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EXPEDICIÓN DE MANUEL BELGRANO AL PARAGUAY 04/09/1810)

El 4 de setiembre de 1810, la Junta de Gobierno de Buenos Aires, dispuso que el general MANUEL BELGRANO, al
mando del Ejército del Norte, se dirigiera hacia el Paraguay con la misión de obtener la adhesión del gobierno
paraguayo al movimiento que el 25 de Mayo de 1810, había depuesto a las autoridades españolas, declarándose
libre y emancipado.

El 22 de ese mismo mes de setiembre, en cumplimiento de la misión encomendada, BELGRANO parte desde Buenos
Aires al mando de un Regimiento de caballería y 200 soldados de la guarnición de Buenos Aires, acompañado por el
doctor VICENTE ECHEVERRÍA como veedor de la Junta, y se dirige hacia Santa Fe.

El 2 de octubre Llegó a la ciudad de Santa Fe y allí recibió importante ayuda del entonces Gobernador, FRANCISCO
ANTONIO CANDIOTI, quien lo ayudó con más hombres, armamentos y dinero y se incorporó a la expedición el joven
ESTANISLAO LÓPEZ, que había de ser después el más afamado de los santafecinos de aquella época.

El 12 de diciembre de 1810, el general MANUEL BELGRANO, llegado al río Paraná, a la altura de la ciudad de
Corrientes, en su marcha hacia el Paraguay para dominar la rebelión de este país contra la autoridad de la Junta de
Buenos Aires, intimó a deponer su actitud a las autoridades paraguayas y en espera de una respuesta, convino un
armisticio con el jefe de las tropas paraguayas, el mayor PABLO THOMPSON, hallándose ambas fuerzas teniendo de
por medio el río Paraná.

El 16 del mismo mes, sin respuesta del gobierno paraguayo a su intimación para que aceptase la autoridad de la
Junta de Buenos Aires, el general MANUEL BELGRANO declaró roto el armisticio que había pactado con el jefe
paraguayo, mayor PABLO THOMPSON y se apresta a cruzar el río Paraná

Combate de Campichuelo (19/12/1810).

Roto el armisticio celebrado entre el General MANUEL BELGRANO y el Jefe paraguayo PABLO THOMPSON, Belgrano
atravesó el río Paraná por el paso de la Candelaria e hizo pie en territorio paraguayo. Inmediatamente, el 19 de
diciembre de 1810, una pequeña fuerza conducida por el Ayudante MANUEL ARTIGAS atacó a la vanguardia
paraguaya que se hallaba fortificada en el Paso del Campichuelo, tomándole una bandera y cañones. Thompson que
mandaba la fuerza paraguaya se retiró con sus efectivos.

Luego de cruzar el río Paraná por el norte de la provincia de Corrientes, el 16 de diciembre de 1810, avanzando ya
sobre territorio paraguayo, el general BELGRANO llega a proximidades del arroyo Paraguarí el 19 de enero de 1811 y
acampa con sus fuerzas. Después de cruzar el arroyo Ibáñez, Belgrano llega hasta el cerro Mbaé y logra avistar por
primera vez, las posiciones paraguayas. Era el grueso del ejército paraguayo, compuesto por unos 2.500 hombres al
mando del Gobernador del Paraguay, el general español BERNARDO VELAZCO Y HUIDOBRO, quien había llegado allí,
luego de haber aislado a las fuerzas de los patriotas, devastando todos los pueblos por donde tuvieron que avanzar,
en su marcha hacia Asunción, dispersando también a sus habitantes.

Combate de Paraguarí. (19/01/1811).

Decidido a interceptar la marcha de Belgrano hacia Asunción, frustrando así sus intentos de sumar al Paraguay al
movimiento revolucionario iniciado en Buenos Aires, llega con sus fuerzas ese 19 de enero de 1811 y teniendo ya a la
vista a los efectivos de BELGRANO, se prepara para el ataque. Sus fuerzas son muy superiores tanto en efectivos
como en poder de fuego y espera una pronta victoria. Pero inesperadamente, éste los ataca furiosamente, logrando
romper las líneas enemigas y provocando la huida del gobernador VELASCO con sus fuerzas, que son
imprudentemente perseguidas por una reducida fuerza criolla. Los españoles reaccionan rápidamente y rodean a las
avanzadas de Belgrano, quien ordena la retirada, desfilando luego con sus hombres frente a los vencedores, sin que
éstos se atrevan a atacarlos. Belgrano, comprendiendo lo difícil que le será llegar a Asunción con sus fuerzas tan
menguadas, solicita refuerzos a la Junta de Buenos Aires y emprende la retirada. Marcha hacia el río Tacuarí,
confiando que durante su marcha, pueda ir convenciendo a los naturales del país para que se decidan unir su destino
de libertad, al iniciado en Buenos Aires. Luego de recorrer 70 leguas acosado por una tenaz persecución de la
vanguardia paraguaya, comandada por FULGENCIO YEGROS, llega a destino y establece sus posiciones de defensa
en la margen meridional de dicho río.

Batalla de Tacuarí (9 de maro de 1811)

BELGRANO atrinchera en el lugar a 400 hombres y destina el resto de sus fuerzas para mantener abiertas las
comunicaciones a la espera de los refuerzos pedidos a la Junta de Buenos Aires (ésta, después de la derrota naval de
San Nicolás (2 de marzo de 1810), no pudo enviarle ayuda alguna, La vanguardia paraguaya, que al mando de
FLORENCIO YEGROS, había seguido a las fuerzas patriotas hostigándolo en su marcha, se reunió con el general
MANUEL CABAÑAS que llegó al mando de 2.000 soldados y con los refuerzos enviados por el gobernador VELAZCO al
mando del comandante JUAN MANUEL GAMARRA.

Estando así ahora, juntos todos ellos, completando una poderosa fuerza de 3.000 hombres y un importante parque
de artillería, estiman estar ya en condiciones de atacar las posiciones de Belgrano y el 9 de marzo de 1811, el general
CABAÑAS ordena hacerlo desde 3 puntos simultáneamente. BELGRANO y sus hombres se defendieron bravamente,
protagonizando una lucha que fue casi suicida. Una y otra vez consiguieron impedir el paso del río intentado por el
adversario y a fuerza de coraje fueron derrotando las continuas oleadas que los atacaban por el frente y sus dos
flancos, hasta que la retaguardia fue copada y su comandante, el mayor general JOSÉ I. MACHAIN, fue tomado
prisionero, por lo que situación de BELGRANO se tornó desesperada. Así lo comprendió el general CABAÑAS y seguro
de que BELGRANO no podría resistir por más tiempo su ataque, le envió un mensajero intimándolo a la rendición,
prometiéndoles la vida, o la muerte pasados a cuchillo si continuaba la resistencia. La negativa de BELGRANO fue
terminante. “Dígale usted a su jefe que venga a tomarlas”, le contestó al parlamentario. Inmediatamente, a pesar de
que eran tan pocos los hombres que le quedaban, tomó la ofensiva y atacó a su adversario. Su infantería, al mando
del capitán PEDRO IBÁÑEZ, después de un fuego vivísimo en que cayeron 30 paraguayos, obligó a los restantes a
retroceder. Pero los soldados patriotas estaban demasiado fatigados para arriesgar una persecución y Belgrano
resolvió enviar a JOSÉ ALBERTO ECHEVERRÍA al campo enemigo como parlamentario, tras lo cual, ambos
comandantes entraron en conversaciones para suspender las hostilidades.

Armisticio BELGRANO/CABAÑAS (10 de marzo de 1811).

Luego de ser derrotado en Tacuarí, el General MANUEL BELGRANO en el marco de las conversaciones que entablara
con el General paraguayo MANUEL CABAÑAS, le aclara que no había venido al Paraguay a hostilizarlos, sino a
auxiliarlos para que se liberaran del yugo español y que deseaba demostrarle las buenas intenciones de la Junta de
Buenos Aires hacia el pueblo paraguayo. Le entrega un oficio donde puntualiza ocho circunstancias “mediante las
cuales podría llegarse a un acuerdo fraterno entre los paraguayos y la Junta de Buenos Aires”. Varios son luego los
oficios que van de uno a otro comandante hasta que finalmente llegan a un cordial y amistoso acuerdo de mutua
asistencia y el 10 de marzo de 1811, ambos jefes firman el armisticio.

Fue tal la habilidad política de BELGRANO, que a pesar de haber sufrido una derrota militar, obtuvo no sólo la buena
voluntad del vencedor para concederle una capitulación honrosa, por la cual sólo se les exigió abandonar el territorio
del Paraguay, retirándose con sus armas y bagajes y con todos los honores al sur del río Paraná, sino que hizo
prender la idea revolucionaria en el General CABAÑAS y en sus oficiales, pues logró que se diera un vuelco ideológico
en la conciencia de su adversario, que será el germen del movimiento revolucionario paraguayo. Pronto la llama se
extenderá por todo el Paraguay, a pesar de la oposición del Gobernador VELAZCO y del Cabildo asunceño.

La Junta de Buenos Aires dispone que Belgrano marche a la Banda Oriental.

Ante las noticias que procedentes de la Banda Oriental, daban cuenta de la insurrección que en contra de las
autoridades españoles se estaba gestando, el 20 de marzo de 1811, la Junta de Buenos Aires dispone que el General
MANUEL BELGRANO, con los restos del Ejército que volvía del Paraguay, pasara a la Banda Oriental y apoyara el
movimiento revolucionario que dirigido por ARTIGAS, comenzaba ya a gestarse.

Manuel Belgrano pone fin a su expedición al Paraguay.

Luego de firmar el armisticio con el general CABAÑAS, cuando Belgrano se aprestaba para regresar a Buenos Aires,
recibe la orden de la Junta de Buenos Aires, de dirigirse con sus efectivos hacia la Banda Oriental en apoyo de las
acciones que allí estaba llevando a cabo el caudillo Artigas contra los realistas. El 29 de marzo de 1811, BELGRANO
vuelve a cruzar el Paraná, en su marcha hacia la Banda Oriental. Regresa sin haber logrado triunfos militares en esa
campaña que lo vio combatir en las batallas de Paraguarí y Tacuarí, pero sí lo hace habiendo sembrado en terreno
paraguayo la semilla de la libertad, salvando la honra de la Causa y dejando el campo contrario preparado y
dispuesto “para secundar el pensamiento revolucionario del 25 de Mayo de 1810”.

El 15 de mayo de 1811, BELGRANO llega a Buenos Aires, luego de dar por finalizada su campaña al Paraguay y allí se
le informa que se le seguirá un proceso por el fracaso de su expedición

A pesar del éxito diplomático obtenido por el general BELGRANO durante la campaña que realizara en el Paraguay,
para lograr su adhesión al movimiento de mayo de 1810, el gobierno de Buenos Aires, estimó que ésta campaña
había sido un fracaso y le formó un proceso para juzgar su conducta. Al parecer, no era suficiente que BELGRANO
hubiera logrado firmar un acuerdo con el General CABAÑAS el 10 de marzo de 1811, que prácticamente abría el
camino a la libertad del Paraguay, éxito que superaba y en mucho, a los reveses militares que tuvo en esa campaña.

Decreto exculpando al general Belgrano

«Vistos con lo expuesto por el Excmo. Cabildo, alcaldes de barrio y oficiales del ejército del Norte, se declara que el
general don Manuel Belgrano se ha conducido en el mando de aquel ejército con un valor, celo y constancia, dignos
del reconocimiento de la patria. En consecuencia, queda repuesto en los grados y honores que obtenía, y que se le
suspen-dieron en conformidad de lo acordado en las peticiones del 6 de abril, y para satisfacción del público y de
este benemérito patriota, publíquese este decreto en la “Gazeta Ministerial del Gobierno de Buenos Ayres”.

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