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La Seguridad de Presas en Argentina

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Fabian Restelli
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La Seguridad de Presas en Argentina
Autor: Ing. Fabián Restelli, M.Sc.
Empresa: HIDROELÉCTRICA EL CHOCÓN S.A.
Cargo: Ingeniero responsable de Seguridad de Presas
Contacto: frestelli@elchoconsa.com.ar – (0299) 4901188

Resumen

La finalidad de la Seguridad de Presas es alcanzar y mantener el mayor nivel de Seguridad posible con
el fin de evitar la destrucción de las obras y con ello, la pérdida de vidas y bienes. El colapso de una
presa irremediablemente trae aparejado fuertes incidencias ambientales, por lo que la seguridad estruc-
tural e hidráulica-operacional son dos tipos que constituyen el objetivo central de su estudio.
El objetivo del presente trabajo es analizar la situación en la República Argentina desde una nueva pers-
pectiva.
Se parte de los denominados enfoque multidisciplinario y visión clásica de la Seguridad de Presa. Poste-
riormente y, con el objeto de comprender las causas que provocan los cambios y la evolución en los
sistemas complejos se analiza la Seguridad de Presas desde la óptica del enfoque sistémico. Se plan-
tean relaciones o redes (muchas veces ocultas) existentes entre los elementos constitutivos del sistema.
Se pretende analizar los aspectos significativos de estas redes y en todo caso preguntarnos sino debe-
mos realizar cambios con el objeto de mejorar el sistema con el que evaluamos nuestras presas, la par-
cialidad del marco legal que rige la actividad y la urgente necesidad de normativa.

La Seguridad de Presas.-

Generalmente se admite que la Seguridad de Presas no depende exclusivamente de un proyecto ade-

cuado, ni de su correcta construcción, sino también de la vigilancia de su comportamiento durante los

primeros años y a lo largo de todo el período de explotación. En consecuencia, una posible definición de

la Seguridad de Presas podría ser: es el manejo coordinado de distintas disciplinas técnicas especializa-

das que intervienen en las 5 etapas propias de la vida de una Presa: Proyecto, Construcción, Primer

llenado, Explotación y Abandono.

Podría expresarse que el principal objetivo de esta disciplina es alcanzar y mantener el mayor nivel de

Seguridad posible (estructural, hidráulico-operacional y ambiental) con el fin de evitar la destrucción de

las obras y con ello, la pérdida de vidas y bienes. El colapso de una presa irremediablemente trae apa-

rejado fuertes incidencias ambientales, por lo que la seguridad estructural e hidráulica-operacional son

dos tipos de seguridad que constituyen el objetivo central de su estudio.

Por otra parte, resulta imperante resaltar que la funcionalidad y Seguridad también dependen del com-

portamiento confiable de al menos una estructura complementaria (vertedero/aliviadero) y de un buen

número de dispositivos accesorios como compuertas, válvulas, descargadores, tuberías y equipamientos

de control asociados.

1
Legislación y normativa.-

En lo referente a la legislación y normativa sobre Seguridad de Presas la situación es bastante variable

en diferentes países. En algunos, solamente se fija un marco de características jurídico administrativo

(por ejemplo África del Sur, Eslovenia, Finlandia, Francia, Holanda, Inglaterra, Suecia y Suiza); en cam-

bio en otros, la legislación presenta un claro carácter técnico (por ejemplo España, Italia, Noruega y Ru-

mania).

La responsabilidad por la Seguridad de las Presas puede ser exclusiva de los Propietarios o puede ser

compartida por Propietarios y Autoridades (como es el caso de Suiza); otras veces el Propietario es la

propia Autoridad que se asume como responsable (caso de los Estados Unidos en las presas federales

y de África del Sur). En general, la Autoridad es un ministerio (caso de África del Sur) o varios ministerios

(caso de Eslovenia), o una comisión (Inglaterra), o una comisión asociada a un ministerio (caso de Aus-

tria, Italia y Rumania), o bien un departamento ministerial (España, Finlandia, Suiza). Por otro lado, en un

mismo país, las presas asociadas a la explotación minera pueden estar sujetas a regulaciones diferentes

de las restantes presas (caso de África del Sur, Japón y Rumania).

Lamentablemente, hay otros países en los que un buen número de presas se encuentran en explotación

(incluso en construcción) y no existe ninguna normativa en cuanto a la regulación de la Seguridad, u

otros en los que la regulación es parcial (caso de Argentina, que solamente se aplica a un porcentaje

muy bajo de obras concesionadas hace algo más de una década).

Por lo general, y salvo raras excepciones como Australia, la mayoría de países que disponen legislación

sobre Seguridad de Presas han sufrido roturas de presas. En Estados Unidos, por ejemplo una serie de

colapsos catastróficos -en un intervalo de 5 años- llevó a la adopción de medidas. Las presas que colap-

saron fueron [1]:

• Buffalo Creek (1972), causó 125 muertos y enormes pérdidas materiales.

• Nelly Barnes (1976), causó 39 muertos.

• Teton (1976), causó 114 muertos y daños evaluados en un billón de dólares.

Lo anterior contribuyó a la revisión general de la legislación vinculada a la Seguridad e Inspección de las

Presas y al surgimiento de la Ley que autorizó al US Army Corps of Engineers a inventariar e inspeccio-

nar las obras (1972); la revisión de los criterios de seguridad, coordinación centralizada de programas de

seguridad, revisión de los procedimientos adoptados por las agencias federales (1977) a través de juicio

de expertos (Consultores Independientes).

Otro ejemplo es España. La rotura de la Presa Ribadelago (1959) ocasionó 144 víctimas mortales, lo que

dio origen a la creación de la Unidad de Vigilancia de Presas; el restablecimiento de las Comisarías de

2
Aguas, el inicio de los trabajos para redactar una nueva Instrucción y la creación de una Comisión de

Normas de Grandes Presas. En 1967 se aprobó la Instrucción para el Proyecto, Construcción y Explota-

ción de Grandes Presas.

Posteriormente, luego de la rotura de la presa de Tous (1982) se puso de manifiesto la necesidad de

revisión de la Normativa. Así, en 1995 entró en rigor la Directriz de Planificación de Protección Civil ante

el Riesgo de Inundaciones y, finalmente en 1996 se publicó el Reglamento Técnico sobre Seguridad de

Presas y Embalses.

En el cuadro siguiente se resumen los criterios de legislación sobre Seguridad de Presas en diversos

países [2]:

País Presas a las que se aplica legislación

Africa del Sur H > 5m y V > 50.000 m3


Canadá H > 7.60 m y V > 61.670 m3
Eslovenia Clasificación ICOLD1
España Clasificación ICOLD
Estados Unidos H > 7.60 m y V > 61.670 m3
Finlandia H>3m
H > 20 m o cuando implican peligro para la población;
Francia 6 3
H > 20 m y V > 15. 10 m , debe contar con un Plan de Emergencia.
Italia H > 15 m o V > 106 m3.
Noruega H > 4 m o V > 500.000 m3.
Inglaterra V > 25.000 m3.
Suecia H > 15 m o V > 50.000 m3.
Suiza H > 10 m o H > 5 m y V > 50.000 m3.
Zimbawe H>8m
Ejemplo de Presas en las que se aplica Legislación

Se observa que, según el país, existen presas más o menos pequeñas en los que no se aplica ningún

tipo de legislación. Es interesante recordar que la aplicación sistemática de modelos matemáticos ha

demostrado los potenciales efectos letales que pueden tener las ondas de inundación resultantes de

rotura de pequeñas presas [3].

1
Clasificación según ICOLD (International Commission on Large Dams)
Una gran presa es cualquier presa con altura superior a 15 m (contada desde el punto más bajo de la fundación hasta el corona-
miento) o cualquier presa con altura comprendida entre 10 y 15 m que satisfaga una de las siguientes condiciones:
a) longitud de coronamiento igual o superior a 500 m.
6 3
b) capacidad de embalse igual o superior a 10 m .
3
c) caudal máximo de crecida igual o superior a 2000 máximo de crecida igual o superior a 2.000 m /s.
d) presas con problemas especiales de fundación
e) presas provenientes de proyectos no usuales

3
Enfoque multidisciplinario.-

Durante un largo período de tiempo el arte del diseño y construcción de las presas fue decididamente

empírico; mientras que prácticamente no existía seguimiento y control sobre el estado general de las

obras. Gradualmente, con el correr del tiempo (y varias roturas) la temática fue asumiendo una fuerte

base científica hasta llegar hoy en día en la que puede considerarse integrada por distintas disciplinas

como hidrología, geología, sismología, mecánica de suelo y roca, geotecnia y fundaciones, auscultación,

modelación computacional y medio ambiente, entre otras.

A su vez, cada una de estas disciplinas utiliza herramientas no menos especializadas proporcionadas

por la matemática, la mecánica del continuo, la resistencia de materiales, la física y la química, etc.). Lo

anterior permite definir el denominado marco multidisciplinario de la Seguridad de Presas.

El enfoque clásico permite visualizar a la Seguridad de Presas como un Servicio Público que descansa

en tres pilares fundamentales: Diseño Estructural, Mantenimiento y Auscultación. Las potenciales pérdi-

das de vidas y daños a la propiedad conciernen al bienestar público, por ende la Seguridad de Presas es

un servicio público [1].

Esquema Clásico de Biedermann

El momento más oportuno para juzgar el grado de seguridad y el riesgo de una presa coincide con la

fase de proyecto. Con el fin de comprobar que se cumplen sus objetivos sin recurrir a un análisis subjeti-

vo de la seguridad de la presa en operación, se hace necesario definir en la fase de proyecto (Diseño

Estructural) un modelo de referencia. Este modelo debe establecer las magnitudes a controlar y sus ran-

gos de variación. A su vez, las magnitudes a controlar deben incluir no sólo las directamente relaciona-

4
das con la presa, sino las que definen las características medioambientales y de explotación que regirán

durante toda su vida útil.

El mantenimiento (que comienza a ser relevante luego de unos años de explotación) no solamente invo-

lucra cuestiones de ingeniería civil. También deben considerarse aspectos mecánicos, eléctricos y elec-

trónicos, ya que la seguridad también depende del correcto funcionamiento de un conjunto de dispositi-

vos accesorios.

Debido a que las presas implican cierto riesgo de destrucción catastrófica de vidas humanas y propieda-

des, surge la necesidad de una auscultación continua de su comportamiento. Esta necesidad es univer-

salmente reconocida. Por Auscultación se entiende un conjunto sistemático de tareas como la realización

de inspecciones visuales rutinarias, la medición de instrumentos y la evaluación del comportamiento

estructural y, finalmente la evaluación de la Seguridad.

Pese al gran valor de las medidas preventivas y a la conveniencia de mitigar los riesgos a través de

rigurosos controles –por ejemplo a través de una Auscultación eficiente- se hace necesaria la disposición

de Programas de Acción Durante Emergencias [4]. Resulta conveniente tomar las medidas pertinentes

para garantizar su efectividad en caso de ser necesaria su actuación.

Otro aspecto relevante es el Juicio de Expertos, quienes evaluarán el estado de las obras a través de

Auditorías Técnicas de Consultor Independiente. La tarea de los Consultores Independientes comprende

la revisión de informes previos relativos a la seguridad; la inspección física de la presa y sus obras auxi-

liares; la revisión y análisis los datos provenientes de la auscultación, cuestiones hidrológicas, geotécni-

cas y ambientales, entre otras.

Enfoque sistémico.-

Se entiende por Sistema a un conjunto de elementos relacionados entre sí. Por lo general solemos cen-

trar nuestra atención en los elementos constitutivos de un sistema (enfoque lineal) y no en las relaciones

existentes entre ellos (enfoque no lineal).

La Seguridad de Presas es un sistema complejo. Para comprender el calificativo complejo se hace nece-

sario identificar las relaciones que existen entre los elementos que conforman el sistema y comprender-

las. Por ejemplo, resultaría incompleto analizar la respuesta a lo largo del tiempo de determinado tipo de

instrumento (o grupo de ellos) de una presa sin tener en cuenta el resultado de las inspecciones ocula-

res. La respuesta de la instrumentación (independientemente de la evolución de la causa que las provo-

quen; variación del nivel de embalse, por ejemplo) también está asociada a las características propias de

5
la obra, su historia y problemática. Es decir, si se contempla la Seguridad de Presas desde una perspec-

tiva global, su evaluación no dependerá exclusivamente del resultado de ciertas mediciones.

Por otro lado, los sistemas complejos son dinámicos.

Si consideramos por ejemplo dos elementos de un sistema complejo llamados A y B, debemos com-

prender que si apreciamos que A influye sobre B, se puede buscar cómo B influirá en A. Lo anterior,

define el concepto de retroalimentación del sistema que resulta muy útil, pues nos permite partir desde la

estructura del sistema analizado y arribar a un nuevo sistema. Este enfoque dinámico –y necesariamente

no lineal- implica la existencia de relaciones o redes -muchas veces ocultas [5]- entre los distintos ele-

mentos que conforman el Sistema Seguridad de Presas. Bajo esta perspectiva, explorar las intercone-

xiones en los procesos y patrones existentes resultará un ejercicio muy útil para comprenderlo de mane-

ra integral.

El enfoque sistémico de la Seguridad de Presas tiene como objetivo básico comprender las causas que

provocan su evolución. Ello, implica aumentar el conocimiento sobre la sensibilidad del sistema mismo,

es decir, analizar cómo las diferentes acciones acentúan o atenúan las tendencias de comportamiento

implícitas en el mismo.

No se pretende predecir el comportamiento futuro del sistema, sino estudiar detalladamente los aspectos

significativos y en todo caso preguntarnos sino debemos cambiar nuestro enfoque con el objeto de mejo-

rar el sistema con el que evaluamos nuestras presas. Por ejemplo, una pequeña mejora (cambio o

emergencia) en los procedimientos de lectura del instrumental, necesariamente se traducirá en mejora

en la etapa de evaluación de la Seguridad -y, por ende del sistema-.

Igualmente, la Auscultación de las presas -como disciplina- permitirá comprender el desarrollo de ciertos

procesos que pueden mejorar los aspectos del diseño estructural de nuevas presas a construir; por lo

que la retroalimentación a los proyectistas es vital para nuevas mejoras. Así, pueden trazarse relaciones

entre los elementos constitutivos.

En el gráfico siguiente se establecieron conexiones generando redes entre los distintos elementos adi-

cionando el factor humano. Cuál es la incidencia de éste en el Sistema Seguridad de Presas?

Precisamente, es por el comportamiento humano por donde falla el sistema. Por ejemplo, mencionare-

mos algunos elementos negativos propios del factor humano:

• Sentido de infalibilidad ingenieril.


• Inadecuado gerenciamiento del riesgo.
• Responsabilidades confusas.
• Limitaciones de regeneración (transferencia conceptual).
• Carencia de preparación para afrontar accidentes.

6
Aún así, el factor huma-

no es el único elemento

externo del que –necesa-

riamente- nacerán las

mejoras, se puede in-

tentar vencer la inercia

propia de todo sistema,

la resistencia al cambio y

transformará cada ciclo

de retroalimentación en

mejoras (bucles positi-

vos).

Redes ocultas en el Sistema Seguridad de Presas

En resumen, se hace necesario que los equipos de trabajo involucrados en las distintas etapas del sis-

tema se estructuren de manera tal que sean capaces de tener en cuenta las limitaciones e incertidum-

bres implicadas en el propio acercamiento multidisciplinario.

Enfoque Sistémico - Mejora del Sistema Seguridad de Presas

El estudio del sistema, el análisis de las redes que lo conforman, sus interacciones y el ensayo de cam-

bios por retroalimentación en cada uno de sus elementos constitutivos enriquecerán el conocimiento de

la Seguridad de nuestras presas.

7
La Seguridad de Presas en Argentina.-

a) Clasificación de Presas

La República Argentina es un país que tiene un área de 3.761.000 km2 y una población cercana a los 40

millones de personas. El país tiene oficialmente declarada en ICOLD (International Commission on Large

Dams) 108 grandes presas [6]. No obstante, se estima que existen alrededor de 130 grandes presas, de

las cuales 2 dos binacionales (Salto Grande y Yacyretá). El resto pertenece a jurisdicciones Provinciales,

en su mayoría cabeceras de sistemas de riego. También existe un número desconocido de pequeñas

presas.

Según su tipo, el mayor número

de presas Argentinas declaradas

se corresponde con el tipo de

materiales sueltos (41%), segui-

das por las de gravedad (30%) y

las de arco (11%), mientras que

las presas de escollera y con-

trafuertes se construyeron en
Clasificación según tipo
proporciones similares (9%).

Según usos, las presas en Ar-

gentina resultan mayoritaria-

mente multipropósitos (52%).

Las destinadas a riego constitu-

yen un 19% del total; mientras

que solamente el 13% de los

emprendimientos se encuentran

destinados a la generación hi-

droeléctrica.
Clasificación según usos
El resto corresponden a control

de crecidas, navegación, y otros

usos y representan un 16%.

8
En el siguiente histograma se presenta la distribución de grandes presas Argentinas en función de altu-

ras (m) medidas desde el coronamiento hasta la parte más profunda de la cimentación.

Se observa un claro pre-

dominio de las presas

con alturas menores a 50

m (67%), aunque tam-

bién existen presas de

gran altura.

Clasificadas por altura de las presas en Argentina

En cuanto a la década en que fueron construidas, el histograma siguiente muestra un claro predominio

constructivo durante los años ’40 a ‘60. La década del ’70 fue donde se construyó el mayor número de

presas (29 en total); mientras que la década del ’80 se redujo notablemente la construcción (19 obras

finalizadas). Desde 1990 a la fecha, por distintas razones (económicas y políticas) prácticamente se ha

discontinuado la construcción de este tipo de obras. El futuro parece incierto.

Histograma de Presas Argentinas clasificadas por década de construcción

9
b) Estado de la Seguridad de Presas

Hasta el año 1992, el Estado Nacional (a través de distintas empresas estatales) era el encargado de:

• Administrar las etapas de diseño y construcción de las presas.

• Realizar la explotación de las obras (generación de energía y riego).

• Velar por la responsabilidad de la Seguridad, el manejo del agua y las cuestiones me-

dioambientales asociadas.

De las 130 grandes presas que –supuestamente hay en Argentina- se tiene el siguiente esquema:

a) 31 se encuentran bajo jurisdicción del ORSEP [7] -Organismo Regulador de Seguridad

de Presas, creado por el Poder Ejecutivo Nacional en 1999- y que están distribuidas en

13 complejos hidroeléctricos concesionados a empresas privadas.

b) 2 obras son binacionales, y se encuentran controladas.


c) El resto (es decir el 75% de nuestras presas) presenta un nivel subestándar de control o
directamente no lo disponen.

Para las obras 31 presas controladas, desde 1993 a la fecha rige el siguiente esquema de regulación:

• El Estado Nacional es el propietario de las obras.


• Las Concesionarias son responsables de la operación, control y seguridad.
• Se realizan Auditorías Técnicas (sometimiento de las obras a juicio de expertos) con fre-
cuencias variables en función de la edad de las obras.

En la Argentina, los Organismos reguladores son el ORSEP (Seguridad de Presas), la AIC (Autoridad
Interjurisdiccional de Cuencas) y Administraciones Provinciales (en el ámbito del manejo del agua y
cuestiones Medioambientales) y el ENRE (Ente Nacional de Regulación de Energía).

10
c) Rotura e incidentes de presas en Argentina

En nuestro país se han registrado un buen número de incidentes en presas y algunas roturas. Se co-

mentarán muy brevemente algunos casos representativos.

Rotura de la Presas de Frías


El caso de rotura más catastrófico de Argentina se registró en la presa de Frías (Provincia de Mendoza)

que colapsó el 4 de enero de 1970, registrándose 42 muertos, 60 desaparecidos, 500 personas sin vi-

viendas, 2 puentes destruidos y una línea de alta tensión dañada [1].

Se trataba de una presa de con-


tención de aluviones de 15 m de
altura (es decir una presa pe-
queña) emplazada sobre el zan-
jón Frías. Presentaba un reves-
timiento de hormigón de 0.30 m
sobre el talud aguas arriba y de
mampostería sobre el corona-
miento y talud aguas abajo.
Tenía una Obra de Toma con 5
filas de orificios a distintos nive-
les, un conducto de hormigón de
1 m de diámetro y 30 m de lon-
gitud. La capacidad de evacua-
ción del vertedero era de 40 m3/s
y la descarga máxima por orifi-
cios de 18 m3/s.
Mientras que el volumen del re-
servorio era de 200.000 m3, el
aporte de la tormenta a la cuen-
ca fue de 750.000 m3 en solo 1
hora. Así, la rotura fue por so-
brepaso.

Fue incorrecta la estimación de la crecida de diseño. Las investigaciones determinaron que la crecida
que provocó la rotura correspondía a un período de recurrencia de 10 años. También falló el mante-
nimiento, dado que dos filas de orificios de la toma se encontraban totalmente obstruidos y un tercero
operaba a un 50% de su capacidad.

11
Rotura de la Presas de Anillaco
Una rotura reciente se produjo el 16 de julio del año 2000, en la presa de Anillaco (Provincia de La Rio-

ja), en la que solamente se produjeron daños materiales.

El reservorio poseía una capacidad de 500.000 m3, ocupaba una superficie rectangular de aproxima-

damente 200 m por 400 m con una profundidad media de 7 m, y se encontraba delimitado por el faldeo

de la sierra hacia el Oeste; mientras que en los otros dos lados se encontraba el terraplén de la presa,

construido por arenas medias a gruesas con rodados y bloques intercalados de gran tamaño.

La impermeabilización del reservorio fue confiada a una membrana de PVC de 1.5 mm de espesor, que

abarcaba toda la superficie del mismo, la cual se colocó en fajas de 1.50 m soldadas in situ y recubierta

por losas de suelo-cemento, para brindar protección contra las acciones mecánicas.

Las dimensiones de la brecha forma-

da, con un ancho de unos 40 m

muestran el efecto del escurrimiento

del agua, que llegó a socavar más de

5 m el nivel de fundación del reservo-

rio.

12
Incidentes en presas argentinas

Durante la etapa constructiva de la

presa Los Caracoles (Provincia de

San Juan) una crecida ocurrida el

27 de febrero de del año 2001

destruyó la ataguía de aguas arri-

ba, provocando importantes daños

materiales.

También se computa un buen número de incidentes en presas2 de diferente magnitud y orígenes, entre

los cuales se menciona [8]:

o Filtraciones en la presa Portezuelo Grande, 1976.

o Hidrofracturación en el estribo derecho de la Presa de El Chocón, 1982.

o Deslizamiento en la puesta en carga de Arroyito (puesta en carga), 1982.

o Fisuramiento de varios módulos durante la puesta en carga de la Presa Piedra del Agui-

la, 1992.

o Incidente operativo de compuertas en la presa El Chañar, 2001.

2
Desde 1993 estas obras se encuentran bajo la supervisión del ORSEP.

13
d) El llamado de atención

En la actualidad, la Argentina dispone de una regulación que está limitada solamente al 25% de las

Presas, a lo que se debe sumar la existencia de un inventario incompleto de presas, en su mayoría pe-

queñas. En consecuencia, se ignora el estado real de una gran cantidad de presas y su correspon-

diente nivel de riesgo.

En los últimos años se han producido roturas e incidentes de importancia, por lo que cabría preguntar lo

siguiente:

– Existe un esquema de responsabilidades adecuado ?

– Quién gerencia el riesgo ?

– Quiénes manejarían eventuales emergencias ?

– No tendremos muy desarrollado el sentido de infalibilidad ?

A lo anterior, debe adicionarse que todavía resulta bajo el nivel de conciencia del riesgo y la cultura de

prevención en la sociedad; lo cual dificulta la implantación de Programas de Acción Durante Emergen-

cia.

Frente al rol de las

distintas partes involu-

cradas en la Seguridad

de Presas, dónde nos

ubicamos cada uno de

nosotros ?.

Cómo se combate el

inadecuado comporta-

miento humano que es

por donde falla el sis-

tema ?.

Deberemos resignarnos a emular a los países que han sufrido grandes catástrofes para contar con una

Legislación de Seguridad de Presas ?.

Seguramente la sanción de una Ley de Seguridad de Presas podría ayudar a dar inicio a los interro-

gantes planteados. Así, se llega a lo que podríamos denominar enfoque ampliado de la Seguridad de

Presas, en el que se hace necesario adicionar un nuevo pilar para sustentar este importante servicio

público: Una Normativa de aplicación general a todo el ámbito del país.


14
Enfoque ampliado – Necesidad de Normativa

Los contenidos mínimos de la Ley Federal de Presas podrían ser:

1. Asignación de recursos.

2. Responsabilidades.

3. Clasificación de las presas según riesgo potencial.

4. Cuestiones inherentes al diseño y proyecto.

5. Cuestiones hidrológicas.

6. Cuestiones geotécnicas.

7. Cuestiones sísmicas.

8. Construcción.

9. Normas de explotación y conservación (mantenimiento).

10. Procedimientos asociados.

11. Informes de Seguridad. Evaluación.

12. Aspectos ambientales.

13. Documentos XYZT – Planos.

14. Procedimientos frente a Emergencias.

15
Conclusiones.-

El enfoque sistémico de la Seguridad de Presas resulta valioso para comprender la interrelación de los

múltiples elementos que lo conforman y en el que el factor humano resulta decisivo. El detallado análi-

sis de estas conexiones, procesos y patrones es un ejercicio muy útil para comprenderlo integralmente

e intentar su mejora.

Seguramente, en muy poco tiempo la sociedad demandará niveles de riesgos muy ponderados (en

cualquier caso justificados por los beneficios que se obtienen a cambio), rigor en el diagnóstico previo a

la realización de importantes inversiones, participación en el proceso de toma de decisiones y conse-

cuencias de la causística legal (ya que en Argentina nos encontramos con presas y embalses en los

que no se aplica ninguna regulación). Esta riesgosa situación requiere ser enmendada, a menos que se

pretenda ubicar al país junto a aquellos con presas en los que no se considera necesaria la existencia

de legislación específica.

Las denominadas presas pequeñas deben incluirse en los Programas de Seguridad. El estado de

abandono en que se encuentran algunas obras hidráulicas indica una falta de valoración de lo que está

en juego. Consecuentemente, resulta evidente la necesidad de elaborar una política gubernamental a

nivel nacional en relación a la Seguridad que corrija la actual situación, ya que solamente se conoce el

estado de seguridad de las obras concesionadas.

Si bien hubo propuestas de impulsar una Ley Federal de Seguridad de Presas, que impondría un régi-

men similar de obligaciones entre presas de origen nacional y provinciales, la misma no se ha concre-

tado al momento.

La manera efectiva y racional para el cambio es la sanción de normativas y, haciendo valer la principal

herramienta que disponemos los ingenieros: la Educación.

16
REFERENCIAS:

[1] JANSEN, R. – Dams and public safety. Bureau of Reclamation, EUAS, 1983.

[2] MARTINS, R. – “Legislaçăo sobre segurança de barragens a nível mundial”, in Jornada Técnica “Le-
gislaçăo sobre Serugança de Barragens”. Portugal, 1999 (página72).

[3] VISEU, T; MARTINS, R – “Safety risk of small dams”, in proceedings of the International Symposium
on New Trends and Guidelines on Dam Safety. Barcelona (España), 1998 (página 283).

[4] RIAVITZ, L.; PERRONE, L.; FASSI, J. - “La problemática de los PADE en Argentina”, en Seminario
Internacional sobre Represas y Operación de Embalses. Puerto Iguazú (Argentina), 2004.

[5] CAPRA, F. – Las conexiones ocultas. Implicancias sociales, medioambientales, económicas y bioló-
gicas de una nueva visión del mundo. Anagrama, 2003 : Doubleday, Nueva York.

[6] Fuente de la información: www.icold-cdgb.org (página web de la International Commission on Large


Dams).

[7] BRAVO, O. – “El ORSEP y la Seguridad de Presas”; en Seminario Internacional sobre Represas y
Operación de Embalses. Puerto Iguazú (Argentina), 2004.

[8] GIULIANI, F. – “Presas del Comahue – Seguridad, historia y evolución”, Conferencia Jornadas Sore
Seguridad de Presas. Neuquén (Argentina), 2004.

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