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La Intervención Biomédica

Elemento 1: LA TERAPIA NUTRICIONAL

Empezando la nueva dieta de tu hijo

Todos los niños del programa curativo debiesen hacer cambios


significativos en su alimentación. Los factores dietarios juegan un
importante rol activando ciertos síntomas de los desordenes 4-A(autismo,
ADHA, alergias y asma), y una modificación de éstos puede tener un
efecto fundamental en la curación.

No existe una dieta única para el programa. Esta debe ser


cuidadosamente individualizada. Existen seis planes alimentarios que
pueden conformar parte del programa, y cada uno debe evaluarlas para
determinar si son necesarias y adecuadas para su hijo.

Puede que una de estas sea suficiente para ayudar a curar a su hijo.
Pero lo más probable es que deba combinar dos o más de estas.
Las seis dietas esenciales el programa curativo son:
- Sin gluten y sin caseína(CF/CF en inglés o SG/SC en español)
- De reacción específica a alimentos
- Anticándida y levaduras
- Normoglicemiante(antihipoglicemia)
- De carbohidratos específicos
- Baja en oxalatos.

Conocerás cada uno de estos planes a lo largo del tratamiento, y


podrás reconocer los increíbles efectos curativos que pueden acarrear. Si
conoces estas dietas, te darás cuenta que calzan, son coherentes entre
ellas y no son exclusivas. Por ejemplo, muchos pacientes se alimentan de
dietas que son combinaciones de SG/SC, anticándida y la
normoglicemiante. A menudo, la curación depende de estas dietas.
Después de todo, este es un programa integrativo, donde la combinación
de terapias es mucho más efectiva que cada una de ellas por si sola.

La mayoría de los niños tienen combinaciones de dietas que


relacionan sus problemas y afecciones. Pueden tener intolerancias al
gluten y la caseína, además de ciertas alergias alimentarias específicas y
crecimiento anormal de levaduras en el intestino. No se puede afrontar
todo esto a través de una sola dieta. Se requiere una combinación de
ellas.
La primeras cuatro de estas abordan problemas muy frecuentes, a
diferencia de las dos últimas que tratan afecciones menos comunes. Por lo
mismo, es muy probable que tu hijo deba combinar las primeras cuatro. Las
otras dos, de carbohidratos específicos y la baja en oxalatos se aplican
cuando los niños no responden a las demás.

Como regla, estas dietas se implementan de a una a la vez,


empezando con la SG/SC, seguida por la de reacción a alimentos
específicos, luego la anticándida y por último la normoglicemiante. El
implementarlas de esta forma tiene tres ventajas principales: 1) ayuda a
saber cual de ellas es beneficiosa, 2) facilita el trabajo a niños y padres y 3)
modera la rapidez e intensidad de la curación, minimizando las
desagradables reacciones agudas implicadas en la recuperación.
A veces, sin embargo, dos de éstas pueden comenzar al mismo
tiempo. Por ejemplo, si la cándida representa un problema importante, se
combina esta dieta con la SG/SC desde el comienzo.

No existe un tratamiento dietético de base para todos los niños.

Estoy consiente de que los cambios alimentarios pueden ser


intimidantes para todos. Los niños suelen ser muy selectivos para
alimentarse, pero su resistencia a comer cosas nuevas se reduce a medida
que se sobreponen a sus adicciones, al sobrecrecimiento de levaduras y a
sus hipoglicemias.

Cuando esto ocurre, las ansias disminuyen considerablemente. Por


ejemplo, los niños suelen amar el macarrón con queso(muchas veces son
realmente adictos), como si fuese la comida más rica del mundo. Pero,
estas marcadas preferencias están determinadas por sus efectos
bioquímicos más que por su sabor. Los macarrones les aportan una dosis
doble de gluten y caseína, que no solo satisface su adicción alérgica, si no
que además calma las molestias que se producen cuando han pasado
muchas horas desde su última ingesta de gluten y caseína. Estos síntomas, y
la necesidad de calmar las molestias, desaparecen increíblemente
cuando se hacen las dietas de eliminación, y los niños perciben estas
comidas (macarrones) como cualquier otra.

Lo mismo pasa con los dulces. A todos los niños les gustan los dulces,
pero sólo los hipoglicémicos enloquecen por ellos. Una vez que los niños se
sobreponen a estas bajas en los niveles de azúcares en sangre, sus suplicas
por ella se reduce y dejan su ingesta convulsiva de azúcar.
Por todo esto, es importante que los padres tengan paciencia, sean
constantes y firmes. Aprendan a confiar en la sabiduría del organismo de
los niños. A medida que su metabolismo se normalice, esta sabiduría brillará
con mas fuerza y nos guiará.

Otro aspecto alimentario importante es el uso de alimentos


orgánicos, siempre que sea posible. Muchos niños con desordenes 4-A
tienen exceso de metales pesados y otros tóxicos, y los pesticidas y
herbicidas en alimentos no orgánicos pueden sumar a esta sobrecarga.
Muchos de estos niños tienen dificultades con los mecanismos naturales de
destoxificación y son afectados fuertemente por toxinas alimentarias que el
resto de los niños.

Más allá, muchos alimentos inorgánicos, como la leche y la carne,


tienen además otros componentes que pueden resultar dañinos en los
niños con sus sistemas delicados. Hormonas, antibióticos y varias toxinas,
como el arsénico que esta presente en el pollo muchas veces.

Otra razón para preferir los alimentos orgánicos es que estos son más
nutritivos que los inorgánicos resultantes de producción a gran escala.
Los alimentos orgánicos son más caros, pero muchas veces la inversión se
compensa con recuperación(cuando es viable económicamente).

No hay que abrumarse por la cantidad de información. Hay mucho


de sentido común aquí. Gran parte del cuento es lo mismo que nuestras
madres advertían: comer vegetales y frutas, disminuír los dulces y la
comida chatarra al mínimo, comer suficientes proteínas y esos alimentos
que no te hacen bien, no los comas. Estos simples consejos abordan el
contenido de las seis dietas. Como yo siempre digo: las mamas saben.

Las dietas de reacción a dos alimentos.

Debieras empezar la nueva alimentación de tu hijo eliminando los


alimentos que no son adecuados para él, debido a variadas reacciones:
alergias, intolerancias y sensibilidades. Estas reacciones contribuyen
enormemente a los desordenes 4-A.

Las dos dietas que abordan estas reacciones: SG/SC y la de


reacción a alimentos específicos.

La mejor manera para comenzar es partir con SG/SC. Si existen


reacciones a alimentos específicos que la madre ya reconoce y maneja,
hay que mantenerlo.
Juntas, estas dos medidas pueden erradicar la mayoría de los
síntomas por reacciones de alimentos. Esto instala a tu hijo en el camino de
la recuperación.

Signos y síntomas de reacciones alimentarias. Incluyen:


- Alergias IgE, las más severas pero menos comunes.
- Sensibilidades IgG, más comunes pero menos severas.
- Intolerancias, que no son causadas por el sistema inmune, sino por
reacciones bioquímicas. Son muy comunes y pueden causar severos
síntomas.

Que debes buscar en tu hijo. Los signos y síntomas de cada una de estas
reacciones a alimentos pueden ser similares, e incluír lo siguiente:
- Congestión nasal, de las cavidades paranasales y garganta. La
infección puede causar congestión crónica.
- Problemas gastrointestinales, incluyendo hinchazón, gases, sensación
de ardor, ulceras, diarrea, constipación, nauseas o vómitos.
- Ojos llorosos, ojerosos
- Transpiración sin motivo aparente
- Infecciones de oído
- Mareos, vertigo o poca estabilidad
- Dolores de cabeza, migrañas o tensión en el cuello y hombros.
- Ecxema, prurito o psoriasis
- Hinchazón de manos, pies, cara y otras áreas.
- Tos y síntomas asmáticos
- Dolores musculares, calambres en piernas
- Problemas cognitivos, incluyendo concentración pobre, poca
memoria,
- Problemas emocionales: depresión, ansiedad o rabia
- Letargia
- Insomnio
- Salivación excesiva
- Síntomas negativos de conducta, relacionados con autismo y ADHD:
hiperactividad, conductas disociativas

Estos son obviamente un amplio rango de síntomas y signos, los que


pueden ser causados por otros motivos no alimentarios. Sin embargo, las
reacciones alimentarias son la causa específica más común de estos signos
y síntomas, representan un común denominador de los desordenes 4-A.

A continuación, una explicación de la importancia de las dietas más


efectivas.
1. LA DIETA SIN GLUTEN/SIN CASEINA(SG/SC)

Es probable que una de las mejores cosas que puedas hacer por tu
hijo dentro del Programa Curativo sea también de las más difíciles de
realizar: pedirle que deje de comer gluten y caseína.
Puede ser difícil, pero este único elemento de la intervención dietaria
tiene destacados y constantes efectos curativos.
Yo someto a todos los niños con síntomas de las 4-A a esta dieta, por
al menos un tiempo de un mes o más de prueba.

En la práctica, al menos el 60% de los niños con autismo mejoran


cuando se someten a la dieta. También se alcanza una respuesta muy
positiva en los niños ADHD y asma. No es raro ver una mejora considerable
en cortos lapsos de tiempo tras el inicio de la dieta. Esta última se ha
convertido la intervención dietaria más popular para el autismo, ADHS y
asma. Debido a que es una dieta hipoalergénica, es también apropiada
para niños con las clásicas alergias alimentarias.

Los síntomas que a menudo mejoran con la dieta son: escalas pobres
de lenguaje, alteraciones de la flora intestinal, alteraciones del
temperamento, conductas hiperactivas, problemas a la piel, insomnio,
fatiga, desordenes cognitivos y varias alteraciones metabólicas, como
disfunción tiroidea. Muchos síntomas comunes de las intolerancias
alimentarias también mejoran, incluyendo hinchazon, los gases, y las ansias
por determinados alimentos.

La dieta cambia absolutamente el panorama de tu hijo.

La mala noticia: seguirla no es fácil. Es difícil para los niños dejar


muchos de sus alimentos preferidos y para los padres mantener estas
restricciones.
La dieta significa renunciar a los protagonistas de la alimentación
occidental: trigo y leche. Estos estan fuertemente instalados dentro de
nuestra cultural alimentaria. Además forman parte de los típicos alimentos
infantiles altamente atractivos para ellos. Por lo mismo, no es nada de fácil
someterlos a la dieta. Pero el esfuerzo vale increíblemente la pena.
De hecho, la mayoría de las veces es casi imposible para estos
niños(que padecen alguna de las 4-A) sanarse a menos de que apliquen
esta dieta.
• Eliminando el gluten.

El gluten está presente en el trigo, pero también en el centeno, la


cebada y la avena(aunque en menor cantidad).

Está ausente en otros cereales y granos: arroz, maíz, quínoa, etc.


Ciertos expertos de la nutrición creen que está presente en pequeñas
cantidades en la avena y ciertos científicos están tratando de desarrollar
un tipo de avena libre de gluten.

El gluten, como la mayoría de los elementos alimentarios que causan


alergia es una proteína y tiene textura pegajosa y esponjosa que le da a
los productos del trigo su propiedad panificable y horneable.

A pesar de esto, y desafortunadamente, gran porcentaje de la


población americana tiene una deficiencia de una enzima encargada de
degradar el gluten, llamada DPP4, y que también participa hidrolizando la
caseína.

Cuando esta enzima falla en la realización de su trabajo, el gluten es


sólo parcialmente digerida. Esto produce péptidos con estructura química
que se mimetizan a la de los opioides. Estos son muy similares a los opioides
naturales del cuerpo humano: las endorfinas. Estos péptidos opioides
causan sensaciones de spaciness e incluso intoxicación en niños que no
tienen niveles suficientes de la enzima DPP4 y que por ende son intolerantes
a estas proteínas alimentarias. Estas sensaciones producto de la
intoxicación pueden se muy apetecidas por los niños y el placer que
ocasionan hace difícil dejar los alimentos que contienen las proteínas.

Otro terrible efecto de la digestión incompleta del gluten y la


caseína, es el daño al proceso de metilación. Como es sabido, la
metilación es fundamental para remover toxinas del organismo. También
permite mantener niveles adecuados de neurotransmisores,
particularmente de dopamina, envuelta en ADHD y también en la
obesidad
Existen pruebas de laboratorio que permiten indicar si su hijo
responderá a la dieta SG/SC. Una es la prueba de la enfermedad celíaca,
que es la forma más extrema de la sensibilidad al gluten. También, las
pruebas de IgE o IgG para reacciones alimentarias pueden arrojar
intolerancia al gluten o reactividad al trigo, arroz, avena o centeno. Un
niño puede tener intolerancia sin padecer la enfermedad celiaca, o
cualquier alergia o sensibilidad concreta, producto del nocivo efecto
opioide de estos péptidos.
Desafortunadamente no hay forma de restablecer la deficiencia de
la enzima DPP4. Tomar suplementos de enzimas digestivas puede ayudar,
pero no resuelve el problema.

Una teoría popular sobre el porqué la intolerancia al gluten es tan


común, es que el trigo fue introducido en la dieta humana relativamente
tarde en su proceso de evolución. No se comía trigo hasta la llegada de la
agricultura, hace diez mil años atrás. Esto, precedido por al menos un
millón de años en que se subsistía de vegetales, frutas y carne, los que
producen mucho menos reacciones que los granos de trigo.

• Eliminando la caseína.

La caseína es una de las proteínas principales en la leche y todos sus


subproductos y es la más difícil de digerir. La deficiencia de la enzima DPP4
resulta en una hidrólisis parcial, produciendo un péptido, capaz de crear
caseomorfinas que causan la misma intoxicación y placer que los
resultantes del gluten. Esto conlleva a cravings y a la fuerte preferencia que
tienen estos niños por los lácteos.

Esta preferencia está además fuertemente reforzada por la fuerte


influencia de la industria de alimentos lácteos, que proclama a la leche
como el alimento más completo, saludable e inofensivo que existe. Esto
hace más difícil convencer a los niños de que los lácteos son malos para
ellos y la publicidad también impide considerar el riesgo que estos
alimentos pueden producir.

A menudo la leche también causa alergias IgE. Más allá, existe otra
intolerancia causada por la deficiencia de una enzima que degrada la
lactosa, el azúcar de la leche. Esta intolerancia puede ser remediada
tomando lactasa, lo que en ningún caso ayuda a los niños con deficiencia
DPP4 o alergia IgE.

Por lo tanto, el único remedio para estos niños es quitar de sus dietas
los alimentos lácteos. Algunas veces puede que estas restricciones pueden
traspasarse tras muchos meses o años de restricción o pueden modificarse
para permitir una ingesta ocasional de lácteos. Sin embargo, la mayoría de
las veces estas restricciones deben ser estrictas y mantenerse de por vida.
La respuesta beneficiosa producto de la restricción de lácteos pude ser
relativamente rápida. Comúnmente sucede en unos pocos días. No
obstante, también puede tomar hasta tres semanas. En contraste, la
eliminación del gluten requiere por lo menos unas cuantas semanas, e
incluso meses, porque el gluten tiende a quedar en el sistema por períodos
más largos de tiempo.

Por ende, recomiendo los siguientes tiempos mínimos de prueba


para las restricciones de gluten y caseína: 3 semanas para la caseína y 3
meses para el gluten. Al final de estos períodos, los resultados positivos
aparecerán, si el niño tiene problemas con estás proteínas. Debido a que
la restricción de lácteos generalmente causa los resultados más rápidos,
muchos padres prefieren restringir estos al principio, y después el gluten,
cuando sus niños se sienten mejor. Aunque antes de que el panorama
mejore, a menudo empeora.

Las cosas pueden empeorar inmediatamente tras el comienzo de las


restricciones, debido a los clásicos síntomas de abstinencia, que pueden
parecerse mucho a las que se producen en adicción al alcohol o drogas.
- Síntomas de abstinencia inmediatos por gluten y caseína:
o insomnio,
o rabia y ansiedad
o fatiga
o transpiraciones diurnas o nocturnas
o conducta hiperactiva
o constipación o diarrea
o sistema digestivo trastornado
o disfunción cognitiva
o retorno o aumento de las conductas autistas o ADHD.

Estos síntomas suelen resolverse en 48 horas, pero pueden disminuir


gradualmente. Y todos estos síntomas son similares al estado que
experimentan los niños previos a la restricción, por lo que no los estresa
mayormente. En la mayoría de los casos igual es una etapa difícil, que
puede tentar a los padres a transgredir las restricciones y permitir el
consumo de estos alimentos, especialmente como forma de recompensa.
Pero esta no es una buena idea. Se prolonga el proceso y reaviva las
ansias. Puede significar también una señal errónea a los niños de que
pueden picar de los alimentos prohibidos.

Las restricciones pueden ser especialmente difíciles de aplicar entre


niños mayores y adolescentes, quienes tienen más libertad para transgredir
las restricciones e ideas propias de lo que es mejor para ellos.

Cada vez que comienzo con adolescentes en terapias de dietas


restrictivas, me siento con ellos, a solas preferentemente, e intento
ganarme su adherencia y compromiso personal con estas difíciles
restricciones. Les digo de modo empático y claro que no quiero perder su
tiempo, mi tiempo y el dinero de sus padres en una terapia que ellos
sabotearan por su pobre disposición a participar. Es especialmente
importante que ellos se comprometan desde su propia voluntad e
independencia con el programa. Si ellos se sienten obligados, será difícil
que realicen los sacrificios necesarios. En general, he tenido buenas
respuestas con este directo abordaje. Los niños no quieren portarse ni
sentirse mal. Si puedes demostrarles con evidencia certera que pueden
mejorar, estarán dispuestos a sacrificarse.

De todos modos, las tentaciones están en todas partes, y ellos


pueden recaer, por lo que les aclaro que si se salen una vez no es el fin del
mundo ni del programa. Si los padres o doctores son muy exigentes en sus
demandas, los niños adoptaran la actitud del todo o nada y abandonaran
sus esfuerzos a la primera caída.

Otra importante estrategia es incluir y aprovechar las sabrosas


alternativas sin gluten ni caseina. Estas se encuentran disponibles en locales
de alimentos saludables, supermercados e Internet. A menudo los niños
comienzan a preferir esta alternativas por sobre los productos
convencionales. Muchos pacientes que siguen la dieta por un tiempo,
refieren que se acostumbran a los alimentos nuevos, y los típicos les
parecen pegotes, chiclosos y grasosos. Los gustos y preferencias pueden
cambiar y estos comúnmente pasa cuando las ansias desaparecen. De
hecho, muchos de nuestros deseos y preferencias se deben a los efectos
relajantes o intoxicantes, más que a sabores en particular. Comienzan a
relacionar los alimentos restringidos con insomnio, diarrea y agitación. Esto
les facilita mucho la adherencia a la dieta.

Cada día el trabajo es un poco más fácil, tal como lo es para


alcoholicos o drogadictos recuperarse de su adicción.

Un problema de la dieta es que puede fácilmente gatillar


hipoglicemias si un niño consume exceso de azúcares, como reemplazo y
sustituto del trigo y lácteos. Los padres muchas veces los dan porque les
duele la dieta tan limitada de sus hijos, pero los dulces no son una buena
recompensa. Por lo mismo estos niños pueden necesitar simultáneamente
un plan alimentario normoglicemiante.

Otra dificultad que se presenta es que los padres encuentran difícil


cocinar sin trigo ni lácteos. La planificación y preparación de comidas
SG/SC puede intimidar a los padres. Aunque muchos se dan cuenta que
aun pueden recurrir a las papas, carnes y arroz, para preparar platos
sabrosos y saludables para toda la familia. No hay mayor dificultad en
preparar una comida con carne o pescado, ensalada y papa. Pueden ser
incluso mucho mas sencillas y prácticas que otras preparaciones que
contengan los productos restringidos. Los niños podrán extrañar sus salsas
favoritasy preparaciones al principio, pero la apreciación y el gusto de las
personas hacia la comida es muy flexible. Es común que se adquiera un
paladar más sofisticado, similar al de un adulto que desprecia los alimentos
infantiles tipicos.

Lo que hace a esta dieta práctica son los substitutos de alimentos


existentes. Son sabrosos y fáciles de encontrar. Si no te son familiares estos
productos, te pueden sonar exóticos o poco apetentes. Pero son sabrosos,
y no son más difíciles de preparar que sus versiones típicas. Leche de arroz
o de soya, pan de arroz, galletas de arroz y tortas, budines y biscochos.
Existe una industria creciente de estos productos, que se desarrolla y
ofrece lo que a la gente le gusta comer.

Los padres muchas veces creen también que la dieta les impedirá ir
a restaurantes. En algunos casos, especialmente los que venden comida
chatarra, esto es cierto. Pero también sirven ensaladas. Aunque a pesar de
esto, llevar a un niño con serios problemas de salud a comer comida
chatarra no creo sea lo más cuerdo, eso nunca jamás los ayudará a
recobrar su salud. Vale la pena gastar un poco más, e ir a un restaurant
familiar, todo servicio siempre. Estos son más saludables y siempre
encontrarás menús sin gluten ni caseína.

Otra preocupación frecuente de los padres es que los niños no


onbtendrán suficiente calcio de la dieta si no toman leche. Es legítima,
pero revisa la sección “Alimentos no lácteos ricos en calcio”. Como verás,
la mejor manera de asegurar un buen aporte de calcio es simplemente
dar un suplemento de calcio. Los suplementos son muy importantes en este
programa curativo, porque les proveen a los niños que tienen problemas
por ciertas deficiencias de nutrientes, en las cantidades abundantes que
necesitan para sanar.

Al empezar la dieta, sería muy bueno que compraras uno o dos libros
de cocina SG/SC que hay disponibles. Te darán los detalles que
necesitarás para implementar esta dieta fácil y atractivamente.
La otra cosa importante es encontrar los mejores locales que vendan estos
alimentos cerca de tu hogar y revisar todos los productos que tienen
SG/SC. Te sorprenderás de la variedad y lo sabrosos que son.

Cuando los niños rompen la dieta y comen algo con gluten o caseína,
puede ayudar el tomar un tipo especial de enzimas digestivas (llamada
peptidasa) que digieren los péptidos nocivos.
Hay que considerar el no ser tan duros con los niños cuando se salen
de la dieta. Para ellos no es fácil. Tampoco para los padres, por lo que no
hay que desesperar. Ni sentirse culpable. La culpa no resolverá los
problemas ni te harán sentir mejor.

Si es que los niños pasan las tres semanas en la dieta sin caseína, y no
has observado cambios, permíteles comer un poco, para ver si los síntomas
vuelven o empeoran. Para el gluten, lo mismo si es que tras tres meses no
ves resultados.

Si los síntomas vuelven, hay que restringir los alimentos


indefinidamente. Si es que no vuelven, la dieta puede modificarse y
permitir trigo o lácteos ocasionalmente o devolverlos a la dieta. Hay que
ser cuidadoso eso si. Los síntomas pueden ser silenciosos y pueden tardar,
demorando días en aparecer tras la ingesta del alimento.

Unas últimas palabras sobre la dieta: hay que ser fuerte, paciente y
no esperar milagros. Esta parte del programa, como todo el resto, requiere
tiempo y esfuerzo. También requiere del complemento del resto del
programa. Esto no es medicina mágica ni de curanderos.

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