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Juventud divino tesoro

Walter López Borbón


26-08-2009
Pretil-21

Este artículo nos da a conocer que toda actividad académica tiene como propósito dos cosas.
Un conocimiento a transmitir y un acto pedagógico, esto comprende profundizar más allá de
la información entregada, ver y comprender el mundo de distintas formas.

Abarcamos en este caso que la juventud es la época donde más confusión tienen las personas,
las modas, apariencias, ir en contra del sistema, tomar decisiones sin esperar reacción alguna.

Algunos pensadores consideran que es la etapa más crítica, muchos cambios en nuestra
personalidad; el escritor irlandés Mccourt, citado por López reflexiona sobre los motivadores
de los jóvenes estadounidenses “sexo y comida” (pág. 8), Lo que significa llevar una vida de
banalidades sin importar un futuro, viendo los aspectos positivos en nuestra juventud
desarrollamos las habilidades que desempeñamos en nuestra etapa de adultos.

Es muy importante observar que algunas consideraciones sobre el tema de la juventud


en términos más o menos negativos es decir, aquellas que actúan algunos aspectos
como las crisis de identidad o de la edad, siguen vigentes al igual que las que subrayan
los aspectos positivos, como es el caso de la escuela de románticos alemanes, donde se
resalta la creatividad, el romanticismo propio de la adolescencia, las perspectivas que
abre el conflicto, las posibilidades de una toma de distancias sobre el mundo
codificado de los mayores, etc. (Zuleta, citado por López , 2009, Pág. 9).

Esta época donde nuestras mentes suelen divagar o soñar despierto en cualquier momento o
lugar. Esto puede afectar nuestro rendimiento en la escuela.

Desde los doce hasta los quince hay un trastorno puberal en el que se forma un tipo de crisis
y en el que casi siempre para los jóvenes resulta como un periodo perdido y falto de gracia.

(Debesse, citado por López, 2009)

Concluyendo, la juventud es algo más que estadísticas, más que investigaciones, más que
estudios; siempre va a entenderse que el pensamiento humano, y más el de los jóvenes, no
está programado para pensar igual, lo único deducible es que la rebeldía sería similar a
respirar.

Referencias

Mccourt (2005); López (2009) Juventud divino tesoro,


Pretil 21 (Pág. 8)
Debesse (1962); López (2009) Juventud divino tesoro, Pretil 21 (Pág. 8)
Zuleta (2007); López (2009) Juventud divino tesoro, Pretil 21 (Pág. 7)

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