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Esquema de desarrollo de los RAEs

Titulo: Bioética y bioderecho reflexiones País: Estados Unidos Mexicanos. Número:


clásicas y nuevos desafíos. del
resumen

Autor: Traducción: Castellano.


 Sarah Chan
 Francisco Ibarra Palafox
 María de Jesús Medina Arellano
Coordinadores
Publicación: Instituto de investigaciones Unidad: Universidad Nacional Autónoma de
jurídicas. México.

Ubicación:https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/4733-bioetica-y-
bioderecho
Palabras Claves: Antropocéntrico, rezago, regulación, explotación, bienes,
pensamiento.
Descripción: Los capítulos y siguientes ilustran la realidad jurídica en parte del mundo
respecto a la protección animal y la regulación de este, también muestra la
concientización de las personas hacia los animales en los últimos años y hace una
reflexión del pensamiento antropocéntrico. Es un libro fruto de un grupo de
investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fuentes:
1. Código Civil federal (texto vigente), nuevo Código publicado en el Diario Oficial
de la Federación en cuatro partes, 26 de mayo, 14 de julio, 3 y 31 de agosto de
1928. Últimas reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación del 24 de
diciembre de 2013, disponible en:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/doc/2_241213.doc
2. En este texto, los “otros animales” se refiere a las demás especies de
vertebrados; ya que los humanos (homo sapiens sapiens), también pertenecemos
al subphylum vertebrata del reino animal.
3. Corriente de pensamiento que coloca al ser humano como centro del universo. El
antropocentrismo ético consiste en otorgar consideración moral exclusivamente a
la especie humana.
4. Tafalla, Marta, “La defensa de los animales. Razones para un movimiento moral”,
Revista Crítica, monográfico sobre “Los movimientos sociales en el siglo XXI”,
núm. 941,2007, pp. 58-61.
5. Aquel que representa o cuida de alguien que tiene incapacidad natural o civil.
6. Seamer, J. H., “Human Stewardship and Animal Welfare”, Applied Animal
Behaviour Science, núm. 59, 1998, pp. 201-205.
7. Disponible en:
http://www.bj.admin.ch/bj/fr/home/themen/gesellschaft/gesetzgebung/abge-
schlossene_projekte0/tiere.html (consultada el 28 de febrero de 2012).
8. Code Civil Suisse, 10 de diciembre de 1907 (actualizado al 1o. de febrero de
2010).
9. Rojas, H. L. et al., “Políticas y prácticas de bienestar animal en los países de
América: estudio preliminar”, Revue Scientifique et Technique (International
Office of Epizootics), núm. 24, 2005, pp. 549-565.
10. Comunicación de la Comisión de la OIE al Consejo y al Parlamento Europeo, sobre
legislación en materia de bienestar de los animales de explotación en países del
tercer mundo y sus repercusiones en la UE. COM 2002. Bruselas 18 de noviembre
de 2002.
11. Que son capaces de sentir dolor.
I. Situación de los animales en un mundo antropocéntrico

 “Los animales vertebrados comparten con nosotros el planeta y contribuyen en


forma importante a nuestra supervivencia —muchas veces a costa de su propia
vida— como sucede con aquellos destinados a la producción de alimentos, a la
investigación y a la enseñanza. De otros animales se obtiene valiosa ayuda para el
trabajo a través de los servicios que prestan a la sociedad (en la policía,
búsqueda y rescate; asistencia, terapia a discapacitados y enfermos, guardia y
protección); son fuente importante para el sustento económico de muchas
familias, a las que acompañan y ayudan en sus labores de carga, tiro, transporte
y arado. También hay animales que son utilizados en actividades deportivas,
espectáculos y exhibición. Otros más comparten nuestra casa y la vida cotidiana,
brindado afecto y compañía, al tiempo que contribuyen a desarrollar en los
miembros de la comunidad, especialmente en los niños, sentimientos de
responsabilidad, gratitud y cuidado por los demás. Pero al estar a nuestra
merced, los animales suelen ser víctimas de abusos, explotación y malos tratos,
por lo tanto, deberían ser objeto de tutela y protección por parte del Estado.”
(Chan, Ibarra y Medina, 2018, p. 383)

3. Estatus jurídico de los animales no humanos en los Estados Unidos Mexicanos

El Código Civil Federal mexicano, fue inspirado en la configuración romana de la


propiedad, como en una “pared legal” que separa a los seres humanos de la naturaleza,
por lo cual considera dos principales tipos de estatus jurídico: el de personas y el de
bienes (que incluye a todo y todos los demás). En el Código Civil Mexicano se les concede
a los humanos —quienes no son susceptibles de apropiación— un estatus de personas
físicas, mismo que adquieren al momento de nacer y conservan hasta que mueren
(artículo 22). En el artículo 23 se señala que la minoría de edad, el estado de
interdicción y demás incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la
personalidad jurídica; sin embargo, los incapaces pueden ejercitar sus derechos por
medio de sus representantes. El Código no señala las características físicas de manera
explicita que alguien debe tener para ser considerado persona, salvo la de pertenecer a
la especie humana (homosapiens).

Por otra parte, los bienes —en cuanto a que son susceptibles de apropiación— se
subclasifican en “bienes inmuebles” o “bienes muebles” (dependiendo de si están fijos
en el suelo o de si se pueden mover), pero en ningún momento se hace una precisión
acerca de la naturaleza de estos bienes o cosas; de modo que los animales, dependiendo
del lugar donde vivan, pueden ser considerados bienes inmuebles o muebles. Y se
consideran bienes muebles o “semovientes”, aquellos cuerpos que por su naturaleza
pueden trasladarse de un lugar a otro (artículo 753), como los vehículos, los animales de
compañía y los silvestres cuando son capturados o cazados.

Pero se deja de lado el aspecto más importante: la naturaleza viviente y sintiente de


algunos de estos “bienes”. Estos criterios no son tomados en cuenta como criterio de
clasificación. De modo que en México los animales destinados a la producción, tienen el
mismo estatus que el abono, los postes y las líneas telefónicas; en tanto que la mayoría
de los animales de compañía y los caballos se consideran “bienes muebles”
(semovientes) —lo mismo que un automóvil o una bicicleta—.

El hecho de que los animales sean contemplados sólo como bienes, los coloca en una
situación de vulnerabilidad e indefensión, haciéndolos susceptibles de compraventa,
arrendamiento, captura, caza, destrucción o abuso, por parte de cualquier persona. De
esto se sigue que no existen restricciones legales para el trato que reciben, y si se les
causa daño, tortura o muerte, dicha acción tendría prácticamente la misma categoría y
penalización que la de cualquier otro delito por “daño a propiedad o a bienes ajenos”.

Dado que la estructura jurídica occidental tiene una base antropocéntrica, es decir que
considera exclusivamente los intereses de los humanos, los otros animales quedaron
fuera del ámbito jurídico como sujetos, porque no se considera que puedan ser
propietarios de ningún bien, ni siquiera de su vida ni de su cuerpo, sino solamente
pueden ser poseídos por un humano. Hoy en día, esta manera de clasificar a los animales
resulta incorrecta y hasta injusta —dirían algunos—, por lo que habría que
recategorizarlos dentro de un régimen jurídico aparte.

II. Los derechos humanos y los animales

La manera en que vemos a los otros animales ha cambiado en los últimos 50 años,
cuando gran parte de la población empezó a cuestionarse si efectivamente eran meros
recursos naturales “renovables” a nuestra disposición.

Gracias a los aportes Charles Darwin, a su influencia y a la de otros destacados


naturalistas, filósofos y estudiosos del derecho, el horizonte se abrió y el panorama no
ha dejado de cambiar vertiginosamente, cayendo los antiguos paradigmas que sostenían
que entre nuestra especie y los demás animales había un abismo infranqueable.

Cuando en 1859 publicó El origen de las especies por medio de la selección natural, en
donde postulaba que todos los animales provenimos de un ancestro común y, por lo
tanto, los humanos no estamos fuera del mundo natural sino que somos parte de él.
Como si esto no fuera suficiente, en 1872 publicó La expresión de las emociones en el
hombre y en los animales, concediendo que éstos no solamente estaban emparentados
con nosotros, sino que también tenían vida mental. Hoy, que se sabe que los otros
vertebrados no son máquinas, sino que sienten y tienen capacidades cognitivas, se hacen
esfuerzos para que también sean respetados y tomados en cuenta. Por siglos, muchos
grupos humanos han tendido a rechazar a quienes les parecen diferentes (física o
culturalmente), ya sea porque les parecen peligrosos o inferiores, o bien, susceptibles de
ser dominados o esclavizados. De manera que el concepto de derechos humanos que tan
lógico y familiar nos resulta hoy, es reciente, tiene poco más de 200 años.

IV. Situación legal de los animales

Cada vez hay más personas que a través de diferentes medios manifiestan su
descontento por las imágenes de animales cazados o encerrados, los abrigos de pieles,
los objetos de marfil, los cosméticos probados en animales. Se protesta no sólo por el
maltrato y abandono de perros y gatos, sino por la presencia de animales en circos,
parques acuáticos y espectáculos en donde son sometidos a violencia, sufrimiento y
muerte. Existe un debate en torno a las funciones que llevan a cabo los zoológicos y la
forma en que cuidan de los individuos que albergan. También la crianza de animales en
granjas industriales, así como la investigación biomédica y los métodos tradicionales de
aprendizaje que usan animales vivos, son cuestionados y rechazados por un amplio
sector de la sociedad.

En diversas partes del mundo han surgido y se han extendido grupos organizados como:
Veterinarios por los Derechos de los Animales, el Fondo para la Defensa Legal de los
Animales, Personas por un Trato Ético para los Animales (PETA), Humane Society
International (HSI), World Wildlife Found (WWF) y otros.

A pesar de estas acciones, y como sucede con otros asuntos importantes, los poderes
públicos y la legislación suelen ir por detrás de la reflexión bioética y académica, así
como de la opinión de la sociedad, cuya sensibilidad en algunos temas es superior a la
que tiene el Estado, “por eso es que la conciencia colectiva ha llevado a los ciudadanos
a ejercer presión a sus gobiernos para que mejoren las condiciones de vida y muerte de
todos los animales.” (Chan, Ibarra y Medina, 2018, p. 397)
1. Situación en la Unión Europea

Europa ha estado a la cabeza de estos movimientos, por lo que es un referente para


todos en materia de bienestar animal. En 1991 entró en vigor en Italia la llamada
Constitución de los Animales Domésticos, en donde se reconoce el derecho a la vida de
los perros y gatos, prohibiendo que se les matara cuando fueran abandonados o en
situación de calle, lo mismo ocurrió en Barcelona.

En Suiza, en el año 2000 se convocó a un referéndum para aprobar dos iniciativas


legislativas tituladas: 1) “Por un mejor estatus jurídico para los animales”, y 2) “Los
animales no son cosas”; en ellas se demandaba que su Constitución reconociera que los
animales son seres vivos dotados de sensibilidad y capaces de sufrir, por lo que se
solicitó una reforma constitucional para darles un nuevo estatus jurídico. En octubre de
2002, su Parlamento aprobó estas modificaciones a la ley, la cual entró en vigor en abril
de 2003. Ahora ha quedado consagrado positivamente en el Código Civil Suizo que los
animales no pueden ser tratados jurídicamente como cosas, y que sus intereses deberán
ser tomados en cuenta en algunas de las decisiones que los involucren. También se han
establecido penas y sanciones para quienes los dañen o los hagan trabajar más allá de
sus fuerzas, ya que esta nueva ley modificó también su Código Penal. Para 2004
incorporó en su Constitución una disposición en la que el Estado protege la vida y el
bienestar de los animales porque “los seres humanos tienen una responsabilidad especial
hacia ellos”. Estas modificaciones jurídicas tuvieron una inmediata repercusión en
Alemania, mediante la Ley para la Mejora de la Situación Jurídica del Animal en el
derecho civil.

En Austria, en 2005 entró en vigor la que parece que es la normativa más avanzada en
este aspecto.

Como era de esperarse, estas mejoras para los animales en materia de derecho
constitucional, civil, administrativo y penal, se extendieron por la Unión Europea, y
“para 2009 quedó plasmado en el Tratado de Lisboa que: los Estados miembros de la
Unión tienen la obligación de tratar a los animales como “seres sintientes o sensibles” en
sus legislaciones internas. Los primeros cambios se vieron en lo relativo al transporte de
aquellos destinados a la alimentación, que hoy está regulado por estrictas normativas
que velan por un mínimo bienestar para los animales.” (Chan, Ibarra y Medina, 2018, p.
398)

2. Situación en México y el resto de América

En el continente americano, los animales no humanos siguen teniendo estatus de bienes,


pero Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, Paraguay y Perú,
cuentan con leyes ya sea de protección o de bienestar para ellos. En Brasil, México y
Uruguay existen iniciativas de ley en esta materia, pero se encuentran en discusión, en
espera de ser aprobadas. El resto de los países de nuestro continente presenta un gran
rezago, ya que sólo cuentan con normas o regulaciones locales, o que tocan solamente
algunos aspectos de bienestar en ciertas especies de animales.

En la actualidad existe una fuerte tendencia para promulgar leyes de bienestar animal a
nivel mundial. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) —autoridad
internacional en salud animal y zoonosis—, ha considerado el tema del bienestar animal
como una de sus prioridades, exhortando a sus países miembros, entre los que se
encuentra México, a contar con un marco jurídico al respecto, en el que puedan
apoyarse para sus negociaciones internacionales. La Unión Europea apoyó esta propuesta
y ha promovido al interior de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se
considere el nivel de bienestar de los animales como una posible barrera sanitaria.
Algunos países importadores de productos de origen animal han incorporado
explícitamente aspectos de bienestar en sus regulaciones oficiales. Por lo tanto, quienes
exportan o desean exportar a esos países deben cumplir con dichas exigencias.

A lo anterior se añade la Declaración Universal sobre Bienestar Animal, de la que México


es signatario, en la que se establece la importancia de un trato humanitario para los
animales sensibles o sintientes, a la vez que promueve estándares de bienestar a nivel
mundial. Dicha declaración, aunque no sea vinculante, ha sido apoyada y adoptada por
los gobiernos de varios países en los cinco continentes, así como por más de 300
organizaciones y agrupaciones internacionales.
Metodologías: Análisis legislativo, inductivo.
Conclusiones: El antropocentrismo se ve en nuestro (América) ordenamiento jurídico
como el código civil en la cual un animal es igual a un bien; es decir propiedad del ser
humano, siendo sujeto de desventaja en cuanto a su calidad de vida, de ahí radica la
importancia de separarlo del estatus de “bienes”.

Los aportes de Charles Darwin fueron un antecedente para desvirtuar el pensamiento de


que los animales y humanos no son tan diferentes; se podría decir que maltratar un
animal hoy en día es como hablar de esclavitud. En la última década las personas se han
sensibilizado por los animales respecto a su trato en muchas industrias como la moda, la
parte cosmética, los zoológicos, los circos, los estudios científicos (experimentos), entre
otros; generado una alta demanda de la regulación del trato que se tiene a estos seres
con lo cuales convivimos inclusive antes de nuestra propia existencia.

Europa, un paso adelante legislo entre 1991-2009 en cuando a protección, regulación y


tratamiento de los animales domésticos, de consumo para el humano, de animales de
trabajo y creó el tratado “El tratado de Lisboa” a diferencia de América no es
superficial ya que hasta ahora se esta implementando en ciertos países y solo cubren
aspectos tales como protección o bienestar; sin embargo, la regulación de productos de
origen animal obliga por parte de la unión europea y la OMC a los países americanos
siendo una gran influencia a regular esta misma situación en sus propios países.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez.

País: Medellín, Colombia. Número:


Titulo: La influencia de las mascotas en del
la vida humana. resumen
Autor: Traducción: Ingles al castellano.
 Leonardo F. Gómez G.
 Camino G. Atehortua H.
 Sonia C. Orozco P
Publicación: Revista Colombiana de Unidad: Universidad de Antioquia.
Ciencias Pecuarias.
Ubicación: https://doaj.org/article/a8ae0bdf6f774edfa572033598b86340
Palabras Claves: animales, beneficios, relación afectiva, salud mental y física, zoonosis.
Descripción: El texto corresponde a un artículo de revista desarrollado por el grupo de
investigación CENTAURO, de la escuela de medicina veterinaria en la facultad de
ciencias Agriarías de la universidad de Antioquia.
Fuentes:
1. Angulo FJ, Glaser CA, Juranek DD, Lappin MR, Regmery RL. Caring for pets of
immunocompromised persons. J Am Vet Med Assoc 1994; 205:1711-1718
13. Hart LA. Methods, standards, guidelines, and considerations in selecting animals for
animal-assisted therapy. In: Fine AH, editor. Handbook on animal-assisted therapy:
theoretical foundations and guidelines for practice. Boston: Academic Press; 2000. p. 81-
97

14. Hesselmar B, Aberg N, Aberg B, Eriksson B, Bjorksten B. Does early exposure to a


cat or dog protect against later allergy development? Clin Exp Allergy 1999; 29:611-617.

18. Lynch JJ. Developing a physiology of inclusion: recognizing the health benefits of
animals companions. Delta Society 2006 [fecha de consulta: 27 de abril de 2006] URL:
http://www.deltasociety.org/AnimalsHealthGeneralPhysiology.htm

19. Meer G, Toelle BG, Ng K, Tovey E, Marks GB. Presence and timing of cat
ownership by age 18 and the effect on atopy and asthma at age 28. J Allergy Clin
Immunol 2004; 113:433-438.

20. Millhouse-Flourie TJ. Physical, occupational, respiratory, speech, equine and pet
therapies for mitochondrial disease. Mitochondrion 2004; 4:549-558.

26. Wong SK, Feinstein LH, Heidmann P. Healthy pets, healthy people. J Am Vet Med
Assoc 1999; 215:335-338.

27. Wood L, Giles-Corti B, Bulsara M. The pet connection: pets as a conduit for social
capital. Soc Sci Med 2005; 61:1159-1173.

28. Zasloff RL. A new appreciation for feline friends. Compend Contin Educ Pract Vet
1996; 18:4-4.
Efectos de las mascotas

Los animales domésticos influyen de manera positiva en la salud de los seres humanos.
Las investigaciones científicas han clasificado estos efectos en cuatro áreas específicas:
terapéuticos, fisiológicos, sicológicos y sicosociales.

1. Terapéutico

Las mascotas como recurso terapéutico pueden ser incluidos en los tratamientos como
terapia asistida motivacional o como terapia física. La primera tiene como objetivo
introducir a un animal de forma permanente o con una regularidad específica en el
entorno de una persona, con el fin de permitir que se establezca una unión afectiva.
Esta metodología ha sido utilizada en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), enfermedad de Alzheimer y diversos trastornos sicológicos (27); se ha
instaurado en hogares para la tercera edad (27, 28), cárceles, hospitales (20, 27) e
instituciones siquiátricas (27). Este tipo de terapia ha potenciado la rehabilitación de
pacientes con afecciones cardíacas (27) y ha incrementado el porcentaje de
supervivencia de la enfermedad coronaria (18, 27). Recientemente, hay un gran interés
por conocer los efectos de la presencia de animales cómo parte de los ambientes
laborales (27). Pensando en las personas que se han recuperado y en las que aún tienen
capacidad de vivir de forma independiente, algunas instituciones han diseñado
programas especiales. Uno de los programas es la asistencia permanente de voluntarios,
para que cubran las necesidades físicas de las mascotas, también han logrado vincular
benefactores para que el factor económico no sea una dificultad.

Otra modalidad de programa es entregar a una mascota adulta en forma de “préstamo”


como compañero permanente durante el tiempo en que la persona sea autónoma, en
circunstancias de enfermedad temporal son atendidos por voluntarios, y en el caso de
incapacidad permanente o muerte estas mascotas son situadas en otros hogares. Una
organización de voluntarios muy reconocida en los Estados Unidos es “Pets Are a
Wonderful Support” (PAWS), donde prestan asistencia a las mascotas de personas con
SIDA. Esta organización en sus 10 años de funcionamiento tiene aproximadamente 500
clientes y colaboran en todos los menesteres necesarios para que los dueños puedan
continuar con sus mascotas a pesar del avance de la enfermedad (13).
La terapia física es otra forma de beneficiarse a través de los animales, la forma más
conocida es la equinoterapia, la cual inició en Europa hace aproximadamente 50 años y
rápidamente se ha ido extendiendo a innumerables países. Esta terapia se ha convertido
en una herramienta para incrementar las habilidades físicas basándose en el movimiento
multidimensional del caballar. Permite mejorar la función motora, el tono muscular, la
postura, el equilibrio, la coordinación y la ubicación sensomotora. Ha sido utilizada en
pacientes con síndrome de Down, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, retraso en el
desarrollo y trauma cerebral (20). El movimiento del caballo efectúa en el jinete un
estiramiento pasivo y activo, estimula el equilibrio al desplazar rítmica y
constantemente el centro de gravedad, moviliza la pelvis, médula espinal y
articulaciones en un patrón similar del caminar. Grupos musculares profundos que no son
accesibles en una terapia convencional son estirados y fortalecidos con los movimientos
del caballo. Interactuar con un caballo provee estimulación visual, táctil y olfatoria.
Adicionalmente, se reportan mejorías en el habla, las funciones cognitivas, mayor
desarrollo del lenguaje y ayuda a desarrollar paciencia, responsabilidad y control
emocional (20).

2. Fisiológicos

La tenencia de mascotas es un factor protector para las enfermedades cardiovasculares,


pueden modificar varios factores de riesgo: se disminuye la presión arterial (18, 27, 28),
se reduce la frecuencia cardíaca (20), la ansiedad y el estrés por soledad (27, 28) y se
liberan endorfinas al acariciar a las mascotas (20). Los dueños de perros tienen una
mayor actividad física en comparación con aquellos que no los poseen, y como
consecuencia los primeros tienen en general una mejor salud, reflejándose en un menor
número de consultas médicas (27). En un estudio realizado por Lynch (18) con pacientes
cardiópatas que fueron dados de alta de la unidad de cuidados intensivos, se determinó
que el factor más influyente en la supervivencia y la recuperación de estos, fue la
severidad del daño en el miocardio, seguido por la tenencia de mascotas. La mortalidad
en el primer año de recuperación, fue cuatro veces mayor en pacientes que no tenían
animales (18). “En Australia, la obesidad es una preocupación de la salud pública. Una
forma de promoción del ejercicio, ha sido mediante la tenencia de un perro. En este país
se ha estimado que habría un ahorro potencial de 175 millones de dólares en servicios
del área de la salud, si todos los propietarios de perros caminaran diariamente durante
30 minutos con su mascota” Wood (2005) citado por Gómez, Atehortua y Orozco (2007,
pag. 380) (27).
Recientemente, se han realizado estudios para determinar si la tenencia de gatos (14,
19) y de perros (14) puede influir sobre el desarrollo de enfermedades alérgicas como el
asma (14, 19), la atopía (19) y la rinitis alérgica (14). Los autores Meer et al (19) y
Hesselmar et al (14) concluyeron que tener un perro o gato como mascota durante los
primeros años de vida es un factor protector contra las enfermedades alérgicas ya
mencionadas (14, 19). Estos autores plantean una hipótesis para tales resultados: la
exposición microbiana a temprana edad puede proteger contra enfermedades alérgicas
por una posible variación de la respuesta inmune de linfocitos hacia el tipo no
alergénico. Una exposición a temprana edad es hasta los 6 años, y la protección
adquirida dura a través de toda la adultez, independiente de la presencia de un perro o
un gato en esta etapa de vida (19).

3. Sicológico

El vínculo entre las personas y los animales ha sido sujeto de numerosos estudios en los
cuales se han evaluado los atributos de esta relación sobre la salud mental (13, 18, 28).
Las mascotas ayudan a disminuir las alteraciones psicológicas, reducen la sensación de
soledad e incrementan el sentimiento de intimidad, conduciendo a la búsqueda de la
conservación de la vida en personas enfermas (1, 13). En estados de depresión, estrés,
duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento
incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad, que
necesariamente genera una mejor integración con la sociedad (13, 27). Las mascotas
permiten que se desarrolle el sentimiento de apego en los niños (27). En un estudio
realizado por Wood et al (27) los autores encontraron que los dueños de mascotas rara
vez o nunca se sentían solos, les era fácil entablar nuevas amistades y tenían un mayor
número de personas a quien recurrir ante una eventualidad o crisis, en comparación con
personas sin mascotas (27).

4. Las mascotas y las personas inmunocomprometidas

Las mascotas han demostrado tener un efecto psicológico y emocional importante en los
pacientes, lo que ha permitido hacer de las enfermedades crónicas algo más llevadero, e
incluso, se pueden convertir en facilitadores de la recuperación de algunos casos (1, 13);
además, brindan un aliciente a partir del afecto incondicional que profesan,
convirtiéndose en sanadores silenciosos. Esta condición plantea un reto de salud, por
cuanto está claro que la separación del paciente inmunodeprimido de su mascota es
contraproducente por el desequilibrio emocional al que se expondría, pero también es
claro que es una fuente cercana de microorganismos que, para las condiciones
inmunológicas del paciente, supone un riesgo latente que pondrían en peligro la vida del
mismo (1, 26). Algunos de los microorganismos de mayor riesgo para un paciente
inmunocomprometido son: Salmonella spp, Campylobacter spp, Giardia spp, Toxoplasma
gondii, Cryptosporidium spp, Rhodococcus equi, Bartonella spp, Mycobacterium
marinum, Leptospira spp y Bordella bronchiseptica, siendo los tres primeros los más
comúnmente trasmitidos (1). Si bien no se puede garantizar que no se transfieran estos
agentes desde las mascotas a sus propietarios, si se puede minimizar los riesgos de
contagio siguiendo unas normas básicas de convivencia con el animal y de manejo del
mismo, y es aquí donde el médico veterinario toma un papel preponderante como asesor
en la relación, para evitar la transmisión de enfermedades zoonóticas, y como vigía de la
salud de la mascota (1, 26).
Metodologías: Investigación correlacional y análisis cualitativo.
Conclusiones: La influencia positiva de los animales domésticos en el ser humano es
bastante, por lo mismo deberían ser primordiales sujetos de protección en el derecho.

La unión afectiva que puede generarse con un animal, es sincera ya que al ser menos
desarrollados que nosotros no poseen hipocresía o maldad, solo instinto; por ende les
permite a ellos saber nuestro estado de ánimo sin que ni siquiera nosotros mismos nos
demos cuenta, lo cual los hace excelentes compañeros en hospitales o clínicas.

Los perros, sobre todo obligan a sus dueños a tener una mayor actividad física que el
común denominador debido a la demanda de cuidados (salir al parque, jugar con otros
perros, caminar con el), por lo tanto, se benefician de manera mutua. Lo mismo sucede
en una exposición pronta de los niños/as en la cual generan anti patógenas contra
enfermedades atópicas, tener una mascota desde temprana edad desarrolla en las
personas una buena salud mental generando capacidad de socialización y minimizando
desórdenes mentales como la ansiedad, estrés, depresión, entre otros. La compañía
incondicional de estos seres es un amor saludable y reciproco, brindándole al ser humano
estabilidad emocional.

Por ultimo las mascotas benefician a las personas inmunocomprometidas como si fuera
un cuidado paliativo con ciertas precauciones de contagio por parte del animal debido a
la disminución del sistema inmunitario.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez.
País: Colombia. Número:
Titulo: La fiesta brava: exaltación de la del
crueldad con los animales. resumen
Autor: Claudia Helena Amarillo Forero Traducción: castellano.
Publicación: Universidad pedagógica y Unidad: Facultad de derecho y ciencias
tecnológica de Colombia. sociales.
Ubicación: https://revistas.uptc.edu.co/index.php/derecho_realidad/article/view/4894
Palabras Claves: Delito de maltrato de animal, defensa de los animales, seres sintientes.
Descripción: Revista en la cual exponen la legislación sobre protección animal, la
realidad jurídica colombiana y su falta de aplicación, haciendo una reflexión acerca de
nuestra “cultura colombiana” respecto a las corridas de toros.
Fuentes:
1. ADA (Asociación Defensora de Animales). Legislación y jurisprudencia. [En
línea]Disponible en http://www.adacolombia.org/material/legislacion
2. ALDF (Animal Legal Defense Fund), disponible en http://www.aldf.org/
3. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-666 de 2010, M. P. Humberto Sierra Porto.
[En línea] [Consultada el 1º, nov., 2011] Disponible en
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/C-666-10.htm
4. Declaración Universal de los Derechos del Animal. [En línea] Disponible en
http://www.dib.unal.edu.co/promocion/etica_deranimal.htm
5. EL TIEMPO. Adiós al toreo en Cataluña. (25 de sep. 2011).Historia de la
protección a los animales.[En línea] Disponible en
http://enextranet.animalwelfareonline.org
6. LORENZ, Konrad. Cuando el hombre encontró al perro. (R. Ibero, Trad.).
Barcelona :Tusquets, 2010.
7. ________. Los ocho pecados mortales de la humanidad civilizada. (J. A. Campos,
Trad.).Barcelona : RBA Libros, 2011.
8. Los derechos de los animales. Ámbito legal. [En línea] [consultado el 17,
oct., 2001]Disponible en
http://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_de_los_animales
9. MARTÍN MELERO, Alicia. El debate sobre los derechos de los animales. De
Bentham aFrancione. [En línea] [Consultado el 11 de nov., 2011]
Disponible en http://w w w . a n i m a n a t u r a l i s .
o r g / p / 9 2 4
/el_debate_sobre_los_derechos_de_los_animales_de_bentham_a_francione
10. ONU. Carta de la Naturaleza. [En línea] Disponible en
http://utopiaverde.org/descargas/carta-mundial-de-la-naturaleza-1982
11. REQUEJO CONDE, Carmen. La protección penal de la fauna. Especial
consideración deldelito de maltrato a los animales. Granada, España : Comares,
2010.
12. SINGER, Peter. Liberación animal. El clásico definitivo del movimiento animalista.
Madrid: Taurus, 2011.
13. SPIEGEL. Bundestag nimmt Tierschutz ins Grundgesetz. [En línea] Disponible en
http://www.spiegel.de/politik/deutschland/0,1518,196723,00.html
Introducción

En Colombia, pese al esfuerzo de muchas personas y asociaciones por proteger a los


animales, infortunadamente predomina el trato cruel con estos, y aunque aquí existen
normas que consagran la protección a los animales, estas se quedan cortas, como en el
caso de la Ley 84 de 1989, las excepciones que la misma ley consagra en el maltrato
hacia los animales, hacen que, en la práctica, los actos crueles sigan existiendo contra
ellos. Un ejemplo son las corridas de toros, autorizadas por el Estado colombiano y
defendidas por la Corte Constitucional colombiana.

En este artículo nos referiremos a la decisión de la Corte Constitucional de aceptar la


celebración de las corridas de toros, como “expresión cultural” del pueblo
colombiano (Sentencia C-666 de 2010). La fiesta brava hace parte de nuestra tradición
cultural, así lo ha dicho la Corte Constitucional. Por supuesto, Colombia es un país con
altos índices de violencia, y las corridas de toros y el maltrato a los animales forman
parte de nuestras costumbres. Así que la cuestión no es erradicar la fiesta brava con
fallos judiciales –lo que, por ahora, es imposible-, la cuestión es si los colombianos
estamos dispuestos a entender que esa tradición es una muestra de violencia que
nos deshumaniza aun más.

Por eso hay autores que resaltan que:

Nos hace falta es cambiar nuestra actitud con los animales (idea que no es original, ni
mucho menos, pues ya muchos defensores de los animales la han expresado antes), para
lo cual es necesario comenzar con un proceso educativo, pues algunas de las conductas
crueles hacia los animales son producto de la ignorancia más que de la indiferencia,
como lo expresó Peter Singer, el gran inspirador del movimiento mundial de liberación
animal: “La repulsión que este [se refiere a un vídeo grabado en 2008 en un
matadero de California, Estados Unidos, en el que se registra el trato cruel a vacas
enfermas] y otros vídeos de abusos sobre animales grabados ocultamente provocan en la
mayor parte de la sociedad sugiere que es la ignorancia, y no la indiferencia, la que
permite que se mantenga la crueldad generalizada, institucional hacia los animales...”.
Singer (2011) citado por Amarillo Forero (2016, p. 141).

Este es un asunto que cada vez despierta el interés de más personas en más rincones del
planeta, como en la mismísima España, cuna de la “Fiesta Brava”, donde en la
Monumental de Barcelona se celebró el 25 de septiembre de 2011 la última (ojalá así
sea) corrida de toros, tres meses antes de que entre en vigor la prohibición de la
tauromaquia en Cataluña.

Las corridas de toros: “expresión cultural” del pueblo colombiano

La Corte Constitucional ha dicho que las corridas de toros, igual que otras actividades de
entretenimiento que utilizan a los animales, son una expresión cultural por ende su
celebración está permitida. Pues bien, si el fallo de la Corte Constitucional, como lo
suponemos, representa la opinión de buena parte de los colombianos, entonces lo
que se necesita en Colombia es precisamente un cambio en su cultura, es decir que
“en nuestro país requerimos, en primer lugar, educar en el respeto a los animales; sin un
cambio en nuestra mentalidad que nos conduzca a una cultura de respeto por todos los
seres sintientes” (Amarillo, 2016, p. 149), no podremos conseguir que nuestros
legisladores, nuestros jueces y nuestras autoridades administrativas se interesen en
defender a los animales. Mientras esté incrustada en nuestras costumbres la pasión por
la violencia, por ejemplo, la afición a las corridas de toros, riñas de gallos, corralejas,
etc., mientras continúe la creencia de que no puede haber fiestas de los santos patronos
-en varios municipios del país-, como la celebración de la Virgen del Carmen, sin corrida
de toros, mientras los colombianos sigamos considerando y tratando a los animales como
cosas, nuestros jueces seguirán reflejando en sus fallos el sentir de muchos de nuestros
compatriotas.

Protección jurídica de los animales en Colombia

En Colombia se han expedido diversas normas orientadas a la protección de los animales,


no obstante hace falta que las autoridades las apliquen para que no se queden en letra
muerta. “Hasta antes de 1972 no existía en Colombia un ordenamiento de defensa
animal estructurado. A partir de la Ley 5ª, que involucró al Estado en la gestión
proteccionista mediante sus estamentos y recursos presupuestales, se dispuso la
creación de Juntas Defensoras de Animales de carácter oficial y se señalaron por primera
vez tipos descriptivos de actos en perjuicio de los animales, con sus respectivas
sanciones. Aunque esta norma y su Decreto Reglamentario No. 497 de1973 se encuentran
actualmente vigentes, no han pasado del papel y su cumplimiento es ínfimo debido al
desinterés de los Alcaldes y de los funcionarios encargados de su aplicación”.

La Constitución de 1991 en su artículo 8º establece que “Es obligación del Estado y de las
personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación”. Riquezas naturales
que comprenden, desde luego, la fauna. Adicionalmente, la Constitución en el artículo
95, numeral 8, señala: “Son deberes de toda persona y del ciudadano: 8. Proteger los
recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente
sano”.

El Código de Recursos Naturales (Decreto 2811 de 1974), y su Decreto


Reglamentario 1608 de 1978, entre otros objetivos, buscan la conservación,
mejoramiento y utilización racional de los recursos naturales renovables (art. 2º,num.
1, Dec. 2811 de 1974), incluida la fauna silvestre (art. 3º, Dec. 2811 de1974).

La última reforma hecha al Código Penal colombiano (Ley 1453 de 2011) introdujo
sanciones significativas para quienes atenten contra los recursos naturales del país. El
Título XI del Código, sobre delitos contra los recursos naturales y el
medioambiente, fue modificado de manera tal que, de aplicarse realmente en la
práctica, significará una luz de esperanza para la protección de nuestro medio
ambiente.

El artículo 29 de la Ley 1453 de 2011, que modificó al artículo 328 del Código Penal,
establece que se considera como delito, el ilícito aprovechamiento de los recursos
naturales renovables, en los siguientes términos:

“El que con incumplimiento de la normatividad existente se apropie, introduzca,


explote, transporte, mantenga, trafique, comercie, explore, aproveche o se beneficie de
los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos,
hidrobiológicos, biológicos o genéticos de la biodiversidad colombiana, incurrirá en
prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento ocho (108) meses y multa hasta de
treinta y cinco mil (35.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad, cuando las especies estén
categorizadas como amenazadas, en riesgo de extinción o de carácter migratorio, raras o
endémicas del territorio colombiano”.

En cuanto a la protección y conservación de la fauna y flora del país, se incluye el delito


de manejo y uso ilícito de organismos, microorganismos y elementos
genéticamente modificados, el cual contempla, para quien incurra en él, prisión entre 5
y 9 años, y multas entre los 133.33 y los 15.000 smlmv. Si se produce enfermedad, plaga
o erosión genética de las especies, la pena se aumentará en una tercera parte (art. 330
C. P.).

También se sancionará a quien introduzca, trasplante, manipule, experimente,


inocule, o propague especies silvestres exóticas, invasoras, que pongan en peligro la
salud humana, el ambiente, las especies de la biodiversidad colombiana, con
penas entre los 4 y 9 años de prisión, y multa de 133.33 a 15.000 smlmv.

Las penas para la experimentación ilegal con especies, agentes biológicos o


bioquímicos que generen o pongan en peligro o riesgo la salud humana o la
supervivencia de las especies de la biodiversidad colombiana pueden llegar a los 12años
de prisión y multa hasta de 50.000 smlmv.

La ilícita actividad de pesca y la caza ilegal también serán duramente sancionadas (arts.
335 y 336 del C.P.). En suma, con la expedición de la Ley 1453 de 2011,quienes
incumpliendo la normatividad existente atenten contra el medio ambiente o los recursos
naturales podrán pagar multas hasta de 50.000 smlmv e ir a prisión hasta por 15 años.

La Ley 84 de 1989, Estatuto Nacional de Protección de los Animales, cuyos primeros siete
artículos ya trascribimos atrás, ha buscado una especial protección –en todo el territorio
nacional- de los animales contra el sufrimiento y el dolor, causados directa o
indirectamente por el hombre. Y se refiere a los animales silvestres, bravíos o salvajes y
los domésticos o domesticados, cualquiera sea el medio físico en que se encuentren o
vivan, en libertad o en cautividad.

El artículo 3º de esta ley señala que la violación de lo dispuesto en el estatuto


constituye una contravención, y el capítulo IV consagra las penas aplicables a quienes
incurran en las conductas allí descritas. El artículo 10, por ejemplo, establece que los
actos dañinos de crueldad descritos en el artículo 6º de la ley, serán sancionados con
pena de arresto de 1 a 3 meses y multa de $5.000 a $50.000, y cuando, como
consecuencia del daño o acto cruel, se produzca la muerte o se afecte gravemente la
salud del animal o éste quede impedido por pérdida anatómica o de la función de uno o
varios órganos o miembros o con deformación grave y permanente, la pena será de
arresto de 15 días a 4 meses y multas de $10.000 a $100.000.

Sin desconocer el intento del legislador de proteger a los animales con esta norma
contra el abuso, en la realidad esta no se ha aplicado, ya sea por falta de interés de
las autoridades o de la sociedad misma, aunque también hay que anotar que esta ley
consagra unas sanciones ínfimas, sin contar con la lamentable excepción que contiene en
su artículo 7º. Un ejemplo de la inaplicación de esta ley lo constituye la agresión
brutal del futbolista panameño Luis Moreno contra una lechuza en el estadio
Metropolitano de Barranquilla el 02 de marzo en 2011lo que ocasionó la muerte del ave,
sin ninguna sanción jurídica para el jugador pero con la sanción moral de los
colombianos. Un incidente tan grave y frente a los ojos de todo el mundo, no obstante
no mereció la aplicación de la Ley 84.
Metodologías: Análisis jurisprudencial y legislativo.
Conclusiones: La positivización del maltrato animal no genera un cambio cultural… para
esto requeriríamos más medidas sociales, que prohibir con delitos el maltrato contra
estas especies, el claro ejemplo de esta falta de cultura sensible es la vigencia de las
corridas de toros y todas las formas de “entretenimiento” para el pueblo colombiano.

Una medida que propone la autora es la implementación en los colegios sobre protección
animal sin embargo propondría una visión más amplia sobre este tema y que todo se
base al respeto, la igualdad y sensibilización por el dolor ajeno sea la especie que sea,
también comenta la educación de este tema en las universidades, a las autoridades
rurales y urbanas.

Para finalizar la imposición de reproches deberían ser más fuertes y consagrar el todo
tipo de maltrato a los animales como delito y sobre todo si se aplicara de la debida
manera reduciríamos estas conductas violentas, generando conciencia social sobre la
indiferencia e ignorancia de las personas hacia el maltrato animal.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez
País: Colombia. Número: del
Titulo: El derecho de protección resumen
animal y su relación con el comercio
internacional.
Autor: Cristina Mesa Escobar. Traducción: castellano.
Publicación: datos bibliográficos. Unidad: Escuela de Derecho. Departamento de
Derecho.
Ubicación: https://www.openaire.eu/search/publication?
articleId=od______2653::eb6fe51d6c73d988846df73941e9b198
Palabras Claves: Biocentrismo, Protección animal, derechos de los animales, trato de los
animales, animales domésticos-legislación.
Descripción: Trabajo de grado, en el capítulo “Diferencias entre el Derecho de
Protección Animal y la Protección a Especies o Biodiversidad Biológica” como lo indica
hace una diferencia y análisis respecto a la protección de toda clase de animales.
Fuentes:
1. ALQUISADA. Pamela Joy L. “Reconciling Trade and Environment: GATT Article XX
Exceptions, the Chapeau and the JPEPA” Ateneo Law Journal 53 (2009): 1023-
1024, citado el 23 de septiembre de 2013, disponible en:
http://ehis.ebscohost.com.ezproxy.eafit.edu.co/ehost/.
2. AUST, Anthony. Handbook of International Law 2nd. (Cambridge: Cambridge U. P.
2010).
3. BOUSFIELD. Barry y BROWN. Richard. “Animal Welfare”. Veterinary
BulletinAgricultures, Fisheries and Conservation Department Newsletter. Volume
No. 1, No. 4 (noviembre 2010): 1 – 3, Citado el 23 de agosto de 2013. Disponible
en: http://www.afcd.gov.hk/english/quarantine/qua_vb/files/AW8.pdf.
4. BRELS, Sabine. “La Protección del bienestar animal: una preocupación universal
que se debe considerar globalmente y seriamente en Derecho internacional”.
Web Center de los Animales con Derecho. Universidad Autónoma de Barcelona y
Fundación Afinity. (mayo 2012): 1-3. Citado el 23 de Septiembre de 2013,
disponible en: http://www.derechoanimal.info/images/pdf/S.Brels-Animal-
WelfareProtection-in-International-Law-esp.pdf.
5. BRENNAN, Andrew y LO, Yeuk-Sze, "Environmental Ethics". The Stanford
Encyclopedia of Philosophy (Winter 2012): sp. Citado el 23 de agosto de 2013,
disponible en:
http://plato.stanford.edu/archives/fall2011/entries/ethicsenvironmental/.
6. BRUCKERHOFF. Joshua J. “Giving Nature Constitutional Protection: A Less
Anthropocentric Interpretation of Environmental Rights. Texas Law Review 86
(2008).
7. CALLE SALDARRIAGA, Maria Alejandra. “Technical Standards and labeling
measures related to Animal Welfare: An analytical view from Article XX of GATT
and the TBT Agreement.” (Final Research Paper. University of Barcelona, 2009).
8. CÁRDENAS, Alexandra y FAJARDO, Ricardo. El derecho de los Animales. Facultad
de Ciencias Jurídicas, Pontificia Universidad Javeriana. (Bogotá: Editorial Legis.
2007).
9. CASTRO ÁLVAREZ, M. Concepción. “Ética Animal. Algunas reflexiones sobre la
legislación internacional y española en materia de animales de compañía (con
atención especial a la normativa en la comunidad autónoma de Cataluña)”.
Revista de Bioética y Derecho. Número 11 (2007).
10. “Código sanitario para los animales terrestres” citado el 9 de noviembre de 2013,
disponible en: http://www.oie.int/es/normas-internacionales/codigo-terrestre/.
11. COLOMER. Josep M. Bentham: Antología. (Barcelona: Textos Cardinales/Ediciones
Península. 1991).
12. Comunidades Europeas – Medidas que Prohíben la Comercialización y la
Importación de Productos Derivados de las Focas. Solución de Diferencias:
Diferencia DS400”, ”, citado 10 de noviembre de 2013, disponible en
http://www.wto.org/spanish/tratop_s/dispu_s/cases_s/ds400_s.htm.
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Especies Migratorias de Animales Silvestres”. Citado el 23 de septiembre de 2013.
disponible en: http://www.cms.int/about/spanish/intro_sp.htm.
14. Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestre (CITES). “Cómo Funciona la CITES””, citado el 23 de septiembre
de 2013. disponible en: http://www.cites.org/esp/disc/how.php.
15. DONALDSON, Sue y KYMLICKA, Will. “Unruly Beasts: Animal Citizens and the
Threat to Tyranny”, Academia
(http://www.academia.edu/2624043/Sue_Donaldson_and_Will_Kymlicka_Unruly_
B easts_Animal_Citizens_and_the_Threat_of_Tyranny).
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2013, disponible en:
http://ec.europa.eu/environment/biodiversity/animal_welfare/seals/seal_hunti
ng.ht m.
17. “World Trade Organization. European Communities – Measures Prohibiting the
Importation and Marketing of Seal Products. WT/DS400/1. 21 de Octubre de
2010”, citado 10 de noviembre de 2013, disponible en:
https://docs.wto.org/dol2fe/Pages/FE_Search/FE_S_S006.
18. “Estados Unidos – Medidas Relativas a la Importación, Comercialización y Venta
de Atún y Productos de Atún. Solución de Diferencias: Diferencia DS 381”, citado
77 el 12 de noviembre de 2013, disponible en:
http://www.wto.org/spanish/tratop_s/dispu_s/cases_s/ds381_s.htm
19. GRUEN, Lori. "The Moral Status of Animals". The Stanford Encyclopedia of
Philosophy (Winter 2012): sp. Citado el 23 de agosto de 2013, disponible en:
http://plato.stanford.edu/archives/win2012/entries/moral-animal/.
También la autora resalta que:
El hecho de que una norma internacional esté dirigida a proteger a una especie
significa, finalmente, que se basa en una concepción antropocéntrica y no
biocéntrica, es decir determina la importancia de proteger la fauna desde la
utilidad que esta represente para el hombre. Por el contrario un enfoque
biocéntrico protege el animal desde el interés que este tenga en que sus
derechos sean salvaguardados. (Mesa, 2013, p. 6)

1.2 Diferencias entre el Derecho de Protección Animal y la Protección a Especies o


Biodiversidad Biológica

Debido a que el presente trabajo se basa en la protección del bienestar animal este implica
necesariamente consideraciones morales, es importante diferenciarla de las normas medio
ambientales dirigidas a proteger la fauna y flora silvestre o la biodiversidad biológica. Esto
tendrá una incidencia directa en la redacción de las normas y en las implicaciones de estas en
el comercio internacional. Al no haber un desarrollo normativo importante en cuanto a la
protección animal, será más complejo encontrar una relación directa con la normatividad de la
OMC (Organización Mundial del Comercio). A pesar de haber esfuerzos unilaterales por parte de
los Estados en regular el tema, esto no se ha traducido en el desarrollo de tratados
internacionales que tengan carácter de fuente formal de derecho internacional.

La autora resalta que:


Es importante establecer qué se entiende por concepción antropocéntrica y
biocéntrica de las normas ambientales internacionales. El antropocentrismo no
profundiza en la pregunta de qué está mal con el trato cruel y por ende el sufrimiento
causado a los animales no humanos. Simplemente se refieren a las consecuencias
negativas que esto pueda traer para el hombre. Así las cosas, la crueldad contra los
animales sería instrumental y no intrínsecamente incorrecta (Mesa, 2013, pp. 23-24), y
el daño causado a un animal o al medio ambiente en general puede dañar el bienestar
de los seres humanos hoy y en el futuro. El antropocentrismo puede ser “fuerte” o
“débil”, ya sea porque se da un valor intrínseco al ser humano únicamente o porque se
da un mayor valor a los seres humanos en comparación a otros animales no humanos,
justificando de esta manera casi cualquier violación a los animales para efectos del
bienestar y desarrollo del hombre. Se aceptan premisas tales como la propuesta por
Aristóteles donde dice que “La naturaleza se ha creado para el bienestar del hombre”,
siendo el valor del resto de cosas meramente instrumental. El biocentrismo reconoce el
valor intrínseco de la fauna y la vida no humana. Esta concepción del derecho de la
biodiversidad biológica se encarga de proteger todas las formas de vida, no solo aquellas
que afectan o benefician directamente al hombre. Para quienes defienden el bienestar
animal ya no se trata de la concesión que el hombre hace a los animales, es más un
reconocimiento colectivo de que compartimos el planeta con otros seres que también
tienen derechos como nosotros.

Se puede decir que:


El bienestar animal no se limita a prevenir el sufrimiento o dolor de los animales,
más allá de eso está el hecho de preservar su estado mental, físico y su habilidad
para satisfacer las necesidades, para las cuales se encuentran destinados por su
naturaleza. (Mesa, 2013, p. 25).
Todas estas preocupaciones incluyen cómo son tratados los animales domésticos, cómo
son sacrificados aquellos utilizados para la alimentación humana o el modo y propósito
para el cual son usados en actividades académicas y científicas. El bienestar animal
requiere de prevención de enfermedades, tratamiento veterinario, un techo apropiado,
nutrición, un mantenimiento digno y una forma de morir igualmente digna. Cuando se
habla de necesidades dentro del bienestar animal se hace referencia a los
requerimientos fundamentales dentro de la biología del animal para obtener algún
recurso o responder a cualquier estímulo del ambiente o su propio cuerpo.
Es importante aclarar “que el movimiento de bienestar animal no se opone al uso de los
animales por el hombre de manera categórica, únicamente defiende estos seres vivos de
sufrimiento o dolor innecesario y trabaja para mejorar sus condiciones y calidad de vida”
(Mesa, 2013, p. 26).

Por otro lado, en la protección al bienestar animal no se hace una diferenciación entre
un animal doméstico o salvaje, sino que pretende proteger a los animales en su calidad
de seres vivos y no por el hecho de pertenecer a una especie o encontrarse en
determinada situación.
Los animales salvajes han sido sujetos de cierta atención por parte del derecho
internacional debido a que son de utilidad para la conservación de los ecosistemas, que
a su vez sirven al hombre. La dominación y el derecho de propiedad sobre un animal no
debe ser lo que anime la simpatía que el hombre siente por ellos, así los animales
salvajes deben tener también derecho a tener una vida libre de daño perpetuado por el
hombre y sacar ventaja del sufrimiento para fines de moda, deportes y cualquier
graticación humana, lo cual será inaceptable bajo los derechos de los animales. Será
permitido matar un animal salvaje únicamente por razones de supervivencia, es decir,
bajo las leyes de defensa personal, pero nunca maltratarlo o torturarlo hasta la muerte.
Se encuentran también aquellos animales que por su naturaleza son salvajes, pero han
sido dominados y enjaulados por el hombre, domesticándolos a la fuerza.
La autora resalta que:
Este es el caso de circos o zoológicos que fundamentan estas prácticas en que los
animales están mejor en cautiverio que bajo las amenazas constantes de la vida
salvaje. Sin embargo, esto bajo ninguna perspectiva puede ser moralmente
aprobado, ya que se trata del sometimiento de un animal al cautiverio perpetuo
(Mesa, 2013, pp. 26-27), en muchos casos a espacio reducidos y para satisfacer
intereses triviales del hombre.
Es importante resaltar que:
Los animales domésticos, sometidos en su totalidad al hombre, a su “amo”, han
sido vistos por la sociedad y por el derecho internacional y nacional como
propiedad del ser humano y de esta manera no se muestra un interés en la
protección de ellos. (Mesa, 2013, p. 27).
Los Animales domésticos son sometidos a trabajo incesante por parte del hombre, tanto
en el campo como en la ciudad. Los caballos, las ovejas y las vacas son algunos ejemplos
de animales usados para labores humanas e incluso conejos, cerdos y pollos, sometidos
por el hombre en granjas de producción de carne. A pesar de reconocer que el hombre
puede ejercer cierta dominación sobre los animales domésticos, actividades como la
castración con el fin de que el animal aumente su tamaño y su carne tenga un mejor
sabor, son simplemente inaceptables para el bienestar animal.

Así se puede decir que el sufrimiento es el punto de partida en reconocer el interés


legítimo de un animal a conservarse vivo e íntegro y a no ser maltratado física o
psíquicamente. Todo esto sin importar a qué especie pertenece o si ésta se encuentra, o
no en vía de extinción. Por medio de los avances científicos, que cada vez delimitan más
las diferencias entre los animales, sus sistemas, y capacidades, se podrá desarrollar una
normatividad internacional coherente y consecuente con el bienestar animal.

86
Journal of International Law
Se encuentra Regan con una propuesta de ética deontológica. Para él ciertas prácticas
son en sí mismas reprochables sin importar si existen consecuencias menos gravosas que
justifiquen la muerte o el trato cruel y propone la abolición absoluta de cualquier forma
de instrumentalización de los animales. Otros han ido más lejos al establecer que no
importa si los organismos vivos a los que se les debe reconocer un valor moral son
capaces de ingenio o conocimiento, para ellos cada organismo viviente en el planeta,

sea una planta, animal o microorganismo, se le debe reconocer valor en sí mismo.


De otro lado encontramos la definición de protección a la biodiversidad biológica. Desde
este punto de vista la protección tiene un sentido más amplio, ya que, no se tiene en
cuenta únicamente los animales como seres vivos, sino que estos se encuentran
enmarcados dentro del término medio ambiente.
Estas normas se conciben bajo una perspectiva antropocéntrica, que otorga protección a
la biodiversidad biológica, no por su valor intrínseco, sino por lo que ella significa para el
hombre. Por esto es un derecho del hombre contar con un medio ambiente sano,
es un derecho colectivo que tiene como objeto que las generaciones presentes y futuras
puedan disfrutar de las especies que cohabitan con él en el planeta y puedan seguir
beneficiándose de ellas. Así mismo representa un deber cuidar del medio ambiente para
poder crear un desarrollo sostenible a partir de él. La biodiversidad es la variabilidad
entre organismos vivientes y el complejo ecológico al que pertenecen, lo cual incluye
diversidad entre las especies y entre éstas y sus ecosistemas.
Metodologías: Descriptivo, cualitativa, análisis documental y legislativo.
Conclusiones: La diferencia de proteger a los animales desde el biocentrismo y no desde
el antropocentrismo cambia el enfoque de como será penalizado y regulado, por ende
considero que debería ser reconocido desde el biocentrismo aceptando el equilibrio en el
cual todos dependemos del planeta junto con otros seres que también tienen derechos
como nosotros.
Si una medida progresiva de proteger a los animales es comenzar por el bienestar animal
de ellos, podría considerarse un comienzo de la sensibilización hacia los animales,
empezando por los que están en cautiverio, en zoológicos y circos, una propuesta sería
las reservas (que ya existen) de sus habits naturales custodiadas por los humanos sin
intervenciones más allá de preservar y proteger.
La protección hacia los animales domésticos sobre todo se ve reducida y sujeta
completamente al “amo”, y muchas veces vemos como son maltratados dentro o fuera
del recinto donde se encuentra “la mascota”; por ende el trato hacia su “mascota” esta
sujeto a la sensibilización del “amo” y no porque ensimismo también es sujeto de
derechos.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez.
País: Estados Unidos Mexicanos. Número:
Titulo: La protección jurídica de los del
animales. resumen
Autor: Traducción: castellano.
 Marisol Anglés Hernández
 María Teresa Ambrosio Morales
Coordinadoras.
Publicación: Instituto de investigaciones Unidad: Universidad Nacional Autónoma de
jurídicas. México.
Ubicación: https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/4436-la-proteccion-
juridica-de-los-animales
Palabras Claves: bienestar, animal, biología-biológica, necesidades, humano, beneficio.
Descripción: Libro en los siguientes capítulos hace la diferencia de bienestar animal y
protección animal, como una prevalece actualmente sobre la otra y la mejor vía para
tener resultados a largo plazo con respecto a los animales.
Fuentes:
1. CHAOS CADOR, Álvaro, cazadores de monstruos. Monstruos esperanzados y
sistemas complejos: evolución y auto organización, México, UACM, 2012.
2. DARWIN, Charles, El origen de las especies, México, UNAM, 1969.
3. FERRY, Luc, El nuevo orden ecológico. El árbol, el animal y el hombre,
Barcelona, Tusquets Editores, 1994.
4. FRANCIONE, Gary L., “El error de Bentham (y el de Singer)”, Teorema, vol. 18,
núm.3, 1999.
5. ---, “Vivisección. Una pregunta trampa”, en TAFALLA, Marta (ed.), Los derechos
de los animales, Barcelona, Idea Books, 2004.
6. GARRIDO, Manuel, “Apunte para la historia de nuestra visión moral de los
animales”, en TAFALIA, Marta (ed.), Los derechos de los animales, Barcelona,
Idea Books, 2004.
7. GAWRYLEWSKI, Andrea, “The trouble with animal models- Why did human trails
fail?”, The Scientist, julio de 2007.
8. GÓNGORA MEDINA, Manuel, “Reconocimiento y manejo del distress, sufrimiento y
dolor en animales de laboratorio: una revisión”, Suma Psicológica, vol. 12, núm.
2, diciembre de 2012.
9. MARTÍNEZ RUBIO, Jorge Javier, “Constructivismo y objetivismo: dos
epistemologías alternativas”, Revista Criterios, núm. 23, 2009.
10. MATEOS MONTERO, Concha, Bienestar animal, sufrimiento y consciencia,
Cáceres, Universidad de Extremadura, 2003.
11. OLIVÉ, León, La ciencia y la tecnología en la sociedad del conocimiento. Ética,
política y epistemología, México, CFE, 2007.
12. RYDER, Richard D., Animal Revolution: changing attitudes towards specisism,
Oxford, Berg, 2000.
13. SINGER, Peter, Liberación animal. Una ética nueva para nuestros trato hacia los
animales, México, Torres Asociados, 1985.
14. SORRELUZ, Aitor, “La práctica de las representaciones científicas”, en
CASANUEVA, Mario y BENÍTEZ, José Alberto (coords.), Representación y ciencia,
México, UAM-Miguel Ángel Porrúa, 2003
15. WOOLGAR, Steve, Ciencia: abriendo la caja negra, Anthrophos, 1991.
Contenidos: “El principio básico de la igualdad no exige un tratamiento igual o idéntico,
sino una misma consideración. Considerar de la misma manera a seres diferentes puede
llevar a diferentes tratamientos y diferentes derechos” (Singer, 2018)

Raíces de la actual relación hombre-fauna: representaciones de los animales no


humanos en la experimentación de laboratorio

Hay diversas razones para examinar el maltrato animal. Una es este no es reconocido ni
atentado en distintos ámbitos de la sociedad, como el jurídico, educativo, económico y
ecológico.

Otra es que, de acuerdo con la opinión de algunos expertos en psicología, el maltrato


animal es la antesala de la violencia social. Siendo el abuso animal uno de los criterios
de desorden de conducta en niños, se concluye que la mejor forma de prevenir la
producción de sociopatologías es mediante el desarrollo de la empatía. En efecto, de
acuerdo a Frank R. Ascione, psicólogo y profesor emérito de la Universidad Estatal de
Utah, el maltrato animal esta fuertemente relacionado a la violencia social; en su libro
children and animals: exploring the roots of kindness and cruelty (2005) explica que los
profesionales en violencia doméstica conocen casos donde la mujer permanece con su
abusador por temor a que lastime a un animal querido; o casos donde el abusador de
niños también lastima o asesina a la mascota de la víctima. Otra de ellas, quizá la menos
antropocéntrica, es que los animales tienen un valor en sí mismos, el cual los seres
humanos no hemos sabido reconocer.

IV. La preocupación por el bienestar animal

En los últimos años se ha dado paso a la configuración de una movilización social muy
especifica que se caracteriza por dos rasgos importantes; el primero es que es
internacional. La fuerza creciente que ha adquirido el movimiento de liberación animal y
la defensa de los derechos de los animales se observa en que los partícipes dejan de lado
una serie de prejuicios culturales, sociales, políticos y económicos por una lucha común
y un punto de encuentro.

El segundo rasgo es que comparte la idea de que pugnar por la liberación de los animales
no humanos es también pugnar por la liberación de los seres humanos. Estas ideas que se
expanden, se proyectan y se difunden comunican la oportunidad de cambiar como
sociedad.

La experimentación de laboratorio como una forma en la que la sociedad se relaciona


con los animales no humanos esta basada en una creencia de superioridad de la especie
humana.

Sin embargo, la especie es solo uno de los criterios de valor para decidir qué animales
serán sujetos a experimentación, puesto que hay otras cuestiones que han influido de
manera drástica. Una manera de ilustrar lo anterior es la forma en la que el bienestar
familiar pasó de ser un concepto se refiere a la salud física y mental de los animales, a
la necesidad de garantizar su eficacia biológica y su adaptación sin sufrimiento y a la
obligatoriedad de atender tanto a sus necesidades fisiológicas como etológicas. Como
ciencia derivada de la biología, se plantea cubrir tres objetivos: establecer un
diagnóstico sobre el estado de salud física y mental en que se encuentran los animales
en contacto con el hombre; conocer los requerimientos del medio necesarios para
diseñar unas condiciones de mantenimiento y manejo de los animales, que haga
compatible su bienestar con la finalidad práctica de su uso o explotación y, finalmente,
establecer la relación entre las señales de malestar observadas con los estados mentales
asociados.

Como ciencia, el bienestar animal permite observar los cambios de carácter fisiológico y
neurofisiológico debidos a estímulos externos e internos llamados estresores, por lo
tanto la medición del estrés es la base sobre la que se cimentan las acciones de
mitigación del maltrato animal. Fue así que alrededor de la década de los setenta, el
gobierno británico crea el Comité Brambell, con la finalidad de diagnosticar y crear
normas sobre el bienestar de los animales de producción.

El Comité Brambell del Reino Unido y el consejo de Europa señalan que la evaluación del
estado en que se encuentran los animales deberá basarse en las evidencias científicas
que existan en cada caso sobre los mismos animales, procedentes de las investigaciones
sobre si biología, capacidades mentales y comportamiento. Dicho de otro modo, si las
decisiones éticas o normativas en torno a los animales han recaer en el conjunto de la
sociedad, parece lógico que estas decisiones se basen en investigaciones rigurosas y no
en criterios culturales, más o menos arbitrarios, o en intuiciones puramente
bienintencionadas. La evaluación del bienestar animal debería recaer, por tanto, sobre
la comunidad científica.

III. ¿derechos del animal o bienestar animal?

“bienestar” y “liberación” animal son términos que suelen confundirse. Más que nada
porque los dos movimientos se preocupan por el animal y apoyan el hecho de ofrecerle
ciertos cuidados y abolir prácticas de maltrato y crueldad. Sin embargo, el movimiento
de bienestar animal se enfoca en las metas a corto plazo y liberación animal busca la
abolición de toda explotación de éstos.

Por bienestar entendemos el conjunto de elementos que le permite al animal


desarrollarse dentro de su entorno, proveerle una estancia segura, tranquila, libre de
estrés y con las comodidades necesarias para su desenvolvimiento. Los que creen en los
derechos de los animales, creen que el animal tiene el derecho natural de vivir. Buscan
establecer derechos básicos para los animales y detener su dominación y explotacion por
parte de los humanos. Aquellos que creen en el bienestar de los animales, tienden a
aceptar el uso de los animales, siempre y cuando ese uso sea humanitario, tratando en
lo posible de propiciar el buen trato y protección.

A pesar de las diferencias, comparten la misma filosofía y la misma preocupación acerca


del animal; mientras los preocupados por el bienestar animal se enfocan en metas a
corto plazo, los que apoyan al liberación animal buscan el logro máximo, proteger al
animal de todo maltrato, ya sea del consumo humano, la experimentación o cualquier
clase de aprovechamiento de este.

Reagen sustenta que al menos algunos animales, por ejemplo en el caso de los
mamíferos, poseen deseos, creencias, memoria, percepciones, autoconciencia,
intención, y sentido del futuro. Su “bienestar” no depende solamente de que tengan
cubiertas las necesidades básicas, sino de que puedan vivir satisfaciendo los deseos y
propósitos propios, que variaran según la especie de que se trate. El dalo y las
privaciones los afectan. La privación puede no estar ligada al sufrimiento: la mal
llamada “eutanasia” de animales sanos es la mayor privación, la de la vida, pues todos
los animales quieren seguir viviendo. El punto central de la teoría de Regan es que los
animales son sujetos de una vida. Como sujetos morales, su primer derecho es no ser
dañado, con independencia del beneficio que esto pueda traer a un grupo humano
cualquiera. El rechazo del instrumentalismo --- la noción de que los animales son medios
para fines de otros --- lleva a la atribución de un estatus moral a los animales, lo que
significa la posibilidad de que estos sean capaces de poseer algunos derechos básicos.

Los defensores del bienestar animal basan su teoría en lo elemental, sin pretender nada
más, ya que, como mencionamos, tan solo con saber que los animales son capaces de
sufrir los hace merecedores de consideración moral por parte de los humanos (lo cual no
quiere decir que sean iguales a nosotros). La teoría del bienestar animal cae dentro del
utilitarismo, es decir, en la afirmación de que la vida se rige por los intereses de unos y
otros, y considera que, por supuesto, los animales superiores si tienen intereses en no
sufrir en no ser comidos ni sacrificados para otros fines. En otros sectores de la industria
más frívolos e innecesarios, como las pieles, corridas de toros, circos o cosméticos, los
intereses de los animales son muchísimo mayores que los de los seres humanos que se
benefician de ellos. El problema es que los intereses de los animales no están
equilibrados con los de los seres humanos. A su manera, esta teoría de los intereses es,
en cambio, mucho más radical que la de derechos de los animales, porque, como afirma
Peter Singer, establece, por ejemplo, que una persona en coma, deficiente profunda o
enfermedad terminal, no tiene intereses, salvo no sufrir, porque no tiene conciencia de
su existencia ni de su futuro, así que sería lícito sacrificar a esta persona si con su
muerte se pudiera salvar a muchas otras personas.

La parte más radical del movimiento es el estricto derecho de los “animales”. Esta
teoría, defendida por el filosofo Tom Regan, parte de que los animales, por el mero
hecho de ser seres “sintientes” y sujetos de vida, merecen consideración moral. Su
defensa es la de los intereses del individuo, no de la especie o grupo. Esta doctrina no
acepta que lo importante sea el sufrimiento de los animales, porque lo que busca es la
completa erradicación de su explotacion. De hecho, ponen como ejemplo que las
grandes empresas norteamericanas que siguen utilizando animales, sobre todo
laboratorios, se prestan en seguida a cumplir con la regulación exigida para la
eliminación de su sufrimiento y para mejorar su bienestar mientras son utilizados, ya
que saben que sus productos obtendrían el descrédito en el mercado si no lo hicieran.

Estos defensores --- más radicales --- de los derechos de los animales no quieren la
regulación de su uso, que sería la meta a corto plazo, sino que persiguen solo un
objetivo a largo plazo: la no utilización de los animales para absolutamente nada, e
incluso, dar derechos a los mamíferos superiores, que es en los que se ha demostrado
que hay capacidad de razonar, de planificar el futuro, de abstracción mental, y de
empatía con otros animales, a veces no solo de su especie. “Estos activistas piensan que
solo mediante la educación y concienciación no se puede conseguir el respeto a los
animales, por lo que necesitan derechos básicos para protegerse.” (Anglés y Ambrioso,
2017, p. 56)

A pesar de la diferencia de estas teorías, han tratado de llevar acciones en común, de


llegar a un punto medio para establecer simpatía con el público, acercarse a este y
esparcir su mensaje, darle voz a los animales y reparar conciencia en la sociedad;
sabemos que los que apoyan el bienestar animal en un futuro buscarán la meta a largo
plazo de eliminación del uso de animales en todos los campos, empezando quizá por los
espectáculos; por otro lado, los más radicales se han dado cuenta de que son demasiado
idealistas y de que sin pasar primero por la regulación y la eliminación del sufrimiento
jamás conseguirán su objetivo a largo plazo, que es la completa abolición de la
explotación animal. Ambas posturas, trabajando juntas dentro del movimiento Derechos
de los Animales, han ofrecido así un frente en su justa lucha por los seres más débiles
implicados en nuestra sociedad.
Muchos defensores de los derechos animales tomaron la postura de los derechos como la
búsqueda de la inmediata abolición de la explotación institucionalizada y, al
considerarla un imposible, decidieron apoyar la teoría de los derechos como un objetivo
a largo plazo, persiguiendo, mientras tanto, reformas enfocadas al bienestar animal.
Esta postura es denominada “nuevo bienestarismo” por el abogado y profesor Gary
Francione, aduce la necesidad de adoptar objetivos y tácticas bienestaristas a corto
plazo.
Metodologías: Cualitativo, inductivo y análisis documental.
Conclusiones: El bienestar animal vendría siendo un camino hacia la radicalización total
sobre los animales y la mediana protección de estos, ya que una manera de evitar el
sufrimiento de estos a través de las regulaciones comerciales o jurídicas genera un
cambio social de como son vistos los animales y que no deben ser sujetos únicamente de
utilidad para el hombre (antropocentrismo).

La cuestión es que los animalistas más radicales proponen un antropocentrismo en su


totalidad y que se respete la vida de todas las especies, mientras que el bienestar
animal propone una visión más antropocéntrica sensibilizada sea por el cambio social o
por imposición legal, sin embargo no se reconocería la moralidad de los animales.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez.

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