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Agresor sexual. Aproximación teórica


a su caracterización6

Richard Larrotta Castillo


Especialista en Promoción de la salud mental, prevención de la violencia
y la farmacodependencia. Magister en Psicología Jurídica
Universitaria de Investigación y Desarrollo, Bucaramanga (Colombia).
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – INPEC
Correo electrónico: richardcastt@hotmail.com; richardcastt@gmail.com

Kelly Johana Rangel-Noriega


Estudiante de psicología
Universidad Pontificia Bolivariana, Bucaramanga Recibido: 04/12/2013
Correo electrónico: kelly.rangel@upb.edu.co Aceptado: 12/12/2013

Resumen
Objetivo: Analizar la literatura científica que se teje alrededor del flagelo de la agresión
sexual, con el propósito de diseñar una línea de base que facilite el diseño de propuestas de
intervención. Método: Se realizó una revisión documental sobre la agresión sexual en bases
de datos y revistas. Resultados: El análisis, permitió establecer que al igual que se menciona
en la literatura científica, las características de las personas que han incurrido en delitos
sexuales son tan variadas que para el caso de esta revisión no fue posible definir un perfil,
no obstante se encontraron similitudes en rasgos de personalidad, modo de operar criminal y
finalidad última del acto perpetrado, a partir de las cuales se proponen tres tipologías: Agresores
sexuales infantilizados/manipuladores, mediáticos/circunstanciales y psicopáticos/antisociales.
Conclusiones: Tipologizar a los agresores en razón a sus características sociodemográficas tan
solo confunde y complejiza su intervención. Por tanto, basados en la teoría y en los diagnósticos
se diseñarán intervenciones individuales y grupales.

Palabras clave
Psicología criminal, agresores sexuales, tipologías

6 Para citar este artículo: Larrota, R., & Rangel-Noriega, K. (2013). El agresor sexual. Aproximación teórica a su
caracterización. Informes Psicológicos, 13 (2), 103-120.

Informes Psicológicos
Vol. 13 No. 2 • Julio-Diciembre • 2013
ISSN: 2145-3535 103
pp • 103-120 Richard Larrotta Castillo y Kelly Johana Rangel-Noriega

Sexual offender. Theoretical approach


to characterization
Abstract
Objective: To analyze the scientific literature that is woven around the scourge of sexual assault,
with the purpose of designing a baseline that will facilitate the design of proposals for intervention.
Method: a documentary review on sexual assault in databases and journals was carried out. Results:
The analysis, helped to establish that the characteristics of people who have engaged in sexual
offences are as varied as mentioned in the scientific literature, so it was not possible to define a
profile in this review, however similarities in personality traits, modus operandi and final intentions
were found, and three profile types were proposed: child/manipulative, media/circumstantial and
psychotics/antisocial sexual offenders. Conclusions: Profiling perpetrators according to socio-
demographic characteristics only confuses and complicates their intervention. Therefore, individual
and group interventions should be designed based on theory and Diagnostics.

Keywords
Criminal psychology, sexual offenders, types

Agressor sexual. Abordagem teórica


para caracterização

Resumo
Objetivo: Analisar a literatura científica que se tece ao redor do flagelo da agressão sexual, com
o propósito de desenhar uma linha de base que facilite o desenho de propostas de intervenção.
Método: Realizou-se uma revisão documentário sobre a agressão sexual em bases de dados e
revistas. Resultados: A análise, permitiu estabelecer que ao igual que se menciona na literatura
científica, as características das pessoas que incorreram em delitos sexuais são tão variadas que
para o caso desta revisão não foi possível definir um perfil, não obstante se encontraram similitudes
em rasgos de personalidade, modo de operar criminoso e finalidade última do ato perpetrado, a partir
das quais se propõem três tipologias: Agressores sexuais infantilizados/manipuladores, mediáticos/
circunstanciais e psicopáticos/antissociais. Conclusões: Tipologizar aos agressores em razão a
suas características sócio-demográficas tão só confunde e torna complexa sua intervenção. Por
tanto, baseados na teoria e nos diagnósticos se desenharão intervenções individuais e grupais.

Palavras chave
Psicologia criminosa, agressores sexuais, tipologias

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I
reincidencia, al intervenirse los factores
ntroducción de riesgo.

Para la Organización Mundial de la Sa-


lud (OMS, 2010), según datos de algunos
El abuso sexual, más aún el infantil, países, una de cada cuatro mujeres han
se constituye como un fenómeno nefasto sido víctimas de violencia sexual por parte
de altísimas consecuencias para sus víc- del compañero sentimental y una tercera
timas y la sociedad en general (Losada, parte de adolescentes de sexo femenino
2012). El Instituto Nacional de Medicina han sido forzada. Un estudio realizado en
Legal y Ciencias Forenses de Colombia la comuna de chillan en Chile, enfocado a
(INMLCF, 2011) a través de la publicación adolescentes en calidad de estudiantes,
de datos estadísticos en su revista Foren- indicó que el 8.79% de los jóvenes infor-
sis, ha dado a conocer el aumento esca- man sobre abusos sexuales intrafamiliar,
lonad-exceptuando el año 2010-que ha mientras que un 2.75% correspondió al
experimentado el delito sexual en los úl- ámbito extrafamiliar (Losada, 2012).
timos diez años; análisis y descripciones
que están soportadas en la evaluación Por otra parte, según el informe de la
sexológica que realizan con ocasión de Encuesta Nacional sobre la Dinámica de
hechos que son materia de investigación las Relaciones en los Hogares y el Insti-
criminal. La cifra de valoraciones, para el tuto Nacional de Estadística, Geografía
año de la publicación, alcanzó un total de e Informática (INEGI, 2007) (citados en el
22.597 casos, de los cuales el 85% co- Observatorio de Violencia Social y de Gé-
rrespondió a valoraciones de niñas y ado- nero de la Ciudad de Puebla, 2009) indica
lescentes de sexo femenino. que el porcentaje nacional de la violencia
sexual que sufren las mujeres en el hogar
Situación, que ha suscitado un incre- es de 8.4%; en el ámbito comunitario es
mento significativo de las personas que de 16.6%; en el escolar la cifra desciende
a diario ingresan condenadas, a cárce- a 2.1%, y en el terreno laboral es de 1.1%.
les y penitenciarias del orden nacional,
por delitos contra la libertad, integridad y En el año 2004 en tres regiones del
formación sexuales. Razón por la cual, el Perú, realizaron un encuesta sobre abu-
presente estudio alcanzó su máximo inte- so sexual en niñas, niños y adolescentes,
rés en la necesidad de conocer y poder donde se obtuvieron los siguientes datos:
estructurar, en futuras investigaciones, a (a) en promedio, 1 de cada 10 escolares
partir de la línea de base que resulte de de primaria ha sufrido alguna forma de
ésta, con relación a las características abuso sexual, esta prevalencia en niñas
de los perpetradores del hecho delictivo, fue de 13% mientras que en los niños
protocolos de intervención que puedan de 7%. La prevalencia por distrito es de
ofrecer alternativas de intervención; de 17% para San Martín de Porres, 5% para
incidencia directa en la función efectiva Cusco y 10% para Iquitos, El 62% refirió
de la pena, a través del tratamiento pe- ser afectado o afectada por gestos y mi-
nitenciario, que siempre y cuando sea radas obscenas, el 40% por tocamientos
enfocado de manera adecuada podrá o besos incómodos, el 28%manifestó
generar minimización considerable de la que el abuso consistía en la obligación de

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realizar tocamientos a alguna persona, y internacional, en donde el éste alcanza


un 7 %, en relaciones sexuales forzadas una gran prevalencia (Hilterman & Pueyo,
(violación); (b) como personas agresoras 2005).
se señalan a tíos, primos, padre, compa-
ñero de colegio, profesor o profesora, ve- El Instituto Nacional de Medicina Le-
cino, desconocido y empleador (Ministe- gal y Ciencias Forenses de Colombia
rio de la mujer y poblaciones vulnerables, INMLCF (2008) en uno de sus informes
2012). describió datos de evaluaciones sexoló-
gicas, practicadas a presuntas víctimas
Diversos autores han descrito una de abuso sexual, que dan cuenta de
amplia variedad de secuelas en personas que 1572 posibles víctimas se producen
que han sido víctimas de delitos de índo- al año, 52 al día y 2 evaluaciones cada
le sexual (Beitchman et al., 1991; Browne hora; cifras que como se menciona en el
& Finkelhor, 1986; Kendal-Tackett et al., informe “son alarmantes y permiten su-
1993; Trickett & McBride-Chang, 1995, poner las secuelas psicológicas que han
citados en Cortés & Cantón, 2004). La impactado directa¬mente la salud men-
sintomatología asociada a menores víc- tal de los colombianos” (p.187).
timas de agresión sexual está caracte-
rizada por miedo, pesadillas, desorden El Código Penal Colombiano (Ley 599
de estrés postraumático, depresión, re- de 2000) en su título IV, delitos contra la
traimiento social, neurosis, conducta re- libertad, integridad y formación sexuales,
gresiva, trastorno somáticos, conducta en su capítulo primero, de la violación,
sexual inapropiada, conducta antisocial tipifica las conductas que deben consi-
agresiva, delincuencia, problemas de derarse como delitos: (a) acceso carnal
aprendizaje escolares e hiperactividad; violento, como el acto sexual ejercido
desordenes de conducta con afecta- mediante la violencia donde se materia-
ción directa en el desarrollo psicosocial, liza el acceso carnal; (b) acto sexual vio-
con incidencia en la conducta futura de lento, expresado como la conducta se-
la persona y así mismo con aumento en xual diferente al acceso carnal, que tiene
la delincuencia. En adultos, las mujeres lugar a través de la violencia; y (c) acceso
que han sido víctimas de este flage- carnal o acto sexual en persona puesta
lo manifiestan sintomatología de estrés en incapacidad de resistir, constituido por
postraumático (Cortina & Pimlott, 2006), la conducta que pone en incapacidad de
trastornos del sueño, depresión, ideación resistir o en estado de inconsciencia, o
suicida, trastornos alimenticios, baja au- en condiciones de inferioridad psíquica, a
toestima, disfunciones sexuales, disfun- la persona, imposibilitándole la compren-
ciones en las relaciones sentimentales, sión del acto sexual, y/o la aprobación del
desconfianza hacia los demás, adicción mismo.
al sexo y somatización (Burgess & Holm-
strom, 1976; Marshall, 2001). Aunado a En su capítulo segundo, de los actos
las consecuencias, aparece la frecuencia sexuales abusivos: (a) acceso carnal abu-
con la que se dan los hechos delictivos; sivo con menor de catorce años, con-
el panorama estadístico que se teje en ducta que se concreta cuando una per-
Colombia evidencia la magnitud del fenó- sona accede carnalmente a un menor de
meno, lo cual no se aleja del panorama catorce años de edad; (b) actos sexuales

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con menor de catorce años, el que rea- González, Martínez, Leyton y Bardi
lice conductas sexuales, excluyendo el (2004) llevaron a cabo una revisión donde
acceso carnal, incurrirá en este delito; y develaron los diferentes modelos teóri-
(c) acceso carnal o actos sexuales abu- cos que podrían explicar el abuso sexual
sivos con incapaz de resistir, como aquel infantil, dividiéndolos en unifactoriales y
o aquellos actos realizados en persona multifactoriales. En primer lugar, dentro de
en estado de inconsciencia, con patolo- los modelos unifactoriales se encuentran:
gía mental o que sencillamente no cuenta
con la capacidad de impedir la ejecución 1. Modelo biológico, donde se plantea
de la conducta sexual. que los genes, hormonas y neuro-
transmisores llegarían a afectar el
Aunque no existe un consenso claro grado de impulsividad y elevar la ex-
entre los teóricos, se ha establecido que citación sexual en un individuo. Sin
cualquier acto con contenido sexual en- embargo, frente a este modelo se
tre un niño y un adulto será siempre ina- han tejido diferentes posturas que
propiado, sustentado en las característi- aún carecen de validación científica;
cas de inmadurez que posee el menor, sin embargo sobresale como factor
dado su estadio evolutivo (Wolfe, Wolfe & biológico significativo el sexo del vic-
Best, 1988; Cortés & Cantón, 2004). Pos- timario. Ser hombre aparece como
tura garantista, con sustento científico característica principal en la gran
que guarda estrecha relación con la pos- mayoría de las agresiones sexuales.
tura de la honorable Corte Suprema de Teniendo presente que la activación
Justicia de Colombia, Sala de Casación sexual de los hombres se da con
Penal, donde a través del magistrado po- mayor facilidad, independientemen-
nente Arboleda (2000), se ha dicho que: te de la situación contextual (Kelly &
Lusk, 1992 como se citó en Cortés &
Se presume la incapacidad Cantón, 2004; Marshall & Barbaree,
del menor de 14 años para 1990; Keown, 2008).
determinarse y actuar libremente
en el ejercicio de su sexualidad, 2. Modelo psicoanalítico, enfatizado en
pues ha sido valorado que las fantasías no satisfechas y reprimidas
personas menores de esa edad relacionadas con la sexualidad del
no se encuentran en condiciones menor.
de asumir sin consecuencias para
el desarrollo de su personalidad el 3. Modelo feminista, enmarca el abu-
acto sexual, debido al estadio de so sexual en las relaciones de po-
madurez que presentan sus esferas der, describiendo al hombre como
intelectiva, volitiva y afectiva. (p. 90). un individuo que percibe a la mujer
y a los menores como objetos que
De manera complementaria, se consi- le pertenecen y de los cuales puede
dera violación (en adultos) cualquier acto, disponer a su antojo. Estructura sus
desde un simple tocamiento hasta el ata- explicaciones sobre tres pilares: la
que violento en contra de una persona mayoría de los abusos sexuales los
(Marshall & Serran, 2000). cometen varones sobre niñas; bajo
ningún aspecto se debe considerar

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a la agredida como responsable del Por último, los modelos multifacto-


suceso; y finiquita con el postulado riales engloban los siguientes referentes
de la naturaleza patriarcal como de- teóricos:
tonador de la agresión sexual (Cortés
& Cantón, 2004). 1. Modelo multisistémico de Tripper y
Barret, que plantean que para con-
4. Modelo conductista, basado en el figurarse el abuso sexual deben
aprendizaje social, alude a la impor- converger factores de cuatro tipos:
tancia que cobran las experiencias socio-ambientales, factores de la
tempranas de condicionamiento. familia del agresor, factores psicoló-
gicos individuales y factores del sis-
5. Modelo sistémico, mantiene la pos- tema familiar (González et al., 2004).
tura de que el abuso sexual es pro-
ducto de una familia disfuncional, 2. Modelo de las cuatro precondicio-
donde cada miembro contribuye a nes de Finkelhor, que supedita la
que se ejecute el acto agresivo. aparición de la agresión sexual a la
motivación del agresor, bloqueo de
6. Modelo sociológico, enfatiza en los los inhibidores internos, inhibidores
factores que predisponen a la agre- de los controles externos y acceso
sión sexual, haciendo énfasis en la a una persona menor en desventaja
socialización sexual de los menores o vulnerable (González et al., 2004;
y la discriminación que se hace en Keown, 2008).
expresión de sentimientos, alentan-
do a las mujeres a hacerlo y negán-
doles la oportunidad a los hombres.
Resalta de igual modo, como factor
Desarrollo y entorno:
que predispone, la victimización que relación con la
se adquiere al asumir los patrones de conducta sexual
sumisión observados en las madres.
Por otra parte, aborda la ambigüe-
delictiva
dad que existe en cuanto a norma-
tividad social, exaltando el colapso En la infancia, se ha logrado detec-
de los inhibidores externos, que han tar que los hogares de los agresores
sucumbido ante la revolución sexual sexuales son caracterizados por padres
de la época. No soslaya el hecho de con problemas de ingesta de alcohol,
disponer de gran cantidad de por- problemas de agresividad y problemá-
nografía infantil y la sexualización de ticas con la justicia, comportamientos
los menores en los medios de co- que son aprendidos y reproducidos por
municación. Finalmente menciona ellos (Langevin et al., 1984, citados en
la expectativa que ha despertado Marshall, 2001). Así mismo se ha podido
la revolución sexual, llevando a los demostrar que este tipo de delincuen-
hombres, ante la ausencia de la gra- tes fueron maltratados por sus padres
tificación, a suplirla en relaciones se- sin justificación (Rada, 1978, citado en
xuales con menores (Cortés & Can- Marshall, 2001). Similar a lo expuesto por
tón, 2004). Tiffon (2008) donde refiere que el modelo

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de núcleo familiar que incluya disciplina refieren la relación que existe entre hábi-
ineficaz, marcadas debilidades frente a tos de crianza y la conducta agresiva que
la estructura de normas familiares, des- acaba en la delincuencia; cuando el cas-
estructuración familiar, mal manejo del tigo se convierte en el frecuente control
castigo y el refuerzo, y/o antecedentes de las conductas antisociales.
delictivos familiares se constituye en fac-
tor de riesgo para desarrollar conductas Ahora, en cuanto a factores sociocul-
delictivas. turales se destaca el papel de los medios
de comunicación, y la influencia en los
En este orden de ideas, en el caso de jóvenes, resaltando el contenido de los
los adultos que abusan sexualmente de programas de televisión como el medio
los niños, la investigación revela que en donde se enfatiza sobre el papel domi-
su infancia muchos de ellos fueron ex- nante del hombre y el derecho de éstos a
puestos a la pornografía para que se sus- maltratar a la mujer (Marshall, 2001). Simi-
citara su interés sexual en beneficio del lar a lo expuesto por Tiffon (2008), donde
agresor. Así mismo, los delitos sexuales menciona que los patrones o modelos
suelen estar precedidos de circunstan- basados en el cine o la televisión posi-
cias próximas desfavorables como pue- bilitan la aparición de conductas violen-
den ser: estados emocionales de estrés tas u hostiles. Además, del papel de los
prolongado, excitación sexual, reaccio- medios, otros de los factores sociocultu-
nes coléricas, o de consumo abusivo de rales que se destacan son tres factores
alcohol. Determinados estados de ánimo propuestos por antropólogos: la violencia
como la depresión, la ansiedad, la ira o interpersonal, el dominio del hombre y la
la sensación de soledad, incrementan las degradación de la mujer (Marshall, 2001).
tendencias desviadas de los agresores
sexuales (Castro, Lopez, & Sueiro, 2009). De igual manera, en las experiencias
Al igual, la agresividad se aumenta con la juveniles cobra importancia el haber sido
ingesta de alcohol, y en un grado menor, víctima de abusos sexuales (Dhawan &
bajo la influencia de sustancias ilícitas Marshall, 1996; Hanson & Slater, 1988;
(Levi, 2002). Marshall, 2001) y la masturbación exce-
siva, asociada a problemas, lo cual a la
Con respecto a los vínculos paternos- luz del condicionamiento, es reforzado
filiales, Bowlby (1969) señala que la ca- de manera negativa (Cortoni & Mars-
lidad de los vínculos con los padres, es hall, 2001). De esta manera, Cortoni, Heil
un factor determinante en el comporta- y Marshall, 1996, citados en Marshall,
miento que asuma el individuo, refiriendo 2001, han evidenciado que el principal
que el padre es el modelo a seguir por mecanismo de afrontamiento en agreso-
el individuo en futuras interacciones. De res sexuales es la actividad sexual.
igual manera, Bowlby (1973) refiere que
las relaciones entre padres e hijos consti- Por último, con respecto a desinhi-
tuyen la seguridad en el menor, edifican- bición y oportunidad, aparece la intoxi-
do las competencias con utilidad para in- cación por alcohol (Barbaree, Marshall,
teractuar de manera adecuada con otras Yates, & Lightfoot, 1983) y la ira, como
personas. Esto se evidencia en Garrido, precipitantes del ataque sexual (Yates,
Stangeland y Redondo (2006), cuando Barbaree, & Marshall, 1984).

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Perfiles y/o tipologías con observancia en el significado de la


de los agresores sexualidad, con la violación sádica que
responde a la mayor agresividad y vio-
sexuales lencia. Como último factor, resalta el gra-
do de impulsividad de donde se deriva la
Cabe resaltar, en palabras de Váz- violación con alta impulsividad, el sujeto
quez (2005), la no existencia de perfiles posee una baja competencia social y
de personalidad en agresores sexuales; trastornos de carácter y cierra con la vio-
sin embargo, existen características o si- lación de baja impulsividad la cual refleja
militudes expuestas por diferentes auto- sujetos introvertidos.
res, que son retomadas por Soria (2007).
Las cuatro categorías estipuladas por De manera similar, se han expuesto
Cohen et al. 1971 (citados en Redondo, tipologías que aluden al agresor sexual
1998) son: El violador por desplazamien- infantil; Echeburúa y Guerricaechevarría
to de la agresión, sujeto que despliega (2000) y Posada y Salazar (2005) los di-
la conducta como expresión de su ira o viden en agresores primarios y secunda-
rabia; el violador compensatorio, busca rios. Los agresores primarios, son des-
a través del acto delincuencial, armo- critos como el individuo con tendencias
nizar su actividad sexual, puesto que sexuales compulsivas dirigidas exclusi-
por medios normalizados no lo logra; vamente a menores, muestran escaso
el agresor de difusión sexual y agresi- interés por los adultos y la conducta no
va, sádico, que encuentra placer en el responde a situaciones de estrés. Son
sufrimiento de las víctimas; y el agresor descritos como personas solitarias, con
impulsivo, no calculador de la situación, poco interés por las actividades y cum-
oportunista desinhibido. En este mismo plen, conceptualmente con la denomi-
orden, Prently et al., 1985 (citados en nación de pedófilos. Continuando con
Redondo, 1998) formularon ocho tipolo- la clasificación, los agresores además
gías de agresores, enfocándose en tres de primarios, se rotulan como agresores
características esenciales, significado secundarios, sujetos que mantienen re-
de la agresión, dividido en las dos pri- laciones sexuales apropiadas, pero que
meras categorías, la instrumental, donde ante situaciones de soledad o estrés
el asaltante busca someter al agredido, llevan a cabo contactos sexuales con
y la expresiva donde se hace manifies- menores. Cabe destacar que a diferen-
ta la violencia; como referente de la ter- cia de los agresores sexuales primarios,
cera, cuarta, quinta y sexta categoría, estos sujetos experimentan sentimientos
este mismo autor observa el significado de culpa y vergüenza; no predeterminan
de la sexualidad, dando pie a la viola- su acto, sino que ante las situaciones an-
ción compensatoria donde el delincuen- tes mencionadas lo cometen.
te refleja una fantasía predeterminada,
continua con la violación de explotación En concordancia, pero con referencia
en la cual hay vistos de impulsividad y a agresores sexuales de adultos, Váz-
agresividad; sigue en su orden, la agre- quez (2005) los divide, de acuerdo con la
sión de cólera desplazada, en la que el psicología forense, en psicópatas, socia-
delincuente direcciona contra la victima les, patológicos y subculturales. El agre-
la furia o rabia que posee. Y finaliza, sor sexual psicópata, es descrito como

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aquel sujeto que cumple con los criterios De manera ordenada y coherente
expuestos por Cleckley (1949) con ten- con el desarrollo de la temática Perrone
dencia a atacar a menores como a adul- (2000) y Perrone y Nannini (2005) clasifi-
tos, con preferencia por mujeres y niñas. can a los agresores sexuales como pasi-
Como tópico importante, esta autora, re- vos y activos. Los primeros como aque-
salta que la motivación sexual es secun- llos que utilizan estrategias de dulzura e
daria, pues lo realmente importante para inocencia hacia el menor, con objeto de
este tipo de delincuente es el afán de po- llevar a cabo el acto. Sujetos de conduc-
der y dominio; aparece como reincidente ta asexuada en la interacción con el me-
y si es capturado negaría todo, a menos nor, que los muestran como entregados
de que las evidencias lo dejen sin sali- y dedicados a protegerlo. Por lo general,
da, a lo cual reaccionaría con expresio- este tipo de individuos no mantiene rela-
nes de grandiosidad por lo que realizó. ciones sexuales adultas, se mantiene so-
Los agresores sexuales, categorizados litario y evidencia conductas de miedo.
como sociales oportunistas se destacan En oposición a este tipo de agresores
por poseer una creencia distorsiona- sexuales, describen a los agresores acti-
da sobre la mujer y la sexualidad; apa- vos, segunda categoría de clasificación,
rece en ellos una mentalidad donde el como aquellos delincuentes que eviden-
hombre tiene el dominio sobre la mujer. cian conductas agresivas y violentas,
Como desencadenante de la conducta marcadas por expresiones de violencia
delictiva aparece el consumo de sustan- de tipo físico, verbal y psicológica hacia
cias psicoactivas, especialmente, al igual la víctima, en la búsqueda egocéntrica
que en los agresores sexuales de meno- de poder y control, en la mayoría de ve-
res, la ingesta de alcohol. Este tipo de ces dirigida a mujeres y niños.
agresor realiza interpretaciones equivo-
cadas de las interacciones con mujeres, Ardila y Valencia (1999) recogen las
llegando al acto, mediante el uso mínimo características generales que se han
de la fuerza; este tipo de sujeto es capaz evidenciado en agresores sexuales, sin
de racionalizar su conducta y sentir cul- hacer distinción entre agresores sexua-
pa. En su orden, aparecen los agreso- les de menores y agresores sexuales de
res sexuales patológicos caracterizados adultos; destacan entre estas la dificul-
por que la agresión que utilizan hacia tad para mantener relaciones sexuales
sus víctimas funciona como mecanismo con personas adultas, mostrando pre-
de compensación ante la disfuncionali- dicción por establecer relaciones sexua-
dad en las relaciones interpersonales y les con menores, el haber sido o poder
sexuales con mujeres contemporáneas haber sido violentado a nivel sexual, mal-
y los efectos del estrés y hostilidad que trato físico y/o emocional en la niñez, que
presenten. En la última de las categorías, aparentemente mantienen una vida se-
se ubica el agresor sexual subcultural o xual activa con su pareja, pero ante cir-
asocial, en éstos se destaca una crianza cunstancias que desencadenen estrés,
en lugares marginales, con presencia de reaccionan impulsivamente valiéndose
relaciones violentas. Se esperaría que de menores para establecer su pareja
lleguen al acto sexual delictivo a través sexual, en ocasiones abusan de alcohol
de la comisión de otros delitos. u otras sustancias psicoactivas.

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Características 32.1 años, abusadores extrafamiliares


sociodemográficas 37.1 años y los que se encontraban por
incesto 38.9 años.
de los agresores
sexuales Investigaciones como la expuesta por
Castro, López y Sueiro (2009) sobre el
perfil psicopatológico de agresores se-
La edad y el género son dos carac- xuales, describió entre las características
terísticas comunes a tener en cuenta en sociodemográficas de éstos: hombres,
los estudios de delincuencia como par- en edades comprendidas entre los 40.1
te de los factores biológicos. Se resalta años para agresores de mujeres adultas
que los sujetos de menor edad delinquen y 42 años en agresores de menores, sol-
más que los sujetos de mayor edad. Es- teros en 40% al igual que separados y un
timan una edad media para el delito si- 20% casados. Resultados semejantes a
tuada entre 18 y 22 años, mientras que lo expuesto por Valencia, Labrador y Peña
la media con referencia para el encar- (2010), que a partir de la evaluación de
celamiento se encuentra entre 18 ó 20 y una muestra de 43 internos identificaron,
los 30 años (Garrido, Stangeland, & Re- entre otras características, que 19 eran
dondo, 2006). Lo cual, es muy similar a solteros, similar a los 17 casos de los que
lo expuesto por Gelb (2007) en el estudio reportaron estar separados; relegándose
denominado Recidivism of sex offenders las categorías casados con cinco casos y
research paper, que basó su información un caso en la categoría viudo. Consisten-
en encuestas resueltas por víctimas e in- te, con lo expuesto por los primeros au-
ternos detenidos en cárceles de Australia. tores, quienes determinaron que la edad
El resultado evidenciado fue que la gran media de la muestra evaluada fue de 40.1
mayoría de los perpetradores de este años, sin hacer distinción entre agresores
tipo de delitos correspondió a hombres y sexuales de mujeres adultas y agresores
apenas un número reducido de mujeres, de menores.
que no ameritó publicar; así mismo se in-
forma que la edad y el delito se encuen- Fazel, Hope, Donnell y Jacoby (2002)
tran asociados según la criminología, con detectaron que los condenados por de-
relevancia de la edad comprendida entre litos sexuales son mayores en compa-
los 16 y 18 años, tiempo en el cual se ración con los condenados por delitos
delinque con mayor frecuencia, aunque no sexuales. De los cuales el 20% de la
se estima que los delincuentes más vio- muestra se encontraba en la categoría
lentos son de mayor edad y en particular casado, con respecto al ítem situación ci-
frente a los delitos de orden sexual no se vil. Entre otras características, la primera
ha logrado establecer una ajustada rela- investigación expuesta en el párrafo inme-
ción con la edad. No obstante, Hanson diatamente anterior, el 10% de los indivi-
(2005) encontró, en un meta-análisis de duos alcanzaron educación universitaria,
diez estudios llevados a cabo en Cana- en el caso de agresores de menores, lo
dá, Estados Unidos, Inglaterra y Gales, en cual dista del 30% de agresores de mu-
un grupo de 4673 internos que la edad jeres adultas que no finalizaron estudios
promedio para este grupo de hombre por básicos. Con presencia de malos tratos,
características del delito fue: violadores directamente afectados, a manos de uno

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de los progenitores (30%) y maltrato del de criminales no llegan a la penetración


padre hacia la madre en relación con la (Redondo, 1998). Este último autor, realza
ingesta de alcohol (25%). Un 15% careció las características sobresalientes de 22
sin uno de los dos progenitores y un 30% sujetos estudiados, destacando que el
fue víctima de abusos y/o agresiones se- agresor sexual estaba en una edad com-
xuales durante su infancia o adolescencia. prendida entre los 26 a los 30 años, la
mayoría no poseía un trabajo cualificado,
En relación con la dimensión familiar, el 60% eran solteros y el 30% casados, la
Pinto y Aramayo (2010) en un estudio lle- totalidad de evaluados tenían estudios, sin
vado a cabo en varones, privados de la diferenciar que tipo de estudios en esta
libertad en la cárcel de San Pedro, encon- investigación, y la gran mayoría no pre-
traron, al estudiar de manera exclusiva la sentaba antecedentes delictivos, en este
estructura familiar de cinco delincuentes estudio el 20%.
sexuales, que en tres de los cinco casos
las familias eran reconstruidas, donde la Por otra parte, Vásquez (2005) informó
jerarquía se centraba en una sola perso- que la mayoría de los delincuentes sexua-
na, con ausencia de buenas relaciones les tienen una orientación heterosexual,
de los padres, al igual que ausencia de destaca la reincidencia de estos sujetos
cariño o afecto hacia los hijos, se resal- en una proporción menor frente a otros
ta el hecho de evidenciarse, al igual que delitos, efectúan el delito con mayor fre-
la investigación anterior, violencia hacia la cuencia en las zonas urbanas. En el con-
compañera por parte del padre, asocia- texto colombiano, un estudio llevado a
da al consumo de alcohol. En las familias cabo por Ruiz y Crespo (s.f.) en estableci-
reconstruidas, sobresale el maltrato de mientos de reclusión, describe como ca-
padrastros y madrastras hacia los hijos y racterísticas sociodemográficas del agre-
se destaca la numerosidad de hijos osci- sor sexual una edad media de 39.3 años,
lando entre los 5 y los 13. viviendo en unión libre o en soltería, de
nivel educativo bajo y bajo estrato social.
Hollin (1989) describe, a partir del aná- En este mismo ámbito y país, un estudio
lisis de diversos estudios de encuesta realizado por Reinoso, Vargas, Ramírez y
americanos, que las características más Villa (2004) describe como características
sobresalientes señalan que el violador sociodemográficas de 19 agresores se-
es un varón joven entre los 16 y los 30 xuales: estado civil unión libre, seguidos
años de edad, de clase socioeconómi- por los solteros, la mitad tenía en prome-
ca baja, de estado civil casado en casi el dio 41 años o menos y casi el 58% habían
50%, con hijos en aproximadamente el alcanzado solo estudios primarios. De
60% de los casos. Además, el 49% de estratos sociales bajos, de los 19 sujetos
los agresores sexuales tenían un empleo 15 pertenecían al estrato 1 y 2, la mayoría
temporal (Black & Pettway, 2001). De cara reportó un hijo, trece indicaron haber sido
a los antecedentes delictivos el nivel de criados por los dos padres y 7 indicaron
reincidencia de los agresores sexuales ha haber padecido maltrato infantil. De las
sido catalogado como muy bajo (Rome- características asociadas con el delito, 18
ro & Williams, 1985; Redondo, Funes, & sujetos indicaron que era su primer deli-
Luque, 1993, citados en Redondo, 1998). to y la victima en su mayoría fue de sexo
La mayoría de agresiones de este tipo femenino.

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Características de presentaron puntuaciones superiores a


personalidad de los 75 en las escalas antisocial, agresivo/
sádica, compulsiva, límite, paranoide
agresores sexuales y abuso de drogas, los agresores se-
xuales de menores se destacaron por
Como características de orden psi- puntuaciones significativas en las es-
cológico, tras la evaluación de un total calas esquizoide, fobia, dependiente y
de 90 delincuentes penados, evaluados compulsiva. En este orden de ideas,
con el Inventario Clínico Multiaxial de Ahlmeyer, Kleinsasser, Stoner y Retzlaff
Millon II, y considerando que una pun- (2003) mencionan que las característi-
tuación clínicamente significativa debe cas de los depredadores de niños son
alcanzar o superar la tasa base de 75, compatibles con el tipo de personalidad
encontraron que los delincuentes se- esquizoide, evitación y dependencia se-
xuales de menores evidencian rasgos gún el MCMI-III.
de personalidad dependientes, fóbicos
y compulsivos. Cuyos rasgos, podrían El estudio anterior es reforzado por lo
describir a un sujeto, según Ortiz, Sán- evidenciado en el estudio denominado
chez y Cardenal (2002) con: Personality disorder profiles in incarce-
rated male rapists and child molesters,
Dificultades para las relaciones realizado por Francia, Coolidge, Whi-
interpersonales, que buscan la te, Segal, Cahill y Estey (2010) donde a
aceptación pero sienten un intenso través de la aplicación del MCMI III de
miedo al rechazo que les lleva a la Millon a una muestra de tres grupos de
distancia de sus iguales para evi- internos, agresores de adultos, abusa-
tar el menosprecio y la humillación dores de menores y no delincuentes se-
que suponen. Tienen dificultades xuales, determinaron entre otras cosas
para asumir roles maduros e in- lo siguiente: los violadores puntuaron
dependientes, inhibiéndose así de más alto y con niveles significativos en
responsabilidades adultas. Mien- la escala antisocial a diferencia de los
tras que los agresores sexuales de abusadores de menores; estos últimos
adultos muestran rasgos de per- sin embargo puntuaron más alto en los
sonalidad dependientes, antisocia- rasgos de personalidad por evitación.
les, compulsivos y con trastornos Finalmente no se hallaron diferencias en
de personalidad límite o borderline. características narcisistas, característi-
(p.149). cas dependientes, esquizoides; y pun-
tuaron más alto en la escala de perso-
De manera similar, una investigación nalidad obsesiva compulsiva.
realizada por Castro, López y Sueiro
(2009), que buscó establecer el patrón Al respecto, Joyce (2008) en un es-
básico de personalidad a través de la tudio, denominado Child sex offenders
aplicación del MCMI II de Millon, de 20 cognitive distortion and related persona-
internos varones de la prisión de Perei- lity traits, con 28 personas que se en-
ro de Aguilar, que cumplían penas por contraban purgando una pena privativa
delitos sexuales, estableció que en tan- de la libertad en Nueva Zelanda, eviden-
to los agresores sexuales de adultos ció, tras la aplicación del cuestionario

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de la teoría implícita y el MCMI – III que rasgos esquizoides y obsesivo-com-


la totalidad de las puntuaciones alcan- pulsivo en comparación con los delin-
zaron el umbral clínico, destacándose cuentes no sexuales. De modo similar,
los rasgos dependientes, depresivos y Egan, Kavanagh y Blair (2004) afirman
esquizoides. Echuburúa y Guerricae- la influencia de la personalidad y de la
chavarria (2000), describen al agresor obsesión en las distorsiones cognitivas
sexual como una persona con rasgos de los ofensores sexuales. Así mismo
neuróticos e introvertido, inmaduro; así poseen más evitación y menos rasgos
mismo, aclaran que la pedofilia puede antisociales. Por último, los delincuentes
ser concomitante con otras parafilias y sexuales tienen menos probabilidades
puede estar relacionada con el alcoho- de ser drogadictos.
lismo o la personalidad antisocial. Algo
muy similar a lo descrito por Vásquez

C
(2005), quien los describe como perso-
nas de apariencia normal, que no obs- onclusiones
tante pueden presentar problemas de
neocriticismo, introversión, inmadurez,
entre otras.

Bueno y López (2003) resaltaron ras- Con la finalidad de minimizar la con-


gos de personalidad dependiente y pa- fusión que genera la diversificación de
siva y los trastornos relacionados con las tipologías planteadas en esta pobla-
el uso de sustancias, sobresaliendo el ción; el presente estudio, a partir de las
consumo de alcohol, en un estudio lle- coincidencias esenciales en las caracte-
vado a cabo en 60 internos condena- rísticas que se utilizan para elaborarlas,
dos por delitos de agresión sexual en la consideró que éstas son en gran medi-
cárcel de Alhaurín de la Torre - Malaga. da solo atributos o consecuencias que
Así mismo Echeburúa, Fernández y Sa- se derivan de ellas y no dimensiones
laberría (1995), indicaron que este tipo diferentes. Por tal motivo, se proponen
de delincuentes presentan trastornos de 3 tipologías que reúnen - en esencia
conducta como el abuso de sustancias - características significativas de esta
y el consumo de alcohol; además men- población: Los infantilizados/manipula-
cionan que en casi la mitad de los ca- dores, los cuales presentan una clara
sos estos sujetos están aquejados por el inclinación por los menores de edad,
alcoholismo o el trastorno antisocial de con énfasis en aquellos por debajo de la
la personalidad. Refieren, estos mismos pubertad. Entre las características más
autores, que en concreto las ofensas sobresalientes están: una baja autoes-
sexuales guardan, no en todos los ca- tima, dificultad en las relaciones inter-
sos, relación con el trastorno obsesivo personales, infantilismo, evitación. Con
compulsivo. relación al modo de operar son sujetos
que se valen de engaño y manipulación
Finalmente en relación con lo ante- para envolver al menor, de tal manera
rior, Fazel, Hope, Donell y Jacoby (2002), que puedan propiciar un ambiente don-
describen que los delincuentes sexua- de aparentemente no puedan ser sor-
les presentan mayores diferencias en prendidos; lo cual habla de la capacidad

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de planeación que está presente en la satisfacción de un deseo. Con refe-


ellos, es decir si bien aparece el infan- rencia al segundo, y dado su construc-
tilismo en ellos, podría pensarse que es to de personalidad podría pensarse en
más una estrategia de adaptación de- un acto aislado que busca lesionar a la
lictual de la cual se valen para interac- víctima, pero que no contempla en el
tuar con su víctima y generar confianza mismo un componente principal de sa-
en los adultos. Los Mediáticos/circuns- tisfacción sexual. Respecto al modo de
tanciales, personas que se encuentran operar, este tipo de sujetos – los anti-
encajadas de manera adecuada en la sociales – podrían ejecutar el delito se-
sociedad, acogiéndose a las pautas y xual ante la posibilidad que le brinda la
expectativas sociales; que en virtud de posición de dominio y las circunstancias
una situación problema, que desborda del contexto en el que se encuentre. El
sus capacidades de afrontamiento, re- primero – psicopático – corresponde su
curren a drogas licitas o ilícitas - alcohol modo de operar a las características de
la sustancia que se ha referenciado con su personalidad, por ende se esperaría
mayor incidencia en la conducta delicti- encontrar que son sujetos que seleccio-
va – ejecutan la conducta de índole se- nan sus víctimas, las estudias, analizan
xual, catalogada como delito. Conducta sus partes débiles en relación con facili-
que aparecerá con mayor frecuencia si tar el hecho y atacan de forma planeada
existen circunstancias de tiempo y es- y en ocasiones sin dejar pista; cabe es-
pacio (víctimas que conviven solas con perar que el victimario sea un completo
el victimario) que generen un contexto desconocido para la víctima.
de vulnerabilidad para la víctima, como
para el victimario; este último, que bajo Una segunda conclusión está en el
la influencia del consumo puede ver dis- orden de que las características socio-
minuida la capacidad de controlar su demográficas no expresan realmente al
conducta. Desde la perspectiva de la agresor, solo hacen parte de aspectos
violencia cabe la posibilidad de pensar- que al azar le acompañan; por ende val-
se el acto como el desplazamiento de dría la pena no contemplarlas a la hora
la misma; surge la intensión de herir a de diagnosticar al agresor, pues solo
la persona que produce la frustración, confunden y alejan al evaluador de pro-
dañando a una persona importante pósito.
para ella. Podría pensarse en personas
con mayor impulsividad, rasgos depen- Una tercera y última conclusión, po-
dientes y obsesivos. A nivel de modo de lémica por supuesto y a lo mejor reduc-
operar aparecerían variables que lleven cionista de un fenómeno tan complejo
a herir a sus víctimas ante la agresión como se ha expuesto, tiene que ver con
explosiva, favorecida por la privacidad que los agresores sexuales presentan
del acto, dadas las circunstancias. un mínimo desarrollo de sus habilidades
sociales, al igual que en sus estrategias
Los psicopáticos o antisociales, en de afrontamiento; que sumado a las
concordancia con lo que se ha dicho circunstancias contextuales y tempora-
del tipo de violencia que genera el pri- les facilitan la comisión de la conducta
mero, podría pensarse que la agresión punible. Por tal razón, desarrollarlas a
de tipo sexual sobre la víctima persigue través de programas de entrenamiento

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