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Ubicación:https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/4733-bioetica-y-
bioderecho
Palabras Claves: Antropocéntrico, rezago, regulación, explotación, bienes,
pensamiento.
Descripción: Los capítulos y siguientes ilustran la realidad jurídica en parte del mundo
respecto a la protección animal y la regulación de este, también muestra la
concientización de las personas hacia los animales en los últimos años y hace una
reflexión del pensamiento antropocéntrico. Es un libro fruto de un grupo de
investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fuentes:
1. Código Civil federal (texto vigente), nuevo Código publicado en el Diario Oficial
de la Federación en cuatro partes, 26 de mayo, 14 de julio, 3 y 31 de agosto de
1928. Últimas reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación del 24 de
diciembre de 2013, disponible en:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/doc/2_241213.doc
2. En este texto, los “otros animales” se refiere a las demás especies de
vertebrados; ya que los humanos (homo sapiens sapiens), también pertenecemos
al subphylum vertebrata del reino animal.
3. Corriente de pensamiento que coloca al ser humano como centro del universo. El
antropocentrismo ético consiste en otorgar consideración moral exclusivamente a
la especie humana.
4. Tafalla, Marta, “La defensa de los animales. Razones para un movimiento moral”,
Revista Crítica, monográfico sobre “Los movimientos sociales en el siglo XXI”,
núm. 941,2007, pp. 58-61.
5. Aquel que representa o cuida de alguien que tiene incapacidad natural o civil.
6. Seamer, J. H., “Human Stewardship and Animal Welfare”, Applied Animal
Behaviour Science, núm. 59, 1998, pp. 201-205.
7. Disponible en:
http://www.bj.admin.ch/bj/fr/home/themen/gesellschaft/gesetzgebung/abge-
schlossene_projekte0/tiere.html (consultada el 28 de febrero de 2012).
8. Code Civil Suisse, 10 de diciembre de 1907 (actualizado al 1o. de febrero de
2010).
9. Rojas, H. L. et al., “Políticas y prácticas de bienestar animal en los países de
América: estudio preliminar”, Revue Scientifique et Technique (International
Office of Epizootics), núm. 24, 2005, pp. 549-565.
10. Comunicación de la Comisión de la OIE al Consejo y al Parlamento Europeo, sobre
legislación en materia de bienestar de los animales de explotación en países del
tercer mundo y sus repercusiones en la UE. COM 2002. Bruselas 18 de noviembre
de 2002.
11. Que son capaces de sentir dolor.
I. Situación de los animales en un mundo antropocéntrico
Por otra parte, los bienes —en cuanto a que son susceptibles de apropiación— se
subclasifican en “bienes inmuebles” o “bienes muebles” (dependiendo de si están fijos
en el suelo o de si se pueden mover), pero en ningún momento se hace una precisión
acerca de la naturaleza de estos bienes o cosas; de modo que los animales, dependiendo
del lugar donde vivan, pueden ser considerados bienes inmuebles o muebles. Y se
consideran bienes muebles o “semovientes”, aquellos cuerpos que por su naturaleza
pueden trasladarse de un lugar a otro (artículo 753), como los vehículos, los animales de
compañía y los silvestres cuando son capturados o cazados.
El hecho de que los animales sean contemplados sólo como bienes, los coloca en una
situación de vulnerabilidad e indefensión, haciéndolos susceptibles de compraventa,
arrendamiento, captura, caza, destrucción o abuso, por parte de cualquier persona. De
esto se sigue que no existen restricciones legales para el trato que reciben, y si se les
causa daño, tortura o muerte, dicha acción tendría prácticamente la misma categoría y
penalización que la de cualquier otro delito por “daño a propiedad o a bienes ajenos”.
Dado que la estructura jurídica occidental tiene una base antropocéntrica, es decir que
considera exclusivamente los intereses de los humanos, los otros animales quedaron
fuera del ámbito jurídico como sujetos, porque no se considera que puedan ser
propietarios de ningún bien, ni siquiera de su vida ni de su cuerpo, sino solamente
pueden ser poseídos por un humano. Hoy en día, esta manera de clasificar a los animales
resulta incorrecta y hasta injusta —dirían algunos—, por lo que habría que
recategorizarlos dentro de un régimen jurídico aparte.
La manera en que vemos a los otros animales ha cambiado en los últimos 50 años,
cuando gran parte de la población empezó a cuestionarse si efectivamente eran meros
recursos naturales “renovables” a nuestra disposición.
Cuando en 1859 publicó El origen de las especies por medio de la selección natural, en
donde postulaba que todos los animales provenimos de un ancestro común y, por lo
tanto, los humanos no estamos fuera del mundo natural sino que somos parte de él.
Como si esto no fuera suficiente, en 1872 publicó La expresión de las emociones en el
hombre y en los animales, concediendo que éstos no solamente estaban emparentados
con nosotros, sino que también tenían vida mental. Hoy, que se sabe que los otros
vertebrados no son máquinas, sino que sienten y tienen capacidades cognitivas, se hacen
esfuerzos para que también sean respetados y tomados en cuenta. Por siglos, muchos
grupos humanos han tendido a rechazar a quienes les parecen diferentes (física o
culturalmente), ya sea porque les parecen peligrosos o inferiores, o bien, susceptibles de
ser dominados o esclavizados. De manera que el concepto de derechos humanos que tan
lógico y familiar nos resulta hoy, es reciente, tiene poco más de 200 años.
Cada vez hay más personas que a través de diferentes medios manifiestan su
descontento por las imágenes de animales cazados o encerrados, los abrigos de pieles,
los objetos de marfil, los cosméticos probados en animales. Se protesta no sólo por el
maltrato y abandono de perros y gatos, sino por la presencia de animales en circos,
parques acuáticos y espectáculos en donde son sometidos a violencia, sufrimiento y
muerte. Existe un debate en torno a las funciones que llevan a cabo los zoológicos y la
forma en que cuidan de los individuos que albergan. También la crianza de animales en
granjas industriales, así como la investigación biomédica y los métodos tradicionales de
aprendizaje que usan animales vivos, son cuestionados y rechazados por un amplio
sector de la sociedad.
En diversas partes del mundo han surgido y se han extendido grupos organizados como:
Veterinarios por los Derechos de los Animales, el Fondo para la Defensa Legal de los
Animales, Personas por un Trato Ético para los Animales (PETA), Humane Society
International (HSI), World Wildlife Found (WWF) y otros.
A pesar de estas acciones, y como sucede con otros asuntos importantes, los poderes
públicos y la legislación suelen ir por detrás de la reflexión bioética y académica, así
como de la opinión de la sociedad, cuya sensibilidad en algunos temas es superior a la
que tiene el Estado, “por eso es que la conciencia colectiva ha llevado a los ciudadanos
a ejercer presión a sus gobiernos para que mejoren las condiciones de vida y muerte de
todos los animales.” (Chan, Ibarra y Medina, 2018, p. 397)
1. Situación en la Unión Europea
En Austria, en 2005 entró en vigor la que parece que es la normativa más avanzada en
este aspecto.
Como era de esperarse, estas mejoras para los animales en materia de derecho
constitucional, civil, administrativo y penal, se extendieron por la Unión Europea, y
“para 2009 quedó plasmado en el Tratado de Lisboa que: los Estados miembros de la
Unión tienen la obligación de tratar a los animales como “seres sintientes o sensibles” en
sus legislaciones internas. Los primeros cambios se vieron en lo relativo al transporte de
aquellos destinados a la alimentación, que hoy está regulado por estrictas normativas
que velan por un mínimo bienestar para los animales.” (Chan, Ibarra y Medina, 2018, p.
398)
En la actualidad existe una fuerte tendencia para promulgar leyes de bienestar animal a
nivel mundial. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) —autoridad
internacional en salud animal y zoonosis—, ha considerado el tema del bienestar animal
como una de sus prioridades, exhortando a sus países miembros, entre los que se
encuentra México, a contar con un marco jurídico al respecto, en el que puedan
apoyarse para sus negociaciones internacionales. La Unión Europea apoyó esta propuesta
y ha promovido al interior de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se
considere el nivel de bienestar de los animales como una posible barrera sanitaria.
Algunos países importadores de productos de origen animal han incorporado
explícitamente aspectos de bienestar en sus regulaciones oficiales. Por lo tanto, quienes
exportan o desean exportar a esos países deben cumplir con dichas exigencias.
18. Lynch JJ. Developing a physiology of inclusion: recognizing the health benefits of
animals companions. Delta Society 2006 [fecha de consulta: 27 de abril de 2006] URL:
http://www.deltasociety.org/AnimalsHealthGeneralPhysiology.htm
19. Meer G, Toelle BG, Ng K, Tovey E, Marks GB. Presence and timing of cat
ownership by age 18 and the effect on atopy and asthma at age 28. J Allergy Clin
Immunol 2004; 113:433-438.
20. Millhouse-Flourie TJ. Physical, occupational, respiratory, speech, equine and pet
therapies for mitochondrial disease. Mitochondrion 2004; 4:549-558.
26. Wong SK, Feinstein LH, Heidmann P. Healthy pets, healthy people. J Am Vet Med
Assoc 1999; 215:335-338.
27. Wood L, Giles-Corti B, Bulsara M. The pet connection: pets as a conduit for social
capital. Soc Sci Med 2005; 61:1159-1173.
28. Zasloff RL. A new appreciation for feline friends. Compend Contin Educ Pract Vet
1996; 18:4-4.
Efectos de las mascotas
Los animales domésticos influyen de manera positiva en la salud de los seres humanos.
Las investigaciones científicas han clasificado estos efectos en cuatro áreas específicas:
terapéuticos, fisiológicos, sicológicos y sicosociales.
1. Terapéutico
Las mascotas como recurso terapéutico pueden ser incluidos en los tratamientos como
terapia asistida motivacional o como terapia física. La primera tiene como objetivo
introducir a un animal de forma permanente o con una regularidad específica en el
entorno de una persona, con el fin de permitir que se establezca una unión afectiva.
Esta metodología ha sido utilizada en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), enfermedad de Alzheimer y diversos trastornos sicológicos (27); se ha
instaurado en hogares para la tercera edad (27, 28), cárceles, hospitales (20, 27) e
instituciones siquiátricas (27). Este tipo de terapia ha potenciado la rehabilitación de
pacientes con afecciones cardíacas (27) y ha incrementado el porcentaje de
supervivencia de la enfermedad coronaria (18, 27). Recientemente, hay un gran interés
por conocer los efectos de la presencia de animales cómo parte de los ambientes
laborales (27). Pensando en las personas que se han recuperado y en las que aún tienen
capacidad de vivir de forma independiente, algunas instituciones han diseñado
programas especiales. Uno de los programas es la asistencia permanente de voluntarios,
para que cubran las necesidades físicas de las mascotas, también han logrado vincular
benefactores para que el factor económico no sea una dificultad.
2. Fisiológicos
3. Sicológico
El vínculo entre las personas y los animales ha sido sujeto de numerosos estudios en los
cuales se han evaluado los atributos de esta relación sobre la salud mental (13, 18, 28).
Las mascotas ayudan a disminuir las alteraciones psicológicas, reducen la sensación de
soledad e incrementan el sentimiento de intimidad, conduciendo a la búsqueda de la
conservación de la vida en personas enfermas (1, 13). En estados de depresión, estrés,
duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento
incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad, que
necesariamente genera una mejor integración con la sociedad (13, 27). Las mascotas
permiten que se desarrolle el sentimiento de apego en los niños (27). En un estudio
realizado por Wood et al (27) los autores encontraron que los dueños de mascotas rara
vez o nunca se sentían solos, les era fácil entablar nuevas amistades y tenían un mayor
número de personas a quien recurrir ante una eventualidad o crisis, en comparación con
personas sin mascotas (27).
Las mascotas han demostrado tener un efecto psicológico y emocional importante en los
pacientes, lo que ha permitido hacer de las enfermedades crónicas algo más llevadero, e
incluso, se pueden convertir en facilitadores de la recuperación de algunos casos (1, 13);
además, brindan un aliciente a partir del afecto incondicional que profesan,
convirtiéndose en sanadores silenciosos. Esta condición plantea un reto de salud, por
cuanto está claro que la separación del paciente inmunodeprimido de su mascota es
contraproducente por el desequilibrio emocional al que se expondría, pero también es
claro que es una fuente cercana de microorganismos que, para las condiciones
inmunológicas del paciente, supone un riesgo latente que pondrían en peligro la vida del
mismo (1, 26). Algunos de los microorganismos de mayor riesgo para un paciente
inmunocomprometido son: Salmonella spp, Campylobacter spp, Giardia spp, Toxoplasma
gondii, Cryptosporidium spp, Rhodococcus equi, Bartonella spp, Mycobacterium
marinum, Leptospira spp y Bordella bronchiseptica, siendo los tres primeros los más
comúnmente trasmitidos (1). Si bien no se puede garantizar que no se transfieran estos
agentes desde las mascotas a sus propietarios, si se puede minimizar los riesgos de
contagio siguiendo unas normas básicas de convivencia con el animal y de manejo del
mismo, y es aquí donde el médico veterinario toma un papel preponderante como asesor
en la relación, para evitar la transmisión de enfermedades zoonóticas, y como vigía de la
salud de la mascota (1, 26).
Metodologías: Investigación correlacional y análisis cualitativo.
Conclusiones: La influencia positiva de los animales domésticos en el ser humano es
bastante, por lo mismo deberían ser primordiales sujetos de protección en el derecho.
La unión afectiva que puede generarse con un animal, es sincera ya que al ser menos
desarrollados que nosotros no poseen hipocresía o maldad, solo instinto; por ende les
permite a ellos saber nuestro estado de ánimo sin que ni siquiera nosotros mismos nos
demos cuenta, lo cual los hace excelentes compañeros en hospitales o clínicas.
Los perros, sobre todo obligan a sus dueños a tener una mayor actividad física que el
común denominador debido a la demanda de cuidados (salir al parque, jugar con otros
perros, caminar con el), por lo tanto, se benefician de manera mutua. Lo mismo sucede
en una exposición pronta de los niños/as en la cual generan anti patógenas contra
enfermedades atópicas, tener una mascota desde temprana edad desarrolla en las
personas una buena salud mental generando capacidad de socialización y minimizando
desórdenes mentales como la ansiedad, estrés, depresión, entre otros. La compañía
incondicional de estos seres es un amor saludable y reciproco, brindándole al ser humano
estabilidad emocional.
Por ultimo las mascotas benefician a las personas inmunocomprometidas como si fuera
un cuidado paliativo con ciertas precauciones de contagio por parte del animal debido a
la disminución del sistema inmunitario.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez.
País: Colombia. Número:
Titulo: La fiesta brava: exaltación de la del
crueldad con los animales. resumen
Autor: Claudia Helena Amarillo Forero Traducción: castellano.
Publicación: Universidad pedagógica y Unidad: Facultad de derecho y ciencias
tecnológica de Colombia. sociales.
Ubicación: https://revistas.uptc.edu.co/index.php/derecho_realidad/article/view/4894
Palabras Claves: Delito de maltrato de animal, defensa de los animales, seres sintientes.
Descripción: Revista en la cual exponen la legislación sobre protección animal, la
realidad jurídica colombiana y su falta de aplicación, haciendo una reflexión acerca de
nuestra “cultura colombiana” respecto a las corridas de toros.
Fuentes:
1. ADA (Asociación Defensora de Animales). Legislación y jurisprudencia. [En
línea]Disponible en http://www.adacolombia.org/material/legislacion
2. ALDF (Animal Legal Defense Fund), disponible en http://www.aldf.org/
3. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-666 de 2010, M. P. Humberto Sierra Porto.
[En línea] [Consultada el 1º, nov., 2011] Disponible en
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/C-666-10.htm
4. Declaración Universal de los Derechos del Animal. [En línea] Disponible en
http://www.dib.unal.edu.co/promocion/etica_deranimal.htm
5. EL TIEMPO. Adiós al toreo en Cataluña. (25 de sep. 2011).Historia de la
protección a los animales.[En línea] Disponible en
http://enextranet.animalwelfareonline.org
6. LORENZ, Konrad. Cuando el hombre encontró al perro. (R. Ibero, Trad.).
Barcelona :Tusquets, 2010.
7. ________. Los ocho pecados mortales de la humanidad civilizada. (J. A. Campos,
Trad.).Barcelona : RBA Libros, 2011.
8. Los derechos de los animales. Ámbito legal. [En línea] [consultado el 17,
oct., 2001]Disponible en
http://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_de_los_animales
9. MARTÍN MELERO, Alicia. El debate sobre los derechos de los animales. De
Bentham aFrancione. [En línea] [Consultado el 11 de nov., 2011]
Disponible en http://w w w . a n i m a n a t u r a l i s .
o r g / p / 9 2 4
/el_debate_sobre_los_derechos_de_los_animales_de_bentham_a_francione
10. ONU. Carta de la Naturaleza. [En línea] Disponible en
http://utopiaverde.org/descargas/carta-mundial-de-la-naturaleza-1982
11. REQUEJO CONDE, Carmen. La protección penal de la fauna. Especial
consideración deldelito de maltrato a los animales. Granada, España : Comares,
2010.
12. SINGER, Peter. Liberación animal. El clásico definitivo del movimiento animalista.
Madrid: Taurus, 2011.
13. SPIEGEL. Bundestag nimmt Tierschutz ins Grundgesetz. [En línea] Disponible en
http://www.spiegel.de/politik/deutschland/0,1518,196723,00.html
Introducción
Nos hace falta es cambiar nuestra actitud con los animales (idea que no es original, ni
mucho menos, pues ya muchos defensores de los animales la han expresado antes), para
lo cual es necesario comenzar con un proceso educativo, pues algunas de las conductas
crueles hacia los animales son producto de la ignorancia más que de la indiferencia,
como lo expresó Peter Singer, el gran inspirador del movimiento mundial de liberación
animal: “La repulsión que este [se refiere a un vídeo grabado en 2008 en un
matadero de California, Estados Unidos, en el que se registra el trato cruel a vacas
enfermas] y otros vídeos de abusos sobre animales grabados ocultamente provocan en la
mayor parte de la sociedad sugiere que es la ignorancia, y no la indiferencia, la que
permite que se mantenga la crueldad generalizada, institucional hacia los animales...”.
Singer (2011) citado por Amarillo Forero (2016, p. 141).
Este es un asunto que cada vez despierta el interés de más personas en más rincones del
planeta, como en la mismísima España, cuna de la “Fiesta Brava”, donde en la
Monumental de Barcelona se celebró el 25 de septiembre de 2011 la última (ojalá así
sea) corrida de toros, tres meses antes de que entre en vigor la prohibición de la
tauromaquia en Cataluña.
La Corte Constitucional ha dicho que las corridas de toros, igual que otras actividades de
entretenimiento que utilizan a los animales, son una expresión cultural por ende su
celebración está permitida. Pues bien, si el fallo de la Corte Constitucional, como lo
suponemos, representa la opinión de buena parte de los colombianos, entonces lo
que se necesita en Colombia es precisamente un cambio en su cultura, es decir que
“en nuestro país requerimos, en primer lugar, educar en el respeto a los animales; sin un
cambio en nuestra mentalidad que nos conduzca a una cultura de respeto por todos los
seres sintientes” (Amarillo, 2016, p. 149), no podremos conseguir que nuestros
legisladores, nuestros jueces y nuestras autoridades administrativas se interesen en
defender a los animales. Mientras esté incrustada en nuestras costumbres la pasión por
la violencia, por ejemplo, la afición a las corridas de toros, riñas de gallos, corralejas,
etc., mientras continúe la creencia de que no puede haber fiestas de los santos patronos
-en varios municipios del país-, como la celebración de la Virgen del Carmen, sin corrida
de toros, mientras los colombianos sigamos considerando y tratando a los animales como
cosas, nuestros jueces seguirán reflejando en sus fallos el sentir de muchos de nuestros
compatriotas.
La Constitución de 1991 en su artículo 8º establece que “Es obligación del Estado y de las
personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación”. Riquezas naturales
que comprenden, desde luego, la fauna. Adicionalmente, la Constitución en el artículo
95, numeral 8, señala: “Son deberes de toda persona y del ciudadano: 8. Proteger los
recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente
sano”.
La última reforma hecha al Código Penal colombiano (Ley 1453 de 2011) introdujo
sanciones significativas para quienes atenten contra los recursos naturales del país. El
Título XI del Código, sobre delitos contra los recursos naturales y el
medioambiente, fue modificado de manera tal que, de aplicarse realmente en la
práctica, significará una luz de esperanza para la protección de nuestro medio
ambiente.
El artículo 29 de la Ley 1453 de 2011, que modificó al artículo 328 del Código Penal,
establece que se considera como delito, el ilícito aprovechamiento de los recursos
naturales renovables, en los siguientes términos:
La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad, cuando las especies estén
categorizadas como amenazadas, en riesgo de extinción o de carácter migratorio, raras o
endémicas del territorio colombiano”.
La ilícita actividad de pesca y la caza ilegal también serán duramente sancionadas (arts.
335 y 336 del C.P.). En suma, con la expedición de la Ley 1453 de 2011,quienes
incumpliendo la normatividad existente atenten contra el medio ambiente o los recursos
naturales podrán pagar multas hasta de 50.000 smlmv e ir a prisión hasta por 15 años.
La Ley 84 de 1989, Estatuto Nacional de Protección de los Animales, cuyos primeros siete
artículos ya trascribimos atrás, ha buscado una especial protección –en todo el territorio
nacional- de los animales contra el sufrimiento y el dolor, causados directa o
indirectamente por el hombre. Y se refiere a los animales silvestres, bravíos o salvajes y
los domésticos o domesticados, cualquiera sea el medio físico en que se encuentren o
vivan, en libertad o en cautividad.
Sin desconocer el intento del legislador de proteger a los animales con esta norma
contra el abuso, en la realidad esta no se ha aplicado, ya sea por falta de interés de
las autoridades o de la sociedad misma, aunque también hay que anotar que esta ley
consagra unas sanciones ínfimas, sin contar con la lamentable excepción que contiene en
su artículo 7º. Un ejemplo de la inaplicación de esta ley lo constituye la agresión
brutal del futbolista panameño Luis Moreno contra una lechuza en el estadio
Metropolitano de Barranquilla el 02 de marzo en 2011lo que ocasionó la muerte del ave,
sin ninguna sanción jurídica para el jugador pero con la sanción moral de los
colombianos. Un incidente tan grave y frente a los ojos de todo el mundo, no obstante
no mereció la aplicación de la Ley 84.
Metodologías: Análisis jurisprudencial y legislativo.
Conclusiones: La positivización del maltrato animal no genera un cambio cultural… para
esto requeriríamos más medidas sociales, que prohibir con delitos el maltrato contra
estas especies, el claro ejemplo de esta falta de cultura sensible es la vigencia de las
corridas de toros y todas las formas de “entretenimiento” para el pueblo colombiano.
Una medida que propone la autora es la implementación en los colegios sobre protección
animal sin embargo propondría una visión más amplia sobre este tema y que todo se
base al respeto, la igualdad y sensibilización por el dolor ajeno sea la especie que sea,
también comenta la educación de este tema en las universidades, a las autoridades
rurales y urbanas.
Para finalizar la imposición de reproches deberían ser más fuertes y consagrar el todo
tipo de maltrato a los animales como delito y sobre todo si se aplicara de la debida
manera reduciríamos estas conductas violentas, generando conciencia social sobre la
indiferencia e ignorancia de las personas hacia el maltrato animal.
Redactor: Isabella Parra Gutiérrez
País: Colombia. Número: del
Titulo: El derecho de protección resumen
animal y su relación con el comercio
internacional.
Autor: Cristina Mesa Escobar. Traducción: castellano.
Publicación: datos bibliográficos. Unidad: Escuela de Derecho. Departamento de
Derecho.
Ubicación: https://www.openaire.eu/search/publication?
articleId=od______2653::eb6fe51d6c73d988846df73941e9b198
Palabras Claves: Biocentrismo, Protección animal, derechos de los animales, trato de los
animales, animales domésticos-legislación.
Descripción: Trabajo de grado, en el capítulo “Diferencias entre el Derecho de
Protección Animal y la Protección a Especies o Biodiversidad Biológica” como lo indica
hace una diferencia y análisis respecto a la protección de toda clase de animales.
Fuentes:
1. ALQUISADA. Pamela Joy L. “Reconciling Trade and Environment: GATT Article XX
Exceptions, the Chapeau and the JPEPA” Ateneo Law Journal 53 (2009): 1023-
1024, citado el 23 de septiembre de 2013, disponible en:
http://ehis.ebscohost.com.ezproxy.eafit.edu.co/ehost/.
2. AUST, Anthony. Handbook of International Law 2nd. (Cambridge: Cambridge U. P.
2010).
3. BOUSFIELD. Barry y BROWN. Richard. “Animal Welfare”. Veterinary
BulletinAgricultures, Fisheries and Conservation Department Newsletter. Volume
No. 1, No. 4 (noviembre 2010): 1 – 3, Citado el 23 de agosto de 2013. Disponible
en: http://www.afcd.gov.hk/english/quarantine/qua_vb/files/AW8.pdf.
4. BRELS, Sabine. “La Protección del bienestar animal: una preocupación universal
que se debe considerar globalmente y seriamente en Derecho internacional”.
Web Center de los Animales con Derecho. Universidad Autónoma de Barcelona y
Fundación Afinity. (mayo 2012): 1-3. Citado el 23 de Septiembre de 2013,
disponible en: http://www.derechoanimal.info/images/pdf/S.Brels-Animal-
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5. BRENNAN, Andrew y LO, Yeuk-Sze, "Environmental Ethics". The Stanford
Encyclopedia of Philosophy (Winter 2012): sp. Citado el 23 de agosto de 2013,
disponible en:
http://plato.stanford.edu/archives/fall2011/entries/ethicsenvironmental/.
6. BRUCKERHOFF. Joshua J. “Giving Nature Constitutional Protection: A Less
Anthropocentric Interpretation of Environmental Rights. Texas Law Review 86
(2008).
7. CALLE SALDARRIAGA, Maria Alejandra. “Technical Standards and labeling
measures related to Animal Welfare: An analytical view from Article XX of GATT
and the TBT Agreement.” (Final Research Paper. University of Barcelona, 2009).
8. CÁRDENAS, Alexandra y FAJARDO, Ricardo. El derecho de los Animales. Facultad
de Ciencias Jurídicas, Pontificia Universidad Javeriana. (Bogotá: Editorial Legis.
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9. CASTRO ÁLVAREZ, M. Concepción. “Ética Animal. Algunas reflexiones sobre la
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atención especial a la normativa en la comunidad autónoma de Cataluña)”.
Revista de Bioética y Derecho. Número 11 (2007).
10. “Código sanitario para los animales terrestres” citado el 9 de noviembre de 2013,
disponible en: http://www.oie.int/es/normas-internacionales/codigo-terrestre/.
11. COLOMER. Josep M. Bentham: Antología. (Barcelona: Textos Cardinales/Ediciones
Península. 1991).
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http://www.wto.org/spanish/tratop_s/dispu_s/cases_s/ds400_s.htm.
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Especies Migratorias de Animales Silvestres”. Citado el 23 de septiembre de 2013.
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Flora Silvestre (CITES). “Cómo Funciona la CITES””, citado el 23 de septiembre
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15. DONALDSON, Sue y KYMLICKA, Will. “Unruly Beasts: Animal Citizens and the
Threat to Tyranny”, Academia
(http://www.academia.edu/2624043/Sue_Donaldson_and_Will_Kymlicka_Unruly_
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2013, disponible en:
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de Atún y Productos de Atún. Solución de Diferencias: Diferencia DS 381”, citado
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http://www.wto.org/spanish/tratop_s/dispu_s/cases_s/ds381_s.htm
19. GRUEN, Lori. "The Moral Status of Animals". The Stanford Encyclopedia of
Philosophy (Winter 2012): sp. Citado el 23 de agosto de 2013, disponible en:
http://plato.stanford.edu/archives/win2012/entries/moral-animal/.
También la autora resalta que:
El hecho de que una norma internacional esté dirigida a proteger a una especie
significa, finalmente, que se basa en una concepción antropocéntrica y no
biocéntrica, es decir determina la importancia de proteger la fauna desde la
utilidad que esta represente para el hombre. Por el contrario un enfoque
biocéntrico protege el animal desde el interés que este tenga en que sus
derechos sean salvaguardados. (Mesa, 2013, p. 6)
Debido a que el presente trabajo se basa en la protección del bienestar animal este implica
necesariamente consideraciones morales, es importante diferenciarla de las normas medio
ambientales dirigidas a proteger la fauna y flora silvestre o la biodiversidad biológica. Esto
tendrá una incidencia directa en la redacción de las normas y en las implicaciones de estas en
el comercio internacional. Al no haber un desarrollo normativo importante en cuanto a la
protección animal, será más complejo encontrar una relación directa con la normatividad de la
OMC (Organización Mundial del Comercio). A pesar de haber esfuerzos unilaterales por parte de
los Estados en regular el tema, esto no se ha traducido en el desarrollo de tratados
internacionales que tengan carácter de fuente formal de derecho internacional.
Por otro lado, en la protección al bienestar animal no se hace una diferenciación entre
un animal doméstico o salvaje, sino que pretende proteger a los animales en su calidad
de seres vivos y no por el hecho de pertenecer a una especie o encontrarse en
determinada situación.
Los animales salvajes han sido sujetos de cierta atención por parte del derecho
internacional debido a que son de utilidad para la conservación de los ecosistemas, que
a su vez sirven al hombre. La dominación y el derecho de propiedad sobre un animal no
debe ser lo que anime la simpatía que el hombre siente por ellos, así los animales
salvajes deben tener también derecho a tener una vida libre de daño perpetuado por el
hombre y sacar ventaja del sufrimiento para fines de moda, deportes y cualquier
graticación humana, lo cual será inaceptable bajo los derechos de los animales. Será
permitido matar un animal salvaje únicamente por razones de supervivencia, es decir,
bajo las leyes de defensa personal, pero nunca maltratarlo o torturarlo hasta la muerte.
Se encuentran también aquellos animales que por su naturaleza son salvajes, pero han
sido dominados y enjaulados por el hombre, domesticándolos a la fuerza.
La autora resalta que:
Este es el caso de circos o zoológicos que fundamentan estas prácticas en que los
animales están mejor en cautiverio que bajo las amenazas constantes de la vida
salvaje. Sin embargo, esto bajo ninguna perspectiva puede ser moralmente
aprobado, ya que se trata del sometimiento de un animal al cautiverio perpetuo
(Mesa, 2013, pp. 26-27), en muchos casos a espacio reducidos y para satisfacer
intereses triviales del hombre.
Es importante resaltar que:
Los animales domésticos, sometidos en su totalidad al hombre, a su “amo”, han
sido vistos por la sociedad y por el derecho internacional y nacional como
propiedad del ser humano y de esta manera no se muestra un interés en la
protección de ellos. (Mesa, 2013, p. 27).
Los Animales domésticos son sometidos a trabajo incesante por parte del hombre, tanto
en el campo como en la ciudad. Los caballos, las ovejas y las vacas son algunos ejemplos
de animales usados para labores humanas e incluso conejos, cerdos y pollos, sometidos
por el hombre en granjas de producción de carne. A pesar de reconocer que el hombre
puede ejercer cierta dominación sobre los animales domésticos, actividades como la
castración con el fin de que el animal aumente su tamaño y su carne tenga un mejor
sabor, son simplemente inaceptables para el bienestar animal.
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Journal of International Law
Se encuentra Regan con una propuesta de ética deontológica. Para él ciertas prácticas
son en sí mismas reprochables sin importar si existen consecuencias menos gravosas que
justifiquen la muerte o el trato cruel y propone la abolición absoluta de cualquier forma
de instrumentalización de los animales. Otros han ido más lejos al establecer que no
importa si los organismos vivos a los que se les debe reconocer un valor moral son
capaces de ingenio o conocimiento, para ellos cada organismo viviente en el planeta,
Hay diversas razones para examinar el maltrato animal. Una es este no es reconocido ni
atentado en distintos ámbitos de la sociedad, como el jurídico, educativo, económico y
ecológico.
En los últimos años se ha dado paso a la configuración de una movilización social muy
especifica que se caracteriza por dos rasgos importantes; el primero es que es
internacional. La fuerza creciente que ha adquirido el movimiento de liberación animal y
la defensa de los derechos de los animales se observa en que los partícipes dejan de lado
una serie de prejuicios culturales, sociales, políticos y económicos por una lucha común
y un punto de encuentro.
El segundo rasgo es que comparte la idea de que pugnar por la liberación de los animales
no humanos es también pugnar por la liberación de los seres humanos. Estas ideas que se
expanden, se proyectan y se difunden comunican la oportunidad de cambiar como
sociedad.
Sin embargo, la especie es solo uno de los criterios de valor para decidir qué animales
serán sujetos a experimentación, puesto que hay otras cuestiones que han influido de
manera drástica. Una manera de ilustrar lo anterior es la forma en la que el bienestar
familiar pasó de ser un concepto se refiere a la salud física y mental de los animales, a
la necesidad de garantizar su eficacia biológica y su adaptación sin sufrimiento y a la
obligatoriedad de atender tanto a sus necesidades fisiológicas como etológicas. Como
ciencia derivada de la biología, se plantea cubrir tres objetivos: establecer un
diagnóstico sobre el estado de salud física y mental en que se encuentran los animales
en contacto con el hombre; conocer los requerimientos del medio necesarios para
diseñar unas condiciones de mantenimiento y manejo de los animales, que haga
compatible su bienestar con la finalidad práctica de su uso o explotación y, finalmente,
establecer la relación entre las señales de malestar observadas con los estados mentales
asociados.
Como ciencia, el bienestar animal permite observar los cambios de carácter fisiológico y
neurofisiológico debidos a estímulos externos e internos llamados estresores, por lo
tanto la medición del estrés es la base sobre la que se cimentan las acciones de
mitigación del maltrato animal. Fue así que alrededor de la década de los setenta, el
gobierno británico crea el Comité Brambell, con la finalidad de diagnosticar y crear
normas sobre el bienestar de los animales de producción.
El Comité Brambell del Reino Unido y el consejo de Europa señalan que la evaluación del
estado en que se encuentran los animales deberá basarse en las evidencias científicas
que existan en cada caso sobre los mismos animales, procedentes de las investigaciones
sobre si biología, capacidades mentales y comportamiento. Dicho de otro modo, si las
decisiones éticas o normativas en torno a los animales han recaer en el conjunto de la
sociedad, parece lógico que estas decisiones se basen en investigaciones rigurosas y no
en criterios culturales, más o menos arbitrarios, o en intuiciones puramente
bienintencionadas. La evaluación del bienestar animal debería recaer, por tanto, sobre
la comunidad científica.
“bienestar” y “liberación” animal son términos que suelen confundirse. Más que nada
porque los dos movimientos se preocupan por el animal y apoyan el hecho de ofrecerle
ciertos cuidados y abolir prácticas de maltrato y crueldad. Sin embargo, el movimiento
de bienestar animal se enfoca en las metas a corto plazo y liberación animal busca la
abolición de toda explotación de éstos.
Reagen sustenta que al menos algunos animales, por ejemplo en el caso de los
mamíferos, poseen deseos, creencias, memoria, percepciones, autoconciencia,
intención, y sentido del futuro. Su “bienestar” no depende solamente de que tengan
cubiertas las necesidades básicas, sino de que puedan vivir satisfaciendo los deseos y
propósitos propios, que variaran según la especie de que se trate. El dalo y las
privaciones los afectan. La privación puede no estar ligada al sufrimiento: la mal
llamada “eutanasia” de animales sanos es la mayor privación, la de la vida, pues todos
los animales quieren seguir viviendo. El punto central de la teoría de Regan es que los
animales son sujetos de una vida. Como sujetos morales, su primer derecho es no ser
dañado, con independencia del beneficio que esto pueda traer a un grupo humano
cualquiera. El rechazo del instrumentalismo --- la noción de que los animales son medios
para fines de otros --- lleva a la atribución de un estatus moral a los animales, lo que
significa la posibilidad de que estos sean capaces de poseer algunos derechos básicos.
Los defensores del bienestar animal basan su teoría en lo elemental, sin pretender nada
más, ya que, como mencionamos, tan solo con saber que los animales son capaces de
sufrir los hace merecedores de consideración moral por parte de los humanos (lo cual no
quiere decir que sean iguales a nosotros). La teoría del bienestar animal cae dentro del
utilitarismo, es decir, en la afirmación de que la vida se rige por los intereses de unos y
otros, y considera que, por supuesto, los animales superiores si tienen intereses en no
sufrir en no ser comidos ni sacrificados para otros fines. En otros sectores de la industria
más frívolos e innecesarios, como las pieles, corridas de toros, circos o cosméticos, los
intereses de los animales son muchísimo mayores que los de los seres humanos que se
benefician de ellos. El problema es que los intereses de los animales no están
equilibrados con los de los seres humanos. A su manera, esta teoría de los intereses es,
en cambio, mucho más radical que la de derechos de los animales, porque, como afirma
Peter Singer, establece, por ejemplo, que una persona en coma, deficiente profunda o
enfermedad terminal, no tiene intereses, salvo no sufrir, porque no tiene conciencia de
su existencia ni de su futuro, así que sería lícito sacrificar a esta persona si con su
muerte se pudiera salvar a muchas otras personas.
La parte más radical del movimiento es el estricto derecho de los “animales”. Esta
teoría, defendida por el filosofo Tom Regan, parte de que los animales, por el mero
hecho de ser seres “sintientes” y sujetos de vida, merecen consideración moral. Su
defensa es la de los intereses del individuo, no de la especie o grupo. Esta doctrina no
acepta que lo importante sea el sufrimiento de los animales, porque lo que busca es la
completa erradicación de su explotacion. De hecho, ponen como ejemplo que las
grandes empresas norteamericanas que siguen utilizando animales, sobre todo
laboratorios, se prestan en seguida a cumplir con la regulación exigida para la
eliminación de su sufrimiento y para mejorar su bienestar mientras son utilizados, ya
que saben que sus productos obtendrían el descrédito en el mercado si no lo hicieran.
Estos defensores --- más radicales --- de los derechos de los animales no quieren la
regulación de su uso, que sería la meta a corto plazo, sino que persiguen solo un
objetivo a largo plazo: la no utilización de los animales para absolutamente nada, e
incluso, dar derechos a los mamíferos superiores, que es en los que se ha demostrado
que hay capacidad de razonar, de planificar el futuro, de abstracción mental, y de
empatía con otros animales, a veces no solo de su especie. “Estos activistas piensan que
solo mediante la educación y concienciación no se puede conseguir el respeto a los
animales, por lo que necesitan derechos básicos para protegerse.” (Anglés y Ambrioso,
2017, p. 56)