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INTRODUCCIÓN
Con la alegría de los hijos que se reúnen a celebrar al Padre Celestial nos ponemos de
pie y cantamos…
Luego del saludo
Hermanos y hermanas: La celebración de hoy nos manifiesta el llamado universal del
Señor a la salvación; llamado que Él dirige a todos los hombres, convocándolos
libremente a formar parte de su Iglesia, y concediéndoles todas las gracias necesarias.
Y en nuestra fidelidad de cada día a esta gracia de Dios, está la seguridad de la
salvación, que no está reservada a una raza, sino a quienes reciben a Cristo. Él nos
juzga por lo que realmente somos; a sus ojos lo que importa es la fidelidad al Evangelio.
LITURGIA DE LA PALABRA
1ª Lectura: El Profeta nos anuncia el alcance universal de la salvación, a la que serán
llamados todos los hombres, de todas las razas y de todos los pueblos.
Salmo Responsorial: El Salmo 116 es un eco de las palabras de Isaías y alaba al Señor
por su plan de salvación universal
2ª Lectura: Esta Epístola nos manifiesta que Dios es, por sobre todo, Padre, y si nos
corrige es porque nos considera sus hijos y realmente nos ama.
Evangelio: Jesús hoy es bien claro: la verdadera salvación depende de la conversión de
nuestro corazón. Para la proclamación del Evangelio nos ponemos de pie y cantamos:
Aleluya.
LITURGIA EUCARÍSTICA
COLECTA
Durante la Colecta y la presentación de las ofrendas permanecemos sentados y
cantamos…
OFRENDAS
Junto al pan y al vino, presentemos al Señor nuestro propósito de ser, en la Iglesia,
piedras vivas y constructores de una comunidad más santa. Cantamos…
COMUNIÓN
Hermanos: El Señor hoy nos ha dicho que tratemos de entrar por la puerta estrecha
para ocupar un lugar en el banquete de su Reino. Comulgando con Él, con sus
sentimientos y con nuestros hermanos, sobre todo con los más necesitados, podremos
entrar por esa puerta. Unidos a nuestros hermanos que no pueden comulgar hacemos
la Comunión Espiritual.
Señor Jesucristo creo que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del
altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma;
ya que no puedo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi
corazón.
Como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; no permitas Señor que
vuelva jamás a separarme de Ti. Amén.
Con alegría nos acercamos a comulgar cantando…