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Hormigón pretensado

Esquema de deformaciones. Esquema de la sección transversal de una viga donde se aprecia la

armadura pasiva (color azul) y la armadura de pretensado (color rojo).

Se denomina hormigón pretensado (en algunos lugares de Hispanoamérica concreto


preesforzado) a la tecnología de construcción de elementos
estructurales de hormigón sometidos intencionadamente a esfuerzos de
compresión previos a su puesta en servicio. Dichos esfuerzos se consiguen mediante
barras, alambres o cables de alambres de acero que son tensados y anclados al hormigón.
Esta técnica se emplea para superar la debilidad natural del hormigón frente a esfuerzos
de tracción,123 y fue patentada por Eugène Freyssinet en 1920.
El objetivo es el aumento de la resistencia a tracción del hormigón, introduciendo
un esfuerzo de compresión interno que contrarreste en parte el esfuerzo de tracción que
producen las cargas de servicio en el elemento estructural.
La resistencia a la tracción del hormigón convencional es muy inferior a su resistencia a la
compresión, del orden de 10 veces menor. Teniendo esto presente, es fácil notar que si
deseamos emplear el hormigón en elementos, que bajo cargas de servicio, deban resistir
tracciones, es necesario encontrar una forma de suplir esta falta de resistencia a la
tracción.
En el hormigón armado convencional se proporciona resistencia a la tracción a los
elementos estructurales colocando acero de refuerzo (pasivo) en las zonas de los
elementos estructurales donde pueden aparecer tracciones. Esta forma de proporcionar
resistencia a la tracción puede garantizar una resistencia poco adecuada al elemento y
presenta el inconveniente de no impedir el agrietamiento del hormigón para ciertos niveles
de carga. Una manera de evitar que aparezcan las fisuras, y por tanto eliminar el peso
muerto de hormigón fisurado, es introducir unas fuerzas adicionales que compensen el
efecto de las acciones exteriores de manera que, cuando actúan conjuntamente las
acciones exteriores y esas fuerzas adicionales, sus efectos se compensen. De esta
manera se llega al hormigón pretensado. En la manera más habitualmente utilizada hoy
en día, el pretensado se materializa embebiendo en el hormigón unos cables de acero con
un trazado adecuado que se ponen en tracción previamente a la puesta en servicio de la
estructura.
Presfuerzo[editar]
El esfuerzo de pretensado se puede transmitir al hormigón:

 Mediante armaduras pretesas; generalmente barras o alambres que se tensan en un banco, se


mantienen tensadas y se embeben dentro del molde en hormigón fresco para formar una pieza.
Cuando el hormigón ha fraguado se sueltan los anclajes y el hormigón queda comprimido. éste es el
método utilizado mayoritariamente en elementos prefabricados.
 Mediante armaduras postesas; generalmente cables compuestos por alambres que se introducen en
conductos huecos dentro de las piezas de hormigón y se tensan cuando éste ya ha fraguado. Éste es
el método utilizado principalmente para construir tableros de puentes y otras grandes estructuras
cuando éstas se hormigonan "in situ".
Normalmente al aplicar esta técnica, se emplean hormigones y aceros de alta resistencia, dada la
magnitud de los esfuerzos inducidos.
Según se ha indicado el pretensado se puede lograr de dos maneras: pretesado (con armaduras
pretesas) y postesado (con armaduras postesas). De esta forma, la palabra general pretensado se
utiliza para referirse simultáneamente tanto al hormigón pretesado como al hormigón postesado,
donde lo que cambia es el momento en el que se produce el tesado de los cables. Así, en general, se
habla de estructuras pretensadas, cuando no se quiere hacer referencia al momento en que se produce
el tesado de los cables y, se dirá estructuras pretesadas o estructuras postesadas cuando este
momento es importante.

Hormigón pretesado - con armaduras pretesas[editar]


El hormigón se vierte alrededor de tendones tensados. Este método produce un buen vínculo entre el
tendón y el hormigón, el cual protege al tendón de la oxidación, y permite la transferencia directa de
tensión. El hormigón o concreto fraguado se adhiere a las barras, y cuando la tensión se libera, es
transferida hacia el hormigón en forma de compresión por medio de la fricción. Sin embargo, se requieren
fuertes puntos de anclaje exteriores entre los que el tendón se estira y los tendones están generalmente
en una línea recta. Por lo tanto, la mayoría de elementos pretesados de esta forma son prefabricados en
taller y deben ser transportados al lugar de construcción, lo que limita su tamaño. Elementos pretesados
pueden ser elementos balcón, dinteles, losas de piso, vigas de fundación o pilotes.

Hormigón postesado - con armaduras postesas[editar]

Puente peatonal en volados sucesivos postesados, Grants Pass, Oregón, EE. UU.
Placa de anclaje de los cables de postesado en un puente.

Es el término descriptivo para la aplicación de compresión tras el vertido y posterior proceso de secado in
situ del hormigón. En el interior del molde de hormigón se coloca una vaina de plástico, acero o aluminio,
para seguir el trazado más conveniente en el interior de la pieza, siguiendo la franja donde, de otra
manera, se registrarían tracciones en el elemento estructural. Una vez que el hormigón se ha endurecido,
los tendones se pasan a través de los conductos. Después dichos tendones son tensados mediante gatos
hidráulicos que reaccionan contra la propia pieza de hormigón. Cuando los tendones se han estirado lo
suficiente, de acuerdo con las especificaciones de diseño (véase la ley de Hooke), estos quedan
atrapados en su posición mediante cuñas u otros sistemas de anclaje y mantienen la tensión después de
que los gatos hidráulicos se retiren, transfiriendo así la presión hacia el hormigón. El conducto es
rellenado con grasa o lechada de cemento para proteger los tendones de la corrosión. Este método es
comúnmente utilizado para crear elementos estructurales de obra civil o edificación sometidos a esfuerzos
de tracción importantes. Por ejemplo, el postesado se utiliza en la construcción de puentes de hormigón,
siendo prácticamente imprescindible en los sistemas de construcción por voladizos, empuje y dovelas
prefabricadas, etc.

Ventajas del hormigón pretensado[editar]

 Brinda un mejor comportamiento bajo cargas de servicio.


 Los elementos pretensados logran ser eficientes y esbeltos utilizando menos material que otros
procesos constructivos.
 Su producción en serie, al ser industrializados, brinda mayor ajuste en tiempo.
 Cuando se usa adecuadamente y en los elementos que corresponde, se consigue disminuir los
costos de la obra.

Desventajas del hormigón pretensado[editar]

 Requiere una inversión inicial.


 El diseño de los elementos estructurales es más complejo y especializado.
 Es necesario contar con operarios especializados, tanto para la construcción de los elementos
postesados como el montaje de los elementos pretesados.
 Si no se emplea adecuadamente y en los elementos que corresponde, se pueden incrementar los
costos de la obra.

Materiales[editar]
Los componentes básicos del Hormigón Pretensado son dos: el Hormigón y el Acero. Ambos con
características específicas que lo distinguen de otros procesos constructivos.
Hormigón[editar]

 Las resistencias generalmente usadas son de 35, 40, 45, 50 y 55 MPa (350, 400, 450, 500 y 550
kg/cm2)

Acero[editar]

 Los tres principales tipos de acero son:


o Alambres.
o Alambres trenzados (torones).
o Barras.

 Las resistencias generalmente usadas de los aceros de pretensar varían de 1570 a 1860 MPa (del
orden de 15,000 a 18,000 kg/cm2)

Historia y evolución[editar]
La idea de pretensado, desde un planteamiento general, no es ni mucho menos un “invento” propio de la
ingeniería estructural y existen numerosos ejemplos de la actividad humana en la que es posible
encontrar soluciones pretensadas, en el sentido de “aplicación previa de unas fuerzas que conduzcan a
un estado de tensiones o de deformaciones deseado”. Un ejemplo puede apreciarse en la manera de
fabricar los toneles o barricas destinados a albergar algún tipo de líquido (como es el caso de los toneles
de vino). Estas “estructuras” están formadas por duelas de madera machihembradas que se zunchan con
aros metálicos que se calientan antes de abrazar el tonel para que, al enfriarse, compriman las duelas
entre sí. Si no se hiciera de esta manera, la presión del líquido contenido en el tonel abriría las juntas y lo
haría inútil. Otro ejemplo es el de la rueda de una bicicleta, que es una estructura formada por un aro
externo enlazado a otro aro interior mediante los radios que son unos finos elementos metálicos. Para que
esta estructura soporte el peso del ciclista sin deformarse, los radios son enroscados en alojamientos
dispuestos a tal efecto para ponerlos en tracción.
Aunque con el tiempo se han hecho diversos intentos para disminuir el agrietamiento del hormigón bajo
tracción, Según Freyssinet, pretensar un elemento estructural consiste en crear en él, mediante algún
procedimiento específico, antes o durante la aplicación de las cargas externas, esfuerzos de tal magnitud
que, al combinarse con los resultantes de dichas fuerzas externas, anulen los esfuerzos de tensión o los
disminuyan, manteniéndolos bajo las tensiones admisibles que puede resistir el material.
Es cierto que 40 años antes había habido otros inventores, las contribuciones más importantes a su
solución suelen atribuirse al ingeniero francés Eugène Freyssinet, quien convirtió en realidad práctica la
idea de pretensar los elementos de hormigón. A él le cabe el mérito de haber sido el primero en darse
cuenta de la importancia de los fenómenos de las deformaciones diferidas de retracción y, sobre todo, la
fluencia, y su importancia para la efectividad del pretensado a largo plazo, gracias a su tenacidad y a
conocimientos en el campo del análisis estructural.
Veamos algunos de los hitos más importantes en relación con el hormigón pretensado:
Tubos para cables postesados en el encofrado
1886: En este año es aplicado el principio anterior al hormigón cuando P. H. Jackson, un ingeniero
de San Francisco, California, obtuvo las patentes para atar varillas de acero en piedras artificiales y en
arcos de hormigón que servían como losas de pisos.
1888: Hacia este año, C. E. W. Dohering, de Alemania, aseguró una patente para hormigón reforzado con
metal que tenía aplicado un esfuerzo de tensión antes de que fuera cargada la losa.
1908: C. R. Steiner, de los Estados Unidos, sugirió la posibilidad de reajustar las barras de refuerzo
después de que hubiera tenido lugar cierta contracción y fluencia del hormigón, con el objeto de recuperar
algunas de las pérdidas.
1925: R. E. Dill, de Nebraska, ensayó barras de acero de alta resistencia cubiertas para evitar la
adherencia con el hormigón. Después de colocar el hormigón, se tensaban las varillas y se anclaban al
hormigón por medio de tuercas en cada extremo.
1928: Se inicia el desarrollo moderno del hormigón pretensado en la persona de Eugène Freyssinet,
de Francia, quien empezó usando alambres de acero de alta resistencia para el pretensado. Tales
alambres contaban con una resistencia a la rotura tan elevada como 18,000 kg/cm², y un límite elástico de
más de 12,600 kg/cm².
1939: Freyssinet produjo cuñas cónicas para los anclajes de los extremos y diseñó gatos de doble acción,
los cuales tensaban los alambres y después presionaban los conos machos dentro de los conos hembra
para anclarlos a las placas de anclaje. Este método consiste en estirar los alambres entre dos pilares
situados a varias decenas de metros, poniendo obturadores entre las unidades, colocando el hormigón y
cortando los alambres después de que el hormigón adquiera una resistencia de diseño específica.
1945: La escasez de acero en Europa durante la Segunda Guerra Mundial le dio ímpetu al desarrollo del
hormigón pretensado, puesto que se necesitaba mucho menos acero para este tipo de construcción con
respecto a las convencionales en hormigón armado.
Si bien Francia y Bélgica encabezaron el desarrollo del hormigón
pretensado, Inglaterra, Alemania, Suiza, Holanda, Rusia e Italia rápidamente lo continuaron. Cerca del
80% de todos los puentes que se construyen en Alemania son de hormigón pretensado.
En 1945 Pacadar prefabrica la primera viga pretensada en España.
1949: Se empieza a trabajar en Estados Unidos con el pretensado lineal al llevarse a cabo la construcción
del afamado puente Filadelfia Walnut Lane Bridge. La Bureau of Public Roads (Oficina de caminos
públicos), ha investigado y mostrado que durante los años 1957-1960 se autorizaron para la construcción
2052 puentes de hormigón pretensado, totalizando una longitud de 68 mi, con un costo total de 290
millones de dólares.
1951: Se construye el primer puente pretensado en México. Siendo la ciudad de Monterrey la madrina de
tal acontecimiento, al llevarse a cabo la construcción del puente "Zaragoza" que cuenta con 5 tramos de
34 m cada uno y cuya finalidad es la de proporcionar circulación a través del río Santa Catarina.
1952: Hay una reunión en Cambridge, en la cual se crea una sociedad internacional bajo el nombre
de Fédération Internationale de la Précontrainte (FIP). El objetivo principal de este grupo de ingenieros
visionarios era diseminar el mensaje e iluminar al mundo acerca del concepto relativamente desconocido
de la construcción con hormigón pretensado, lo cual se llevaría a cabo alentando la integración de grupos
nacionales en todos los países que tuviesen particular interés en el asunto y facilitando un foro
internacional para el intercambio de información.
1958: Se construye el puente Tuxpan (carretera México - Tuxpan) con una longitud total de 425 m.
Estructura principal de tres luces de 92 m de hormigón pretensado, construidos con el procedimiento de
doble voladizo (primer puente de este tipo en América Latina).
1962: Se construye el puente Coatzacoalcos con una longitud total de 996 m. Tramos de vigas
pretensadas de 32 m y un tramo de armadura metálica levadizo de 66 m de luz, apoyados en pilas de
hormigón armado.

Aplicaciones[editar]
El hormigón pretensado es el material predominante en puentes de vigas, en puentes construidos "in situ"
de largos tramos entre pilas, o construidos por métodos especiales como voladizos, empuje, etc. También
es muy empleado en pisos de rascacielos, en cámaras de reactores nucleares, así como en los pilares y
núcleos resistentes de edificios preparados para resistir un alto grado de terremoto4 y protección contra
explosiones.5
Una ventaja del hormigón pretensado es el menor coste de construcción gracias al empleo de elementos
más ligeros, como losas delgadas - especialmente importante en los edificios altos en los que el ahorro de
peso del piso puede traducirse en plantas adicionales para el mismo y menos coste. El aumento de las
longitudes aumenta el espacio utilizable en los edificios; disminuyendo el número de juntas, lo que
conduce a la disminución de los costes de mantenimiento durante la vida de diseño de un edificio, ya que
dichas juntas son el principal escenario de debilidad en los edificios de hormigón.
El primer puente de hormigón pretensado en América del Norte es el Walnut Lane Puente
Memorial en Filadelfia (Pensilvania). Se terminó y se abrió al tráfico en 1951.6

Referencia[editar]

1. ↑ Nawy, Edward G. (1989). Prestressed Concrete. Prentice Hall. ISBN 0136983758.


2. ↑ Nilson, Arthur H. (1987). Design of Prestressed Concrete. John Wiley & Sons. ISBN 0471830720.
3. ↑ Leonhardt, Fritz (1980). Prestressed Concrete Design and Construction (en inglés). ISBN 0804445842.
4. ↑ Prestressing-Induced Frame System on Earthquake Protector
5. ↑ Sails-Rigging Blast Protective Structural Shield, SEAINT
6. ↑ Cement & Concrete Basics: Prestressed Concrete | Portland Cement
Association (PCA)

Concreto Pretensado

Introducción

El concreto pretensado ya no es una novedad: Las primeras obras que lo


aplicaron en el Perú han cumplido más de 50 años.

Su utilización en la construcción de puentes, en vigas grandes luces, en


recipientes sujetos a presión interna y en multitud de elementos
prefabricados es no solamente usual sino generalmente preferida –tanto
por la economía que se logra como por un mejor comportamiento- no
solo al empleo del concreto armado sino también del acero.

Este documento solo pretende tratar algunos temas conceptuales vitales para
el correcto entendimiento de la “idea” que es el concreto pretensado.

Idea que lo hace radicalmente distinto al concreto armado en la concepción y


diseño de las obras. El tratamiento del tema se ha limitado a la aplicación del
concreto pretensado a vigas.

Aspectos Básicos

En términos convencionales pretensar una estructura –o un elemento


estructural- es introducirle esfuerzos previamente a su puesta en servicio con el
propósito de contrarrestar aquellos que serán ocasionados por la aplicación de
las cargas que actuarán cuando ella entre en servicio.
Otra forma de definir el pretensado – ciertamente una definición que enriquece
significativamente su entendimiento y que desarrollaremos en detalle más
adelante- es decir que consiste en la aplicación de la estructura de cargas
previas de sentido contrario a las que actuarán sobre la estructura o el
elemento en servicio.

Evidentemente no es lógico presentar estructuras de materiales – como el


acero o la madera- que tienen la propiedad de tener resistencias iguales, o
prácticamente iguales, para aceptar refuerzos de tracción y de compresión.
Tampoco será apropiado pretensar estructuras en las que ocurrirán inversiones
significativas de esfuerzos: el caso, por ejemplo, de estructuras sometidas a
acciones sísmicas severas.
El concreto se caracteriza por tener esfuerzos resistentes muy disímiles en
tracción (reducidos y asumidos como nulos en la mayor parte de las
estructuras) y compresión (elevados) y, es, por lo tanto el material ideal – así
como también lo es la albañilería – para ser pretensado. La idea básica es
aplicar pre esfuerzos de compresión donde aparecerán los de tracción
proveyendo así –artificialmente- al material la capacidad para resistir aquellos
esfuerzos que no son propios de su naturaleza resistente. De allí el origen y la
justificación teórica de la idea del concreto pretensado.
Se puede pensar en varias maneras de pretensar elementos de concreto. Una
manera elemental – de aplicación práctica muy infrecuente- es colocar el
elemento entre dos contrafuertes y apretarlo con gatas que reaccionan contra
los contrafuertes. En la práctica actual el procedimiento casi universal es estirar
los alambres, barras o torones de acero, llamados genéricamente tendones- y
anclarlos al concreto: cuando estos tendones tratan de regresar a su longitud
inicial el concreto resiste, impidiéndolo, y es consecuentemente pretensado.
Existen dos modos de proceder para anclar los tendones. El primero –llamado
pretensionado y empleado generalmente en la pre fabricación de elementos de
concreto pretensado – consiste en estirar primero los tendones y anclarlos en
contrafuertes, el concreto se llena luego envolviendo estos tendones y cuando
adquiere la resistencia debida, el anclaje se transfiere de los contractuales del
concreto. El anclaje es en este caso por adherencia entre los tendones y el
concreto y, por ello, para asegurar el anclaje, los tendones deben ser alambres
o tornes individuales. El segundo modo empleado generalmente en la
construcción in-situ y llamado postensionado consiste en construir primero el
elemento de concreto dejándole ductos donde están colocados o se colocan
(posteriormente el llenado del concreto) los tendones, cuando el concreto ha
adquirido la resistencia debida los tendones son estirados y anclados con
sistemas mecánicos. Cuñas o tuercas, por ejemplo contra los extremos del
elemento de concreto. Los tendones en este caso pueden ser grupos de
alambres o de torones o barras, y el ducto se rellena con concreto líquido-grout
o lechada de cemento- con propiedades expansivas para proteger al tendón y
asegurar la adherencia acero-concreto a lo largo de todo el recorrido del tendón
en el elemento.
La aplicación práctica de la idea de pretensar el concreto requiere, para ser
entendida, de una breve historia. Desde fines del siglo pasado muchos
ingenieros – que tenían que ser entonces no solo simultáneamente proyectistas
y constructores, sino también investigadores e inventores- trataron de pretensar
elementos de concreto, generalmente vigas. El procedimiento usual consistía
en proveer a una barra de acero dulce con roscas en los extremos y luego
estirar la barra ajustándola contra el concreto mediante tuercas. El
procedimiento funcionaba inicialmente pero con el tiempo, sin que los
ingenieros supieran la razón, se perdían el pretensado y los efectos deseados
se desvanecían.
La concurrencia de trabajo de tres ingenieros hicieron viable al concreto
pretensado. De un lado la investigación de los británicos Faber y Gianville-que
en el año 1928 publicaron los resultados de sus ensayos acerca de la
deformación diferida de concreto- y de otro los trabajos del francés Freyssinet-
reconocido como el padre del concreto pretensado- que al darse cuenta del
efecto de la deformación diferida del concreto en la pérdida del pre-esfuerzo
con el tiempo, llegó a la conclusión que para pretensar permanentemente el
concreto era indispensable utilizar acero y concreto de altas resistencias.
Apreciemos el fenómeno anterior mediante un ejemplo:
Supongamos que se trata de pretensar postensionado a todo lo largo y con un
esfuerzo uniforme de compresión de 70kg/cm2 un elemento prismático – una
viga- de concreto de sección cuadrada de 10cm de lado y de 1,000 cm de
largo. Hagámoslo primeramente usando concreto de resistencia 140kg/cm2 –al
momento de la transferencia- y acero dulce tensado a 2,100 kg/cm2. Las
deformaciones (en términos gruesos) serán las siguientes:

1. La deformación elástica del concreto- asumiendo un módulo de


elasticidad de 1,000 veces la resistencia mínima será:
(70/140,000)1,000=0.5cm.
2. La deformación diferida del concreto es del orden de dos veces su
deformación elástica, consecuentemente, en este caso, es 1.0cm y,
finalmente,
3. El concreto sufre también una contracción de fragua que es del orden
3/10,000 de la dimensión considerada, o sea, para nuestro caso, con un
largo de 1,000 cm, es 0.3cm.

De otro lado el estiramiento del acero será (2,100/2’100,000)1,000=1.0c; en


consecuencia, aún asumiendo que la transferencia de la fuerza pretensora al
elemento de concreto se ha hecho luego de ocurrir toda la contracción de
fragua, es obvio que el estiramiento del acero se perderá íntegramente al
ocurrir la deformación diferida: el concreto se acortará 1cm y el acero, que se
ha estirado también 1cm, regresará su longitud original.
Sí, en cambio, hacemos la misma operación usando concreto de 280kg/cm2 de
resistencia-en la transferencia-y acero de alta resistencia que puede ser
tensado a 12,000 kg/cm2 los resultados serán los siguientes:

1. Deformación elástica del concreto (70/280,000)1,000=0.25cm


2. Deformación diferida del concreto: 0.5 cm
3. Estiramiento del acero: (12,000/2’100,000)1,000=5.7cm

Es decir, después de que ocurra la deformación diferida del concreto, quedará


un remanente de estiramiento de 5.7-0.5=5.2cm. Esto equivale a mantener no
solo 91% de la fuerza pretensora inicial sino también la misma proporción de
los esfuerzos iniciales aplicados al elemento de concreto: el pretensado
permanente es en este caso –con estos materiales de alta resistencia- posible.
En resumen para poner en práctica la idea del concreto pretensado es
indispensable la utilización tanto de concreto como de acero de altas
resistencias. Existen además otros aspectos que se suman a esta demanda.
De un lado, en concreto postensado los tendones pretensores deben ser
anclados contra el concreto mediante dispositivos mecánicos. Para reducir el
tamaño de estos dispositivos a dimensiones prácticas y económicas es
necesario que transmitan esfuerzos locales elevados al concreto y, por lo tanto,
este deberá ser de la mayor resistencia posible. De otro, las pérdidas por
deformación diferida no son las únicas: el acero se relaja-pide fuerza a longitud
constante-algo así como 5%, existen, además, las ya mencionadas pérdidas
por contracción de fragua y, finalmente ocurren pérdida por efectos tales como
pequeños deslizamientos en el momento de transferir la fuerza del gato de
tensado de anclaje. Todos estos hechos conducen a afirmar que la eficiencia
del concreto pretensado está ligada a la calidad- o la resistencia- de los
materiales empleados. Usando los materiales debidos la pérdida de
pretensado- la diferencia entre la fuerza que se aplica inicialmente y la que es
permanente- es del orden del 15% para tendones postensionados y de 20%
para el caso de los alambres o cables postensionados.
Más aún, como los aumentos del precio de los materiales varían en proporción
inferior al aumento de su calidad no solamente se mejora la eficiencia del
concreto pretensado con mejores materiales sino que también se reduce su
costo relativo.

Comportamiento de una viga pretensada


Al pretensar un elemento estructural se impide que hasta cierto nivel de carga –
cuando las tracciones comienzan a aparecer en el concreto- el concreto se
fisure. Este hecho posibilita que el elemento se comporte de una manera
efectivamente elástica y que siga la ley de hooke-las deformaciones son
proporcionales a las cargas. Como consecuencia, un modo natural-casi
intuitivo- para analizar el comportamiento de elementos de concreto pretensado
es aplicar la teoría de la elasticidad.
En una viga, por ejemplo, los esfuerzos podrán ser deducidos a partir de la
familia de fórmulas que tiene la forma: esfuerzo=(momento*(distancia al eje
neutro de la sección)/(momento de inercia de la sección).
Si bien este método del análisis es necesario para asegurar que en las
diferentes etapas de carga de servicio no se excedan determinados esfuerzos
admisibles, él es también insuficiente para asegurar la seguridad del elemento
estructural. Ocurre que cuando las tracciones comienza a aparecer en el
concreto este se fisura y el elemento abandona el comportamiento elástico
lineal pasando a comportarse como si se tratara de un elemento de concreto
armado convencional y, es posible-sobre todo porque el acero ya ha sido
previamente estirado y porque el acero de alta resistencia no presenta una
plataforma de fluencia con una gran deformación en la rotura- que los
márgenes de seguridad para llegar al colapso sean- a pesar del correcto
comportamiento elástico del elemento-insuficientes.
Como consecuencia es usual que los reglamentos exijan tres etapas de
verificación.
Primero: la correspondiente a la etapa elástica de transferencia cuando la
carga sobre el elemento es la mínima, la resistencia del concreto no es la que
tendrá finalmente –a los 28 días- y la acción de pretensado máxima, en esa
etapa se asignan esfuerzos que no deben ser excedidos. Es normal que en
esta etapa la viga tenga un contraflecha – es decir este trabajando al revés de
una viga convencional: Tracción arriba y compresión abajo al centro de su luz.
La segunda etapa de verificación es la correspondiente a la etapa elástica de
servicio en la que las cargas son las máximas, el concreto tiene la resistencia
de diseño y el pretensado ha sufrido todas reducciones causadas por las
diferentes pérdidas, para esta etapa se asignan igualmente esfuerzos límites.
Es normal que en esta etapa la viga ya tenga una flecha convencional hacia
abajo.
Luego, finalmente, la correspondiente a la etapa de resistencia última, para la
cual se asignan factores de carga que definen el valor mínimo de la carga
última. Esta etapa de la verificación. Con muy pequeñas variantes, es igual a
las que se emplea en el diseño por resistencia de elementos de concreto
armado.
Como se puede apreciar en la Figura N° 1, que se muestra, de manera
simplificada, la historia carga-flecha de una viga, estas verificaciones son
indispensables para asegurar el correcto comportamiento y la debida seguridad
en elementos de concreto pretensado.
El Reglamento Peruano de Concreto Armado (Norma Técnica de Edificaciones
E-060), que está basado en el conocido reglamento ACI 318, considera al
concreto pretensado como una forma de concreto armado –lo llama concreto
presforzado- y dedica un capítulo de (23) a precisar las condiciones que se han
de cumplir en las mencionadas verificaciones de las fases elásticas de
transferencia y de servicio y en la fase ultima en la verificación del elemento –
casi exclusivamente vigas- de concreto pretensado.
Lamentablemente este tratamiento reglamentario-de considerar al concreto
pretensado como una “forma” de concreto armado –hace perder de vista al
ingeniero el hecho fundamental de que a pesar de usar los mismos
ingredientes –concreto y acero-, y aunque el concreto armado y el concreto
pretensado pueden ser considerados materiales estructurales con
comportamientos semejantes en la vecindad del colapso, ellos, son
efectivamente, en su enfoque esencial de diseño y en su comportamiento,
radicalmente distintos.
La razón es simple. En el concreto armado las barras de acero de refuerzo son
un material inerte que el ingeniero ubica donde hay tracciones estructurales en
el concreto, en efecto, una vez predimensionada la viga el ingeniero calcula las
cantidades y disposiciones del acero de refuerzo que ha de colocar en lugares
requeridos. En el concreto pretensado, por el contrario, el acero -en la forma de
un tendón- es un material activo que produce cargas sobre la estructura, ya
que no es posible –salvo en las elementales e infrecuentes vigas isostáticas
sometidas a cargas uniformemente repartidas- simplemente calcular la
cantidad de acero: es necesario predimensionar el elemento e investigar los
efectos de diferentes trazos de los tendones pretensores. Para hacerlo eficiente
y económicamente se requiere aplicar una metodología apropiada para
predimensionamiento.

El método de balance de cargas


En la primera parte de este documento se señalo que el concreto pretensado
podía ser definido como un procedimiento mediante el que se aplica a la
estructura (o elemento estructural), cargas de sentido contrario a las que estará
sometida cuando entra en servicio. Esta concepción del concreto pretensado
fue desarrollada por el Ingenieros Norteamericano Lin, quien publico en el ACI
Journal Proceedings Vol. 60 N°6, de Junio de 1963, uno de los artículos más
lucidos que se hayan escrito acerca del concreto pretensado, motivo la acida
reacción de los ingenieros europeos (entre ellos del notable ingenieros Alemán
Leonhardt), que se sentían duelos de la idea de concreto pretensado y que se
encontraba entrampados, para resolver eficientemente vigas continuas de
concreto pretensado, por la obtusa idea de Guyon –un ingeniero francés
excesivamente teórico- consistente en la búsqueda del trazo del tendón
concordante- un trazo de tal recorrido que no causa reacciones secundarias- y
sus transformaciones lineales.
En la generalidad de las vigas postensionadas la forma natural del tendón –
porque se asemeja al diagrama de momentos- es la forma parabólica.
Como consecuencia de esta forma se puede deducir que el tendón ocasiona,
además de las acciones concentradas en los anclajes, una caga uniforme hacia
arriba.
Si la ecuación de la parábola del trazo del tendón está definida por la forma
general y=px2 – en la que si “y” y “x” están en m, p tiene unidades de m-1, la
primera derivadady/dx=2px define las pendientes de las curvas y la segunda
derivada dy2/dx2=2p define los cambios de pendiente, que son, para este caso
(el de parábola), constantes. Si se multiplica este cambio de pendiente por la
fuerza pretensora permanente (F en Kg), se obtiene la carga hacia arriba
uniforme permanente en kg/m que causa el tendón y que es igual a w=2pf.
Es posible predefinir esta carga hacia arriba en función de las cargas de
servicio que actúan sobre la viga. La carga hacia arriba balanceara así una
porción predefinida de las cargas de servicio. La viga estará, entonces, solo
sujeta a la diferencia de cargas. El análisis de la viga puede hacerse entonces
para la diferencia de cargas.
27
Evidentemente la carga hacia arriba deberá balancear por lo menos el integro
del peso propio de la viga mas las cargas muertas actuantes. Si aplicáramos
esta magnitud de cargas hacia arriba la viga no tendría flecha alguna cuando
está sometida a la aplicación de esas cargas y comenzara a tener flecha
solamente cuando comience a actuar la sobrecarga. La experiencia ha
demostrado que si este es el balance aplicado –salvo que la sobrecargas sean
muy reducidas- la viga no aprobara las verificaciones reglamentarias
correspondientes a la carga de servicio y a la carga última.
De la misma experiencia se deduce que un valor de la carga hacia arriba
equivalente al total del peso propio mas las cargas muertas mas una porción de
la carga viva (ver la figura N°1) conduce a verificaciones reglamentarias
correctas. Es decir la carga hacia arriba deberá balancear una carga
w=PP+CM+KCV. El valor de k satisfactorio esta usualmente entre 0.2 y 0.5.
Los valores más bajos corresponden a cargas vivas reducidas y los valores
altos a cargas vivas elevadas.
De otro lado la carga de balance del tendón es simplemente una carga mas –
añadiendo, por supuesto, las acciones en los anclajes- el análisis para
determinar los momentos, cortantes y reacciones causadas por el cable podrá
hacerse por los métodos convencionales utilizados para todas las otras cargas.
El método de distribución de momentos de Cross es, por ejemplo,
perfectamente apropiado. Más aun, como realmente solo interesa determinar
los efectos de las cargas desbalanceadas- y estas generalmente son
pequeñas- se puede efectuar un análisis satisfactorio utilizando coeficientes de
momentos y de corte como los propuestos en el acápite de 9.3.2 del
Reglamento Peruano de Concreto Armado.
El trazo del tendón en la viga se debe efectuar buscando criterios de eficiencia:
que el tendón este lo más bajo posible en las zonas centrales de momentos
positivos y los más arriba posible en la zonas de los apoyos donde los
momentos son negativos.
Con este propósito después de asumir las dimensiones de la selección de la
viga u determinar las cargas actuantes, se deberá estimar la carga w que
deberá balancearse. Luego de ello será posible trazar el cable (o cables)
parabólico(s) adecuados, determinar el valor de p para cada una de las
parábolas del trazo y, finalmente, determinar el valor de la fuerza pretensora
permanente a partir de la ecuación F=w/2p. Después de completadas estas
dimensiones y fuerzas preliminares se trata de determinar los momentos,
cortantes y reacciones y verificar el cumplimiento de las condiciones
reglamentarias.
Supongamos que se trata de predimensionar una viga continua de dos tramos
de 20m de luz cada uno y que la secciones de la viga es rectangular de 40cm
de ancho y 100cm de alto (ver figura N°2ª). Asumamos que las únicas cargas
sobre la viga son su peso propio (0.1*1*2,400=960 kg/m) y una sobre carga
uniforme de 2,000 Kg/m. el trazo adecuado del tendón se muestra en la figura
N°2B: a) en los extremos, como es natural, se ha ubicado en el centro de
gravedad de la sección; b) en la zona central de cada tramo se ha dejado una
distancia de 10cm entre el eje de tendón y el fondo de la viga para permitir la
ubicación física real de los cables que conformaran el tendón correspondiente
con su recubrimiento adecuado (situación que también deberá verificar una vez
conocida la fuerza pretensora real) y, c) sobre el apoyo, se ha dejado la misma
distancia de 10cm pero desde la parte superior. Se ha trazado luego de dos
parábolas iguales –una para cada tramo- que tienen la ecuación y=0.0058x2.
La carga balanceada por el tendón se puede estimar en PP+0.5CV o sea 1,960
kg/m, lo que conduce a que la fuerza pretensora permanente sea
F=1,960/(2*0.0058)=169,000 kg.
Con los valores anteriores de las cargas hacia abajo y hacia arriba y con la
acción de compresión uniforme a todo lo largo de la viga (que es causada por
las reacciones prácticamente horizontales de los tendones en los extremos) es
elemental efectuar los cálculos de los cortes, momentos y reacciones y verificar
las condiciones elásticas reglamentarias para cada sección que se desee
verificar en la viga. Así mismo con el valor de la fuerza pretensora es posible
determinar el área de acero del tendón y calcular los momentos últimos en las
secciones críticas. De no satisfacerse una o más de las condiciones
reglamentarias se deberá afinar el predimensionamiento.
Por ejemplo, como la carga desbalanceada –la carga hacia abajo-es 1,000
kg/m, se puede estimar el momento negativo sobre el apoyo central como
M=(1,000*202)/9=44,444 kgm. Las propiedades de la sección rectangular de la
viga son: área –bh- igual a 4,000 cm2 y modulo –bh2 /6-igual a 66,667 cm3.
Como consecuencia los esfuerzos serán los siguientes:
Arriba=-44,444*100/66,667 + 169,000/4,000=-24kg/cm2.
Abajo=+44,444*100/66,667 + 169,000/4,000=+109 kg/cm2.
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Una vez logrado un predimensionamiento satisfactorio será necesario efectuar
el trazo final del tendón, como se muestra en la figura N°2C. esto es necesario
porque en la práctica los cables no pueden admitir el cambio brusco de
dirección que ocurre sobre el apoyo central. Es necesario con este fin introducir
una parábola de transición que conecte a las parábolas principales.
Debe notarse que la parábola de transición obliga a modificar parte del trazo de
la parábola principal y que añade cargas hacia abajo en la zona en la que ella
se desarrolla. En nuestro ejemplo, admitiendo que el predimensionamiento
antes detallado fuera satisfactorio y que hemos introducido una parábola de
transición de 3.4m -1.7 m a cada lado del apoyo central tendremos tres
parábolas:

a. Hacia arriba en el largo de 8.30 m: y =0.0058x2, lo que da una carga hacia


arriba de 2*0.0058*169,000=1,960 kg/m:
b. Hacia arriba en el largo de 10m, y=0.0068x2, lo que da una carga hacia
arriba en esa zona de 2*0.0068*169,000=2,298 kg/m, y
c. Hacia abajo en la parábola de transición que ocupa 1.7m a cada lado del
apoyo central: y=0.042x2, lo que da una carga hacia debajo de
2*0.042*169,000=14,200 kg/m.

El análisis final consiste en calcular los momentos, cortes y reacciones para el


sistema de cargas actuantes, tanto hacia abajo como hacia arriba, en
secciones de la viga, por ejemplo, cada metro – y verificar para cada una de
ellas que se satisfacen las exigencias reglamentarias.

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