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EL USO DEL LENGUAJE ORAL EN LA

PRAXI DEL DOCENTE.


noviembre 22, 2016Dirvia Tahis Montilla GómezAmérica del Sur, Artículos, Venezuela
Caso Escuela Básica Concentrada 467. San Rafael de la Colonia.

Por: Dirvia Tahis Montilla Gómez.

El lenguaje oral es una actividad inherente al ser humano que logra en él,
la constitución de ideas, pensamientos y emociones a través de la
interacción de información acorde con el nivel de aprendizaje, que conlleva
a una comunicación interpersonal, logrando la socialización y desarrollo de
competencias. Bajo esta premisa, el educador como actor principal del
proceso de enseñanza – aprendizaje debe enaltecer la conducción de
ciertos elementos que propicien en él todo proceso de comunicación en los
espacios educativo. En este sentido, el empleo de expresiones propias,
frases y la poca atención en la pronunciación de las letras y vocales dentro
su entorno social han generado en ellos limitantes comunicacionales, como
la difusión de conocimiento de forma errónea propias de un emisor que
proporciona un mensaje sin una codificación de forma correcta utilizando
las técnicas adecuadas y formales del lenguaje oral.

Dentro de este orden de ideas, la praxis del docente esta intrínsecamente


en el espacio educativo, proporcionando en ellos una acción que los sitúa
en la competencia comunicativa, aunado a esto, se entiende como la
capacidad de los hablantes no sólo para producir oraciones gramaticales
bien formadas, sino la capacidad para comunicarse entre sí: se trata de la
cabida de generar actos de habla con sentido dentro de determinadas
situaciones reales. Sin embargo, la competencia lingüística es un saber
universal, cuyo aforo está posibilitado por la internacionalización de las
normas públicas del lenguaje llevado a cabo por el hablante en el proceso
de socialización.

Al respecto, todo acto de habla posee necesariamente una dimensión


interactiva en el que los individuos hablan entre sí. Por consiguiente; los
pedagogos durante el desarrollo de sus actividades incurren en expresiones
como las mencionan a continuación; ay, hay, haiga, estabanos, baja para
bajo, sale para afuera, verdad etc. En resumidas cuentas, el docente a
través de ejercicios de lectura va a consolidar hábitos que promuevan en
ellos el interés en aflorar los elementos propios de este proceso complejo.
ANALISIS DE LOS ELEMENTOS TEÓRICOS

La acción comunicativa no tiene como propósito un pensamiento único, sino


que las convicciones compartidas vinculan a los participantes en términos
de reciprocidad, en este sentido, Habermas (1993), se refiere a “El concepto
de acción comunicativa, fuerza u obliga a considerar a los actores como
hablantes y oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el
mundo social y en el mundo subjetivo, y se entablan, recíprocamente a este
respecto, pretensiones de validez que pueden ser aceptadas o ponerse en
tela de juicio”(p.493). Para el autor citado sostiene a su vez que; el primer
elemento el enunciado que hace es verdadero, como segundo se tiene la
acción pretendida es correcta y por último la intención manifiesta del
hablante es, en efecto, la que el hablante expresa. Aunado a esto, se apoya
en la reciprocidad de la acción y su orientación al entendimiento. Es por ello
que, en la acción comunicativa, ineludiblemente se llega a un saber común,
fundado en ese acuerdo, aun cuando las conclusiones y decisiones a las
que cada uno de los actores llegue sean diferentes.

Dentro de esta perspectiva, se interpreta entonces de forma estrictamente


como las acciones que permiten a los actores dilucidar de una nueva
manera su contexto. Y sobre esa interpretación cada uno puede tomar sus
decisiones. Al respecto, el concepto de acción comunicativa implica una
relación seria y profunda de la fuerza de como los hablantes y oyentes que
se refieren al mundo. De este modo, Pasquali (2005), sostiene que la acción
comunicativa surge del Emisor-Medio de Comunicación-Perceptor. Ello
sirve como base para sustentar que el avance tecnológico de los medios de
comunicación no han sido el motor impulsor causante de problemas
comunicacionales que existían previamente, pero sí que han venido a
ampliar la capacidad inherente del ser humano de comunicarse, pero no a
“engrendarla” (p.36). Bajo esta concepción, el eje vertebral de la dialéctica
de del autor se ubica en pilares de Kant para aproximarse al origen propio
de la comunicación, los mismo se dividen en categorías como; la Cantidad,
la Cualidad, de la Relación y de la Modalidad, teniendo en cuenta, no
obstante, que cuando al ser humano se le representa algo, el primer paso
que se produce es su ubicación en espacio y tiempo.

Cabe señalar que, Pasquali (ob. cit.), considera que la comunicación es la


relación comunitaria humana consistente en la emisión-recepción de
mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad, siendo por
ello, un agente esencial de convivencia y un elemento determinante de las
formas que asume la sociabilidad del hombre. En efecto, Ambos consideran
indispensable la interacción que refleja Pasquali, la reciprocidad Habermas
entre los actores o transmisores-receptores de acción comunicativa. Creo
que es evidente, que los autores antes citados establecen de entrada la
validez de las diferencias entre los actores de la comunicación, así como la
necesidad de confrontar sus propios valores y pretensiones. No obstante,
para Paoli (1994), La comunicación es establecer la conciencia profunda del
mutuo respeto, y dar respeto es dar valor. Al reconocer lo que de
verdaderamente valioso tiene el ser humano. Estas razones, permite que la
comunicación implica entonces considerarse recíprocamente valiosos en
tanto seres humanos.

Ahora bien, Echeverría (2003), cada vez que el hombre habla, declara algo,
y lo sostiene a un punto tal que bien se puede decirse que hay un sólo acto
lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como
declaración, juicio, afirmación, pedido y promesa que incluye la oferta. En
consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de
acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado
efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del
contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable e incluso
podría no producir efecto alguno. Es por ello, que Stein (2007) “Una acción
que, además de naturaleza informativa, tendría una naturaleza
comunicativa, dado que el sentido que resulta de la interacción humana es
lo que posibilita que en un momento determinado podamos hablar de
comunicación” (p.62). Al respecto, la comprensión, de cada persona y la
interpretación de lo que significa ser humano, lo concebimos en seres
lingüísticos, donde las actividades giran en función del mismo; dicho de otro
modo, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la
comunicación; de tal manera, que pone como eje principal de estudio a las
conversaciones, las cuales constituyen y establecen nuestra particular
forma de ser.

En ese mismo contexto, el lenguaje es sobre otras cosas lo que hace de los
seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que
vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del
lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia. El lenguaje es
generativo, nos permite hablar “sobre” las cosas: hace que ellas sucedan.
Por lo tanto, el lenguaje es acción, crea realidades. El idioma que hablemos,
siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los
seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas,
pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de
acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción
genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.
Sin embargo, los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a
través de él. Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o
no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros
mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el
futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a
partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad
futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la
creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del
mundo que vivimos a través del lenguaje.

Por otra parte, es de gran relevancia conocer y utilizar los actos lingüísticos
para generar resultados, sea en sociedad o equipos de gestión, es decir,
estos requieren de un marco o contexto de interrelación permanente, de
dinamismo, ya que comprender cada acto lingüístico como un hecho aislado
que genera un movimiento secuencial que solo ocurre al analizar el proceso.
A su vez, este elemento es diferente de lo que pasa en el suceder, en esa
dinámica en la que todo ocurre a espacios hasta llegar a ser simultáneos.
De este modo, el pedir y el prometer como la acción estratégica que se
utiliza en el lenguaje para establecer un vehículo que combine el abordaje
del conocimiento académico con la praxis de una sociedad cada día más
exigente en el entorno a sus demandas en búsqueda de obtención de
respuestas en los compas del conocimiento. En este orden de ideas, nos
conlleva al quiebre de la acción comunicativa como un concepto que brinda
la posibilidad de tener un discernimiento más profundo de nuestros
procesos lingüísticos, de nuestro juicios y comportamientos, así brindar un
nuevo concepto de transparencia, como la forma primaria que devenimos
en este mundo que prioriza al concepto de la acción, el cual lo atribuye a
una respuesta ante un quiebre. Es decir, la importancia a escuchar, y a las
habilidades de este elemento para comprender las inquietudes, para
aprender a comprometernos con ella y ocuparnos de las expectaciones de
otros. Ahora bien, frente a estos conceptos analizados, con otra perspectiva
lo que implica las conversaciones, tanto internas como externas, los tipos
de estás, con la intención de crear un observador que nos permita tomar
conciencia de ellas proporcionado así un mayor nivel de competencias
lingüísticas y por ende comunicacionales, que aumentan nuestras eficacia
y eficiencia en acciones estratégicas.

Para Rosenblatt citado por Morales (2002). Sostiene que el lector y el texto
como términos genéricos no existen; existen sólo posibles lectores y
posibles textos. Una persona se hace lector sólo cuando se establece la
transacción con el texto. En este sentido, la autora descarta la polaridad
lector-texto como participantes en el proceso de lectura. Por el contrario,
define la lectura como un evento en el que ocurre una transacción, una
fusión entre el lector y el texto en un momento y un contexto determinado
para construir significado.

En este sentido, el significado no existe de antemano en el texto o en el


lector, sino que surge en la transacción; por lo tanto, el lector y el texto son
esenciales e igualmente importantes en la lectura. Bajo este enfoque, la
lectura procede a través de un proceso de atención selectiva, en el que el
lector selecciona algunas pistas pertinentes que le ofrecen el texto e
información de sus esquemas, para producir el significado. Ella sostiene que
el lector se puede ubicar en un continuo de dos posturas frente a la lectura:
desde una postura predominantemente estética hasta una postura
predominantemente eferente.

En este sentido, Goodman citado por Morales (ob.cit), la comprensión es el


único objetivo de la lectura. Para lograrla, el lector se vale de una serie de
estrategias que ocurren simultáneamente y no secuencialmente:
Selecciona las pistas gráficas que le ofrece el texto guiado por selecciones
anteriores, sus conocimientos previos y su competencia, utiliza las pistas
del texto para formar imágenes y anticipar lo que vendrá, relaciona lo que
encuentra con lo que ya conoce, hace predicciones a partir de la información
gráfica. Sin embargo, Smith (1978/1990, 1997) concibe la lectura como un
proceso psicolingüístico que implica una interacción entre el pensamiento y
el lenguaje. En este proceso las marcas impresas en el texto activan los
conocimientos relevantes con los que cuenta el lector, para construir
significados, para darle sentido al texto. En este sentido, el significado no
reside en el texto sino que lo aporta el lector. Según el autor, la lectura
consiste en formular preguntas al texto y a través de la comprensión de éste
irlas respondiendo. Para que esto ocurra, la lectura debe presentarse como
una experiencia real, significativa similar a otras que vivimos a diario. Esta
experiencia nos permite involucrarnos con la realidad que nos ofrece el
texto, vivirla para darle sentido.

Al respecto sostiene Smith citado por Morales (2002), ésta es la única forma
posible de lectura; una vez vivida la experiencia, el aprendizaje vendrá por
añadidura. Concibe Eco (1981), bajo un enfoque semiótico, la lectura es un
proceso en el que el lector, valiéndose de su competencia circunstancial y
su enciclopedia, actualiza el contenido del texto, es decir, completa los
espacios en blanco que encuentra en el texto. El texto está plagado de
elementos no dichos, no manifiestos en la superficie, en el plano de la
expresión, los cuales deben ser actualizados. Este proceso de actualización
afecta al lector: contribuye a la formación de su competencia.
En este proceso, el lector va desarrollando una serie de competencias
relativas a los distintos tipos de textos, lo cual le permitirá trasaccionar con
el texto, construir un texto con coherencia, significativo, o le generará
obstáculos y dificultades al enfrentarse a algún tipo de texto. En este
proyecto el autor trabajó con textos expositivos de distintos tipos: literarios,
religiosos, políticos, periodísticos, entre otros, lo cual le ha permitido realizar
una adecuada descripción semio-discursiva, al estudiar la producción de
resúmenes de textos expositivos realizados por escolares.

HALLAZGO

Durante el desarrollo de la investigación los actores participantes enfrentan


situaciones complejas como se mencionan a continuación;

Descripción

 El docente emplean un lenguaje oral que no se relaciona con el


entorno, emitiendo un mensaje que puede alterar su significado
 La atención por parte del docente en expresar sus ideas que afecta
sus acciones, han generado en estos actores sociales una
discrepancia en su lenguaje oral y su acción.
 En reiteradas ocasiones estos expresan una acción de forma
incorrecta. Fuente:

NUDOS CRÍTICOS E INTERROGANTES

Ahora bien, la incógnita que se desea despejar es: ¿Cómo incide l


a acción

Comunicativa en la praxis del docente en educación primaria?

En el adiestramiento de los docentes ante las diversas técnicas que


promueven en el uso correcto del lenguaje oral y el empleo de expresiones
de forma educada.

 Proporciona en los actores sociales el uso de palabras y expresiones


que mejoren su lenguaje oral y así el desempeño durante el proceso
de enseñanza – aprendizaje, garantizando de este modo un talento
humano con facultades para enfrentar el devenir del día a día.
 Una institución cuyos docentes logren alcanzar un poder en el
desarrollo del lenguaje oral.

CONTRIBUCIONES AL DEBATE EN LAS CIENCIAS EDUCATIVAS


Un docente capaz de utilizar el lenguaje oral dentro de su contexto sin
alterar su significado, logrando a grueso modo un ser humano integral con
poder en el uso de esta herramienta comunicacional que proporcione el
dominio necesario en el desempeño de sus actividades y su entorno social.
En este sentido, la acción comunicativa de Habermas (1987), quien
manifiesta “utilizo el término acción comunicativa para aquellas expresiones
(lingüísticas y no-lingüísticas) con las que sujetos capaces de habla y acción
asumen relaciones con intención de entenderse acerca de algo y coordinar
así sus actividades. Estas actividades coordinadas comunicativamente
pueden constar por su lado de acciones comunicativas o no-comunicativas”
(p.180).

En este orden de ideas, la experiencia comunicativa; viene a ser una


interpretación de la realidad, la cual consiste primariamente en la definición
del contenido o significado manifiesto de una emisión simbólica; para
Habermas distingue en los objetos simbólicos entre estructuras
superficiales y estructuras profundas en un sentido similar a como se hace
en los fenómenos observables. Sin embargo, los seres humanos poseen
capacidades cognitivas que les permiten no sólo moverse en un mundo
previamente significado, sino transformarlo en sus procesos cotidianos de
interacción y comunicación.

Dentro de esta perspectiva, Sostiene Echeverría que el acto lingüístico


básico es la declaración, y todo es una declaración. Hablar es declarar.
Cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal
que bien puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con
cinco maneras de manifestarse: como declaración, como juicio, como
afirmación, como pedido y como promesa que incluye la oferta. En
consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de
acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado
efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del
contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable. Incluso
podría no producir efecto alguno.

En resumidas cuentas, la comprensión de cada persona y la interpretación


de lo que significa ser humano, lo concebimos en seres lingüísticos, donde
las actividades giran en función del mismo; por lo tanto, el lenguaje nos
permite intercambiar emociones a través de la comunicación; de tal manera,
que pone como eje principal de estudio a las conversaciones, las cuales
constituyen y establecen nuestra particular forma de ser.

Referencias
Eco, U. (1981). El lector modelo. En Lector in fábula (pp.73-95). España:
Ediciones Lumen.

Habermas, J. (1993). Teoría de la Acción Comunicativa. Tomo 1. Buenos


Aires: Editorial Taurus

Habermas, J. (1998). Conciencia Moral y Acción Comunicativa. 5ta edición.


España: Ediciones Península.

Habermas, J. (2000). La Lógica de las Ciencias Sociales. Madrid: Editorial


Tecnos.

Habermas, J (2002). Teoría de la acción comunicativa. Tomo I. México,


Editorial Taurus: páginas 187-188.

Méndez, A (2015). Proyecto de Tesis Doctoral la Acción comunicativa en la


Extensión Universitaria, Caracas – Venezuela.

Montilla, D (2015). Proyecto de Tesis Doctoral El Director en la Gestión


Escolar, Caracas – Venezuela.

Montilla, D (2010). Acciones gerenciales dirigidas a los directivos para la


optimización del proceso organizativo en las Escuelas Bolivarianas del
sector nº 4 municipio Guanare, estado portuguesa Venezuela.

Morales, O (2002). El proceso de lectura desde la perspectiva de los


lectores. proyecto de investigación por el Consejo de Desarrollo Científico,
Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la Universidad de Los Andes

Pascual, A. (1990). Comprender la comunicación (4ª ed.). Caracas,


Venezuela: Monte Avila Latinoamericana.

Smith, F. (1990). Para darle sentido a la lectura (2º ed., J. Collyer, Trad.).
Madrid: Visor (Trabajo original publicado en 1978).

Smith, F. (1997). Between hope and havoc. Postmouth, NH: Heinemann.

Vergara, L. (2011). Habermas y la Teoría de la Acción Comunicativa,


Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en
Comunicación www.razonypalabra.org.mx.

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