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Para evitar el ataque de insectos xilófagos a la caña guadua, esta se la debe someter a un
tratamiento de curado, inmediatamente después de haber sido cortada de la mata, ya que se
la debe inmunizar para hacerla menos propensa al ataque de dichos insectos, entre ellos el
escarabajo del bambú, que es atraído por la sabia de la caña. El curado entonces consiste en
la expulsión de la sabia de la caña para disminuir el ataque de insectos. Entre los métodos
más utilizados están los siguientes:
Curado en la mata
Los tallos cortados se dejan recostados verticalmente contra el guadual, aislándolos del suelo
por un lapso de cuatro a ocho semanas. Después de cortado el tallo, se deja con ramas y
hojas recostado lo más vertical posible, sobre otros bambúes y aislado del suelo por medio
de piedras. En esta posición se deja por un tiempo no menor de 4 semanas, después de lo
cual se cortan sus ramas y hojas y se deja secar dentro de un área cubierta bien ventilada.
Este método ha sido hasta ahora el más recomendable, pues los tallos no se manchan y
conservan su calor. Las ramas y hojas, luego de la cosecha, permanecen en el tallo para que
absorban el agua libre de los capilares; desgraciadamente se lo olvida por razones
económicas. Si la cosecha ocurre antes de la salida del sol, el almidón todavía se encuentra
en las raíces. Se cosecha después del mediodía, puesto que el almidón se encuentra en las
hojas y hay menos agua en el tallo. Por la mañana, debido a la fotosíntesis, se encuentra más
agua en el tallo. Si el tallo se fue cosechado por la mañana, después de poco tiempo, éste
presentara el ataque de los insectos. (Arreaga Avila & Borja Borja, El Bambu, 2014)
Este tratamiento consiste en sumergir el bambú en una solución preservante por un período
que va a depender de la especie, edad, espesor de la pared del culmo y la absorción requerida.
Siendo la penetración principalmente por capilaridad y el método requiere de poco equipo y
capacitación técnica. (Arreaga Avila & Borja Borja, El Bambu, 2014)
Una mezcla empleada para la preservación del bambú que va a ser empleado en interiores
es una solución salina denominada “Pentaborato” que consiste de un (1) kg de ácido bórico,
un (1) kg de bórax diluidos en agua hasta completar 50 lts de solución. Una vez preparada
la mezcla con una buena dilución, se procede a hacer la inmersión del bambú, con los
tabiques perforados, en la solución por un lapso de 5-8 hrs. Posteriormente, se deja escurrir
en forma vertical.
Se sumergen los tallos en agua, una vez cortados por un tiempo no mayor a cuatro semanas.
Aun cuando se reduce considerablemente el ataque de insectos, el tallo se torna más liviano
y quebradizo. Los tallos recién cortados se sumergen en agua, ya sea en un estanque o en un
río, por un tiempo no mayor de 4 semanas. Posteriormente se dejan por algún tiempo. Este
método ha sido hasta ahora el más utilizado. (Burgos, 2003)
Los tallos recién cortados se rotan sin quemarlos sobre fuego, a cielo abierto. El curado al
calor se hace colocando horizontalmente las cañas de bambú sobre brasas a una distancia
apropiada para que las llamas no las quemen, girándolas constantemente. Este tratamiento
se hace por lo general a campo abierto.
Es un método natural, que, sin usar ningún tipo de aditivos, se puede realizar en la plantación
después del corte, manteniendo el culmo con sus respectivas ramas y hojas, apoyado al resto
de culmos de forma vertical, por el lapso de tres semanas antes del apeo o tumbado.
Es ecológico y no demanda una inversión extra, sin embargo, es necesario que, a este
método, se lo acompañe de otros tipos de preservación. Los preservantes pueden ser
aplicados en los culmos de guadua usando al menos uno de los métodos que se describen en
esta sección. (Construccion, 2016)
El curado con salmuera ya era utilizado en los tiempos de la colonia por motivo de causarle
a la caña una pequeña elasticidad y como también saturarla de minerales como el sodio,
además de proporcionarle una resistencia, que hacía que el cloro desprendido bajaba el pH
de la caña y así haciéndola difícil de penetrar por los insectos xilófagos, los cuales morían a
alta acidez. Siendo este método, uno de los más utilizados por el bajo costo que este
representa. (Arreaga Avila, Curado y Tratamiento del Bambú, 2014)
Para este método los culmos no deben presentar fisuras ni agujeros que puedan propiciar la
pérdida de preservante. (Construccion, 2016)
a) Los diafragmas interiores de los culmos deben ser perforados a excepción del último.
La perforación longitudinal de los diafragmas interiores de los culmos, se debe
realizar mediante una varilla de acero de 12 mm (1/2”) a 16 mm (5/8“) de diámetro.
b) Los culmos deben colocarse en posición vertical con la parte basal hacia arriba y con
el diafragma que no fue perforado en la parte inferior. Se llena cada culmo por su
parte superior con el líquido preservante y se mantiene los culmos en la misma
posición por tres semanas, siempre cuidando que el nivel del líquido se mantenga.
c) Después de ese tiempo se perfora el último diafragma, para permitir con ello la salida
del líquido sobrante.
d) Se debe recolectar el excedente de preservante y dar el tratamiento adecuado para
evitar la contaminación del ambiente y preservar la salud de quienes lo manipulan.
Bibliografía
Arreaga Avila, J. C. (11 de Diciembre de 2014). Curado y Tratamiento del Bambú. Recuperado el 11
de Julio de 2018, de
http://elbambumaterialdeconstruccion.blogspot.com/2014/12/marco-historico-en-el-
ecuador-las.html
Arreaga Avila, J. C., & Borja Borja, M. A. (8 de Diciembre de 2014). Bambuteca. Recuperado el 11
de Julio de 2018, de http://bambuteca.blogspot.com/2014/12/el-bambu_8.html
Burgos, A. (2003). Revisión de las Técnicas de Preservación del Ba. Recuperado el 11 de Julio de
2018, de
http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/24125/articulo2.pdf;jsessionid=8
6CAC1776E30CDAA87723DC67298B4C4?sequence=2