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TEMA CÉLULA, AGOSTO DE 2020

HOMBRES LLENOS DEL ESPÍRITU, QUE ENSANCHAN

Pídales a los miembros de su célula que cuenten experiencias donde han visto el poder de Dios en acción.

En el libro de los Hechos vemos registradas las acciones del Espíritu Santo a través de los apóstoles y de
muchos hombres y mujeres que eran llenos y controlados por Él. A lo largo de todo el libro vemos que
donde quiera que fueran los apóstoles se daban señales, pues estás siguen a los que creen (Hechos 5:15-
16). Entonces la gente se añadía a la Iglesia.

Qué caracterizaba a estos hombres del inicio de la iglesia:

1. Daban testimonio en medio del pueblo (Hechos 2:46-47)


Vemos que los discípulos tenían el favor de todo el pueblo; esto nos indica que ellos se mantenían en
medio del pueblo, pues como enviados debían estar con aquellos a quienes habían sido enviados. Las
señales eran hechas afuera, tal como el Señor las ejecutó, en medio del pueblo. La unidad de los
discípulos se palpaba en el mundo (afuera), cuando comían, cuando alababan a Dios, cuando compartían
la Palabra. Y el “favor” no era “entre ellos”, sino con “el pueblo”, por eso el Señor añadía cada día a los
que habían de ser salvos (Hechos 5:14). Se añadían no por un trabajo puntual, sino por un trabajo
permanente y diario.
Esto es muy distinto a lo que sucede con muchos hijos de Dios hoy en día: se separan del mundo para
mantenerse “puros”, pero no se apartan de sus costumbres, esto realmente es contradictorio.

2. Eran sal y luz en el mundo (Mateo 5:13-16)


La importancia de la sal radica en la función que cumple; si se vuelve insípida, continúa teniendo el título
de sal, pero al no cumplir su función se vuelve inútil (Lucas 14:34-35). Nosotros somos la sal de la tierra,
pero lo importante es que cumplamos con nuestra función de dar sazón a la insipidez de esta sociedad
llena de simpleza. El hijo de Dios que se hace como su entorno, no cumple su función.
La luz es para que resplandezca en el mundo, no en el cielo (Juan 9:5). Con la vida de Jesús, el pueblo
asentado en tinieblas vio gran luz. Hoy, soy luz para el mundo, porque Cristo es la luz del mundo y vive
en mí, separado de Él nada puedo hacer.
Esa luz debe alumbrar delante de los hombres, es decir, debe alumbrar en un lugar oscuro, delante de
personas que están envueltas en oscuridad. Entre más tinieblas, más resplandecerá la luz. Nuestro
llamado es ir afuera, donde hemos de ser sal y luz. La sal no se amontona, se esparce, y la luz
resplandece en medio de la oscuridad.

3. Hablaban con denuedo la Palabra de Dios


En Hechos tres vemos la sanidad de un cojo de nacimiento a través de Pedro y Juan, luego, debido a este
hecho, Pedro predica a los israelitas, con denuedo, la Palabra de Dios. En el capítulo 4 vemos que esto
molesto a los sacerdotes, el jefe de la guardia y los saduceos, por lo cual apresaron a Pedro y a Juan, los
amenazaron, finalmente los soltaron, pero se generó un ambiente hostil, sin embargo, su oración a Señor
fue pedir denuedo para compartir su Palabra (Hechos 4:29-30). Los discípulos entendían que el poder era
para enseñar y predicar la resurrección de Jesucristo.
Cuando con denuedo enseño la palabra del Señor, Dios extiende su mano para hacer señales y prodigios
(Hechos 4:30).

4. Les seguían las señales (Hechos 4:14-16)


Las señales siguen a los hombres de fe (Marcos 16:17). La vida de emociones me lleva a seguir señales,
pero la vida de fe lleva a que las señales me sigan. Cuando tengo un Dios de balde me gusta seguir
señales, pero si me esfuerzo, las señales me seguirán.
Aplicación teoterápica
Como hijos de Dios que comprendemos la gracia del Señor, el amor del Padre y la comunión del Espíritu, hablamos
con denuedo la Palabra de Dios, nos esforzamos, porque sabemos que donde vayamos no estaremos solos, ahí
estará el Espíritu Santo y podremos ser sal y luz de la tierra, dando testimonio al pueblo, y Dios confirmará con
señales y prodigios, añadiéndose así, más discípulos cada día, ensanchando la iglesia del Señor.

Estas cuatro características de los discípulos del libro de Hechos ¿Se están dando en mi vida? ¿Qué me hace
falta para que se manifiesten, sean parte de mi diario vivir?

En oración, llevar a los discípulos a renovar su entrega al Señor y pedirle la llenura de su Espíritu, para que
estas características de los primeros discípulos se den en su vida, y de esta manera Dios les permita
ensanchar la iglesia del Señor (Hechos 4:32-33)

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