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G. Bolívar Zapata
Investigador emérito de la UNAM
Investigador emérito del SNI
Miembro de El Colegio Nacional
Premio Nacional en Ciencias y Artes 1992
Premio Príncipe de Asturias en Ciencia y Tecnología
1991
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Buenos días. Agradezco su presencia a este ciclo de conferencias .
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La presentación se dividirá en varias secciones:
13
EN EL SECTOR SALUD, contamos y usamos desde hace mas de 35 años, con más de 100
medicamentos modernos , importantes, irremplazables de origen transgénico-
biotecnológico en las farmacias, incluyendo las de México, para atender problemáticas
relevantes tanto metabólicas como infecciosas en humanos y animales, que cientos de
millones en el planeta nos inyectamos y utilizamos sin daño reportado. La mayor parte
de estos productos son proteínas idénticas a las humanas, codificadas por genes
humanos, que tenemos y funcionan en nuestros órganos humanos, que se han
producidos comercialmente por las técnicas de ingeniería genética (llamadas también
ADN recombinante). Sin estas metodologías, no existirían sistemas de producción
robustos, precisos, que permiten la producción comercial y la accesibilidad de proteínas
de cualquier origen mediante organismos transgénicos y no existirían, no se podrían
producir comercialmente, se reitera, estos extraordinarios, insustituibles y avanzados
medicamentos de origen transgénico.
No habría insulina de origen transgénico idéntica a la humana para tratar un tipo de
diabetes (seguiríamos usando la de origen animal, que tiene problemas), ni interferones
humanos para contender con cánceres e infecciones virales, ni activadores tisulares de
plasminógenos para disolver ciertos tipos de coágulos que se presentan en infartos.
Estos productos farmacéuticos de origen biológico/transgénico, al igual que los
alimentos transgénicos, han sido ampliamente evaluados por las agencias de seguridad
de diferentes lugares del mundo, antes de liberarse al mercado. Se reitera, sin los OGM
no existirían la mayoría de los productos transgénicos/ recombinantes productos
avanzados, que tenemos en el mundo, que tiene la sociedad mexicana, en las farmacias,
para contender con muchas problemáticas clínicas e infecciosas actuales y futuras. 14
EN EL SECTOR DE LA PRODUCCION SUSTENTABLE DE ALMENTO SANO, INOCUO, se ignoran
incomprensible, sorprendente, lamentablemente, los muy importantes y reales beneficios de las
plantas transgénicas resistentes a plagas de insectos, que aparecieron primero y que detallaremos
más adelante. En este tipo de cultivares el control de las plagas de insectos es biológico, no
químico, porque llevan genes bacterianos de origen natural que existen en el suelo, que confieren
resistencia a plagas de dañinos insectos, incorporados por técnicas de ingeniería genética, que no
se hubieran podido integrar por otras metodologías. Estas plantas han cumplido clara y
contundentemente con sus propósitos, sus objetivos, ayudando primero a contender
eficientemente mediante este tipo de control biológico, no químico, con tipos específicos de estas
peligrosas plagas, y simultáneamente, como segundo objetivo, su utilización ha sido responsable
de una muy importante y esperada disminución del uso en el campo en países que cultivan y
consumen OGM, de los envenenantes insecticidas químicos, entre ellos el malation, productos
dañinos a la salud, algunos carcinogénicos y graves contaminantes del medio ambiente, ya que se
insiste, estas plantas transgénicas no requieren, no usan, los dañinos insecticidas químicos para
eliminar plagas de insectos. Además, el dejar de comprar y fumigar con estos compuestos
químicos, incrementa indirectamente la producción y tiene beneficios reales a la salud y al
ambiente. Poco después aparecieron las plantas transgénicas, que además de ser resistentes a
plagas de insectos, son también tolerante al herbicida glifosato. El propósito de estas plantas fue
controlar las malezas que crecen conjuntamente en el campo con los cultivares transgénicos y
compiten por recursos. Por todo lo anterior queda claro los importantes y reales beneficios de los
cultivares transgénicos para la producción sustentable de alimento sano y para la salud y el
ambiente por dejar de usar los dañinos insecticidas químicos, beneficios reales que no reconocen
los detractores y es falso y parcial que estas plantas transgénicas sólo favorezcan a las empresas
privadas. Coincidimos con los detractores que la producción de las semillas OGM, es controlada
por unas pocas compañías. Por ello hay que desarrollar variedades mexicanas, como las de Luis
Herrera Estrella y su grupo, para contender con este problema. 15
El uso de este tipo de cultivares transgénicos que son los que se describen y analizan
en el libro, construidos se insiste, por técnicas de ingeniería genética y componentes
naturales (ADN con sus genes y proteínas) existentes en todos los seres vivos,
avalados por cientos de estudios producidos en decenas de países, publicaciones que
incluyen reportes como el de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y grupos de
Premios Nobel ( 141, el conteo más reciente en febrero 2019), que las señalan como
técnicas avanzadas, precisas, que no entienden los detractores, pero que están
permitiendo realmente avanzar en muchos lugares( donde siembran los OGM), en
una estrategia de producción sustentable de alimento inocuo, sano, libre de los
dañinos y envenenantes insecticidas químicos de origen sintético, pero no en México.
La razón principal, es que los dañinos compuestos químicos entre ellos el malation,
se siguen usando en muchos casos irresponsablemente, en muchos sitios en nuestro
país, con los cultivos de plantas convencionales en particular el maíz, para eliminar
las plagas de insectos, ya que la siembra de maíz transgénico (resistente a plagas de
insectos) está detenida por una orden judicial. México importa (al igual que Europa)
y muchos mexicanos consumimos desde hace mas de 20 años, como parte de la
demanda de alimento, maíz transgénico construido por ingeniería genética, libre de
los dañinos y contaminantes insecticidas químicos, proveniente principalmente de
Estados Unidos principal productor y consumidor de productos transgénicos, sin
evidencia de daño. Es mejor consumir, alimentarnos con productos naturales, ADN y
proteínas transgénicos, que con plantas convencionales crecidas en México tratadas
con los dañinos (algunos carcinogénicos), productos químicos sintéticos que se usan
como insecticidas, que son inespecíficos y eliminan todos los insectos (no sólo las
plagas), incluyendo los benéficos como las abejas. 16
Es importante señalar que estas plantas transgénicas (resistentes a plagas
de insectos y tolerantes a glifosato) construidas por ingeniería genética, no
fueron diseñados para incrementar la productividad de las cosechas, sino
para controlar plagas de insectos y simultáneamente reducir
importantemente el uso en el campo de los envenenantes insecticidas
químicos, lográndose ya ambos objetivos con gran eficiencia en los
muchos países que siembran y consumen transgénicos. Sin embargo, se
reitera para contestar a los detractores que al dejar de comprar y fumigar
con los dañinos compuestos químicos, se incrementa indirectamente la
productividad de las cosechas y se tienen otros beneficios reales para la
salud de los agricultores, por dejar de fumigar con los dañinos insecticidas
químicos y como resultado, una mejor calidad de vida. En muchos países,
en particular en India y China, incluido México, el cultivo de los
transgénicos, en particular con el algodón (esperando que ahora no se
impida su uso), ha permitido recuperar este cultivar, reducir los
contaminantes insecticidas químicos y ganancias a los productores.
Además, se reduce también la producción de contaminantes que
incrementan los gases efecto invernadero. Se reitera, no sólo hay beneficio
para lo privado, para las empresas, sino ventajas muy importantes para la
salud de los trabajadores del campo y el medio ambiente, que los
detractores irresponsablemente no aceptan y algunos satanizan a los
transgénicos por supuestos daños. 17
La INOCUIDAD de los alimentos transgénicos cuestionada ampliamente y sin sustento científico
por supuestos daños por los detractores, sigue avalada por la OMS, sus agencias, y autoridades
relacionadas como la EFSA en Europa, la FDA en Estados Unidos y la COFPRIS en México, se
sustenta amplia y contundentemente en el consumo de alimentos transgénicos por cientos de
animales de laboratorio sin evidencia de daño, publicada en centenas de reportes por muchos y
diferentes grupos en varios países. Estos grupos han seguido los PROTOCOLOS de las agencias y
autoridades mencionadas responsables de la inocuidad y la seguridad alimentaria de varios países
y regiones, avalados por la OMS y el CODEX ALIMENTARUM, publicando los resultados en cientos
de revistas científicas arbitradas; publicaciones presentadas y discutidas en varios capítulos,
algunas de ellas en metaanálisis del libro, que los detractores no aceptan, no reconocen. Se dice
por algunos detractores, que los autores de más de 2000 publicaciones a favor de los organismos
transgénicos, producidas, insistimos, en decenas de laboratorios en muchos países, estamos
vendidos a las compañías trasnacionales, lo cual es totalmente falso, patético.
Insistimos, los cultivares transgénicos producidos por ingeniería genética y sus productos naturales
y procesados, han sido consumidos en decenas de países, y regiones incluyendo México y Europa,
por cientos de millones de seres humanos y miles de millones de animales, sin evidencia de daño a
la salud humana o animal, por más de 20 años. Estudios recientes e importantes, aunque lo
desconocen también los detractores, demuestran contundentemente, que no ha habido
incremento de ningún tipo de cáncer en humanos en Estados Unidos por el consumo de plantas
transgénicas desde su comercialización en 1996, medido y comparado desde 1975, en un periodo
de 15 años de cultivares transgénicos. Tampoco hay evidencia de autismo por el consumo de
OGM. Por lo anterior, se siguen consumiendo sin problema por cientos de millones en Estados
Unidos, en Europa y en muchos otros países.
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En soporte y abono de la INOCUIDAD de los OGM, es importante señalar
que el camote que comemos con frecuencia, es un organismo, un vegetal
naturalmente transgénico, que lleva como parte de su genoma, genes
transferidos natural y horizontalmente de la bacteria Agrobacterium, que
vive en la tierra del campo, que le permite ventajas al camote y a los
agricultores, que hemos consumido por miles de años. Lo que hacemos los
biotecnólogos que somos realmente biólogos moleculares (que entendemos
el funcionamiento del organismo vivo a nivel molecular), en la construcción
de los organismos transgénicos por ingeniería genética, es imitar, acelerar,
precisar, los procesos naturales de transferencia horizontal de ADN --que
denominamos transgénesis– a nivel molecular, que ocurren naturalmente
en la biodiversidad a lo largo de los tiempos, proporcionando a través de los
genes nuevos, nuevas y precisas funciones en el organismo receptor, como
lo ocurrido en el camote. Un ejemplo de transgénesis de extraordinaria y
vital importancia (sin el cual no existiríamos) para los animales, fue la
transferencia natural y horizontal de genes que originalmente existían en
bacterias, a precursores de las actuales plantas, que les permitieron llevar a
cabo la fotosíntesis. Por todo lo anterior, no debería haber tanto temor por
los transgenes y la transgénesis, ya que la transferencia horizontal de ADN,
ha ocurrido y seguirá ocurriendo de manera natural en la biota,
independientemente del humano. 19
Muchos agricultores en 2017, 17 millones de trabajadores del campo en 18 países, no
sólo en Estados Unidos principal productor de plantas transgénicas desarrolladas por
ingeniería genética (donde más del 90% del maíz, la soya y el algodón son OGM), sino
en países asiáticos e iberoamericanos, sembraron más de 189 millones de hectáreas,
están usando cada vez más, adoptando los cultivares transgénicos, resistentes a plagas
de insectos, por los importantes y reales beneficios a la salud humana y animal, a la
biodiversidad, al ambiente, incluyendo también el económico porque se reitera,
indirectamente se incrementa la productividad por dejar de comprar y fumigar con los
dañinos insecticidas químicos. El planeta está adoptando esta avanzada, precisa,
benéfica para la salud, e importante tecnología donde el control de las plagas de
insectos en este tipo de plantas transgénicas es biológico, no químico, que
lamentablemente no entienden, no aceptan, los detractores. Los países productores
de plantas transgénicas ( incluyendo un reporte reciente sobre la berenjena
transgénica en Bangladesh producida por científicos estatales), han controlado
peligrosas plagas de insectos y han reducido importantemente el uso de los
insecticidas químicos por utilizar este tipo de plantas en sus campos, aunque en el
planeta se siga incrementando lamentablemente el uso de agroquímicos. Además
estas plantas transgénicas al no ser susceptibles a los daños por las mordidas de los
insectos de las plagas, sus granos son más resistentes a las infecciones por hongos y
otros patógenos en los silos donde se guardan, y se les detectan menos toxinas,
algunas carcinogénicas como las aflatoxinas producidas por hongos. Sus efectos
benéficos incluso alcanzan los cultivos aledaños.
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Queremos reiterar que a nuestro juicio, es lamentable, injusto e inmoral
que los agricultores y en particular los campesinos en México, no puedan
utilizar libremente estos organismos transgénicos como en muchos otros
países. En nuestro país, la demanda colectiva judicial contra el maíz, como
lo comentaremos más adelante, impide su siembra y además se busca
también ahora impedir el uso y la siembra de la soya transgénica, cuando
lo verdaderamente dañino son los insecticidas químicos sintéticos –entre
ellos el malation- (algunos carcinogénicos) que, insistimos, se siguen
usando irresponsable e inmoralmente en muchos lugares en México con
los cultivares tradicionales no transgénicos. Por ello, también es muy grave
e irresponsable para la salud en México, que sigamos avalando el consumo
de maíz producido en plantas convencionales, que usan y muchos abusan
de los dañinos insecticidas químicos para eliminar plagas de insectos. No
hay certeza que muchos de los granos estén libres de estos terribles
compuestos químicos. En México se fumigaron con insecticidas químicos
(en 2014) más de 10 millones de hectáreas para contender sólo con las
plagas de maíz (controlables con las plantas transgénicas) y se usaron
anualmente 3000 toneladas de los envenenantes insecticidas químicos
entre ellos el malation, para contender sólo con las plagas de insectos de
maíz. Los productos transgénicos redujeron la aplicación de 28,000
toneladas de insecticidas químicos, mucho más peligrosos que el glifosato. 21
Como se ha señalado, tenemos en México, como en otros muchos países, una
experiencia muy importante y valiosa que es el uso del algodón transgénico
construido por ingeniería genética. Los agricultores que cultivan esta planta,
solicitan, demandan, el uso de la semilla transgénica para seguir avanzando y
disfrutando de los beneficios, tanto para la salud como para su economía. Por esto
señalamos responsable y respetuosamente la importancia para México, de que la
nueva administración federal abra un espacio de análisis, discusión que tomando en
cuenta los amplias evidencias científicas y técnicas, cientos de publicaciones que
sustentan la ausencia de daño de los OGM en el mundo, y los escenarios de graves
daños y contaminación de seguir usando los cultivares convencionales, avalando los
dañinos insecticidas químicos, se analice la importancia vital del consumo y la
siembra de plantas transgénicas construidas por ingeniería genética sanas,
resistentes a plagas de insectos y sus productos. Además se insiste, importamos
estos dos granos transgénicos también desde hace más de 20 años, como parte del
requerimiento alimentario, que se han utilizado en multitud de procesos de
producción de alimentos, también sin evidencia de daño. Se recalca la importancia
para la salud humana, animal y para el ambiente y por ello el señalamiento
responsable de que se sigan importando estos dos granos transgénicos de Estados
Unidos o de otro país, porque están libres de los insecticidas químicos, donde el
control es biológico, no químico, y que es mejor consumir genes y proteínas
transgénicas, que dañinos insecticidas químicos. Es importante insistir que en China
e India, han disminuido las intoxicaciones y el cáncer, en los agricultores del
algodón, causado por estos venenosos , dañinos compuestos químicos. 22
Por lo anterior, es natural y lógico que se detecte la presencia de maíz transgénico
construido por ingeniería genética y sus transgenes (resistentes a plagas de insectos y
tolerantes al glifosato) en muchos entornos en diferentes países –México incluido- y en
especial en Estados Unidos, donde más del 90% de estos cultivares comerciales son
transgénicos, insisto, sin evidencia de daño, sino con importantes y reales beneficios.
También presente en muchos productos procesados en los supermercados. La presencia no
implica daño ni contaminación, significa coexistencia e inocuidad, como ha sido reportada
en varios países. En soporte de la ausencia de daño, de la inocuidad y de la coexistencia,
como se presenta más adelante, se señala que decenas de plantas transgénicas han sido
caracterizadas detallada y finamente por ciencias ómicas a nivel molecular. Los resultados
indican que son muy parecidas a las convencionales-parentales de las que derivan, que no
hay cambios inesperados por el transgén o transgenes y que por ello son molecular,
composicional y sustancialmente equivalentes entre sí. Se reitera, no hay evidencia válida
de daño ni de contaminación por la presencia y el uso de los OGM.
Por todo lo anterior queremos insistir en la ausencia de daño de los OGM. También, que es
imposible prohibir los transgénicos en México, porque además de los cultivares
transgénicos y los cientos de productos que se encuentran en los mercados o
supermercados que se utilizan como alimento por millones, tenemos más de 100
medicamentos de origen transgénico en las farmacias, que no pueden producirse de otra
manera, más que por ingeniería genética y genes naturales.
23
También queremos señalar e insistir como respuestas a señalamientos de detractores,
que no es el objetivo de este libro buscar “la transgenización” de México mediante la
sustitución de cultivares nativos y convencionales con plantas transgénicas construidas
por ingeniería genética. El propósito de los señalamientos es buscar el uso inteligente,
responsable, las ventajas y propiedades importantes de los OGM que se usan hoy en el
campo en decenas de países para producir alimento (principalmente la resistencia a
plagas de insectos relevantes en México, tolerancia a herbicidas por las plantas que se
usan hoy) y la posibilidad de crecer sin herbicidas de plantas mexicanas transgénicas
avanzadas de tercera generación que se comentan adelante desarrolladas en México
por Luis Herrera y su grupo. También de plantas con resistencia a factores abióticos
como el calor, que se comentan en el libro, conjuntamente con las plantas nativas y
convencionales, utilizando el conocimiento mexicano, para contender con los reales y
graves problemas y demandas, que se tienen en nuestro país y el planeta (incluyendo
el cambio climático) y que indudablemente se incrementarán, en particular, se insiste,
el daño a la salud humana y animal, la contaminación ambiental por el uso y abuso de
los dañinos insecticidas químicos –entre ellos el malation- (algunos carcinogénicos) en
el campo en México en la producción de alimentos, que no se resolverán, sino
aumentarán con los cultivares convencionales. Se cuenta con los cultivares
transgénicos resistentes a plagas de insectos, donde el control de las plagas de insectos
es biológico, no químico, cuyas patentes de muchos de ellos están por vencer, una gran
y real oportunidad, ya que este tipo de genes, se podrían usar como genéricos,
transferir estas propiedades a los cultivares convencionales y dejar de usar los dañinos
insecticidas químicos, con grandes beneficios para la salud y el ambiente. 24
La OMS, con base en el sustento de cientos de publicaciones producidas en centenas de laboratorios, no ha
modificado su posición sobre la inocuidad de los alimentos transgénicos. Las agencias responsables de la
inocuidad y la seguridad alimentaria en varios países y regiones (FDA en EUA, EFSA en Europa y COFEPRIS en
México), no han modificado sus PROTOCOLOS avalados por la OMS, ni han retirado ninguno de los OGM que se
encuentran actualmente en el mercado, aunque varios productos transgénicos han sido cuestionados y
reevaluados por estas instancias, sin modificación en la decisión.
Tampoco estas agencias han modificado los límites máximos permitidos para el uso del herbicida glifosato -que
hay que usar responsablemente- y así se utiliza por la mayoría de los agricultores siguiendo los lineamientos de
las agencias al menos en Estados Unidos, sin causar daño, ya que su abuso causa daño. De este país importamos
maíz transgénico construido por ingeniería genética, crecido en condiciones adecuadas y reguladas de glifosato,
como parte de la demanda de este producto, para controlar plagas de malezas que crecen conjuntamente con los
cultivares, ya que de no utilizarse el glifosato, los agricultores pierden las cosechas. La EFSA en Europa después de
amplia y compleja discusión, acaba de renovar el permiso del uso del glifosato en las condiciones autorizadas por
ella. También Canadá renueva su uso. Lo óptimo sería no usar glifosato, alternativa biotecnológica mexicana
desarrollada en el CINVESTAV que se presenta y detalla adelante. Esta extraordinaria y avanzada tecnología que
permite el crecimiento de las plantas en fosfito en vez de fosfato como fertilizante, no pertenece a las compañías
transnacionales, permitiría al comercializarse, eliminar en el campo no sólo el uso de los dañinos insecticidas
químicos, sino también el de los herbicidas químicos como el glifosato, con los grandes beneficios para los
agricultores en particular los campesinos, a la salud y a la sustentabilidad del ambiente, y así además, contender
con el problema del control por pocas empresas transnacionales de las semillas transgénicas. Esta poderosa
tecnología desarrollada por Luis Herrera Estrella y su grupo, se insiste, podría aprovecharse en México y en el
mundo, con la oportunidad señalada de que vencen las patentes de varias plantas transgénicas resistentes a
plagas de insectos que no usan los insecticidas químicos, y desarrollar plantas transgénicas mexicanas genéricas
resistentes a plagas de insectos que no requieran los dañinos insecticidas químicos, ni tampoco de los
contaminantes herbicidas químicos como el glifosato cuyo abuso, también causa daño a la salud y al ambiente. Se
remarca: con estas plantas transgénicas no se tendrían que usar ni los dañinos insecticidas químicos para eliminar
plagas de insectos , ni el terrible herbicida químico glifosato para controlar las malezas, ambos tipos de pesticidas,
agroquímicos sintéticos, se abusan, se usan irresponsablemente causando daño en México y en muchos países.
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También es un objetivo de este libro hacer frente a la
ofensiva dogmática, ideológica contra la ciencia, en defensa
de la propia ciencia, del conocimiento científico, de la verdad
objetiva, no de la ocurrencia de los fundamentalistas y del
uso inteligente del conocimiento mediante tecnologías
responsables como la bio-tecnología y los OGM construidos
por ingeniería genética, indispensables, insustituibles por las
variedades convencionales, que siguen usando los dañinos,
envenenantes, contaminantes insecticidas químicos, para
realmente contender como se ha señalado, con muchos de
los problemas del planeta, de la nación y grandes demandas
de la sociedad, de manera más inteligente, responsable y
sustentable.
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En este libro escrito por el Comité de Biotecnología de la AMC ―integrado por reconocidos
expertos nacionales e internacionales de diferentes instituciones mexicanas― la información
está organizada en la Declaratoria, once capítulos (con 350 referencias, y ligas a más de 2,000
producidas y publicadas en cientos de laboratorios de decenas de países que sustentan su
validez), incluidas al final de secciones y de capítulos, 133 figuras e ilustraciones) y 10 anexos,
incluyendo un detallado glosario, en un total de 500 hojas. Reiteramos, la versión electrónica es
de libre acceso y las presentaciones previas en powerpoint de estos capítulos realizadas en
noviembre de 2017, se localizan ya en las páginas web de las algunas de las instituciones que han
participado y apoyado este esfuerzo: la UNAM, en el IBT, El Colegio Nacional (ECN) y la AMC.
También se encuentran en la página del IBT/UNAM, las presentaciones de F. Bolívar del 22 de
febrero en ECN, del 11 de abril en la Facultad de Ciencias de la UNAM y la del 23 de mayo en la
Facultad de Química de la UNAM, y las del 13 de junio y 16 de agosto del 2018 y la del 13 de
febrero de 2019 en ECN.
Esta presentación, se subirá también a las páginas de ECN y del IBt UNAM. Se está trabajando la
versión en inglés del libro, que también será de libre acceso para informar al planeta. El objetivo,
se reitera, es que se facilite que la sociedad mexicana y mundial y en particular los integrantes de
la nueva administración federal, los agricultores y los campesinos, conozcan, de verdad y con
sustento científico, los amplios, importantes, vitales, reales beneficios y la ausencia de daños de
los OGM y en particular su importancia para la producción de ALIMENTO SANO, INOCUO,
mediante cultivares transgénicos construidos por ingeniería genética, libres de los dañinos,
contaminantes insecticidas químicos, para que las decisiones que tomemos sobre estos
organismos y sus productos, se basen en información científica bien sustentada, en claros, reales
e importantes beneficios y no en supuestos daños, en dogmas, en mitos, en señalamientos
parciales, dogmáticos, sin contextos, varios tendenciosos y algunos falsos.
27
Miembros del Comité de Biotecnología de la AMC
y coautores del libro
28
Miembros del Comité de Biotecnología que participaron en esta publicación
30
Documento elaborado por 12 miembros del Comité
de Biotecnología de la Academia
Mexicana de Ciencias (AMC)
ante la grave, en muchos aspectos inaceptable,
iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencias y
Tecnologías
que presentó en febrero de 2019, la Senadora Ana Lilia
Rivera Rivera, que atenta sin sustento, contra la ciencia, la
biotecnología y los organismos transgénicos.
27 de marzo 2019
31
Nota sobre el documento elaborado por el Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias
(AMC) entregado personalmente a la senadora Beatriz Paredes Rangel, presidenta de la Comisión de
Ciencia y Tecnología del Senado el 18 de marzo por el coordinador del Comité, Francisco Bolívar, con
relación a la iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, de la senadora Ana Lilia Rivera
Rivera, incluyendo una carpeta de apoyo al texto. Fue enviado por correo electrónico el 22 de marzo a 24
senadores, entre ellos los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado a quienes va dirigido
el documento, en particular al senador Ricardo Monreal Ávila y por instrucciones de la senadora Paredes a
los miembros de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado
El documento que se encuentra en la página del IBt, fue elaborado por 12 expertos reconocidos a nivel
nacional e internacional, entre ellos 6 premios Nacionales en Ciencia y Tecnología, y 4 premios
internacionales. Todos calificamos a la iniciativa como muy grave y con muchos aspectos inaceptables.
• Entre los aspectos inaceptables de la iniciativa, es que se pretenda aplicar a todas las actividades científicas
y técnicas el “principio precautorio integral” lo cual no ocurre en ningún país, y sería retardatorio. Está bien
el principio precautorio para el control de los OGM o transgénicos en la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (LBOGM), donde debe quedar y no aplicarse a otras disciplinas. Se sataniza a los
OGM, sin reconocer los reales beneficios a la salud, al medio ambiente y en la producción de alimento
sano, sin el uso de los dañinos insecticidas químicos. Mas de 2000 referencias científicas, producidas en
cientos de laboratorios en diferentes países, sustentan la ausencia de daño y los reales beneficios de OGM.
33
Transgénicos. Grandes beneficios, ausencia de daños y
mitos
SEGUNDA PARTE
INCLUYE INFORMACIÓN DE LOS CAPÍTULOS II, III Y IV
34
Capítulo II
Biotecnología moderna: uso responsable y
sustentable de la biodiversidad
•Biotecnología, uso responsable de la biodiversidad y sus integrantes.
Los componentes biológicos fundamentales de los organismos vivos, los seres con
vida que integran la biodiversidad: células, ácido desoxirribonucleico (ADN), ácido
ribonucleico (ARN) y proteínas.
•Organismos transgénicos construidos por ingeniería genética y técnicas de edición
de ADN para desarrollar las siguientes generaciones de OGM.
•Justificación, propósito y reales beneficios en varios sectores, en particular en
salud por los medicamentos de origen transgénicos y plantas transgénicas
resistentes a plagas de insectos que permiten reducir el uso de insecticidas
químicos en el campo, y la producción sustentable de alimento sano, inocuo.
•Se incluyen también algunos apoyos a los OGM del capítulo III.
Se utilizaron las figuras del libro buscando explicarlas y sustentar los señalamientos
en los diferentes capítulos, algunos complejos.
35
Qué entendemos por Biotecnología, una actividad
responsable y sustentable, con la biodiversidad y el medio ambiente.
El ser humano ha utilizado a otros seres vivos para satisfacer sus necesidades de
alimento, salud y vivienda, y por ello ha dañado, contaminado, el planeta y su
biodiversidad. Muchos recursos naturales se agotan, la productividad
agropecuaria es insuficiente y el crecimiento explosivo de la población, impone
la necesidad de producir más y mejores alimentos sanos de manera sustentable
en un escenario con mayor contaminación del planeta y con efectos graves
debido al cambio climático. De ahí la relevancia, hoy y en el futuro, del desarrollo
de la biotecnología moderna, que contribuye al estudio, y caracterización de los
organismos vivos y sus partes, que integran la biota. Conjuntamente con otras
tecnologías, la biotecnología pretende la utilización respetuosa de los seres vivos
y sus componentes como parte de una respuesta integral y sustentable, a las
graves problemáticas, y demandas presentes y futuras.
La biotecnología es una tecnología responsable. Comparada con otras, en
particular con las que utilizan compuestos químicos dañinos, recalcitrantes y
contaminantes como los insecticidas químicos, es amigable y sustentable para la
salud, la biota y el medio ambiente. La biotecnología se utiliza en México desde
tiempos prehispánicos en el manejo de la biota para satisfacer necesidades y
tiene potencial para aligerar el impacto de la actividad agropecuaria en el medio
ambiente. El reto es desarrollar y modernizarla de manera responsable e
inteligente, incluyendo el uso de los organismos transgénicos construidos por
ingeniería genética que por sus importantes beneficios, coadyuven a entender y
atender demandas, necesidades y problemas importantes. 36
La biotecnología es una actividad multidisciplinaria (ver fig. II.1) sustentada en el conocimiento
generado en otras disciplinas, como la bioinformática, la biología molecular, las ciencias ómicas
(genómica, proteómica, transcriptómica y metabolómica) que permiten estas últimas, analizar y medir
todos los componentes de las células vivas a nivel molecular y en las poderosas técnicas de ingeniería
genética y de edición de genomas tipo CRISPR-Cas9, que permiten modificar con transgenes y editar el
ADN de los organismos vivos, para conferirles nuevas propiedades importantes que residen en los
genes, fragmentos de ADN de otro origen natural (a los que llamamos transgenes) y darles importante
valor agregado que reside en los transgenes. Los siguientes organismos transgénicos serán construidos
por estas últimas, ya que son más avanzadas y precisas y se cuenta ya con ejemplos en el campo.
El conjunto de todos estos conocimientos acumulados por cientos de años y las nuevas y poderosas
metodologías que permiten el uso y manejo del material genético, permiten a su vez, el estudio
integral, la modificación precisa, dirigida y la utilización inteligente, sustentable y responsable de los
seres vivos integrantes de la biota (Watson et al 1996, Bolívar et al 2007, NASEM 2016, Declaración de
un grupo de 126 Premios Nobel a favor de la biotecnología y plantas transgénicas 2016).
37
Los organismos vivos, sus componentes y en particular el ADN en los
cromosomas y los genes como segmentos que codifican para proteínas.
Los organismos vivos superiores, entre ellos los animales y las plantas, estamos compuestos por
trillones de células. Cada una de estas células está organizada y tiene diferentes componentes. Entre
ellos, el núcleo, donde residen los cromosomas, que son largos fragmentos de ADN (ácido
desoxirribonucleico), a los que se asocian proteínas. Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas
en nuestras células y además dos cromosomas X y Y que determinan el sexo. El genoma es el conjunto
de todo el ADN localizado principalmente en los cromosomas de las células. En todos los seres vivos,
los genes son fragmentos de ADN. Algunos genes se localizan en las mitocondrias en los organismos
superiores. Todas las células tienen membranas externas que las mantienen y otras membranas que
mantienen el núcleo. Los genes contienen la información genética y codifican para las proteínas.
Las proteínas son las herramientas biológicas mas importantes con las que cuenta la célula en todos los
seres vivos. Se asocian, forman parte de diferentes estructuras como los cromosomas y las membranas
y de diferentes organelos como las ribosomas. En estos organelos en todos los seres vivos, se sintetizan
las proteínas, que son polímeros, collares biológicos integrados por 20 diferentes aminoácidos.
Además, de manera aislada las proteínas, como la insulina y la hemoglobina, pueden tener otras
funciones importantes en nuestro cuerpo y en otros animales superiores (Watson et al 1996, Bolívar et
al 2007). Eucromatina Retículo Endoplasmico Membrana Celular Bicapa
(Cromosomas) Rugo Lipídica
Mitocondria Peroxixoma
38
Lisosomas
Figura II.2.Estructura del ADN integrado por dos hélices
complementarias.
Cada una de estas dos hélices o hebras de la molécula
de ADN son polímeros biológicos que están integradas
por los mismos cuatro tipos de nucleótidos (A,G,C,T)
que son los monómeros de este polímero biológico.
Cada nucleótido está formado por una molécula de azúcar,
desoxirribosa (en morado), un grupo fosfato (PO4) (en
amarillo) y un tipo de molécula llamada base púrica (G [en
negro] o A [en verde]) o base pirimídica (C [en azul] o T [en
rojo]). Los nucleótidos con timina (en rojo) se aparean por
dos uniones débiles de puentes de hidrógeno con los
nucleótidos de adenina (en verde) y los nucleótidos con
citosina (en azul) se aparean, mediante tres uniones
débiles, con los nucleótidos de guanina (en negro).
Esta estructura general de doble hélice es la misma en
todos los seres vivos, incluidos los humanos y permite
su funcionamiento, incluyendo la replicación del ADN,
responsable de transferir la información genética de
padres a hijos. La secuencia de los nucleótidos en el
ADN es la que tienen los nucleótidos uno
inmediatamente después del otro en cada hélice o
hebra. Así, en este ejemplo encorchetado, la secuencia
de este ADN en la hélice de la izquierda en oscuro (que
va 5’ a 3’ y de arriba hacia abajo), es C, G, A, T y
continúa en C, A, T, G, T, C, A. Se dice que las dos
hélices son complementarias porque para ambas
hélices a cada A le corresponde una T, a cada G una C,
a cada T una A y a cada C una G. Por ello, la secuencia
de nucleótidos de una hélice es complementaria a la
otra. El genoma humano tiene más de tres mil millones
de pares de nucleótidos en sus 23 pares de
cromosomas. Si se sumaran todas las moléculas de
ADN de nuestros cromosomas medirían más de dos
metros, mientras que las bacterias tienen alrededor de
cuatro millones de pares de nucleótidos en un solo
cromosoma. Se ha determinado la secuencia
nucleotídica del genoma de cientos de organismos,
incluyendo el humano.
39
Figura II.4. Composición y organización de los genes en los cromosomas.
Los cromosomas son estructuras celulares que se encuentran localizados en el núcleo de las
células de animales y plantas y cada uno, está integrado por una sola molécula de ADN, por
proteínas y moléculas de ácido ribonucleico (ARN), que le permiten funcionar y juegan papeles
muy importantes en la regulación genética y epigenética de la célula eucariote ( que tienen núcleo)
en donde las proteínas llamadas histonas juegan un papel muy importante en el empacamiento del
ADN en los cromosomas (figura IX.11). Los genes son segmentos específicos uno contiguo al
siguiente, de esta cinta genética de doble hélice de ADN. Cada especie de organismo tiene un
número específico y diferente de cromosomas y de genes en relación a los demás seres vivos. En
los genes reside la información genética; cada uno codifica para un ARN o una o más proteínas,
que son las herramientas biológicas más importantes y cada especie tiene por ende un número
específico de proteínas, codificadas en sus genes. Los seres vivos, incluyendo humanos, 40
compartimos muchos genes y proteínas, porque tenemos un precursor biológico común.
Figura II.11. Regulación epigenética de la expresión genética.
45
Figura II.13. El fitomejoramiento
mediante ingeniería genética, es
utilizado para transferir ADN
heterólogo (transgén) usando un
plásmido de la bacteria A. tumefaciens
como vector, a núcleos de células de
vegetales que luego se multiplican
dando lugar a una planta transgénica.
El caso particular de la construcción de plantas transgénicas, usando ingeniería
genética se presenta en la figura II.13 para precisar y detallar este propósito.
Se utiliza una cepa de la bacteria A. tumefaciens que vive en el suelo, y tiene la
capacidad de infectar plantas de manera natural, que ha sido “desarmada”. El ADN
heterólogo o transgén se incorpora a esta bacteria desarmada, la cual cuenta con una
molécula pequeña de ADN circular, llamada plásmido, además de sus cromosomas. En
este plásmido natural (ADN-T) reside la capacidad natural para infectar plantas; en esta
molécula se incorpora el ADN heterólogo o transgén y se utiliza como vector. Este tipo
de molécula de ADN recombinante producida por ingeniería genética se usa para
infectar células de diferentes vegetales, las cuales lo incorporan en sus núcleos.
Posteriormente las células se multiplican y dan lugar a plantas transgénicas, previa
selección y regeneración de las células que llevan el ADN-T con el transgén. Hay plantas
transgénicas con dos o más transgenes. Luis Herrera fue parte del grupo que desarrolló
46
en 1983 por primera vez, en Europa esta importante y poderosa tecnología (Herrera
Estrella et al 1983, Watson et al 1996, NASEM 2016).
Nuevas y poderosas metodologías para construir organismos
transgénicos avanzados mediante la edición fina del genoma
Existen nuevas y poderosas técnicas para editar de manera precisa los genomas de
cualquier organismo, conocidas como CRISPR-Cas9 (por sus siglas en inglés: Clustered
Regularly Interspaced Short Palindromic Repeat). Estas metodologías utilizan la proteína
endonucleasa Cas9 de origen bacteriano (ya adaptada como herramienta programable)
de y otras proteínas tipo nucleasa que cortan el ADN de cualquier origen, las cuales han
revolucionado el diseño de organismos transgénicos mejorados y superiores, de tercera y
cuarta generación. Estas técnicas permiten inactivar, activar o modificar cualquier gen o
región de ADN –incluyendo la posibilidad de incorporar un transgén- en el genoma de
cualquier organismo vivo usando un ARN como guía de hélice sencilla, específico para el
gen que se desea modificar (Fig. II.15). La posibilidad de usar un ácido nucleico como
elemento reconocedor es una innovación de enorme trascendencia, pues su diseño es
sencillo y directo, siguiendo las reglas de apareamiento de bases de Watson y Crick (A-T,
C-G) que se encuentran en el ADN de cualquier organismo (Fig. II.2), (Watson et al 1996,
Mali et al 2013, Qi et al 2013, Gilbert et al 2014).
47
Figura II.15. Modo de acción
del sistema CRISPR-Cas9.
El panel A de la figura II.15 muestra el resultado de la interacción CRISPR-Cas9 con el ADN genómico, que es el
corte de las dos hebras de la doble hélice. Esto resulta, en la mayoría de los casos, en la inactivación del gen
blanco u objetivo por reparación incorrecta (con pérdida o ganancia de bases). Si se adiciona al sistema
experimental ADN con una secuencia modificada (en rojo en el panel B), pero flanqueada por secuencias
idénticas a la región blanco (líneas punteadas), se logra la sustitución del gen original por una versión
modificada que contiene material genético de cualquier origen (incluyendo un transgén) con las características
y funciones diseñadas, con eficiencia sorprendente. De esta manera se atiende una de las preocupaciones de
los grupos que están en contra de los transgénicos, ya que a partir del uso de la enzima Cas9 y sus derivados se
construirán nuevos OGM en los que la inserción del nuevo material genético (el transgén), se hará de manera
precisa y predecible, evitando que la integración del transgén sea al azar, como ocurre actualmente en los
48
cultivares transgénicos (lo cual de cualquier manera no causa daño alguno).
Capítulo III. Documentos relevantes a favor de los
transgénicos y la biotecnología
49
Introducción
53
Figura III.2. Carátula del reporte EASAC, 2013: “Planting the future: opportunities
and challenges for using crop genetic improvement technologies for sustainable
agriculture” (Plantando el futuro: oportunidades y retos por el uso de plantas
mejoradas genéticamente para la agricultura sustentable).
54
Declaración de la AAAS sobre la seguridad de los OGM,
2012
55
Figura III.5. Carátula del reporte Unión Europea, 2010: “A decade of EU-
funded GMO research (2001–2010)” [Una década de investigación sobre
OGM (2001–2010)].
Se agradece a la European Commission, Directorate-General for Research la autorización para reproducir esta carátula.
Reprinted with permission granted by the European Commission, Directorate-General for Research.
56
Reporte de las NASEM sobre plantas desarrolladas por
ingeniería genética, 2016
57
Figura III.8. Carátula del reporte NASEM, 2016: “Genetically engineered
crops: experiences and prospects” (Plantas construidas por ingeniería
genética: experiencias y prospectivas).
Se agradece el permiso para reproducir esta carátula a la National Academy
of Sciences, cortesía de la National Academies Press, Washington, D.C. 58
Reporte de The Royal Society sobre plantas genéticamente
modificadas, 2016
59
Figura III.9. Carátula del reporte The Royal Society, 2016: “GM
plants. Questions and answers”.
(Plantas genéticamente modificadas. Preguntas y respuestas).
60
Propósitos, justificación y beneficios reales, importantes y precisos, en
diferentes sectores, de los organismos transgénicos u OGM,
construidos por ingeniería genética.
Como se ha señalado, los organismos transgénicos, construidos por técnicas de ingeniería genética, se
diseñan y construyen responsablemente a fin de generar nuevas propiedades, características importantes,
precisas, en el organismo receptor, proveniente de otro organismo vivo. Ésta reside en el material
genético, en el ADN transferido del gene al que llamamos transgén, o transgenes, y el propósito es atender
demandas presentes y futuras de la humanidad y del medio ambiente. De esta manera ha sido posible
diseñar y desarrollar mejores, más precisos, poderosos y avanzados sistemas biológicos que tienen
propósitos específicos y han tenido ya logros y beneficios reales en diferentes sectores (Salud, Alimento
sano y Ambiente menos contaminado) muy importantes, que muchos en el planeta ya está utilizando.
Se enfatiza que contando con los conocimientos existentes en particular a nivel molecular y celular sobre
los organismos vivos, que indudablemente son complejos y usando responsable e inteligentemente las
técnicas de la ingeniería genética, y los componentes naturales (genes y proteínas), presentes en todos los
seres vivos, los biólogos moleculares si podemos diseñar, predecir y construir responsablemente,
organismos vivos con nuevas e importantes propiedades predecibles, precisas, sin efectos secundarios
negativos, residentes en los transgenes, aunque algunos ecólogos no lo comprenden, porque no entienden
el funcionamiento a nivel molecular de las células que integran los seres vivos y por ello, no lo aceptan, los
rechazan. Estos organismos no se hubieran podido construir de ninguna otra manera.
Más de 2000 referencias científicas producidas en cientos de laboratorios en diferentes lugares del mundo,
sustentan la inocuidad y los importantes y reales beneficios de los OGM. En este libro se han recopilado,
organizado y se presentan al final de las secciones y de los capítulos, las referencias y las ligas a estos
señalamientos.
61
Beneficios reales, precisos e importantes de los organismos transgénicos y sus
productos en diferentes sectores.
64
Muy importantemente para la salud humana y animal, se produce también ALIMENTO
SANO, INOCUO, mediante el uso de plantas transgénicas (de primera y segunda
generación), construidas por ingeniería genética, que llevan genes que confieren
propiedades importantes, precisas, como la resistencia a plagas de insectos y tolerancia al
herbicida glifosato, cultivares libres de los dañinos insecticidas químicos, con los que nos
alimentamos cientos de millones de humanos y miles de millones de animales, en decenas
de países, incluyendo Europa y México, por más de 20 años, sin evidencia de daño. Estos
productos que llevan el aval de mas de 2000 publicaciones incluyendo una declaración de
141 Premios Nobel, se importan (principalmente de Estados Unidos) maíz y soya
transgénicos, como parte de la demanda por estos alimentos, que se procesan y
consumimos en nuestro país, y hemos tenido beneficios reales e importantes, ya que las
plantas transgénicas resistentes a plagas de insectos, se remarca, no usan los dañinos
insecticidas químicos (algunos carcinogénicos) para eliminar plagas de insectos. El control
de las plagas de insectos en este tipo de cultivares es biológico, no químico. Se ignoran por
los detractores incomprensible y lamentablemente, los importantes beneficios de los
cultivares transgénicos. Estos cultivares a los que nos referimos, analizamos y evaluamos
en este trabajo, han permitido avanzar en la producción sustentable de alimentos sanos,
inocuos, que se cultivan, procesan, comercializan, y que consumimos, se insiste, por más
de 20 años, sin daños reportados, incluyendo cientos de productos procesados que existen
en los supermercados. No es posible prohibir en México el consumo de alimentos
transgénicos. En Estados Unidos, principal productor de OGM, más del 90% del maíz y la
soya son cultivares transgénicos libres de los dañinos, contaminantes, insecticidas
químicos. Estos dañinos y contaminantes productos químicos son los verdaderos causantes
del daño a la salud y al ambiente, que se siguen usando en México con las plantas
convencionales como parte de la producción de alimentos, no las plantas transgénicas,
como se señala más adelante y en los capítulos IV, V y VI. Se insiste, cientos de referencias
provenientes de centenas de laboratorios, sustentan la inocuidad y el beneficio de los
alimentos transgénicos.
65
Figura II.21. Diferentes plantas que se cultivan en variedades
transgénicas construidas por ingeniería genética que se cultivan en
18 países . (Clive 2015, NASEM 2016).
Este metaanálisis, basado en 147 estudios a nivel mundial (figura V.2), revela que, "en promedio,
la adopción de esta biotecnología ha reducido en 37% el uso de pesticidas químicos, ha
incrementado la productividad de las cosechas en 22%, y ha incrementado las ganancias de los
agricultores en 68%."
El reporte también brinda evidencia robusta de los beneficios de las cosechas de OGM para los
agricultores que han utilizado los cultivos transgénicos, tanto en países desarrollados como en
vías de desarrollo.
75
Se remarca sin los organismos transgénicos no existirían
comercialmente muchos de estos valiosísimos, poderosos, nuevos
medicamentos biotecnológicos, ya que anteriormente muchos de
ellos se obtenían de cadáveres, de sangre o de animales, y muchos no
se producían a escala comercial. Muchos de estos medicamentos
transgénicos se venden ahora como genéricos pues las patentes
originales han vencido y por ello los precios se han reducido.
Para detallar los comentarios previos sobre los cultivares transgénicos construidos por ingeniería
genética que les proporcionan importantes, precisas y reales ventajas, se señala que los
primeros cultivos de vegetales transgénicos, llamados de primera generación, llevan sus propios
transgenes, que son genes, todos fragmentos de ADN naturales, con capacidades bioinsecticidas
que les confieren resistencia o defensa contra plagas de insectos. Fueron diseñados –como se ha
mencionado- para controlar específicamente estas peligrosas plagas de artrópodos que causan
graves daños a los cultivos convencionales y simultáneamente, reducir en el campo la cantidad
de los envenenantes insecticidas químicos que se utilizan en la agricultura, los cuales son
dañinos a la salud y contaminan, en esta plantas transgénicas el control de las plagas de insectos
es biológico, no químico. Estos grandes y reales beneficios y propósitos y otros, ya se han
comentado brevemente, se han cumplido contundentemente , se presentan adelante y detallan
en los capítulos IV, V y VIII. Se reitera, cientos de publicaciones científicas y técnicas sustentan la
inocuidad de las plantas transgénicas y sus amplios beneficios (Herrera Estrella et al 1983,
Watson et al 1996, Bolívar et al 2007, Bolívar et al 2011, Brookes y Barfoot 2012, 2014, Blanco et
al 2014, Alavanja et al 2014, Jones et al 2014,Klümper y Qaim 2014, Nicolia et al 2014, Reporte
Fundación Antama 2016, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a favor de los OGM 2016).
79
Para lograr lo anterior como se ha señalado, las plantas transgénicas de
primera generación que confieren resistencia a plagas de los dañinos
insectos, llevan un tipo de gene adicional un transgén, en su genoma
proveniente de la bacteria B. thuringiensis (que habita en el suelo), que
les confiere dicha resistencia. Este transgén codifica para una proteína
con capacidades bioinsecticidas (en la que reside el control biológico de
las plagas, no químico), que elimina específicamente insectos plaga
cuando éstos muerden a la planta, pero no elimina otros insectos que
existen en los campos, en beneficio de la biodiversidad, ni daña a otros
organismos como los humanos, que la puedan consumir, ni a la planta
misma que lo contiene. Además, al no ser mordidas las plantas
transgénicas por insectos plaga, su daño es menor y por ello las semillas
tienen menos micotoxinas, ya que están menos expuestas a los hongos
en los silos (Herrera Estrella et al 1983, Watson et al 1996, Bolívar et al
2007, Brookes y Barfoot 2012, 2014, Blanco et al 2014, Klümper y Qaim
2014, Nicolia et al 2014, Reporte Fundación Antama 2016 , NASEM 2016,
Declaración de Premios Nobel a favor de los OGM 2016).
80
Es importante reiterar, sustentado en cientos de publicaciones científicas y
técnicas generadas en centenas de laboratorios, que uno de los grandes
beneficios de estas plantas transgénicas es que ya no utilizan los dañinos,
contaminantes, envenenantes, algunos carcinogénicos insecticidas químicos,
como el malation, cuando se siembran, porque no requieren a estos
compuestos químicos para eliminar las terribles plagas de insectos, ya que se
insiste el control de las plagas de insectos en estas plantas es biológico, no
químico. Por ello su uso representa la estrategia más inteligente, responsable y
avanzada para la producción sustentable de alimento sano, inocuo, y libre de
insecticidas químicos, ya que como se ha señalado muchos de estos productos
químicos son muy dañinos a la salud humana y animal, son recalcitrantes y
contaminan el ambiente. Por todo lo anterior estas plantas transgénicas
producidas y consumidas ya en muchos países, libres de los envenenantes
insecticidas químicos, se están adoptando, porque como se señala y se
demuestra más adelante, son inocuas porque su consumo y uso no causa daño
a la salud ni al medio ambiente, ya que son muy parecidas a las plantas
parentales (Herrera Estrella et al 1983, Herman y Price 2013, Koutros et al 2013,
Solleiro y Castañon 2013, Ricroch 2013, Alavanja et al 2014, Blanco et al 2014,
Ricroch et al 2014, Clive 2015, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a favor
de los OGM 2016).
81
Por todos los importantes beneficios señalados y alcanzados
(demostrados en cientos de publicaciones científicas y técnicas) por las
plantas transgénicas resistentes a plagas de insectos, se reitera, son
indispensables, necesarias para la producción sustentable de alimento
sanos libres de los dañinos insecticidas químicos e insustituibles por las
variedades convencionales no transgénicas de las que se derivan, ya que
éstas, las variedades convencionales se siguen usando en muchos lugares
en México y con ellas los contaminantes insecticidas químicos para
eliminar todos los insectos, con daño a la salud y al medio ambiente. Los
insecticidas químicos (algunos carcinogénicos) son los verdaderamente
causantes del daño a la salud, al ambiente, no las plantas transgénicas,
como se ha señalado y veremos más adelante. Por eso señalamos la
urgencia, la necesidad y la pertinencia del uso responsable, sustentable
de plantas transgénicas sanas, libres de los dañinos insecticidas químicos.
En México se fumigaron con insecticidas químicos (en 2014) más de 10
millones de hectáreas para contender sólo con las plagas de insectos del
maíz (controlables por las plantas transgénicas actuales) y se usaron 3000
toneladas de los envenenantes insecticidas químicos, entre ellos el
malation, para contender sólo con la más importante plaga del maíz,
teniéndose ya los cultivares transgénicos. 82
Además y como se detalla en el capítulo V, las múltiples ventajas ya señaladas a
la salud y al ambiente, existen beneficios económicos para los agricultores que
están adoptando las plantas transgénicas, por dejar de comprar y fumigar con
los dañinos y contaminantes insecticidas químicos, ya que se reducen también
las perdidas, por ello indirectamente, una mejor productividad y gracias a lo
anterior una mejor calidad de vida. Otro efecto indirecto con beneficios para el
medio ambiente por el uso de los cultivares transgénicos, es que se reducen el
número de automotores en el campo y con ello se disminuye la emisión de
gases con efecto invernadero como el CO2. También es relevante señalar que las
patentes de muchas de estas plantas transgénicas resistentes a plagas de
insectos, están por vencer, ya que se empezaron a usar hace más de 20 años. Lo
anterior representa una oportunidad de poder usar algunas de éstas como
genéricos, como ocurrió con los medicamentos transgénicos ( Brookes y Barfoot
2012, 2014, Klümper y Qaim 2014, Clive 2015, NASEM 2016, Declaración de
Premios Nobel a favor de los OGM 2016).
83
Las plantas transgénicas que llamamos de segunda generación porque aparecieron después de las
resistentes a plagas de insectos, se desarrollaron para incorporar por ingeniería genética otro tipo
de característica importante mediante un gene -transgén- adicional al de resistencia a plagas de
insectos, la cual confiere tolerancia al herbicida químico glifosato. Los herbicidas se utilizan para
eliminar las plagas de malezas que crecen y compiten con los cultivos en el campo, reduciendo de
manera grave su productividad. El glifosato es un herbicida de baja toxicidad, comparado con
otros, se usa en Estados Unidos y Europa y debe utilizarse en las condiciones autorizadas por las
agencias, conforme se muestra en los capítulo, IV y VI. Su uso irresponsable y desinformado, su
abuso, puede generar daño (Herrera Estrella et al 1983, Watson et al 1996, Barfoot y Brookes 2012,
Klümper y Qaim 2014, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a favor de los OGM 2016, Kniss
2017).
Estos son los dos tipos de plantas transgénicas (resistentes a las plagas de insecto y tolerantes al
herbicida glifosato) para contender con plagas de insectos y las malezas, construidas por ingeniería
genética, para la producción sustentable de alimentos sanos, inocuos, libres de los dañinos
insecticidas químicos, que se analizan y se discuten en este libro, aunque se mencionan otro tipos
de cultivares como el arroz dorado, que lleva otros genes con propiedades diferentes, adicionales.
Se reitera, la agricultura, como actualmente se practica, es poco sustentable por la pérdida masiva
de biodiversidad y por el efecto inespecífico de la mayoría de los dañinos, envenenantes
insecticidas químicos que eliminan tanto plagas como insectos benéficos. Además, los insecticidas
químicos contaminan el medio ambiente, varios son recalcitrantes y causan daños a la salud
humana y animal. Por ello se requieren las plantas transgénicas de primera y segunda generación
para avanzar en la producción sustentable de alimento sano libre de los dañinos insecticidas
químicos. 84
Dos ejemplos de plantas transgénicas de tercera generación con propiedades
extraordinarias, para avanzar en la producción sustentable de alimento sano y
contender con la contaminación, particularmente por herbicidas, desarrolladas en
laboratorios mexicanos, en el CINVESTAV Irapuato, se detallan en el capítulo VIII.
Uno sobre vegetales transgénicos (desarrollado por Luis Herrera- Estrella, coautor de
este libro), utilizan fosfito como fertilizante; esta capacidad es extremadamente
valiosa, importante y revolucionaria porque las malezas (que hay que eliminar con
herbicidas) no crecen en fosfito, sino en fosfato, y por ello no habría que agregar
glifosato para contender con ellas (cuando se comercialice la tecnología). Además, la
reducción en el campo del uso de fosfatos como fertilizante, es también urgente y
necesario ya que su abuso ha ocasionado la contaminación de lagos y ríos, por
crecimiento descontrolado de muchos vegetales. Otro tipo de cultivar, es un maíz
transgénico que le confiere resistencia a ciertos factores abióticos del clima, como
heladas y calor (Lopez Arredondo y Herrera Estrella 2013, NASEM 2016, Xoconostle
2017).
Las plantas transgénicas que crecen en fosfito, NO pertenecen a compañías
transnacionales y representan una gran oportunidad para aprovecharlas y apoyar el
desarrollo de la agricultura nacional, máxime que vencen las patentes de varias
plantas transgénicas resistentes a plagas porque se empezaron a usar hace 20 años y
se podrían empezar a usar como genéricos, como el caso de los medicamentos.
85
Se reitera, consumimos y utilizamos a gran escala tras más de 20 años de uso, cientos
de millones de seres humanos incluyendo europeos y mexicanos, y miles de millones
de animales, las plantas transgénicas (resistentes a plagas de insectos, tolerantes al
glifosato, libres de los dañinos insecticidas químicos) y sus productos procesados que
se encuentran en los supermercados de muchos países, que no sólo no han
ocasionado daños a la salud humana o animal, al medio ambiente o a la biota, sino
que los beneficios son reales, innegables e importantísimos, por dejar de usar los
envenenantes insecticidas químicos en su producción, lo anterior sustentado en
cientos de publicaciones científicas y técnicas. En Estados Unidos donde más del 90%
del maíz, la soya y el algodón son transgénicos (resistentes a plagas de insectos y
tolerantes al glifosato), libres -porque no usan- los dañinos insecticidas químicos, que
son los verdaderos causantes del daño en México, no las plantas transgénicas. Es
importante destacar que la aprobación de toda planta transgénica como alimento
requiere de un protocolo de análisis conforme al Codex Alimentarium (de la OMS, y de
la FAO) para demostrar su inocuidad, como establecen las agencias sanitarias de
diferentes países, incluyendo México, y se detalla en los capítulo IV y VI donde
también se señala que estas agencias responsables de la seguridad alimentaria, de la
inocuidad, en diferentes lugares, han realizado más de 600 evaluaciones en las que se
utilizaron publicaciones en revistas científicas arbitradas con cientos de animales de
laboratorio alimentados con productos transgénicos siguiendo los protocolos de las
propias agencias, sin evidencia de daño y por ello estas agencias, no han retirado
ningún OGM de los que actualmente se comercializan, ni han modificado los límites
máximos de la concentración del herbicida glifosato que se usa responsablemente en
86
Estados Unidos y en Europa.
México importa desde hace 20 años, principalmente de Estados Unidos
anualmente 70% del maíz amarillo que es transgénico que se utiliza y
consume como parte de la demanda alimentaria, libre de insecticidas
químicos y por ello más sano. Si la nueva administración del licenciado
López Obrador decide cambiar la fuente de maíz de importación para
completar la demanda, le solicitaríamos atenta y respetuosamente
considerar importantemente el importar maíz transgénico de cualquier país
que lo produzca y se evite el uso como alimento en México de los maíces
convencionales cultivados con los dañinos, insecticidas químicos –entre
ellos el malation-. Formamos parte un planeta cada vez más pequeño,
totalmente interconectados, interdependientes, por las tecnologías
incluyendo el internet y el intercambio comercial en particular de alimentos
y no podremos aislarnos y menos de los organismos vivos incluyendo los
transgénicos y sus productos que no tienen fronteras, que importamos y se
producen, procesan y consumen en todo el planeta y se están adoptando
por sus importantes propiedades y beneficios. Hay que aprovecharlos
inteligentemente.
87
Los autores del libro lo hemos dicho y consumido desde hace 20 años cereales y otros
alimentos transgénicos provenientes de Estados Unidos, porque estamos convencidos por
toda la información presentada, sustentada en cientos de publicaciones científicas
producidas en centenas de laboratorios en el mundo, de que son más sanos, inocuos y por
ello no hay daño a nuestra salud. Estudios recientes publicados en el reporte NASEM 2016
(Figs 5.4 y 5.5) demuestran que no hay incremento significativo de ningún tipo de cáncer en
humanos en Estados Unidos por el consumo de plantas transgénicas (producidas por
ingeniería genética) y sus productos desde su aparición en el mercado en 1996, medido y
comparado desde 1975, en un periodo de 15 años de cultivares transgénicos. Cientos de
millones consumimos alimentos transgénicos que llevan dos genes adicionales (ADN)
naturales a los más de 20,000 que tienen las plantas convencionales. Las plantas utilizan el
compuesto químico fosfato, presente en los fertilizantes, para crecer. Sintetizan sus
moléculas biológicas ARN y ADN (genes y cromosomas) a partir del fosfato, compuesto que
incluye el fósforo, un elemento químico esencial para la vida. Los animales, incluyendo a los
humanos, perdimos la capacidad de aprovechar directamente el fosfato para sintetizar
nuestros genes y cromosomas. Así que, por ello, consumimos plantas para obtener de ellas
fósforo, elemento indispensable para la vida, que se requiere y se convierte en componente
originalmente de los genes y cromosomas de plantas, luego de animales. Al digerir las
plantas (u otros seres vivos) como alimentos, se degradan los componentes, entre ellos
genes y proteínas de los alimentos, que a su vez producen productos más pequeños que son
eventualmente absorbidas, llegan a la sangre y luego a las células del cuerpo donde se
pueden sintetizar las moléculas biológicas que nos componen, entre ellas proteínas y genes
que llevan el fosfato incorporado en sus genes. Este fosfato proviene originalmente de las
plantas.
88
Todos los animales incluyendo el humano que estamos hechos principalmente de
genes (ADN) y proteínas (también carbohidratos, lípidos y metabolitos pequeños)
consumimos genes y proteínas (también carbohidratos y otros metabolitos
celulares) en los alimentos convencionales como el maíz y también en los granos
transgénicos, constituidos ambos principalmente por genes y proteínas como parte
de nuestra dieta. Se insiste, después de digerirlos y absorberlos en el intestino, este
proceso nos permite reponer estos compuestos , incluyendo el fósforo proveniente
de las plantas convencionales o transgénicas, y sus componentes, genes y
proteínas, compuestos naturales integrantes de todos los seres vivos, esenciales
para la vida de los animales superiores incluyendo el humano. Es mejor consumir
genes y proteínas naturales transgénicos que los envenenantes insecticidas
químicos.
Las amplias y contundentes evidencias científicas (más de 2000 publicaciones
científicas presentadas en el libro, generadas por cientos de laboratorios en el
mundo) que sustentan la inocuidad, la ausencia de daño por el consumo de las
estas plantas transgénicas resistentes a plagas de insectos y tolerantes glifosato
usado responsablemente, se presentan a continuación en los capítulos IV, y VI que
se incluye en la tercera sección de esta presentación (Herrera Estrella et al 1983,
Watson et al 1996, LBOGM 2005, Bolívar et al 2007, 2011, EFSA 2012, Herman y
Price 2013, Solleiro y Castañon 2013, Koutros et al 2013, Ricroch 2013, Ricroch et al
2014, Blanco et al 2014, Alavanja et al 2014, Clive 2015, Panorama Alimentario
2015, Reporte Técnico Fundación Antama 2016, NASEM 2016, Declaración de un
grupo de Premios Nobel a favor de la biotecnología y las plantas transgénicas 2016).
89
Figura II.21. Diferentes plantas que se cultivan en variedades
transgénicas construidas por ingeniería genética (Clive 2015,
NASEM 2016).
91
FIGURE 5-4 Trends in cancer incidence in women in the United States, FIGURE 5-5 Trends in cancer incidence in men in the United States, 1975–2011.
1975–2011. SOURCE: NCI (2014).
SOURCE: NCI (2014). NOTE: Age-adjusted to the 2000 U.S. standard population and adjusted for delays
NOTE: Age-adjusted to the 2000 U.S. standard population and adjusted for in reporting. Dashed line at 1996 indicates year GE soybean and maize were first
delays in reporting. Dashed line at 1996 indicates year GE soybean and maize grown in the United States.
were first grown in the United States.
TERCERA PARTE
SEÑALAMIENTOS EN CONTRA DE LOS OGM
INCLUIDOS EN EL CAPÍTULO VI
Capítulo VI.
Publicaciones y consideraciones en contra de los organismos transgénicos
construidos por técnicas de ingeniería genética, por supuestos daños, y el abuso
y distorsión del Principio Precautorio.
Por razones de tiempo, en todos los párrafos sólo se leerán las letras oscuras y
las nuevas subrayadas con relación a la presentación del 22 de feb. Se dejan
las claras de apoyo y contexto. 95
Introducción. Se comentan y responden publicaciones, cuestionamientos y acciones en
contra del uso de los organismos transgénicos construidos por técnicas de ingeniería
genética, los cuales están basados en argumentos por supuestos daños, ninguno con
sustento científico relevante. Las publicaciones cuestionan la inocuidad, los métodos
de construcción de las plantas transgénicas desarrolladas por ingeniería genética, la
necesidad y pertinencia del uso en México por ser nuestro país centro de origen del
maíz, de cultivos transgénicos resistentes a las plagas de insectos y tolerantes al
glifosato, que son las plantas que se señalan y discuten en este libro. Además, que las
compañías transnacionales son dueñas de las semillas transgénicas (con lo cual
estamos de acuerdo y hay que contender con ello a través de desarrollar tecnología
mexicana que no pertenece a las transnacionales como la del doctor Luis Herrera, que
permite el dejar de usar el glifosato y que se presentó en la sección de Beneficios), y
que esto atenta contra la soberanía alimentaria. No se reconocen los propósitos ni los
beneficios y en particular dejar de usar los envenenantes, dañinos insecticidas
químicos, entre ellos el malation, con las plantas transgénicas resistentes a plagas de
insectos, que no los requieren. Se insiste, el propósito de los transgénicos construidos
por ingeniería genética, usando material genético natural, genes, de otros seres vivos,
que les confieren importantes características que residen en los genes de otro origen a
los que llamamos transgenes, se ha cumplido con gran éxito para la salud y el
ambiente.
97
Publicaciones y señalamientos en contra del consumo y uso de plantas transgénicas
(EFSA 2011, 2012a, Herman y Price, 2013, Ricroch 2013, Solleiro y Castañon 2013, Ricroch
et al 2014, Van Eenennaam y Young 2014, Nicolia et al 2014, Clive et al 2015, Reporte
técnico Fundación Antama 2016, NASEM 2016, Declaración de grupo de premios Nobel a
favor de la biotecnología y las plantas transgénicas 2016, Kniss 2017). 101
FIGURE 5-4 Trends in cancer incidence in women in the United States, FIGURE 5-5 Trends in cancer incidence in men in the United States, 1975–2011.
1975–2011. SOURCE: NCI (2014).
SOURCE: NCI (2014). NOTE: Age-adjusted to the 2000 U.S. standard population and adjusted for delays
NOTE: Age-adjusted to the 2000 U.S. standard population and adjusted for in reporting. Dashed line at 1996 indicates year GE soybean and maize were first
delays in reporting. Dashed line at 1996 indicates year GE soybean and maize grown in the United States.
were first grown in the United States.
La EFSA (nov. 2017), después de un amplio debate surgido por un reporte de la IARC,
decidió renovar por otros cinco años el permiso para el uso responsable en las
condiciones adecuadas, del glifosato en Europa para controlar las malezas. También
Canadá acaba de renovar el uso del glifosato, por ser uno de los herbicidas de menor
toxicidad.
Es necesario el uso responsable de herbicidas para controlar malezas que compiten por
nutrientes con los cultivares, si esto no se hace adecuadamente, se reduce
considerablemente la productividad y se pierden las cosechas. Por su baja toxicidad
comparado con la mayoría, el glifosato sigue utilizándose en Estados Unidos y en Europa y
debe aplicarse en las condiciones aprobadas por las agencias, que no han modificado los
límites máximos permitidos para el uso responsable del glifosato que debe incluir
además, buenas prácticas agrícolas para evitar la resistencia. 106
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM
Respuestas:
Los cultivares transgénicos se construyen usando genes, fragmentos todos ellos de ADN que
existen y funcionan en todos los seres vivos y por ello naturales, y métodos de ingeniería
genética, que utilizan, copian los mecanismos y procesos de la transferencia horizontal de ADN,
llamada transgénesis, que ocurren en la biota; por ello los transgénicos son completamente
naturales, inocuos y de bajo riesgo.
Las ventajas y beneficios de las plantas transgénicas por sus transgenes son muy importantes;
ya se han señalado y detallado en los capítulos ii , iv y v, y permiten además, un mayor acceso a
la poza de la diversidad genética. No se hubieran podido diseñar y construir antes sólo a partir
de cruzas convencionales sin la ingeniería genética, y las siguientes plantas transgénicas serán
construidas por CRISPR/Cas9.
108
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM y la caracterización y el estudio de
las plantas transgénicas
Desde el inicio de su producción, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, indicó que
no hay un problema per se por el método de construcción de las plantas transgénicas, que lo que
se analiza es el producto (NAS 1998, NASEM 2016)
Las plantas transgénicas construidas por ingeniería genética se han estudiado ya por tres décadas
y comercializado por más de 20 años.
Las plantas transgénicas (resistentes a las plagas de insectos, tolerantes al glifosato y libres de los
dañinos insecticidas químicos), han sido caracterizadas extensa, detallada y profundamente tanto
como alimentos y como organismos vivos, como se analizó previamente (en el capítulo IV),
incluyendo la utilización de las poderosas y finas ciencias ómicas.
Esto implica el uso y análisis de todos los datos (proteómicos, transcriptómicos y metabolómicos)
de las células vivas y compararlos entre ellos. Esta caracterización ha sido realizada por varios
grupos independientes y publicada en decenas de artículos. Los resultados fueron recopilados
analizados, y publicados por Ricroch en 2013 y Ricroch et al 2014. Por su pertinencia, se retoma la
información del de Ricroch 2013, para responder a este cuestionamiento:
“Nuevos métodos para medir la composición de alimentos a través de las ciencias ómicas
proporcionan valoraciones amplias, no específicas, de miles de moléculas de ARN, de proteínas y
compuestos de plantas. Cuando se utilizan estos métodos, las diferencias entre plantas
transgénicas y las convencionales son pequeñas en relación con las variaciones naturales en
variedades generadas de manera tradicional; son pues muy parecidas. No se detectaron cambios
inesperados por el transgén o transgenes”.
109
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM, la caracterización,
y los estudios sobre la inocuidad de las plantas transgénicas
Estos contundentes resultados contrastan con lo argumentado por los detractores de que
se iban a “encontrar diferencias importantes por la presencia del transgén”. Si se
hubieran presentado cambios o diferencias relevantes, estos se habrían detectado
indudablemente en este tipo de experimentos. Lo anterior, sustenta y demuestra que los
cultivares transgénicos construidos por ingeniería genética, son también naturales,
similares y equivalentes a los organismos de los que provienen y por ello, de bajo riesgo e
inocuos. La diferencia importante, precisa, específica, predecible y esperada entre ellos,
es el o los transgenes y las proteínas para las que codifican. Se reitera, cientos de
publicaciones sustentan la inocuidad de las plantas transgénicas y sus productos (Ricroch
2013, Ricroch et al 2014, Nicolia et al 2014, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a
favor de los OGM 2016).
111
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM, la caracterización, los
estudios sobre la inocuidad de las plantas transgénicas y la posibilidad de predecir qué
tipo de cultivos se construyen
Además, estos resultados demuestran que los científicos (los biólogos moleculares) sí
contamos con los conocimientos adecuados, profundos y suficientes sobre los genes, las
proteínas, los metabolitos a nivel molecular y el funcionamiento de la célula viva, que
permiten PREDECIR el tipo de planta transgénica que vamos a generar usando las
técnicas de ingeniería genética, con las características de las proteínas adecuadas,
codificadas en el transgén o transgenes correspondientes.
Por lo anterior, las técnicas de ingeniería genética, para construir las plantas transgénicas
no sólo no son obsoletas como señala Álvarez Buylla 2017b (Nota en la Jornada 13 dic
2017) sino avanzadas, PRECISAS, ESPECÍFICAS, y forman parte indispensable de los
componentes de una “AGRICULTURA DE ALTA PRECISIÓN” ya que permite PREDECIR el
tipo de planta a construir, con las características y ventajas deseadas en el transgén,
porque son inocuas y muy parecidas a las parentales (tienen solo dos genes adicionales) y
no utilizan los dañinos insecticidas químicos, como lo ha reconocido y señalado, el grupo
de actualmente (feb. 2019) 141 Premios Nobel a favor de la biotecnología y los cultivares
transgénicos en su reciente declaración (2016). Además en las plantas transgénicas
resistentes a las plagas de insectos, el control de este tipo de plagas es biológico, no
químico Álvarez Buylla 2017b, Herrera-Estrella et al 1983, Bolívar et al 2007, Ricroch 2013,
Ricroch et al 2014, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel 2016). 112
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM y el conocimiento del maíz
El maíz es uno de los organismos mejor conocidos, estudiado desde tiempos de Darwin, no
sólo recientemente a nivel molecular por ciencias ómicas, sino también se conoce su
genética y la expresión epigenética, donde se ha demostrado que existe variabilidad
epigenética en variedades comerciales no transgénicas por las diferencias en los
transposones, elementos que representan el 83% del ADN en el maíz. Debido a los
transposones que tienen la capacidad de reubicar su posición en el genoma, éste se
reorganiza con frecuencia sin daño a la especie, por lo que el genoma del maíz es muy
plástico, generándose así los granos de colores en las mazorcas y las llamadas variedades
intraespecie. Las plantas y granos resultantes, aún cuando tuvieron rearreglos importantes
en los genomas (y por ende en los metabolomas), para nosotros siguen siendo
“sustancialmente equivalentes” entre ellas, aunque se hayan generado diferencias de forma
natural. Preguntamos a los detractores: ¿también para ellos son equivalentes?
Las poblaciones de maíz contienden de manera diferente y natural con cargas epigenéticas
distintas y la presencia de uno o dos genes adicionales, uno o dos transgenes (que permiten
resistencia a plagas de insectos y tolerancia al glifosato) entre sus miles de genes dos
modificaciones precisas y específicas, se suma como se ha demostrado por ciencias ómicas
en decenas de plantas, a la carga genética, metabólica y epigenética de la planta, sin
evidencia de cambios importantes, sin evidencia de daño. Después de haber construido el
maíz transgénico, se pudiera perder -por el rearreglo del genoma- la función de un
transgén, o de algún elemento del transgén, en una planta proveniente de una parental
previamente caracterizada, que ya era y tenía equivalencia sustantiva (caracterizada por
113
ciencias ómicas, metabólicamente similares).
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM y el conocimiento del
maíz
Perder la función para la que codifica el transgén incorporado por ingeniería genética,
no implicaría daño ni para la especie ni para el individuo. Significa que los transgenes ,
modificaciones precisas y específicas, se comportan como parte de un genoma
plástico, como componentes naturales indistinguibles del resto del material genético
de la planta que se reorganiza con frecuencia por los transposones,
independientemente de los transgenes. Por ello, tampoco se tendría que perder la
“equivalencia sustantiva” en la nueva planta, que ya se tenía en la parental. El genoma
se insiste, es plástico, se rearregla cotidianamente y los transgenes también como
parte de él. El hecho de que haya cambios frecuentes importantes en el genoma (y por
ende en el metaboloma) en muchos granos que generan colores diferentes debido a
los transposones como parte del genoma, y que las plantas sigan siendo
“sustancialmente equivalentes”, implica que los posibles cambios que se generen
involucrando a los transgenes, son parte de este proceso natural que ocurre en el maíz
(y en otras plantas) y por ello los individuos resultantes siguen siendo equivalentes,
aún cuando se rearregle fuertemente el genoma como en el caso de los granos de
colores o puntualmente por la pérdida de un transgén. Cientos de publicaciones
sustentan la inocuidad de los OGM (Darwin 1876, Waddington 1942, 1956, 1957,
McClintock 1950, Martiensen 2001, Haig 2004, Morgante et al 2005, Ricroch 2013,
Eichten 2011, Eichten y Schmitz 2014). 114
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM, la caracterización, los
estudios sobre la inocuidad de las plantas transgénicas
En diciembre 2016 se publicó un reporte por Mesnage et al, del cual Séralini es
coautor, usando sólo UN maíz transgénico NK603, y señala que la transformación
genética en esta planta causa alteraciones que hacen dudar que la variedad
transgénica sea sustancialmente equivalente a la parental. Usando ciencias ómicas, se
reporta que los niveles de 117 proteínas y 91 metabolitos están alterados en la
variedad transgénica respecto a la parental. No se detectaron resultados inesperados.
Considerando que el maíz tiene un potencial para producir más de 75,000 proteínas
diferentes y miles de metabolitos, es realmente sorprendente que sólo 117 proteínas
(0.1%) y 91 metabolitos (0.2%) tengan un nivel ligeramente distinto respecto a su
progenitor convencional.
Este trabajo, más que alertar sobre cambios alarmantes en un producto transgénico,
debe considerarse como una evidencia adicional a las decenas de artículos científicos
sobre la caracterización de plantas transgénicas por ciencias ómicas, analizados en
metaánalisis por Ricroch en 2013 y Ricroch et al 2014, donde se demuestra semejanza
metabólica, sustancial y por ello la inocuidad. Se reitera, centenas de publicaciones
de laboratorios independientes, sustentan la inocuidad de los OGM.
115
Cuestionamientos sobre el método de construcción de los OGM, la caracterización, los
estudios sobre la inocuidad de las plantas transgénicas
Recordar que el trabajo de Séralini et al 2012, en el cual señala daño a las salud de
animales de laboratorio, por el consumo de organismos transgénicos producidos por
ingeniería genética, fue amplia y contundentemente descalificado por la comunidad
científica internacional y retractado de la revista original donde se publicó. La propia
EFSA lo señala como “un trabajo de calidad científica insuficiente…”. Luego, los
trabajos de Séralini y su grupo, no son de fiar, intentan engañar, a los científicos, a la
sociedad y a la opinión pública, distorsionando o falseando los resultados. Los
detractores señalan estos trabajos de Séralini et al como la evidencia que sustenta el
daño por consumo de los OGM, lo cual es falso (Álvarez Buylla 2015, 2017 a, b; Álvarez
Buylla et al 2013, 2017a, b; Séralini et al 2012, 2014 a, b y c; EFSA 2012 a, b; Druker
2015, Mesnage et al 2016, NASEM 2016).
Insistimos, no existe evidencia de daño por el consumo de los OGM producidos por
ingeniería genética, ya que los cultivares transgénicos (resistentes a plagas de insectos
y tolerantes al glifosato), son muy parecidos a los parentales, portando solo dos
modificaciones precisas, específicas y por ello no tendría por qué haber daño o
contaminación al ambiente. Cientos de animales de laboratorio han consumido
transgénicos, siguiendo protocolos de la EFSA, sin daño, sustentando la inocuidad
(Ricroch 2013, Ricroch et al 2014, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a favor
de los OGM 2016) . 116
Cuestionamientos sobre la modificación de los organismos vivos, el
método de construcción de los OGM, la caracterización y los
estudios sobre la inocuidad de las plantas transgénicas
Si los cuestionamientos fueran reales y tuvieran sustento lógico, la falta de
conocimiento sobre los sistemas vegetales sería tan peligrosa que el uso
de cualquier variedad convencional debería prohibirse, ya que todas
fueron creadas por la manipulación del hombre, lo que llevaría a un
colapso en la producción de alimentos.
Respuestas:
Blanco et al 2014, advierten que el problema de plagas de insectos en el
cultivo de maíz convencional en México (la siembra del maíz
transgénico está prohibida, desde el 2015), lo encabeza Spodoptera
frugiperda (ver figura VI.1), contra el cual se utilizan anualmente 3,000
toneladas de los dañinos insecticidas químicos convencionales. Le
siguen otros lepidópteros. En su conjunto se les aplican a estos insectos,
insecticidas de una a tres veces en cada ciclo de cultivo. Estos datos
confirman que en México se sigue contaminando el medio ambiente y
el campo con el uso de estos envenenantes insecticidas químicos,
además de que se afectan no sólo los insectos plaga, sino a muchos
organismos no blanco. 118
Figura VI.1. Blanco y colaboradores, 2014:“Maize pests in México and challenges for the adoption
of integrated pest management programs
Plagas de maíz en México y retos para la adopción de programas de manejo integral de control
de plagas. J. Integr. Pest Manag. 5(4): E1-E9.DOI:10.1603/IPM14006
Se insiste que muchos de los dañinos y envenenantes insecticidas químicos que se usan en el cultivo
del maíz en muchos lugares en México, como el malation, no son específicos, además del insecto
plaga matan a los insectos benéficos, dañan la salud y algunos son carcinogénicos (Alavanja et al
2014, Jones et al 2014). Por ello, es inmoral, injusto e irresponsable que estos productos que sí son
muy dañinos y los verdaderos causantes del cáncer no las plantas transgénicas, se sigan usando en
nuestro país, causando graves problemas a la salud y contaminando el ambiente, mientras que no se
permite el uso de una tecnología amigable con el ambiente y la salud, como son las plantas
transgénicas resistentes a plagas de insectos que llevan modificaciones precisas, específicas y en
ellas, el control de las plagas de insectos es biológico, no químico.
Esta es la razón fundamental, el gran y real beneficio, que sustenta el uso responsable de las plantas
transgénicas fabricadas por ingeniería genética, resistentes a plagas de insectos, además de controlar
este tipo de plagas para la producción sustentable de alimento sano, inocuo, libre de envenenantes
insecticidas químicos que los detractores supuestos defensores del medio ambiente, no reconocen.
Se insiste, cientos de publicaciones científicas y técnicas sustentan la inocuidad de los cultivares
OGM y sus productos (Brookes y Barfoot 2012, 2014, Klümper y Qaim 2014, NASEM 2016, Declaración
de un grupo de Premios Nobel 2016).
Se reitera, los cultivos transgénicos, incluyendo el maíz cuya siembra está prohibida en México por
supuestos daños, resistentes a las plagas de insectos, no requieren, no utilizan los dañinos
insecticidas químicos, ya que llevan sus propias defensas biológicas en sus transgenes que producen
proteínas contra las plagas de insectos. No hay daño reportado solo importantes beneficios por las
plantas transgénicas (resistentes a plagas de insectos y tolerantes a glifosato) o sus productos a
diferencia de los dañinos insecticidas químicos. 120
Figura VI.4.1. El malation es un
insecticida químico que se
Figura VI.4. Debe reducirse la aplicación y la produce y utiliza en México
exposición a los envenenantes, dañinos con los cultivares
insecticidas químicos, muchos de ellos convencionales para eliminar
carcinogénicos, en beneficio de la salud, en plagas de insectos. Hay
particular de la de los campesinos, del evidencia estadísticamente
medio ambiente y la biota. significativa de que su uso y la
aparición de cáncer están
asociados.
121
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México (y la contaminación y
daño por maíz transgénico)
d)“El maíz transgénico contamina, daña, los maíces nativos de los que México es centro de
origen. El uso de maíces transgénicos pone en riesgo a las variedades nativas y a sus
parientes. El flujo génico por los granos de polen de maíz transgénico y otros mecanismos,
dañarán los cultivos nativos.”
Respuesta:
Los señalamientos de que el maíz transgénico construido por ingeniería genética “contamina”,
pone en riesgo y daña los maíces nativos de los cuales México es centro de origen, no cuentan
con fundamento científico y buscan denostar a la bio-tecnología y a las plantas transgénicas,
una tecnología de alta precisión, señalada así por el grupo de 141 ( feb 2019 Premios Nobel.
De acuerdo con la definición del diccionario, se entiende que contaminación implica daño y no
hay daño reportado, sino solo presencia de maíz transgénico.
No existe evidencia científica publicada que indique que el maíz transgénico amarillo presente
en México -porque se importa y se consume desde hace 20 años para completar la demanda
alimentaria- “contamine”, ponga en riesgo o dañe las plantas convencionales ni tenga por qué
dañar las 60 variedades de maíces nativos y parientes silvestres que existen en el país.
Tampoco hay evidencia de daño por la coexistencia de maíces transgénicos con otras
variedades de híbridos convencionales, como se detalla más adelante. Se reitera, cientos de
publicaciones científicas y técnicas generadas en diferentes laboratorios sustentan la
inocuidad de los OGM. (Ricroch et al 2013, 2014, Solleiro y Castañon 2013, Panorama
122
Agroalimentario 2015, NASEM 2016).
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México (y la contaminación y daño por
maíz transgénico)
Se insiste, las plantas transgénicas (resistentes a las plagas de insectos, tolerantes al glifosato y libres de
los dañinos insecticidas químicos) que son una tecnología de alta precisión, definida así por el grupo de
141 Premios Nobel ( feb 2019) se han caracterizado por ciencias ómicas y son muy parecidas, molecular
y composicionalmente a las variedades convencionales, en sustento de la inocuidad, y por ello no
causan daño a la salud, ni deberían a las variedades convencionales, ni a las nativas, ni al ambiente por
su uso y siembra, sino beneficios por dejar de usar los dañinos insecticidas químicos (Herrera Estrella
1983, Alavanja et al 2013, Solleiro y Castañon 2013, Ricroch 2013, 2014, Nicolia et al 2014, NASEM 2016,
declaración de grupo de Premios Nobel 2016). Por la gran semejanza, debería haber menor
preocupación por la presencia reportada recientemente en México (Álvarez Buylla et al 2017 a, Gaceta
UNAM 18 sept 2017; Álvarez et al 2017b, Gaceta UNAM 30 nov 2017) ya que ¿cuál es la razón por la que
podrían dañarse, contaminar a las convencionales si tienen sólo uno o dos genes adicionales, y son muy
semejantes, y han sido detallada y profundamente caracterizadas, son sustancialmente equivalentes.
Sin embargo, los detractores siguen señalando que el maíz transgénico amarillo afecta, contamina los
granos nativos: Incontrolables los efectos de liberar transgénicos, según Álvarez Buylla, 2017b , La
Jornada 13 dic 2017; Álvarez Buylla et al 2017b, Gaceta UNAM 30 nov 2017). ¿Dónde está la evidencia
científica para sustentar lo anterior?, cuando reiteramos que los cultivares transgénicos (resistentes a
plagas de insectos y tolerantes al glifosato) y sus productos son muy parecidos a los parentales y que por
ello no hay razones para esperar daño, ni se reporta daño, se reporta presencia. En cambio, se insiste,
los insecticidas químicos que seguimos usando en muchos lugares en México sí son muy dañinos y las
plantas transgénicas no los usan. Se insiste, centenas de publicaciones de diferentes laboratorios
sustentan la inocuidad de los OGM (Alavanja et al 2014, Brookes y Barfoot 2012, Ricroch et al 2013,
2014, Klumpler y Qaim 2014, Blanco et al 2014, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a favor de
los OGM 2016). 123
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México y
la contaminación por flujo génico
Se insiste, las variedades nativas han coexistido durante años con cientos
de variedades de maíz, en particular con los llamados híbridos mejorados
convencionales. Actualmente se utilizan en México y en otros países, sin
daño reportado a las variedades nativas.
Se han desarrollado procedimientos para lograr que los cultivos que
crecen en la misma región puedan mantener sus características. Existen
trabajos para orientar proyectos de sustentabilidad del medio ambiente y
la biodiversidad mediante la utilización de métodos de cultivo tradicional.
Esta información y estrategias deben considerarse para preservar las
variedades nativas y propiciar la coexistencia con diferentes sistemas
productivos, incluyendo los transgénicos (Bellon et al 2011a, b; Brookes y
Barfoot 2012, Bellon 2014, Klümper y Qaim 2014, NASEM 2016, Declaración
de Premios Nobel a favor de los OGM 2016).
129
Cuestionamiento sobre la necesidad , la pertinencia de su uso en
México y posible coexistencia
Los maíces híbridos mejorados y las variedades nativas de maíz han coexistido
por más de medio siglo. Los parientes silvestres y las variedades convencionales
de maíz, que incluyen grandes cambios en sus genomas, han coexistido cientos
de años sin perder su identidad. Un ejemplo es el maíz palomero, cuyo genoma
es 22% más pequeño que la variedad comercial B73 y coexisten sin problemas.
Se reitera, cientos de publicaciones sustentan la inocuidad de las plantas
transgénicas (Brookes y Barfoot 2004, Vielle-Calzada et al 2009, Schnable et al
2009, Solleiro y Castañon 2013, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a
favor de los OGM 2016).
133
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México
Se reitera, no tendrían por qué perderse o dañarse la diversidad genética de las variedades nativas
por la coexistencia con el maíz transgénico (resistente a plagas de insecto, libre de los dañinos
insecticidas químicos y tolerante al glifosato) construido por ingeniería genética que llevan
modificaciones precisas, específicas con ventajas para la planta, ya que, se insiste, en otros países
no hay evidencia de daño, sino de presencia y coexistencia de maíz transgénico con las variedades
convencionales. La presencia no implica daño, ni contaminación; implica coexistencia. La razón, es
que este tipo de plantas transgénicas tienen solo dos genes adicionales, son muy parecidas
molecularmente a las parentales, caracterizadas por ciencias ómicas y no tendrían por qué causar
daño, sino coexistir (Vielle-Calzada et al 2009, Ricroch 2013, Solleiro y Castañon 2013, Ricroch et al
2014, Reporte técnico Fundación Antama, NASEM 2016, Declaración grupo de Premios Nobel 2016).
Lamentablemente, distintas acciones, en particular la demanda colectiva que pesa desde 2013, han
impedido en México la siembra experimental, piloto y comercial de maíz transgénico (resistente a
plagas de insectos, tolerante al glifosato y libre de los dañinos insecticidas químicos), argumentando
que México es centro de origen del maíz y presuntos daños. Anteriormente se habían autorizado
más de 200 permisos de siembra de este cultivar transgénico conforme a la página de la CIBIOGEM,
sin evidencia de daño. Cientos de publicaciones sustentan la inocuidad.
La COFEPRIS siguiendo los lineamientos del Codex Alimentarius (de la OMS y la FAO) ha
registrado un total de 80 autorizaciones de comercialización para eventos de maíz
transgénico construido por ingeniería genética (resistente a plagas de insecto y
tolerante al glifosato), y no ha retirado ningún alimento transgénico de los actualmente
autorizados para consumo humano y animal (164 eventos). Adicionalmente se han
autorizado siembras de alfalfa, trigo, limón, algodón y soya. En 2015, en la página de la
CIBIOGEM existían cerca de 600 autorizaciones para la siembra de diferentes cultivares.
Como lo hemos señalado y se comentó en el inciso b, y c, cuando este libro estaba en prensa, se
publicó una nota en la que se reporta que se ha detectado presencia de maíz transgénico amarillo
en México en diferentes entornos (Álvarez Buylla et al 2017a, Gaceta UNAM 18 de sep. 2017) y que
su presencia daña (Álvarez Buylla et al 2017b). La presencia no es de extrañar, es lógico, y no implica
daño, ya que el maíz transgénico con sus transgenes, modificaciones precisas e importantes, se
importan como acabamos de señalar, principalmente de Estados Unidos (donde el 90% del maíz es
transgénico libre de los dañinos insecticidas químicos, se utiliza en la fabricación de multitud de
alimentos, y se localiza en muchos lugares). Se insiste en la ausencia de daño por su consumo y que
no hay daño reportado, ni contaminación a los otros cultivares, sólo presencia, inocuidad y
ciertamente beneficios por dejar de usar los dañinos insecticidas químicos ya que el control de las
plagas de insectos en los cultivares transgénicos es biológico, no químico. Por ello, se incluyen en
esta presentación los señalamientos en los incisos a, b, c y d, que sustentan la inocuidad, la
ausencia de daño y de contaminación y la coexistencia en otros países.
Se reitera que las plantas transgénicas construidas por ingeniería genética (resistentes a plagas de
insectos, tolerantes al glifosato), son muy parecidas a las convencionales, caracterizadas por
ciencias ómicas y por ello no hay evidencia de daño reportado, solo presencia, como fue
respondido también en nota reciente: "Presencia de maíz transgénico de importación en México, 20
años de inocuidad para consumo humano y animal" (Bolívar, Herrera y López Munguía, Gaceta
UNAM, 6 nov 2017), en donde se reitera la ausencia de daño, la inocuidad de los OGM, soportado
en cientos de publicaciones científicas y técnicas (Brookes y Barfoot 2012, Alavanja et al 2013,
Ricroch 2013, Klümper y Qaim 2014, Ricroch et al 2014, Solleiro Castañon 2013, Panorama
Agroalimentario 2015, Clive 2015, NASEM 2016, Declaración de un grupo de Premios Nobel 2016).
136
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México
Gracias a la decisión de sembrar algodón transgénico construido por ingeniería genética, libre de
los dañinos insecticidas químicos, en México como en muchos otros países, se recuperó un
cultivo que es de gran importancia para la producción de textiles—una planta de la cual México
también es centro de origen-, lo cual es un gran logro para el país y los agricultores que lo
cultivan, que tienen importantes beneficios, no sólo a la salud, sino económicos por dejar de
comprar los insecticidas químicos.
Insistimos que ojala que el gobierno del licenciado López Obrador, reconsidere su decisión de
impedir la siembra y el uso de los plantas transgénicas y sus productos en México, ya que
cientos de publicaciones científicas y técnicas sustentan la inocuidad de los OGM.
137
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México
Los argumentos sin sustento científico por supuestos daños que consideran que el maíz
transgénico construido por ingeniería genética (resistentes a plagas de insectos, tolerantes al
glifosato y libre de los dañinos insecticidas químicos), no debe sembrarse en México, por
diferentes razones y entre otras, por ser nuestro país centro de origen, hacen muy difícil la
aceptación de los señalamientos científicamente sustentados de este libro acerca de que los
maíces transgénicos no causan, ni causarán daño a la salud, ni harán daño ni a las variedades
nativas ni a los cultivos convencionales que hoy se utilizan, que coexistirán, porque son muy
parecidas, caracterizadas por ciencias ómicas. Cientos de publicaciones en diferentes países
sustentan la inocuidad y la ausencia de daño de los cultivares transgénicos.
El planeta y el país pierden una gran oportunidad si los argumentos en contra y los mitos
permanecen, no se debaten, y persiste el dogma de que las plantas transgénicas, sus
transgenes (consideradas por un grupo de 141 Premios Nobel ( feb 2019) parte una
AGRICULTURA DE PRECISION ya que otorgan ventajas precisas y específicas como la
tolerancia al glifosato y resistencia a plagas de dañinos insectos) y sus pólenes causan daño a
las variedades convencionales y nativas por la posible incorporación de transgenes en las
mismas. Mientras tanto, el planeta, y México en particular, se siguen contaminando
peligrosamente por el uso de los dañinos insecticidas químicos –entre ellos el malation- en
particular para la salud algunos son carcinogénicos, ya que se siguen usando en muchos
lugares con los cultivares convencionales no transgénicos para eliminar las plagas de
insectos, a diferencia de las plantas transgénicas y sus productos que no los usan y no causan
daño (Brookes y Barfoot 2012, 2014; Ricroch 2013, Solleiro y Castañon 2013, Alavanja et al
2014, Blanco et al 2014, Jones et 2014, Ricroch et al 2014, Klümper y Qaim 2014, Clive 2014,
2015, NASEM 2016, Declaración de un grupo de Premios Nobel, 2016, Kniss 2017). 138
Cuestionamientos sobre la necesidad y pertinencia de su uso en México
No es la recomendación de este libro propiciar la sustitución de los cultivares de los cuales México es centro
de origen únicamente por cultivares transgénicos construidos por ingeniería genética (resistentes a plagas de
insectos, tolerantes al glifosato), sino señalar que hay que sumar experiencias, tecnologías, incluyendo la bio-
tecnología y sus importantes beneficios y conocimientos mexicanos, para contender con las grandes
demandas, injusticias y problemas que enfrentamos y que se agravarán, incluyendo la defensa del medio
ambiente y de la biota mexicana, entre ellas las plantas valiosas y las nativas que no se van a resolver solo
con el uso de los cultivares convencionales, sino que van a aumentar por el incremento en la demanda de
alimento producido por los cultivares convencionales, que utilizan los dañinos insecticidas químicos, que son
inespecíficos, entre ellos el malation para eliminar las plagas de insectos. El control de las plagas de insectos
en estos cultivares transgénicos es biológico, no químico.
((Lamentablemente, el abuso y distorsión del Principio Precautorio, sin evidencia de daño por los OGM y los
señalamientos de que los cultivares transgénicos y sus productos no son seguros, llevaron a la decisión legal de
impedir el cultivo de maíz transgénico. Estas acciones y señalamientos reducen la posibilidad de que los
importantes beneficios de las plantas transgénicas y sus productos incluyendo la inocuidad, sean aprovechados
por muchos y en particular, disminuyen las capacidades para producir alimento sano en México, de manera
sustentable, libre y sin los dañinos insecticidas químicos, agroquímicos que dañan la salud y contaminan,
máxime cuando parte del maíz que utilizamos es transgénico. El maíz importado de Estados Unidos está libre
de insecticidas químicos, es inocuo y no causa daño a la salud, lo consumen y utilizan cientos de millones de
seres humanos en muchos países. No hay daño reportado por las plantas transgénicas y sus productos; sólo
supuestos daños y sí amplios beneficios. Nuevamente preguntamos, ¿qué prefieren, granos transgénicos o
seguir fumigando con los dañinos insecticidas químicos? (LBOGM 2005, Brookes y Barfoot 2012, 2014, Ricroch
2013, Solleiro y Castañon 2013, Alavanja et al 2014, Blanco et al 2014, Jones et al 2014, Klümper y Qaim 2014,
Ricroch et al 2014, Clive 2015, Panorama Agroalimentario 2015, Reporte Fundación Antama 2016, NASEM
2016, Declaración de grupo de Premios Nobel 2016, Kniss 2017).))
139
f) No existen estudios económicos ni sociales sobre los beneficios de las plantas transgénicas, construidas por
ingeniería genética en países como México. Tampoco hay evidencia de que las plantas transgénicas hayan
incrementado la productividad.
Respuestas
En el capítulo V como hemos señalado en la presentación anterior (y en el capítulo II), se explican en detalle los
amplios e importantes beneficios de los cultivares transgénicos construidos por ingeniería genética (resistentes a
plagas de insectos y tolerantes al glifosato) y sus productos, donde el control de las plagas de insectos es biológico, no
químico, incluyendo los económicos por dejar de usar los dañinos insecticidas químicos en el campo, lo cual se ha
logrado ampliamente y sociales que muchos no aceptan. Cientos de publicaciones sustentan la inocuidad y los
beneficios de los transgénicos (Brookes y Barfoot 2012, 2014, Klümper y Qaim 2014).
Están diseñados para contender con las plagas de insectos y simultáneamente, reducir el uso de los dañinos y
envenenantes insecticidas químicos en el campo, logros alcanzados completamente en Estados Unidos. En México se
siguen usando los dañinos insecticidas químicos –entre ellos el malation- que se siguen causando graves problemas a
la salud y contaminando el medio ambiente, ya que la mayoría de los cultivares no son transgénicos y las plagas de
insectos se tienen que seguir eliminando en muchos lugares con estos dañinos productos químicos (Blanco et al 2014,
Jones et al 2014). También el uso responsable del glifosato, en estas plantas tolerantes a este herbicida, es un gran
beneficio para contender con las plagas de malezas. Se reitera, estos cultivares transgénicos no causan daño, son el
mayor beneficio, la mejor y mas inteligente estrategia para la producción sustentable de alimento sano, no
contaminado por los dañinos insecticidas químicos y libres de ellos. Un grupo de actualmente 141 ( feb 2019) señala a
las plantas transgénicas construidas por ingeniería genética, como parte de una “Agricultura de Precisión”, ya que las
modificaciones en este tipo de plantas, son precisas, especificas, avanzadas y con importantes beneficios.
Por estos amplios beneficios que no reconocen los detractores, se están adoptando en muchos países incluyendo
varios iberoamericanos y por ello es injusto bloquear su uso en México (Herrera-Estrella et al 1983, Solleiro y Castañon
2013, Alavanja et al 2014, Blanco et al 2014, Jones et al 2014, Reporte técnico Fundación Antama 2016, NASEM 2016,
Kniss , Declaración de grupo de Premios Nobel 2016, Kniss 2017).
140
Sobre los cuestionamientos de los beneficios de los cultivares transgénicos
Respuesta:
Estamos de acuerdo que el uso de monocultivos, incluyendo transgénicos construidos
por ingeniería genética, reduce la oportunidad de conservar la biodiversidad.
Cabe señalar sin embargo, que el 90% de variedades mejoradas y de híbridos
convencionales previas a la transgénicas, son manejados por las mismas empresas
que venden semillas transgénicas (resistentes a las plagas de insectos y tolerantes al
glifosato), así que si existe el riesgo de perder soberanía alimentaria, esto sucedió
hace más de 30 años cuando las multinacionales empezaron a dominar el mercado de
semillas convencionales en nuestro país. No es una situación que se haya generado
por el uso de semillas transgénicas ni implica solamente a las plantas transgénicas.
Un escenario que ilustra una oportunidad para el uso de ciertas variedades
transgénicas es que las patentes de varias semillas transgénicas que permiten
resistencia a varios insectos plaga, pertenecientes a compañías transnacionales, están
por vencer y esto puede aprovecharse en beneficio de los agricultores mexicanos
(Jacobson et al 2013, Solleiro y Castañon 2013, NASEM 2016).
142
Como se detalla en el capítulo VIII, tenemos una gran, extraordinaria
oportunidad con el uso de nuevas plantas transgénicas de tercera generación
construidas por ingeniería genéticas, desarrolladas en México, por Luis
Herrera Estrella y colaboradores en el CINVESTAV. Entre estas plantas se
encuentran variedades que son capaces de crecer en fosfito en vez de fosfato
como fertilizante. Las malezas que crecen conjuntamente con los cultivares
con fosfato como fertilizante ¡no crecen en fosfito! Lo anterior, implica que al
no crecer en fosfito ¡no se requerirá de los herbicidas para eliminarlas!
Es una gran, revolucionaria y avanzada contribución que una vez
comercializada esta tecnología, implicaría un nuevo paradigma que permitiría
disminuir el uso de herbicidas en el campo para el control de malezas. Esta
poderosa y extraordinaria tecnología desarrollada en México que no
pertenece a las compañías transnacionales, ayudará por un lado a contender
con el hecho y reclamo de que las semillas transgénicas pertenezcan a pocas
compañías todas ellas transnacionales y muy importantemente a reducir
sustancialmente el uso de herbicidas químicos en el campo, en beneficio de
la salud y la sustentabilidad del planeta; son razones adicionales muy
importantes para apoyar el desarrollo de los cultivares transgénicos en
México (Jacobson et al 2013, López Arredondo y Herrera-Estrella 2013, Solleiro
y Castañon 2013, Brookes y Barfoot 2014, Klümper y Qaim 2014, Clive 2015,
NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel a favor de los OGM 2016). 143
h) “El uso oligopólico de pocas semillas transgénicas, propiedad de empresas
transnacionales, podría ocasionar una emergencia por la aparición de plagas de insectos
difíciles de controlar en ausencia de variedades nativas de las que se pueda obtener
resistencia a ciertas plagas.”
Respuesta:
La resistencia de plantas a plagas de insectos, mediada por insecticidas biológicos o
químicos, es un fenómeno natural que ha ocurrido a lo largo de los tiempos y que seguirá
ocurriendo. Las plantas tienen la capacidad de generar cambios en su ADN que les otorga
resistencia a insecticidas químicos y biológicos.
Las plantas transgénicas construidas por ingeniería genética, tienen genes provenientes
de la bacteria B. thuringiensis que les confiere ventajas precisas e importantes como la
resistencia a ciertos insectos plaga, y por ello el control de plagas de insectos en este tipo
de plantas resistentes a los insectos plaga, es biológico, no químico. Una amplia variedad
de genes provenientes de esta bacteria les proporcionan resistencia contra un insecto
plaga específico. Existe una gama bien caracterizada de genes bacterianos aislados en
México (y de otros lugares) que se utilizan para desarrollar nuevas variedades de plantas
transgénicas y enfrentar así la resistencia a diferentes insectos plaga. Se reitera, centenas
de publicaciones sustentan la inocuidad y la ausencia de daño de los cultivares
transgénicos (Ibarra et al 2003, Bolívar et al 2007, Jacobson et al 2013, Solleiro y Castañon
2013, Blanco et al 2014, Declaración de un grupo de Premios Nobel 2016, NASEM 2016).
144
Principales acciones en contra de los cultivos transgénicos en México.
Las acciones, principalmente los amparos y demandas ante el Poder Judicial ya señalados, por
supuestos daños de los cultivares transgénicos construidos por ingeniería genética (resistentes a
las plagas de insectos , tolerantes al glifosato), y sus productos incluyendo al glifosato, que se
usa responsablemente en Estados Unidos para eliminar malezas, no tienen sustento científico
relevante. Muchos señalamientos al respecto son parciales, falsos.
A nuestro juicio muchas de estas acciones son injustas e inmorales, porque impiden el uso de
plantas transgénicas (resistentes a las plagas de insectos, tolerantes al glifosato y libres de los
envenenantes insecticidas químicos), una tecnología más precisa, con ventajas claras para las
plantas transgénicas, limpia, libre de los dañinos insecticidas químicos, menos contaminante,
para la producción sustentable de alimento sano que no llevan, no usan los dañinos insecticidas
químicos, a diferencia de los cultivos tradicionales no transgénicos, que sí siguen usando en
muchos lugares en México estos dañinos compuestos –entre ellos el malation- para eliminar las
plagas de insectos.
Por ello, nosotros y otros demandamos el uso de las plantas transgénicas resistentes a las plagas
de insectos, para reducir el uso de los dañinos y contaminantes insecticidas químicos. Se reitera,
cientos de publicaciones sustentan la ausencia de daño y los beneficios de los transgénicos.
Otras acciones en contra se encuentran a nivel del Poder Legislativo. Existen iniciativas en el
Congreso de la Unión para modificar la LBOGM y su Reglamento. El propósito es hacer todavía
más restrictivo, más complicado el desarrollo nacional y el uso de los organismos transgénicos.
Esperamos que el nuevo gobierno del licenciado López Obrador abra espacios para discutir los
beneficios reales de los organismos transgénicos y las iniciativas de Ley para regular su uso y
145
que no se prohíban, sin discutirlos.
También hay que considerar las acciones de algunas ONG, en especial
Greenpeace. Ésta, junto a otras y a grupos como los integrantes de la UCCS
“Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad”, ya mencionada, han
demandado en diferentes espacios la cancelación de los transgénicos por
supuestos daños, lo cual es prácticamente imposible ya que consumimos e
importamos maíz transgénico (resistente a plagas de insectos y tolerante al
glifosato), desde hace más de 20 años y lo seguiremos haciendo. Los
cuestionamientos son los mismos. Se recuerda que, la declaración firmada en
marzo por 126 (en febrero de 2019 por 141) Premios Nobel a favor de las
plantas transgénicas y la biotecnología está dirigida a los gobiernos y también a
Greenpeace por ser las importantes ventajas de las plantas transgénicas parte
de una Agricultura de Precisión. Así, resulta innegable la miopía y la visión
limitada, sospechosa y obsoleta de esta ONG, de los grupos señalados –
supuestos defensores del medio ambiente- y de algunos gobernantes, ante la
contundente evidencia científica, de los importantes beneficios de las plantas
transgénicas construidas por ingeniería genética para avanzar en la producción
sustentable de alimento sano, hacia un planeta más sustentable, menos
contaminado y con plantas sanas libres de los dañinos insecticidas químicos, y
eventualmente sin herbicidas químicos.
146
Por todo lo anterior subsisten visiones limitadas y basadas en argumentos
parciales, en muchos casos falsos, en contra de los transgénicos producidos por
ingeniería genética. Son utilizadas por ONG, grupos e individuos para seguir
satanizando y denostando a los transgénicos, buscando bloquear a los OGM y
confundir, engañando a la opinión pública. Es injusto e inmoral que existiendo
amplios y probados beneficios de los cultivos transgénicos resistentes a plagas de
insectos, tolerantes al glifosato y libres de los dañinos insecticidas químicos,
incluyendo ausencia de daño a la salud, al medio ambiente y a la biodiversidad, los
campesinos y los agricultores de México no tengan la oportunidad de usar cultivos
transgénicos debido a los amparos interpuestos y a la decisión del nuevo gobierno
de prohibir el uso de los transgénicos, oportunidad que sí tienen los agricultores de
muchos otros países. Reiteramos también que es injusto e inmoral seguir utilizando
en muchos lugares de nuestro país los dañinos insecticidas químicos -entre ellos el
malation- con cultivos tradicionales no transgénicos, para eliminar a los insectos
plaga en México, con sus graves problemas y daños, en particular para la salud,
cuando se tienen las plantas transgénicas y sus productos, como una alternativa
mucho más sana, sobre las cuales no hay evidencia de daño por su consumo o uso,
sólo supuestos daños. Cientos de publicaciones sustentan la ausencia de daño y los
beneficios.
a) los supuestos daños por el consumo de las plantas transgénicas, incluyendo el uso de
glifosato para eliminar las malezas; b) los métodos para la construcción de los OGM que usan
ingeniería genética y los daños esperados por manipular las plantas con transgenes; c) la
pertinencia en México de las variedades de las plantas transgénicas resistentes a plagas de
insectos; d) la siembra de cultivos transgénicos, en particular el maíz en México y su daño y
contaminación a las variedades nativas; e) los cuestionamientos a la coexistencia del maíz
transgénico y en particular en México; f) la ausencia de beneficios de las plantas transgénicas;
g) la propiedad de las semillas por las compañías transnacionales; h) el uso oligopólico que
propicia resistencia a insecticidas biológicos.
Se incluyen las referencias científicas y técnicas que sustentan las respuestas. Se insiste,
cientos de publicaciones científicas y técnicas producidas en centenas de laboratorios
sustentan la ausencia de daño de los OGM y sus importantes beneficios.
Al final se incluyen las principales acciones en contra de los transgénicos en México y luego las
conclusiones.
Al no contar con tiempo suficiente, pasaremos directo a las Conclusiones y recomendaciones
hojas 177 a 212 de este capítulo VI, conforme a la versión del 22 de febrero y luego del 18 de
octubre 2018. Si hubiera preguntas o aclaraciones al final, se puede regresar a estas páginas
previas para precisar y ampliar.
149
Conclusiones, señalamientos, recomendaciones y solicitudes, con relación a las publicaciones y
consideraciones por diferentes supuestos daños de los OGM, presentados en este capítulo VI.
Se insiste, no hay evidencia científica relevante de daño documentado a la salud, al medio ambiente y a
la biodiversidad por el consumo y el uso de estos cultivares transgénicos y sus productos, a diferencia de
los dañinos insecticidas químicos que sí lo causan y que ya no utilizan, no requieren, las plantas
transgénicas resistentes a las plagas de insectos. Estudios recientes en el reporte NASEM 2016 (figs. 5.4 y
5.5), demuestran contundentemente que no existe incremento de ningún tipo de cáncer en humanos en
Estados Unidos principal productor de transgénicos, por el consumo de plantas transgénicas y sus
productos desde su comercialización en 1996, medido y comparado desde 1975, en un periodo de 15
años de cultivares transgénicos. Se reitera, centenas de publicaciones científicas y técnicas sustentan la
inocuidad y los beneficios de los OGM.
El artículo de Séralini et al 2012, que reporta daño a ratones alimentados con UN solo tipo de maíz
transgénico cultivado con glifosato, ha sido amplia y completamente descalificado por la comunidad
científica a nivel internacional como se señala en el capítulo IV, hoja 108, y capítulo VI, sección a) de
inocuidad hoja 127. Se incluyen a continuación los señalamientos de esta descalificada, patética
publicación. 150
Las publicaciones de Séralini et al de 2012 y 2014, de hecho UN SOLO
ARTÍCULO republicado, que reporta daño a la salud en animales de
laboratorio por consumir UN MAÍZ TRANSGÉNICO (NK 230), tratado con
glifosato y que hemos comentado (y presentadas en capítulos IV y VI), en
los cuales los detractores sustentan el daño por consumo de maíz
transgénico, ha sido amplia y contundentemente analizada y descalificada
a nivel mundial con decenas de reportes y señalamientos en contra del
artículo. La EFSA (European Food Safety Authority ) señala “que no se
pueden sacar conclusiones sobre las diferencias en la incidencia de los
tumores entre los grupos de estudio basándose solamente en el diseño, el
análisis de los datos reportados…" y lo califica como “un artículo de
calidad científica insuficiente.” No siguieron los protocolos de la propia
EFSA, no usaron los controles adecuados, muchas de las conclusiones no
se pueden deducir de los datos reportados; los autores tratan de engañar
y confundir. Las amplias y contundentes descalificaciones motivaron en
2014, que el editor de la revista donde se había publicado originalmente el
artículo, lo retractara (ver fig. IV.5 a continuación). Sin hacer ningún
cambio de los muchos propuestos, Séralini et al re-publicaron el mismo
artículo en 2014. En ciencia, en particular en biología molecular, los
resultados que publicas para realmente validarse, tienen que ser
reproducidos por alguien más; es parte de la cultura y la tradición
científica. Los resultados de un solo artículo de Séralini con daños a la Figura IV.5. Carátula del aviso de retractación en
salud no han sido validados por nadie más. Al revés, cientos de artículos 2014, por parte del editor de la revista Food and
señalan la ausencia de daño por el consumo de alimentos transgénicos por Chemical Toxicology, respecto a la publicación del
centenas de animales de laboratorio descalifican el artículo de Seralini, y artículo de Séralini y colaboradores, 2012:
que con ello para nosotros y para muchos, es falso. Existe una ofensiva en (“Long term toxicity of a Roundup herbicide and a
Roundup-tolerant genetically modified maize’
contra de la ciencia por radicales y dogmáticos. Rechazan la evolución de
[Food Chem. Toxicol. 50 (2012), 4221–4231]”. Este
las especies, el cambio climático, las vacunas y también los OGM sin
aviso fue publicado en Food and Chemical
evidencia científica. Pedimos a los detractores no seguir avalando la farsa Toxicology 63, 244, en el año 2014).
de Séralini porque buscan confundir de manera irresponsable a la
sociedad (Álvarez Buylla 2017 a y b, La Jornada 13 dic, 2017, Álvarez Buylla
et al 2017a Gaceta UNAM, 18 de sep 2017; Álvarez Buylla et al 2017b
Gaceta UNAM nov 30 2017; EFSA 2011, EFSA 2012a, b; Ricroch et al 2014, 151
Séralini et al 2012, 2014). Se incluyen estas consideraciones de página 89.
CIENTOS (más de 2,000 publicaciones) de artículos científicos, varios reportes de Academias de
Ciencias de diferentes países, organizaciones mundiales (como la OMS), reportes y evaluaciones de
las autoridades y agencias responsables de la seguridad, de la inocuidad alimentarias de algunos
países EFSA y FDA, declaraciones de grupos de premios Nobel (la más reciente de febrero 2019
firmada por 141), sustentan ampliamente la inocuidad y la ausencia de daño de los OGM. Entre
ellos, centenas de artículos muestran la ausencia de daño en cientos de animales de laboratorio
alimentados con plantas transgénicas construidas por ingeniería genética (resistentes a plagas de
insectos, tolerantes al glifosato y libres de los dañinos, envenenantes insecticidas químicos –entre
ellos el malation-) cultivadas con glifosato para controlar las plagas de malezas, durante periodos
largos, transgeneracionalmente, conforme a los protocolos de la EFSA. En los capítulos II, III, IV, V y
VI, se presentan y detallan estas publicaciones muchas reportadas en metaanálisis, para sustentar
con amplia evidencia científica la inocuidad y los grandes, importantes y reales beneficios de los
OGM, publicaciones que los detractores no reconocen, ni aceptan, porque no entienden el
funcionamiento a nivel molecular de la célula viva. Recomendamos que las lean para informarse y
actualizarse, para que dejen de engañar y mentir (OMS, 2006 , EFSA 2011, 2012a,b, 2014, Herman
y Price 2013, Ricroch 2013, Nicolia et al 2014, Ricroch et al 2014, Van Eenennaam y Young 2014,
Reporte Técnico Fundación Antama 2016, NASEM 2016, Declaración de un grupo de Premios Nobel
a favor de la biotecnología y las plantas transgénicas construidas por ingeniería genética 2016).
Destaca el metaanálisis de Ricroch et al 2014 (hoja 127), que revisa 44 artículos arbitrados que
fueron revisados de manera independiente de los autores por la EFSA, la cual publicó 60 opiniones
científicas adicionales, evaluando y avalando la ausencia de daño por consumo de los transgénicos
y sus productos, contestando así y demostrando la falsedad del señalamiento de los detractores
de que los autores de estos 44 artículos y en general los autores de las publicaciones a favor de los
OGM, estamos vendidos a las transnacionales.
152
Otro importante metaanálisis de Ricroch 2013 (hoja 110), incluye la caracterización fina y
detallada por ciencias ómicas de decenas de trabajos de alimentación de animales de
laboratorio con cultivares transgénicos construidos por ingeniería genética (resistentes a
plagas de insectos y tolerantes al glifosato) y sus productos. Los resultados señalan que no
existen cambios importantes en los componentes de las plantas transgénicas (RNAs,
proteínas, metabolitos), cuando se comparan caso a caso con las plantas parentales
convencionales y que, por ello, son organismos vivos molecular y sustancialmente
equivalentes. Además, tampoco se detectaron cambios inesperados en las plantas
transgénicas comparadas con los cultivos parentales. Las plantas transgénicas construidas por
ingeniería genética, producen la proteína para la cual codifica el transgén, sin resultados
inesperados. Si hubiera habido un cambio importante (genético, epigenético, metabólico) se
hubiera detectado mediante ciencias ómicas. Estos resultados responden, por un lado, el
señalamiento de Álvarez 2017c, que se contesta en detalle en el inciso b) las hojas 130-140,
sobre los métodos de construcción de los OGM, señalando que las plantas transgénicas
construidas por ingeniería genética, generarán problemas. Los resultados indican
contundentemente que los científicos/biólogos moleculares a diferencia de los ecólogos, sí
conocemos lo suficiente en particular a nivel molecular, sobre los complejos organismos
vivos, incluyendo las plantas, sus metabolismos, genomas, proteomas y metabolomas, que
nos permite PREDECIR con precisión, con detalle, el tipo de cultivo a construir usando genes
específicos que proporcionan ventajas importantes, como la resistencia a las plagas de
insectos usando la ingeniería genética, siguiendo el ejemplo en la naturaleza de la
transferencia horizontal de ADN, -la transgénesis- y que esta técnica ciertamente no es
obsoleta, como lo señala Elena Álvarez, sino avanzada, parte de una “Agricultura de Precisión”
como lo afirman el grupo (originalmente 123) hoy 141 (febrero 2019) Premios Nobel.
153
Además y muy importantemente, LA SIMILITUD REPORTADA por ciencias
ómicas ENTRE LAS PLANTAS transgénicas y las parentales convencionales, y
la ausencia de cambios inesperados, SUSTENTAN TAMBIÉN LA INOCUIDAD,
la ausencia de daño y la falta de la contaminación, ya que ¿por qué tendrían
que causar daño, si las plantas son tan parecidas, molecular, metabólica,
composicional, si son sustancialmente equivalentes? Cientos de
publicaciones sustentan la inocuidad de los OGM (Snell et al 2014, Ricroch
2013, Herman y Price 2013, Nicolia et al 2014, Ricroch et al 2014, NASEM
2016, Declaración de Premios Nobel a favor de los OGM 2016).
En soporte y abono de la inocuidad de los OGM construidos por ingeniería genética, es importante señalar
que el camote es un organismo, un vegetal, naturalmente transgénico que lleva como parte de su genoma,
genes de la bacteria Agrobacterium que proporcionan ventajas y que hemos consumido por miles de años
sin daño. Lo que hacemos los biotecnólogos, los biólogos moleculares en la construcción de los
transgénicos, es imitar, precisar y acelerar los procesos naturales de transferencia horizontal de ADN –la
transgénesis- como lo ocurrido en el camote.
155
Se muestran los estudios del reporte de NASEM 2016, que indican que no ha habido incremento de ningún
tipo de cáncer en humanos en Estados Unidos, por el consumo de plantas transgénicas desde su
comercialización en 1996, medido y comparado desde 1975, en un periodo de 15 años de cultivares
transgénicos construidos por ingeniería genética.
FIGURE 5-4 Trends in cancer incidence in women in the United States, FIGURE 5-5 Trends in cancer incidence in men in the United States, 1975–2011.
1975–2011. SOURCE: NCI (2014).
SOURCE: NCI (2014). NOTE: Age-adjusted to the 2000 U.S. standard population and adjusted for delays
NOTE: Age-adjusted to the 2000 U.S. standard population and adjusted for in reporting. Dashed line at 1996 indicates year GE soybean and maize were first
delays in reporting. Dashed line at 1996 indicates year GE soybean and maize grown in the United States.
were first grown in the United States.
Todo lo anterior, incluyendo lo presentado en los capítulos IV y VI, sustenta contundentemente que
estos cultivares transgénicos, resistentes a plagas de insectos y tolerantes al herbicida glifosato para
controlar plagas de malezas, y los productos de estas plantas, se reitera, son inocuos a la salud y no
tendrían tampoco por qué causar daño o contaminar a las plantas nativas ni a las convencionales de las
que derivan, ya que son muy parecidas entre sí, como se detalla en las respuestas a los
cuestionamientos a), b), d) y e) hojas 127, 130, 134, 145. (Ricroch 2013, Ricroch et al 2014, Nicolia et al
2014, Van Eenennaam y Young 2014, Clive 2015, Panorama Agroalimentario Maíz, 2015, NASEM 2016).
156
En soporte de la INOCUIDAD de los OGM construidos por las técnicas de la
ingeniería genética, las agencias responsables de la seguridad alimentaria, de
la inocuidad en el mundo (entre ellas la FDA y EFSA) que han realizado más
de 600 evaluaciones sobre la inocuidad de los alimentos transgénicos, usando
las publicaciones en donde se reportan cientos de animales de laboratorio
alimentados con cultivares transgénicos muchos crecidos con glifosato, no
han retirado ninguno de los productos transgénicos que actualmente se
comercializan porque se han seguido los PROTOCOLOS de las propias
agencias, aunque algunos se han cuestionado, no ha habido cambio en las
decisiones de las agencias. Tampoco han modificado los limites máximos de
las concentraciones del glifosato que se utiliza en Estados Unidos y en
Europa, para controlar responsablemente las dañinas plagas de malezas. El
uso del herbicida debe hacerse de manera responsable, informada, conforme
a los lineamientos, porque su abuso, uso irresponsable (incrementando
frecuencias y/o concentraciones), puede causar daño a la salud y contaminar
el ambiente.
157
En Estados Unidos como se comenta en detalle la contestación al cuestionamiento
del uso del glifosato en la hoja 129, en un reciente reporte de Kniss 2017 se señala
que en los últimos años el glifosato, que es un herbicida de baja toxicidad
comparado con otros, contribuyó con sólo el 0.1 % en maíz, 0.3% en soya y 3.5 %
en algodón de los casos de toxicidad encontrados en estos cultivos. Por ello no se
ha incrementado la frecuencia de ningún tipo de cáncer en Estados Unidos por el
uso de los OGM. La EFSA después de una amplia discusión en Europa, acaba de
renovar por cinco años en nov de 2017, el permiso al uso responsable del glifosato,
para controlar las malezas. También Canadá acaba de renovar el permiso para el
uso responsable del glifosato. Si no se usa el glifosato para controlar las dañinas
plagas de malezas, se reduce importantemente la productividad y se pierden las
cosechas. Los agricultores usan el glifosato desde hace más de 50 años antes de los
transgénicos y por ende no es un producto transgénico y no pertenece a las
transnacionales, para evitar "desquelitar" (eliminar las malezas con las manos). Se
insiste, Estados Unidos y Europa siguen utilizando responsablemente este
herbicida porque es necesario. En México, como hemos señalado, tenemos una
gran oportunidad biotecnológica en beneficio de la salud y del ambiente que se
reitera más adelante, para dejar de usar los herbicidas químicos, mediante el uso
de plantas transgénicas construidas por ingeniería genética, que crecen en fosfito
en vez de fosfato, que no requieren los herbicidas porque las malezas no crecen en
fosfito. (EFSA 2011, 2012a y b, 2014, Brookes y Barfoot 2014, López Arredondo y
Herrera Estrella, 2014, Klümper y Qaim 2014, Clive 2015, NASEM 2016, Declaración
de Premios Nobel a favor de los OGM 2016, Kniss 2017). 158
El maíz transgénico amarillo que se importa en México construido por ingeniería genética
(resistente a las plagas de insectos, tolerante al glifosato y libre de los dañinos insecticidas
químicos), conforme a las normas dictadas por la COFEPRIS y las de la OMS, la FAO y el
Codex Alimentarius, desde hace mas de 20 años para completar la demanda por
alimentos, proviene principalmente de Estados Unidos, donde más del 90% de sus
cultivares importantes (maíz, soya y algodón) son transgénicos y se producen sin
insecticidas químicos -muchos de éstos contaminantes, insistimos, dañinos a la salud y
algunos carcinogénicos- en apoyo también de la inocuidad de los cultivares transgénicos.
Se insiste, cientos de publicaciones sustentan la inocuidad de los OGM y el control de las
plagas de insectos en este tipo de cultivares es biológico, no químico. Reside en los genes
naturales- transgenes – provenientes de la bacteria B. thuringiensis. Las plagas de insectos
ya no son eliminadas con insecticidas químicos. En los campos en Estados Unidos, se ha
incrementado la presencia de los insectos no plagas incluyendo los benéficos, ya que no
se usan los insecticidas químicos que son inespecíficos, eliminan todos los insectos y
dañan la salud humana y animal. Además, reiteramos, en ese país, se usa
responsablemente el glifosato para controlar las malezas. Por ello, nosotros lo hemos
dicho y hecho reiteradamente, consumimos desde hace muchos años alimentos
transgénicos provenientes de Estados Unidos y los recomendamos porque son más sanos,
inocuos, libres de los dañinos, envenenantes insecticidas químicos. Resulta más
inteligente y responsable para nuestra salud, tenemos el conocimiento, la experiencia y
las evidencias, Y NO NOS PAGAN LAS TRANSNACIONALES (Marvier 2007, Alavanja et al
2014, Blanco et al 2014, Brookes y Barfoot 2014, Klümper y Qaim 2014, Clive 2015,
Panorama Agroalimentario. Maíz, 2015, NASEM, 2016, Kniss 2017, Dively et al 2018). 159
Por ello, la PRESENCIA de este tipo de maíz transgénico se detecta en muchos
países que lo consumen y lo incorporan en procesos de producción de
alimentos, incluyendo México, donde se ha localizado en varios entornos.
México importó 12 millones de toneladas de maíz transgénico en 2017. Se
reitera, como se señala en la respuesta a los cuestionamientos d) y e) en las
hojas 149 y 154, la presencia de este tipo de maíz transgénico construido por
ingeniería genética (resistente a las plagas de insectos, tolerante al glifosato,
libre de insecticidas químicos), que importamos, no implica daño ni
contaminación. A nuestro juicio significa inocuidad, coexistencia, como se ha
detectado en muchos países, incluyendo nueve iberoamericanos, ya que se
insiste, las plantas transgénicas son muy parecidas molecular, composicional y
sustantivamente a las parentales convencionales, no hay diferencias
inesperadas, llevan uno o dos genes adicionales a los miles que integran su
genoma, y por ello deberían coexistir sin daño. ¿Dónde está la reiterada
evidencia de daño, de contaminación que señalan los detractores por la
PRESENCIA de maíz transgénico amarillo? No existe ni la habrá, ya que las
plantas transgénicas y las convencionales son muy parecidas y coexistirán
como en otros países. Cientos de publicaciones sustentan la inocuidad; véase a
continuación fig. VI.2.
160
Además la posible transferencia por cualquier mecanismo de
estos transgenes ampliamente estudiados y evaluados que
confieren resistencia a plagas de insectos y tolerancia al
glifosato, no generarán daños, sino posibles ventajas a las
plantas receptoras (resistencia a plagas de insectos y tolerancia
al glifosato) ya que los genes (fragmentos de ADN) son
naturales, existen en todos los seres vivos, y los humanos y los
animales nos alimentamos con genes y proteínas provenientes
de plantas, animales y otros seres vivos, mientras que los
insecticidas químicos son dañinos. Insistimos ¿qué prefieren
genes y proteínas, compuestos biológicos o insecticidas
químicos? Nosotros, genes y proteínas naturales y porque
cientos de publicaciones sustentan la inocuidad (Ricroch 2013,
Solleiro y Castañon 2013, Ricroch et al 2014, Van Eenennaam y
Young 2014, Panorama Agroalimentario. Maíz, 2015; NASEM
2016, Declaración de Premios Nobel a favor de los OGM 2016).
161
162
SON MUCHOS, IMPORTANTES Y REALES LOS BENEFICIOS DE LOS CULTIVARES TRANSGÉNICOS Y SUS
PRODUCTOS, Y SE HAN CUMPLIDO SUS PROPÓSITOS presentados previamente en detalle en los
capítulos II, IV, V y VIII y también en el inciso f) (hoja 163). Se reitera, usando técnicas de ingeniería
genética, material genético, genes, fragmentos de ADN de otro origen natural, se confieren
propiedades importantes reales, precisas, específicas a los transgénicos, que residen en los genes
(a los que llamamos transgenes) proveniente de otro ser vivo. Gracias al uso de estas plantas
transgénicas, se adquieren importantes propiedades de resistencia a plagas de insectos, tolerancia
al glifosato y con ello, alimentos libres de dañinos insecticidas químicos como el malation. Gracias a
lo anterior, se han controlado como se señala en la respuesta al cuestionamiento c) plagas de
insectos y simultáneamente se ha reducido importantemente en el campo el uso de estos dañinos
insecticidas químicos sintéticos. Se insiste, el control de las plagas de insectos es biológico, no
químico, usando genes y proteínas de la bacteria Agrobacteriun tumephasiens que vive en la
tierra, que parte de la biota.También se han controlado plagas de malezas, usando
responsablemente el herbicida glifosato, en Estados Unidos. Se reitera, cientos de publicaciones
científicas sustentan la inocuidad de los OGM.
Este tipo de cultivares (que son los que se presentan y analizan en el libro) representa realmente, un
avance muy importante en la producción sustentable de alimento sano, libre de dañinos,
envenenantes insecticidas químicos, en defensa de la salud humana y animal, de la biodiversidad y
de la sustentabilidad del ambiente. Muchos países, entre ellos varios iberoamericanos están
adoptando las plantas transgénicas y sus productos por los amplios beneficios, incluyendo además
de los señalados a la salud y al ambiente, los económicos para los agricultores, principalmente por
dejar de comprar y fumigar con los peligrosos insecticidas químicos que dañan y contaminan. En
muchos países, incluido México, el cultivo de los transgénicos, en particular con el algodón, ha
permitido recuperar este cultivar, reducir el uso de los contaminantes insecticidas químicos y con
ello, ganancias a los productores.
163
Es importante señalar que estas plantas transgénicas construidas por ingeniería
genética, no fueron diseñados para incrementar la productividad de las cosechas,
sino como se ha señalado insistentemente, para controlar plagas de insectos y
malezas y simultáneamente reducir importantemente el uso en el campo de los
envenenantes insecticidas químicos, lográndose ya ambos objetivos con gran
eficiencia e importancia en los países que siembran y consumen transgénicos. Sin
embargo, al dejar de comprar y fumigar con los dañinos compuestos químicos, se
incrementa indirectamente la productividad de las cosechas que implica un
beneficio económico y se tienen otros beneficios relevantes para la salud de los
agricultores, por dejar de fumigar con los dañinos insecticidas y como resultado una
mejor calidad de vida. Además, se reduce también la producción de contaminantes
que incrementan los gases efecto invernadero. Se reitera, no sólo hay beneficio
para lo privado, para las empresas, sino ventajas muy importantes para la salud y el
medio ambiente, que los detractores irresponsablemente no aceptan y algunos
siguen satanizando a los transgénicos. La evidencia a favor de la reducción de los
insecticidas químicos en los países que cultivan los transgénicos, es contundente y
los detractores tratan de minimizarla, diciendo que se ha incrementado el uso de
agroquímicos en el planeta, lo cual es cierto y grave, porque hay una mayor
demanda de agroquímicos, pero no aceptan que los cultivares transgénicos reducen
importantemente el uso de los dañinos y contaminantes insecticidas químicos.
(Brooks y Barfoot 2012 y 2014, Solleiro y Castañon 2013, Klümpler y Qaim 2014,Clive
2015, Reporte Fundación Antama 2015, NASEM 2016, Declaración de Premios Nobel
a favor de los OGM 2016). 164
Para sustentar con datos la reducción del uso de los insecticidas químicos en el campo, que los
detractores no aceptan, en el capítulo V se presentan tres metaanálisis. Comento dos de ellos a
continuación. El primero presenta el impacto global de las cosechas producidas por organismos
transgénicos en el periodo 2006–2010, publicado por Brookes y Barfoot, 2012. Este estudio
(figura V.1) señala, soporta y detalla con datos, lo que se comentó anteriormente: la importante
reducción en el uso de los dañinos insecticidas químicos sintéticos. En particular, "se ha
reducido la cantidad de pesticida aplicado vía fumigación en 443 millones de kilogramos.
Asimismo, la disminución en los gases de efecto invernadero en las áreas de cultivo, en el año
2010 fue equivalente a remover ocho millones de automóviles".
Este metaanálisis de un grupo alemán, basado en 147 estudios a nivel mundial (figura V.2), revela
que, "en promedio, la adopción de esta biotecnología ha reducido en 37% el uso de pesticidas
químicos, ha incrementado la productividad de las cosechas en 22%, y ha incrementado las
ganancias de los agricultores en 68%."
El reporte también brinda evidencia robusta de los beneficios de las cosechas de OGM para los
agricultores que han utilizado los cultivos transgénicos, tanto en países desarrollados como en
vías de desarrollo.
168
Figura VI.4.1. El malation es un
insecticida químico que se
Figura VI.4. Debe reducirse la aplicación y la produce y utiliza en México
exposición a los envenenantes, dañinos con los cultivares
insecticidas químicos, muchos de ellos convencionales para eliminar
carcinogénicos, en beneficio de la salud, en plagas de insectos. Hay
particular de la de los campesinos, del evidencia estadísticamente
medio ambiente y la biota. significativa de que su uso y la
aparición de cáncer están
asociados.
169
Otro beneficio potencial y gran oportunidad para la salud y la
sustentabilidad del ambiente, es que contamos con plantas
transgénicas construidas por ingeniería genética con extraordinarias
capacidades de tercera generación, desarrolladas en México por Luis
Herrera Estrella en el CINVESTAV, que crecen en fosfito como
fertilizante. Las malezas que hay que controlar con herbicidas como el
glifosato, no crecen en fosfito. Por ello, estos extraordinarios y
avanzados cultivares no requieren de los herbicidas químicos para
controlar las malezas (Herrera-Estrella et al 1983, López Arredondo y
Herrera-Estrella 2013). Estas variedades que no pertenecen a las
compañías transnacionales y una vez que se comercialicen, son una
poderosa herramienta, ejemplar y gran contribución de la
biotecnología mexicana, para eventualmente eliminar en el campo el
uso de los herbicidas químicos como el glifosato, con todas las
importantes implicaciones para la salud, y la sustentabilidad del medio
ambiente. Se insiste, esta poderosa tecnología no pertenece a las
compañías transnacionales, y por ello, en un futuro ayudaría a
contender con el control de las semillas transgénicas, por pocas
empresas. 170
Lo anterior, la extraordinaria tecnología desarrollada por Luis Herrera,
constituye una poderosa e inteligente razón adicional para apoyar el diseño y el
uso responsable, de las plantas transgénicas construidas por ingeniería genética
en México, por mexicanos y el desarrollo de la biotecnología en beneficio
nacional, en beneficio de los trabajadores del campo, para avanzar en la
producción sustentable, inteligente, de alimentos sanos, inocuos, como se
insiste en el capítulo VIII. Se reitera, el control de las plagas de insectos en estas
plantas es biológico, no químico, no se usan los insecticidas químicos y cientos
de publicaciones han demostrado la inocuidad de los cultivares transgénicos.
Con las nuevas plantas de Luis también sería biológico el control del glifosato,
no químico. Tendríamos plantas que no usarían los dañinos productos químicos
sintéticos, donde el control de insectos y malezas, serían ambos biológicos.
Además es importante señalar como se menciona en detalle en la respuesta al
cuestionamiento h) hoja 171, que las patentes de muchas de las semillas
transgénicas resistentes a plagas de insectos vencerán pronto, porque se
empezaron a usar hace más de 20 años. Lo anterior representa una gran
oportunidad para poder usarlas como genéricos. Por ello es importante
analizarlo con las compañías transnacionales dueñas de estas plantas, para
buscar un arreglo adecuado, inteligente, en beneficio de la salud y de la
sustentabilidad del medio ambiente, que a todos conviene.
171
Es muy importante y vital seguir reduciendo el uso de los dañinos,
contaminantes, insecticidas químicos en el campo y el medio
ambiente, particularmente en México y utilizar responsablemente
los transgénicos construidos por ingeniería genética, donde el
control de las plagas de insectos es biológico, no químico. Para ello,
hay que seguir insistiendo en señalar, informar, y buscar convencer
de los daños a la salud y la contaminación que todos sufrimos y en
particular los agricultores y los campesinos, por los insecticidas
químicos en todo el planeta, productos que ya no utilizan los
cultivares transgénicos (con grandes ventajas) para eliminar las
plagas de insectos. Eventualmente, alcanzar también la eliminación
en el campo a nivel mundial de los herbicidas químicos, con estos
avanzados cultivares transgénicos desarrollados en nuestro país,
que ya no requieren los pesticidas químicos (Herrera Estrella et al
1983, López Arredondo y Herrera Estrella 2013, Alavanja et al 2014,
Baños et al 2014, Brookes y Barfoot 2014, Jones et al 2014, Klümper
y Qaim 2014, Clive 2015, NASEM 2016, Declaración de Premios
Nobel a favor de los OGM 2016). 172
Se reitera que no es la recomendación de este libro propiciar la sustitución
de los cultivares de los cuales México es centro de origen por cultivares
transgénicos construidos por ingeniería genética, sino señalar que hay que
sumar experiencias, tecnologías biológicas responsables y con importantes
propiedades (resistencia a plagas de insectos) y beneficios reales presentes
en las plantas transgénicas, y conocimientos mexicanos, para contender con
las grandes y verdaderas demandas, injusticias y problemas que
enfrentamos y que se agravarán, incluyendo la producción de alimento,
sano, libre de los dañinos insecticidas químicos, la defensa, el uso
responsable y la sustentabilidad del ambiente y de la extraordinaria y
valiosa biota mexicana, entre ellas las plantas nativas, que no se van a
resolver solo con el uso de las convencionales y las nativas, para reducir el
uso de los dañinos pesticidas químicos (insecticidas y herbicidas). En
muchos países, en particular en China e India incluido México, el cultivo de
los transgénicos, en particular con el algodón, ha permitido recuperar este
cultivar, reducir los dañinos a la salud y contaminantes insecticidas químicos
y también ganancias económicas a los productores. Se insiste, cientos de
publicaciones sustentan la inocuidad y los beneficios de los OGM.
173
Una distorsión del Principio Precautorio, sin evidencia de daño por los OGM y los
señalamientos de los detractores de que los cultivares transgénicos y sus
productos no son seguros, que hay que prohibirlos en México, llevaron en 2013, a
la decisión legal de impedir el cultivo comercial de maíz transgénico y los intentos
por bloquear la siembra de soya, que a nuestro juicio son inmorales, injustos y sin
sustento científico. Y aunado a lo anterior, también se impide la investigación con
maíz transgénico. A nuestro juicio, éstas acciones y señalamientos reducen la
posibilidad de que los importantes y verdaderos beneficios de estas plantas
transgénicas (resistentes a plagas de insectos y tolerantes al glifosato) y sus
productos, libres de los dañinos insecticidas químicos -beneficios reales que no
reconocen los detractores- sean aprovechados por muchos y en particular,
disminuyen las capacidades para producir alimento sano e inocuo en México, de
manera sustentable, libre de insecticidas químicos, agroquímicos que dañan la
salud y contaminan, máxime cuando gran parte del maíz amarillo (70%) que
utilizamos en nuestro país es transgénico (resistente a plagas de insectos, tolerante
al glifosato, libre de los insecticidas químicos), importado, pues no producimos lo
suficiente y lo deberíamos seguir importando al menos parcialmente porque es
inocuo. El bloqueo y la prohibición contra los OGM va en contra de la inteligencia,
de la salud, de la biodiversidad y de la sustentabilidad del medio ambiente, (ligado
al abuso en México de los envenenantes insecticidas químicos.)
174
Han habido cambios muy importantes en el gobierno federal. Nos preocupa el señalamiento del
Presidente López Obrador en el Congreso el 1 de diciembre de 2018, “Aprovecho para reiterar
que no se permitirá el fracking, ni transgénicos” y lo ha reiterado recientemente). Esperamos
poder contar con la oportunidad de presentar respetuosamente a la nueva administración del
Licenciado López Obrador las razones, justificaciones y amplia evidencia científica y técnica (más
de 2000 publicaciones producidas en cientos de laboratorios) que soporta nuestra obligación
moral, responsabilidad y compromiso con México y los mexicanos, de señalar que es injusto e
inmoral –debido a la ausencia de daño y a los reales y relevantes beneficios en diferentes
sectores (salud, alimento sano, ambiente menos contaminando) de los organismos transgénicos
construidos por ingeniería genética, y en particular las plantas transgénicas, donde el control de
las plagas de insectos es biológico, no químico– que no se permita su uso responsable y
sustentable, en beneficio de nuestro país, de los mexicanos y en particular de los trabajadores
del campo. Solicitamos respetuosamente como académicos mexicanos, como expertos
trabajando en instituciones públicas mexicanas por muchos años, se instrumente un nuevo
espacio de análisis y de discusión inteligente, plural, respetuoso -con sustento científico como el
presentado en el libro, no dogmático, ni radical, parcial o falso, como lo presentado por los
detractores de la UCCS, del uso responsable de los cultivares transgénicos, y los daños que
seguiremos injustamente causando, avalando y propiciando si se sigue bloqueando su utilización
en México por supuestos daños y con ello continuar usando los dañinos insecticidas químicos en
el campo mexicano para eliminar las plagas de insectos, cuando se cuenta con las plantas
transgénicas, en particular las resistentes a plagas de insectos. Además, algunas de patentes de
estas plantas van a vencer y tenemos plantas transgénicas mexicanas avanzadas desarrolladas
por Luis Herrera que no requieren los contaminantes herbicidas como el glifosato para controlar
la malezas. Se insiste, esta poderosa y revolucionaria tecnología, desarrollada por un mexicano
en México permitiría dejar de usar los dañinos insecticidas y herbicidas químicos en el campo,
tecnología que no pertenece a las compañías transnacionales, y por ello en un futuro, ayudaría
también a contender con el control de las semillas transgénicas, por pocas empresas. 175
Formamos parte de un planeta cada vez más pequeño, totalmente interconectado,
interdependientes, por tecnologías, incluyendo la Internet y el intercambio comercial en particular
de alimentos, y no podemos aislarnos y menos de los organismos vivos que no tienen fronteras,
incluyendo los transgénicos y sus productos, que forman parte de los alimentos naturales y
procesados que importamos y que muchos consumimos en México y en Europa, que se producen,
procesan y encuentran en muchos lugares, que están adoptando los cultivares transgénicos, por
sus importantes propiedades y reales beneficios en diferentes sectores. Hay que utilizarlos,
aprovecharlos, con inteligencia y responsabilidad, como ha sido el caso del algodón transgénico. El
que aparentemente se abran espacios de discusión inteligentes, tolerantes, plurales, con sustentos,
por la nueva administración para analizar la siembra de la mariguana, con los pros y contras,
tendrían grandes ganancias y son pertinentes, oportunos y de interés para la sociedad y en
particular para los agricultores mexicanos. Uno similar se solicita con respeto para discutir los
OGM construidos por ingeniería genética en beneficio de la sociedad y en particular de los
trabajadores del campo, en especial los campesinos, ya que los transgénicos y sus productos están
presentes en el campo y en cientos de productos procesados que se usan como alimentos y se
venden en mercados y supermercados y como medicamentos de origen transgénico que se
venden en las farmacias.
Al menos en el libro y en nuestras varias presentaciones y señalamientos, se presentan clara e
insistentemente las advertencias y el sustento científico de que de continuar el bloqueo a los
cultivares transgénicos, seguiremos avalando en México el grave daño, el envenenamiento a la
salud humana y animal, a la biodiversidad y la contaminación ambiental por el uso y abuso
irresponsable de los dañinos, contaminantes insecticidas químicos –que no llevan, no usan las
plantas transgénicas resistentes a plagas de insectos porque no los requieren, ya que el control de
las plagas de insectos en estas plantas transgénicas es biológico, no químico. Insistimos QUE NO
LO ENGAÑEN PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR, presentando sólo los supuestos daños de los
transgénicos, cuando los beneficios son muy importantes y reales para el país y los mexicanos. 176
Insistimos, nos parece muy grave, injusto, para la salud y el ambiente. Por
ello también respetuosamente pedimos que se reevalúe la decisión de
dejar de importar de Estados Unidos o de otros países, los granos
transgénicos libres de los dañinos y contaminantes insecticidas químicos
que son productos envenenantes, entre ellos el malation (algunos
carcinogénicos) que se siguen usando en el algunos lugares en México, con
sus graves problemas y consecuencias, para eliminar los insectos plaga con
los cultivares convencionales. Es un asunto vital, de seguridad alimentaria,
en beneficio de la salud y de una mejor calidad de vida de los mexicanos y
en particular de los trabajadores del campo, que tienen derecho a las
mejores y más sanas tecnologías y por eso lo estamos señalando y
reiterando enfáticamente, como mexicanos responsables y expertos en el
tema. Se reitera, cientos de publicaciones científicas y técnicas sustentan la
inocuidad de los OGM y sus beneficios. Si se decide bloquear la siembra de
los transgénicos por diferentes razones, que al menos no se bloquee la
importación de granos transgénicos, productos más sanos, que no llevan
los dañinos insecticidas químicos, como lo hemos venido haciendo por más
de 20 años en México y en muchos países, incluyendo Europa, sin
evidencia de daño por los OGM ni a la salud, ni al ambiente.
177
Nos mueve, nos preocupa y ocupa nuestro profundo compromiso con México y con la sociedad
mexicana, a quien nos debemos, con la ciencia ―actividad humana generadora del
conocimiento científico que permite avanzar en el entendimiento del universo y la naturaleza, y
en particular la biodiversidad― y el uso responsable de este conocimiento científico y de la
tecnología que genera (en particular la bio-tecnología) para conocer mejor incluyendo el nivel
molecular a los organismos vivos del planeta y buscar su uso inteligente, pertinente, sustentable,
como palancas de desarrollo social para entender y atender, con sustento científico ―no con
dogmas ni mitos― demandas, problemas verdaderos presentes y futuros.
También nos mueve profundamente nuestro compromiso para avanzar en un país y en un
planeta del que formamos parte, que tiene graves problemas ―como el cambio climático, la
terrible contaminación por los dañinos productos químicos y la destrucción de la biodiversidad --
- buscando reducir la contaminación en el campo debida al uso de los pesticidas químicos,
mediante la utilización responsable, sustentable, conjunta, de plantas transgénicas mexicanas y
avanzadas (resistentes a plagas de insectos que no requieren los dañinos insecticidas químicos y
que no usan el glifosato para controlar malezas), con plantas convencionales y nativas, y el
conocimiento mexicano de los trabajadores del campo, para el manejo inteligente y avanzado de
los recursos naturales, en particular la biodiversidad y el ambiente.
Insistimos, los transgénicos son organismos vivos construidos por ingeniería genética, que llevan
material genético, ADN, genes naturales procedentes de otros organismos vivos (a los que
llamamos transgenes), que les confieren nuevas, precisas (así definidas por un grupo de 141
Premios Nobel, febrero de 2019) importantes, reales propiedades ya existentes en la naturaleza,
como la resistencia a plagas de insectos a ciertas plantas y por ello estas plantas en particular, no
utilizan los dañinos insecticidas químicos para eliminar este tipo de plagas, razón por la que son
alimentos más sanos y la evidencia científica contundente prueba que son inocuos. 178
LOS ACADÉMICOS MEXICANOS AUTORES DE ESTE LIBRO, Y DE ESTAS RECOMENDACIONES
Y SOLICITUDES, NO ESTAMOS VENDIDOS A LAS COMPAÑÍAS TRANSNACIONALES COMO
ALGUNOS HAN AFIRMADO.
Nota. Las referencias bibliográficas completas señaladas de este capítulo se incluyen al final.
Por razones de espacio no se incluyeron todas las incluidas en los capítulos II, III, IV, V y VI
que se pueden ver en la versión de libre acceso del Libro en la página web del IBt/UNAM, en
la de ECN, en la de la AMC y/o en las notas y sus ligas que se anexan para contestar algunos
de los señalamientos recientes en contra.
179
Listado de Referencias
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Álvarez Buylla E.R. 2017b. Incontrolables los efectos de liberar transgénicos. La Jornada 13, diciembre, 2017
Álvarez Buylla E.R., Piñero N.A. et al 2013. El maíz en peligro ante los transgénicos. Un análisis integral en el caso de México, 568 pp. Centro de
Investigación Interdisciplinaria UNAM-UCCS
Álvarez Buylla E.R., et al 2017a. 90.4% de tortillas en México contiene maíz transgénico. Nota Gaceta UNAM No. 4,904 p. 8. Septiembre 2017.
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