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TEMA 1 CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA SOSTENIBILIDAD

“REFLEXIONES GENERICAS ACERCA DEL DESARROLLO ECONOMICO SOSTENIBLE”

Nos debemos apoyar del valor de nuestro “Capital Natural” y poner en claro que, a menos que
se haga una distinción entre desarrollo y crecimiento económico, no se encontrará el camino
exacto hacia el desarrollo sostenible. Muestra como ya se han ignorado demasiadas señales
de advertencia, y se plantea que, tanto en el Norte como en el Sur, se avanza en la dirección
equivocada y que puede haber pocos atajos, si los hay, que permitan volver atrás.

EL INFORME DE LA COMISIÓN BRUNDTLAND es vital cuando se ésta analizando el


desarrollo económico sostenible, en el mismo se identifican cuatro elementos básicos de
sostenibilidad ambiental (pobreza, población, tecnología y calidad de vida). La pobreza sólo se
aborda a través de sugerencias de búsqueda de una distribución internacional más equitativa
de los ingresos, se ha venido convirtiendo para algunos países en una preocupación mayor
que la del medio ambiente. Estudios anteriores sobre los límites ambientales del crecimiento
hacían énfasis en las limitaciones de las fuentes (agotamiento del petróleo, el cobre, etc.). La
experiencia ha demostrado, sin embargo, que los límites de los vertederos (efecto invernadero,
destrucción del ozono, contaminación del agua y el aire a nivel local) son los más severos.
Debido a que las funciones de vertedero constituyen mayor propiedad común que las funciones
de fuente, este sobreuso es más difícil de corregir a través del ajuste automático del mercado.
Se requiere, por lo tanto, la aceleración del desarrollo tecnológico para reducir el contenido de
recursos naturales de actividades económicas dadas. Se hace un llamado urgente para llevar
a cabo cambios fundamentales en los objetivos económicos, así como en nuestras formas de
comportamiento. Para alcanzar este fin es necesaria la cooperación de toda la humanidad. El
planeta ha entrado en una transición hacia un nuevo paradigma de la sostenibilidad: la elección
está entre organizar la sociedad para lograr una transición ordenada, o dejar que los límites
físicos y el daño ambiental dicten el momento y la trayectoria de la transición. Nuestro planeta
evoluciona a través del tiempo sin crecer. Nuestra economía, un subsistema de la Tierra finita
y no-creciente, debe adaptarse eventualmente a un patrón similar de desarrollo sin que
aumente el consumo de recursos. Este es el momento para esa adaptación.

Ha sido excepcionalmente difícil llevar a la práctica una gran agenda de desarrollo sostenible
que se adapte en todos sus contenidos al escenario del actual Siglo XXI, aún hay muchos
asuntos involucrados que no figuran en dicho análisis, pero de los que hay que tomar
consciencia. Los mercados, por ejemplo, tendrán que aprender a funcionar sin expansión, sin
guerras, sin desperdicio, sin la publicidad que estimule el derroche. La política económica
tendrá que suprimir ciertas actividades para permitir que otras se expandan, de manera que la
suma total se mantenga dentro de los límites del presupuesto biofísico de un consumo de
recursos que no crece. Esto se suma a una agenda política formidable. Es por eso que se
requieren tan urgentemente una sabiduría y un liderazgo político excepcionales. Grandes
retos les esperan a las generaciones futuras en los intentos que tienen en cuanto a la
conservación del ambiente biofísico y ambiental del planeta.
EL MUNDO HA LLEGADO A SUS LÍMITES.

Los límites del crecimiento ya han sido alcanzados, se observa cómo un mayor crecimiento de
los insumos requeridos ha venido alejando al planeta de la sostenibilidad, y así se está
excluyendo de antemano opciones para el futuro, posiblemente por el sobredimensionamiento
de los límites (Catton, 1982). El ecosistema global es la fuente de todos los elementos
materiales que alimentan el subsistema económico, y es el vertedero de todos sus desechos.
Las funciones de fuente y vertedero del ecosistema global tienen una capacidad limitada para
mantener el subsistema económico. Por lo tanto, el imperativo es mantener el tamaño de la
economía mundial dentro de la capacidad del ecosistema que la sostiene. El ecosistema
global, que es la fuente de todos los recursos que el subsistema económico necesita, es finito
y tiene capacidades limitadas de regeneración y asimilación. Grandes pensadores han venido
demostrando que el mundo ya no está “vacío”, el subsistema económico es grande con
relación a la biosfera y las capacidades de las fuentes y vertederos de la biosfera están siendo
sometidas a presión.

“LIMITES LOCALES PARA LÍMITES GLOBALES”

El subsistema económico ha alcanzado o excedido límites importantes de las funciones de la


fuente y vertedero. No hay duda de que hemos ensuciado nuestro nido: prácticamente en
ningún lugar de este planeta están ausentes los signos de la economía humana. Desde el
corazón de la Antártida hasta el Monte Everest, los desechos humanos son evidentes y van
aumentando. Grandes cantidades de sustancias químicas y tóxicas persistentes, y
compuestos de metales pesados se han acumulado ya en el ecosistema marino. Una quinta
parte de la población del mundo o más, respira hoy un aire más venenoso del que recomiendan
los estándares de la Organización Mundial de la Salud OMS. Cada vez es más difícil hallar
lugares para hacer rellenos sanitarios; la basura se embarca en los países industrializados con
destino a países en desarrollo en busca de vertederos que la contengan.

POBLACIÓN, CRECIMIENTO VS. DESARROLLO.


El informe Brundtland tiene en cuenta a la población de manera sensitiva: en la actualidad,
obtener alimento es demasiado costoso para una cuarta parte de la población de la Tierra.
Hay lugares en donde los niños tienen menor peso al nacer. La pobreza estimula el
crecimiento poblacional. Es esencial encontrar un alivio directo de la pobreza, pues continuar
como hasta ahora resulta inmortal. McNeill (1990) sostiene escuetamente que la reducción
de las tasas de crecimiento demográfico es una condición esencial para alcanzar la
sostenibilidad. A los pobres de les debe dar una oportunidad y prestar asistencia, y ellos, con
toda razón van a demandar tener al alcance por lo menos estándares de vida aceptables
mediante el acceso a la base de recursos naturales que aún existe. Un 45% de los
nacimientos en los Estados Unidos, y un número mayor en los países en desarrollo, ocurren
en madres solteras, quienes por lo tanto no pueden ofrecerle excelentes cuidados al niño (la
mayoría de estos nacimientos son indeseados, lo cual conduce más a un menor cuidado). Es
responsabilidad de las entidades internacionales de desarrollo, en ayudar a los países con
alto crecimiento demográfico a reducir sus tasas de crecimiento de población a promedios
mundiales, como un primer paso urgente, en lugar de tratar de mejorar la infraestructura sin
medidas poblacionales.

Sólo se conseguirá la sostenibilidad si el crecimiento cuantitativo del consumo de recursos se


estabiliza y es remplazado por el desarrollo cualitativo, manteniendo constantes los insumos.
Volviendo a la escala económica, población por consumo de recursos per cápita, el consumo
de recursos per cápita debe disminuir, y la población también. Para alcanzar lo anterior, se
propone producir más con menos, reducir la explosión demográfica, redistribuir el exceso de
consumo hacia los pobres, transición desde el crecimiento del consumo y el crecimiento en la
escala de la economía hacia un desarrollo cualitativo, manteniendo la escala de la economía a
la par de las capacidades de regeneración y asimilación de los sistemas que soportan la vida a
nivel global. Una economía en desarrollo está mejorando si aumenta el bienestar de la población
(estable). Una economía que crece gracias al crecimiento de consumo de recursos se agranda,
excede los límites, daña la capacidad de auto-reparación del planeta.

TEMA 2 INSTRUMENTOS APLICATIVOS A LA SOSTENIBILIDAD

“SOSTENIBILIDAD, MEDIDA DEL INGRESO Y CRECIMIENTO”


Recordamos de nuevo, que el desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las
necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades. En el contenido anterior, se evidencian dos conceptos
fundamentales: Uno es el de “Necesidades”, se refiere a las esenciales de los pobres del
mundo, a quienes se les debería dar prioridad preponderante; el otro concepto es
“Limitaciones”, son aquellas impuestas por el estado de la tecnología y la organización social
sobre la habilidad del medio para satisfacer las necesidades presentes y futuras.

Se ha creído por épocas que el crecimiento económico se debe medir en base al ingreso que
se genera dentro de la economía, durante décadas pasadas la mayoría de los países ha
calculado su ingreso nacional de acuerdo con los lineamientos dados por la Oficina de
Estadística de las Naciones Unidas, generalmente conocida como el Sistema de Cuentas
Nacionales; para calcular apropiadamente el ingreso, se debe registrar el desgaste de los
recursos naturales y la degradación ambiental. Si el ingreso es medido apropiadamente, es
sostenible por definición. Una persona o una nación no pueden continuar viviendo al mismo
nivel material si el disfrute actual se obtiene al costo de liquidar el capital. A medida que el
capital se agota, se socava la posibilidad de mantener el mismo nivel de consumo en el futuro.
Hay entonces una aceptación creciente de la noción de las actividades contaminantes
deberán soportar todos los costos de su contaminación para la sociedad.

DE LA ANTERIOR HERRAMIENTA Y ANALISIS PODEMOS CONCLUIR:

Resulta de mucha importancia tomar y desarrollar una contabilidad apropiada del Ingreso, ya
que las medidas del ingreso indicarán que clase de crecimiento o de expansión de la actividad
económica se está experimentando y proyectando.

Los cambios en el ingreso actual, que probablemente están por debajo de las proyecciones
de crecimiento de Brundtland, se relacionan con el Producto Interno Bruto PIB como se lo
mide convencionalmente y se lo valora como costo de factor. Pero si cambiamos el enfoque
del producto bruto a un producto neto más sostenible desde el punto de vista ambiental (del
que ha sido eliminado el costo de uso de los recursos agotables), ponemos un valor a los
desastres naturales y lo deducimos del ingreso, y desarrollamos el hábito de valorar las
actividades en todo su costo ambiental cuando los precios reflejan escasez verdadera,
quedamos circunscritos a una lectura muy diferente del ingreso y su crecimiento.

En tal caso bien puede ser que la expansión por cinco o diez veces en actividad económica,
como lo vislumbró Brundtland sea menor. Al valorar el ingreso como indicador del
crecimiento económico en un país, se deberá contabilizar y valorar los costos que se han
ocasionado en todos los desastres y daños naturales, por ello, dicho indicador no
dimensiona ni cuantifica el valor económico real de los daños al ecosistema.

“EL PAPEL DE LA INVERSION COMO HERRAMIENTA FUNDAMENTAL DEL


DESARROLLO SOSTENIBLE”

 La inversión, en todas sus diferentes formas, modela nuestras vidas, así como las de
las generaciones venideras. La inversión en educación, ciencia, tecnología, cultura y
comunicaciones, por ejemplo, continúa teniendo impactos cruciales sobre el bienestar
humano. En muchos casos, la degradación de los actuales recursos es una función de
decisiones anteriores sobre la inversión en la escala y calidad del consumo y la
producción. Esto clama por una mayor comprensión de los procesos de inversión para
lograr una mejor administración del capital hecho por el hombre y el natural. Los costos
ambientales, que aumentan rápidamente, inducen a los científicos y a los economistas
a alertar que se están alcanzando los límites, y desafían la máxima de que el crecimiento
económico lleva a un mayor bienestar global. Si tomamos estas advertencias
seriamente, creemos que el asunto tiene implicaciones importantes que merecen ser
consideradas por los planeadores del desarrollo en todas partes del mundo. Con base
en la relación entre la calidad ambiental, el desempeño económico y el bienestar social,
ahora es evidente que el desarrollo sostenible demanda que se dirijan mayores
inversiones hacia el sector ambiental para proteger y restaurar las capacidades
productiva y asimilativa del capital natural.
 El incremento en la inversión no se hará únicamente para adaptar los límites
ambientales, sino también para cambiarlos. Las inversiones en investigación
biotecnológica son un ejemplo importante de esto último, que ofrece desafíos con
consecuencias de largo alcance ambiental y socioeconómico. Es a través de la
influencia sobre las decisiones actuales de inversión a largo plazo, en áreas como la
biotecnología y los recursos renovables, como la política y la comunidad que toma
decisiones tendrán el mayor impacto sobre los esfuerzos para el desarrollo sostenible
de la comunidad local e internacional. El desarrollo sostenible implica que los procesos
de inversión sean comprendidos y administrados no sólo por compensaciones
monetarias, sino que los factores no monetarios (por ejemplo, las realidades cultural y
ecológica) también sean considerados. Esto significa que el valor de los servicios y
bienes ambientales debe ser estimado e incorporado al proceso de toma de decisiones.
La falla de los sistemas tradicionales de cuentas a este respecto está empezando a
reconocerse, y se está haciendo un trabajo considerable para generar métodos de
contabilidad que incluyan la depreciación (así como también incrementos) de los activos
de capital ambiental y que resten los gastos de defensa del ingreso nacional.
 De la misma manera que los ejecutores de las políticas y los que toman las decisiones
consultan los indicadores macroeconómicos (inflación, crecimiento, tasas de cambio,
desempleo, etc.), deberían también tener acceso a indicadores ambientales y modelos
que ilustren el estado del medio ambiente y su impacto sobre la economía, así como
también la relación entre la actividad económica y la degradación de los recursos. Como
se establece ahora, los modelos de desarrollo a menudo ignoran el valor directo e
indirecto del capital natural, tanto en el proceso de crecimiento económico como en el
sostenimiento del bienestar humano.
 Debido a los factores antes mencionados y a la creciente escala de actividad humana,
ahora hay una larga lista de prioridades ambientales que requieren inversiones a gran
escala, abarcando desde la atmósfera (para reducir las emisiones de gases de
invernaderos y químicos que destruyen la capa de ozono), hasta la conservación local
de la diversidad biológica y genética. Estamos ahora en una era en la que “la inversión
debe pasar de la acumulación de capital hecho por el hombre a la preservación y
restauración del capital natural”.

LIMITES DE LA INVESTIGACIÓN Y EL DESARROLLO.


El visible aumento de los costos de la degradación ambiental ha hecho que un mayor
número de científicos advierta que se están alcanzando varios límites, o que ya han sido
excedidos, y que cada vez más economistas desafíen la sabiduría tradicional de que el
crecimiento económico continuado lleva a un mayor bienestar. Sobre el asunto de los
límites, a pesar de que hay un consenso científico con respecto a ciertos riesgos y
restricciones físicas del crecimiento económico, no tenemos un consenso acerca de
nuestras posibilidades de satisfacer esos retos o sobre las consecuencias económicas de
exceder esos límites.
Sin duda la humanidad también va a tratar de controlar los límites futuros como ha
sucedido a lo largo de la historia. Esto seguramente incluirá una creciente manipulación
sofisticada de procesos físicos y biológicos, que van desde el microcosmos hasta la
atmósfera, o más allá. Se harán esfuerzos para aumentar las capacidades fotosintéticas de
las plantas con ingeniería celular, los genomas del arroz y del maíz podrán ser
representados por completo y las enfermedades genéticas curadas, las tierras agrícolas y
los océanos transformados en vertederos de carbono (para mitigar el efecto invernadero),
etc. Mucho de lo enunciado anteriormente, ya se viene desarrollando sobre todo a partir de
grandes inversiones de capital utilizado en grandes y avanzados procesos de investigación
por los llamados países desarrollados; ello indica la gran conciencia que ya existe en el
desarrollo de estrategias en pro del bienestar del ecosistema. Buena parte de la discusión
respecto a la investigación en pro del beneficio de la sostenibilidad, apunta a las
responsabilidades de los sectores públicos como inversionistas a gran escala. Como
muchas de las grandes inversiones en investigación en biotecnología y energía las hace el
sector privado, el sector público también tiene la responsabilidad de influir en la inversión
privada. Hoy deben trabajar de la mano y apoyarse mutuamente.
COMENTARIOS FINALES SOBRE ESTE TEMA

En un sentido importante, la sostenibilidad es simplemente justicia para con las


generaciones futuras. Esto incluye las generaciones futuras de otras especies, ello
indica la cantidad de consumo que se puede mantener indefinidamente sin degradar
las existencias de capital, incluyendo las existencias de “capital natural”. El capital
natural es la estructura del suelo y la atmósfera, la biomasa animal y vegetal, etc., que
tomadas en conjunto forman la base de todos los ecosistemas.

Ahora hemos entrado en una nueva era en la que el factor limitante en el desarrollo ya
no es el capital hecho por el hombre sino el capital natural restante. La madera está
limitada por los bosques existentes, no por la capacidad de los aserríos; la pesca está
limitada por las poblaciones de peces, no por los botes pesqueros; el petróleo crudo
está limitado por los depósitos que aún quedan, no por la capacidad de perforar y
bombear.

Una condición mínima necesaria para la sostenibilidad es que las existencias de


capital natural se mantengan en el nivel actual, o por encima de éste. Mientras que
unas existencias más bajas de capital natural pueden ser sostenibles, dada nuestra
incertidumbre y las consecuencias horrendas de una mala predicción, es mejor
asumir, por lo menos provisionalmente, que estamos por debajo del rango de los
niveles sostenibles de existencias, y no permitir ninguna disminución de capital
natural. Esta regla de la “constancia del capital natural total” se puede ver entonces
como una prudente condición mínima para asegurar la sostenibilidad. De hecho,
deberíamos empezar el proceso de reinvertir en las existencias de capital natural para
devolverlas a los estándares mínimos de seguridad. Una economía sostenible
representa nada menos que un orden social más alto (comprometido tanto con las
generaciones futuras como con la nuestra), y más concentrado en la salud del planeta
y de los pobres que en las adquisiciones materiales y el poderío militar.

TEMA 3 VISIÓN ECONOMICA Y SOSTENIBLE DEL SIGLO XXI

En los últimos años hemos presenciado cambios significativos en el análisis del


crecimiento y el desarrollo económicos, que se traducen en la importancia que hoy se
atribuye al “Capital Humano”. Este cambio ha implicado un retorno, si bien parcial, a la
concepción del desarrollo económico expuesta particularmente desde hace muchos
siglos en la “Riqueza de las Naciones” (Adam Smith 1796), cuyos contenidos siguen
teniendo enorme validez en nuestra vida contemporánea. El desarrollo del potencial
humano y el papel de la división del trabajo y de la experiencia constituían el eje
central de análisis en el mencionado texto.

Sin embargo, los estudios más recientes tienden a reconocer el potencial de las
habilidades humanas, y este nuevo desarrolla ha traído consigo el restablecimiento de
una corriente de pensamiento antigua y marginada. Hoy en día, se reconoce en forma
casi unánime la importancia del capital humano en el desarrollo económico, y así se
ha interpretado la experiencia de las economías más productivas del Este y el Sudeste
Asiático. El énfasis en el capital humano (en particular en el desarrollo de la destreza y
la capacidad productiva de toda la población) ha contribuido a atemperar y humanizar
la concepción del desarrollo. En consecuencia, la ampliación de la capacidad del ser
humano tiene importancia directa e indirectamente para conseguir el desarrollo.
Indirectamente, permite estimular la productividad, elevar el crecimiento económico,
ampliar las prioridades del desarrollo y contribuir a controlar razonablemente el cambio
demográfico; directamente, afecta el ámbito de las libertades humanas, del bienestar
social y de la calidad de vida, tanto por su valor intrínseco como por su condición de
elemento constitutivo de este ámbito.

La interpretación tradicional del concepto del capital humano tiende a concentrarse en


la segunda función de la ampliación de las capacidades del ser humano, es decir la de
“generar ingresos”, y aunque este aspecto no deja de ser importante, a los ingresos
hemos de añadir los beneficios y ventajas que para el desarrollo moderno implica.
Esta implicación es de carácter adicional y acumulativo y no una alternativa a la noción
de capital humano. El proceso de desarrollo no es independiente de la ampliación de
las capacidades del ser humano, dada la importancia intrínseca e instrumental de ésta
ampliación.
 Su entorno desea cierre o no quiere su instalación
 No tiene una estabilidad regulatoria que le permita prever el futuro
 Tiene una afección importante al medio ambiente. Nadie quiere, por ejemplo, un
río sucio o una atmosfera cargada de polvo ni un vertedero o un parque de
carbón de una térmica
 El trabajador está desmotivado o está, por ejemplo, bajo el efecto del estrés o si
tiene sus trabadores infrautilizados.

“INDICADORES ECONOMICOS, ECOLOGICOS Y SOCIALES”

En el año de 1995, la Comisión de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, creo


un programa de trabajo que tenía como objetivo la elaboración de Indicadores de
Desarrollo Sostenible. Los Indicadores Económicos en forma tradicional se han
medido por los sistemas de cuentas nacionales, las cuáles han obviado el medio
ambiente, lo que ha llevado a los decisores de política económica a ignorar y destruir
el medio ambiente en nombre del desarrollo económico. Las críticas ecológicas a la
contabilidad nacional giran en torno a tres grandes cuestiones: a) Sólo se recoge
parcialmente la riqueza ya que no se tiene en cuenta ni el agotamiento ni la
degradación del medio natural como consecuencia de las actividades económicas; b)
Los indicadores económicos derivados de estas cuentas se han empleado,
erróneamente, como indicadores de bienestar de tal manera que aumentos de la renta
se asociaban con un mejor nivel de vida obviando otro tipo de cuestiones como la
calidad del medio natural; c) Los gastos en los que se incurre como consecuencia del
daño ambiental se consideran parte de la producción cuando deberían ser
descontados al ser gastos defensivos.

Por tanto, si se considera que una de las funciones de la contabilidad es la de ser un


instrumento para la toma de decisiones de política económica, entonces cabe decir
que la información que suministran no es real. Es decir, los indicadores económicos
tales como el Producto Interno Bruto (PIB) o nacional (PNB) así como todas sus
derivaciones no pueden considerarse indicadores fiables y, ni mucho menos,
indicadores de bienestar.

A MODO DE CONCLUSIÓN PODEMOS DEDUCIR:


En el año 1987, la publicación del libro “Nuestro Futuro Común”, más conocido como
Informe Brundtland popularizó el concepto de desarrollo sostenible que bajo otras
acepciones como, por ejemplo, eco desarrollo, se venía utilizando desde los años
setenta. Con este concepto, se plantea la búsqueda de progreso económico que no
descuide aspectos cualitativos tales como la calidad de vida o la preservación del
medio ambiente sin olvidar un compromiso ético con las generaciones venideras.

A partir del informe Brundtland, el mundo es concebido como un sistema global cuyas
partes están interrelacionadas considerándose el concepto de desarrollo sostenible
como un proceso multidimensional que afecta el sistema económico, ecológico y
social pasando a ser una variable a tener en cuenta en las decisiones de política
económica. Sin embargo, en los últimos años, una de las cuestiones más
preocupantes ha sido el conocer si realmente se siguen pautas de sustentabilidad, es
decir, si se tienen indicadores que nos alerten sobre la evolución positiva o negativa
de este proceso. Aunque, la ambigüedad del propio concepto dificulta esta tarea, se
han ido elaborando algunos indicadores que muestran aspectos de las tres
dimensiones mencionadas anteriormente (económicas, ecológicas y sociales).

El desarrollo sostenible sigue constituyendo una de las actividades claves de


cara al siglo presente, el desarrollo de indicadores de sustentabilidad desde un
enfoque integrado, es decir, que abarquen las tres dimensiones del desarrollo
sostenible, se encuentran entre sus proyectos junto a otras tareas como cambio
climático, desarrollo tecnológico y el impacto medioambiental de los subsidios.
Inevitablemente cuando se habla de desarrollo sostenible, en sus tres
dimensiones, hay que hacer una distinción entre países desarrollados y los
países menos desarrollados o en desarrollo. Puesto que ellos tienen diferentes
contextos geográficos, con realidades económicas, ecológicas y sociales muy
diferentes y, por tanto, necesidades muy distintas.

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