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TRATADO DE REHABILITACION
o
E
o
I Patología y técnicas de intervención,
Fachadas y cubiertas
•r
Organización del Master de Restauración Arquitectónica
Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónicas.
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
Autores
3
Josep M. Adell Argües
Alfonso del Aguila García
Celia Barahona Rodríguez
Manuel Carbonell de Masy
Pedro Galindo García
Soledad García Morales
Félix Lasheras Merino
Javier León Vallejo
Lucio Maire Dorado
José Méndez Martín
Juan Monjo Carrió
a
José M. Quixal
Luis de Villanueva Domínguez
Dirección editorial
Luis M. Glbert Trueba
Coordinación
Rita Bestard Martínez
Colaboración
Begoña Valdés Tamames
Documentación
Rosa Bustamante Montoro
a
1 edición Febrero 1999
a
2 impresión Mayo 2000
E
l Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónicas de la Universidad Politécnica
de Madrid lleva dictando el Curso Master en Restauración Arquitectónica (MRA) sin interrup-
ción desde 1990, compuesto, a su vez, de dos cursos de especialidad, el de Teoría e Historia
de la Restauración y el de Patología y Técnicas de Intervención.
En 1994/95, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid publicó el contenido de este último en una
colección de cuatro tomos titulada Curso de Patología. Conservación y Restauración de Edificios,
hoy prácticamente agotada. Por ello, hemos considerado oportuno la presente publicación, que ac-
tualiza dicha colección y la completa con el curso de Teoría e Historia, por lo que constituye el tex-
to completo del MRA.
En cualquier caso, consideramos importante desde el punto de vista arquitectónico el hecho de es-
tablecer una utilidad (habitabilidad) determinada cuando restauramos un edificio, de tal manera que
nuestra Intervención se oriente a conferirle esa utilidad, además de recuperar todos los valores his-
tóricos y artísticos del mismo. Un edificio restaurado sin uso, es un edificio de difícil mantenimien-
to y, por tanto, condenado a nuevos procesos patológicos que aumentarán su deterioro.
Tengamos presente, pues, en nuestras intervenciones la tríada vitrubiana y hagamos que el edificio
recupere su integridad (Fírmitas), su aspecto (Venustas) y su habitabilidad {Utilitas). En definitiva, RE-
HABILITEMOS el edificio a restaurar.
• • • r a t a n estos dos tomos de analizar los procesos patológicos que sufren los distintos elemen-
tos constructivos de un edificio para proceder a su reparación inmediata mediante una serie
I de técnicas de intervención que deben aplicarse siempre en tres etapas diferenciadas:
- El estudio patológico previo para poder alcanzar un diagnóstico preciso que nos permita cono-
cer, con la mayor exactitud el proceso patológico que afecta al elemento en cuestión.
- La anulación de la causa que provoca el proceso patológico, con el objeto de que no vuelva a
aparecer una vez terminada la intervención.
- La reparación de la lesión que se ha manifestado como síntoma del proceso patológico y que
es, en definitiva, su aspecto más llamativo.
Estas tres fases de la intervención deben seguir siempre las misma secuencia y debemos comple-
tar cada una de ellas con el máximo cuidado y atención al propio edificio y a sus valores históricos
y artísticos.
En la primera, haremos uso de las técnicas de inspección que nos ofrece hoy la ciencia y que nos
permiten conocer el estado del edificio destruyéndolo lo menos posible. Me refiero a las técnicas
ópticas (fotogrametría, termografía, endoscopia, etc.). Otras veces no tendremos más remedio que
recurrir a la toma de muestras y a los ensayos destructivos, o al simple seguimiento ocular o con
aparatos de precisión como los extensómetros y comparadores mecánicos o eléctricos. En cual-
quier caso, no deberemos pasar a la intervención reparadora sin tener un diagnóstico lo más preci-
so posible, al igual que un médico no receta sin estar seguro de la enfermedad, con realización de
todos los análisis y seguimientos previos necesarios.
En la segunda, recurriremos también a las técnicas actuales que nos permita realizar cimentacio-
nes, reforzar elementos estructurales, drenar, impermeabilizar y ventilar cimentaciones y arranques
de muros, mejorar aislamientos de fachadas y cubiertas, etc.. con el objeto de anular el origen de
los procesos patológicos, originados normalmente por errores de diseño y ejecución o, simplemente,
por el paso del tiempo.
En la tercera, por último, actuaremos con sumo cuidado para, por una parte realizar una intervención que per-
mita recuperar la funcionalidad constructiva del elemento lesionado y, por otra, ser respetuosos con la arqui-
tectura del propio edificio, con sus valores históricos y constructivos. Unas veces deberemos recurrir a las téc-
nicas constructivas originales para mantener la imagen inicial tal como preconizaba Viollet le Duc, otras podremos
aportar tecnología y materiales actuales, siempre que no interfiera en el aspecto ni el funcionamiento construc-
tivo del propio edificio o elemento, otras, por fin, no tendremos más remedio que demoler, haciendo caso omi-
so a las exigencias del arqueólogo Ruskin, para después reponer, si cabe, con materiales originales o moder-
nos, conservando la imagen original o aportando soluciones técnicas y formales contemporáneas, que permanezcan
como hitos históricos de la evolución arquitectónica del propio edificio y faciliten así su lectura sincera en tiem-
pos venideros.
Para alcanzar todas esas etapas, el texto se ha dividido en dos tomos, uno referido básicamente a elementos
o
estructurales (el 3 .), tanto de obras de fábrica, más antiguas, como a estructuras ortogonales y reticulares de
madera, hormigón y acero que, aún siendo más próximas en la historia, tienen también su tradición y, en mu-
o
chos casos, su valor histórico y artístico. El otro (el 4 .) referido a elementos de cerramiento y acabados, es de-
cir, fachadas, cubiertas y acabados en general, Incluso elementos decorativos. En cada uno de ellos, los distin-
tos tipos o materiales disponen de un capítulo específico que analiza las tres etapas antedichas para cada caso.
Comoquiera que son diversos los autores de los distintos capítulos, resulta inevitable la repetición de concep-
tos básicos y de soluciones técnicas para la intervención. A veces la repetición es coincldente y otras es con-
tradictoria, lo que podrá sorprender al lector. A pesar de ello y en aras de la diversidad, hemos preferido mante-
ner esas repeticiones e, incluso, contradicciones, en la confianza de que el técnico que consulte el texto obtenga
sus propias conclusiones.
Indice
Presentación
Juan Monjo Carrió 7
Introducción
Juan Monjo Carrió 9
I. HUMEDADES Y SU TRATAMIENTO
4. Humedades en fachadas
Juan Monjo Carrió 55
2. Aleros y cornisas
Juan Monjo Carrió 341
Humedades y su tratamiento
capituíc I. Humedades y su tratamiento
16
c d
1. Haloclastia. 2. Haloclastia.
do en humedad normal para un determinado material. dos como productos metabóllcos por los seres vivos.
Cualquier contenido que supere dicho valor estará in- Son frecuentes en terrenos que contienen materia or-
dicando la existencia de un foco de humedad (sea en gánica.
forma de vapor, sea en forma líquida), y, por lo tanto, Las sales penetran en los materiales vehiculadas
una patología. por el agua, y al evaporar ésta, quedan retenidas en
Cuando en un local se aumenta la humedad rela- los poros. Pueden dar origen a dos tipos de lesiones.
tiva, los materiales de los revestimientos, mobiliario, La primera se denomina haloclastia, y es el deterioro
etc.. empiezan a adsorber vapor, y cuando el ambiente por arenización, que se produce cuando la red poro-
se seca, lo ceden, actuando así como reguladores en sa no resiste las tensiones que se originan en ella al
estos intercambios, y contribuyendo al confort. En una crecer los cristales de las sales (Fig. 1 y 2). Los mate-
habitación donde los materiales tienen poca capaci- riales se disgregan, presentándose pulverulencias, pér-
dad de intercambio, el control ambiental debe ser. por didas de masa, abombamientos, etc.
lo tanto, más delicado. La otra forma de lesión es la condensación por hi-
La humedad de equilibrio de un material puede groscopicidad. Los materiales que contienen estas sa-
verse modificada por la presencia de sales higroscó- les, al aumentar la humedad relativa, empiezan a ad-
picas en sus poros. Estas sales son sustancias con sorber vapor de agua ambiental, a veces en tanta
gran capacidad de adsorción, que modifican el com- cantidad, que se produce condensación en los poros,
portamiento hídrico de un elemento constructivo, ha- y el material se presenta mojado, y en algunos casos,
ciéndolo ávido de agua (en forma vapor o líquida). saturado de agua, sin que exista fuente alguna de agua
El origen de las sales es muy variado. Pueden pro- en forma líquida. Esta sintomatología es causa de fal-
ceuer aei aeienoro ae las rocas, ae ios moneros, u 505 aiagnostiGos \nq. •Ó).
otros materiales: también pueden depositarse como
productos de reacción debidos al deterioro Difusión de vapor
de los materiales por la contaminación, o ser origina- Es el transporte de vapor a través de un elemen-
capítulo '•- Humedades y su tratamiento
to poroso, que separa dos ambientes con distintas medidas no son soluciones a un problema, sino un
presiones de vapor. Se produce un flujo de vapor de modo de ocultar los síntomas.
agua, en función de la permeabilidad del material, del
espesor de éste, y del gradiente de presiones a uno y Convección
otro lado. El aire es una mezcla de gases, de la que forma
Hasta la aparición de los materiales plásticos, el parte el vapor. Se denomina convección al transpor-
edificio siempre ha sido permeable al vapor de agua. te de moléculas de vapor de agua en el aire en movi-
La capacidad de difundir el vapor, unida a la adsor- miento (ventilación), y éste es el modo natural de eva-
ción y desorción del mismo, al variar las condiciones cuación de la humedad de los locales, y el más eficaz.
ambientales, es lo que hoy en día se viene denomi- No se trata en este capítulo de desarrollar toda la
nando respiración de los paramentos, y esta propie- teoría de ventilación, pero sí conviene recordar que
dad era un factor considerado jal menos de forma im- este apartado es uno de los más importantes a tener
plícita) en cuanto al confort. Si se modifica la respiración en cuenta a la hora de estudiar el comportamiento hi-
del cerramiento del edificio, se requiere reconsiderar grotérmico del edificio y sus materiales. El grado de
el diseño del acondicionamiento ambiental, para que humedad del aire exterior, y la producción de vapor
sea capaz de asumir esta función. interna en el edificio, determinarán el caudal de aire
de renovación necesario para asegurar el correcto
Evaporación equilibrio producción-eliminación. Este cálculo ha de
El agua abandona los materiales principalmente por completarse con un régimen de ventilación correcto,
evaporación, denominándose así al cambio de esta- pues no siempre la ventilación es beneficiosa. En cli-
do por el que el agua, a temperatura ambiente, pasa mas húmedos, por ejemplo, se producen con bastante
de líquido a vapor. El agua evapora siempre en su- frecuencia situaciones de aire cálido y húmedo que
perficie, debido a la diferencia de presiones de vapor entra en contacto con paramentos fríos del edificio;
que existe entre una primera lámina de aire en con- dando lugar a condensación, por la Inercia térmica de
tacto con el líquido (lámina saturada de vapor), y la los mismos. En estas situaciones, lo más correcto es
masa de aire más alejada, que tiene menor grado de precisamente no ventilar, esperando a momentos más
saturación. De esta forma, las moléculas de vapor sal- secos.
tan desde la superficie al aire, y se difunden por él ha-
cia zonas menos saturadas, siendo reemplazadas por Absorción de agua en forma líquida.
nuevas moléculas del líquido.
Se produce la absorción, cuando el agua penetra
En un cuerpo poroso mojado, la superficie del lí- en el material por efecto de cierta presión positiva
quido no tiene por qué coincidir con la superficie ex- (puede ser su propio peso, en caso de embolsamien-
terna y visible de dicho material. Esto es así porque to, o efecto de la presión hidráulica, o incluso efecto
el agua en estado líquido puede llegar sólo hasta de la fuerza del par agua-viento en el caso de la lluvia
cierto nivel, que es el que aparece visiblemente mo- que bate un cerramiento).
jado. En ese punto se produce una superficie agua-
aire, interior a los poros, que es el frente donde el
agua evapora ( y que denominaremos frente húme-
do). Es decir: el agua no evapora sólo en la superfi-
cie exterior del cuerpo, sino en su interior. Por esta
razón, los fenómenos asociados a la evaporación
pueden producirse en el interior de la masa del cuer-
po (por ejemplo, la cristalización de sales y el consi-
guiente deterioro).
Cuando el frente húmedo coincide con la superfi-
cie externa del material, la mancha húmeda se apre-
cia externamente. A veces, se intenta disimular esta
mancha, recubriendo el material con otro que sea más
poroso, y que deje el frente húmedo detrás del para-
mento visto, ocultándolo, pero sin disminuir la eva-
poración. Este es el funcionamiento de las cámaras
bufas, de los tabiques trasdosados, o de los llamados
revocos tipo draining. Es evidente que este tipo de 3. Condensación por mgroscopicidad.
capitulo I Humedades y su tratamiento
• Respecto al terreno, se contaba con que el mu- • El deterioro de cubiertas, que da origen a filtra-
ro era capaz de evaporar ciertas cantidades de agua, ciones, a veces Importantes, de agua de lluvia en los
permaneciendo sometido a flujos de evaporación o edificios. Dentro de este apartado es especialmente
desecación. Para la ubicación de los edificios se pro- grave el caso de los edificios que han permanecido
curaba elegir terrenos lejos del nivel freático, y se des- largo tiempo en ruinas (Fig. 10). En muchos de ellos
viaban o canalizaban las corrientes subterráneas que la cimentación es de zanja corrida, y el agua se pue-
aparecieran durante la excavación. La humedad resi- de haber embolsado como en una piscina, filtrándo-
dual en el suelo, y la lluvia, eran evaporadas a través se muy lentamente a través de los muros. Como sue-
del terreno mismo, o del muro. En ocasiones se ace- le coincidir que los escombros de cubierta se
leraba este proceso creando cámaras ventiladas ba- amontonan en el suelo y junto a los muros, el agua ac-
jo las plantas habitables (cuevas, criptas), cuyo efec- cede a zonas anormalmente altas.
to era disipar el agua en un nivel inferior a la planta
• Un problema asociado a los anteriores es el de
baja. A su vez, la evaporación refrescaba los muros
la presencia de sales higroscópicas en los muros. El
de las cuevas, sirviendo de acondicionamiento natu-
muro afectado por este hecho, resulta excesivamen-
ral en épocas calurosas.
te sensible al agua, tanto en forma de vapor como en
A la hora de estudiar un edificio de este tipo, es estado líquido. A veces aparecen manchas húmedas
necesario considerar, por lo tanto, que fue concebido de varios metros de altura, que parecen de capllari-
como permeable, y que su comportamiento natural dad ascendente, y son en realidad producto de una
consiste en absorber una pequeña cantidad de agua, condensación producida en el muro por la hlgrosco-
para evaporarla después. picidad de los materiales. Esta patología es la más di-
Cuando se olvida este principio, se hace difícil in- fícil de reconocer en la práctica, porque aparece en-
terpretar de modo global la oportunidad de una inter- mascarada, y la hemos denominado humedad de
vención que modifique dicho equilibrio hídrico. Puede condensación higroscópica.
ocurrir que se impermeabilice excesivamente la su-
perficie de evaporación del muro, o que se impida el
Modificaciones del edificio o de su entorno
correcto funcionamiento de una cámara de aireación.
Normalmente, durante la vida de un edificio que
se mantiene en uso, se han producido modificaciones
en él, a veces tan importantes que cambian su com-
5. Patología de humedades de edificios
portamiento estructural, espacial, higrotérmico, etc.
permeables
Si en estos casos se han tenido en cuenta todos los
¿Cuándo comienza a ser patológico el compota- factores implicados, el resultado será un nuevo siste-
miento hídrico de un edificio de estas características? ma de equilibrio, diferente del original.
Sin ánimo de agotar el tema, se pueden agrupar las Se puede poner el ejemplo de las calles de reciente
causas en dos grandes apartados: pavimentación en torno a un edificio. Esta actuación
1- Humedades debidas al deterioro de los mate- ha alterado el equilibrio terreno-edificio, y ello obliga
riales o fábricas originales. a replantear el comportamiento de este último. Es po-
2 - Modificaciones del edificio o de su entorno, sible que se necesite establecer un drenaje perimetral
que rompen el equilibrio higrotérmico. o una cámara de aireación que cumplan las funciones
que antes realizaba el terreno. A su vez, el zócalo del
Deterioro de materiales o fábricas originales edificio posiblemente reciba ahora mayores caudales
Existen muchas posibles causas englobadas en es- de agua de escorrentía superficial, por lo que se ha-
te apartado. Algunos ejemplos son: ce preciso estudiar la aptitud del mismo para esta nue-
• El aumento de la permeabilidad de los muros va función
por deterioro de juntas, por grietas, por pérdida de re- Si al reformarse cualquier elemento no se ha teni-
vocos, etc. Podría darse también si el material hubie- do la precaución de analizar todos los factores, se
ra sufrido una disolución que aumentara su porosidad pueden originar incompatibilidades entre los elemen-
original. tos antiguos y los añadidos. Dichas incompatibilida-
El frente húmedo alcanzará un espesor anormal- des pueden ser constructivas, químicas, funcionales,
mente grande, apareciendo el agua dentro del recin- etc. Si en el ya comentado caso de la pavimentación,
no se ha revisado el estado de las redes urbanas, es
to. Como además los muros tienen huecos en su in-
probable que se produzcan fugas de agua bajo las ca-
terior si éstos son alcanzados por el agua, es fácil que
lles, que ahora no pueden evaporar a través de los
se embolse en ellos y quede retenida, a veces duran-
nuevos pavimentos. Buscando camino, el agua re-
te largo tiempo.
capitulo I. Humedades y su tratamiento
24 7. Abacos
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humedad relativa (*] presión MM en cu se agua
humedad relativa (Vi presten hidrosl en cm d
1. Mortero de cal. Dosificación a/m = 0,23 2. Mortero de cal. Dosificación a/m = 0,23
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T = 15 °C Contaminación: Na C l T* = 15 °C
adsorción de agua vapor itsoicion de agua «cuida adsorción de agua vapor aosoicion de agua iguida
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13. Escayola. Dosificación a/y = 0,65 14. Mortero de Cemento Portland. Dosificación a/m = 0,75
T- = 1 5 C 0
T*=15°C
aosorcnn de agua vapor i absorción de agua -iqutda adsorción de agua «por aosorcion de agua ¡guida
torteros cemento ..i wrteroscíOíolo torteros emule
10 —
I 0 L -
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IO
0 5 10 15 20 25 30
uteoad relativa >.¡ presión encaje agua naedas rnauva N
desunen cade agua
15. Mortero de Cemento PorlanO. Dosificación a/m - 0,35 16 Mortero de Cemento Porland. Dosificación a/m _ 0.114
T* = 15 "C T*= 15 C U
capitulo I. Humedades y su tratamiento
29
Félix L a s h e r a s M e r i n o
Dr. Arquitecto
Profesor titular E.T.S.A. - U.P.M.
ejemplo patios y aceras) como de las redes de con- plementaria a las medidas anteriores, hay que facili-
ducción (por ejemplo la de saneamiento). Aunque hay tar la evaporación, secado, o paso del agua al am-
excepciones, en general las soluciones, según las fuen- biente interior". Se puede forzar el intercambio de hu-
tes de humedad, suelen plantear dos tipos de actua- medad con dos grupos de medidas:
ciones: - Actuando sobre los elementos de construcción,
- Evitar, desde el exterior, la presencia de agua por ejemplo incrementando la superficie de secado,
liquida, y o reduciendo su sección.
- Evitar, desde el interior, la presencia excesiva - Actuando sobre el ambiente, hasta conseguir un
de vapor. incremento suficiente en su capacidad de absorción
Lo segundo, si el agua no se puede evitar, o com- y transporte de agua.
plementariamente a las medidas tomadas según el Y por último, si no podemos actuar sobre las cau-
punto anterior, es impedir el contacto del agua con sas, podemos:
las partes enterradas del edificio, por ejemplo colo- - Asumir las consecuencias de la presencia de hu-
cando barreras impermeables. En este caso es muy medad.
importante garantizar la estanquidad del edificio y la - O actuar sobre los síntomas; la opción en este
inexistencia de trampas y puentes de humedad. Por caso, que no es ninguna solución, es ocultar la hu-
la problemática particular de los muros de sótano, medad, aunque seguramente el agua reaparecerá en
agruparemos los problemas de contacto del agua en otro sitio, trasladando en el espacio, y/o en el tiempo,
tres opciones: el problema'.
- Contacto puntual, en general causado por fa- En cualquier caso, y ante la imposibilidad de so-
llos de la impermeabilización o defectos locales. lucionar un problema, es importante meditar sobre la
conveniencia de no hacer nada antes que abordar tra-
- Contacto lineal por grietas o juntas del edificio,
tamientos que, en el mejor de los casos, pueden re-
como son las constructivas, de hormigonado, de di-
sultar costosos e Ineficaces; a veces también el tiem-
latación, de separación con edificios colindantes, etc.
po soluciona, o mitiga, algunas situaciones.
- Contacto superficial por defecto (o ausencia) de
impermeabilización. Para este caso existen dos tipos
1.4 Consideraciones prácticas
de barreras:
• Verticales y perimetrales al edificio. En la práctica habitual la mayoría de las solucio-
3
• Horizontales bajo soleras . nes que se adoptan pueden ser parcialmente redun-
Lo tercero, si lo anterior no es posible, o bien en dantes, de tipo mixto o múltiple, actuando por varios
forma complementaria, es impedir el movimiento y caminos a la vez, buscando así mayor seguridad en
flujo del agua por el interior de los materiales y ele- la solución del problema. Cualquier solución debe
mentos constructivos, con lo que indirectamente se adaptarse a las características mecánicas y a la per-
evitará, al menos parcialmente, la absorción de hu- meabilidad y humedad del terreno, debiéndose pre-
medad. Las soluciones típicas para ésto actúan en ver que estas condiciones puedan verse alteradas en
dos frentes: el futuro.
- Actuación en la masa interna de los elementos Algunas soluciones, por ser de tipo mixto, enca-
constructivos porosos, con impermeabilización en ma- jan con dificultad en la clasificación anterior aunque
sa, hidrofugación de la superficie interna de los poros en cualquier caso, y a nivel conceptual, es útil identi-
u obturación de éstos. ficar la línea de actuación de las soluciones alternati-
- Colocación o creación de barreras físicas en el vas que se puedan plantear en una situación real, con
interior de los elementos afectados, como barreras de la finalidad de poder evaluar mejor sus posibilidades
corte capilar o similares. de éxito o fracaso. En cualquier caso, los mejores tra-
En cuarto lugar, si no se puede evitar la presen- tamientos son siempre los preventivos adoptados du-
cia de humedad en los materiales, o en forma com- rante la construcción del edificio.
grupo de soluciones. Estas cámaras suelen quedar bida al vapor producido por personas e instalaciones
tapadas superiormente, pero disponen de algún sis- y provocan humedades de condensación, una vez
tema de ventilación natural o forzada e, incluso, de descartada la fuga de las instalaciones, se pueden
climatización. Para ser efectivas deben llegar hasta el adoptar soluciones como las siguientes:
nivel de la cimentación y sobrepasar ligeramente el - Extracción del vapor (del aire), pues normal-
del terreno, y en zonas muy húmedas o frías deben mente no podemos impedir" su producción. Aunque
disponer de un sistema de evacuación de agua. Debe se puede condensar con aparatos para este fin, in-
asegurarse la ventilación de la cámara laminar resul- cluidos o no en instalaciones de acondicionamiento,
tante, así como la ausencia de puentes de humedad lo más fácil suele ser colocar un sistema de ventila-
y de penetración de agua en ésta, bien sea por sub- ción natural o mecánica que garantice la evacuación
presión o desde la superficie, de ser factible esta so- directa del vapor que se produzca. En el mercado exis-
lución también suele serlo, complementariamente, im- ten muchos productos como ventiladores, conduc-
permeabilizar la cara externa del muro enterrado tos, rejillas, etc., utilizables con esta finalidad.
mediante alguna solución del tipo que veremos en el
- La deshumidificación en obra del aire interior
grupo siguiente. Pueden utilizarse placas prefabrica-
puede hacerse con aparatos específicos que con-
das con una disposición tal que permitan el escurri-
densan el agua del aire, desaguando de forma auto-
miento y evacuación del agua por sus caras, y la for-
mática o manual, o con productos que, como la cal,
mación de una cámara ventilada. También es posible
el yeso, el cloruro calcico, el gel de sílice o sales hi-
disponerlas en horizontal, separando el suelo del só-
tano del terreno natural. groscópicas comerciales, absorben la humedad, aun-
que estas soluciones sólo pueden considerarse co-
• A veces es posible construir pozos sumidero. mo ocasionales o temporales.
En edificios exentos sobre terrenos muy anegados, y - Por otro lado también es posible que los ce-
situados sobre una capa impermeable, se pueden per- rramientos de un sótano estén cargados de sales hi-
forar pozos que atraviesen esta capa (si su espesor groscópicas que, por adsorción de la humedad del
no es muy grande) y. como sumideros, desagüen ha-
aire, provocan humedades de condensación; en és-
cia capas inferiores más permeables; los pozos se re-
te caso, la desalación y limpieza de los muros evi-
llenan con grava gruesa para evitar su desmorona-
ta la formación de nuevas humedades. El procedi-
miento sin perder permeabilidad. Los pozos sobre
miento, que también puede/equerir la limpieza
capas impermeables actúan como pozos drenantes,
biológica, suele hacerse con compresas de arcillas
que pueden desaguarse con bombas sumergidas. Ei
número, posición y tamaño de estos pozos depende absorbentes o con productos como los que se citan
de las características del terreno. más adelante.
para lo que hay que aislar y proteger al edificio me- expanden en contacto con el agua, y poliuretano in-
diante la colocación de barreras impermeables, sin ol- yectable y expandible, aunque también se pueden in-
vidar que al impermeabilizar el agua se acumulará jun- tentar utilizar, por su rápido fraguado, una mezcla de
to a la ba/rera, y generalmente se necesitará una vía cementos portland (con contenido mínimo de adicio-
de evacuación, es decir de drenaje. Si el agua viene nes) y aluminoso (tipos CEM-I y CAC) en proporción
del terreno, la barrera, necesariamente, ha de situar- deducida de pruebas previas.
se en la superficie exterior del elemento constructivo;
- En el caso de taladros para el paso de instala-
puede colocarse pegada, o adherida al soporte, o se-
ciones, con holguras entre tuberías y elementos de fá-
parada de forma que exista una pequeña cámara ven-
brica, la solución consiste en colocar un pasatubos y
tilada, en una solución muy cercana, cuando no coin-
retacar y sellar el espacio entre éste y la tubería con
cidente, con la de la cámara bufa exterior ya planteada
material elástico o, mejor, inyectando poliuretano o in-
en el anterior apartado. La barrera exterior que prote-
ja al edificio del contacto con el agua, y al contrario troduciendo algún producto que expanda con la hu-
que las soluciones que se emplean por encima del ni- medad, como las juntas de elastómeros expandióles
vel del terreno, no debe permitir tampoco el paso del o de bentonita sódica.
vapor, pues la aireación de la cara externa de un mu- Para realizar barreras lineales para grietas y jun-
ro enterrado es mínima. tas los tratamientos son diferentes según las vías que
se intenten obturar, y su previsible movilidad, aunque
Las obturaciones puntuales corresponden, ge- en caso de duda hay que tener en cuenta que una
neralmente, a defectos de construcción muy locali- grieta, una vez producida, siempre actúa como junta
zados en zonas de pequeña superficie, como son los de dilatación y constructiva, manifestando los movi-
huecos dejados por los latiguillos de los encofrados, mientos del edificio. En cualquier caso, y salvo que la
pasos de instalaciones, coqueras, etc. En muros en- compacidad del resto del cerramiento garantice su
terrados en zonas húmedas el agua suele penetrar
impermeabilidad, la actuación siempre debe abordarse
empujada por presión hidrostática, aunque también
desde el exterior. Si la impermeabilización existe y se
puede darse el caso contrario, es decir que el agua
ha roto, reparándola después de haber sellado la grie-
salga, por ejemplo en depósitos o piscinas. En es-
ta; si la abertura es demasiado profunda se colocará
tos casos, y si la compacidad del resto del cerra-
un fondo de junta que permita que la profundidad del
miento es suficiente, se utilizan desde el Interior se-
nadores minerales rápidos basados en cementos sellado sea del orden de la mitad de su anchura (fi-
modificados, aluminosos o clinkersin yeso. Obturada gura 6), pues en caso contrario la dificultad del relle-
la vía de penetración, hay que garantizar su estabi- no podría provocar la rotura adhesiva del sellado, mien-
lidad en el tiempo y, obviamente, intentar eliminar la tras que si el sellado es muy delgado se podría provocar
fuente del agua. su rotura cohesiva; como fondo de junta también pue-
den utilizarse cordones elastoméricos expandibles con
- En el mercado, casi todas las firmas comercia- la humedad (por ejemplo de caucho-butilo con ben-
les de productos químicos para la construcción tie- tonita). El material de sellado, preferiblemente bitumi-
nen productos destinados a este fin (figura 5), exis- noso o silicona sin disolventes y de reacción básica o
tiendo cartuchos de bentonita sódica (Volclay) que se
neutra, nunca debe adherirse al fondo de junta.
- Para aberturas en las que se prevean gran mo-
vilidad, se utilizan senadores plásticos, de tipo acríli-
co, o mejor elastoméricos, de tipo silicona, poliureta-
no o polisulfuro (thiokol), capaces de seguir los
previsibles movimientos de los bordes y mantener la
adherencia. Hay que tener en cuenta que los sellado-
res plásticos se comprimen y expanden con la junta,
sin solicitar a sus bordes, aunque suelen rigidizarse
con el tiempo, mientras que los elastómeros siempre
intentan volver a su forma inicial lo que, si retrae el
material o se abre la junta puede provocar su despe-
gue, aunque en el caso de obras enterradas los mo
vimientos térmicos suelen ser mínimos. Existen gran
cantidad de productos comerciales, pudiéndose uti-
lizar también algunos de los citados para el caso an-
6. Barrera lineal para gnetas y lisuras.
terior; los más interesantes son las juntas expandibles
Tema 2. Humedades en ooras entenadas
como Expandite o inyecciones de poliuretanos espu- Para las barreras verticales, siempre bajo rasan-
mables. te, se usan elementos en forma de láminas y placas,
- Las fisuras en las que se prevea poca movili- y otras en forma de mortero, pasta o líquido que pro-
dad, si tienen que transmitir esfuerzos mecánicos, y porcionan una protección sin juntas: Es conveniente
garantizar la continuidad del elemento constructivo, completar cualquiera de las soluciones con una cuña
se intenta su cosido rellenándolas con mortero o re- de grava o con un recubrimiento drenante adosado al
sina epoxi; si no trabajan mecánicamente se pueden muro, que formando una hoja externa permeable al
enmascarar simplemente con el recubrimiento im- agua, facilita el escurrimiento y evacuación del agua,
permeable, aunque conviene colocar una venda de a la vez que protege mecánicamente a la lámina im-
tejido metálico, de fibra de vidrio o de plástico que permeable del contacto directo con el terreno (figuras
cosa sus bordes. Como soluciones comerciales pa- 7 y 8).
ra este caso podemos citar las bandas de cosido de • Los elementos discontinuos se deben colocar
tejidos de fibra de vidrio, morteros y resinas para in- en capas solapadas a favor de la evacuación del agua,
yección epoxídicas, que también actúan como ad- como mínimo 10-30cm de solape vertical y 30cm en
hesivos. el horizontal. Aunque suelen colocarse adheridas al
Las barreras superficiales, en la estrategia que cerramiento soporte, existen soluciones autoportan-
estamos estudiando y que pretende evitar el con- tes que pueden colocarse simplemente en contacto
tacto del agua con los elementos constructivos, se con él. La mayoría de las soluciones utilizan produc-
colocan por el exterior del edificio, para lo que hay tos impermeabilizantes similares a los usados en cu-
que acceder al mismo haciendo la correspondiente biertas horizontales. Básicamente disponemos de los
excavación, por lo que también suele ser posible ins- siguientes grupos de materiales:
talar complementariamente una red de drenaje y eva- • Los bituminosos, que suelen adherirse al so-
cuación del agua liquida. Estas barreras tienen la ven- porte, excepto las placas onduladas de fibrobetún.
taja de apoyarse en el cerramiento en el sentido de que son autoportantes. Las láminas más adecuadas
la presión de agua, por lo que el sistema de fijación son las betún elastomérico (con SBS)', de 3-4kg/m . ;
no necesita ser muy riguroso, l a s barreras superfi- armadas con film de polietileno o con fieltro de po-
ciales destinadas a evitar las humedades del sub- liéster, pues son las más capaces ae absorber los mo-
suelo pueden ser de dos tipos: verticales y horizon- vimientos del muro soporte; los fieltros de poliéster
tales: tienen meior resistencia al punzonamiento. desgarre
capitulo I Humedades y su tratamiento
38
aplicación de estas técnicas debe encomendarse a tal, se coloca una doble fila de taladros. La humedad
casas especializadas que garanticen los resultados. del muro, que no su saturación, facilita la dispersión
Para la obturación o hidrofugación de la red po- o difusión de los productos, que suelen ser resinas,
rosa de los materiales se emplean silicatos y/o resinas por lo que a veces puede ser aconsejable un secado
plásticas de diversos tipos (epoxídicas, látex, poliure- previo con alguno de los procedimientos indicados
tanos, siliconas o de poliéster), cales, cementos os- más adelante. Hecha la aplicación, los taladros se ob-
móticos, y otros productos capaces de endurecer por turan con resina o mortero hidrofugado y el revesti-
fraguado, mineralización o polimerización, y que son miento final del paramento se ejecuta de forma que
introducidos en los poros de los materiales por apli- no puentee la humedad, por ejemplo sobre una im-
cación superficial o mediante taladros de inyección he- primación impermeable. La aplicación suele hacerse
por alguno de estos sistemas:
chos al efecto, difundiéndose por presión y/o por ca-
pilaridad. Algunos de estos materiales también - Inyección bajo presión: tiene la desventaja
contribuyen a la consolidación física y mecánica de de conducir al líquido inyectado por los caminos más
materiales deteriorados, y aunque, en general, no sir- fáciles, por lo que si el material es muy heterogéneo
ven para obturar grietas, pueden cerrar fisuras. Los es difícil garantizar un reparto uniforme (figura 10).
productos suelen presentarse en disolución, que tie- El cerramiento debe estar suficientemente seco pa-
ne mayor poder de penetración que en emulsión que, ra que el volumen de la inyección pueda penetrar
además, introduce más agua en el muro; no deben re- por compresión del aire de los poros mejor que por
traer al endurecer y, si cabe, deberían tener una lige- desplazamiento del agua, que requeriría mayor pre-
rísima expansión que permitiera la obturación perfec- sión. Suele comenzarse a presiones del orden de
1atm para terminarse a 3-6atm mantenidas duran-
ta, aunque sin provocar presiones disruptivas en el
te unos 10-15min, para no provocar la ruptura del
material", también la presión de inyección debe evitar
material. Se utilizan unas boquillas especiales colo-
esta posibilidad. El prepoliuretano, por ejemplo, se ex-
cadas en unos orificios taladrados al efecto, que im-
pande al entrar en contacto el isocianato con el agua.
piden el retorno del producto, y que pueden dejar-
En los muros de sótano debe colocarse una barrera
se durante algún tiempo para volver a hacer nuevas
horizontal, a un nivel más alto que el del terreno, pa- inyecciones si fueran necesarias. Los consumos me-
ra permitir el secado del muro. Además, se garanti- dios, aunque muy variables según porosidad y es-
zará la penetración del producto, evitando que forme tado del muro, pueden estimarse en unos 200-
la capa impermeable únicamente en la superficie pues 250g/m.cm, o del orden del 25-30% del volumen de
favorecería la reaparición del agua a un nivel superior; la zona tratada.
como los muros suelen ser heterogéneos, y el producto
introducido siempre buscara los caminos más fáciles, Transfusión por difusión lenta, los depósitoo
es posible que quede alguna zona mal impregnada, del producto se sitúan entre el nivel del suelo y el al-
por lo que si el muro presenta grietas u oquedades canzado por el agua en el muro, lo que garantiza la in-
deberá consolidarse previamente. Si la fábrica es muy troducción capilar del producto, pues su presión es
irregular, y no es posible conseguir una línea horizon- mayor que la del agua del terreno, que está a menor
nivel (figura 11). La aplicación dura los dias necesa- Otra opción son las barreras electrofísicas que,
rios para garantizar la correcta penetración del pro- aunque se usan especialmente para formar barreras
ducto; los muros de hasta 40cm se suelen tratar por horizontales, podrían utilizarse para barreras verti-
una cara, y los de mayor espesor por las dos, si es cales, aunque con mayor coste y complejidad (figu-
posible el acceso a la cara exterior. Los taladros se in- ra 12). En estas soluciones se utiliza el fenómeno de
clinan hacia el interior del cerramiento, mejorando la la osmosis" para forzar el secado del edificio, invir-
penetración del producto. En general se perforan unos tiendo el sentido del flujo natural del agua, de forma
taladros de 10-15mm de diámetro separados entre sí que se obliga al terreno a absorber la humedad del
otros 10-15cm, preferentemente en las juntas de mor- muro, lo que se logra mediante la colocación de elec-
tero, introduciendo el producto desde los extremos
trodos catódicos (negativos) en el terreno y anódicos
del muro hacia su centro. Otra posibilidad es hacer ta-
(positivos) en el muro, por ejemplo de cobre y de hie-
ladros algo más grandes, en los que se introducen ci-
rro, para que, siendo menos electronegativo el se-
lindros de resina congelada que, al fundirse, pene-
gundo, actúe como cátodo. La separación y profun-
tra por capilaridad en los muros. Los cementos
didad de las picas catódicas depende del potencial
osmóticos son productos minerales de finísima gra-
eléctrico existente (suele estar en valores de 10-
nulometría, tal que son capaces de penetrar en los
materiales por capilaridad, y se suministran por Chembo 500mV). La electro-osmosis instalada, antiguamen-
PC (P. Cox), Cryvet srl y Cemeseal de Water-Stop. te activa y que necesitaba una conexión permanen-
- Otra posibilidad, aunque más teórica que real, molecularmente al agua interna del muro, favorecien-
es la reducción de la sección absorbente, lo que, si do su vaporización y eliminación, aunque son más ex-
se mantiene la superficie de secado, disminuye la can- perimentales y menos comercializados.
tidad de agua en el interior del muro, por lo que baja Otro grupo de tratamientos es el que busca au-
la altura del agua capilar. Es una solución de difícil mento de la capacidad humídica del aire climati-
aplicación práctica, en la que el coste difícilmente jus- zando el ambiente, de forma que se incrementan sus
tifica la pobreza de resultados; casi nunca es posible posibilidades de captación y eliminación de humedad.
reducir tanto el espesor de un muro como para que Las vías de actuación pueden ser directas sobre la hu-
este efecto sea considerable, aunque podría plan- medad e indirectas sobre la temperatura del aire, y su
tearse la sustitución parcial del espesor del muro con velocidad. Como regla general nunca deben usarse
otro material más impermeable, por ejemplo ladrillos estufas de butano, o similares, por la gran producción
o bloques de gres, o de hormigón compacto, en cu- de agua que implica la combustión de los GLP. Las
yo caso estaríamos muy cerca de la introducción de soluciones, en este caso, utilizan una o más de los si-
una barrera física. guientes procedimientos:
- Los sifones atmosféricos o de aireación au- - La deshumidificación directa del aire puede
mentan la ventilación del muro al ser colocados en su realizarse con los mismos sistemas que se citaron en
interior. Los resultados son diversos y, en cualquier el primer grupo de soluciones, al tratar la extracción
caso, han de completarse con un buen control am- del vapor.
biental apoyado en una ventilación garantizada. Los - La sustitución natural o artificial del aire (húme-
sifones Knapen son tubos de cerámica porosa que do) mediante ventilación, y su renovación con aire
atrae la humedad y la cede por evaporación al aire cir- exterior (más seco) también contribuye a reducir, in-
cundante (figura 16). Su diámetro interior es de unos directamente, la humedad del muro. Esta solución es,
3cm y la longitud es de unos 10-50cm, para ajustar- en definitiva, la única que permite secar los edificios,
se al espesor del muro, puesto que el sifón debe cu- siendo mejor recurrir a la ventilación natural forzada o
brir entre el 50-75% del grueso de la fábrica. Una va- a la mecánica controlada. Un caso particular es la uti-
riante son los sifones Raem, que incluyen unos lización de corrientes de aire rasantes sobre el para-
electrodos de cobre unidos a una masa de plomo, que mento.
pretende incorporar el fenómeno de la electro-osmo- - La climatización o calefacción del ambiente
sis pasiva al de sifonamiento aéreo (figura 17). En am- interior, generalmente incluyendo a una o más de las
bos casos se colocan unos tres sifones por metro li- soluciones anteriores, es otra de las soluciones que
neal de muro, inclinados hacia el exterior para producir contribuye a mejorar las condiciones de humedad
el efecto de sifonaje. Sin embargo, la falta de seguri- de los muros, especialmente si éstas no son dema-
dad en los resultados, y el desagradable efecto esté- siado graves.
tico que resulta de su colocación, han hecho que se
dude de su utilización. Otro inconveniente es que for- 2.5 Técnicas que ocultan la presencia del agua
man puentes térmicos en la parte trasera del tubo, y
que pueden incrementar el flujo de agua que ascien- Finalmente, si ninguna de las posibilidades ante-
de, lo que acaba provocando una mayor presencia de riores puede llevarse a cabo, se puede actuar desde
sales arrastradas, y si su efecto es dudoso en muros el interior del edificio sobre los síntomas; no se elimi-
aéreos, lo es bastante más en los enterrados, donde nan las causas, sino que se camuflan las manifesta-
además debería cubrir toda su superficie, con nota- ciones de la humedad, por lo que no son recomen-
bles incrementos del coste y del deterioro estético. dables, aunque puedan ser el parche más viable. Las
- Otra forma de mejorar la evaporación es la ca- opciones más utilizadas son la impermeabilización del
lefacción directa del muro mediante la inserción de paramento y su doblado interior; en ambas hay que
resistencias eléctricas o de cables calefactores a me- tener en cuenta que actúan en sentido contrario al gru-
dia o baja temperatura, por radiación infrarroja o por po de soluciones anterior, es decir que dificultan, cuan-
una corriente directa de aire caliente; en cualquier ca- do no impiden, la evaporación del agua, razón de más
so, lo que se pretende es aumentar la temperatura su- para limitar su utilización a casos excepcionales y en
perficial del muro y, en consecuencia, la velocidad de los que pueda asegurarse que la permanencia de la
vaporización de su humedad, a la vez que se evacúa humedad no va a provocar más daños, como corro-
el aire húmedo. Existen otras posibilidades de seca- siones, crioclastias, eflorescencias, etc. Asimismo de-
do electrónico, como ios basados en microondas, ul- be estudiarse con detalle su resistencia a la presión
trasonidos u otros fenómenos electrónicos que agiten del vapor y. en su caso, a la presión hidrostática, da-
capitulo I. Humedades y su tratamiento
do que actúan en el lado opuesto al que lo hacen el bre el suelo de un sótano, con la precaución de apo-
grupo de soluciones tratado en segundo lugar. yarla sobre puntos impermeables, y ventilarla como
- El recubrimiento impermeable sólo debe plan- se ha expuesto anteriormente (figura 19).
tearse como última opción. Puede taparse la hume- - Soluciones comerciales de contramuro interior
dad con una barrera impermeable que cubra la cara son, por ejemplo, las de los sistemas Dórken - Delta PT
interior del cerramiento y esté anclada a él, colocada de Bettor, Pladur-al de Epysa, y similar de Knauf, etc.
después de eliminar partes sueltas y eflorescencias - En suelos con humedad se pueden hacer cá-
que dificultarían su adherencia e impermeabilidad. El maras, para tapar la de capilaridad, o para solucionar
sistema de fijación de ésta capa tiene que ser capaz la de condensación. En ambos casos debe colocar-
de aguantar la presión del agua, y la barrera debe ser
continua desde el suelo hasta el techo, plegándose
en el pavimento y en el forjado superior, donde debe-
ría empalmar con una barrera horizontal situada en el
espesor del muro y a un nivel superior al del terreno,
lo que permitirá, al menos, un ligero secado del muro
por el exterior. No olvidar que al tapar la superficie de
evaporación de un cerramiento, se provoca el ascen-
so de la humedad capilar. También es importante con-
siderar que de existir otra barrera exterior, aunque sea
defectuosa, no se deben crear trampas de humedad
que evitarían el secado del muro, por lo que en este
caso la barrera debería ser permeable al vapor. Una
solución adecuada, intermedia con la del doblado in-
terior, sería la de colocar un revestimiento retroventi-
lado, ligeramente separado del paramento, realizado
con materiales resistentes a la humedad y con juntas
abiertas que permitieran la aireación de la cara inter-
na del cerramiento.
• Las soluciones comerciales de revestimiento im-
permeable se presentan en forma de morteros, pintu-
18. Doblado del cerramiento.
ras, láminas estancas, cauchos líquidos, etc. Pueden
utilizarse los productos de obturación de poros co-
mentados anteriormente, pero aplicados superficial-
C A P V O W I V J A
mente con brocha, rodillo, etc., con mucha menor pe-
netración que en el caso de las inyecciones.
• Para ocultar la humedad en pavimentos, confi-
gurando a la vez una solución pisable, pueden utili-
zarse barnices o pinturas especiales que tienen gran
adherencia incluso aunque se apliquen sobre sopor
tes húmedos.
El doblado interior del paramento, o contramuro,
crea una cámara bufa húmeda, según una solución muy
empleada desde la antigüedad: que utiliza un tabique
interior separado de la pared húmeda y aislado del sue-
lo (para evitar puentes de humedad), apoyándolo en
materiales impermeables. Esta cámara debe ventilarse
hacía el exterior del edificio (el interior se satura fácil-
mente de humedad), y de forma cruzada, conectando
fachadas opuestas por el suelo, por las paredes o por
el techo (figura 18). Deben abrirse un mínimo de unos
¿
30cnf por cada m de muro, aunque esto depende mu-
cho de la humedad existente y de las corrientes de ven-
tilación. Una solución análoga puede establecerse so- 19. Cámara interior ventilada.
Tema 2. Humedades en obras enterradas
se una barrera impermeable, sintética o bituminosa, mente resistentes al ataque y crecimiento de micro-
bajo el solado o la cámara de aire. Para este fin pue- organismos.
den utilizarse soluciones comerciales de so/era seca
como las de Pladur o Knauf, siempre sobre una lámi-
3. Conclusión
na impermeable (por ejemplo de PE), o casetones Iglú
de polipropileno, como encofrado perdido de soleras El agua en la edificación, lo mejor es que no es-
ventiladas interiormente. té presente; cuanto más lejos, mejor.
- Pero si está, que no toque al edificio
2.6 Otros tratamientos complementarios - Si lo toca, que no penetre
- Pero si penetra, que no se traslade
La eliminación de eflorescencias, aunque no es - Y si se mueve, que se evapore con mayor ra-
estrictamente un tratamiento antihumedad, suele ser pidez que aquella con la que penetra.
necesaria antes o después de la aplicación de mu- En caso contrario el problema no tiene solución,
chos de los planteados en las líneas precedentes-. y deberíamos asumir las consecuencias de la hu-
Es una tarea delicada y difícil que solo puede abor- medad, aunque siempre podrán ocultarse durante
darse una vez eliminada la fuente de humedad, y algún tiempo.
después del secado de los paramentos, aunque en Frente a un problema de humedad, mejor preve-
el caso de que éstos sean muy débiles hay que la- nir que curar; para decidir su solución es primordial
varlos en húmedo, antes de que la cristalización de hacer un correcto diagnóstico que identifique la fuen-
las sales dañe su superficje. Antes de proceder a te o fuentes de la humedad y permita afrontar el pro-
cualquier tratamiento se debe probar en una peque- blema integralmente. No debemos olvidar que pueden
ña zona poco visible, esperando algunos días antes existir varias fuentes de humedad, y en este caso sus
de verificar los resultados; también es importante no manifestaciones superpuestas harán que se camuflen
impermeabilizar un cerramiento antes de eliminar es- unas a otras. Los posibles remedios deben estudiarse
tas sales. El tratamiento general, una vez secos los con criterios arquitectónicos, y los tratamientos espe-
materiales, consiste en cepillarlos minuciosamente cíficos contrastarse en laboratorio, comprobando su
(¡en seco!); los materiales poco porosos pueden la- eficacia y compatibilidad, pues los resultados varían
varse después con agua pura o con una solución de con las circunstancias materiales y ambientales de ca-
jabón sódico al 1 % si las sales son sulfatos alcali- da caso, para tener la seguridad de su eficacia y ren-
nos. Para carbonatos puede utilizarse ácido clorhí- tabilidad. No debemos fiarnos excesivamente de la
drico diluido (1:5-10) y después lavar abundante- propaganda y ensayos efectuados por los fabricantes
mente, aunque hay productos comerciales más o instaladores, a los que hay que exigir una garantía
específicos; en caso de paredes muy delicadas pue- de los resultados y de su duración, abarcando los ma-
den emplearse compresas de arcilla absorbente, por teriales y la ejecución, y por un período a estudiar en
ejemplo de celulosa con sepiolita o atapulgita-cao- cada caso, pero nunca inferior a los diez años.
lín. En cualquier caso, estos tratamientos dan mejor
resultado con tiempo seco y cálido (verano), pues los
secados lentos del invierno favorecen la aparición de Bibliografía
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sos especiales existen pinturas biocidas especial- Moniteur: París, 1989; 184 p.
1
Existe una excepción, que corresponde al caso de sales muy hi-
groscópicas que estén causando los problemas de humedad por ad-
sorción del vapor del aire interior; en este caso, la eliminación ae sa-
les también elimina la condensación de humedad.
capitulo I. Humedades y su tratamiento
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versión española de la 2' Ed. de G.Massari por C.E.C.S.A , México,
1962).
capitulo I. Humedades y su tratamiento
47
48 no a la que resultaría de haber secado un trozo de la- Teniendo en cuenta que en construcción, más que
drillo a 105°C. El contenido de humedad de los ma- el porcentaje de absorción de agua en peso, interesa
teriales de un muro suele estar situado entre los dos conocer el porcentaje en volumen de los poros acce-
niveles indicados. sibles al agua, es por lo que se requiere también de-
La diferencia de peso entre un ladrillo saturado de terminar el peso de la muestra sumergida en agua y
agua (nivel IV) y una vez seco (nivel I), dividido por es- con este dato calcular su porosidad abierta.
te peso es lo que determina el porcentaje de absor- A título orlentativo, indicamos los valores de algu-
ción de agua de ese ladrillo y esto mismo se puede nos materiales:
hacer con todos los materiales minerales para deter-
minar su absorción de agua. Mortero de cal 25-35%
Ladrillo 20-30%
Piedra caliza 5-20%
Hormigón 5-15%
Piedra granítica 3-5%
Faxlxa = Fexlxh
h = a x Fa / Fe
Esta ecuación está representada en la figura 3. En
ella puede observarse que el ascenso de humedad es
superior en el centro del muro, ya que en los laterales
la evaporación es más fácil.
En la desecación de los muros, los primeros po-
ros en perder agua son los de mayor diámetro, parte
de cuya agua y sales pasan a los poros más peque-
ños. Esta situación está representada por el nivel III
de la figura 1. Cuando sólo queda agua en los pe-
I Distribución de agua en un material coroso.
queños -nivel II-, la reducción se hace más difícil has-
capitulo I Humedades y su tratamiento
Fa
I í í I
2. 3
ta que se alcanza la humedad de equilibrio del mate- a) Reducción de la humedad del suelo
rial con la humedad existente en el aire. Si además, Es tanto más necesario cuanto mayor sea la pre-
hay sales solubles, habrá que sumar la que aporta la sencia de agua en el terreno. La actuación prioritaria
higroscopicidad de las mismas. ha de estar encaminada a conocer el origen, localiza-
ción e intensidad de la humedad.
Si la humedad se debe a roturas de las redes de
abastecimientos o de saneamientos próximos a la edi-
3. Técnicas para eliminar la humedad de
ficación, habrá que proceder a su reparación.
capilaridad
Si la humedad del terreno se debe a la lluvia ha-
Es difícil y costosa una adecuada reducción de hu- brá que evitar que penetre a través de la acera y so-
medad de capilaridad. Lo que no hay que hacer es bre todo del encuentro de ésta con el muro. El caso
ocultar sus efectos sin suprimir las causas, pues se peor es cuando la cimentación del edificio está den-
podría agravar aún más el problema. Sólo es factible tro de la variación del nivel freático. Habrá entonces
ocultarlo, si se deja una cámara de aire que dé al ex- que construir un drenaje perimetral del edificio, a un
nivel inferior al de apoyo de la cimentación, que aleje
terior y se logre una buena ventilación.
el agua de la cimentación. Existe una amplia docu-
Para eliminar o reducir las humedades de capila-
mentación sobre las diversas técnicas de drenaje y en
ridad, hay varias técnicas que cumplen con las diver-
la figura 5 aparece una de las más modernas que he-
sas funciones:
mos extraído de la norma DIN 4095.
a) Reducción del agua del terreno que rodea a los
cimientos.
b) Aumento de la velocidad de evaporación de los
muros.
c) Obstrucción de los poros, reduciendo el diá-
metro de los mismos.
d) Hidrofugación de los poros en toda una sección,
pero permitiendo el paso del vapor.
e) Creación de una barrera estanca en el muro, pre-
vio corte del mismo.
Los dos primeros son fáciles de entender, ya que
están relacionados directamente con la ecuación co-
rrespondiente a la figura 3, y las otras tres técnicas
tienen como misión crear una barrera horizontal que 4.
reduzca o anule el ascenso de humedad. Gráficamente
están descritas en la figura 4, junto con el dibujo que
b) Desecación por incremento de la evaporación
representa lo que ocurre, cuando no se ha llevado a
De la observación de la figura 3, y concretamente
cabo ningún tratamiento.
de la ecuación de equilibrio entre el flujo ascendente
En los siguientes apartados se informa sobre ca- y el de evaporación, es fácil deducir como el incre-
da una de las técnicas indicadas.
Tema 3 técnicas y etemplos de "¡dwbgaoór en masa
mentó de la evaporación reduce el ascenso capilar. ducir en las partes bajas del mismo unos sifones de
La desecación más eficaz se lograría actuando lo aireación. Por ejemplo, insertando piezas cerámicas
más cerca de los cimientos y combinando cámaras de 5 a 15 cms. de diámetro con una ligera pendien-
de aire ventilando a ambos lados del muro por déba- te al exterior que quedan vistas en las partes bajas
lo del suelo, junto con un sistema de drenaje del agua del muro.
de lluvia. El primer trabajo que hay que realizar, en una in-
Se han desarrollado varios sistemas con el fin de tervención contra la humedad de capilaridad, es eli-
aumentar la velocidad de evaporación del agua exis- minar el revoco deteriorado, todo lo que impida res-
tente en los muros. Uno de ellos consiste en intro- pirar, así como las sales que pudieran existir. Y cuando
se tenga que revocar de nuevo -cuanto más tarde me-
jor- que se lleve a cabo con un material con una alta
permeabilidad al vapor de agua. A estos revoques se
les llaman de saneamiento. Lo mismo habría que de-
cir si se tuviese que aplicar una pintura.
1(11 (D.b 9)
cesario ni por otra parte posible cerrar por completo
o s
' capilares. Es suficiente en general estrecharlos por
debajo de 0,010 mieras. A título orientativo, hemos de
indicar que la mayor parte de los poros de un ladrillo
tienen un diámetro comprendido entre 0,1 y 10 mieras
y ello explica su elevada absorción del agua.
Basado en lo anteriormente expuesto existen en
el mercado soluciones acuosas de compuestos mi-
HIDROFUGACION nerales que se introducen en el interior de los muros
POROS a través de unas perforaciones inclinadas realizadas
(D.b 8)
en la parte baja. Dichas soluciones ascienden por ca-
pilaridad reaccionando entre sí o con los componen-
tes minerales del muro y concretamente los iones cal-
cicos, para ir rellenando de minerales los conductos
capilares.
El mayor inconveniente de este procedimiento es
que se introduce todavía más agua en los bajos del
muro. El proceso de obstrucción de los capilares es
OBSTRUCCION muy lento, y siempre superior a los seis meses. En
POROS los edificios históricos, habrá que tener en cuenta el
(D,b 7)
hecho de que se pueden producir manchas blan-
quecinas -eflorescencias-, que pueden afectar a su
estética.
Es por ello que en los últimos años se han ido de-
sarrollando otros procedimientos para obstruir, pero
sin añadir agua, de los cuales mencionamos dos. Uno
de ellos está basado en prepolímeros de poliuretano,
que al ser inyectados reaccionan con el agua exis-
tente o el que pueda ascender, formando una espu-
SEN TRATAMIENTO ma impermeable de poliuretano.Tiene como inconve-
niente el de no poder introducirse en capilares infenores
(Dib 6) a 50mieras. Aún así, puede ser de interés como com-
plemento a la hidrofugación de poros, ya que imper-
meabiliza las oosibles fisuras. Si éstas no se sellasen,
J Barreras en red capilar.
¡os líquidos para impregnar se perderían.
capitulo I. Humedades y su tratamiento
55
1. Introducción
2. Tipología de humedades
(1) Pueden considerarse como barreras de vapor aquellos materiales laminares cuya resistencia al vapor
está comprendida entre 10 y 230 MN s/g (0.86 y 20 mmHg m' dia/g)
(2) Es el inverso de la permanencia al vapor
CUADRO 2.1. Resistividad al vapor de agua de los materiales de cerramiento según NBE-CT.
Tema 4. Humedades en fachada. Filtración y xndensacór
3.1 Arranque de muros o zócalos permite (lo facilita por succión capilar), A través de
grietas y fisuras previas en la unidad constructiva (so-
Aparecen, sobre todo, humedades de capilaridad bre todo las primeras) con la presencia de agua y vien-
y microcapilaridad, aunque también de filtración. Juega to ayudadas, en este caso, por la constitución, nor-
un papel importante la existencia o no de acera con malmente capilar, de estas aberturas. Por último, a
zócalo y, sobre todo, la consideración de la imper- través de juntas constructivas mal resueltas (sin sola-
meabilidad del material de dicho zócalo, tanto frente
pe, sin sellado, etc.).
al agua que viene desde el suelo, como sobre todo, a
la que llega desde el pavimento (Fig. 3). En estos paños pueden aparecer, además, las hu-
medades de condensación, tanto las superficiales co-
mo las puntuales o lineales por puentes térmicos, así
3.2 Paño ciego
como las accidentales, cuando existen tuberías alo-
jadas en el cerramiento. Mención especial merecen
Es donde se produce la filtración propiamente di-
cha. Tenemos tres vías muy claras. A través del pro- los encuentros entre estructura y cerramiento donde
pio poro del material constitutivo del cerramiento, cuan- es muy corriente la existencia de puentes térmicos por
do la presión del agua es suficiente combinando su invasión de la estructura dentro del espesor del ce-
abundancia con el viento, y la estructura porosa lo rramiento e inevitable interrupción del aislamiento.
Tema 4. Humedades en /aerada. Filtración y condensación
11. Humedad en dintel de hueco por falta de goterón. 3.4 Hueco de ventana
3.5 Balcones
13. Microcapilaridad sobre moldura horizontal con posterior des-
prendimiento. Además de la plataforma que ofrecen, que facili-
ta la estancia de agua y filtraciones consiguientes,
existe un punto conflictivo no suficientemente consi-
3.3 Plataformas horizontales derado.
En efecto, cuando la barandilla del balcón se re-
Me refiero a todos esos elementos salientes del suelve con múrete de obra (o, por lo menos, su par-
plano de fachada con pequeñas plataformas más o te baja) hay una solución, casi implícita, de drenaje
menos horizontales (normalmente imoermeables) bien mediante gárgola directa al exterior. Dicha gárgola, en
sean suelos de terraza, bien molduras horizontales, la mayoría de ios casos, es un simple tubo metálico
bien vierteaguas y albardillas. En ellos, la acumula- de reducida sección (de unos 3 cm de diámetro) que
capiti¡o\. Humedades y su tratamiento
arranca del mismo borde del pavimento y suele tener 4.1 De la humedad de filtración
poca inclinación y poco vuelo. El resultado funcional
es la obstrucción inmediata de la boca del tubo, o su La humedad de filtración aparece básicamente
saturación en un momento de gran afluencia de agua, en cinco de los puntos conflictivos estudiados.
y la filtración de ésta por sus bordes en el espesor de Veamos:
peto. En ocasiones, incluso, el agua llega a salir por a) En los remates superiores (cornisas y petos
el tubo, pero por su superficie exterior a través del mu- de terraza) si ha fallado la protección superior, proce-
ro. El proceso patológico genera, además de las pro- deremos a su reparación para conseguir su imper-
pias manchas de humedad, las consiguientes eflo- meabilización y correcto drenaje del agua. Para ello
rescencias y erosiones físicas (Fig.12). podemos distinguir varios casos tipo (Fig. 14 a):
Si la albardilla es de mortero, plana o en caballe-
te, y está erosionada, debemos proceder a sanearla
3.6 Relieves y rehacerla dando las pendientes adecuadas, o sus-
tituirla por otra de material impermeable y con sufi-
En todo tipo de molduras y salientes, en general,
ciente vuelo por ambos lados, de acuerdo con las in-
en el encuentro entre el plano de fachada y otro más
dicaciones de prevención.
o menos perpendicular, que sea horizontal, se puede
producir acumulación de agua con esas plataformas Si es de elementos prefabricados, la filtración se
horizontales que llegan a facilitar la filtración hacia el producirá normalmente por sus juntas o por las posi-
interior (además de la microcapilaridad ya comenta- bles perforaciones o, incluso, por su borde si no tie-
da) siempre que se den las condiciones adecuadas ne vuelo suficiente o goterón. Lo más seguro será su
de porosidad suficiente o de fisuras, grietas o juntas reposición, pero si las piezas están en buenas condi-
constructivas. ciones, con vuelo y pendientes correctas, podemos
reducir nuestra actuación al retacado de las juntas con
mortero de cemento, bien expansivo, bien de resinas,
3.7 Remate superior o bien a su sellado con productos elastómeros, en
función de las condiciones climáticas y el tipo de al-
En los remates superiores (cornisas y petos de te- bardilla.
rraza) si la albardilla es insuficiente o inadecuada (po-
En algún caso concreto, sobre todo si la albardi-
co impermeable, con escaso vuelo en los dos frentes,
lla está muy deteriorada, puede resultar conveniente
con juntas muy abiertas entre piezas, etc.) se puede
colocar una nueva de chapa metálica (cinc, plomo,
producir filtración, bien por los bordes, bien por las
cobre, acero galvanizado) directamente sobre la exis-
juntas entre las piezas, provocando las consiguientes
tente, con lo que nos podemos ahorrar trabajo de de-
manchas (Fig.13).
molición.
Cabe mencionar también que en algunos ca-
3.8 Conductos empotrados sos puede estar en buenas condiciones la albardilla
y, sin embargo, haber fallado el paramento vertical
Me refiero a todos aquellos puntos donde la obra del remate. No es lo más corriente y, en cualquier ca-
de fábrica aloja algún conducto de agua (a presión o so, su reparación viene contemplada en los paños
de saneamiento) y aquellos otros donde esos con- ciegos.
ductos atraviesan elementos estructurales horizonta- b) En los relieves (molduras en general, balcones,
les. Aparecen, pues, estas humedades en la línea de etc.) siempre que existen rincones, puede haber jun-
las bajantes de pluviales y en las zonas de cuartos de tas constructivas y éstas pueden facilitar la filtración.
baño y cocinas. El caso más corriente aparece en los diedros hori-
zontales donde, además de la microcapilaridad que
se estudia aparte, existe este nuevo peligro
La reparación consistirá, básicamente, en sellar
4. Actuaciones de reparación
esta junta constructiva, siempre que el elemento sa-
Recojo a continuación las medidas básicas para liente esté en buenas condiciones, ya que de lo con-
anular las causas que provocan las humedades en trario habrá que demoler y rehacer,
cuestión, bien entendido que ésta seria la primera me- Cuando de plataformas horizontales se trate, una
dida a tomar en cada caso. A continuación se proce- causa adicional puede ser la falta de pendiente en la
derá a reparar el efecto, saneando, cambiando el ma- misma. De ser así, debemos provocarla, normalmen-
terial, etc. (Fig. 14). te con adición de un elemento impermeable tipo se-
Tema 4. Humedades en fachada. Filtración y condensación
a) AlBARDILLAS
64
c) HUECOS DE VENTANA
VIERTEAGUAS
VIERTEAGUAS
GOTERON CAMARA DE
.NCORPORADC
\ / HUIDA A L
i?
í R3 i
PLACAS IMPERMEABLES AUCATADO O CHAPADO
PINTURA IMPERMEABLE
DE "PORO ABIERTO" O
HIDROFUGACIÓN SUPERFICIAL
B) DESAGÜE TERRAZA/BALCON
mialbardilla (chapa metálica, piezas cerámicas, prefa- ductos hidrofugantes, normalmente a base de siloxa-
bricados de hormigón, etc.). nos. Se aplican desde el exterior, a brocha o por pul-
Si la plataforma pertenece a una terraza o balcón verización, y el producto se queda adherido a la su-
accesibles, convendrá comprobar la existencia de ro- perficie exterior y en los poros superficiales repeliendo
dapié y solape de membrana impermeable bajo él, tal el agua y provocando el efecto del perlado.
como queda indicado al hablar de microcapilaridad. Aunque son transparentes, producen un ligero
c) En los huecos de ventana tenemos tres pun- cambio de aspecto (algo de brillo) y necesitan repo-
tos conflictivos, a saber: (Fig. 14 c). sición periódica (10 años). Deben aplicarse con la fa-
El vierteaguas, como plataforma horizontal y re- chada seca (en equilibrio húmedo). En cualquier ca-
mate superior, con todos los problemas mencionados so, se estudian con mayor extensión en el capítulo
en párrafos anteriores y sus consiguientes soluciones. siguiente.
Aquí hay que considerar, además, los diedros latera- e) En los balcones con peto de obra, la cues-
les del mismo que se deben resolver, bien con una tión fundamental está en que no se tiene en cuenta
pendiente fuerte, además de la obstrucción de la jun- que el balcón con peto de fábrica se convierte en una
ta, bien con pendientes encontradas en la bisectriz, cubeta que hay que tratar y desaguar como tal. Es de-
según indica la figura, para evitar posible acumulación cir, en primer lugar, impermeabilizar el forjado y la ba-
de agua y canalizarla hacia el centro del vierteaguas. se de sus paredes hasta el posible nivel del agua (por
El dintel, donde necesitamos goterón para evitar lo menos 15 cms.) y a continuación, realizar el drena-
la entrada de agua. Dicho goterón, si no existe, se je dando continuidad al material impermeable con la
puede añadir con un pequeño angular metálico en el boca del tubo drenante de manera que en su encuentro
borde. no se puedan producir filtraciones. Lo lógico es intro-
Las juntas practicables de las carpinterías, si no ducir una cazoleta sumidero entre el pavimento y la
tienen las condiciones adecuadas de drenaje debe- gárgola al igual que se hace para el drenaje de cual-
mos intentar añadirlas, lo que no siempre resulta fac- quier cubierta plana cuando se llevan las aguas a una
tible. En este caso debemos proceder a cambiarlas. bajante. Al fin y al cabo una gárgola es, desde el pun-
En cualquier caso, los puntos más conflictivos son: to de vista funcional, como el inicio de una bajante
- Falta de vierteaguas exterior en la base del mar- (Fig. 14 e).
co practicable (suele ser relativamente fácil de Para la reparación del efecto, una vez anulada la
añadir). causa, en la mayoría de los casos de humedades de
- Falta de cámara de descompresión (difícil de in- filtración comentados en los que se ha hablado de re-
tercalar). posición, ésta misma nos dará también la anulación
- Falta de drenaje de dicha cámara (se puede del efecto. Cuando, por el contrario, la actuación so-
realizar siempre que sobresalga sobre el vier- bre la causa sea un simple sellado, o si la reposición
teaguas del hueco). de elementos no anula el efecto, éste se tratará nor-
- Falta de sellado de los ingletes del cerco en la malmente de una mancha de humedad que habrá que
zona de la cámara de descompresión que facilita la tratar con los sistemas de limpieza adecuados.
filtración en las esquinas (fácil de realizar).
d) En los paños ciegos, la filtración se combate 4.2 De la humedad de microcapilaridad
en función de la causa. Si ésta es la propia porosidad
y está en una situación expuesta, debemos tratar de Cuando se trata de humedad ascendente desde el
impermeabilizarlo con un nuevo acabado que, sin em- terreno, su análisis y tratamiento corresponde a los
bargo, deje respirar al cerramiento. Ese nuevo aca- problemas de edificaciones enterradas, normalmen-
bado, en función de las necesidades, puede ir desde te a base de drenajes, cortes capilares y ventilación.
una pintura hidrófuga de poro abierto, preferentemente No entramos en su discusión.
del tipo mineral, hasta un aplacado con chapas me- Si se trata de problemas de los que hemos llama-
tálicas o de fibrocemento, pasando por meros enfos- do de microcapilaridad, la actuación de reparación
cados o revocos de carácter también hidrófugo, o por consiste, básicamente, en impedir que la humedad
alicatados o chapados de piedra (Fig. 14 d). llegue al arranque del paramento vertical susceptible
Todas estas soluciones implican una alteración evi- de capilaridad. Para ello tenemos también tres vías
dente del aspecto de la fachada ya que aparece un (Fig. 15):
nuevo material. Para paliar este problema, sobre to- - Aumentar la inclinación de la plataforma
do en casos de materiales vistos que se quieren con- hacia el exterior, para asi aumentar la velocidad de
servar (ladrillo, piedra, etc.) podemos recurrir a los pro- drenaje.
Tema 4. Humedades en fachada. Filtración y condensación
- Establecer un pequeño escalón impermeable to en función del tipo de superficie donde se dé. Si es
(unos 5 cms) entre plataforma y paramento, normal- pulida, se forman directamente las gotas de agua; si
mente del mismo material de la plataforma y como por el contrario es porosa, el agua que se condensa
continuidad de ésta. se aloja directamente en los poros y tarda algo en no-
- Colocar rodapié poco absorbente cubriendo el tarse hasta que se forma una mancha de humedad,
solape vertical de la lámina impermeable horizontal aparecen mohos o se desprende la pintura. En cual-
En el primer caso, inevitable cuando se trate de quiera de los casos, tenemos dos líneas distintas de
plataformas de elementos cerámicos, además de ase- actuación; evitar que haya condensación o preparar
gurar la entrega suficiente de la plaqueta para que la superficie para que el agua no produzca lesión en
exista siempre solape del paramento sobre ella, con- ella. Veamos cada una.
viene complementar con un sellante elastómero en la a) Para evitar que haya condensación tenemos a
unión constructiva horizontal entre ambos materiales. su vez dos caminos, dirigidos ambos a impedir que
En el segundo caso, más adecuado para plata- se alcance la temperatura de rocío (tr) sobre la pared:
formas metálicas (cinc, plomo, cobre, etc.) y moldu- - Aumentar la temperatura superficial interior del
ras pétreas prefabricadas, tampoco estará de más un cerramiento (ti)
sellado elastómero por encima. - Disminuir la presión de vapor de agua del local (Pv).
En el tercer caso, indicado para zócalos de fachada Gráficamente, lo que estamos haciendo es alejar
con acera y terrazas accesibles, dicho rodapié, de ma- la situación, hacia la derecha y hacia abajo, de la cur-
terial impermeable similar al utilizado para el pavi- va de saturación en el abaco psicrométñco.
mento, debe quedar convenientemente embebido en a.1.) Para aumentar la temperatura superficial in-
el acabado del paramento vertical para evitar filtra- terior podemos recurrir a medios activos (aumento de
ciones y debe proteger la lámina impermeable que cu- la calefacción interior) que, además de ser costosos,
bre toda la terraza y que debe subir hacia arriba unos no dan la seguridad permanente. Por el contrario, po-
10 ó 15 cms. en el borde del encuentro con el para- demos recurrir a métodos constructivos (que podría-
mento, aun cuando toda la plataforma esté protegida mos denominar pasivos) sin más que aumentar el co-
con algún tipo de cubierta (ver figura). eficiente de aislamiento del propio cerramiento. Para
ello, debemos considerar lo siguiente.
4.3 De la humedad de condensación - Este caso corresponde normalmente a paños
ciegos.
Se trata, como hemos visto, de un tipo de hume- - Debemos ver si afecta a todo el paño o a en-
dad algo especial, ya que tienen que confluir, para que cuentros del mismo con estructura u otros cerramientos
aparezca, varios factores físicos, concretamente la provocando los conocidos puentes térmicos.
presión de vapor suficientemente alta y la temperatu- - El aumento de dicho coeficiente se consigue por
ra suficientemente baja, ambas en la superficie o el incremento del aislamiento del cerramiento.
interior del cerramiento en un momento dado, de tal - Una decisión fundamental para el funcionamiento
manera que la humedad pueda aparecer de repente de la reparación está en la situación y tipo de ese ais-
donde antes no la había, lo que hace que, si no se ha lamiento.
estudiado previamente, resulta difícil de predecir a - Un aislamiento por el interior suele quedar inte-
simple vista. Por otra parte, por la forma de aparecer, rrumpido en forjados y tabiques, por lo que no anula
se confunde muchas veces con otros tipos de hume- los puentes térmicos, sino que los resalta todavía más.
dad, lo que provoca procesos de reparación contra- En función de estas consideraciones, los sistemas
producentes. de reparación más adecuados son:
Todo ello hace que sea importante un estudio es- a1.1.) Aplicación de una hoja exterior de material
pecífico de los sistemas de reparación de este tipo de aislante, de forma continua o puntual sobre los puen-
humedades que a veces resultan paradójicos, ya que tes térmicos, siempre que podamos variar la imagen
su proceso es indirecto, atacando factores como la exterior del edificio. Dicha hoja tendrá el espesor ne-
óaiada de temperaturas o la producción de vapor de cesario según sus características aislantes y el au-
agua. Para estudiarlos, veamos los tipos de humedad mento del coeficiente que necesitemos, estudiado en
de condensación enumerados. función de los grados de temperatura que queramos
elevar y las condiciones climáticas exteriores más ad-
Eliminación de las causas versas previsibles. Por otra parte, habrá que resolver
De la condensación superficial interior íFig.15) la protección exterior de la hoja al quedar ésta a la in-
En estos casos la humedad se aprecia muy pron- temperie.
Tema 4. Humedades en fachada. Filtración y condensación
que aplicar el aislamiento por el exterior, lo que pue- deberemos cambiar la localización del conducto y
de hacerse puntualmente en dichos puentes. situarlo en otro lugar que permita las condiciones
b) Para disminuirla presión de vapor de agua ten- adecuadas.
dremos varios caminos. El más directo, el del aumento c) Fachadas ventiladas (cámaras de aire exterio-
de la ventilación, ya lo vimos en el punto anterior y res) (Fíg.20)
podemos seguir los mismos sistemas. Pero en este Si conseguímos disipar el vapor de agua que cru-
caso nos sirven también las barreras de vapor. En za el cerramiento antes de que alcance la temperatu-
efecto, podemos añadir por la cara interior del cerra- ra de rocío también conseguiremos evitar la conden-
miento una barrera de vapor que corta el paso del sación. Para ello existe una solución relativamente
mismo al interior y provoca, por tanto, un descenso antigua que consiste en introducir una cámara de ai-
de la temperatura de rocío, alejándose su gradiente re en el Interior del cerramiento, ventilada hacia el ex-
del de la temperatura del propio elemento. Dicha ba- terior, que disminuye la presión de vapor. Es una so-
rrera, no obstante, provoca una acumulación de va- lución bastante corriente en países húmedos que se
por de agua delante de ella que puede llegar a pro- conoce en Inglaterra con el nombre de cavity wall, es
ducir la condensación superficial. Por ello, antes de decir un doble muro con cámara interior; algo pareci-
aplicarla debemos estudiar bien los mencionados do al muro capuchino.
gradientes y conocer la permisividad al paso de va- En actuaciones de reparación podríamos añadir
por de agua de la barrera que vamos a poner. al muro afectado por la condensación intersticial una
La materialización de esa barrera se puede con- cámara de aire ventilada por el exterior, siempre que
seguir con cualquiera de los acabados impermeables dicha actuación fuera aceptable desde el punto de
interiores mencionados para la solución de la con- vista formal y constructivo. Si se admite cambiar su
densación superficial o podemos ir a aplacados más imagen podemos colocar por fuera una nueva hoja
permeables, pero con suficiente valor de barrera pa- separada que sea resistente a los agentes exteriores.
ra nuestros usos. En este sentido, el mercado ofrece Son útiles en este sentido los chapados de piedra ven-
algunos tipos de papeles y acabados plásticos o, in- tilados y los paneles de chapa metálica o de fibroce-
cluso, planchas de cartón yeso con laminados viníli- mento, todos los cuales pueden suplementarse con
cos que pueden cumplir bien su misión. un aislante previo aplicado sobre el muro antiguo.
Por último, cabe mencionar en este apartado el
caso de la condensación sobre tubería empotrada; De la Condensación higroscópica
en este caso, no habrá más remedio que rozar para Para eliminar este tipo de condensación habría que
alcanzar la tubería en cuestión, protegerla con co- deshacerse de las sales higroscópicas contenidas en
quina de espuma plástica o de fibra de vidrio, con el acabado del cerramiento en cuestión. Para ello po-
barrera de vapor exterior, y volver a tapar. Todo ello, dremos seguir dos métodos diferentes. El primero,
siempre que sea posible por el espesor del cerra- más drástico, consistirá en eliminar la capa de revo-
miento y el diámetro de la tubería. De lo contrario. co que aloja las sales a base de su demolición y sa-
•xoitix: Humedades y su tratamiento
72
22. Protección mecánica de bajantes. 23. Protección de remate superior mediante chapa metálica.
ción, habrá que introducirla una vez cambiada la pie- cena, no hay más remedio que proceder a un cambio
za rota. Esta operación no resulta fácil ya que obliga integral de todos los conductos que están en la mis-
a dejar todo el conducto prácticamente visto para ro- ma situación (Los edificios con bajantes de fundición
dearlo de algún tipo de coquiila que le dé holgura con presentan un problema generalizado de corrosión y
respecto al cerramiento que lo sujeta. Caso más sen- rotura longitudinal de las mismas que obligan a su sus-
cillo será aquel en que el conducto está visto y suje- titución).
to con abrazaderas; bastará corregir éstas. En cual- Si el problema está en la aparición de un par gal-
quier caso, la introducción de holgura será fundamental vánico por su contacto con otro elemento metálico de
en el encuentro con elementos estructurales y en to- mayor potencial eléctrico, podemos tratar de introdu-
do tipo de quiebros y piezas de encuentro de varias cir un manguito aislante entre ambos elementos (nor-
líneas donde confluyen diferentes movimientos. malmente de materiales plásticos) para evitar el con-
tacto, lo que resulta una operación sencilla y necesaria
B) Rotura por acción mecánica en todos los puntos de contacto aunque no haya apa-
En este caso, la actuación es prácticamente la mis- recido la corrosión. Sin embargo, si el par galvánico
ma que en el anterior. Trata de evitar la acción direc- no ha aparecido por conducto directo sino por trans-
ta de los movimientos de la obra sobre el conducto, misión de los electrones a través del propio fluido en
lo que únicamente se logra mediante la independen- la dirección en que discurre, no tenemos más solu-
cia u holgura entre ambos elementos, tanto si el con- ción que cambiar la tubería afectada en toda su lon-
ducto está embutido como si es visto. gitud y sustituirla por otra que no sufra la afección,
En el caso de posibles acciones por el paso de sea ésta de otro metal o de material plástico.
personas o maquinaria, procederemos a una protec- Por último, si la corrosión aparece por la superfi-
ción mediante elementos rígidos. Si el conducto dis- cie exterior del conducto, como consecuencia de la
curre enterrado en el pavimento, protección de mor- acumulación de humedad, incluso con ataque de áci-
tero (no tan eficaz) o de tubos o semitubos de acero, dos, debemos proceder a la limpieza total de la su-
que a su vez, le dan independencia de movimientos. perficie y a la independencia de toda la tubería de di-
Si el conducto es exterior, protecciones metálicas dis- chos ataques mediante su protección con coquillas.
puestas en función de las posibles acciones mecáni- Si la humedad era de condensación, ya ha quedado
cas previsibles. (Fig. 22) mencionado. Si la humedad resulta aportada por ye-
so, además hay que retirar todos los restos del mis-
C) Corrosión mo. Si la humedad la aporta cualquier otro material
La reparación en este caso es algo más conflictiva poroso, incluso mortero de cemento (caso muy co-
y exige, en primer lugar, un estudio concreto de la cau- rriente, aunque haya una opinión generalizada en con-
sa de la corrosión. tra) aplicación de imprimación anticorrosiva y coqui-
Cuando se trata de un problema de constitución na de protección, que puede ser un simple tubo de
de la propia tubería, en función del líquido que alma- plástico.
capitulo I Humedades y su tratamiento
c) En los huecos de ventana, tenemos varios pun- En la prevención de este tipo de lesiones caben
tos conflictivos (Fig. 14 c): medidas relativamente fáciles a nivel de diseño y eje-
- Vierteaguas, que tendrá la inclinación adecua- cución que requieren, no obstante, un estudio con-
da, será impermeable, tendrá sellado su encuentro con cienzudo de los gradientes de temperatura, en fun-
ventana y jambas y volará lo suficiente con goterón ción de los materiales constitutivos del cerramiento,
- Dintel, que deberá disponer de goterón en su así como de las condiciones climáticas exteriores y
borde. las de confort interiores más probables, analizando
nades en fachada. Filtración v condensación
las situaciones más desfavorables. En cualquier ca- Por el contrario, si se trata de locales con alta pro-
so, veamos las consideraciones que debemos reali- ducción permanente de vapor de agua, lo mejor será
zar en cada uno de los tipos de condensaciones men- preparar la superficie interior de los cerramientos pa-
cionadas. ra la condensación sobre ellos, aunque con el aisla-
miento del punto anterior tratemos de disminuirla al
A) Superficial interior (Fig, 16) máximo. Para ello, usaremos cualquiera de las solu-
Si se trata de locales con una producción de vapor ciones vistas.
limitada (salas de estar, dormitorios, oficinas, etc.) don- En el caso de las ventanas, donde la condensa-
de lo normal es el uso de acabados superficiales po- ción superficial es prácticamente inevitable y además
rosos, debemos seguir el camino de evitar que se pro- se produce en cantidades importantes, hay que pre-
duzca la condensación elevando, en lo posible, la ver su recogida para evitar que afecte al resto de los
temperatura superficial interior "ti", tanto en el con- cerramientos. Para ello colocaremos carpintería con
junto del cerramiento (fachada o techo) como en los canaleta de recogida de aguas de condensación, cu-
posibles puentes térmicos, que deberemos evitar. Para ya misión es mantener el agua del lagrimeo hasta que
ello, estudiaremos la composición del cerramiento co- vuelva a evaporarse en el mismo ambiente. (Fig.18)
locando preferentemente el aislamiento hacia el exte-
rior y haciendo que éste sea pasante por delante de B) Intersticial
todos los elementos estructurales. (Fig. 24) En estos casos, las medidas van siempre encami-
En este sentido cabe mencionar que la antigua nadas a controlar las curvas de gradiente de tempera-
costumbre de colocar 1/2 pie de fábrica de ladrillo al tura y de rocío para evitar que no se crucen en ningún
exterior, trasdosada por el interior mediante una cá- punto. Para ello debemos jugar con la composición del
mara de aire, o una plancha aislante, con un tabique cerramiento, teniendo en cuenta clima exterior y am-
de hueco sencillo, debe ser abandonada, sobre todo biente interior en las condiciones más desfavorables.
en lugares frios. Como solución alternativa podemos Tampoco vamos a entrar aquí en los cálculos co-
ir al uso de 1/2 pie exterior de ladrillo perforado (vis- rrespondientes, que se pueden hallar en cualquier ma-
to o para revocar) y 1/2 pie interior de ladrillo hueco nual de diseño de confort, pero sí cabe mencionar al-
doble, con una plancha de aislante intermedia o, in- gunos de los aspectos más importantes, a saber.
cluso, con cámara de aire. (Ver Fig. 19).
En este caso, la hoja interior puede ir enrasada por - El aislamiento debe estar colocado hacia el ex-
su cara externa con el plano más saliente de la es- terior y ser continuo en toda la superficie del cerra-
tructura, de tal manera que la plancha aislante o la cá- miento, pasando por delante de la estructura, para
mara de aire, pueda ser pasante sobre ésta en toda evitar puentes térmicos.(Fig. 24)
la fachada. Asimismo, el 1/2 pie exterior será pasan- - Si es necesario colocar barrera de vapor, ésta
te y continuo, manteniendo el mismo espesor en to- deberá estar hacia el interior y tratar de darle también
da la superficie y buscando un sistema de apoyo re- continuidad.
gular, según se indica en el capítulo de grietas. Todo - Si deiamos cámaras de aire intermedias donde
ello se calculará teniendo en cuenta, además, el nivel se pueda producir la condensación, deben estar pre-
de ventilación permanente del local según las normas ferentemente ventiladas y disponer de un sistema de
de condiciones térmicas. drenaje del agua que se produzca hacia el exterior. De
capitulo i Humedades y su tratamiento
hecho, ese tipo de fachadas con cámara, que se han practica. Unas pocas medidas sirven para evitar los
dado en llamar fachadas ventiladas, es la solución con- dos tipos de causas que son el origen de las lesiones;
ceptualmente más lógica para cerramientos de loca- las mecánicas, debidas a acciones exteriores o es-
les donde se produce vapor de agua. En efecto, des- fuerzos propios, y las químicas que acaban en la co-
de el punto de vista del vapor que atraviesa el rrosión de los conductos. Veamos los dos tipos.
cerramiento, lo lógico es una composición con poros
mayores a medida que nos acercamos al exterior pa- 5.4.1 Prevención de causas mecánicas
ra evitar cualquier concentración de vapor peligrosa. Tanto si se trata de posibles acciones exteriores
Por el contrario, desde el punto de vista del agua de debidas a los movimientos de los elementos cons-
lluvia, necesitamos poros más cerrados cuanto más tructivos adyacentes, como si hablamos de los movi-
al exterior. Ambas exigencias son contrapuestas. Sin mientos de dilatación y contracción del propio tubo,
embargo, la solución de cámara exterior tras una ba- la solución está en introducir una holgura suficiente
rrera del agua de lluvia nos da una buena respuesta a entre el tubo y la sujección. Si ésta es continua (em-
las dos. En efecto, la lluvia la interceptamos con la ho- potrada en un cerramiento) la holgura la obtendremos
ja exterior (chapa metálica o fibrocemento, chapado mediante una coquilla continua de espuma plástica
de piedra, etc..) mientras que el vapor de agua se di- (normalmente PVC) o de fibra de vidrio, o, incluso, rí-
sipa en la cámara exterior y no se produce conden- gida, que permite, por una parte, libre dilatación-con-
sación intersticial, y si ésta se provoca, la cámara la tracción y, por otra, no incidencia del movimiento del
va ventilando y no se ve la mancha desde el exterior cerramiento. (Fig. 26).
(ver fig. 20).
Si la sujección es puntual, la coquilla se limita a ese
Cabe mencionar un error aparecido en algunas pu-
punto, bien sea una abrazadera, bien un elemento es-
blicaciones donde figura una membrana impermea-
tructural (forjado, por ejemplo). En este útlimo caso se
ble en la base de las cámaras de aire con aislante den-
puede recurrir a pasatubos colocados en el momento
tro y sin ningún tipo de ventilación o salida al exterior.
de hormigonar dicho elemento, consistentes en tube-
En estos casos, si se produce condensación, apare-
rías de PVC o metálicas de diámetro mayor (Fig. 27).
cen dos problemas.
Cuando las tuberías en peligro son vistas y están
- Se humedece el aislante, que pierde sus pro- al alcance de posibles impactos por el paso de per-
piedades aislantes. sonas o vehículos, hay que recurrir a una protección,
- Se empapa la base del cerramiento donde se lo que se realiza de un modo continuo si está en el
sitúa esta lámina. suelo (preferentemente tubos metálicos de mayor
Por ello, sólo será recomendable introducir dicha diámetro) o puntual si están en las paredes. En este
membrana si existe realmente esta cámara de aire y caso, se puede reducir a una protección en las partes
podemos drenarla hacia el exterior. De lo contrario bajas, mediante tubo también continuo de acero, o
acaba siendo un foco de humedad (Fig. 25). hierro de fundición, de diámetro mayor, o por medio
de rejas de variado diseño (Fig. 22).
5.4 De humedades accidentales
Prevención de causas químicas
La prevención, en este tipo de humedades, es una Debemos considerar dos tipos de casos, que la agre-
de las más claras y sencillas aunque no siempre se sión sea exterior, o que ésta venga desde el interior
Tema 4. Humedades en fachada. Filtración y condensación
76
puede estar próximo ese material. También hay que SCHILD, OSWALD, ROGIER, SCHWEIKERT, "Estanquidad e imper-
meabilización en la edificación' (5 tomos), E.T.A., 1978.
evitar el contacto directo del tubo con las abrazade-
LYALL ADDLESON. "Fallos en los edificios", Conseio General de
ras, cuando éstas sean metálicas y de otro potencial,
Aparejadores y Arq. Técnicos 1982.
entonces, colocaremos aislantes entre los dos ele- FEDERICO ULSAMER, "Las humedades en la Construcción". CEAC,
mentos que introducen, a la vez, holgura. 1979.
Para prevenir la corrosión interior debida al fluido R. T. GRATWICK "Las humedades en la construcción. Sus causas y
o a los posibles pares galvánicos, debemos analizar, remedios". E. T A . , 1976.
en primer lugar, la posible acción química entre el lí- "Lesiones en los edificios: síntomas, causas, reparación" (2 tomos),
quido y el tubo para asegurar su ausencia. A conti- CEAC. 1981.
nuación, intentaremos que no exista ningún contacto "Patología de la Construcción. Humedades en la edificación". FRAN-
CISCO ORTEGA ANDRADE. Editan, S. A., 1989.
entre metales de distinto potencial, introduciendo man-
FRIEDRICH EICHLER. -Patología de la Construcción". Ed. 8iumne.
guitos aislantes entre ellos, cuando esos contactos
1977.
son inevitables.
"Patología de cerramientos y acabados arquitectónicos". JUAN MON-
Un caso más complejo es aquel en el que el par JO CARRIÓ, Ed. Munilla-Leria, 1994.
galvánico no aparece por contacto directo, sino a tra- ETSA Valladolid. Dep de Construcción. "Patología de fachadas ur-
vés del propio fluido y en función del movimiento de banas", Universidad de Valladolid, 1987.
éste. Ello nos obligará a estudios químicos previos A. BAGTIONIY G. GUARNEIRO "La rehabilitación de edificios urba-
que nos permitan evitar el uso de esos metales y, por nos", Ed, G. G. 1988
tanto, la aparición del par corrosivo.
capitulo i Humedades y su tratamiento
-
acuosa al 25 % de sólidos 3000
Ea mort. cem.= 0.03m x 20= 0.60m
El ideal en un muro exterior de un edificio, es que Ea bar. acri. = 0.0001 Om x 3000= 0.30m
se cumpla algo que parece la cuadratura del circulo y
que consiste por una parte, en que a medida que las
diversas capas se acercan al exterior sean más porosas,
3. Impregnación hidrófuga
garantizándose que no puedan producirse conden-
saciones, y por otra, que la capa exterior sea la menos Su finalidad es transformar las propiedades hidrófilas
absorbente, o sea la menos porosa, para evitar la de los materiales minerales en hidrófugas y a la máxima
entrada de agua de lluvia. Al propio tiempo esta capa profundidad. El poder hidrófugo será tanto mayor,
tiene que tener otras propiedades, como por ejemplo cuanto mayor sea el ángulo de contacto que forma
una buena resistencia a la abrasión una gota de agua sobre la superficie hidrofugada.
Tema á. Técnicas y ejemplos de hidmfugaoon en superficie
su durabilidad. Es necesario que además se reduzca la temperatura ambiental supera los 0 . (Hay que tener
el exceso de porosidad que ha creado la acción del en cuenta, que una piedra deteriorada superficialmente,
tiempo y que se manifiesta en una menor dureza tiene una porosidad ya mucho mayor que la piedra
superficial. sana, por lo que la reducción de porosidad hasta
En la consolidación de una materia mineral, como igualarla con la de la piedra sana no va a modificar su
pudiera ser una piedra, que se ha transformado en capacidad respiratoria).
muy porosa, lo importante es que la penetración del Los diversos productos empleados para consolidar
consolidante llegue hasta la parte sana. No importa si un soporte muy poroso se clasifican por su composición
ello significa que haya que rebajar aún más su contenido en tres grupos.
1
capítulo Humedades y su tratamiento
b) Orgánicos 81
Todos los consolidantes orgánicos muestran al
propio tiempo propiedades hidrófugas y esta es una
gran ventaja que tienen sobre los inorgánicos.
¡•f'b P O S O I A V c f e T í i s 3 t CMtfM -<t-
Los de mayor penetración son los que se presentan
COaHt •KO^Ca.g (CP, Hj C« t
diluidos en disolvente orgánico y corresponde a
soluciones de polímeros termoplásticos bien vinílicos
o acrílicos. Estos últimos, presentan muy buena
W » . OS B ' j V t Z A
resistencia a la radiación ultravioleta y de ahí su empleo
Flgur» I para acabados transparentes al exterior. El proceso
f OESI*;A« ' " < c l de secado y por tanto de adhesión de los constituyentes
del material es físico y por tanto, se puede acelerar o
retrasar graduando el proceso de evaporación.
ATMOSFERA iNCiSsiAi-ueBANA
Los orgánicos también se presentan en dispersión
acuosa. Estas dispersiones son la base de las
denominadas pinturas plásticas en la que el tamaño
del polímero suele ser del orden de 0,15 mieras y
aunque esas dispersiones se apliquen muy diluidas
SO,H,.COiCo-» S O . C a - - H 0 - C O j
en agua, poca penetración alcazan. En estos últimos
1
lugar el lento proceso de endurecimiento y tanto mayor si hay que reponer con piedra artificial o hay restos de
cuanto más profunda sea la consolidación que se antiguas reparaciones con mortero, se van a
desea alcanzar, ya que tiene que reaccionar con agua manifestar unos contrastes que pueden afectar a su
para formar gel de sílice. El segundo inconveniente, estética. Es en estas situaciones, cuando puede
es el que carezcan de propiedades hidrófugas por lo convenir pigmentar ligeramente el tratamiento
que si así se requiere van transcurridos como mínimo transparente final y de esa forma suavizar esos
15 días, deberá aplicarse una solución de siloxanos. contrastes. Como aglutinante se pueden emplear
Por último, otra de las causas que limita la aplicación polímeros acrílicos en solución o en dispersión. Con
de estos consolidantes a trabajos de valor histórico y relación a estos tratamientos hay que destacar su
artístico, es su elevado precio y consumo. reversibilidad mediante limpieza con ciertos
disolventes que, aparte de el interés que pueda tener
por si algún día interesara su eliminación, facilita
5. Recubrimientos actuaciones antigraffiti sin dañar al soporte.
hay que estampar a papel, mediante la técnica del la importancia que tiene la elección de muestras del
estarcido, los dibujos del esgrafiado existente. soporte y el significado de las diversas pruebas, en
Si el deterioro en el revoco de cal es sólo superficial, las que para cada una de ellas, se puede comparar el
habrá que tener cuidado con el sistema de limpieza comportamiento del material a tratar, según esté sin
recomendándose que sea en seco, y sobre todo, en alterar, alterado o después de recibir un tratamiento
aquellas zonas de la fachada que son las menos hidrofugante o consolidante.
soleadas. Dado que lo más probable es que quede
algo de suciedad, no se puede pensar en una solución 6.1 Porosidad abierta (% PA)
hidrófuga transparente, como podria ser un tratamiento
con siloxanos, y es necesario aplicar pinturas que le Es la relación entre el volumen de poros accesibles
den color y éstas deberían ser minerales, para evitar al agua y el volumen aparente de la probeta expresado
el riesgo de que se produzcan retenciones de humedad. en tanto por ciento.
Las pinturas minerales que actualmente se están Para su valoración se requiere realizar tres pesadas
aplicando sobre antiguos morteros de cal están en cada muestra.
modificadas con polímeros para mejorar su adherencia - Enseco: Después de haber estado en una estufa
e impermeabilidad. a 105 °C.
Las de mayor calidad están basadas en silicato - Saturado de agua: Después de haber estado
potásico y el contenido sólido del polímero sobre el sumergido 24 horas en agua y ser secada con paño
total de pintura es del orden del 5%. Son también las la superficie de la muestra.
que exigen mayor especialízación para su aplicación, - Sumergida en agua (pesada hidrostática).
ya que la adherencia sólo se logra por reacción química
del silicato con el carbonato calcico existente en el 6.2 Presencia y movimiento de agua
soporte, es necesario que esté seco y limpio, y por
2 0 5
tanto éste ha de estar limpio y seco. En soportes muy Absorción de agua por capilaridad (grs/(cm s ' )
absorbentes hay que tener la precaución de aplicar Mide la cantidad de agua absorbida en un cierto
previamente una imprimación a base de silicato sin tiempo por una superficie de una muestra prismática
pigmentar, ya que si se aplicara directamente la pintura, de un material que está inicialmente seco, en contacto
parte del silicato quedaría absorbido por el soporte y con una superficie de agua.
la pintura sería menos resistente al frote húmedo. El coeficiente de capilaridad "C", está definido por
la expresión
La otra posible pintura mineral, estaría basada
en la cal hidratada, bien en forma de polvo o le-
chada, modificándola con polímeros. Si se prepara en C » m / Yt
obra a partir de la pasta de cal, habría que añadir un m = cantidad de agua absorbida (grs/cm ) 2
aplicación, permite comprobarlo también transcurridos de mucho interés para los ensayos a realizar en
unos años. laboratorio figura 6.
6.3 Permeabilidad al vapor de agua 6.3.2 Del recubrimiento por corte en cuadriculas
(g/m'dia.cm/mm Hg) Consiste en realizar cortes paralelos del
recubrimiento, separados 4 mm, y seguidamente los
Mide la cantidad de vapor de agua que atraviesa mismos cortes en perpendicular para formar un
un material poroso, en un tiempo determinado y enrejado. Luego se adhiere una cinta adhesiva y se
sometido a una diferencia de presión de vapor. tira de ella. El porcentaje desprendido se valora según
Aunque el fabricante de los productos para el una escala que va de 0 (100% adherido) a 5 (ninguna
tratamiento nos indique los valores de permeabilidad adherencia)
al vapor de los suyos, lo más práctico, es ir compro-
bando el grado de reducción de la permeabilidad de 6.4 Dureza superficial
un material como consecuencia del tratamiento
recibido, y mejor aún ver si ello puede ocasionar alguna Se puede realizar con precisión en laboratorio. En
alteración al conjunto de material tratado. obra lo más práctico es rayar con un palillo de madera.
Las figuras adjuntas (Fig. 7) representan dos Permite conocer de forma rápida aunque orientativa,
procedimientos para medir la transmisión de vapor de los diversos grados de dureza en un soporte mineral
agua de un determinado espesor de material, antes y y los resultados de la consolidación incluida su
después del tratamiento protector. La primera penetración.
corresponde al método estándar CEN'. La otra figura
corresponde a la norma francesa NF 30-704 siendo 6.5 Humedad superficial
de interés en zonas cálidas pues permite valorar la
adherencia del tratamiento después del ensayo. Este Tanto para la piedra, como para un mortero
debe realizarse a las máximas temperaturas a que endurecido se puede valorar la suma del contenido
puede estar expuesto in situ el tratamiento. de humedad y sales higroscópicas con un medidor de
su resistencia eléctrica. Es un aparato desarrollado
para medir con bastante precisión el contenido de
6.3.1 Adherencia humedad de una madera y que para la construcción
Flesistencia a tracción por arrancamiento. (N/m ) 2
es de interés por sus valores relativos, ya que también
Con este ensayo, además de valorar cuanti- mide la conductividad de las sales solubles. Consiste
tativamente la solidez del soporte, se extraen muestras en poner en contacto con el material dos agujas por
capitulo\ Humedades y su tratamiento
las que circula una corriente eléctrica e ir anotando Composición y concentración de sales
los valores que aparecen. Se determina mediante un análisis químico. En
obra se pueden conocer orientativamente la
6.6 Solubilidad en agua concentración de algunos aniones como los sulfatos,
nitratos y cloruros por medio de unos papeles
Solubilidad del soporte mineral indicadores.
Pesando el material seco, antes y después de haber
estado 24 horas en agua podremos conocer el
porcentaje de solubilidad. Referencias
Salinidad de la solución 1 Todas las ilustraciones que figuran en este capítulo han
sido extraídas del libro del autor "Conservación y
La conductividad eléctrica de un agua depende de
restauración de monumentos". Ediciones Omega. Barcelona
la concentración de los electrolitos presentes y su 1994.
medición se realiza sumergiendo una sonda provista 2 A finales de los 70, los profesores Engelfned y Klopfer de
de unos electrodos, que están conectados a un aparato la Universidad de Dormund (A), estudiaron las ventajas
4
que da el resultado en microsiemens . La valoración que aportaban los productos fumógenos para proteger los
de su salinidad tiene dos aplicaciones en los trabajos materiales de construcción a través de su factor u..
3 A. Pien. Centre Scientifique el Tecnique de la Construction.
de conservación. Bélgica, 1984.
- Una de ellas para conocer el grado de salinidad 4 Centro de normas para la construcción en París y que
del agua utilizada en la limpieza o para preparar responde al titulo 'The International Union of Testing and
morteros. Research Laboratories for Materials and Structures".
5 Norma aceptada por la Comisión Europea y que
- La otra en los trabaios de desalinización de una corresponde a las normas DIN y BS.
piedra. La solución se prepara añadiendo a un 6 Hanna (Neurtex), Crison, Testo.
determinado volumen de agua desionizada, piedra
triturada en una concentración del 0.34%.
capítulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
89
a «OZM*KTO
-cato*'*.
da inferior. A su vez. cada una de dichas fuerzas in- to física como mecánicamente (movimientos, varia-
clinadas se descompone en una fuerza horizontal y ciones dimensionales, etc.) de ahí la dificultad en su
otra vertical; ésta sigue transmitiendo cargas a las hi- reparación definitiva, para conseguir su desaparición
ladas subsiguientes mientras que la horizontal tiende total.
a desplazar el elemento abriendo una grieta vertical al
aparecer esfuerzos de tracción horizontal por la si-
2. Tipología
metría de las fuerzas generadas. Dichas fuerzas de-
ben ser contrarrestadas básicamente por el rozamiento En Patología los tipos de lesiones dependen di-
entre hiladas, lo que nos indica la necesidad e impor- rectamente de los procesos patológicos que las ori-
tancia del aparejo. ginan, por lo que cualquier clasificación tipológica de-
Por supuesto, cuando el muro está muy compri- bería ir ligada a los mismos y, por tanto, a sus causas.
mido verticalmente (muro de carga) el efecto del ro- No obstante, antes de entrar en ellas, conviene men-
zamiento entre hiladas es mayor y por tanto resulta cionar algunos aspectos del material afectado que
más estabilizado ante esfuerzos horizontales, sean in- también condicionan la lesión (su aspecto y su pro-
ternos o externos. ceso).
Podemos definir las grietas como todas aquellas El material y la técnica con los que están ejecu-
aberturas incontroladas de un elemento (en este ca- tadas las unidades constructivas condicionan el t i -
so de cerramiento o tabíquería, es decir, de un ele- po de grieta que puede aparecer. De ahí que deba-
mento superficial) que afectan a todo su espesor. Por mos realizar un buen análisis previo de la incidencia
el contrario, por fisura entendemos todas aquellas del material y la aparición de la grieta, complemen-
aberturas que afectan solamente a la superficie del tario al funcionamiento mecánico indicado en párra-
elemento o a su acabado superficial, del tipo que sea. fos anteriores.
Ambos tipos de lesiones son muy frecuentes en Por su sistema constructivo, el movimiento de una
los elementos superficiales de fábrica como los que obra de fábrica, por cualquiera de las causas que ve-
nos ocupan, por dos razones básicas. Por un lado, remos, facilita la aparición de las lesiones. No obs-
por su propia técnica constructiva resultan unidades tante, cabe distinguir dos tipos de grietas según la fra-
poco preparadas para resistir esfuerzos de tracción yectoria que sigan a lo largo del elemento constructivo
que, naturalmente, son el origen de estas aberturas (Fig. 2). Así podemos diferenciar:
(en definitiva se produce cuando el esfuerzo de trac-
ción generado, supera la capacidad resistente del ele- - Grieta entre el elemento unitario y el mortero
mento a dicho esfuerzo). Por otro lado, el hecho de - Grieta que rompe el elemento unitario
ser elementos básicamente superficiales y estar co-
locados en vertical, ayuda a la aparición de estas le- 2.1.1 Entre elemento y mortero
siones que, tanto por la necesidad de un apoyo line- En las primeras, el movimiento produce la separa-
al continuo en su base, como por su poco espesor, ción limpia de los ladrillos, bloques o mampuestos en
permite su rotura, atravesando todo el grueso en el general, del mortero que los une, produciéndose, por
caso de las grietas. tanto, una abertura de la junta constructiva superficial
También las fisuras atraviesan todo el espesor de entre esos elementos por alguna de estas dos razo-
la capa de acabado, que resulta, por su extrema fi- nes:
nura, más débil todavía ante los esfuerzos de trac- - Falta de adherencia suficiente entre ellos.
ción. El hecho de estar sujeta al cerramiento que le - Aparición de un esfuerzo de tracción o rasante
sirve de soporte (sea por puntos, sea de un modo en dicha |unta, superior al que es capaz de absor-
continuo) le confiere cierta rigidez, en cualquier ca- ber.
so, insuficiente, sobre todo si el que falla es el pro- En el primer caso, se puede partir de un defecto
pio soporte. de ejecución que se puede resumir en:
En cualquier caso, las roturas (grietas o fisuras) - Falta de rugosidad suficiente en los mampuestos
se producen al superar el mencionado esfuerzo y que no facilita la adherencia mecánica entre los mis-
provocan la división del elemento unitario original (el mos y el mortero de unión, adherencia basada en las
cerramiento en cuestión) en dos o más partes que bielas a compresión que forma el mortero gracias a
empiezan a actuar de un modo independiente, tan- los entrantes y salientes del elemento unitario. Cuando
capitulo II Patología e intervención en cerramientos y acabados
1.
1—"—i . 1 1
1
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1l
t.
la superficie de dicho elemento es muy lisa (cosa co- relativa de los mismos (el aparejo) (Fig.3) y que tiene
rriente en ciertas maniposterías) este tipo de grieta una indudable incidencia en la respuesta del aparejo
puede aparecer, incluso ante esfuerzos pequeños. ante los esfuerzos de tracción.
- Falta de humectación previa del mampuesto Sin ánimo de entrar en un proceso de cálculo de
que provoca una succión por parte de éste (depen- dicho coeficiente, podemos analizar su funcionamiento
diendo de su coeficiente de absorción superficial) del esquemático en los tipos de fábrica más utilizadas.
agua del mortero, que puede provocar una disminu- Así, en una fábrica de ladrillo de 1/2 pie (aparejo a so-
ción excesiva de la relación agua-cemento del mismo ga) encontramos una superficie de interfase de unos
que, a su vez, puede llegar a provocar la ausencia de 44.550 cm- por cada metro cuadrado de fábrica, mien-
fraguado en la zona de contacto y, por tanto, la no for- tras que en una de 1 pie con aparejo a tizón, dicha su-
2
mación de las bielas a compresión necesarias para la perficie sube a unos 104.850 cm , lo que nos da una
mencionada adherencia mecánica. idea evidente de su mayor capacidad de resistencia
En el segundo caso, cualquiera de los esfuerzos a los esfuerzos rasantes localizados, o, lo que es lo
o variaciones dimensionales que pueda sufrir la uni- mismo, la mayor debilidad de la primera ante la posi-
dad constructiva, acaban transformándose en un es- ble aparición de grietas provocadas por cualquier ti-
fuerzo rasante o de tracción que afecta a la interfase po de esfuerzo o variación dimensional.
(junta constructiva superficial) entre el mampuesto y Si ahora analizamos lo mismo para una fábrica de
el mortero de unión. Si existía un defecto de ejecución bloques de mortero, tendremos que en un bloque ali-
previo que producía una falta de adherencia, el men- gerado (los más corrientes en nuestro país) de 20/20/40
cionado esfuerzo provoca fácilmente la aparición de con paredes de 2 cm. de espesor y dos huecos cada
la grieta. Si, por el contrario, la adherencia era correcta, bloque, la superficie de interfase por cada metro cua-
2
se puede controlar el esfuerzo, aunque puede llegar drado es de unos 17.400 cm , inferior, incluso, a la fá-
al límite de su capacidad y romperse las bielas. En ese brica de 1/2 pie de ladrillo, lo que nos confirma la de-
momento desaparece o disminuye la adherencia y so- bilidad de este tipo de sistemas ante esfuerzos rasantes
breviene el colapso local, provocando la aparición de locales y. por tanto, la necesidad de su armado, tan-
la grieta en la interfase. to en vertical como en horizontal.
Además de estas dos razones mencionadas, que Para el caso de los bloques macizos, la superficie
pueden (y suelen) ser complementarias, cabe consi- de adherencia aumenta algo, pasando a unos 30.000
2
derar también la proporción global entre mampuesto cm por cada metro cuadrado, lo que mejora algo su
y mortero en cada unidad constructiva, que nos dará coeficiente global de adherencia, pero todavía resul-
una idea de la superficie de interfase con la que con - ta débil y considerablemente inferior al del 1/2 pie de
tamos en cada caso y, por tanto, de la capacidad de ladrillo y, por tanto, sigue necesitando la armadura de
adherencia interna de cada una de las fábricas. Es lo refuerzo, por lo menos la horizontal.
que podríamos llamar el coeficiente de adherencia Por otra parte, en estos casos comentados con-
(CAI) de cada técnica constructiva que dependerá, viene tener en cuenta, además, la rugosidad de la su-
naturalmente, del tipo de mampuesto y la disposición perficie de contacto ladrillo-bloque-mortero, con ob-
Tema 1. Grietas en faenadas y tabiaues de fábrica
'II
13 C
Z3C
..i ii ii ncr
1 r.
t-
' ''
FABRICA DE I PIE
DE LADRILLO (A TIZON)
: I
C A I . =104.850 cm./m»
i x z r
FABRICA DE BLOQUE DE
MORTERO HUECOS
(20/20/40)
I C A I . =17.400 e m . / m *
FABRICA DE BLOQUES DE
MORTERO MACIZOS
(20/20/40)
C A I . =30.000 c m . / m '
mentos, sean juntas. Es el caso, relativamente co- internos de la fábrica, de tracción, cortantes o rasan-
rriente, del pandeo de un pilar que actúa sobre el ce- tes, según ya hemos visto.
rramiento que lo cubre, rompiéndolo por la línea de Las posibles acciones mecánicas son muy varia-
borde del pilar, o el caso de encuentros en esquina o das, por lo que habrá que agruparlas en una serie de
perpendiculares entre cerramientos en los que uno de tipos, según sean debidas a movimientos de la es-
ellos dilata, empujando perpendicularmente al otro y tructura soporte, o a movimientos del propio elemen-
partiéndolo. En todos estos casos, la aparición de las to. En cualquier caso, los efectos y el proceso son re-
grietas es prácticamente inevitable, pues si son débi- petitivos y, por tanto, se pueden agrupar en unos pocos
les las fábricas ante esfuerzos de tracción en su pro- casos, independientemente del análisis que hagamos
pio plano, más lo son, por su disposición constructi- a continuación de los distintos casos particulares. En
va, a las acciones perpendiculares a las mismas, que éste sentido, podemos considerar los siguientes tipos
de grietas (Fig. 6).
se convierten en esfuerzos cortantes transversales.
a) Por asiento puntual debido a un claro aumen-
2.2 Según la causa to de longitud de la base que provoca, bien grieta ver-
tical en el eje del asiento por aparición de tracciones
Vistos los diferentes tipos de grietas en función del horizontales en la base, bien grietas superpuestas in-
material y la técnica constructiva de la fábrica que clinadas debidas al esfuerzo cortante o bien grieta en
constituye el cerramiento en cuestión, podemos en- "V" en la parte superior.
trar en la que podríamos considerar la verdadera ti- b) Por asiento continuo, que provoca grietas en
pología de estas lesiones, es decir, la que se da en arco de descarga, bien completo, si el asiento es cen-
función de las causas que originan los procesos pa- tral, bien semiarco, si el asiento es en un lateral. Si el
tológicos que las provocan. asiento es uniforme en toda la longitud del cerramiento,
y éste es de hiladas horizontales, puede producirse
En este sentido, hay que recordar, por un lado, el
una grieta horizontal coincidiendo con una hilada en
hecho de que no es común que las causas sean in-
la parte baja del mismo, por descenso del cuerpo in-
dividuales y perfectamente identificables, por lo que
ferior del elemento.
no será fácil que sea una única causa el origen del
proceso; no obstante, para su análisis, no tendremos c) Por empuje vertical (carga) que provoca dis-
más remedio que considerarlas independientes. Por tintas grietas en función de su localización. Si en el
centro, puede producir un simple aplastamiento, con
otra parte, debemos tener en cuenta que existe siem-
aparición de alguna grieta vertical en la parte supe-
pre una causa directa que despierta un defecto (cau-
rior, acompañada de fisuras horizontales en forma
sa indirecta) iniciándose el proceso. Entonces, ¿cuál
de ondas. Si es importante, puede llegar al pandeo
debemos considerar como verdadero origen de la le-
del elemento; en este caso, distinguimos dos tipos;
sión, la causa directa o la indirecta, a los efectos ti-
pandeo fuera del plano, el más frecuente, que pro-
pológicos? duce grietas horizontales coincidiendo con los ten-
Creo que, como en todos los análisis tipológicos, deles, en el lado fraccionado, o pandeo en el propio
cualquier camino es válido mientras se llegue hasta el plano, que se transforma en esfuerzos de tracción
final, pues de lo que se trata es de recorrer los distin- horizontales que provocan grietas verticales (se-
tos tipos posibles para conocer su proceso y el modo gún vimos en 1.1).
de actuar sobre los mismos. Por todo ello, en este ca-
En el caso de los muros de dos hojas (muros ca-
so voy a considerar dos tipos de causas directas y dos puchinos) si la trabazón no es suficiente pueden pro-
de causas indirectas, como más representativas en los ducirse pandeos fuera del plano, opuestos en cada
orígenes de cada proceso patológico que conduce a una de las hojas, por lo que nos aparecen grietas en
una grieta y con resultados claramente identificables a ambas caras del muro.
los efectos del análisis tipológico que pretendo.
Si el empuje vertical es en un extremo, además de
Como causas directas voy a considerar las accio- los esfuerzos y las grietas mencionadas, es fácil que
nes exteriores mecánicas, por un lado, e higrotérmicas, aparezcan esfuerzos de tracción horizontales en la
por otro. Como causas indirectas, las deficiencias de parte alta que se traducen en grietas verticales en «V»,
proyecto y las de los materiales o de la ejecución. al igual que un asiento puntual.
Veamos. d) Por empuje horizontal. También aquí tenemos
que distinguir dos posibilidades; que el empuje sea
2.2.1 Acciones mecánicas perpendicular al elemento o que esté en su propio pia-
Es, quizás, la causa directa de las grietas más cla- no. Asimismo, habrá que tener en cuenta la sujeción
ra y más abundante, que se transforma en esfuerzos perimetral del cerramiento.
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos / acabados
a-I)
b-1)
7. Asientos de cimentación.
generalizado, con lo que los efectos son distintos. Si to, de esfuerzo cortante en ambos lados o, en un ca-
es puntual, debido a roturas de tuberías, corrimientos so extremo de repercusión horizontal importante, grie-
de tierra, etc. (a-1) la grieta puede se vertical, en V in- ta en arco de descarga.
vertida, en el eje del asiento, por aparecer un esfuer-
zo de tracción horizontal en la base, o ligeramente in- A.2 Flechas de vigas y forjados (Fig.8)
clinada, por tramos, como esfuerzo cortante producido Es, quizás, el conjunto de casos más frecuente en
por el asiento. el origen de las grietas de cerramientos y tabiques,
Si el asiento es generalizado, debido probable- por lo que conviene distinguir varias opciones.
mente a la debilidad de la cimentación (a-2) la grieta a) Flechas de vigas. Pueden afectar directamen-
suele aparecer en forma de arco de descarga, bien te a los cerramientos que están en contacto con ellas
central, bien lateral, y con posibles incidencias de hue- o indirectamente a través de los forjados que se apo-
cos interiores en los que la grieta arranca de sus án- yan en las mismas, a otros cerramientos o tabiques
gulos superiores. que descansan sobre esos.
b) Otro caso distinto es de los asientos de la es- Los cerramientos que se apoyan sobre las vigas
tructura que repercuten en los cerramientos. Suele ser sufren un fallo de asiento, por lo que se provocarán
el asiento de una zapatas que produce la bajada ver- grietas en arco o semiarco de descarga, en función
tical del pilar que le transmite las cargas. Ello provo- de su situación relativa. Los cerramientos localizados
ca, generalmente, una falta de asiento puntual en el bajo esas vigas, pueden llegar a sufrir un empuje ver-
extremo del cerramiento en contacto con el pilar que tical, centrado o lateral, que producirá aplastamien-
viene a producir un semiarco de descarga o un sim- tos o pandeos y, por tanto, grietas verticales u hori-
ple esfuerzo cortante que se traduce en las típicas zontales según se ha comentado.
grietas inclinadas superpuestas (b-1). b) Flechas de forjados. Sus efectos son prácti-
También podrían darse el caso (b-2) de que el ce- camente iguales a los vistos para las vigas, es decir,
rramiento en cuestión fuese pasante por delante del falta de asiento con aparición de arcos de descarga y
pilar, con lo que el asiento puntual provocaría grietas empujes verticales con producción de aplastamien-
parecidas a las mencionadas en el caso anterior, es tos y pandeos, tanto en el plano como perpendicula-
decir, grieta vertical en V invertida en el eje del asien- res al mismo y provocando, por tanto, los mismos ti-
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
pos de grietas. Cabe decir, no obstante, que en este penetración de la estructura en el espesor de aquel.
caso los cerramientos que se suelen ver afectados - Por último, empuje horizontal, hacia afuera, del
son de tabiquería que, normalmente, presentan me- borde inferior del forjado, lo que produce grieta hori-
nor rigidez que los de fachada o medianería que sue- zontal en el cerramiento coincidiendo con la hilada ho-
len ir apoyados sobre vigas, por lo que la aparición de rizontal correspondiente a ese borde.
la lesión es más rápida. Finalmente, debemos considerar otro caso espe-
Por otra parte, en el caso de forjados puede apa- cífico de asiento de forjados. Se trata de tabiques tam-
recer un tipo de asiento distinto, aunque no muy co- bién perpendiculares a la dirección de apoyo de aque-
mún. Me refiero al asiento diferencial cuando el cerra- llos. Entonces, si el asiento es continuo, no se llega a
miento tiene su dirección perpendicular a la de apoyo formar arco descarga por estar muy alejados los pun-
del forjado y éste cede sólo a partir de un punto, o se tos de apoyo teórico y por tanto, de arranque del ar-
trata de dos forjados distintos yuxtapuestos. Entonces co. En consecuencia, la grieta que se produce es ho-
rizontal, coincidente con una hilada y localizada
aparece un esfuerzo cortante muy claro que provoca
aproximadamente a un metro de altura, por descen-
las típicas grietas inclinadas superpuestas. Este asien-
so de la parte inferior del tabique, dependiendo del ti-
to diferencial puede provocar, asimismo, empujes ver-
po de construcción. También podemos llegar a en-
ticales en el tabique inferior que serán del tipo puntual,
contrar este tipo de grietas horizontales en tabiques
con aplastamiento y grieta vertical en el borde.
asentados en la misma dirección de apoyo de los for-
Otro efecto, aunque puntual, de las flechas de for- jados, cuando éstos son de gran luz y los tabiques de
jados aparece en el apoyo de los muros en un zuncho gran longitud, por quedar ios arranques del teórico ar-
de fachada cuando la flecha de aquel produce un gi- co de descarga muy alejados, no obstante no es un
ro en el zuncho donde apoya el cerramiento de fa- caso tan frecuente.
chada provocando varios efectos, a saber (b-2):
- Por un lado, empuje vertical hacia abajo en la lí- A.3 Deformaciones horizontales de la estructura,
nea de borde interior del cerramiento, con posible por dilatación o por pandeo (Fig. 9)
aplastamiento. Son casos también bastante frecuentes en los que
- Por otro, pandeo fuera del plano, tanto del ce- conviene distinguir algunas situaciones más destaca-
rramiento inferior, como del superior, en función de la das:
Tema i Grietas en tachadas y tabiques de fabrica
los elementos unitarios de las fábricas (ladrillos, blo- La debilitación estará en función del tipo y
ques y mampuestos) o bien el mortero de agarre. espesor de la fábrica, así como de la dimensión del
En ambos casos, la baja resistencia a compre- conducto que debamos meter en ella. El caso
sión lleva aparejada una débil resistencia a tracción, más desfavorable (aunque desgraciadamente co-
por lo que, ante los mínimos esfuerzos, incluso los rriente) será el de la roza para conductos de fonta-
de su propio peso, aparecen las grietas. Estas, se- nería o calefacción en un tabique realizado con la-
guirán las distintas formas analizadas, aunque el he- drillo hueco sencillo, ya que nos obliga a romper
cho de que aparezcan con predominancia en el ele- prácticamente todo el espesor y dejar, en todo ca-
mento unitario o en el mortero de agarre nos indicará so, una pared del hueco, lo que resulta a todas lu-
el material defectuoso. En cualquier caso, su apari- ces insuficiente.
ción ante esfuerzos mínimos nos revelará su proce- Por otra parte, también es condicionante la dis-
dencia. Los más significativos serán los debidos a posición de la roza. Así, las horizontales bajas y las
aplastamiento (grietas y fisuras horizontales) por pe- que siguen la forma del posible arco de descarga re-
so propio en las partes bajas de la unidad. sultan más peligrosas que las verticales o las hori-
zontales altas.
B) Errores en la ejecución
También pueden ser muy variados, que habrá que 2.3 Según su movilidad
mencionar los más significativos:
a) Falta de traba suficiente entre los elementos Muchos autores consideran la distinción tipológi-
unitarios, lo que suele darse en dos tipos de casos ca entre grietas vivas y grietas muertas entendiendo
(Fig. 14). las primeras como aquellas que mantienen una mo-
a-1) Esquinas falsas, con ángulos distintos a 90°, vilidad periódica (se abren y se cierran, sobre todo se
lo que obligaría al uso de elementos aplantillados o abren) en función de los cambios de temperatura o de
bien a marcar un cuenteado fuera del plano de facha- periodos de carga y descarga, y las segundas como
da. Las soluciones incorrectas suelen pasar por cor- las que ya no sufren ningún movimiento, es decir, que
tar los elementos (normalmente ladrillos) a inglete y, no se ven afectadas por los cambios de temperatura
aunque en la mayoría de los casos se suelen introdu- ni por los estados de carga.
cir algunas grapas metálicas, éstas no son suficien- En mi opinión, esta división tipológica no es muy
tes para absorber los esfuerzos de dilatación-con- útil y, además, es prácticamente inexistente. En efec-
tracción, abriéndose la típica grieta vertical en la misma to, si partimos de la base de que una grieta parte en
esquina. Otras veces, según el sistema de trabazón dos un elemento constructivo, el resultado son dos
realizado, si éste es insuficiente, la grieta puede apa- elementos independientes desde el punto de vista de
recer por la unión entre ladrillo y mortero en el borde su movilidad, por lo que las variaciones dimensiona-
de la propia junta. les por motivos térmicos o de contenido de humedad
a-2) Uniones en el mismo plano, entre fábricas tienen que afectar forzosamente de un modo inde-
diferentes o realizadas en distintos momentos. Son pendiente; en consecuencia, la dimensión de la aber-
los casos típicos en los que, o bien se ciega un hue- tura tendrá que variar.
co existente, o se continúa una fábrica interrumpida Si consideramos solamente el estado de cargas,
con anterioridad. En estos casos la práctica corrien- en el momento en que éste varíe, también las dos par-
te es dejar muy pocos enjarjes que se acaban de- tes resultantes tendrán movimientos independientes,
mostrando insuficientes, por lo que, al aparecer los por lo que también variará la dimensión de la grieta.
primeros movimientos, se produce la grieta siguien- Solamente resultará muerta cuando el estado de car-
do la línea de los enjarjes. Esta lesión suele ser más gas no varíe, situación ciertamente poco frecuente.
evidente cuando las dos fábricas que se unen son de En definitiva, para encontrar una grieta realmente
distinto material. muerta debemos coincidir con una unidad construc-
b) Debilitación por rozas para instalaciones tiva en la que no varíe su estado de cargas, o de apo-
(Fig. 15). Muy corrientes en toda la tabiqueria interior yo, y en la que no tenga incidencia las variaciones de
para instalación eléctrica y en la de los núcleos hú- humedad y de temperatura. Podríamos llegar a en-
medos para fontanería. También aparecen en aigunos contrar una situación así en un sótano, donde la va
casos esporádicos de fachadas para saneamiento. En nación de temperaturas es mínima, en el que la grie-
cualquier caso, la roza supone una disminución del ta se hubiera producido por un asiento diferencial de
espesor del cerramiento que facilita la aparición de la cimentación en un momento determinado que pos-
grietas siguiendo su linea. teriormente se hubiera estabilizado. Sólo en este ca-
Tema l. Grietas en faenadas y tabiques de 'ábnca
so podríamos hablar de grietas muertas. Sin embar- tabique interior (central, medianero, perpendicular a
go, en todos ios casos de unidades de cerramiento fachada, do primera o última planta, etc.).
aéreas, con apoyo sobre elementos elásticos y con - El, o los, materiales afectados; el tipo de fábri-
influencia de los cambios de temperatura, no tiene ca que constituya la unidad (ladrillo a soga, a tizón,
sentido establecer esta diferencia. bloque, hormigón en masa o armado, etc.), el tipo de
En cualquier caso, si analizamos el origen de es- acabado del cerramiento en cuestión (continuo de
ta denominación, lo encontramos en el objetivo de la mortero, yeso o pintura, alicatado, chapado de pie-
reparación de los cerramientos agrietados en los que dra, empanelado, etc.); el componente de la fábrica
se buscaba primero su estabilización para poder pro- afectado (el mortero de unión, el elemento unitario, la
ceder a tapar la grieta. Para ello se realizaban unas unión entre ambos).
observaciones de movilidad de la abertura con siste- - La situación relativa de la lesión en la unidad. Si
mas bastante rudimentarios y por tanto, con niveles en una fachada, arranque, coronación, esquina, central,
de precisión muy bajos, lo que podría llevar a pensar etc. Sí en un tabique, central o lateral, alta o baja, etc.
en un determinado momento que la grieta se había - La forma y disposición; si horizontal o vertical,
estabilizado definitivamente. si en forma de arco o semiarco de descarga o incli-
En el capítulo correspondiente analizaremos este nada a 45° y repetida, si tiene bordes paralelos o con-
aspecto. Basta ahora comentar la relativa falsedad de vergentes (en V), etc.
esta distinción entre vivas y muertas y, en todo caso,
aceptar la denominación de grieta estabilizada para
3.2 Evolución temporal
aquellas cuya movilidad no supere una determinada
dimensión y, por tanto, se pueda proceder a su repa- Es, quizás, la característica más importante que
ración. debemos tener en cuenta, pues ello, unido al estudio
de otras incidencias en la estructura del edificio, nos
puede dar la pista del origen de la lesión.
3. Diagnosis
3.2.1 Comienzo
Resulta básico el que antes de proceder a la repa- En primer lugar deberemos tratar de descubrir el
ración de una unidad constructiva que ha sufrido un momento de aparición de la lesión. Para ello debe-
proceso patológico se debe llevar a cabo un estudio mos buscar indicios. Uno muy claro es la limpieza de
de la situación, lo más completo posible, que nos per- los bordes o labios de la grieta en cuestión. Unos bor-
mita alcanzar un diagnóstico, lo más preciso posible, des limpios y cortantes indican que la grieta se ha pro-
para comprender mejor el proceso patológico y sus ducido recientemente (semanas o meses, en función
causas a partir de la lesión como efecto. de la situación de la grieta, contaminación de la zona,
En el caso de las grietas, por su amplia gama de etc.). Por el contrario, unos labios romos y sucios, con
variantes, así como de posibles causas, es especial- telarañas y polvo, son indicio de que la grieta es an-
mente necesario ese estudio, por lo que conviene in- tigua (años) siendo difícil precisar su edad.
dicar los aspectos más importantes del mismo. A continuación, debemos tratar de relacionar la le-
sión con algún hecho concreto que nos pueda dar idea
3.1 Identificación de su origen. Así, analizaremos si ha habido algún mo-
vimiento estructural especial, coincidente en el tiem-
Hay que proceder, en primer lugar, a la identifica- po aproximado de aparición, que haya podido produ-
ción de la lesión, lo que se puede hacer en función cir la grieta, o bien un cambio de uso del edificio, con
de la tipología apuntada, es decir, si se trata de una aumento de las cargas, sobrecargas, o modificaciones
grieta o de una fisura y, dentro de cada una. el tipo constructivas que hayan variado la situación tensional
según el material afectado y según la causa que lo del elemento, o fenómenos meteorológicos que pue-
ha provocado. Naturalmente, se tratará de una esti- dan haber influido en el estado de la cimentación, o,
mación previa que deberá ser confirmada con el diag- por el contrario, algún error de ejecución que haya cau-
nóstico. sado la lesión desde el principio de la obra. De ese mo-
En cualquier caso, y con el fin de disponer del má- do, tendremos una idea del posible comienzo.
ximo de datos posibles, deberemos anotar, al menos:
- La, o las, unidades constructivas afectadas; si 3.2.2 Movilidad
se trata de una fachada (paño ciego, peto de terraza, Es un dato importante, tanto para conocer el pro-
antepecho, cornisa, zócalo, etc.) o si se trata de un ceso patológico, como para ver la oportunidad de su
capítulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
sionados con el fin de saber su capacidad mecánica esa disposición, bien consultando los documentos de
y comprender mejor la posibilidad de su rotura. proyecto de que se disponga.
Así. podrá ser interesante saber la resistencia a El primer procedimiento es, evidentemente, el más
compresión y a flexotracción del hormigón lesionado, fiable, aunque obliga a la destrucción parcial o local de
tanto de un cerramiento, como de una estructura, o las unidades. En cualquier caso, es inevitable (y común)
de un ladrillo y del mortero de agarre, componentes en edificios antiguos donde no se dispone de docu-
de una fábrica agrietada, o del azulejo o la piedra de mentación técnica. El segundo es el más cómodo y eco-
chapado de un acabado, etc, etc. Para ello no ten- nómico, aunque es recomendable su comprobación es-
dremos más remedio que obtener muestras de los tadística por el método de las calas, pues es relativamente
propios elementos constructivos o, en todo caso, re- corriente que la ejecución difiera del proyecto.
producirlos en probetas en caso de conocer su com-
posición original.
3.5 Diagnóstico
En el hormigón, podremos sacar testigos que nos
darán un resultado fiable, o podremos recurrir a en- Una vez en posesión de todos los datos apunta-
sayos no destructivos (esclerómetro y ultrasonidos) dos en los párrafos anteriores, asi como de otros re-
para su correlación. En los ladrillos y elementos uni- lativos a la lesión que consideremos de utilidad en ca-
tarios de fábrica, así como azulejos y piedras de aca- da caso, podremos proceder a su diagnóstico. Éste
bados, será relativamente sencillo obtener las probe- debe contener, por lo menos, los siguientes extremos:
tas directamente de las mismas. El caso de los morteros - Causa indirecta, identificando si ha existido un
de agarre será el más difícil ya que los espesores no error de proyecto, material, ejecución o mantenimiento
nos permitirán obtener testigos, por lo que habrá que (en este caso, probablemente, cambio de uso con au-
recurrir a los ensayos no destructivos o a su repro- mento de la carga o sobrecarga) tanto en lo referente
ducción, si conocemos su composición, para con- a la unidad constructiva lesionada (fachada, tabique,
feccionar las probetas de ensayo necesarias. etc.) como a la estructura que la soporta.
Además de los ensayos mecánicos, será conve- - Causa directa, que ha producido el comienzo
niente realizar algunos físicos, con objeto de conocer del proceso patológico en cuestión y que puede ha-
su porosidad y coeficiente de succión, que nos darán ber sido, tanto una variación ocasional de la sobre-
datos sobre su posible dilatación. Asimismo, será re- carga, como un asiento de la cimentación consecuencia
comendable, en muchos casos, llevar a cabo ensa- de problemas geotécnicos o de descalces, como un
yos químicos que nos den noticia de posibles com- cambio constructivo (reforma) que ha modificado la
ponentes que provoquen dilataciones o modificaciones, disposición tensional de la estructura o del propio ce-
en general, de su estructura fisicoquímica. Piénsese rramiento, como una variación periódica de las tem-
en el caso de las caolinitas de algunas arcillas, o los peraturas o de la humedad contenida que ha produ-
aluminatos de algunos cementos. cido una dilatación y contracción de la estructura o
En su conjunto, estos datos nos permitirán un diag- del cerramiento.
nóstico más completo y fiable. - Evolución del proceso y su lesión, con indica-
ción del comienzo y de la posible periodicidad así co-
3.4 Disposición constructiva mo de su estabilización.
- Lesión, con especificación de su tipo y de su
Al ser la construcción un proceso aditivo, y al origi- estado en el momento de su estudio.
narse muchas grietas como consecuencia de empu- Con todo ello tendremos lo que podríamos lla-
jes de unas unidades sobre otras, o de separación de mar el cuadro clínico de la lesión que nos permitirá
las mismas, será fundamental conocer la disposición realizar el diagnóstico y, por tanto, conocer el pro-
constructiva de los elementos afectados, tanto los en- ceso patológico lo suficientemente bien como para
cuentros entre estructura y cerramiento, como la dis- proceder a tomar las medidas adecuadas para su re-
posición de ios elementos constituyentes de una fá- paración.
brica en si, como las uniones entre distintos
cerramientos.
Para ello, será importante reproducir gráficamente 4. Reparación
los detalles constructivos afectados, para lo cual po-
dremos seguir dos caminos. Bien obtenerlos directa- Una vez con el diagnóstico de la lesión, y sólo cuan-
mente en las unidades constructivas lesionadas, a Da- do dispongamos de él, podremos proceder a estudiar
se de realización de calas que nos permitan descubrir y proponer la reparación de la unidad constructiva ie-
capitulo II. Patología e Intervención en cerramientos y acabados
MURO "COLCAOO"
1 nota: Véase el articulo del autor titulado Errores sistemáticos en el
diseño constructivo de tachadas publicado en la revista Informes de
19. Fachadas de ladrillo colgadas de la estructura. la construcción n" 497 de mayo/¡unio de 1990.
•sapitoiv II. Patología e inten/ención en cerramientos y acabados
B) Juntas de retracción
Normalmente, los cerramientos de los edificios
22. Junta en retracción. disponen para su libre dilatación y contracción de
las juntas de la estructura que los soporta. Ello im-
plica el funcionamiento de ésta y aquel como un to-
B) Producidas por movimientos del propio do ante los cambios de temperatura; se considera
cerramiento una unidad constructiva a efectos de dilataciones y
Cuando el que empuja es otro cerramiento dis- contracciones.
puesto normalmente perpendicular al que sufre la le- Ello sería así sí el cerramiento fuera a la vez es-
sión, se tratará también de un caso de dilatación tér- tructura. Entonces se puede considerar parcialmente
mica, por lo que no podremos anularla. Entonces estabilizado por las cargas verticales que recibe (so-
deberemos recurrir a la independencia constructiva bre todo las plantas bajas) y, en cualquier caso, su di-
que dependerá de la situación en cada caso (Fig. 22). latación y contracción no suele encontrar otros obs-
Normalmente deberemos marcar una junta vertical táculos que frenen su movimiento e introduzcan
que sellaremos con elastómeros por el exterior y ta- esfuerzos locales de tracción. Por el contrario, cuan-
paremos con tapajuntas por el interior. do se trata de un cerramiento apoyado, o colgado, en
la estructura, la situación es distinta. Por una parte, le
4.1.2 De los esfuerzos higrotérmicos falta estabilización por carga, por lo que las dilatacio-
Al contrario que con las acciones mecánicas con- nes son más libres y actúan en toda su intensidad. Por
secuencia de la movilidad de la estructura por movi- otra, existe cierta independencia entre ambas unida-
mientos elásticos, donde podíamos intervenir tratan- des constructivas, lo que facilita la independencia de
do de limitar dichos movimientos, ante los debidos a sus movimientos térmicos; además, el cerramiento
cambios de temperatura o humedad, nuestra posible sufre antes los cambios de temperatura por lo que ini-
actuación directa es muy escasa, por no decir nula, cia antes su movilidad. Todo ello provoca un funcio-
sobre todo cuando dichos movimientos afectan di- namiento higrotérmico independiente que conlleva,
rectamente a los cerramientos. De hecho, no pode- por una parte, el peligro del enganche de las dos uni-
mos evitar que estos cambien de temperatura, sobre dades entre sí y, por tanto, la aparición de los men-
todo los de fachada, pues aunque podemos mitigar cionados esfuerzos locales de tracción. Por otra, la
algo dichos cambios mediante tratamientos exterio- necesidad evidente de juntas de retracción propias en
res que disminuyan la radiación solar directa, sin em- el cerramiento que se suman a las de la estructura
bargo a la larga, la variación térmica es inevitable y la que, naturalmente, deben respetarse.
protección implica un cambio de diseño y, por lo tan- De nuevo, esta solución es fácil de tener en cuen-
to, una variación formal importante. ta en edificios nuevos, mientras que se complica al-
En consecuencia, nuestra actuación ante un pro- go en los ya construidos, aunque no es imposible co-
blema de este tipo deberá ser forzosamente indirec- mo veremos. De hecho, cuando en un cerramiento
ta contemplando, bien la independencia entre es- aparecen grietas por retracción térmica, suele ser por
tructura y cerramiento, bien la introducción de juntas su gran dimensión horizontal, su orientación y la falta
de retracción. Veamos. de huecos o quiebros en planta que faciliten la ab-
sorción de las dilataciones. En cualquier caso, la pro-
A) Independencia pia grieta nos suele indicar el sitio de la necesaria jun-
La independencia entre cerramiento y estructura, ta de retracción, con lo que nos resuelve su estudio.
vista ya en el apartado anterior, no sólo evita las ac- Entonces, deberemos manipular la junta en ese pun-
capitulo II. Patología e Intervención en cerramientos y acabados
///
ESES
7
PILAR
CERRAMIENTO
to, introduciendo un corte lineal y separando y ade- Si se trata de unión entre cerramiento y car-
cuando sus bordes. pintería en exteriores, el sellado será también nece-
En todos los casos habrá que estudiar la distan- sario.
cia adecuada entre juntas. Para ello habrá que consi- a.2) Falta de independencia entre elementos aje-
derar, por una parte, el coeficiente de dilatación po- nos. Es el caso ya comentado de cerramientos alre-
tencial del material (ver cuadro C-1) por otra, la dedor de pilares o pasantes delante de ellos. Entonces
orientación de la fachada a los efectos de calenta- la independencia debe ser, si cabe, más patente. Para
miento por radiación y, por último, la climatología del eliminar esta causa será necesario rehacer el cerra-
lugar a los efectos de temperaturas extremas. Con to- miento y marcar más la independencia.
do ello, y limitando el movimiento máximo a 5 mm, En general, siempre que nos encontremos con ele-
obtendremos la distancia entre juntas. mentos de funciones distintas debemos cuidar su li-
bertad individual.
4.1.3 De los errores de proyecto b) Falta de juntas de retracción
Entramos aquí en el conjunto de causas indirectas La actuación se basará en marcar dichas juntas.
ya comentadas como origen de las grietas y donde Si se trata de las de dilatación de la estructura que
tendremos más posibilidades de actuar. Veamos los han sido olvidadas al ejecutar el cerramiento o el aca-
distintos casos comentados en el punto 2.2.3. bado, deberemos recuperarla cortando y sellando (o
a) Uniones constructivas deficientes tapando con tapajuntas). Si, por el contrario, se trata
Se tratará de corregir la deficiencia que. de las necesarias en el cerramiento que no se hayan
normalmente, consistirá en uno de los tipos siguien- considerado, ya han quedado comentadas en el pun-
tes: to 4.1.2.
capitulo Patología e intervención en cerramientos y acabados
m
En los casos de fachadas enfoscadas o revoca-
1 5
<=Z>
das, un tradosado exterior muy simple consiste en su
forro con un panel aislante de espuma, poliestireno
expandido normalmente, anclado con piezas espe-
ciales, a las que se sujeta posteriormente un revoco
APERTURA DE JUNTA monocapa armado con malla de fibra de vidrio o po-
liéster. Se trata de una solución comercial conocida
28. Juntas de retracción.
que permite, al mismo tiempo, la mejora del coefi-
ciente de aislamiento de la fachada, y sobre todo, la
anulación de los posibles puentes térmicos provoca-
4.2.3 En maniposterías (Fig. 27) dos por la estructura. En cualquier caso, el nuevo aca-
En este tipo de fábricas, sobre todo en las de can- bado exterior queda independiente del antiguo, tanto
to rodado, no suelen ser frecuentes las roturas de los a los efectos de las grietas existentes como de los
elementos unitarios, por lo que la reparación alterna- nuevos movimientos por variaciones térmicas.
tiva consistirá en el relleno o rehenchido. Para ello, y
teniendo en cuenta el importante espesor de este ti- 4.2.5 Juntas de retracción
po de cerramientos, deberemos proceder de un mo- Cuando el diagnóstico lo indique necesario, al re-
do similar a como hemos indicado para las inyeccio- parar el efecto deberemos introducir las juntas de re-
nes de fábricas de ladrillo de gran espesor, es decir, tracción requeridas. Para ello, podemos seguir dos ca-
un saneado profundo de la grieta, incluso con aire a minos. Por un lado, aprovechar la misma grieta y marcar
presión, y la abertura de orificios para facilitar la lim- la junta en esa zona, o, por otro, sobre todo si las grie-
pieza e inyección de la lechada. Si es posible, debe- tas son poco definidas o múltiples, marcar la junta de
remos reponer los mampuestos superficiales que, al retracción independientemente de la lesión. En el pri-
quitarlos, nos facilitarán el saneado de la lesión. mer caso, deberemos demoler el entorno de la grieta y
Naturalmente, este tipo de actuaciones son inde- rehacer la fábrica con la junta incorporada, marcando
pendientes, y posiblemente complementarias de los zun- los nuevos bordes y sellando con elastómero, como
chados, muy frecuentes en este tipo de fábricas cuan- una junta de dilatación convencional (Fig. 28). En el se-
do tienen una misión portante y hace falta su consolidación, gundo, podremos recurrir a cortar la fábrica existente
cosidos que se contemplan en otros capítulos. por medios mecánicos desde el exterior y en todo su
espesor procediendo posteriormente a su sellado.
4.2.4 Trasdosados
En ocasiones, la reparación por demolición o por
sustitución individual de piezas rotas no resulta ren-
5. Prevención
table, sobre todo cuando se trata de muros en blo-
ques enfoscados o guarnecidos sin ningún carácter Vistos los distintos procesos patológicos que pro-
histórico o artístico. Entonces, la solución más prác- ducen las grietas de los cerramientos de fábrica, co-
tica es dejar la lesión oculta y trasdosar el elemento nocidas sus causas, tanto directas como indirectas y
constructivo con algún sistema que ofrezca la sufi- planteadas las actuaciones de reparación, tanto de la
ciente integridad y que pueda funcionar de algún mo- causa como del efecto, creo que estamos en la me-
do independientemente del lesionado. Podemos in- jor situación para establecer las medidas de preven-
dicar dos sistemas relativamente usuales, uno para ción necesarias, entendiendo por tales todas aquellas
tabiques y otro para muros exteriores. que debemos tomar en proyecto y ejecución, así co-
En el caso de tabiques, resulta sencillo trasdosar mo en mantenimiento, para evitar que se originen y
con placa de cartón-yeso, recibido con rastreles, lo desarrollen los procesos patológicos conducentes a
que supone un espesor total de unos 3 cms. que le la aparición de esas lesiones.
capituic II Patología e intervención en cerramientos y acabados
1
5.1 Medidas de proyecto
1-
Estarán orientadas a controlar los posibles movi- 1
nado más arriba, deberemos procurar que la dilata- primero el paño continuo y después el perpendicular,
ción no supere nunca los 5 mm. en horizontal. Una lo que no da traba suficiente y facilita la lesión.
medida prudente seria dejar una junta de retracción
de fachada de fábrica entre cada dos de dilatación de 5.2.2 Rozas correctamente ejecutadas
la estructura, con lo que tendremos una distancia en- Aunque ya se ha mencionado este punto en apar-
tre juntas aproximada entre 15 y 18 mts. tados anteriores, veámoslo de un modo global. Para
ello consideramos dos aspectos básicos; situación y
5.2 Medidas de ejecución tamaño.
a) En cuanto a su situación, la normativa NTE su-
Al igual que en el proyecto, y como complemento giere que las horizontales vayan lo más altas posible,
de las medidas sugeridas para él, debemos estable- con el objeto de no facilitar el despegue del cerramiento
cer una serie de prevenciones en la ejecución para en arco de descarga cuando le falte el asiento, y que
anular en lo posible las causas indirectas de los pro- las verticales vayan de arriba a abajo y por el sitio ne-
cesos patológicos que conducen a las grietas. cesario hasta llegar al punto deseado, alejándose un
Siguiendo un camino similar al utilizado para estudiar mínimo de los bordes (25 cms. en ladrillos huecos).
Asimismo, no se recomiendan rozas curvas que pue-
la tipología del punto 2.2.4. podemos agrupar estas
dan favorecer la aparición de los arcos de descarga.
medidas en lo siguientes tipos.
b) En cuanto al tamaño, ya quedó mencionado que
5.2.1 Traba suficiente no deben degollar el espesor del cerramiento en más
Las obras de fábrica están basadas en la traba en- de un 50%, en función del tipo de fábrica. En el caso
tre sus elementos unitarios que conforma el aparejo de ladrillo hueco, ello obliga a utilizar hueco doble cuan-
de las mismas. Ello nos da, como sabemos, el en- do debamos hacer rozas, incluso para electricidad, pro-
curando no romper nunca más de un canuto. Tampoco
ganche entre elementos, que nos definirá el coeficiente
deberemos hacer rozas en los tabiques de placas ma-
de adherencia de la fábrica en función de la superfi-
cizas de escayola, ya que resulta muy posible que que-
cie de los elementos unitarios que se hallan en con-
den partidas. En general, siempre que sea posible, apro-
tacto con otros y, en definitiva, la capacidad mecáni-
vecharemos los huecos del cerramiento para los
ca del conjunto y, por tanto, su integridad. conductos. Así, en bloques de mortero podemos apro-
Dicha traba debe ser cuidada y uniforme, en ge- vechar la continuidad vertical de los huecos para llevar
neral, pero existen tres puntos donde debemos poner los conductos sin necesidad de rozar.
especial cuidado en su ejecución (Fig. 33).
a) Por un lado, las interrupciones en la ejecución
de un cerramiento que, al continuarse varios días o Bibliografía
semanas más tarde, debe mantener la misma traba
JOHN TRILL Y JACK T. BOWYER, "El caso de la esquina rota y otros
que en el resto. Para ello la única solución es dejar
problemas constructivos", Ed. G.G.. 1981.
adarajas y endejas en todas las hiladas, y no en unas
"Curso de mecánica y Tecnología en los edificios antiguos", C O A M . ,
cuantas en toda su altura, como tienen costumbre de 1987.
hacer algunos albañiles para evitar la complicación. "Curso de rehabilitación" (10 tomos). C.O.A.M., 1987.
El resultado es un punto más débil que facilita la apa- H. J . ELDRIGE, "Defectos comunes". Ed. G. G., 1982.
rición de la lesión. T. STAMBOLOV Y J . R. J . VAN ASPEREN DE BOER. "El detenoro y
b) Por otro, las esquinas, que cuando no son a 90° la conservación de materiales porosos de construcción en monu-
mentos", U.N.A.M.. 1984,
existe la tendencia a ejecutarlas a inglete introduciendo
LYALL ADDLESON. "Fallos en los edificios", Consejo General de
grapas metálicas en algunas hiladas. El resultado es
Apagadores y Arq Técnicos, 1982.
la ejecución de dos unidades de fábrica independientes
"Lesiones en los edificios: Síntomas, causas, reparación" (2 tomos)
a ambos lados del quiebro, ya que las grapas metáli- CEAC, 198!.
cas, incluso puestas en todas las hiladas, no son su- HANS PRÓPSTER, "Lesiones de solados y alicatados" (2 tomos), C E -
ficientes para trabar el conjunto. Se necesita la tra- AC. 1980.
bazón efectiva de los propios ladrillos en todas las FRIEDRICH EICHLER. 'Patología de la Construcción", Ed Blume,
hiladas para que actúe como una sola unidad. Para 1979.
ello podemos recurrir, bien a los ladrillos aplantillados, ETSA Valladolid, Dep da Construcción, "Patología de fachadas ur-
bien a dejar dientes a lo largo de la esquina, en fun- banas", Universidad de Valladolid. 1987.
ción del ángulo. A. BAGTIONIY G. GUARNEIRO, "La rehabilitación de edificios urba-
nos", Ed. G. G., 1988.
c) Por último los encuentros entre cerramientos, GABRIEL LÓPEZ COLLADO. "Ruinas en Construcciones antiguas",
más o menos perpendiculares. También en este caso MOPU, 1976.
necesitamos traba de adarajas y endejas en todas las JUAN MONJO CARRIO. "Patología de cerramientos y acabados ar-
hiladas, cuando en la realidad es muy corriente hacer quitectónicos", Ed. Muniila-Leria.
cap/lulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
121
Hoy en día se hacen mezclas para obtener el co- del mortero y la trabazón obtenida con el aparejado
lorido blanquecino que daba la cal a la argamasa, lo de las piezas, contribuyen a crear una unidad de fá-
que actualmente suele obtenerse con diversas pro- brica estable.
porciones de cementos blanco y gris, o bien con adi- Para generar la trabazón, las piezas se superpo-
tivos colorantes. nen cuidando la discontinuidad vertical de las llagas,
lo que viene dado de una manera regular por el apa-
2.2.2 Mortero de cemento rejo escogido.
Los morteros actuales suelen ser de cemento, va- Todos los tendeles de las fábricas están a nivel por
riando su proporción de arena en función de las re- razones tectónicas, constructivas y estructurales.
sistencias exigidas a la fábrica, o del tipo de junta, fi- La obra de fábrica tradicional tiene resistencia a
nura del árido... compresión sobrada respecto de la capacidad de los
Conviene recordar que para cada tipo de fábrica materiales que la componen. Su amplio grueso per-
hay un mortero adecuado, con una determinada com- mite su estabilidad sin llegar a agotar su capacidad
posición y resistencia, muchas veces función de las resistente. Su comportamiento es plástico si se acep-
características resistentes de las piezas. ta su agrietamiento, lo que es habitual en la arquitec-
Teniendo en cuenta las consideraciones previas, el tura tradicional, sin que ello suela suponer un inmi-
tipo de Mortero para la fábrica armada debe ser un nente peligro de ruina, sino una simple reacomodación,
M-80, por cuanto se requiere una resistencia mínima en razón de la imposibilidad que tienen sus compo-
para conseguir la adherencia entre el mortero y la ar- nentes de soportar tracciones.
madura para transmitir los esfuerzos apropiadamen- En este siglo el grueso de la albañilería ha llegado
te, especialmente en los solapes. a su mínima dimensión, está referida al ancho de la
Los gruesos de las juntas se estipulan hoy día en- pieza existente en el lugar y en cada país.
tre 0,8 y 1,5cm de grueso, aplicándose de 1,0 cm. có- Por otra parte es común combinar la cerámica con
mo término medio. materiales, estructuras de acero u hormigón arma-
Nuevamente hay que tener aquí en cuenta que di- do, que dada su capacidad a flexión, en ocasiones
cho grueso, particularmente con los ladrillos, también fuerzan al agrietamiento de la albañilería, por ser rí-
está relacionado con el tamaño de la pieza utilizada y gida.
su dimensión modular. Además las exigencias de calidad actuales no per-
En términos generales, el afinar hacia menos el miten aceptar su agrietamiento, ni siquiera la fisura-
grueso de junta va en beneficio del incremento de la ción sin llegar a ser visible.
resistencia de la fábrica y sus características propias, Los problemas se incrementan cuando a lo ante-
disminuyendo además los puentes térmicos y las eflo- rior se suman situaciones de esbeltez, momentos fue-
rescencias que el mortero favorece. ra del plano del muro, etc., que enseguida se dan de-
Se aconseja utilizar morteros preparados, para ga- bido a la delgadez de la fábrica.
rantizar su resistencia y características plásticas sin Todo ello lleva a que aún habiendo mejorado sen-
añadir más agua de la debida. siblemente los componentes de la albañilería, su pa-
tología ha aumentado (Fig.2)
2.2.3 Cemento- cola
Esta variante de morteros de cemento u otros pro-
2.4 Las Armaduras para la Fábrica:
ductos químicos, tiene, la particularidad de requerir
tipos y cualidades
muy poco grueso, pudiéndose aplicar a juntas de só-
lo 2 ó 3mm de grueso. Para ello se requiere que las En función de la elaboración prefabricada de las
piezas utilizadas sean de extremada planeidad y exac- armaduras cabe la siguiente clasificación:
tas dimensiones, lo que para la cerámica solamente
sería aplicable a ladrillos prensados. a) Armaduras longitudinales: barras o redondos
Las barras más utilizadas en la construcción osci-
2.3 La Fábrica tradicional lan entre los diámetros 6 y 20mm.
Por su forma lineal ofrecen cierta dificultad para
Por motivo de la acción de la gravedad, la albañi- colocarse en una ubicación precisa sobre el tendel,
lería adquiriría estabilidad con el simple hecho de api- por el albañil, ya que éste tiene que restregar las pie-
lar adecuadamente las piezas. Es obvio, sin embar- zas sobre el mortero, descolocando involuntariamen-
go, que acciones horizontales como el simple viento, te los redondos. Por otra parte, su diámetro dificulta
son capaces de impedirlo sino fuera porque el agarre hacer juntas de grueso normal.
Tema ?. Prevención del agrietamiento de faenadas con la iábnca armada
124
2 b) Grietas en la fábrica por deforma- 3) Diversos tipos de armaduras: a) Barra b) Malla estirada
ciones estructurales en un cerramiento c) Rentangular tipo escalera d) Triangular tipo cercha, alambre
rígido. e) Triangular tipo cercha, pletina.
Las organizaciones hechas por un ferrallista Separaciones entre alambres 50, 100, 150, 200,
con barras, tampoco suelen adaptarse al grueso del 250, 280mm
tendel. 1-Para juntas de mortero normales:
Alambres longitudinales de 4 ó 5mm. de diáme-
b) Armaduras superficiales o de tendel tro.
Dado lo delgado que es el tendel es preciso utili- Su conformación triangulada la hace indeformable
zar alambres o mallas para que tengan el suficiente frente acciones horizontales.
recubrimiento de mortero. Ello lleva a la necesidad de -Adecuada para acciones verticales, horizontales,
prefabricar armaduras planas o superficiales para po- longitudinales o transversales a la fábrica, cualquiera
sibilitar su colocación (Fig.3.) que sea el ancho del tendel.
Tipos y cualidades: Para juntas de cemento cola:
* Triangular: tipo cercha [1.] Pletinas longitudinales de 2mm. grueso x 6mm. de
Celosía realizada con acero AEH-500T, constitui- ancho
da con 2 alambres paralelos, separados y unidos en- * Rectangular: tipo escalera [2.]
tre sí, por otro en diagonal continuo soldado en zig- Celosía obtenida soldando los alambres transver-
zag en su mismo plano. sales sobre los longitudinales. -
capiluio ¡I Patología e intervención en cerramientos y acabados
Su conformación rectangular es deformable fren- mentó de acero frente a la corrosión dependerá del
te a acciones horizontales (Fig.4). grueso de la sección de dicho elemento.
- Adecuada para acciones verticales y longitudi- Puesto que en albañilería los tendeles son muy fi-
nales. nos y las armaduras mucho más, es decir, de 1,5 a
* Malla estirada [3] 5mm de diámetro lo antedicho tienen que alertar enor-
Chapa calada y estirada conformando una malla. memente sobre la necesidad de evitar la corrosión con
Sus características son apropiadas para repartir algún tratamiento preventivo, sino se quiere arruinar
cargas sobre el ancho del tendel. la fábrica en poco tiempo.
- Adecuada para acciones verticales. En el hormigón armado se utilizan barras de grue-
" Otras mallas plásticas so mucho mayor que en albañilería, y además están
No son comparables por sus características téc- recubiertas de hormigón rico en cemento que las pro-
nicas con las armaduras de tendel. Se aplican para tege de la corrosión bajo 2 ó 3 cm. de grueso.
dar continuidad en revocos de mortero o tendidos de Por el contrario en la fábrica, el mortero, tiene mu-
yeso. cha menos proporción de cemento y grueso de recu-
brimiento, y las armaduras se sitúan junto a materia-
- No son adecuadas para los tendeles, les habitualmente absorbentes de la humedad. La
realidad favorece en gran manera la corrosión sino se
c) Armaduras espaciales toman medidas preventivas. Sin protección, hay co-
rrosión. (Fig.6).
Las armaduras espaciales o tridimensionales, es-
Según el EC-6, se recomiendan las siguientes pro-
tán diseñadas para aplicar en aquellas fábricas en que
tecciones [5.]:
las piezas tengan amplios huecos verticales.
"Acero sin tratamiento. En interiores sin humedad.
Actualmente sólo existe una patente: [4.] [25] (Fig.5.)
' Galvanizado de Zinc. En interiores.
Está constituida por 2 alambres longitudinales pa-
' Capa Epoxi sobre el Zinc. Zonas en que haya hu-
ralelos, separados y soldados entre sí mediante ani-
medad.
llos verticales. Estos anillos están distanciados regu-
" Armadura inoxidable. Medio muy agresivo (in-
larmente para casar dentro de los huecos verticales dustrial).
de las piezas de la fábrica, armando y reforzando al
mismo tiempo.
Las armadura espaciales, además de soportar las 2.6 Aclaración conceptual y semántica
acciones de las armaduras tipo cercha, soportan mo-
Por fábrica armada se entiende aquella que está
mentos fuera del plano de la fábrica.
regularmente armada por tendeles con armaduras pre-
Son adecuadas para armar frente a grandes soli-
fabricadas, dotando a la albañilería de capacidad a
citaciones, especialmente para empujes de terreno y
tracción de forma homogénea y sin alterar por ello
para efectos de torsión.
2.5 Las potecciones frente a la corrosión
126
Epo>y
Epoxy (E)
n ínmJsOi p&í J M I ove
fié/a 'X"M J i * 'Life
( 1) t.JS} • •
6. a) Sin protección hay corrosión. Jardinería de hormigón ar- 6. b) Diversos tipos de protecciones del acero: recubrimiento de
mado. Acero corroído y rotura del hormigón. zinc, zinc + epoxi y acero inoxidable.
sustancialmente las cualidades del material de la fá- Aprovechando esta oportunidad que brinda la téc-
brica original (exceptuando la tracción añadida). nica de la albañilería, es posible disponer armaduras
Conviene distinguir que dicha expresión no condi- en dicho plano.
ciona al tipo de material de fábrica utilizado, y que ex- Son razones técnicas de la albañilería las que
presa una capacidad regular de armado o tracción ho- obligan a prefabricar las armaduras de tendel con
rizontal (caso de un muro). alambres, y estructurarlas para poder garantizarse
La fábrica armada por antonomasia, debe enten- su forma de trabajo adecuada con la puesta en obra.
derse aquella que está homogéneamente armada por
tendeles con armaduras prefabricadas tipo cercha, es 2.8.2 Comportamiento estructural
decir, que aprovechen las dos direcciones tensiona- Si se tiene una fábrica homogéneamente armada
les que ofrece el tendel (longitudinal y transversal), lo por tendeles se obtiene un material compuesto que
que sólo se obtiene con celosías de forma triangula- tiene capacidad a tracción en la dirección de los ten-
da [6.]. deles. Si además se han utilizado cerchas, ésta ca-
La expresión fábrica reforzada, por el contrario, se pacidad a tracción existirá en las dos direcciones del
refiere a un tipo de armado, que incrementa la capa- tendel, dada la continuidad del alambre diagonal cen-
cidad a tracción de forma localizada (caso de un car- tral que constituye la triangulación.
gadero, pilastra, etc.). En flexión vertical, el canto del material de la fábri-
Pueden obtenerse combinaciones de fábrica ar- ca ha de asumir el esfuerzo cortante, mientras que en
mada y reforzada. flexión horizontal, la armadura diagonal contribuye a
Lo expuesto se diferencia de la fábrica de la absorción de este esfuerzo.
bloque de hormigón armado (sinónimo del hormi- La fábrica homogéneamente armada por tendeles,
gón armado aplicado a bloques de albañilería), que controla la fisuración en la albañilería, dada la ductili-
obtienen su capacidad a tracción por refuerzos lo- dad que le confiere el acero. No obstante, el nuevo
calizados en zunchos o pilastras, colocando organi- material compuesto es anisótropo y por tanto hetero-
zaciones de ferralla en algunos huecos que luego rresistente, comparando las direcciones horizontales
se rellenan de hormigón. Realmente con ello se cons- y la vertical (Fig.7).
tituye un material heterogéneo que se parece más Son evidentes las ventajas que se obtienen cuan-
a un entramado de vigas y pilastras de hormigón do la fábrica tiene tracción, sobre todo si nos encon-
armado, que enmarca paños de fábrica de bloque tramos con las situaciones actuales, donde se fuerza
sin armar. involuntariamente a la albañilería a fraccionarse, cuan-
do la calidad exigida no admite su fisuración.
En flexión vertical las posibilidades de armado es-
2.7 La Fábrica Armada
tarán en función de la resistencia a compresión de
2.7.1 Organización constructiva la fábrica en la zona comprimida y del valor del cor-
Asumiendo que toda fábrica tiene superficies tante que ésta sea capaz de resistir. Así como de la
horizontales continuas, con independencia del anchura y separación vertical de los tendeles.
tipo de pieza y material que se utilice, es evidente En flexión horizontal, el caso de la acción del vien-
aue se tiene un plano donde poder armar (largo y es- to la cercha se encarga de absorber también el cor-
trecho). tante obtenido tanto si hay presión o succión.
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
También deberá tenerse en cuenta, si se van a utili- Todas estas deformaciones impuestas que afec-
zar armaduras hechas con alambres o pletinas, según tan a lo largo y ancho del muro, pueden controlarse
se vayan a hacer juntas de mortero normales o finas. adecuadamente disponiendo regularmente cerchas
Por último se escoge el diámetro adecuado a las para evitar la fisuración de la fábrica.
solicitaciones. La triangulación absorbe las tensiones de la fábri-
ca no sólo a lo largo del muro, sino también en todo
3.1.2 Adecuación entre Cerchas y Materiales su ancho. Esto es muy importante para las hojas de
La armadura apropiada deberá de tener un ancho fábrica exteriores que están sometidas al calenta-
inferior en 3 ó 4 cm. al grueso del muro, siempre que miento o enfriamiento por una sola cara.
se trate de una sola hoja aparejada a soga.
Existen anchos de cerchas para cada tipo de ma- (B) : Soporta Flexión Vertical
terial y grueso de fábrica. Son muchas las ocasiones en que la fábrica debe
de salvar huecos sobre puertas o ventanas. Si el re-
3.1.3 La creación del nuevo material compuesto parto de tendeles armados dispone de alguna arma-
La regularidad de tendeles armados (su separación dura en las primeras hiladas sobre el hueco, puede
vertical) para obtener el nuevo material compuesto de- constituirse dinteles en arco de descarga atirantado,
penderá: sin tener que recurrir a materiales heterogéneos (car-
- del grueso de la fábrica (ancho pieza) gaderos) para salvar el hueco.
- de la separación vertical de los tendeles (altura Por lo mismo, una partición o cerramiento pueden
pieza) quedar sin apoyo por exceso de deformación del for-
- del diámetro de los alambres longitudinales de jado que les sustente (lo que suele darse muy a me-
la cercha nudo en el tiempo), creando tracciones en la base de
- de las solicitaciones que se deseen afrontar la albañilería capaz de agrietarla, a menos que se ha-
El nuevo material compuesto creado, es muy va- ya previsto un armado de las primeras hiladas sobre
riable en función del tipo de material de fábrica utili- el apoyo, que de darse el caso, atirantarían el arco de
zado (calidad, forma, tamaño...), pudiendo ser más o descarga en que se constituiría el muro, evitando su
menos homogéneo o heterogéneo. fisuración y agrietamiento (Fig. 10).
El mortero cumplimentará las exigencias del fabri-
cante de la pieza, recomendándose aplicar un Mortero (C) : Soporta Flexión Horizontal
M-80. Deberán seguirse los consejos de colocación Todo muro de fábrica está sujeto a acciones hori-
del Manual sobre La fábrica armada. zontales perpendiculares a su plano.
La acción del viento actúa sobre los cerramientos,
generando presiones o succiones, que también en
3.2 Nuevas Cualidades de la Fábrica Armada
ocasiones inciden sobre las-particiones, especialmente
(A): Soporta Deformaciones Impuestas durante la construcción si se trata de paños esbeltos
Las deformaciones impuestas afectan a todos los o de gran luz.
materiales en mayor o menor medida, y de forma di- El material compuesto fábrica armada, gracias a la
ferenciada en el tiempo. armadura triangulada en forma de cercha, puede ab-
Así, los materiales cerámicos dada su cocción y se- sorber importantes acciones eólicas que dependerán
gún el tipo de arcilla, tienen tendencia a absorber la hu- del:
medad del ambiente, en mayor grado después de los - ancho del muro de fábrica, es decir, ancho de la
primeros días de fabricación, lo que puede ser causa cercha
de expansión por humedad, más acusada cuando se - separación vertical de los tendeles armados
emplean las piezas los días inmediatos a su cocción. - separación horizontal de los soportes de reac-
Por el contrario, los materiales conglomerados tie- ción
nen tendencia a perder la humedad de fraguado du- La acción horizontal del empuje del terreno o del
rante los primeros días de su fabricación, lo que pue- agua también puede soportarse ventajosamente en
de producir retracciones en paños de fábrica, si se mayor o menor cuantía en función de los parámetros
construyen sin el apropiado curado del material. expuestos.
Los cambios térmicos extremos afectan a la de- Donde se prevean terremotos, la triangulación de
formación de las fábricas, produciendo dilataciones y la cercha contribuye eficazmente a evitar daños
contracciones entre día y noche, y entre estaciones (Fig. 11).
climatológicas (Fig. 9). ((A) f (B) + (C)j: Efecto de trabajo combinado
capituio II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
©
haberse prevenido durante el proceso de construc-
_ , Aumenlo los p r e s t a c i o n e s
ción podría haberse evitado. , J técnicas
El coste de la reparación de las grietas, siempre es
un gasto añadido al de la construcción inicial, no me-
nos importante que el coste en imagen para el Promotor,
Constructor, Propiedad, Arquitecto, etc. (Fig. 9).
La sociedad actual está muy sensibilizada en la exi-
gencia de calidad en la construcción.
La albañilería, uno de los capítulos más tradicio-
nales de la construcción, ha experimentado en los úl-
timos años una gran evolución gracias a la mejora de
las cualidades de los materiales de fábrica. Sin em-
bargo, la rigidez propia de éstos materiales contrasta
actualmente con la capacidad de flexión que tienen
los elementos estructurales con que se combinan. Ello
puede llevar a fisurar la albañilería por concentración
de tensiones, que la fábrica no es capaz de asumir si 10.
no está convenientemente armada.
Para prevenir el problema de la fisuración en la al-
Potencio y e c o n o m i z o la
bañilería se han ideado las armaduras prefabricadas
de tendel, que se disponen en las juntas horizontales
® Arquitectura.
Sismorresistente
Construcqjón
de la fábrica.
Como resultado de aplicar C e r c h a s en obra,
se obtienen muros de un nuevo material com-
puesto fábrica armada, que tiene las cualidades
propias del material de fábrica utilizado, más una
capacidad a tracción, que aumenta las presta-
ciones de la albañilería. al tiempo que previene la fi-
suración. (Fig. 11).
Colocando Cerchas en los tendeles, regularmen-
te espaciadas a toda la altura de un muro, tanto si
se compone de piezas pequeñas o grandes, cerá-
micas o de hormigón, macizas o huecas, se consti-
tuyen paños de fábrica armada, capaces de sopor-
tar tensiones en dos planos Si además se disponen 11.
Tema 2. Prevención del agnelamienio de faenadas con la fábrica armada
varias de estas armaduras en un mismo tendel, po- de ellas paralelas una al lado de otra en la misma hi-
drán soportarse esfuerzos localizados. (Fig.10) lada, en muros gruesos, incrementándose sustancial-
Las aplicaciones más habituales del armado de ten- mente la capacidad resistente de los dinteles.
deles en la albañilería, con su correspondiente cálcu- Para evitar el posible descuelgue de la primera hi-
lo tabulado, junto con la forma de prevenir la fisura- lada del tendel, se utilizan ganchos de cuelgue apro-
ción, vienen recogidas en él: piados a la altura de cada tipo de pieza.
Para garantizar el anclaje de las armaduras, éstas
3.3 Aplicaciones de la Fábrica Armada (Fig, 9) deben prolongarse al menos 50cm. a ambos extre-
mos del hueco.
(1) : Previene la fisuración: confiere ductilidad Las aplicaciones más frecuentes se dan:
Para prevenir la fisuración de la albañilería es ne- - Frente a asientos diferenciales del terreno bajo
cesario contar con una mínima cuantía de armado que muros de carga
viene fijada por el grueso de la sección de la fábrica. - Frente a flexiones de viga/forjado bajo tabiques
El EC-6 recomienda armar con el 0,05% de la sec- y cerramientos
ción en muros normales (hasta 19cm.) y con el 0,03%, - Frente a contracción, retracción o dilatación de
muros gruesos (de 20 a 30 cm). También está limita- paños largos
da la separación vertical máxima de tendeles arma- - Frente a concentración de tensiones, alrededor
dos a 45 ó 60 cm. según países. de huecos
Según que el diámetro de los dos alambres longi- - Frente a concentración de tensiones, bajo cargas
2
tudinales de las cerchas sea de 4 mm. (25mm de área) puntuales
2
ó 5 mm. (35mm de área), y en función de la altura de
la pieza de la fábrica, podrán cumplimentarse estos (3): Potencia y economiza la Arquitectura (Fig. 11)
requisitos armando a distintos niveles. Todo lo anteriormente expuesto es apllcabe a una
La configuración triangulada de la cercha permi- o a dos hojas de fábrica de forma independíente, en
te aumentar la resistencia a compresión de la fábri- función del grueso y tipo de material que tenga cada
ca por efecto zuncho que ejerce sobre los tendeles una, y de las solicitaciones a que estuvieran someti-
armados. das. De esta forma las dos hojas de un Caw'fy Wall,
Las aplicaciones más comunes son: pueden llegar a mantener una independencia estruc-
- En el incremento de separación de las juntas de tural total.
dilatación Desde el punto de vista constructivo en muchas
- En la ejecución de dinteles de material de fábri- ocasiones, resulta muy ventajoso hacer solidario el
ca homogéneo trabajo de ambas hojas. Ya que es posible aprovechar
- En muros sometidos a la presión o succión del la mayor inercia que se obtiene de armarlas triangu-
viento lando conjuntamente, en beneficio de un significativo
- En muros sometidos al empuje del terreno, pis- aumento de las cualidades resistentes del muro ca-
cinas... puchino así construido.
- En la ejecución de cadenas de enlace y reparto Este hecho no impide que el espacio intermedio
de forjados entre las dos hojas, que no tienen por que estar cons-
truidas con el mismo tipo de pieza (aunque sí se acon-
(2) : Aumenta las prestaciones técnicas (Fig. 10) seja que sean del mismo material a efectos de defor-
Si además de armar de forma homogénea la fábri- maciones -como por ejemplo ladrillo visto/l.hueco-),
ca se requiere localizar mayor cuantía de armado en pueda dejarse vacío, rellenarse en parte con aisla-
determinadas zonas para acciones localizadas, es fá- miento, o macizarse con hormigón armado.
cil de conseguir con dicha técnica sin más que utili- En determinados casos interesa levantar las dos
zar el ancho apropiado de las armaduras, en función hojas en fases separadas, y con materiales distintos,
de las necesidades. pudiendo quedar las armaduras horizontales en es-
Bajo estos criterios, en el Manual español, el Prof. pera para el atado de ambas hoias solidariamente,
J.A. Lahuerta ha desarrollado tablas de cálculo sim- después de naber aplicado el aislamiento (si se re-
plificadas para dinteles bajo cargas de forjado. Las ta- quiere) con planchas o proyectado.
blas referidas a materiales cerámicos, se han publi- Una combinación interesante puede ser un muro
cado en El muro de ladrillo de Hispalyt [11 .j doblado de ladrillo visto/bloque termoarcilla, con ape-
Dichas tablas se han hecho utilizando las armadu- nas 1 cm. de separación entre ambos materiales, que
ras ae 50 mm. de ancho, pudiendo colocarse varias funciona excelentemente desde el punto de vista re-
capitule II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
das y sus causas, al inicio del uso de la fábrica arma- Lo que supone 2,5ml x m de cerchas.
da en este país, y depués de su aplicación durante 20 - cada 60 cm. de altura (10 hiladas) con cerchas de
años, demuestran que las causas de fisuración dis- diámetro 5mm.
2
minuyen del 40 al 12%, teniendo mucho que ver en Lo que supone 1.6ml x m de cerchas.
Tema 2 Prevención del agneiammntc de fachadas con fa fábrica armada
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¡ \ A
Recientemente se ha presentado en Londres un
estudio comparativo entre costes de edificios cons-
_ truidos de forma tradicional y el ahorro obtenido apli-
( r- V
-- -JT. cando los conceptos de la fábrica armada [13].
—
CD é y
C=t - Según la investigación de costes realizada, el aho-
en E .
r rro es muy importante en dinteles y tabiquería, sin con-
* en * y
tar además las garantías de evitar la fisuración y por
• tanto el ahorro de costes posteriores muy elevados.
_: ¡ Respecto al estudio hecho sobre la aplicación del
—•
29_ concepto de la fábrica armada en viviendas de muros
- — .— 1 m J de carga de Alemania, Italia y Suiza, el incremento me-
31
dio equivale al aumento del 0,4% del coste de la es-
14. Armado para el control de la fisuración de muro de 1 pie de tructura de muro de carga (colocando cerchas cada
grueso de fábrica cerámica. h = 40cm de altura).
2,5 mlxm' con cerchas de alambres de 5 mm. cada 40 cm. de al-
tura.
Es muy ventajoso desde el punto de vista econó-
mico, aprovechar las mayores posibilidades técnicas
que ofrece la fábrica armada a la hora de construir con
ella. Este es el caso de los muros sometidos a la ac-
3.5.2 Tipología constructiva de muro de carga ción horizontal del viento cuando los soportes estruc-
Si se trata de un muro muy grueso: turales están muy distanciados, como suele ocurrir en
Se puede obtener la cuantía de armado del 0,03% edificios industriales o grandes superficies (Fig.15).
aplicable a muros de fábrica gruesos (30cm), con cer- La mayor economía está sin embargo, en eludir los
chas los tendeles (Fig.14): costes de reparación por fisuración y agrietamiento
- cada 40cm de altura (6 hil.ladri./2 h.bloque) con que suelen darse a lo largo del tiempo en la albañile-
cercha de 5mm ría tradicional sin armar, al ser la albañilería el eslabón
2
Lo que supone 2,5ml x m de cerchas. más débil de una cadena constructiva donde los otros
componentes soportan tracciones.
3.6 Economía y Seguridad en la Albañilería La fábrica armada como material compuesto ofre-
ce seguridad y economía en la albañilería.
- Estudio comparativo de costes
capitulo II Patología e intervención en cerramientos y acabados
del cerramiento.
2.A.-Armado inferior y regular de la ho-
ja interior.
2. B.-Caja de persianas a haces de tabi-
quería.
J
3. ETAPA: Aplicación del aislamiento.
3.A.-Aislamiento aplicado en continui-
dad.
3. B.-Barrera ignífuga a nivel de forjado.
a
4. ETAPA: Construcción de la hoja ex-
terior de fábrica armada.
4.A.-Arranque en apoyo discontinuo del
muro autoportante.
4.B.-Armado de dinteles de fábrica ar-
mada.
4.C-Armado regular de la hoja exterior
de fábrica armada.
4.D.-Anclaje de la hoja exterior a los per-
files 1A.
4.E.-Relación entre carpintería, viertea-
guas, guía de persiana.
4.F.-Juntas de dilatación o cambios de
plano.
4.G.-Remate superior en peto de c u -
A D E l i : CAVITY WAfc 3m biertas o junto a forjados.
- "ACW" (Autoportante Cavity Wall) sólo compro- - El "DCW" (Dúplex Cavity Wall) es muro auto-
mete a la hoja exterior en su actuación de absorber el portante que hace trabajar solidariamente a las dos
viento (Fig. 22). hojas del cerramiento para absorber el viento. La ar-
En el "ACW" en función del 1/2 pie de ancho de los madura de tendel triangulada cumple una función dú-
ladrillos, y las correspondientes cerchas situadas ca- plex puesto que arma controlando la fisuración, al tiem-
da 40 cm. de altura, se pueden separar los anclajes po que actúa de llaves de atado entre las hojas de
hacia unos 6 m. de distancia para una acción de vien- fábrica.
to elevada, contando con el ancho del ladrillo métri- El "DCW" saca el máximo provecho de las cuali-
co o castellano, de 11,5cm de ancho. dades resistentes de la fábrica armada.
Esto hace del "ACW" una solución ideal para edi- En el "DCW", contando con el atado de 2 1/2 pies
ficios residenciales donde las luces entre soportes o de fábrica cerámica más el ancho de la cámara de
la separación de los muros de carga rondan los 6 m. aire, y situando las correspondientes cerchas cada
* Para exponer el proceso constructivo del ACW, 30 cm. de altura, los anclajes a los soportes se pue-
se ha tomado como base el cerramiento del edificio den llegar a distanciar 8 ó 9 m. Los cálculos con-
de El Espinillo en Madrid, del autor del artículo. templan un diámetro de 5mm. en el alambre diago-
Se comprende que en el "ACW", al estar desliga- nal de la cercha.
das en su totalidad las dos hojas de fábrica, es posi- En el caso del "DCW" son los edificios de naves
ble aplicar después de la cámara de aire cualquier ais- industriales, polideportivos, grandes superficies, ofi-
lamiento sobre la hoja interior y la estructura, o utilizar cinas... los económicamente rentables para ésta so-
una hoja interior de material de fábrica con suficiente lución de muro.
coeficiente de aislamiento, de modo que se ahorre co- En el "DCW" según el tipo de edificio de que se
locar otro componente en la cámara. trata, la hoja interior puede ser de material cerámico
'Capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
137
a e c
23. Centro Comercial Max Center, Erosqui. "DCW" Dúplex Cavity Wall de hoja exterior de ladrillo visto y hoja interior de ladrillo hueco
doble, Uriarte/Arechavaleta, Arquitectos, Bilbao.
a) Vista del edificio de 500 x 100 m. de planta aproximada.
b) Detalle exterior de la ejecución del cerramiento con 1/2 pie de ladrillo visto con bandas blancas.
c) Detalle del armado de las zonas curvas, Poligonal de cerchas cortadas y solapadas más de 25 cm.
d) Trasdós de la hoja exterior de fábrica armada, Armaduras Murfor RND: 5/ E-250 cada 40 cm. para trasladar la acción del viento a
costillas dispuestas cada 8 m. Armaduras Murfor RND: 4/ E-50 para armar las costillas que soportarán el viento.
e) Ejecución de la hoja interior con armado para prevenir fisuras por flechas, una vez proyectado el aislamiento continuo impermea-
ble, y colocado el babero para evitar infiltración de humedad.
f) Hoja intenor de ladnllo hueco que se casa por niveles con las hiladas previamente armadas.
aislante (Termoarcilla, Ladrillo Hueco), o bien sino pro- 4.2.2 Ventajas del "ACW" y del "DCW"
yectar el aislamiento en la cara exterior de la hoja in- Las ventajas del "ACW" y "DCW" son:
terior de la cámara. - permite los movimientos diferenciales entre la
La solución con hoja exterior de ladrillo visto e in- estructura y la fábrica sin fisurar la albañilería.
terior de ladrillo hueco, ha sido la solución adoptada - se evitan elementos de apoyo de la fábrica co-
en el Kareaga de Bilbao, donde se ha preferido pro- mo angulares.
yectar el aislamiento en la cara interior de la hoja ex - se simplifica mucho el número de juntas de di-
terior para aumentar su estanqueidad (Fig. 23). latación.
Las posibilidades arquitectónicas de la fábrica ar- - no es necesario utilizar otros componentes pa-
mada y su aplicación en la fachada contemporánea ra dinteles.
se expusieron en el 10th International Brick and Block - se puede mantener una cámara de aire vertical
Masonry Conference. en Calgary, Alberta, Canadá, 5- continua que:
7, Julio, 1994 [31] y en Florencia [32] - evita el riesgo de penetración de agua.
Tema 2. Prevención del agnetamiento de faenada-; con la fábrica armada
•II
miento de unas fábricas con otras y el consiguiente
ahorro de la estructura de acero u hormigón armado.
Las cerchas con sus anchos variables, se acomo-
JKT» L». •-
dan perfectamente para resolver las solicitaciones de
cada paño de fábrica o zona del muro.
Así pues, es posible colocar armaduras del máxi-
2hoos 1 nota p a s a n t e 2hoias mo ancho que permita la fábrica, para zuncharla a ni-
pasantes |hO|a a p o y a d a ) apoyadas
veles regulares cada 40 cm. (2 hiladas). O por el con-
25. Tipos de apoyo posibles del "DCW" trario, pueden utilizarse armaduras más estrechas de
a) Dos hojas pasantes, b) Hoja interior apoyada y exterior pa- unos 50 mm. de ancho para acomodarse en zonas de
sante, c) Dos hojas apoyadas.
concentración de tensiones como es bajo el apoyo de
los forjados, sobre las cimentaciones y en las prime-
- ahorra impermeabilizantes, sólo se aplican en ras hiladas de los dinteles.
base de muro. También se pueden hacer muros sin cámara de ai-
- permite continuidad al aislamiento/evita puen- re utilizando dos hojas de fábrica juntas, de manera
tes térmicos. que la exterior sea de ladrillo visto y la interior de blo-
- ahorra costes de la estructura al no cargar el ce- que Termoarcilla atándose entre si regularmente por
rramiento sobre los forjados perimetrales. permitiendo niveles cada 40 cm. de altura (2 hiladas de bloque
distanciar sustancialmente los soportes del entramado. equivalentes a 6 hiladas de ladrillo), y suplementando
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
139
ría suficiente armar las cuatro primeras hiladas del pe- Este dintel curvo volado en el aire, da que pensar
to inferior, de 1,2 m. de altura. sobre la necesidad de ampliar el campo de aplicación
o
2 ) A) Se podría plantear perfectamente en el peto de la fábrica armada por tendeles, hacia el armado es-
de cornisa, de 1,6 m. de canto, un dintel corrido de pacial o tridimensional. 3 D.
fábrica armada con apoyos cada 6,5 m., armando las
primeras hiladas.
o
2 ) B) También cabría la posibilidad de ir a una 6. "AIA": Hacia un Sistema de Albañilería
gran luz de 13,0 m., caso de aceptar la fisura- Integral, basado en Piezas Universales
ción. Cosa no aconsejable en este caso al tratarse adecuadas al Armado Tridimensional
de fábrica vista y al exterior, aunque pudiera hacer-
se con armaduras inoxidables. El Manual Murfor es- En "AIA" Arquitectura, Siglo XXI, desde hace tiem-
pañol, plantea poder aceptar la fisuración en dinte- po se está profundizando en las posibilidades de am-
les^.] pliar el armado de la fábrica a las tres direcciones del
Igualmente, considerando la zona del torreón cir- espacio [36].
cular: Con las cerchas se ha solucionado el armado bi-
3°) Cabría la posibilidad de solucionar el dintel cur- direccional de la fábrica por niveles horizontales, ya
vo con fábrica armada, utilizando armaduras tridimen- que estos existen regularmente por la tradicional eje-
sionales cananillos [4]. Esta armadura, permite armar cución de la albañilería.
bidireccionalmente con anillos superpuestos, que son Para poder armar en la tercera dirección (la verti-
capaces de soportar torsiones debido a sus cercos [35], cal), se requiere recurrir a una de las dos estrategias
Pero para ello sería obligado disponer de un ladri- siguientes:
llo que tuviera perforaciones verticales suficientemente - no aparejar la fábrica para tener líneas vertica-
amplias, y una buena dosis de paciencia... les.
Tema 2. Prevención del agrietamiento de 'acnaoas con la taonca arriada
142
31. Análisis de las posibilidades de la fábrica armada, considerando el cerramiento del edificio de la Plaza de
la Remonta. Esquema del alzado.
32. Piezas Ladriflor todo muro con opción de apertura para el armado vertical, quintando la flor. Sistema Allwall.
- utilizar piezas con amplias perforaciones verti- cerchas prefabricadas de La fábrica armada coloca-
cales. das en los tendeles, lo que da lugar a un armado bi-
Desde "AIA" y en coordinación con los fabricantes direccional, si se incorpora la tercera dimensión del
de ladrillo españoles HISPALYT, se está desarrollan- armado, disponiendo barras verticalmente o cerchas.
do una pieza que permita armarse verticalmente (cual- En ambos casos para poder armar en el sentido
quiera que sea el aparejo de fábrica que se utilice) y vertical, ya sea con barras, o mediante armaduras
por tanto posibilite llegar al armado espacial con ar- prefabricadas planas o espaciales, es preciso con-
maduras prefabricadas tridimensionales, o mediante tar con que las piezas de albañilería puedan tener
la combinación de armaduras bidireccionales y unidi- amplios huecos verticales donde poder enhebrar las
reccionales obteniéndose las tres dimensiones del ar- armaduras verticales con el mortero u hormigón ne-
mado. [36] cesario.
Para armar tridimensionalmente la albañilería, se
pueden utilizar armaduras prefabricadas espaciales. "ALLWALL": "SISTEMA DE ALBAÑILERIA INTE-
con anillos convenientemente distanciados y diseña- GRAL, BASADO EN PIEZAS UNIVERSALES ADE-
dos al efecto [4]. CUADAS AL ARMADO 3D", es una Nueva Técnica de
También es posible armar tndimensionalmente la Albañilería que utiliza un tipo de piezas de uso gené-
fábrica partiendo de las posibilidades que ofrecen las rico o universal, especialmente diseñadas para, si se
capítulo II Patología e intervención en cerramientos y acabados
requiere y previa su puesta en obra, practicar en ellas [14JCALVI, M. "Cálculo de estructuras de fábrica armada contra el
seísmo".
de forma sencilla amplias perforaciones verticales pa-
Informes de la Construcción, n° 421. CSIC. Madrid. Septiembre. 92.
ra armar en esta dirección.
[15]Norma Sismorresistente. BOE 8-Febrero-95.
Este es el caso de la Pieza Maestra Cerámica K7, (16JEC-6. 5.2.9. Fábrica confinada. Figura 5.14: Ejemplos de fábrica
que utilizada en origen como un Ladrillo o Bloque ce- confinada.
rámico, de cualidades y aplicación tradicionales, es- [17]NBE FL-90 Muros resistentes de fábrica de ladrillo. MOPU.
tá diseñada con unas pequeñas perforaciones verti- [18]EC-6. 5.2.2. Area mínima de armado (para evitar la fisuración).
5.4.2.2 Cavity Wail. Las armaduras de tendel pueden considerarse
cales, pero ordenadas de tal forma que mediante un
como llaves de atado .
ligero foque del albañil con su paleta, en cualquier mo-
[19)EC-6. Detalle constructivo: Figura 5.11: Ejemplos de incorpora-
mento puede convertirse en una pieza con amplias per- ción del refuerzo en la fábrica,
foraciones, capaz de armarse en dirección vertical. h) piezas con armaduras de tendel.
La aplicación de las piezas Ladriflor todomuro ya [20JADELL, J.M. I Congreso Nacional de Tecnología de la Arquitectura:
sean enteras, o en piezas subderivadas, obtenidas por Estudio del comportamiento de la Fábrica armada con materiales ce-
rámicos: (I) Flexión vertical, (II) Ensayos de adherencia. Departamento
cortes preestablecidos, abre un gran campo de apli-
de Construcción y Tecnología Arquitectónicas. ETSA Madrid, 24-
caciones a la albañilería cerámica del ladrillo o bloque 26/11/1994.
cara vista, con las ventajas técnicas que aporta el ace- [211ADELL, J.M. -Vertical Flexura! Bendlng In Untéis with Sed Joint
ro en sus diversas variantes de armado espacial, de t i - Reinforced Clay Masonry in Spain." 4th International Masonry
po tradicional, o pretensado, postensado. e t c . . tanto Conference. Proceedings British Masonry Society (Masonry 8). 23-
25/10/95
si se trata de elementos hechos in situ, como de pre-
¡22JGILL, L.A. & WARREN. P. 'The Atkin Building. Brick Cladding to
fabricados a pie de obra o en taller.
a SteelFramed Building; a differentapproach". The Brick Development
Association. London, 1987.-
[23]ALLIES & MORRISON. "The Gnmaldi Park House."
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[4,)Murfor RE. Bekaert Ibérica, S.A. Travesía de Gracia, 30. 08021 Controversy. Proceedings of the Bntish Masonry Society (Masonry
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Valladolid, 1993 (España). 5). London, 03/1992.
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[9 JAOELL. J.M. "La Fábrica armada: un nuevo material arquitectó- Controversy. Proceedings of the Bntish Masonry Society (Masonry
nico".
5). London, 03/1992.
1 • Jornada Aplicaciones arquitectónicas de los materiales compuestos
[30JPEIRS, G. -Continental Cavity Walls are (sometimes) difterent. "The
y adítivados.
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[31 ¡ADELL, J.M. "Architecture and research with reinforced masonry".
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Alberta, Cariada. 5-7/07/1994.
Masonry Society (Masonry 6).
London, 26-28/10/1992. (32JADELL, J.M. "Architecture and research with reinforced masonry"
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¡111ADFLL. J.M. "Los materiales cerámicos y la fábrica armada. El
Ceramics Conqress 28/07/1994.
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AAW. Hispalyt. Madrid, septiembre. 92 ¡33)HALFEN. "Anclaies". Servido en España por MECANOTUBO. C/
¡1?1PFEFFERMAN, O. "Centre Scientitiaue el Tecnmque de la Isaac Peral 5, 28914 Leganés-Madrid.
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C.S.T.C. Bruselas. Bélgica. Informe 1977-1979. y forma". Ed. Fundación Universidad-Empresa. Madrid, 1985.
[13JTIMPERMAN, P. RICE, T. -Use otMurfor blockwork remforcement [35J0LIVEIRA. L. "La armadura tridimensional para fábrica armada".
- Price companson.". Informes de la Construcción 421. Instituto Eduardo Torroja. CSIC
Proceedmgs of the Fourth International Masonry Confemnce. London. Madrid. 1071992.
Octubre, 95 [36JAIA: Arquitectura siglo XXI. Paseo Castellana, i 54. Madrid 28046.
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
145
de agarre, que sí afectan a las juntas y se pueden ver la rotación de los muros cuando reciben un empuje
afectadas por ellas y por la resistencia mecánica dei horizontal superior.
elemento, igual que en el punto anterior. En genera!, b) También pueden aparecer fisuras, sin llegar a
cabe considerar que una |unta en estos acabados es grietas, en los casos de pandeo fuera del plano cuan-
sumamente débil con respecto al conjunto y que lo do un cerramiento recibe empujes verticales.
que realmente une a los distintos elementos es el mor- c) En general, cuando el esfuerzo que se produce
tero de agarre, bien directamente, bien a través del no es suficiente para romper el cerramiento, sí puede
soporte. serlo, sin embargo, para romper el acabado. Este es
En cuanto a los acabados anclados, solo cabe con- un caso bastante corriente en los acabados por ele-
siderar las fisuras del propio elemento, aunque las cau- mentos (alicatados y chapados de piedra) en facha-
sas pueden ser variadas. El elemento en sí puede te- das, sobre todo en petos de terraza, donde si se pro-
ner algún defecto (un pelo de cantera en una piedra, duce algún movimiento de la estructura, flecha del
por ejemplo) y lógicamente a él van a parar los distin- borde, por ejemplo, puede provocar un movimiento
tos esfuerzos originando la fisura. Otro punto conflic- del peto sin llegar a romperlo, pero sí aparece la ro-
tivo es el anclaje a través del cual se trasmiten los es- tura del acabado y. por tanto, las fisuras.
fuerzos que llegan por el soporte, o en el que se coartan d) Cuando el acabado no es capaz de seguir los
los intentos de dilatación térmica de las propias pie- movimientos de dilatación/contracción del soporte,
zas. De ahí que esos sean posibles puntos de origen pueden aparecer fisuras verticales sin que éste rom-
de las fisuras. pa. Aunque no es corriente esta situación, ya que lo
En cualquier caso, para cada material y elemento normal es que los cambios térmicos afecten más a los
habrá que tener en cuenta sus características físico- acabados que al soporte. Sin embargo, cuando aque-
químicas y su sistema de anclaje, para comprender llos son muy rígidos pueden aparecer las fisuras, co-
su fisuración. mo son los casos de alicatados que, además, están
rígidamente unidos al soporte.
2.2 Según la causa
2.2.2 Esfuerzos higrotérmicos
Al igual que en las grietas, podemos agrupar las Como queda dicho, las variaciones higrotérmicas
causas origen de las fisuras en tres grandes tipos, dos afectan de una forma radical e inmediata a los aca-
según las características propias del proceso patoló- bados debido a su situación más expuesta, de ahí que
gico (mecánicas y fisicoquímicas) y otro en función de ésta sea una de las causas más importantes como ori-
la ejecución del elemento y errores (causas indirectas) gen de las fisuras en los acabados. Naturalmente, la
que en ella se han podido introducir. En cualquier ca- variación dimensional por cambios de temperatura o
so, a los efectos del posterior diagnóstico ésta es la humedad dependerá, por una parte, de los coeficien-
tipología que más nos interesa. tes de dilatación de los materiales que constituyen la
capa de acabado y, por otra, de la situación climáti-
2.2.1 Acciones mecánicas ca y la orientación y la exposición de la fachada en
Consideramos aquí todos aquellos esfuerzos trans- cuestión. Veamos.
mitidos al acabado desde el soporte al que están uni-
dos. Son, pues, consecuencia de movimientos del so- A) Cambios de temperatura
porte que introducen esfuerzos de tracción en el Provocan como sabemos dilataciones y contrac-
acabado, movimientos que, a su vez, pueden tener su ciones según el coeficiente de dilatación térmica del
origen en acciones mecánicas sobre el soporte o en material. Ello implica posibles roturas en el momento
variaciones dimensionales del mismo por cambios de de la contracción como consecuencia de las reten-
temperatura. ciones que suponen los puntos de unión del acaba-
En general, todas las acciones mecánicas que, do al soporte. Por ello conviene analizar brevemente
según vimos, provocaban grietas en los cerramien- las distintas situaciones.
tos, pueden afectar a sus acabados provocando fi- En los acabados continuos (enfoscados, revocos
suras. No obstante, interesa destacar aquellos ca- y pinturas) como quiera que la adherencia es conti-
sos en los que pueden aparecer las fisuras sin que nua y la variación dimensional se produce en todas
exista grieta que afecte a todo el espesor del cerra- las direcciones, las fisuras pueden aparecer también
miento. Concretamente, podemos mencionar los si- en cualquier dirección, por lo que tendrán la consabi-
guientes: da forma de mapa, aunque más separadas que las
a) Por un lado la fisura horizontal que aparece en provocadas por ia retracción hidráulica que mencio-
Tema 3. Fisuras en acabados superficiales
7-/9
cación continua. Así, las encontramos en arranques medias, como en recercados de ventanas, tan co-
de cerramientos donde aparezcan humedades de ca- rrientes en nuestras fachadas urbanas de finales del
pilaridad y, sobre todo, en las coronaciones de fa- XIX y principios de XX. El material constitutivo, la es-
chadas con escasa protección superior, donde la hu- cayola y los estucos de yeso, resulta muy higroscó-
mectación es relativamente fácil, pero más lo es la pico y en función de la humedad ambiente, cambia su
desecación debido a su alto nivel de exposición, so- contenido de agua y, por tanto su dimensión. Por otra
bre todo al oreamiento. (a) parte, cuando está seco resulta ser muy frágil, por lo
El hecho de que sean verticales se explica por la que su contracción provoca su rotura. De hecho, es
dirección lógica del esfuerzo superficial de tracción corriente encontrar todo este tipo de molduras fisu-
por contracción, que será paralelo a la coronación del radas en sentido transversal, con distancia media en-
cerramiento, siguiendo la de la franja que sufre la hu- tre fisuras, variable, entre los 30 y los 50 cms.(Fig. 3")
mectación y posterior desecación. Por esta misma razón, es fácil encontrar fisuras de
este tipo en falsos techos de escayola, sobre todo en
También podremos encontrarnos zonas puntuales
zonas de humedad cambiante como exteriores y ha-
con el mismo efecto, cuando existe una humedad lo-
bitaciones húmedas, si no se ha independizado de las
calizada, bien por filtración, bien por rotura de tube-
paredes.
rías. Entonces, la mancha de humedad con origen en
un punto provoca una dirección radial de humecta-
ción que al desecar produce fisuras irregulares en for- 2.2.3 Deficiencias de proyecto y ejecución
ma de mapa o con líneas más o menos concéntricas. Conjunto de errores de diseño y obra que introdu-
Caso aparte lo constituyen las molduras de esca- cen defectos constructivos que actúan como causas
yola en fachadas, tanto en cornisas e impostas inter- indirectas. Son normalmente problemas de aditividad,
Tema 3. Fisuras en acaoados superficiales
C) Materiales inadecuados
Podemos considerar, tanto los casos de deficien-
cia en el propio material (acabados por elementos) co-
6. Afogarado en enfoscado por curado deficiente. mo en el proceso de ejecución (morteros).
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
D) Errores en la ejecución
Podemos considerar dos más destacados:
3. Diagnóstico
a) Deficiente ejecución de morteros superficiales
que puede presentar dos variantes: Debido a la posible confusión entre grietas y fisu-
a.1) Mal curado, con insuficiente humedad que, ras y al distinto proceso de reparación a seguir, resul-
independiente de su riqueza en cemento, puede pro- ta fundamental un correcto diagnóstico del problema
ducir un afogarado en el acabado con las consabidas que pasará, básicamente, por la identificación de la
fisuras en mapa. (Fig.6) lesión y su disposición constructiva con relación de
a.2) Poca humectación del soporte sobre el que los materiales afectados.
se aplica, que dificulta la adherencia del acabado y, La identificación se basará en la forma de la rotu-
por tanto, su integridad general, resultando una capa ra. Si es en mapa, no cabe duda de su identidad de
excesivamente delgada y sin sujeción al soporte, por fisura, afectando básicamente a acabados continuos.
tanto muy débil ante cualquier esfuerzo. Las fisuras Lo mismo ocurrirá cuando se trate de variaciones di-
suelen ser también irregulares, aunque con mayor dis- mensionales por cambios de humedad con fisuras pa-
tancia entre ellas. ralelas próximas y de pequeñas dimensiones.
b) Mala ejecución de las juntas de dilatación. Las que podrán inducir a error son las lineales de-
Normalmente ocurre en acabados continuos que, o bidas a uniones constructivas defectuosas o proble-
bien no respetan las juntas de dilatación de la estruc- mas de transmisión de esfuerzos de tracción desde
tura o del soporte, o bien no debilitan lo suficiente su el soporte. Entonces habrá que estudiar, mediante las
espesor en dichas juntas o en las de retracción pro- correspondientes calas, el alcance de la rotura para
pia. En los primeros casos, la fisura se manifiesta en confirmar su identificación. En cualquier caso y al Igual
la junta del soporte, más o menos lineal. En ios se- que hacíamos con las grietas, habrá que anotar, por
gundos, pueden aparecer en cualquier punto inter- lo menos, ios datos siguientes:
medio. (Fig. 7) - Unidades constructivas afectadas
También aparecen en acabados por elementos - Materiales rotos
cuando surgen los mismos errores. Entonces, en el - Situación relativa
primer caso la fisura suele aparecer en la junta entre - Forma y disposición
elementos más próxima a la del soporte. En el se- Podrá ser interesante también conocer las carac-
gundo, en juntas entre elementos con distancias más terísticas físícomecánicas de los materiales lesiona-
o menos regulares. dos con el fin de saber su capacidad mecánica y com-
Tema.l Fisuras en acabados superficiales
' El autor ha preparado dos "Fichas ASEMAS" donde aparecen las distancias entre |untas de dilatación según el tipo de alicatado o de chapa-
do y las condiciones climáticas.
Tema 3. Fisuras en acabados superficiales
9 a. Independencia de perímetro de falso techo de escayola. 9 b. Independencia de perímetro de falso techo de escayola.
sistencia) y, por otra, del aspecto formal, ya que será pongan causas indirectas. Como ha quedado visto,
conveniente llegar hasta líneas modulares o de dibujo éstas son las que permiten que se inicie el proceso
que permitan disimular la reparación. Si, por el contra- patológico en el momento en que aparece una causa
rio, las fisuras son repetitivas y son consecuencia de la directa y, además, son las únicas sobre las que po-
propia ejecución, debemos distinguir varios casos: dremos actuar por lo general. Evitemos, pues, que
a) Si el defecto es de adherencia por incorrecta aparezcan y reduciremos el riesgo de fisuras.
preparación de la superficie del soporte (insuficiente
limpieza o humectación) estamos ante un principio de 5.1 Medidas en proyecto
desprendimiento que, como veremos en su capítulo,
nos obligará a una demolición y refacción de toda la Serán las tendentes a asegurar que el acabado sea
zona afectada. capaz de resistir con integridad las posibles acciones
b) Si el defecto es también de adherencia, pero por externas a él que podemos resumir en:
falta de rugosidad, también se tratará de un despren- a. -Acciones mecánicas
dimiento, y en este caso la refacción nos obligará, bien - Esfuerzos de tracción por movimientos elás-
a provocar la rugosidad necesaria, bien a armar el aca- ticos o térmicos del soporte;
bado. Hablaremos de ello más adelante. - Esfuerzos de tracción y cortante por unión
c) Si se trata de fisuras de afogarado, por insufi- de dos elementos distintos en el soporte.
ciente curado del mortero superficial, entonces, la ad- b. -Acciones higrotérmicas
herencia e integridad del acabado suele ser suficien- - Variaciones dimensionales generales del
te y, comoquiera que las fisuras están totalmente propio acabado por cambios térmicos;
estabilizadas, podremos proceder a tapar las lesiones - Variaciones dimensionales locales del
con un nuevo acabado superficial, que puede ser la acabado por variaciones en su contenido de hume-
propia pintura o un revoco. Solo deberemos tener la dad.
precaución de que las fisuras resultan bien rellenas. Ante la posibilidad de esfuerzos de tracción por
d) Si estamos, por último, ante fisuras por varia- movimientos elásticos del soporte recurriremos a re-
ciones de humedad, deberemos recurrir a la demoli- forzar el acabado con algún tipo de malla o estructu-
ción de toda la zona afectada y su refacción prefe- ra auxiliar: malla de fibra de vidrio o poliéster para aca-
rentemente con morteros con resinas acrílicas (con bados de adherencia continua (enfoscados, revocos
cierta elasticidad) y con armadura de fibra de vidrio o y alicatados) y estructura auxiliar soporte para cha-
de poliéster. Es posible, incluso, mantener el acaba- pados. En este último caso, sin embargo, puede ser
do y protegerlo con una pintura elástica armada que más útil el mantenimiento de juntas abiertas entre pie-
tapa las fisuras. zas para permitir su adaptación a los posibles movi-
mientos.
Ante uniones constructivas de elementos diferen-
5. Prevención tes, nunca deberemos intentar reforzar sino, por el
contrario, marcar la junta en el acabado para que no
En este último apartado vamos a tratar de recoger se vea afectado por los posibles movimientos del so-
las medidas preventivas en proyecto y ejecución con- porte. Sólo en los casos de falsos techos de escayo-
ducentes a evitar la introducción de errores que su- la, al estar colgada, se puede mantener la continui-
capitulo íi Patología e intervención en cerramientos y acaoados
dad del acabado si le damos la independencia sufi- b) Correcta composición de los morteros, que cuan-
ciente en su perímetro.(Fig.9) do son excesivamente ricos o más ricos que la base
Ante las variaciones dimensionales por cambios (caso de una segunda capa) pueden tirar por retrac-
de temperatura deberemos recurrir siempre al diseño ción hidráulica y fisurar en mapa.
de juntas de dilatación/contracción. Para ello, en los c) Correcto curado de dichos morteros una vez
acabados continuos en este caso, como reparacio- aplicados, para evitar el efecto de afogaramiento por
nes alternativas a la demolición, debemos considerar falta de humedad en su proceso de fraguado.
la sustitución de elementos rotos (acabados por ele- d) En las zonas más expuestas a los agentes at-
mentos), la reposición parcial (acabados continuos) y mosféricos (cornisas, balcones, molduras, etc.) con-
la protección superficial. Veamos. viene reforzar los revocos con mallas para reducir las
En los acabados continuos, se aprovecha la pro- variaciones dimensionales por cambios de humedad.
pia modulación de la composición formal para debi- e) Evitar el uso de acabados continuos en plata-
litar el espesor del acabado y canalizar así las posi- formas horizontales, utilizando materiales impermea-
bles fisuras por retracción térmica. En cualquier caso, bles de protección (chapas, cerámica, etc.).
dichas marcas serán necesarias, independientemen-
te de la existencia de una modulación formal. 5.2.2 Acabados por elementos
En los acabados por elementos, habrá que estudiar En los alicatados, además de la correcta prepara-
la situación de esas juntas de retracción pudiendo apro- ción del soporte como si de acabados continuos se
vechar también la composición modular. En los alica- tratara, colocación de las plaquetas con junta abierta
tados, además de su colocación con llaga abierta, de- aplicando el mortero sobre el soporte en lugar de en
beremos introducir juntas específicas según el estudio el dorso de la plaqueta. Además, utilizar plaquetas re-
de coeficiente de dilatación y gradiente de temperatu- sistentes a la intemperie (gres), con relieve de agarre
ra previsto. Entonces deberemos introducir sellantes muy marcado (preferible en cola de milano).
elastómeros o perfiles metálicos en «C». En los chapados, rechazar piedras sedimentarías
En los chapados de piedra, no tendremos más ele- con posibles pelos de cantera y anclar las piezas con
mentos para jugar que las propias juntas y las posi- elementos de acero inoxidable previamente sujetas al
bles modulaciones de fachada, que deberán sellarse soporte. El espesor de las placas debe ser superior a
convenientemente entre las piezas anexas. los 30 mm.
En los falsos techos de escayola, las juntas de re-
tracción son necesarias cuando se preven cambios
Bibliografía
higrotérmicos y cuando cualquier dimensión sobre-
pasa los 4 m. JOHN TRILL Y JACK T. BOWYER, El caso de la esquina rota y otros
problemas constructivos. Ed. G.G.. 1981.
5.2 Medidas en la ejecución Curso de mecánica y Tecnología en los edificios antiguos, C.O.A.M.,
1987.
La ejecución de los acabados debe ser especial- Curso de rehabilitación (10 tomos). C.O.A.M.. 1987.
mente cuidada por dos motivos básicos. Por un lado, H. J . ELDRIGE. Defectos comunes. Ed. G. G., 1982.
su esbeltez que puede llegar a hacer peligrar su inte- T. STAMBOLOV Y J . R. J. Van Asperen de Boer. El deterioro y la con-
gridad en el momento que no tenga la resistencia su- servación de matenales porosos de construcción en monumentos,
U.N.A.M., 1984.
ficiente o falle su adherencia al soporte. Por otro, el
mayor nivel de exposición que sufren, que los hacen LYALL ADDl ESON, Fallos en los edificios, Conseio General de
especialmente delicados. Para ello, y como comple- Aparejadores y Arq Técnicos, 1982.
mento a lo que se describa en el capítulo de des- Lesiones en los edificios: Síntomas, causas, reparación (2 tomos)
CEAC, 1981.
prendimientos de acabados por elementos y en el de
revestimientos continuos, veamos los criterios bási- Hans Própster, Lesiones de solados y alicatados (2 tomos), CEAC,
1980.
cos de su ejecución.
FRlEDRICH EICHLER Patología de la Construcción. Ed. Blume, 1979.
ETSA Valladolid. Dep de Construcción, Patología de fachadas urba-
5.2.1 Acabados continuos nas, Universidad de Valladolid, 1987
En acabados continuos debemos cuidar, por lo me- A. 8AGHONI Y G GUARNEIRO. La rehabilitación de edificios urba-
nos, los siguientes aspectos: nos. Ed. G. G., 1988.
a) Correcta preparación del soporte (rugosidad, GABRIEL LÓPEZ COLLADO, Rumas en Construcciones antiguas.
limpieza y humectación) para favorecer la adherencia, MOPU, 1976.
evitando el desprendimiento que ocasiona en primer JUAN MONJO CARRIO. Patología de cerramientos y acabados ar-
lugar fisuras. quitectónicos. Ed. Munilla-Leria.
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
157
1. Definiciones
1.1.1 Soleras
1. Solera exterior.
Entendemos por tales a todos aquellos pavimen-
tos de hormigón o morteros hidráulicos de conside-
rable continuidad. En este sentido, caben dos tipos ternadamente, bien cortándose a posteriori por me-
de soluciones; las soleras de cierto espesor (>10 cms) dios mecánicos. Esta división en grandes piezas faci-
apoyadas directamente sobre el terreno compactado lita su funcionamiento constructivo, tanto ante las va-
y los morteros continuos, de espesores inferiores a 5 riaciones dimensionales por cambios de temperatura
cm, que necesita una determinada estructura rígida (las uniones actúan como juntas de dilatación, sobre
de apoyo previa, sean soleras, forjados u otros pavi- todo en exteriores) como ante su respuesta a las car-
mentos. Veamos. gas dinámicas que sufren posibilitando un mejor re-
parto de las compresiones al terreno sin introducir es-
A-Soleras propiamente dichas (Fig.1) fuerzos de flexión o cortante a las adyacentes.
Nos referimos a las que se apoyan directamente El tamaño de esas grandes baldosas estará con-
sobre el terreno compactado y constituyen un primer dicionado, pues, por el gradiente de temperaturas que
pavimento rígido, tanto en interiores como en exte- vayan a sufrir, así como por ¡as cargas ¡tipo y dimen-
riores. sión) que van a actuar sobre ellas. Ello condicionará,
Pueden estar armados o no, según la carga que asimismo, la necesidad o no de su armado.
van a recibir, y se dividen en grandes piezas rectan- La cara superior de esas soleras puede tener dis-
gulares, a modo de baldosas, bien al ejecutarse al- tintos tratamientos en función del uso previsto, des-
de el mismo hormigón reglado o ruleteado, o tratado
• Este capitulo está contenido parcialmente en otras puolicaciones
con áridos especiales de dureza como sílice, carbo-
del mismo autor rundo o viruta de acero, hasta la aplicación de mor-
Terra 4. Patología y reoaracicn de pavimentos
2. Tipos de lesiones y c a u s a s
2.1 Soleras
7 . Fisura en pavimento continuo por flecha de forjado.
Veamos los distintos tipos de lesiones según los
dos grupos de esta clase de pavimentos.
2.1.2 Fisuras
Aparecen cuando la solera sufre una tensión de maduras en las soleras puede mitigar la aparición de
tracción superior a su capacidad resistente. Ello pue- fisuras. (Fig.7 y 8)
de ocurrir por diversas causas y puede afectar a to- - Movimientos de dilatación-contracción. Dichos
do el espesor de la solera o sólo a su superficie. Veamos movimientos, como consecuencia de variaciones di-
las más corrientes. mensionales, provocan tensiones de tracción al con-
- Fallos de estabilidad en el apoyo. Puede apare- traer que pueden romper fácilmente el pavimento.
cer en soleras exteriores cuando la compactación del Suelen ser fisuras relativamente lineales, perpendi-
terreno no ha sido suficiente o falla el material de en- culares a la dirección de variación dimensional que
cachado que hace las veces de balasto. En estos ca- coincide con la mayor longitud de la pieza.
sos, las cargas dinámicas sobre la solera provocan Lógicamente, las tensiones serán mayores cuando
flexiones que las rompen. También pueden aparecer más varíe la temperatura y cuanto mayor sea la di-
en pavimentos continuos de morteros cuando se apli- mensión. En casos de piezas cuadradas, las fisuras
can sobre forjados. La flecha de estos provoca la de- pueden aparecer en los dos sentidos. Serán más fá-
formación de aquellos en las zonas de apoyo donde ciles en las soleras exteriores, aunque también apa-
recen en las interiores.
aparecen tracciones superiores, a menos que haya-
mos previsto juntas abiertas en esas líneas. En cual- Un último factor que condiciona este tipo de rotu-
quiera de los casos, la existencia de algún tipo de ar- ras es el espesor de la solera y su posible armadura,
Tema 4. Patología y reparación de pavimentos
2.1.4 Humedades
Ya hemos comentado que pueden aparecer de tres
tipos:
- De capilaridad, sobre todo en los casos de so-
leras apoyadas directamente sobre el terreno, cuan-
do el drenaje previo no existe o es insuficiente.
- De filtración, en pavimentos exteriores, que pe-
netra, tanto por la propia porosidad superficial, como
10'. Desprendimiento de mortero en solera.
por fisuras previas o, simplemente, por las juntas de
dilatación.
- Accidental, cuando se rompe alguna tubería pró-
lo que definen la capacidad mecánica. Lógicamente,
xima.
cuanto menor sea el espesor y menor la cuantía de
armado más fácil será la aparición de fisuras. Por ello,
en los casos de pavimentos de morteros de poco es- 2.1.5 Eflorescencias
pesor, donde la fisura es más probable, se suele re- Pueden provenir de cualquiera de los tres oríge-
currir a aditivos que le den elasticidad al mortero. nes mencionados en 1.2.6 aunque la más generaliza-
- Retracción hidráulica del cemento. Es un factor da es la que proviene del propio mortero u hormigón
propio del fraguado hidráulico que provoca fisuras en por carbonatación del óxido calcico que libera si se
mapa más o menos separadas. Se suele hacer frente moja excesivamente antes del fraguado.
con aditivos expansivos y con procesos de curado
muy cuidados. Suele ser muy corriente en soleras ex- 2.2 Baldosas
teriores con hormigones normales.(Fig.9)
Aparecen, básicamente, las mismas lesiones vis-
2.1.3 Desprendimientos (Fig. 10) tas para soleras, aunque con algunas particularida-
En este caso, pueden aparecer desprendimientos des que conviene mencionar.
en los pavimentos de morteros especiales sobre ba-
se rígida cuando se pierda la adherencia entre aca- 2.2.1 Erosiones
bado y soporte. Dicha adherencia se puede perder La erosión mecánica depende, evidentemente, del
por las dos causas generales en acabados continuos, material y del uso al que esté sometido. En este sen-
a saber; bien por aparición de un esfuerzo rasante pa- tido hay que indicar la particularidad de las plaquetas
ralelo a la junta superficial entre ambos, bien por ex- cerámicas vidriadas que. al tener una capa muy fina
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
d e v i d r i a d o s u p e r f i c i a l (< 0,1 m m ) a u n q u e e s u n a c a -
bado m u y d u r o , sin e m b a r g o a c a b a d e s g a s t á n d o s e
p o r el r o c e , s o b r e t o d o e n l o s p u n t o s m á s l e v a n t a d o s
(bordes) y resultan ya p i e z a s irrecuperables. A d e m á s ,
al s e r u n a c a p a t a n f i n a e s m u y d é b i l al p u n z o n a m i e n t o ,
fisurándose y facilitando s u p o s t e r i o r erosión (Fig.11).
Por o t r a p a r t e , c a b e m e n c i o n a r t a m b i é n el h e c h o d e l
gran n ú m e r o d e j u n t a s ( u n i o n e s e n t r e p i e z a s ) q u e e n
algunos casos facilitan la erosión p o r i m p a c t o en las
m i s m a s a n t e el p a s o d e v e h í c u l o s c o n r u e d a s d u r a s
de pequeño t a m a ñ o . U n ejemplo cotidiano d e e s a le-
s i ó n la t e n e m o s e n l o s p a v i m e n t o s d e b a l d o s a s d e l o s 11. Erosión de capa vidriada de baldosa cerámica.
s u p e r m e r c a d o s . Ello c o n d i c i o n a , c o m o v e r e m o s , el t i -
p o d e u n i ó n a e j e c u t a r , a h u e s o o a b i e r t a , y el t i p o d e
m a t e r i a l a c o l o c a r e n la j u n t a .
En c u a n t o a las e r o s i o n e s física y q u í m i c a , h a y q u e
i n d i c a r q u e n o s e p r o d u c i r á s o l a m e n t e e n la p r o p i a
baldosa en función del material del q u e esté hecho
(unos m á s inertes q u e otros) s i n o q u e t a m b i é n a f e c t a
al m a t e r i a l d e u n i ó n , s o b r e t o d o c u a n d o l a j u n t a e s
abierta, caso f r e c u e n t e y casi o b l i g a d o e n exteriores.
H a b r á q u e s e l e c c i o n a r el t i p o d e m a t e r i a l a u t i l i z a r y
su a p l i c a c i ó n .
d o es exterior. La s e p a r a c i ó n s e s u e i e p r o d u c i r entre d o la f a l t a d e u n i f o r m i d a d d e a p o y o . A s i m i s m o , c u a n -
Tema 4. Patología v reparación de pavimentos
164
r- •,--
do el borde de la pieza está sin sujeción, puede sufrir cionamiento constructivo, sus procesos patológicos
exceso de presión vertical en el mismo, superando la requieren un estudio específico.
capacidad de la capa de agarre.
c) Por dilatación de elementos infiltrados, sobre 2.3.1 Erosión
todo sulfatos arrastrados por el agua (de capilaridad Sigue dominando la erosión mecánica aunque en
o de filtración) o presentes en el mortero de agarre, este caso se reduzca al desgaste por abrasión, ya que
que afectan a la unión mortero-baldosa, levantando sus características elásticas hacen que absorba me-
ésta. jor los golpes e impactos. En cualquier caso, sí pue-
den sufrir una erosión especial las protecciones a ba-
2.2.4 Humedades se de resinas endurecedoras cuando su aplicación es
En este caso se repiten los mismos orígenes de incorrecta, produciendo descascarillados (Fig.15).
lesiones vistos para soleras, a saber, capilaridad, fil- La erosión física en este caso es prácticamente
tración, que en este caso puede facilitarse por la gran inexistente y la erosión química se limita a la presen-
cantidad de uniones, y accidental. cia de manchas. Sin embargo, aparece un nuevo tipo
de ataque que es el producido por el fuego que pro-
2.2.5 Eflorescencias voca su combustión superficial relativamente más rá-
Suelen provenir de las propias baldosas del terre- pida, con claras manchas y pérdida de material. Ello
no o del mortero de agarre. Si de las baldosas, signi- tiene cierta importancia por el problema de las colillas
fica que éstas tienen alguna sal soluble que ha sido de cigarrillos o chispas de chimeneas, además del pe-
diluida por agua de filtración. Es el caso de baldosas ligro que puede aparecer en caso de incendio.
de barro o de mortero con algún tipo de colorante
(Fig. 14). En ambas, además, si son absorbentes, es 2.3.2 Fisuras (Fig. 16)
fácil que aparezca carbonatacion del OCa cuando son En este caso se trata más bien de apertura de unio-
pavimentos exteriores y llueve antes de fraguar el mor- nes entre tablas, tanto longitudinales (principalmente)
tero de agarre. como transversales: Pueden aparecer por movimien-
tos elásticos del soporte (forjados) pero la causa prin-
2.3 Madera cipal son las variaciones dimensionales como conse-
cuencia de los cambios de humedad. Los períodos
Al ser un pavimento distinto a los anteriores, tanto de sequedad contraen la madera provocando esas
por las características de su material como por su fun- aperturas, lo que es prácticamente inevitable. No obs-
•apitiiic II, Patología e intervención en cerramientos y acabados
2.3.3 Desprendimientos
Dadas sus características elásticas y su sistema de
sujeción, el desprendimiento de este acabado suele 17. Desprendimiento de tarima por dilatación.
167
bientes secos en los que se observa una especie de cantes como usuarios consideran ese tipo de pavi-
fieltro grisáceo sobre la madera. En los húmedos de- mento de carácter temporal, por lo que su desgaste
sarrolla una masa blancuzca y algodonosa con una está de algún modo asumido. También cabe consi-
exudación que cae en gotas y de ahí su nombre. derar algún tipo de erosión química en casos espe-
b.3) Pudrición blanda, producida por la acción ciales según el uso pero, sobre todo, la provocada por
conjunta de una serie heterogénea de hongos interio- el fuego puntual, al igual que en la madera, con que-
res. Aparece con frecuencia en maderas en contacto maduras de cigarrillos.
con el suelo y su resultado se conoce también como
madera pasmada. 2.4.2 Desprendimientos
En este caso, los desprendimientos se suelen mos-
2.3.5 Eflorescencias trar, bien en forma de arrugas en las zonas centrales,
Las eflorescencias en pavimentos de madera tie- bien por levantamiento en los bordes, tanto para ta-
nen que proceder de materiales del soporte o de aga- maños pequeños (losetas) como para los grandes.
rre y requieren una humedad importante, bien de ca- Distinguimos varios tipos, según sus causas. (Fig.21)
pilaridad, bien de filtración, lo más probable es que a) Discontinuidad del soporte, bien por error de eje-
vengan del mortero de agarre de los rastreles o de la cución, bien por rotura de la papa de nivelación.
solera, si éste es el tipo de soporte. (Fig.20) Aparecen arrugas siguiendo la discontinuidad cuan-
do el elemento es de poco espesor o muy usado, o
simples ondas lineales cuando ése es de más enti-
2.4 Láminas flexibles
dad.
Se trata de un caso especial de pavimentos para b) Exceso de material, cuando no se ha tensado
usos interiores con tráfico casi exclusivo de personas, lo suficiente en su colocación o ha dilatado, normal-
por lo que están sometidos a agresiones por lo gene- mente por exceso de humedad. Aparecen ondas pa-
ral más suaves. ralelas.
c) Fallo del material adherente, normalmente en los
2.4.1 Erosión bordes, bien por fallo en su integridad, por exceso de
La erosión mecánica está provocada, básicamen- tensado o por contracción excesiva del pavimento.
te, por pisadas y supone un desgaste superficial que Aparecen levantamientos de esquinas.
depende del tipo de lámina de que se trate. En cual- d) Esfuerzo rasante por rozamiento de pisada, que
quier caso, hay que tener en cuenta que tanto fabri- produce levantamiento en los bordes de losetas, sobre
Tema 4. Patología y reparación de pavimentos
nos puntual y localizado, podemos limitarnos a actuar deberemos recurrir a un abujardado o cepillado me-
sobre esas zonas procurando llegar con nuestra ac- cánico, también automático o incluso manual, has-
tuación hasta juntas de dilatación y evitar el parcheo; ta unificar la superficie. Lo mismo podremos conse-
la actuación en dichas zonas consistirá también en la guir cuando se trate de baldosas de terrazo que
demolición del mortero afectado y su refacción. En los tengan suficiente espesor de capa de acabado. Sin
casos en que se detecten causas locales de poca pro- embargo, en el resto de materiales la solución es más
tección de bordes o mala ejecución de las juntas de difícil. Así, en baldosas hidráulicas o en plaquetas
dilatación que puedan ser origen del esfuerzo rasan- cerámicas vidriadas, al ser la capa de acabado muy
te que provoca el desprendimiento, además de la re- fina, no admiten abrasión superficial. Algo similar
paración indicada será necesario aportar esas pro- ocurre en baldosas cerámicas de barro o de gres,
tecciones tanto en bordes como en juntas. donde no se puede producir esta actuación mecá-
nica superficial. En todos esos casos no habrá más
3.1.4 De las humedades remedio que sustituir total o parcialmente las baldo-
Según el tipo de humedad variará nuestra actua- sas desgastadas, en función de su aspecto y de la
ción. Si asciende por capilaridad, trataremos de rea- modulación existente en el conjunto.
lizar un drenaje perimetral por zanja, o puntual por po- También requeriría sustitución de baldosas la
zos, que consiga bajar el nivel freático, siempre que erosión de piezas producida por impactos tanto
exista algún tipo de drenaje superficial bajo la solera en el centro como en los bordes, lo que supone una
(encachado). Si esa actuación no es efectiva o no exis- ventaja general para el mantenimiento de ese tipo de
te ese drenaje superficial, deberemos plantear una pavimentos frente a los continuos. Si esta rotura se
nueva solera que, según el nivel al que podamos lle- ha producido en juntas de dilatación sin protección
gar, implicará demolición de la existente y nueva eje- de los bordes, al rehacerla habrá que introducir
cución, o utilización de la actual como base de parti- esa protección a base de perfiles metálicos de jun-
da y construcción de una nueva con las debidas ta con soluciones comerciales según se indica en
medidas preventivas de drenaje superficial o cámara prevención.
ventilada previa. Si se trata de una humedad de filtra- Si se trata de erosión física en pavimentos exte-
ción, lo más lógico será proceder al sellado superior riores, habrá que proceder normalmente a la reposi-
de todas las juntas de dilatación, así como de las po- ción de las más dañadas, o de todo el conjunto se-
sibles fisuras, no sin antes considerar el drenaje su- gún su aspecto, procurando dar a las nuevas y a las
perficial del agua de lluvia a base de ejecución, si no remanentes una protección superficial impermeabili-
existe, de sumideros en los puntos bajos y la conve- zante que evite una nueva erosión. Algo parecido ha-
niente canalización de recogida. Si se trata, en fin, de remos cuando la intensidad de la erosión sea relati-
humedades accidentales, será imprescindible la re- vamente baja y se pueda recuperar el aspecto con un
paración de las tuberías o instalación rota, lo que pro- saneado superficial. Entonces, será conveniente apli-
bablemente, obligará a una demolición parcial de la car un sellado endurecedor superficial a base de re-
solera existente, tomando las medidas adecuadas de sinas epoxídicas o acrílicas o, incluso, a base de ce-
prevención de nuevas roturas. ras naturales o artificiales que impermeabilicen la
La reparación de las humedades producirá la de- superficie.
saparición de las eflorescencias si éstas habían apa- Si estamos ante una erosión química, por el con-
recido, y será suficiente con una limpieza superficial. trario, habrá que comprobar, en primer lugar, el tipo
de producto atacante y la reacción producida para de-
3.2 Pavimentos de baldosas cidir si cabe mantener ese pavimento o procede cam-
biarlo por otro resistente a ese producto químico, en
3.2.1 De la erosión caso de que sea de uso habitual. También podremos
En la mayoría de baldosas pétreas, la erosión me- considerar la posibilidad de una protección superfi-
cánica se suele producir por el roce del uso, lo que cial al pavimento existente que proteja de la acción
implica un desgaste bastante uniforme, aunque es- química lesionante, además de resistir al resto de ac-
té localizado en las zonas de paso. Entonces, la so- ciones debidas al uso.
lución es muy sencilla y consiste en una abrasión
controlada de toda la zona hasta conseguir unificar 3.2.2 De las fisuras
la superficie e igualar el aspecto. En los casos de Si se trata de fisuras generales por flechas de for-
piedra pulida en interiores esta operación se realiza jado, habrá que analizar la conveniencia de reforzar
con máquinas pulidoras. En baldosas abujardadas. su inercia para reducir la dimensión de ¡a flecha, o de
capituio II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
te
lo contrario, simplemente sellar la fisura si ésta se ha terial tiene que estar anclado a la base y debe tener
abierto en las juntas y de una forma lineal aceptable. cierta compresibilidad para permitir la dilatación.
Si se ha roto alguna pieza, además habrá que susti- b) De material elastoplástico (siliconas). En este
tuirla. Si se trata de problemas de dilatación-contrac- caso, dada la plasticidad del material, necesitamos
ción en exteriores, habrá que introducir la junta de di- rigidizar los labios de la junta, ya que no es capaz de
latación correspondiente, buscando algún tipo de sujetar los bordes de las baldosas contiguas. Se pue-
modulación coincidiendo, a ser posible, con las unio- de recurrir a angulares metálicos según la figura, que
nes entre baldosas, y sellarla con siliconas. Si es un deben estar libres para permitir la dilatación. En cual-
problema de baldosas débiles a los esfuerzos de fle- quier caso, ésta no es una solución muy recomen-
xión, deberemos proceder a su sustitución por otras dable en pavimentos y, en todo caso, debe cuidar-
lo suficiente resistentes a ese esfuerzo en función del se la elección del elastómero, que debe tener
uso del local, algo bastante corriente en supermerca- consistencia suficiente para las acciones mecánicas
dos por la acción de los portapalets. que va a recibir.
c) Con perfil especial de junta. Se debe utilizar, so-
3.2.3 De los desprendimientos bre todo, cuando se trata de una junta de dilatación
Nuestra actuación será en función de la causa. estructural que no se ha respetado. Entonces, la jun-
ta del pavimento tiene que coincidir exactamente con
A- Dilatación del pavimento exterior (Fig. 24) ella y el perfil consta de dos piezas (angulares) que se
Si se trata de un pavimento exterior y el despren- sujetan a los bordes de la estructura, y una tercera
dimiento se ha producido por dilatación del mismo, lo que actúa de tapajuntas y que depende del uso que
más probable es que las baldosas se hayan coloca- tenga el pavimento en cuestión. Esta tercera pieza se
do con junta a hueso. Lo correcto sería demoler el pa- puede sustituir por material elástico.
vimento y rehacerlo con junta abierta. No obstante, Una vez corregida la causa, procederemos con el
ello implicaría un coste que, en ocasiones, sería ele- efecto. Para ello, debemos conocer el alcance de la
vado. Para ello, una solución alternativa consiste en, lesión, lo que es relativamente fácil mediante golpeo
una vez calculada la situación correcta de las juntas con barra de madera, para conocer su adherencia.
de dilatación-contracción necesarias, se levantan las Entonces, deberemos sustituir todas aquellas baldo-
líneas de baldosas coincidentes con ellas y se susti- sas desprendidas y rematar con un nuevo enlechado
tuyen por otras de menor dimensión, de tal modo que para retacar las nuevas uniones, así como un nuevo
queden marcadas las mencionadas juntas.También se pulido en caso de baldosas pétreas. En el caso en que
puede simplemente materializar la junta con un corte el pavimento tenga dibujos modulares, la reposición
lineal profundo y posteriormente sellado. Cuando el de baldosas cuidará el aspecto de los mismos, pro-
pavimento es de pequeñas dimensiones puede colo- curando cambiar baldosas por paños para evitar di-
carse la junta en su perímetro. En el caso de pavi- ferencias de color,
mentos con dibujos modulares, trataremos de intro-
ducir las juntas en las líneas que marcan la modulación. B- Flecha de forjado
La solución constructiva de la junta puede ser de va- Suele provocar, bien la rotura del pavimento (por
rios tipos: juntas o por baldosas) o su separación al tener las bal-
a) De material elástico, como neopreno. Dicho ma- dosas juntas a hueso. En cualquier caso, el primer pa-
fema I. Patología y reparación de pavimentos
a) FALLO GENERALIZADO
JUNTA ABIERTA
b) FALLO PUNTUAL EN EL INTERIOR
^MEMBRANA
c ) FALLO PUNTUAL EN E L BORDE IMPERMEABLE
so será reforzar el forjado y anular su movilidad. quier caso, se procurará no dejar nunca el borde de
Posteriormente procederemos a corregir el efecto. En la baldosa desprotegido.
el primer caso, lo más probable es que no se hayan
desprendido más que las baldosas rotas o del entor- D- Dilatación de elementos infiltrados (Fig. 26)
no. Habrá que cambiarlas y volver a los acabados fi- Pueden ser sales que dilaten al cristalizar o sim-
nales con enlechado, pulido, etc. En el segundo, el plemente agua que lo hace al congelarse.
desprendimiento habrá afectado a zonas amplias del a) Si se trata de sales, habrá que conocer su pro-
pavimento, por lo que procederá conocer su exten- cedencia. Si vienen del suelo en un pavimento sobre
sión y reponer todas las baldosas lesionadas, colo- solera, habrá que demoler, introducir una barrera im-
cándolas según las medidas de prevención y, prefe- permeable, un drenaje y volver a ejecutar el pavimen-
rentemente, con capa de reparto y capa de agarre. to. Si están contenidas en el propio mortero de aga-
rre, bastará con rehacer el pavimento.
C-Compresión puntual de la capa de agarre, que b) Si se trata de agua, con o sin sales (solubles o
provoca un asiento diferencial de las baldosas que reaccionan con el mortero o la baldosa) habrá que
(Fig. 25) conocer, su procedencia e introducir la correspon-
Veamos los principales casos posibles. diente barrera impermeable, previa demolición del pa-
a) Fallo generalizado por pobreza del mortero de vimento, para su posterior refacción, o establecer un
agarre o irregularidad de la capa de reparto. La solu- sistema de drenaje o incluso una cámara ventilada
ción, tanto a la causa como al efecto, pasará por re- previa.
hacer todo el pavimento.
b) Fallo puntual en el interior. Después de confir- E-Junta de dilatación de la estructura no respeta-
mar que la lesión no afecta al resto, se repondrán las da (Fig. 24)
piezas afectadas y las de su entorno, con los consi- Cuando el pavimento se realiza continuo sobre una
guientes acabados finales de unificación. junta de dilatación de la estructura, al moverse ésta,
c) Fallo puntual en el borde, provocado por un error aquel rompe. En este caso, la única solución es reha-
en su ejecución y pérdida de la capa de reparto o pun- cer el pavimento en el entorno de la junta, de acuer-
zonamiento de la de agarre. Se repondrán las baldo- do con lo mencionado en los párrafos anteriores.
sas de borde ejecutando correctamente éste con pie-
za especial que contenga la compresión lateral, con 3.2.4 De las humedades
varias opciones (perfil metálico o bordillo). En cual- La lesión y por tanto la intervención, no difiere bá-
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
3.3 Pavimentos de Madera con maderas algo más blandas aunque de aspecto
similar, cuidando el que el pavimento en su conjunto
3.3.1 De la erosión
pueda seguir moviéndose. Por ello, esta operación de-
Se trata, como vimos, de un desgaste por el uso.
berá realizarse en primavera u otoño para asegurar un
Al ser un material con espesor uniforme (tarimas tra-
nivel de humedad intermedio en la madera que no pro-
dicionales) la solución estará en el acuchillado y nue-
voque movimientos posteriores muy exagerados.
vo tratamiento superficial, siempre que quede espe-
sor suficiente. En las modernas tarimas a base de
aglomerado con chapado superficial, ésta solución 3.3.3 De los desprendimientos
es imposible y no hay más remedio que ir a la susti- En función de la causa tendremos:
tución de todas las piezas o, por lo menos, las más a) Falta de holguras perímetrales. El desprendi-
afectadas. miento puede haberse provocado en cualquier punto
En tarimas macizas machihembradas, cuando el del pavimento, aunque la causa esté en el perímetro.
desgaste ha llegado hasta las proximidades de la len- Por ello, habrá que analizar el alcance de la lesión y
güeta intermedia ya no admite un nuevo acuchillado, la posible consecuencia en rastreles. A continuación
pues se perdería la trabazón entre tablas. Entonces se reponen las piezas levantadas, incluso rastreles
tenemos dos soluciones alternativas. La demolición y afectados, con la consiguiente dificultad en el ma-
sustitución por otra nueva, bien total, bien parcial, o chihembrado de las tablas. Por último, se introduce la
la recuperación del material y la remodelación. En es- holgura perimetral por simple corte del borde, asegu-
te caso, se suele proceder al levantamiento y al cor- rando que queda escondido bajo el rodapié, y se pro-
te de las piezas reduciendo su sección hasta alcan- cede al acuchillado y barnizado final.
zar la madera sana (se puede obtener una sección de b) Exceso de humedad. Provoca levantamiento de-
50x15 a partir de una tabla de 70x20 ya desgastada). sigual según el foco de humedad. En primer lugar, ha-
Estas nuevas tablas se pueden colocar pegadas so- brá que localizar dicho foco e introducir la barrera im-
bre solera de mortero o clavadas sobre tablero, ha- permeable adecuada o el drenaje necesario. A
ciendo los dibujos convenientes. Si se adhieren sobre continuación, y dada la importancia que suelen tener
solera, conviene utilizar pegamentos muy elásticos estos casos, se debe proceder a levantar todas las
para absorber las variaciones dimensionales y redu- zonas afectadas, repasar la sujeción de los rastreles
cir su longitud. (Fig. 27) y rehacer el entarimado. Cuando se trate de tarimas
adheridas con colas, o simplemente apoyadas (flo-
3.3.2 De las fisuras tantes) el procedimiento será similar. En cualquier ca-
Si se trata de fendas en piezas individuales, bas- so, las piezas que resulten afectadas deben recha-
tará con su sustitución. S i estamos ante aberturas por zarse y sustituirse. Por último, se procede al acuchillado
variaciones de humedad, habrá que comprobar su di- y barnizado final.
mensión y variación. Por lo general, habrá que asumir
las aberturas como componentes del pavimento. Sin 3.3.4 De los organismos
embargo, si la dimensión es exagerada y no llegan a La actuación dependerá del tipo de organismo y
cerrar, podremos proceder a filetear esas aberturas del alcance de su acción.
Tema 4. Patología y reparación ríe pavimentos
175
Elementos Protección Producto Protector/
Constructivos Solicitada Pintura
Contra
CUADRO I. ¿Qué protector o pintura debe utilizarse para diversos elementos construc-
tivos?
Clase
Situación de la madera Medidas a adoptar en cuanto a protección Tipo de protección
de riesgo
útil en algunos casos, dar una determinada resisten- baldosas tengan el espesor de material uniforme que
cia a flexión a la solera, lo que implicará su armado y permita su pulido posterior, o abrasión controlada, pa-
dependerá del tamaño de la pieza y del tipo de tráfi- ra llevar a cabo con facilidad la labor de mantenimiento
co previsto, pero nunca inferior a ios 100 kp/cnf. indicada en el apartado de reparación. En este senti-
Para las fisuras de origen térmico (dilatación y con- do, los materiales que facilitan esa labor son los dis-
tracción) la solución es doble. Por un lado, introduc- tintos tipos de piedra y los terrazos con capa de aca-
ción de juntas de retracción suficientes para que la bado superior a 1,5 cm. Por el contrario, imposibilitan
variación dimensional prevista en función de su coe- su abrasión controlada las baldosas hidráulicas y to-
ficiente de dilatación lineal y del gradiente de tempe- dos los cerámicos, principalmente aquellos con capa
superficial de vidriado.
ratura, no supere los 2 mm. Estas juntas deben com-
binarse en interiores sobre forjado con las de Para la erosión física en pavimentos exteriores, ha-
movimientos elásticos y corresponder de algún mo- brá que controlar el coeficiente de absorción superfi-
do con la modulación estructural. Por otro, podemos cial que, como sabemos, debe ser inferior al 0,3%.
recurrir a armaduras antifisuración, de colocación re- Para la erosión química, hay que conocer el tipo de
lativamente superficial, o al uso de aditivos que redu- productos que puedan atacar el pavimento y com-
cen el coeficiente de dilatación térmica. probar, con los ensayos previos necesarios, la inalte-
rabilidad química del material constitutivo de la bal-
dosa. En este sentido, los materiales más inertes son
4.1.3 Para los desprendimientos
los cerámicos y, en cualquier caso, la impermeabili-
Para los casos de pavimentos continuos de mor-
dad superficial ayuda a la resistencia.
teros especiales sobre forjados, deberemos tomar
también dos medidas. Por un lado, limitar los movi-
mientos elásticos de la estructura para evitar la apa- 4.2.2 Para las fisuras
rición de esfuerzos rasantes entre las dos capas. Por Como primera medida, reducir la flecha de los for-
otro, en caso de previsión de la lesión incluir conec- jados que vayan a actuar de soporte por debajo de
tores (normalmente metálicos) entre soporte y pavi- los 10 mm en valor absoluto. Por otra parte, asegurar
mento, lo que implica que esté armado. Por otra par- la resistencia a flexión individual de cada baldosa en
función de su tamaño y de las cargas que vayan a so-
te, también será útil la protección de bordes y juntas
portar, pero nunca inferior a los 150 kp/cnf.
para evitar golpes que introduzcan esfuerzo rasante.
Recurriremos de nuevo a perfiles metálicos normales En la ejecución, asegurar la correcta y uniforme
colocación de la capa de reparto, así como la conti-
para bordes y especiales para juntas o, por lo menos,
nuidad y resistencia de la capa de agarre (mortero
sellantes elásticos en éstas.
1/3). Si se coloca a fuego, es decir, extendiendo pre-
viamente (y únicamente) la capa de agarre, asegurar
4.1.4 Para las humedades la adherencia con la baldosa, con la correcta hu-
Para las de filtración, de nuevo dos medidas simul- mectación previa. Asimismo, en bordes y juntas de
táneas. Sellado de juntas con elastoplásticos y reduc- dilatación, asegurar la contención de la capa de re-
ción del coeficiente de absorción superficial por deba- parto mediante piezas especiales para evitar asien-
jo del 0,3% por algunos de los procedimientos tos puntuales.
comentados más arriba. Para las de capilaridad, esta-
Ante las inevitables variaciones dimensionales por
blecimiento de sistema de drenaje superficial perma-
cambios de temperatura, sobre todo en exteriores, in-
nente, bien estático a base de encachados a tubos dre- troducir juntas de dilatación en función del gradiente
nantes, bien dinámico a base de pozos y zanjas con de temperatura y del coeficiente de dilatación poten-
bombas automáticas en los casos de niveles freáticos cial del conjunto baldosa/mortero. En exteriores la co-
altos. Para las accidentales, podemos huir de la loca- locación se debe realizar con junta abierta. Para las jun-
lización de tuberías bajo la solera, aunque cuando sea tas de dilatación, es conveniente, el uso de perfiles
inevitable su presencia, deberemos cuidar su coloca- especiales con doble pieza metálica y material elásti-
ción con suficiente protección anticorrosiva y coquilla co intermedio (ver Fig. 24). En interiores, donde las va-
de espuma que las independice de la propia solera. riaciones térmicas son menores, bastará introducir jun-
tas de retracción sencillas a base de pletinas de aluminio
o latón (materiales blandos) clavadas en la capa de aga-
4.2 En baldosas
rre con modulaciones entre 3 y 5 metros.
4.2.1 Para la erosión
Para prevenir, la erosión mecánica, se deberán ele- 4.2.3 Para los desprendimientos (Fig. 25)
gir los materiales con la dureza adecuada en función En proyecto
de la abrasión previsible según el uso, pero lo más im- - Diseñar adecuadamente los bordes y cambios
portante será asegurar la posibilidad de que dichas de piano, evitando que, los cantos de las piezas que-
Tema 4. Patología y reparación de pavimentos
den vistos y que la capa de reparto y la de agarre que- pilaridad, condensación o accidental para evitar levan-
den sin sujeción, según los detalles indicados en la fi- tamientos. Uso de maderas (rastreles y tarima) con índi-
gura. ces de humedad inferiores al 10% o con humedad de
- Evitar filtraciones de agua equilibrio. Correcta sujeción de rastreles nunca con mor-
En ejecución teros de yeso por su higroscopicidad. Holgura suficien-
- Emplear, siempre que sea posible y principal- te en el perímetro, tanto en rastreles como en tarima.
mente sobre estructuras flexibles, capa de reparto y Asegurar secado total de mortero de agarre de rastreles
capa de agarre. o de solera de base, antes de colocar la tarima.
- Colocar con junta abierta en los pavimentos ex-
teriores, lo que es útil, tanto para facilitar la dilatación 4.3.4 Para los organismos
y contracción de las piezas sin que se produzcan le- Tanto para proteger de xilófagos como de colonias
vantamientos por empujes excesivos, como para evi- de hongos, las medidas preventivas están orientadas
tar filtraciones de agua por fisuras, que terminan en a evitar las condiciones favorables para su aparición.
helada y desprendimiento. Así tendremos:
- Cuidar la composición del mortero de agarre pa- - Medidas necesarias para evitar las humedades,
ra que tenga resistencia suficiente (1:4) y no conten- sobre todo las de capilaridad y las de filtración, según
ga sales o materiales orgánicos susceptibles de dila- lo escrito en el capítulo correspondiente.
tación por humedad. - Aplicación de tratamientos protectores antes de
la puesta en obra de la madera. Dichos tratamientos
4.2.4 Para las humedades a base de insecticidas de tipo orgánico, pueden apli-
Al igual que para la erosión física en pavimentos carse mediante dos tipos de técnicas, en función de
exteriores, exigir un coeficiente de absorción superfi- la naturaleza de la madera y la situación del elemen-
cial inferior al 0,3%. Además, asegurar el sellado de to constructivo en la obra. Así, para los elementos que
juntas de dilatación y ejecutar el pavimento con junta vayan a quedar vistos y aireados, bastará un trata-
abierta para que haya continuidad del mortero de aga- miento superficial a base de:
rre en dorso y junta. Por último, establecer un correc-
• Inmersión rápida
to sistema de drenaje con pendiente suficiente y su-
• Pulverización mediante aerosol
mideros adecuados.
• Pincelado.
Para los elementos en una situación más o menos
4.2.5 Para las eflorescencias
oculta, deberemos utilizar un tratamiento en profun-
La medida básica será el utilizar baldosas no eflo-
didad, mediante:
rescibles lo que probablemente obligará a ensayos de
• Inmersión prolongada
eflorescibilidad previos.
• Doble vacío
• Impregnación a presión en autoclave
4.3 En pavimientos de madera Por último, mantenimiento periódico, con obser-
vación, limpieza y reposición de productos protecto-
4.3.1 Para la erosión res, si cabe.
Seleccionar la dureza de la madera en función de
la abrasión previsible según el uso. Asimismo, aplicar
protecciones superficiales a base de resinas endure- 4.4 En láminas flexibles
cedoras (poliuretano, úrea-formol, etc.). Preferente-
mente, utilizar madera maciza con suficiente espesor 4.4.1 Para la erosión
(> 10 mm) para posibilitar su recuperación por acu- La medida más adecuada será la correcta selec-
chillado. ción del material en función de la abrasión previsible
según su uso, con la posibilidad de combinar distin-
4.3.2 Para las fisuras tos productos en función de las zonas (pasillos).
Asegurar la colocación de la madera en épocas de
humedad media (primavera u otoño) para evitar gran- 4.4.2 Para los desprendimientos
des variaciones dimensionales inmediatas; sobre to- Debemos asegurar:
do, huir de su colocación en verano. Comprobar, asi- En proyecto, continuidad del soporte y diseño de
mismo, que la madera viene suficientemente seca juntas de dilatación. En ejecución, planeidad adecua-
(humedad de equilibrio). da, colocación según recomendaciones del fabrican-
te, tanto del material adherente como de la lámina,
4.3.3 Para los desprendimientos cuidado específico en la ejecución de los bordes y res-
Asegurar la ausencia de humedades defiltración,ca- pecto de juntas de dilatación y constructivas.
caoituto II. Patología e intervención en cerramientos y acaDados
179
180
tecciones superficiales, selladoras, endurecedoras. con respuestas posiblemente distintas ante proble-
coloristas o contra organismos. mas de desprendimiento. Así, cabe mencionar, por lo
Teniendo en cuenta todos esos extremos, pode- menos:
mos distinguir los siguientes tipos de acabados. - Grapas ocultas mediante redondos galvaniza-
a) Alicatados (Fig.1) a base de plaquetas cerámi- dos (cuatro por elemento).
cas o de otro material pétreo, adheridas al soporte - Pletinas ocultas, de acero galvanizado o inoxi-
mediante mortero hidráulico o cementos-cola. Su ad- dable, en similar disposición que los anteriores, pero
herencia debe ser continua y la falta de dicha conti- con mayor entidad.
nuidad puede ser origen, como veremos, de su des- - Pletinas vistas, similares a las anteriores, pero
prendimiento. vistas y, por tanto, sin reducir la sección de la pieza y
Debemos considerar, a los efectos de acciones de fácil reposición.
sobre ellos, dos variantes importantes, interiores y ex- - Perfiles vistos, que sujetan los elementos con
teriores, ya que estos últimos sufren la acción del agua, continuidad por dos de sus lados, de acero o alumi-
de la radiación solar directa y los cambios de tempe- nio.
ratura, que son decisivos en su integridad. Asimismo, - Anclajes perforantes, con un mínimo de dos por
debemos distinguir entre los colocados a hueso y los placa, que exigen la perforación de las piezas y le sue-
que se reciben con junta abierta, por el efecto amor- len dar menor libertad de movimiento.
tiguador de ésta, tanto en filtraciones de agua como El dorso del chapado puede ir trasdosado o no
en la dilatación térmica de los elementos. con mortero (nunca debe ser yeso o escayola en ex-
b) Chapados (Fiq.2), resueltos mediante losas de teriores) en función de su integridad, del sistema cons-
piedra más o menos gruesas que van colgadas del tructivo, del funcionamiento del cerramiento, etc.
soporte, o sujetas al mismo mediante anclajes, nor- c) Aplacados (Fig. 3) por superposición de ele-
malmente metálicos, capaces de soportar el peso in- mentos superficiales o lineales de gran dimensión, so-
dividual de cada elemento sin transmitir esfuerzos gra- lapados entre sí para su estanquidad y sujetos al so-
vitatorios sobre los demás. porte mediante anclajes, bien puntuales localizados
Los anclajes pueden ser de muy diversos tipos, en sus esquinas, muchas veces aprovechando el mis-
según su situación (ocultos o vistos), su integridad, su mo anclaje para piezas yuxtapuestas, en base al so-
material, su efecto soore ei elemento etc.. todos ellos lape de las mismas, bien mediante una estructura au-
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
/Ó7
¡§§§32
A-ESFUERZO 9.-0ILATACION
RASANTE
xiliar (rastreles) sujeta al cerramiento y las piezas an- de acabado, del material constitutivo de sus elemen-
cladas a estos por puntos o por presión (clips). tos y del sistema de sujeción al soporte, de ahí que
Los desprendimientos, en estos casos, están en para estudiar su tipología lo hagamos según la clasi-
función del sistema de anclaje y de la libertad de mo- ficación vista en el punto anterior. No obstante, antes
vimiento individual de las piezas que, por su tamaño, de entrar en ella, conviene que estudiemos los tipos
sufren variaciones dimensionales relativamente im- de causas generales que pueden provocar la lesión.
portantes, sobre todo en exteriores; de ahí la necesi-
dad de establecer amplios grados de libertad en los
anclajes. 2.1 Según la causa (causas directas)
Los materiales varían, desde la madera en tablo-
Las causas indirectas, como errores de proyecto,
nes y tableros, hasta los materiales plásticos rígidos,
material, ejecución o mantenimiento, dependerán, evi-
pasando por chapas metálicas (las más abundantes)
dentemente, de cada sistema de acabado, por lo que
y de fibrocemento.
no tiene sentido estudiarlas conjuntamente, sino que
d) Elementos sueltos (Fig.4) entendiendo por ta-
quedarán indicadas en cada caso. Por el contrario, sí
les, todos los tipos de piezas auxiliares sobre para-
podemos hablar de causas directas comunes. Estas
mentos, de tipo decorativo o funcional como farolas,
dependerán, en cualquier caso, del sistema de suje-
carteles, canalones, etc, sujetos al cerramiento me-
diante anclajes puntuales o por adherencia continua ción, por lo que podremos analizarlas según los si-
y, como tales, susceptibles de desprenderse de éste. guientes tipos.
Dicho desprendimiento dependerá de los propios an-
clajes y, según el tamaño y material del elemento en 2.1.1 Acabados adheridos con morteros o colas
cuestión, de su variación dimensional por cambios tér- (Fig. 5)
micos. Comoquiera que la unión entre acabado y sopor-
te es teóricamente continua por intermedio de un pro-
ducto adherente al que podemos denominar interfa-
2. Tipología
s e , nos aparecen dos juntas superficiales; entre el
Como se ha ido viendo, los diferentes tipos de des- soporte y la interfase y entre ésta y el elemento del
prendimientos dependerán del sistema constructivo acabado Como consecuencia, la pérdida de adhe-
Tema 5. Desprendimiento y reparación de acabados por elementos
182
rencia se puede producir en tres puntos; las dos jun- puede llegar a ser superior a la resistencia al esfuer-
tas superficiales y la propia Interfase. zo cortante de las penetraciones, rompiéndolas y fa-
En las dos juntas superficiales el desprendimien- cilitando su desprendimiento, o a la que presente el
to se producirá al romperse el sistema de adherencia, rozamiento entre materiales. En algunos casos pue-
que puede ser mecánica o química. La primera, más de darse el hecho de que dichas penetraciones re-
corriente en nuestros sistemas constructivos, se ba- sistan y ceda, sin embargo, la integridad de la propia
sa en la interpenetración de ambos elementos a tra- inferíase, pero no es lo corriente, a no ser que se tra-
vés de la junta, gracias a su rugosidad (la de uno de te de juntas con adherencia química muy bien cons-
ellos, el rígido) que produce una trabazón en base a tituida. Aún así, no es normal.
los tetones que se forman y que impiden su separa- Estos esfuerzos rasantes pueden tener diversos
ción, tanto en la dirección perpendicular a la ¡unta, co- orígenes que se pueden resumir en:
mo en la de la propia junta ya que dichos tetones ac- - Dilataciones y contracciones térmicas del aca-
túan como bielas a compresión. Para que se produzca bado.
el desprendimiento necesitamos, pues, romper estas - Movimientos elásticos del soporte.
penetraciones, bien por tracción, bien por esfuerzo
cortante. Por el contrario, la adherencia química se B) Dilatación de elementos infiltrados
basa en la unión intermolecular entre los dos produc- En el caso de las dos juntas superficiales con ad-
tos yuxtapuestos y es poco común en construcción, herencia mecánica, resulta un microespacio interme-
excepto para algunas pinturas y algunos productos a dio que es susceptible de alojar algún elemento ca-
base de resinas. Su pérdida requerirá, bien fallos en paz de dilatar, como es el agua al congelarse o diversas
su ejecución, bien la intromisión de algún otro ele- sales al cristalizar. En el primer caso, la dilatación sue-
mento que reaccione químicamente y sea capaz de le ser de un 9% y en los segundos puede alcanzar
destruir esa unión molecular. Por último, la pérdida de hasta el 35%. Dicha dilatación produce un empuje
adherencia en la propia interfase supone una pérdida perpendicular al plano de la junta que es capaz de su-
de integridad de la misma. Según todo esto, el des- perar la capacidad de adherencia de las penetracio-
prendimiento en esas juntas superficiales podrá ser nes mecánicas, bien por rozamiento, bien por resis-
por varias causas. tencia a tracción de las mismas, provocando el
desprendimiento.
A) Esfuerzo rasante En los casos de adherencia química, pueden apa-
Supone el empuje, en la dirección de la unión y recer también microespacios, huecos que facilitarían
sentidos contrarios, de los dos elementos compo- el alojamiento y la dilatación de esos elementos, ca-
nentes de una junta superficial, e implica el intento de paz ae superar su resistencia mecánica y de provo-
desplazamiento de los mismos en dichos sentidos, car el desprendimiento.
con la consiguiente pérdida de integridad de la unión.
En nuestro caso, la fuerza rasante suele afectar a las C) Falta de adherencia, propiamente dicha (Fig.6)
dos juntas superficiales, sobre todo cuando éstas se Cuando la ejecución es incorrecta, se provoca,
basan en la adherencia mecánica. Asi. dicha fuerza bien la falta de integridad de la propia interfase, bien
capitulo II. Patología e intervención en cerramientos y acabados
183
4
« 5 - 1
o) b) c)
(AGUA (AGUA
FILTRAOA) FILTRADA)
É
n
L
90
•'.O
8. Desprendimiento de alicatados.
la falta de penetraciones o de la unión molecular. tarse la unión molecular continua, al actuar de barre-
Cualquiera de ellas tiene como consecuencia el des- ra la suciedad y el polvo.
prendimiento, veamos los casos más comunes: c) Por último, la falta de rugosidad suficiente anu-
a) En el uso de morteros hidráulicos, cuando el la la existencia de las penetraciones necesarias (en
soporte no está convenientemente húmedo, al aplicar número y en tamaño) como para contrarrestar los es-
el mortero de agarre se produce una succión del agua fuerzos mencionados.
del mortero por parte del soporte, produciendo una
disminución de la relación agua, cemento en aquel, 2.1.2 Acabados colgados o anclados por puntos
que impide su correcto fraguado en la zona de con- o líneas (Fig. 7)
tacto. Ello hace que no se creen las penetraciones ne- En estos casos, la unión entre acabado y soporte
cesarias para la adherencia mecánica y, por tanto, que está basada en los puntos de anclaje y, por tanto, el
no exista ésta. fallo que provoca el desprendimiento puede encon-
b) Por otra parte, sí la superficie del soporte no trarse también en tres puntos (la unión del elemento
está lo suficientemente limpia de polvo o grasa, re- al anclaje, el propio anclaje y la unión del anclaje al
sulta difícil la materialización de la junta adherente, soporte) además de en el propio elemento unitario de
tanto mecánica como química. La primera, ya que la acabado.
grasa dificulta tanto el fraguado correcto (materias or- a) El primer caso suele ser por perforación del ele-
gánicas) como la penetración en las rugosidades, que mento de acabado o su rotura por punzonamiento, y
acaban rellenas. Asimismo, la existencia de polvo di- su fallo se suele provocar en el propio elemento, al
ficulta ambas cosas y favorece la absorción de agua romperse por superar la capacidad a esfuerzo cor-
y, por tanto, la disminución de la relación agua/ce- tante en la perforación.
mento necesaria para el correcto fraguado. La adhe- b) El segundo, falla, bien por corrosión del ele-
rencia química también se ve entorpecida al dificul- mento metálico que lo sustenta, bien por superarse
Tema 5. Desprendimiento y reparación de acabados por elementos