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delito individual o en las fallas de las instituciones locales, prestando poca atención al papel de
La Escuela de Frankfurt es una teoría que nació hace casi 70 años. Dentro de los pensadores
de esta escuela sociológica, es necesario distinguir dos ramas de pensamiento, estas son: Primera
La Teoría Crítica ocupa un lugar destacado entre los muchos intentos emprendidos en el
período de entreguerras para desarrollar el marxismo de forma productiva. No fueron tanto sus
principios teóricos como, sobre todo, sus objetivos metodológicos, los que destacaron
años investigaciones sobre la historia del socialismo. Horkheimer desarrolló el programa de una
encontraban los esfuerzos por desarrollar una teoría de la sociedad se caracterizaba por una
consecuencias fundamentales. La división abstracta del trabajo científico y metafísico que había
filosófica de la razón) del pensamiento no había dejado lugar para la idea de una razón histórica.
Sin embargo, con la eliminación de la filosofía de la historia, toda filosofía se veía
La idea central dentro del pensamiento de Horkheimer era la construcción del análisis
social. Indagaba acerca de cómo se producen los mecanismos mentales que hacen posible que las
tensiones entre clases sociales (dialéctica entre clases) puedan permanecer latentes en la sociedad
considerado criminal, analiza como el estrato social al que pertenece un individuo configura las
posibilidades que tiene tanto de llegar a ser un criminal, como de acceder a los grados más
Georg Rusche y Otto Kirchheimer. En este momento la teoría crítica llega a su maduración en la
criminología cuando el objeto de conocimiento pasa a ser los mecanismos de control social y el
sociología criminal-liberal, al capitalismo y por último al derecho penal entendido en sus más
avanzadas concepciones clásicas de la defensa social. Estos autores exponen que ciertos
enunciados provenientes del derecho penal no se cumplen en la realidad o bien estos postulados
no alcanzan su finalidad; afirman que el estatus de criminal no es igual para todos ni está
institucionalizadas aplicando la misma teoría social (crítica) a la criminología. Estos dos autores
relacionan los conceptos de mercado de trabajo y sistema penal (Michalowski y Carlson, 2000).
La crítica al derecho penal se centra a que el derecho penal es considerado como sistema
sociedad, basadas en las relaciones de poder entre grupos. 2-El mecanismo de la aplicación de
quienes se han aplicado, con efectos socialmente significativos, definiciones legales de delito,
s.f).
La teoría crítica sostiene que el estrato social al que se pertenece determina las
población criminal dentro de las sociedades capitalistas, en su mayoría son la clase obrera y las
menos favorecidas económicamente. Cada individuo debe indagar a que clase social pertenece,
entonces sabrá su mayor o menor probabilidad de ser definido, por parte de los detentadores del
control social (formal o no formal), como delincuente. Conceptos como "carrera delictiva",
acción social afirmando que la reproducción social no se puede reducir a la sola dimensión del
trabajo. El afirma que los sujetos están unidos entre sí por medio del entendimiento lingüístico,
respaldado en las estructuras lingüísticas; por lo que la intersubjetividad, constituye, para que sea
medio que les permite a los individuos garantizar la reciprocidad de la ubicación y noción de sus
acciones, reciprocidad necesaria para que la sociedad resuelva los problemas de reproducción
material. La nueva teoría crítica tiene como conceptos centrales la acción, trabajo e interacción
(Garrido, 2011).
Habermas proyecta su visión hacia una teoría social sobre las dinámicas del capitalismo
avanzado. En esta nueva praxis que entiende Habermas, están los cimientos de su propia teoría
de la acción comunicativa, ya que este principio le permitió integrar la filosofía del lenguaje con
la explicación sociológica en una teoría crítica del capitalismo moderno. Analiza la interacción
social mediada por el lenguaje como una dimensión constitutiva de la praxis humana, no
solamente como una acción fundamental y explica por qué en este tipo de acción reside el
elaboradas a lo largo de la historia pueden reconducirse a dos concepciones del delito. Por un
lado se encuentran aquellas concepciones de delito iusnaturalistas y, por otro lado, las
La concepción iusnaturalista del delito considera este mismo como un hecho absoluto, es
decir claramente y universalmente definible como delito en todos tipos de sociedades. Se refiere
debe investigar las causas de la criminalidad. Por esta razón, en los estudios criminológicos que
2015)
Por su parte, la concepción sociológica del delito, define el delito relacionándolo con el
contexto social, histórico y político. Adoptando una concepción sociológica de delito, este se
asume como acto resultante de un proceso de interacción entre el sujeto que cumple el acto
delictivo y los órganos responsables del control social (policía, jueces, expertos en derecho,
opinión pública, medios de comunicación) que reaccionan al mismo. En la mayoría de los casos
las investigaciones que utilizan una perspectiva sociológica en el análisis y definición de los
actos delictivos se concentran en poner en evidencia los mecanismos de control social y los
procesos de criminalización mediante los cuales un determinado acto viene calificado como
social. La historia de criminología sociológica coincide con la historia de los estudios sobre la
desviación y el control social. Los resultados teóricos de tales estudios constituyeron los
criminalidad. La percepción de que la mayoría de los actos delictivos eran cometidos por sujetos
pertenecientes a las clases más pobres y desaventajadas de la sociedad, incentivó los sociólogos
estadounidenses a interrogarse sobre las causas del delito y sobre su correlación con una
El interés hacia el fenómeno de la desviación de las clases sociales más bajas hizo que los
posturas más apreciativas del fenómeno del delito y de la desviación. Así, se dio el nacimiento de
una postura apreciativa del fenómeno de la criminalidad lo que suponía una vuelta al
ser un "criminal" siempre y cuando, en su evaluación de pro y contra, la cual ocurre en razón y
(Panarello, 2015)
criminal. Según Cohen los jóvenes están todos en búsqueda de un determinado status. Sin
embargo las características de tal estatus dependen directamente de la jerarquía de valores
jerarquía de valores propia de la clase media. Según Cohen, los sujetos pertenecientes a las
clases más desaventajadas de la sociedad, son los que más sufren de frustración que se convierte
en una reacción hostil a los valores pactados por la clase media y lleva a una modificación ad hoc
de los medios considerados aptos para el logro del estatus. Es cuando dicha solución asume el
carácter de "solución colectiva" que nace una novedosa forma cultural: la subcultura criminal
(Panarello, 2015)
Posteriormente, en la década de los sesenta, se desarrolló una perspectiva teórica que tuvo
En los años siguientes dicho desplazamiento fue interpretado como una revolución en
psicopatológicas (a las cuales correspondía un modelo positivista de ciencia penal) habían sido
progresivamente desplazadas por parte de teorías criminológicas desarrolladas según una
perspectiva sociológica
haciendo coincidir, de alguna manera, el nacimiento del labelling approach con la muerte del
En los años sesenta, surgió una criminología influenciada por las ideas radicales de los
movimientos sociales, se busca redefinir el concepto de delito más allá de su definición legal y
proponen la inclusión de la dimensión moral que deriva del acto delictivo. En Estados Unidos, se
asumió una postura represiva de la criminología radical que llevo al surgimiento de una
criminología radical de matriz inglesa. De tal manera, mientras que la criminología radical
estadounidense se caracterizaba por una crítica de todas las teorías de la desviación precedentes,
la nueva criminología inglesa surgió a partir del debate sobre una posible reinterpretación de las
preocupara tanto de la acción desviada y de la reacción social a dicha conducta desviada. De ahí,
ingleses querían construir "una teoría social del fenómeno de la criminalidad que considerara
unos aspectos del fenómeno delictivo: el primer aspecto eran los factores estructurales que
inducían el sujeto a elegir cometer un acto desviado. Un segundo aspecto, eran las razones
psicológicas del sujeto para cometer el delito; otro aspecto era la reacción social frente al
criminología crítica. En este orden de ideas, la criminología crítica llega a su madurez cuando
define como su objeto de crítica al Derecho Penal. Uno de los retos de la criminología crítica es
demostrar que el Derecho Penal es uno de los tantos mecanismos de reproducción de las
injusticias sociales. Por tanto, la finalidad última de la criminología crítica era la de abatir la
"ideología de la defensa social, la cual se sustanciaba a través de los principios generales del
sistema penal (los principios del bien y del mal, de culpabilidad, de igualdad, de interés social y
del delito natural, del fin o de la prevención).” (Panarello, 2015, pág 40)
Por su parte, en Estados Unidos, el objeto de la criminología a partir de los setenta, fue la
propiedad. Las palabras llaves del nuevo realismo eran controlar y prevenir el crimen. La causa
número y la presencia de las fuerzas de policía, se financió y amplió el aparato de justicia penal,
ámbito criminológico. Según este enfoque, los fenómenos de desorden urbano (suciedad,
urbana y transformación de la población residente. De ahí, se crea una política de tolerancia cero
cuyo objetivo era prevenir los delitos y hacer una equivalencia entre criminalidad e inmoralidad.
Con el pasar de los años, el ámbito de la criminalidad y la penalidad fue cambiando por
aspectos tales como la popularización y politización del delito y el surgimiento del tema de la
del modelo penal de Bienestar y las consecuencias del triunfo de la "ley del mercado" y de la
Surge así, la criminología cultural que indagan indagar la influencia de los factores
socioeconómicos sobre el sistema de control penal y, más en general, de control social. Estos
estudios analizan el estado actual de la cuestión criminal a partir de un análisis del declive del
Estado de Bienestar, la insuficiencia de las políticas sociales para solucionar los conflictos y los
problemas y la incapacidad del Estados para satisfacer las necesidades han provocado muchos de
sociedad a aquellas personas que atentan contra su integridad y debido desarrollo, con el fin de
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX el control social del delito, especialmente
promovida por el norteamericano Enoch C. Wines. De forma tal, los problemas de años atrás del
en los que se buscaron las soluciones que el sistema requería para tener un funcionamiento efectivo
(Galvis, 2003).
información sobre estadísticas carcelarias, con el fin de comparar la forma como se desarrollaban
los sistemas penales que existían. Con base en esta información, se determinaron tres temas: la
los presos debería ser remunerado con salario y estableció los principios fundamentales de los
hasta el año de 1925. En estos congresos se empezaron a tratar temas penales por lo que adoptaron
el nombre de “Congreso Penal y Penitenciario”. En 1929, se redactaron las “reglas generales para
el tratamiento de los reclusos” que fueron la base para las “reglas mínimas para el tratamiento de
los reclusos” presentadas por las Naciones Unidas en el I Congreso de Prevención del Delito y
Fue así como se consolido el uso de la prisión con el nombre de penitenciaria como lugar
para purgar la pena y se organizó su funcionamiento. La pena de prisión es la más usada en las
sociedades actuales, teniendo en cuenta los lineamientos internacionales y las normas establecidas
y son perjudiciales para los reclusos. Frente a esta crisis de las penas privativas de libertad
sustitutos penales que permitieran una utilización más acotada y racional de las penas privativas
de libertad. Sin embargo, esta propuesta empezó a recibir críticas por lo que se empezó a
considerar que las alternativas a la cárcel redundaban en unas redes más fuertes, amplias e
del delincuente a través de la cárcel, gira en torno a dos posturas: la primera, se refiere al
reconocimiento científico de que la cárcel no puede resocializar sino únicamente neutralizar; que
la pena carcelaria para el delincuente no representa en absoluto una oportunidad de reintegración
en la sociedad sino un sufrimiento impuesto como castigo. La segunda, considera que se debe
personas pierden todas las condiciones que son necesarias para vivir en sociedad, pierden el
punto de las relaciones sociales y de poder, de las normas, de los valores, de las actitudes que
presiden estas relaciones, etc. En la cárcel aprenden a ser criminales de la mano de una minoría
restringida de criminales con fuerte orientación asocial que tienen el poder dentro de la cárcel
por lo que imponen un modelo basado en la violencia, el crimen, etc., que se trasmite a todos los
el egoísmo y en la violencia ilegal, en cuyo seno los individuos socialmente más débiles se ven
entonces antes de atacar al detenido y de hablar de reinserción la sociedad debe examinar sus
que se necesita que la sociedad asuma sus problemas y no los segregue en la cárcel. Por tanto,
grupos sociales de los que provienen puesto que esta exclusión del ex convicto es la que lo lleva
Baratta (2004a), propone una política de reintegración social de los autores de delitos, el
cuyo objetivo no sea solo una cárcel "mejor" sino también que se reduzca la aplicación de la
pena carcelaria. Así, como ampliar las posibilidades del detenido y proteger sus derechos,
de los graves problemas del sistema penitenciario, por ello propone la apertura de la cárcel a la
Antes de cometer los delitos, los detenidos ya vivían una vida de carencias y exclusión.
Es por ello, que debe ofrecerse al detenido una serie de servicios que van desde la instrucción
general y profesional hasta los servicios sanitarios y psicológicos, como una oportunidad de
decir no puede ser impuesta coactivamente. Es decir que el tratamiento en contra de la voluntad
del detenido es una manipulación a la conciencia y escala de valores del detenido. Por tanto, el
tratamiento sin la cooperación voluntaria del interno será una imposición coactiva de valores y
En Colombia, está claro que la cárcel no puede producir efectos útiles para la
resocialización del condenado y que, por el contrario, impone condiciones negativas en relación
con esta finalidad. A pesar de esto, se debe reinterpretar y reconstruir la reintegración social del
grandes que impide que las funciones bajo las cuales fue concebida esta institución sean
prisiones colombiano data de 1906, época en que se organizó la primera colonia penal del país.
Dentro de la evolución carcelaria, siglo XV, época de los aborígenes, se determinó que los
chibchas practicaban castigos como pena de muerte al homicida, vergüenza pública al cobarde,
presos, tormentos, penas y perdones a elección del conquistador limitando con la arbitrariedad.
castigos como la confiscación, multa y prisión así como medidas eclesiásticas relacionadas con
abjuración, represión, suspensión de órdenes y las penitencias con un fundamento religioso muy
marcado y amplia influencia de la iglesia, la ejecución de las penas era en mazmorras como
fueron las de Cartagena y Tunja; las cárceles de la Real Cárcel, la Cárcel del Divorcio, la de
Esta ley fue expedida bajo la presidencia de José Vicente Concha, ley que nacionalizo la
casa de presidio y reclusión para las penas impuestas por el poder judicial o para detener a los
sumariados. Como se mencionó, con esta ley se creó la Dirección General de Prisiones, que
estaba encargada de: organizar el sistema carcelario, crear los reglamentos de las prisiones,
presidente Enrique Olaya Herrera, expidió dicho Decreto, en ejercicio de las facultades
extraordinarias conferidas por la Ley 20 de 1933, que fue un cuerpo de normas orgánicas mejor
ordenado que los anteriores. Dispuso que la Dirección General de Prisiones dependiera del
2003).
conformada por 8.686 internos. Esta población aumento anualmente en una cifra promedio de
mil internos. En 1946, la población disminuyo en 2.765 internos como consecuencia del proceso
de desjudicialización, pero en los siguientes años continuo aumentando, debido al alto índice de
violencia que se vivió durante esta época, hasta llegar a la cifra de 37.770 internos. Este aumento
Montería, Cartagena, Santa Marta, Pasto, Duitama, Pereira y Cali. Así mismo, se fortaleció la
encontró una gran crisis en el sistema caracterizada por numerosos fugas, homicidios y masacres
al interior de los penales, inadecuado manejo de los establecimientos de reclusión por parte de
los funcionarios, crueldad o pasividad de los guardianes etc. a raíz de esto, Echeverri fue el
Carcelario (Decreto ley 1405/34) creando la Escuela y Carrera Penitenciaria, los Servicios de
servicio social carcelario, los permisos premio para los reclusos, la organización del Cuerpo de
custodia (guardianes), la carrera para los funcionarios, la cárcel para conductores, las cárceles
para la fuerza pública, los criterios de clasificación para los reclusos (Galvis, 2003).
hasta los 58.125 internos en el año de 1971. Fue así como el sistema empezó a registrar las
la disminución de la población reclusa, en el año de 1973, a 36.500 internos. Durante los años
siguientes este número se mantuvo más o menos estable, aunque se redujo considerablemente
con la expedición del Decreto 1853 en 1985, el cual ordeno la excarcelación de sindicados por
En el año 1992 y mediante decreto No. 2160 se fusiona la Dirección General de Prisiones
manejo administrativo dirigido hacia la auto-organización de los recursos, lo que debe conducir a
desarrollar políticas penitenciarias modernas tendientes a lograr la reinserción social como uno
de los fines principales de la pena como de la Institución (Castro & Herrera, 1998).
derechos fundamentales a los recluidos, los objetivos de la justicia y el fin de la pena, a través del
deportivas. Así mismo se desarrollan las funciones del juez de ejecución de penas, se crea la
carrera penitenciaria para el personal del instituto, y se incorpora el servicio militar obligatorio
de bachilleres, este último empleado como servicio social que se presta esencialmente en las
clasificados así: una (1) Colonia Agrícola (CA), cuatro (4) Establecimientos Penitenciarios y
Alta y Mediana Seguridad (EPAMS), doce (12) Reclusiones de Mujeres (RM), diez (10)
manejo del sistema carcelario en cuanto a políticas y estrategias de desarrollo de efectúa a través
deficiencias del Sistema Carcelario y Penitenciario y los múltiples problemas en las cárceles
colombianas, fue modificado mediante la Ley 1709 del 20 de enero de 2014, por medio de la
cual se reforman algunos artículos de la Ley 65 de 1993, de la Ley 599 de 2000, y de la Ley 55
Las circunstancias sociales del país, como las dificultades del sistema judicial han
La crisis carcelaria del país obligo a reformar el Código Carcelario y Penitenciario con el
fin de enfrentar el hacinamiento y las fallas del sistema tales como la implementación en mayor
medida de la privación de la libertad como pena, el aumento de los mínimos de duración de esta
reclusión no constituye una excepción para que el Estado cumpla su función primordial (Art 1,
expresa al respecto en la Sentencia T-705 de 1996 del Magistrado ponente Eduardo Cifuentes
Muñoz:
ello no significa que las autoridades penitenciarias puedan disponer a su arbitrio de los mismos,
pues la limitación de estos derechos debe ser la estrictamente necesaria para lograr la
de las cárceles. Las autoridades administrativas deben atender a los principios de razonabilidad y
Por lo tanto, las normas que rigen el Sistema Carcelario y Penitencio colombiano deben
buscar que los establecimientos de reclusión sean realmente un instrumento de prevención, frente
a los actos que vulneran o ponen en peligro el orden social, y de resocialización del infractor, de
forma tal que este pueda volver a formar parte de la sociedad. Todo esto teniendo en cuenta que
Dar un tratamiento igual a quienes se les imputa la comisión de algún delito o a quienes
ya fueron condenados por esta razón. El tratamiento igualitario se encuentra establecido en los
1993, 7 del Código Penal de 2000 y 5 del Código de Procedimiento Penal de 2000 (Galvis,
2003).
Colombia, 1 de la Lay 1709 de 2014 y, 3 del Código de Procedimiento Penal de 2000. Por su
parte, la garantía del derecho al debido proceso está señalada en los artículos 29 de la
Constitución Política de 1991, 2 y 3 de la Ley 1709 de 2014, 6 del Código Penal y, 6 y 7 del
Política de 1991, 4 de la Ley 1709 de 2014, 1 del Código Penal, y 1 del Código de Procedimiento
Resocializar a los condenados, por medio de un tratamiento que les permita volver a
formar parte de la sociedad que han lesionado con sus actos. El objetivo principal de la prisión
deportivas, la corrección de sus actos para que pueda volver a su vida en sociedad (Galvis,
2003).
orden judicial impartida por autoridad competente, por motivo previamente definido por la Ley y
Colombia, 1,3 y 5 de la Ley 1709 de 2014, 6 del Código Penal de 2000, y 6 del Código Procesal
Constitución Política, 4 de la Ley 1709 de 2014, 1 del Código Penal de 2000 y 1 del Código de
Penitenciario y Carcelario INPEC. Pero, los centros para las personas detenidas previamente y
condenadas por contravenciones que impliquen privación de la libertad, por orden de autoridad
policiva, son dirigidos, organizados y administrados por los Departamentos, Municipios, Áreas
Metropolitanas y el Distrito Capital de Bogotá, bajo la vigilancia y control del INPEC (Galvis,
2003).
desempeño tanto para los funcionarios carcelarios y penitenciarios, como para los internos, y un
proceso de tratamiento para la resocialización en las penitenciarias. Todos estas temas están
Uno de las situaciones más graves que afronta el país es precisamente la crisis del sistema
que se vive en los establecimientos penitenciarios; aunque el Gobierno nacional a través del
El hacinamiento de las cárceles en Colombia es quizás uno de los problemas más difíciles
ya que hoy se tienen cerca de 25.000 reclusos suma que desborda la disponibilidad de
infraestructura y cupos disponibles actualmente. Es claro que las cárceles no cumplen con lo
acceso a un colchón son parte de pagos no contemplados en la ley que hacen del sistema un foco
de irregularidades que no ofrecen garantías básicas de igualdad a los reclusos (Defensoría del
Pueblo, 2013).
Las personas que se encuentran recluidos en los centro penitenciarios en su mayoría son
hombres (90%), entre los 16 y los 30 años (57,7%), sin educación primaria (43%) o sin
cometer el delito. En el estudio se resalta además que, con excepción de los detenidos por
narcotráfico (7%), los delitos del conflicto armado —secuestro, terrorismo, rebelión— no
terminan en prisión. Es decir, en las penitenciarías acaban, normalmente, sólo los criminales de
más fácil captura y que, más allá de la naturaleza de su crimen, se llevan todo el peso de la
Andes)
Sin embargo y atendiendo a lo anterior es claro y público que los beneficios otorgados a
personas como los llamados delincuentes de cuello blanco se les da un trato preferencial con
Entre otras cosas, por diferentes medios se ha denunciado una mafia entre guardianes del
INPEC y algunos reclusos que incluso, en los que se manifestaron situaciones como las
siguientes:
En algunos centros carcelarios los reclusos se ven obligados a pagar hasta $5.000
para tener acceso al servicio de agua potable y hasta dos millones pesos para contar con una
celda.
500 presos.
pesos, mientras que un cigarrillo se vende hasta por 6.000 pesos, y una botella de whisky puede
Los guardianes, operan más de 100 horas semanales en condiciones poco óptimas.
"Mientras un funcionario debe trabajar por mucho 48 horas semanales, los guardias del INPEC
lo hacen 140 horas semanales. 768.000 pesos es el salario base de un dragoneante, y con
Sida, pulgas, piojos, roedores, y hasta trastorno mental por estrés. Incluso, algunos están a
desconocimiento de las condiciones mínimas con las que estos deben contar: una celda, una
cama, una buena higiene, separación por categorías entre otras, vulnerándose gravemente sus
derechos.
El hacinamiento implica también que a los reclusos se les vulnere el derecho a la salud.
El sistema de salud de las prisiones colombianas enfrenta una grave situación. En la actualidad,
de reclusión atención médica oportuna a los internos, y garantizar que gocen de buena salud
durante el tiempo de reclusión y con posterioridad a su liberación. Los reclusos deben recibir
atención médica con la consideración debida, recibir medicamentos, el INPEC debe velar porque
las condiciones de higiene y educación alimenticia se mantengan de acuerdo con las normas de
Colombia se deben a las fallas en la infraestructura de las zonas sanitarias, a la escases de agua y
Así las cosas, es claro poder definir la situación carcelaria del país como “grave”, ya que
la política penitenciaria y carcelaria no cumple con sus objetivos a tal punto que “compromete
seriamente el cumplimiento de las obligaciones del estado colombiano de proteger la vida,
integridad física, dignidad y seguridad jurídica de las personas privadas de la libertad, en estas
condiciones es aún más inviable la reinserción social” incluso se ven afectados los funcionarios y
la guardia del INPEC situación que va en contravía de los fines esenciales del sistema y de las
obligaciones que tiene el estado frente a la población carcelaria y frente a los empleados
estatales.
que no re garantizan ni respetan los derechos de los internos en sus diferentes modalidades ni
educación y la disciplina.
que los derechos a la educación y al trabajo de los internos son violados, ya que un gran
aún más dadas las condiciones de hacinamiento, falta de recursos y programas, de personal, y de
infraestructura adecuada.
de la pena de privación de la libertad, pero no se está logrando ya que el tratamiento que requiere
fundamentada, pero esta política no tiene aplicación real en Colombia. Por ejemplo, no se asigna
para mejorar las instalaciones de reclusión o para construir más; y se aplica la privación de la
libertad como única pena sin tener en cuenta que hay otras opciones o medidas preventivas.
Así, la crisis carcelaria hace evidente la falta de una adecuada y eficiente estructura de la
política criminal, por lo que se requiere una política coherente con la realidad, que prevenga el
delito y que resocialice al recluso. Se espera que la reforma al Código Penitenciario y Carcelario
diseñando políticas que promuevan un eficiente proceso tanto preventivo como de reinserción
social; limitar el uso de la pena de privación de la libertad solo a casos en los que no exista más
opción; y atendiendo los problemas sociales, de salud, corrupción, violencia de las cárceles etc.
y Carcelario, algunas de las razones que además de las expuestas anteriormente se tienen en cuenta
es precisamente la actualización del sistema penal creado a través de la ley 599 del 2000 frente a
Representes, un proyecto de ley por medio del cual se buscaba la expedición de un nuevo Código
Penitenciario y Carcelario, que reemplazó al previsto en la Ley 65 de 1993, el nuevo código (Ley
1709 de 2014) consta de 107 artículos y nueve títulos, regula los derechos, los deberes y el
tratamiento de los internos; la vigilancia interna y externa de los establecimientos de reclusión; los
revisarlo es realmente un amplio catálogo que ofrece grandes modificaciones que propenden a
aliviar radicalmente gran parte del problema que se expuso en el capítulo anterior, entre las
hacer estudios individuales a todos a cada uno de los internos, con miras a establecer y adoptar el
no simplemente en horas de asistencia. En el futuro sólo el interno que obtenga los logros en los
distintos programas académicos podrá ser beneficiario de redenciones de penas por estudio.
conceden actualmente a los internos, sin vigilancia, puedan someterse a medidas de vigilancia o a
condiciones especiales, con el fin de que las autoridades ejerzan los debidos controles sobre estos
beneficios penitenciarios.
Se instaura la obligación de que en todos los establecimientos penitenciarios
existan salas dotadas con los medios necesarios para la realización de audiencias virtuales y la
posibilidad de que el INPEC solicite la comparecencia virtual del interno a las respectivas
audiencias, cuando existan razones de seguridad, orden público, costos o salubridad que así lo
aconsejen. Con esta medida se evitarán fugas y costos derivados de los recurrentes traslados de los
internos.
en el sentido de dejar un registro que permita identificar qué interno realizó la llamada, a quién
programas para los internos con el fin de que, una vez el interno obtenga su libertad, se pueda
vincular laboralmente con dicha empresa. (Texto aprobado en la Comisión Primera de la honorable
Cámara de Representantes del proyecto de ley 210/11 –cámara- “por medio de la cual se expide el
Conclusión
Se necesita de medidas de mediano y largo plazo para superar históricas dificultades como
la reinserción social de los privados de libertad y, a todas luces, constituye un factor relevante del
Resulta necesario avanzar hacia el establecimiento de una política criminal armónica que,
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