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Empezó como una movilización estudiantil. Luego se convirtió en una protesta social. El mayo
francés representó el acontecimiento más importante de la segunda mitad del siglo XX.
El 3 de mayo de 1968, al menos 400 estudiantes ocuparon La Sorbona, en París, luego que Daniel Cohn-Bendit
fue detenido en abril junto a otros compañeros y también fue amenazado con ser expulsado de la universidad.
El 10 mayo ocurrió la noche de las barricadas en la calle Guy Lussac, en el Barrio Latino. Más tarde, la policía
intentó disolver la protesta de forma violenta y dejó numerosos de heridos.
Adicionalmente, las centrales sindicales convocaron a una jornada de huelga general para el 13 de mayo.
Luego, el gobierno anunció la liberación de los detenidos y retiró al cordón policial que sitiaba La Sorbona y el
Barrio Latino.
Un día después se formó el Comité de Ocupación de La Sorbona. Pero no solo el movimiento estudiantil tomó
las facultades y escuelas de educación superior. En los días siguientes, miles de obreros se sumaron y
ocuparon las fábricas, como la Renault en Cleon y la de Billancourt.
El 27 de mayo se firmaron los “acuerdos de Grenelle” que establecieron un aumento salarial, la reducción de la
jornada de trabajo y otras concesiones. Pero los obreros de la fábrica Renault y Citroën los rechazaron. Charles
de Gaulle disolvió el parlamento, suspendió el referendo y adelantó las elecciones legislativas.
En junio, la represión policial no cesó y se cobró la vida de un joven estudiante que apoyaba la causa obrera,
mientras que en Peugeot también asesinaron a un joven obrero y desalojaron La Sorbona. Las huelgas se
prolongaron hasta mayo de 1969.
El ensayo general revolucionario más influyente y menos exitoso ocurrió en Francia, y sobre
todo en París, entre mayo y junio de 1968. Una revuelta que no perseguía llegar al poder sino
cambiar la sociedad, un movimiento para reivindicar más libertades en la esfera privada que
cuestionó la esfera pública. Nadie lo intuyó, nadie pudo detenerlo. El 3 de mayo los estudiantes
de la Universidad de Nanterre, que acababa de ser clausurada, se trasladaron a la Sorbona. La
policía intervino. Hubo 600 detenidos. Se levantaron barricadas. Dos semanas después
había diez millones de obreros que secundaban la huelga general convocada por los sindicatos
en una paralización sin precedentes en la Francia de las postguerras. La República francesa
temblaba. No funcionaban ni los trenes, ni las fábricas, ni los aeropuertos. Prácticamente
ningún coche circulaba en París. La televisin y la radio públicas secundaban la huelga. Hasta el
Festival de Cannes de cine se interrumpió. Pese a que la calma regresó en junio, nada volvería a
ser igual.
El ensayo general revolucionario más influyente y menos exitoso ocurrió en Francia, y sobre
todo en París, entre mayo y junio de 1968. Una revuelta que no perseguía llegar al poder sino
cambiar la sociedad, un movimiento para reivindicar más libertades en la esfera privada que
cuestionó la esfera pública. Nadie lo intuyó, nadie pudo detenerlo. El 3 de mayo los estudiantes
de la Universidad de Nanterre, que acababa de ser clausurada, se trasladaron a la Sorbona. La
policía intervino. Hubo 600 detenidos. Se levantaron barricadas. Dos semanas después había diez
millones de obreros que secundaban la huelga general convocada por los sindicatos en una
paralización sin precedentes en la Francia de las postguerras. La República francesa temblaba.
No funcionaban ni los trenes, ni las fábricas, ni los aeropuertos. Prácticamente ningún coche
circulaba en París. La televisin y la radio públicas secundaban la huelga. Hasta el Festival de
Cannes de cine se interrumpió. Pese a que la calma regresó en junio, nada volvería a ser igual.
La revolución que no cuajó dejó un impacto duradero. Como dice Joaquín Estefanía en su
libro Revoluciones. Cincuenta años de rebeldía, Mayo del 68 acunó muchas causas
diferentes como el ecologismo, la libertad sexual, la educación igualitaria o el feminismo y todas
fueron impulsadas como nunca antes. El mayo francés transformó ideas y valores morales, no
cambió el poder ni el sistema. Fue una eclosión de libertades y causas. Los derechos civiles, el
antinuclearismo, la revolución sexual, el antibelicismo tuvieron cobijo bajo un paraguas que
reclamaba una nueva moral y una nueva sexualidad. Las perspectivas libertarias se canalizaron
posteriormente en el feminismo, la ecología, la lucha contra el racismo. El espíritu de Mayo del
68 servía contra todas las discriminaciones. El historiador Pascal Ory lo describe en el semanario
L’Express como el acontecimiento que hizo que se pasara de una izquierda generalista a unos
izquierdismos especializados.
Mayo Francés fueron una serie de sucesos que tuvieron lugar en Francia durante el mes de mayo
de 1968 y que han sido definidos de forma variada: crisis, revuelta, huelga y revolución. Este
último término, no obstante, no se aplica en sentido estricto puesto que la situación política quedó
simplemente modificada y no transformada por completo.
El movimiento de mayo de 1968 en Francia fue sobre todo una manifestación en contra del
régimen gaullista. No constituyó el repudio a la política como tal, sino más bien el rechazo a un
estilo tecnocrático de gobierno.
La revuelta de Mayo del 68, como tal, no provocó cambios realmente decisivos en la sociedad
francesa. La Universidad sí cambió: los estudiantes y el profesorado progresista se adueñaron
prácticamente de ella, pero luego fueron perdiendo ese poder poco a poco. En las fábricas, los
trabajadores obtuvieron ciertas mejoras salariales y de condiciones de trabajo, y los sindicatos, un
aumento de su influencia. El Estado mejoró las prestaciones sociales, en la vía del tan mentado
Estado de bienestar. Pero no olvidemos que todas esas mejoras, lo mismo que los cambios que
se fueron produciendo en las costumbres -en el estilo de vida, en la familia, en las relaciones de
pareja, en las formas de ocio, etc.- coincidían con lo que pudiéramos llamar la evolución natural de
la realidad: en otros países de la Europa occidental no hubo una revuelta tan llamativa, y sin
embargo avanzaron en dirección muy semejante.