Está en la página 1de 6

MUERTE DEL SER HUMANO

Como principio general la existencia legal o personalidad de los seres humanos termina con
la muerte (artículo 94 del Código Civil)
El ser humano muerto no es sujeto de derechos.
En general todo el mundo sabe que es la muerte; se trata de un concepto popular que
referimos normalmente al hecho de que el ser humano cese de respirar o al último latido del
corazón.
Pero conforme al artículo 2 del decreto 1546 de 1998 se exige que se trate de la muerte
encefálica, que es definida como "el fenómeno biológico que se produce en una persona
cuando en forma irreversible se presenta en ella ausencia de las funciones del tallo encefálico,
comprobada por examen clínico".
El diagnóstico de muerte cerebral debe ser constatado por dos o más médicos, uno de los
cuales debe ser especialista en ciencias neurológicas (decreto 1546 de 1998 artículo 3).
Hubo una época en que al lado de la muerte real existía la denominada muerte civil. Consistía
la muerte civil en la extinción de la personalidad del ser humano antes de la muerte real; en
consecuencia, muerto civilmente era quien a pesar de estar vivo, se le consideraba muerto
para la vida jurídica.
Entre los romanos la capitis deminutio máxima y la capitis deminutio media equivaldrían a
la muerte civil. Por la primera, el hombre libre caía en esclavitud y perdía, consecuentemente,
su personalidad, por la segunda se menguaba en gran parte la personalidad, y era aquella que
se aplicaba a los ciudadanos que incurrían en determinadas penas o eran deportados.
El código de Napoleón mantuvo la muerte civil para quienes eran castigados en determinadas
penas pero fue abolida por una ley de 1854.
Andrés Bello tomó del derecho Francés la institución de la muerte civil pero se aplicó
únicamente a los religiosos de la iglesia católica que hacían votos solemnes pero
posteriormente fueron suprimidos al ponerse en vigencia dicho código en Colombia de ahí
que ciertos artículos del Código Civil hablan de "muerte natural" ya que era necesario
contraponerla a la muerte civil, tal expresión debe mirarse como inexistente.

LOS EFECTOS DE LA MUERTE


Como ya se dijo, con la muerte se extingue la personalidad del ser humano; por lo tanto deja
de ser sujeto de derechos. Entonces, ¿qué sucede con los derechos de que era titular una
persona antes de morir? al respecto es preciso distinguir entre los derechos que tienen la
calidad de "patrimoniales" y los que se consideran "extramatrimoniales", ya que los primeros
se transmiten a otra u otras personas vivas (herederos y legatarios), y los segundos se
extinguen definitivamente.
Los derechos de la personalidad y los derechos familiares se extinguen definitivamente por
ser derechos extramatrimoniales, y los derechos patrimoniales como por ejemplo los
derechos reales, los derechos de créditos u obligaciones, los derechos inmateriales pasan a
los herederos o legatarios.

PRUEBA DE LA MUERTE
Esta se acreditará con el acta de defunción inscrita en el registro civil.
A través de este documento se acredita legalmente el fallecimiento de una persona.

Documento de identificación de la persona que solicita el registro.

 Si el fallecimiento se produjo por muerte natural, se puede acreditar con certificado


expedido por el médico que atendió la persona en su última enfermedad o por un
médico forense. Si no se cuenta con ninguno de los dos, puede certificar la muerte
un médico de sanidad o en último caso cualquier médico que desempeñe un cargo
oficial relacionado con su profesión en el lugar o un profesional médico.

 Solamente en caso de no haber médicos en la localidad, se podrá demostrar el


fallecimiento mediante declaración de dos testigos, que se debe realizar dentro de los
dos días hábiles siguientes al fallecimiento.

 Si la inscripción se hace después de dos días hábiles del hecho, se realizará


inscripción extemporánea que deberá presentar la autorización del inspector de
policía

 Si el fallecimiento se produjo por muerte violenta, se puede acreditar con orden,


autorización o sentencia judicial, y en los casos que no se encuentre o no exista
cadáver mediante orden, autorización o sentencia judicial que declara la muerte

 Si el fallecimiento ocurrió en el extranjero se puede acreditar con el acta de defunción


expedida por el funcionario extranjero, que debe estar apostillada y o legalizada
según sea el caso y traducida oficialmente si ha sido expedida en un idioma diferente
al español

MUERTE CIERTA.

Aunque no parezca real, existen situaciones en las cuales la muerte no puede ser tenida
por acaecida. un supuesto de muerte que es cierta, no meramente probable y presumible
por el hecho del desaparecimiento de alguien que no retorna, pero cuya comprobación
no puede hacerse mediante la prueba ordinaria que consiste en certificar la defunción por
el examen del cadáver o los restos mortales del difunto.

PRESUNCIÓN DE CONMORIENCIA

En el momento de la muerte de una persona se determina quienes son sus herederos, estos
han de ser sujetos de derechos.
Pero si dos o más personas llamadas a heredarse mutuamente (como sucede en el orden de
los hermanos cuando ninguno de ellos tenga hijos y sus ascendientes hayan muerto) perecen
en un mismo acontecimiento (accidente aéreo, marítimo u otro semejante) y no puede saberse
el orden de los fallecimientos, la ley presume que todos han muerto en el mismo momento.
Así lo establece el artículo 95 del C. C.
La presunción de que varias personas hayan fallecido simultáneamente, exige los siguientes
requisitos:
1.- Que hayan muerto en un mismo lugar y en consecuencia de una misma causa. El artículo
95 del C. C. habla de "un mismo acontecimiento" con lo cual indica la identidad de causa y
de lugar.
2.- Que sea imposible establecer cuál fue el orden de los fallecimientos y que las personas
muertas estén llamadas a sucederse mutuamente por causa de muerte.
La presunción del artículo 95 del C. C. es legal, y por consiguiente, destructible. La prueba
de la no conmoriencia corresponde a quien afirma que una o varias de las personas fallecidas
han sobrevivido a las otras

PRESUNCIÓN DE MUERTE

La muerte de los seres humanos es inevitable y además fácilmente comprobable. Pero hay
situaciones como la guerra y otros acontecimientos similares que crean grave incertidumbre
acerca de las personas que desaparecen de su domicilio y de las cuales no se vuelven a tener
noticias; tal circunstancia ha hecho necesario que los ordenamientos jurídicos instituyan la
muerte por presunción, es decir, la suposición, dadas ciertas condiciones de que la persona
desaparecida o ausente ha muerto.

DECLARACIÓN DE AUSENCIA
(Artículo 96 C. C. en concordancia con el artículo 561 C. C.): una persona se halla ausente
si ha desaparecido de su domicilio y no se tiene noticias del lugar en donde se encuentre
(artículo 96 C. C.). Ante esta situación su cónyuge, sus consanguíneos hasta el cuarto grado,
sus padres, hijos y hermanos, el Ministerio Público y sus acreedores, podrán solicitar al juez
de familia el nombramiento de un curador para la administración de sus bienes.
La finalidad del proceso, es tomar las medidas necesarias para proteger los derechos y velar
por las obligaciones de un titular ausente.
Ausente indica, no solo el hecho de que la persona no se halla en el lugar de su domicilio,
sino, además, que no se sabe dónde se encuentra hasta el punto de que se duda si vive o ha
muerto. El juez declarará la ausencia según el trámite indicado por el artículo 656 del C. P.
C.
En nuestro Código Civil los términos ausencia y desaparecimiento son equivalentes.

DECLARACIÓN DE MUERTE PRESUNTA


Si la ausencia o desaparecimiento de una persona ha durado 2 años o más, se presumirá que
ella ha muerto (artículo 97 C. C.). El juez dictará sentencia de declaración de muerte presunta,
previa la citación del desaparecido por medio de edictos publicados en periódico oficial tres
veces por lo menos, debiendo correr más de cuatro meses entre cada dos citaciones. (Artículo
97 regla 2 C. C.).
El juez fijará como día presuntivo de la muerte el último del primer bienio, contado desde la
fecha de las últimas noticias (artículo 97 regla 6). Esta ha debido fijarse desde que se tuvieron
las últimas noticias, pues debe presumirse que la falta de ellas se debió a la muerte del
desaparecido. En todo caso, el día que se fija como fecha de muerte será anterior a aquel en
que se dicta la sentencia.
La regla 7 del artículo 97 añade que en los casos en que una persona recibió una herida grave
en la guerra, o naufragó la embarcación en la que navegaba, o le sobrevino otro peligro
semejante, fijará el juez como día presuntivo de la muerte el de la acción de guerra, naufragio
o peligro; o no siendo determinado ese día adoptará un término medio entre el principio y el
fin de la época en que pudo ocurrir el suceso.
En la sentencia de declaración de muerte presunta el juez ordenará transcribir lo resuelto al
funcionario del estado civil del mismo lugar, para que extienda el folio de defunción (artículo
657 numeral 5 C. P. C.).

EFECTOS DE LA SENTENCIA DE MUERTE PRESUNTA


Esta produce los mismos efectos que la muerte real. Con copia de la sentencia en firme y del
folio de registro de defunción, o simplemente de la última, se puede iniciar el juicio de
sucesión, el cual es distinto del que dio origen a la sentencia de muerte presunta (artículo 657
C. P. C.)
El declarado muerto presuntivamente deja de ser sujeto de derechos desde la fecha en que la
sentencia lo declara así; y se presume, además, que hasta esa fecha vivió. Se producen las
siguientes consecuencias principales:

1.- En lo que se refiere a los derechos patrimoniales de que era titular el declarado muerto
presuntivamente, y que también tienen la calidad de transmisibles conforme al artículo 1008
C. C., se abre su sucesión por causa de muerte.
Son llamados a recoger aquellos derechos, los herederos presuntivos que tengan tal calidad
en la fecha de la muerte presunta; y el patrimonio en que suceden "comprenderá los bienes,
derechos y acciones del desaparecido", cuales eran a la fecha de la muerte presunta (artículo
100 C. C.).
Si el declarado presunto muerto dejó testamento, se procede a abrirlo y serán herederos o
legatarios los indicados como tales por el testador.
2.- Los derechos susceptibles de constituirse o extinguirse con la muerte real de una persona,
quedan igualmente constituidos o extinguidos con la sentencia que declara muerta por
presunción a la persona. Ejemplo: el seguro de vida contratado por el desaparecido, surge en
favor de los respectivos beneficiarios o herederos; o si el muerto presuntivamente era titular
de un usufructo vitalicio, este se extingue automáticamente desde la fecha indicada por la
sentencia de declaración de muerte presuntiva; por lo tanto el nudo propietario de un
inmueble adquiere el derecho de reclamar la posesión de dicho inmueble.
3.- La sociedad conyugal se disuelve y se procede a su liquidación dentro del proceso
sucesorio (artículo 1820 ordinal 2 C. C.)
4.- Los derechos familiares se extinguen, como por ejemplo, cesa la patria potestad que
ejercía el desaparecido sobre su hijo; lo mismo la tutela o curatela.
5.- El matrimonio del desaparecido se disuelve (artículo 152 C. C.).
En caso de que la cónyuge del ausente contrae segundas nupcias y este posteriormente
reaparece, para el derecho colombiano el segundo matrimonio es válido, porque el primero
se disolvió por la muerte presunta (ley 25 de 1992).

RESCISIÓN DE LA SENTENCIA DE DECLARACIÓN DE MUERTE


PRESUNTIVA
La sentencia de declaración de muerte presunta crea apenas una presunción relativa o legal,
que admite prueba en contrario.
Varios eventos pueden destruir la presunción:
1.- La reaparición del desaparecido
2.- La confirmación de la muerte real
3.- El desaparecido no murió cuando lo supuso la sentencia, si no en época muy posterior

1.- Evento: la reaparición del desaparecido:


a) Al reaparecer el desaparecido se rescinde no solo la sentencia que lo declaró muerto, sino
también la respectiva sentencia aprobatoria de partición y adjudicación de bienes, si dentro
de los 10 años siguientes a la publicación de la sentencia se inicia el respectivo proceso
ordinario (artículo 657 numeral 6 C. P. C.). La prescripción opera únicamente para las
personas de que trata el artículo 108 del C. C., por su parte el reaparecido podrá pedir la
rescisión en cualquier tiempo que se presente o que haga constatar su existencia.
b) Los adjudicatarios de estos bienes serán obligados a restituirlos al reaparecido si hubieren
obrado de buena fe.
c) Si los adjudicatarios hubieren obrado de mala fe para obtener la sentencia de muerte
presunta o la de partición y adjudicación, serán condenados a pagar los frutos de los bienes
durante el tiempo que los tuvieron en su poder y los daños que les hubieren causado (artículo
109 regla 5 y 6 C. C.)
d) Si los adjudicatarios hubieren hecho enajenación de dichos bienes a terceros de buena fe,
los adjudicatarios serán obligados a pagar al reaparecido el precio
3.- Evento: El desaparecido no murió cuando lo supuso la sentencia si no en época muy
posterior:
Es posible que al morir realmente el desaparecido en época muy posterior a la indicada por
la sentencia de muerte presuntiva, los herederos o legatarios sean diferentes de los que
recogieron los bienes. Por ejemplo: la sentencia declaró muerta a una persona el 22 de marzo
de 1995, pero más tarde se prueba que murió el 24 de abril de 2000; que en 1996 contrajo
matrimonio y en 1997 tuvo un hijo matrimonial. Si los bienes se adjudicaron a los hermanos
del desaparecido, el hijo tendrá derecho a pedir la nulidad de la sentencia aprobatoria de la
partición para que se le adjudiquen los bienes por tener mejor derecho a heredar en su
condición de hijo. (Artículo 108 C. C.). Vale lo mismo si la partición se efectuó con base en
un testamento del desaparecido, como si aparece nuevo testamento otorgado durante el
tiempo en que el juez ya lo había declarado muerto. En este evento la acción prescribe en 10
años contados desde la fecha de la verdadera muerte (artículo 109 numeral 2 del C. C

También podría gustarte