios cuya configuración geológica de agua exige una
administración que garantice la producción del recurso agua, en forma continua y
permanente. Los planes de manejo, ordenación y protección de estas áreas, deberán
ajustarse al Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos y
corresponden a las Reservas Nacionales establecidas en el Articulo 16 de la Ley
Organiza para la Ordenación del Territorio. Se permiten en estas áreas, el
aprovechamiento forestal e hidroeléctrico; la extracción de especies de la flora y de la
fauna para la comercialización, la recreación pasiva, extensiva; el uso industrial con
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5. Areas Críticas Con Prioridad de Tratamiento: Estas son áreas cuyos recursos
naturales han sido alterados por el uso irracional y que debe ser sometidos a tratamiento
prioritario, mediante restricciones o controles reguladores de las actividades que
impliquen el uso de dichos recursos. Las actividades permitidas en estas zonas
comprenden el aprovechamiento hidroeléctrico; las reforestaciones y las plantaciones;
la actividad agropecuaria: la extracción de especies de la flora y de la fauna para la
comercialización; la recreación pasiva, extensiva; las practicas agroforestales; la
ocupación humana y la cacería deportiva controlada. Entre ellas encontramos: Pico
Jenjibre (309.375 Ha., Aragua – Carabobo); Cuenca del Río Albarregas (75 Ha.,
Mérida); Páramo Virgueza (3.125 Ha., Táchira – Mérida); Mesa de Guanipa
(2.000.000 Ha., Anzoátegui – Monagas).
6. Areas de Protección de Obras Públicas: Están compuestas por las zonas de influencia
de las construcciones públicas, y que deben estar en concordancia con lo usos definidos
por los fines y objetos de la obra.
7. Zonas de Reserva para la Construccion de Presas y Embalses: Son áreas que, por su
especial características y ubicación, se consideran idóneas para la construcción de obras
de embalse y presas. Además de estas figuras que conforman la base principal de las
Areas Bajo Régimen de Administración Especial, descritas en forma breve, la Ley
Orgánica para la Ordenación del Territorio considera otras zonas que también están
bajo esta denominación, como son: