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¿GRACIA O DES-GRACIA?

INTRODUCCIÓN
Muchas veces hemos recibido las bendiciones de Dios, aun estando en condición
de pecado; ahí es cuando vemos la actitud misericordiosa del Padre, demostrando
su amor incondicional hacia nosotros. Este don (la misericordia), es el que
quebranta nuestro corazón, nos hace acercarnos a él independientemente de lo
que hayamos hecho, y nos da seguridad nuevamente después de haber recibido
su perdón. Entonces, es posible afirmar que la misericordia es parte del carácter
de Dios.
Por otro lado, no podemos olvidar el papel de la gracia, ¿qué tan importante es la
misericordia para nosotros y qué tiene que ver con la gracia?, ¿comprenderán las
personas lo que realmente significa la palabra gracia, y qué es realmente estar
bajo la gracia o vivir por gracia?
Si bien las palabras gracia y misericordia parecen similares, no significan lo
mismo; pero hay una relación entre ellas que va más allá del concepto, y hace
referencia a dos tipos de procesos que puede experimentar un creyente.

1. Misericordia
El término misericordia (en hebreo, ‫ רחמים‬rajamim), se define como “una actitud
bondadosa de compasión hacia otro, generalmente del ofendido hacia el ofensor o
desde el más afortunado hacia el más necesitado.
Misericordia es la actitud que Dios tiene para todos sus hijos, y su creación; el
profeta Jeremías escribe claramente que este es un don gratuito e incondicional,
Dios la renueva cada día, por eso, cada nuevo día es una nueva oportunidad.
“Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. Lamentaciones 3:23
Esta actitud es una de las cualidades del carácter de Dios, quien muestra
misericordia a la humanidad constantemente, como lo hizo con el pueblo de Israel.
Cuando pecamos, es la misericordia de Dios la que nos permite acercarnos a él y
encontrar perdón, aquí es donde muchos cristianos desviamos la esencia de este
maravilloso regalo.
Aunque, como lo dice la palabra, la misericordia es "para siempre", también es
cierto que no es espiritualmente saludable para el creyente vivir exclusivamente de
la misericordia de Dios; vivir y trabajar basándonos en este tipo de regalos de
Dios. Pero expliquemos esto mejor.
Vivir de la misericordia es vivir constantemente del perdón de Dios, el cual nunca
dejará de perdonarnos, pero estaríamos cayendo en un círculo infinito de pecado y
perdón. Esto no nos permitiría seguir avanzando en el propósito de Dios y nos
estancaría espiritualmente, evitándonos disfrutar de las mejores bendiciones que
nuestro Padre tiene para nosotros.
Para evitar que esto suceda, Dios nos tiene la solución, aquí es donde entra la
gracia a jugar un papel importante en nuestra vida espiritual.

2. Gracia
El término en griego, gracia es comúnmente expresado como (járis) χαρις; que
también puede significar “favor”. Ahora bien, si nos fijamos en el sentido de esta
palabra, notaremos que el término gracia no es un concepto pasivo, sino activo.
No merecemos nada de Dios, y él no nos debe nada; por lo tanto, la gracia es
cualquier cosa que recibimos más allá de la misericordia. La gracia viene sólo a
través del sacrificio de Cristo, y es necesario entenderla desde dos puntos:
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús” Romanos 3:24
● La gracia como un regalo: Hace referencia a la gracia salvadora, aquella
hace parte de la soberanía de Dios, y es otorgada a toda la humanidad,
independientemente de su condición espiritual ante él. Esta gracia es la que
nos permite librarnos del juicio al recibir a Cristo en nuestro corazón.
● Vivir en la gracia: Además del regalo incondicional de Dios, esta nos
capacita para hacer algo. ¿Y qué es lo que nos permite hacer este favor?
¡Obedecer sus mandamientos!
En otras palabras, el vivir en la gracia es lo que nos permite vivir de
acuerdo a la palabra de Dios, esta maravillosa gracia es el poder que nos
otorga el Padre a través del Espíritu Santo para poder llevar una vida
apartada del pecado. Profundicemos en esto con un claro ejemplo que nos
enseña Pablo.
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para
conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de
Dios conmigo”. 1 Corintios 15:10

APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Si nos conformamos con vivir exclusivamente de la misericordia de Dios, corremos
el riesgo de que nuestra vida sea una vida que no prospera, una vida que poco
disfrutará de las creces y las bendiciones que realmente tiene Dios para nosotros.
Por esto, no solamente utilicemos la misericordia para acercarnos a Dios, sino que
también vivamos en la gracia, cumpliendo su Palabra, obedeciéndolo y trayendo
sanidad y santidad completa a nuestras vidas.

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