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Introducción
1
Se ha de cuidar el canto como nota principal: que el acompañamiento suene piano y que se perciba bien el
bajo (Aguado, Método de guitarra, 1843).
Melodía lineal
Quiere el autor asegurarse de que el lector maneja un recurso muy útil para la
claridad discursiva: la linealidad, o sea el cuidado en la integridad de los valores
implicados en una parte dada. Que cada nota no dure más de lo que debe (no se
traslape con la siguiente) ni menos (excepto cuando se persigue una determinada
articulación). Las dos manos del guitarrista son las encargadas de que se cumpla
tal linealidad: una cuidadosa aplicación de apagadores, sostenimientos y
abandonos de presión oportunos, y ataques apoyando, entre otros recursos,
dejarán cubierto este importante aspecto preliminar.
Polifonía “cómoda”
Relevancia temporal
2
La conclusión de ella ha de ser piano, para que se distinga de otra idea (Aguado, Método de guitarra, 1843
al re del acorde de tónica, conclusión de la primera diferencia e inicio de una
nueva.
Si se desea ubicar la nota del canto (que está ubicada en la parte más aguda) al
inicio del arpegio el caso se complica: el mecanismo será más exigente que el
anterior, véase (1). Esta complejidad en la ejecución se compensa al observar (oír)
que la nota relevante adquiere independencia “espacial” por si inesperada
ubicación; esto le confiere al evento la impresión estar ejecutado en dos
instrumentos: el que canta y el que acompaña, ideal de todo polifonista (2).
Téngase presente ejercitar cada fórmula a solo mano derecha de lento a rápido.
El empleo del dedo m, al abrir este arpegio es un poco difícil (1), sin embargo su
resultado hace que valga la pena el recurso. En (2) una variante empleando el
dedo i en apoyando para iniciar; este dedo naturalmente quedará posado en la
tercera cuerda; así ejecutará en ella en su momento (3). La voz cantante puede
aparecer al final del arpegio con buen resultado (4).
Aplicación del caso 1 o 2 en Albéniz, Granada, compases 1 y 2. El arpegiado
natural exigido permitirá la diferenciación del canto a partir del segundo tiempo.
Una aplicación del último caso (Milán, fantasía 10, compases 71-72).
En las diferencias del Conde Claros, de Mudarra (compás 9), se evidencia que la
parte media-aguda adquiere relevancia al desarrollar movimiento (1). Nuestro
recurso en estudio propone, para destacar esa parte, aplicar un arpegio de alta
velocidad (2), de dirección general ascendente, que concluya con la nota que nos
interesa subrayar (3).
En un pasaje a dos voces, donde coincide el final de una con el inicio de otra, el
arpegio de alta velocidad permitirá subrayar la presencia de la voz nueva. En el
ejemplo (Canario de Francisco Guerau, compases 25-26) se presenta el caso (1)
es imitado a la octava inferior por (2). Su ejecución se recomienda sea así: la nota
final de (1), re, será tocada piano e inmediatamente después la nota inicial de (2),
fa sostenido, será ejecutada forte (cualquier frase musical, salvo excepciones
justificadas, inicia forte y decrece a piano paulatinamente). De esta manera se le
trasladará la relevancia a la imitación.
Una vez destacada la parte mediante el recurso, esta adquiere inercia (autonomía,
importancia) y no necesita más apoyo.
En (1) aparecen cuatro de los muchos posibles casos a cuatro partes (digitación
de derecha normal); en (2) se presentan dos soluciones a solo inicio de frase, a
cinco partes.
Conclusión