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pero no todas son adecuadas para todo tipo de personas. Cómo seamos, dónde
vivamos o qué costumbres tengamos influirá en los cuidados que podemos
prestar a nuestra mascota y, consecuentemente, en nuestra elección. Así,
antes de elegir un animalito, es muy importante hacerse algunas preguntas;
incluido si podemos garantizar su bienestar. Te lo contamos en este artículo.
Antes de decidirte a tener una mascota debes hacerte una pregunta: ¿por qué
quieres que forme parte de tu vida? No todos los animales satisfacen de igual
manera nuestras necesidades. Si deseamos sentirnos queridos, la compañía de
un perro será mejor que la de un pez. Y si queremos estar entretenidos pero sin
salir de casa, a priori un hámster será mejor candidato que una tortuga.
Elegir una mascota para que forme parte de nuestra familia no es una decisión
trivial. Cada animal requiere de unos cuidados diferentes, a veces difíciles de
compaginar con nuestro día a día. No es lo mismo atender las necesidades vitales
de un gato o de un perro que las de un loro o un conejo. Conviene examinar
nuestras capacidades, disponibilidad y forma de vida antes de lanzarse a la
aventura.
¿Puedes mantenerla?
Tener una mascota supone velar por su bienestar, lo que se traduce en destinar
un presupuesto mensual en su cuidado. La alimentación, higiene y visitas
rutinarias al veterinario supondrán el mayor desembolso. Aunque depende del
animal, el gasto medio de una familia española por mascota asciende a 520 euros
anuales, según la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía
(AMVAC).
Hay muchos tipos diferentes de mascotas, como roedores, conejos, gatos y perros
(por nombrar solo algunos). Todas necesitan ejercicio diario, estimulación mental e
interacción con humanos, pero no todas exigen la misma cantidad de tiempo y
energía. Cuando seleccione un tipo de mascota, tenga en cuenta la cantidad de
tiempo y energía que debe proporcionarle.
Al elegir un gato o un perro, es importante que recuerde que hay muchos tipos de
razas diferentes que tienen características específicas, por ejemplo, a los perros
cobradores les gusta tener objetos en la boca; a los terriers les gusta cavar, y los
gatos siameses tienden a ser muy platicadores. Recomendamos que investigue
acerca de las diferentes razas antes de elegir una.
Una mascota de cualquier edad puede establecer lazos afectivos con las personas
que los aman y los cuidan, y aportar a la relación lo mismo que reciben. Sin
embargo, la edad de su nueva mascota determinará cuánto tiempo y energía
necesita. Por ejemplo, un cachorro de gato o perro (menos de un año de edad)
exige mucho tiempo, paciencia y supervisión. En cambio, los que son adultos
necesitan menos tiempo y atención una vez que se han adaptado a la familia y a
la rutina del hogar. A menudo, ya están entrenados para hacer del baño afuera de
la casa o en la caja de arena.
Es posible que las siguientes preguntas también lo ayuden a decidir de qué clase,
raza y edad será su nueva mascota.
¿Y en el caso de enfermedades?
Casi todo tipo de mascotas son una fuente potencial de enfermedades que
pueden infectar a su hijo. Por ejemplo, todos los reptiles pueden ser portadores y
transmisores de la bacteria salmonella, que causa una diarrea grave. No obstante,
siempre que su hijo aplique prácticas de higiene razonables, en especial
lavándose las manos después de jugar con una mascota y antes de comer, estará
seguro.
Sea consciente del tiempo que tiene su familia para cuidar de una mascota.
Algunas mascotas, como los perros o los gatos, requieren atención todos los días.
Hay que alimentarlos, cepillarlos, limpiar después que hacen sus necesidades y
sacarlos a hacer ejercicio. Otras mascotas como los peces, las tortugas, las aves,
los cobayos y los hámsteres exigen una mínima atención, y podrían ser una buena
opción para un niño más pequeño que deba aprender lo que significa tener una
mascota o para una familia con menos tiempo para dedicarle. A un pez como la
carpa dorada solo hay que alimentarlo cada dos o tres días y cambiarle el agua de
vez en cuando. A un perro no se le puede descuidar ni siquiera un día.
¿Es mejor empezar con una mascota joven o una mayor?
Busque una mascota con buen carácter. Por lo general, un animal mayor es una
buena opción para un niño, porque los cachorros o los gatitos podrían morder solo
por juguetear. Sin embargo, es preferible evitar las mascotas mayores que se
hayan criado en un hogar sin niños.
Solo compre perros en criaderos y refugios con buena reputación. De lo contrario,
corre más riesgo de comprar un animal enfermo y poner en peligro tanto a su hijo
como a usted mismo.
La elección de nuestra mascota
Decidirte a ampliar la familia con una nueva mascota, ya sea un perrito, un gato o
un periquito, debería ser una decisión tomada con sentido común y no con el
corazón. Si te dejas llevar sólo por los sentimientos, casi seguro que elegirás la
que te despierte un mayor instinto maternal/paternal, sin tener en cuenta si es o
no, la que se adapta mejor a tu estilo de vida.
Para que puedas tomar la decisión casi de forma inmediata, te orientamos sobre
cuatro parámetros básicos a tener en cuenta en el momento de tan importante
paso.
Tiempo. Tu nuevo amigo necesitará que le dediques tu atención y todos sabemos
que no es lo mismo jugar con un gato que limpiar un acuario de peces de colores.
Es importante que seas honesto contigo mismo y sepas con exactitud qué
cantidad de tiempo real podrás dedicarle a tu mascota para que luego no te
suponga una responsabilidad que no puedes mantener.
Espacio. Cada animal necesita su espacio y tu deberías proporcionarle el
necesario para su correcto desarrollo, tanto para las actividades fisiológicas como
para las etológicas. Entendemos por actividades fisiológicas todas aquellas que se
refieren a la alimentación, descanso, higiene, reproducción y eliminación de
excrementos. En cambio, las necesidades etológicas hacen referencia al
comportamiento del animal: su forma de ser, sus costumbres, sus necesidades de
relación e interacción con otros seres vivos de su misma o distinta especie.
Como ves, cada mascota necesita un espacio determinado. Si no quieres
equivocarte, te recomendamos que consultes a un profesional sobre qué tipo de
animal puede encajar mejor contigo.
Estilo de vida. Elegir una mascota adecuada es importante en el sentido que no
te obligará a modificar demasiado tu estilo de vida con su llegada. Así, el nuevo
miembro pasará a formar parte del grupo sin provocar grandes cambios. En
cambio, si la elección no es la correcta tendrás que realizar importantes
modificaciones en tu estilo de vida. Cambios que muchas veces pesan mucho
afectando negativamente tanto en la vida de la mascota como en la de la familia.
Tener presente tu rutina diaria, tus responsabilidades laborales o estudios, tus
hobbies, etc., te ayudará a hacerte una idea sobre qué tipo de mascota se adapta
mejor a tu estilo de vida.
Familia. Como decíamos al principio, compartir nuestra vida con otro ser vivo
comporta un alto grado de compromiso y responsabilidad.
Por ese motivo, todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo con el
hecho de ampliar el grupo. De no ser así, es casi seguro que se crearán
situaciones de tensión en el hogar y en casos más extremos, esta tensión
desencadenará en el abandono del animal.
Frente a una situación de desacuerdo familiar el mejor consejo es no seguir
adelante con el proceso de adopción.
18. Yorkshire
Esta raza sobresale por ser graciosa, divertida y no necesitar de mucho espacio o
tiempo para ser feliz. Esto la convierte en la indicada para personas extrovertidas,
que aman la compañía, pero que son más bien caseras y familiares.
Dachshund
Es un amigo muy cariñoso y mimado, que ama la tranquilidad y suele ser muy
nervioso. Esto hace que su dueño ideal sea una persona de carácter sereno,
consentidora y paciente.
Es perfecto para aquellos que viven solos o que no tienen niños, el nivel de
energía y la actividad de los menores pueden resultarles demasiado. Además,
exige mucha atención y tiempo, por el mismo carácter consentido y sensible.
Estos son la compañía ideal para personas que tienen un ritmo de vida agitado y
que se estresan fácilmente. Esto tiene que ver con que son perros muy tranquilos,
poco ruidosos y no demandan de mucha actividad física.