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ÉTICA PROFESIONAL

1. Definición:

La ética profesional hace referencia al conjunto de normas y valores que hacen y

mejoran al desarrollo de las actividades profesionales. Es la encargada de determinar las

pautas éticas del desarrollo laboral mediante valores universales que poseen los seres

humanos. Aunque ésta se centre en estos valores, se especifica más en el uso de ellos

dentro de un entorno plenamente laboral.

La ética laboral es fundamental en cualquier persona que desee trabajar, ya que

ésta implica la práctica de valores como la responsabilidad, puntualidad, estudio,

constancia, carácter, concentración, formación, discreción, entre otras.

2. Tipos de éticas profesionales:

2.1.Ética profesional del abogado:

Siempre son importantes los valores para cada profesión, pero específicamente en

la abogacía se ponen en práctica aquellos que son fundamentales, como por ejemplo, la

justicia, la honestidad, la lealtad, la diligencia y el secreto profesional.

2.2.Ética profesional de un docente:

Para todos los docentes es de suma importancia desarrollar principios éticos, no

solo para ellos mismos, sino que son ellos los que poseen una gran responsabilidad social

con lo demás. Su tarea es llevar a cabo de la mejor manera posible sus actividades diarias

laborales.
2.3.Ética profesional de un psicólogo:

Estos profesionales cuentan con sus propios códigos éticos ante el manejo de su

trabajo. Algunos aspectos propios de su trabajo son la confidencialidad, responsabilidad

y honestidad entre ambas partes, es decir, profesional-paciente.

2.4.Ética profesional de un administrador:

Al igual que en la profesión nombrada anteriormente, en la administración de

empresas también existen códigos que están considerando dentro de un marco ético. La

lealtad, legibilidad, diligencia y honestidad son los valores éticos fundamentales para

realizar estos trabajos.

3. La Ética según los filósofos

3.1.La Ética de Sócrates

3.1.1. Biografía

Sócrates vive en la segunda mitad del siglo V, ateniense, pertenece a una familia humilde; su

padre, Sofronisco, era escultor y su madre, Fenarete, partera. Sócrates afirma que heredo el

oficio de sus padres en cuanto que se considera un escultor de hombres en la brusquedad de la

verdad.

Sócrates no dejó testimonios escritos, su doctrina es transmitida a la posterioridad por sus

discípulos Jenofonte y Platón. El pensamiento filosófico de Sócrates descansa en dos divisas

fundamentales, los atenienses de aquellos días no escribían libros; fue una edad de grandes

tragedias, pero no de literatura en prosa.


En el año 399 A.C Sócrates fue acusado de impiedad y de corromper a la juventud con sus

enseñanzas; por lo cual fue condenado a beber cicuta ( planta umbelífera venenosa parecida al

perejil).

3.1.2. Teoría de Sócrates:

Sócrates llamó “virtud” aquello que era común para toda la raza humana y en todas las

circunstancias, por ejemplo, la justicia, la valentía o el autocontrol. De esta manera no sólo se

opuso al relativismo de los sofistas, sino que extrajo de todas las virtudes aquellas que hoy

llamaríamos “virtudes morales”. Por esa razón a Sócrates se le considera como el fundador de

la ética.

Sócrates no dejó testimonios escritos, su doctrina es transmitida a la posterioridad por sus

discípulos Jenofonte y Platón. El pensamiento filosófico de Sócrates descansa en dos divisas

fundamentales:

El saber fundamental para Sócrates, es el saber acerca del hombre (de ahí su máxima:

“Conócete a ti mismo”) que se caracteriza por esto tres rasgos:

 Es un conocimiento universal válido, contra lo que sostienen los sofistas

 Es ante todo un conocimiento moral

 Es un conocimiento práctico (conocer para obrar correctamente).

La ética de Sócrates es racionalista. En ella encontramos:

 Una concepción del bien (como felicidad del almas)

 Lo bueno (como lo útil a la felicidad)


 La tesis de la virtud como conocimiento

 Vicio como ignorancia (el que obra mal es porque ignora el bien; por tanto, nadie hace el

mal voluntariamente).

3.2. La ética de Platón

3.2.1. Biografía de Platón

Platón fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. En 387

fundó la Academia, institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos

años y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del

367,compartiendo de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro.

Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en

forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía,

política, ética, psicología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación; intentó

también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos

veces a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero

fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida

debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores.

3.2.2. Teoría de Platón

Para Platón, las Ideas éticas son patrones morales universales con los que podemos

juzgar los comportamientos humanos. Los valores universales (las Ideas) son válidos para

el individuo y para la colectividad. Definen el ideal de sociedad humana. Según Platón,

existe algo que es “la verdad sobre cómo tenemos que vivir”, y el intelecto humano la

conoce cuando consigue el conocimiento de las Ideas perfectas, inmutables e inmateriales.

Sólo quien logre este conocimiento tendrá la cualificación adecuada para dirigir la
organización política y moral de la sociedad. Según Platón, el filósofo es el hombre que

conoce las ideas y, por tanto, es el hombre que podrá solucionar los problemas de la

convivencia humana. El Estado ideal será el que esté gobernado por hombres amantes de

la sabiduría y, a la vez, excelentes y felices.

3.3.La Ética de Aristóteles

3.3.1. Biografía de Aristóteles

Aristóteles fue un filósofo, polímata y científico nacido en la ciudad de Estagira, al

norte de Antigua Grecia. Es considerado junto a Platón, el padre de la filosofía occidental.

Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por

más de dos milenios.

Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales solo se han conservado 31)

sobre una enorme variedad de temas, entre ellos: lógica, metafísica, filosofía de la

ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristóteles

transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó. Es reconocido

como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y

escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles, donde se encuentran

las primeras investigaciones sistemáticas al respecto.

Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación

espontánea, el principio de no contradicción, las nociones

de categoría, sustancia, acto, potencia y primer motor inmóvil. Algunas de sus ideas, que

fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte del sentido común de

muchas personas.

Aristóteles fue discípulo de Platón y de otros pensadores, como Eudoxo de Cnido,

durante los veinte años que estuvo en la Academia de Atenas. Fue maestro de Alejandro
Magno en el Reino de Macedonia durante casi 5 años. En la última etapa de su vida fundó

el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte.

3.3.2. Teoría de Aristóteles

La ética de Aristóteles, tiene como objetivo alcanzar el fin propio del hombre al

que se dirigen todas las actividades humanas, es decir, la felicidad. Mientras que la ética se

encarga de la felicidad de un individuo la política trata de buscar la felicidad de un

conjunto social; a su vez al ser el hombre un ser social sociable por naturaleza la felicidad

del individuo está indisolublemente unida a la religión del cuerpo social al que pertenece

por lo que aristoteles concluye que la ética es en realidad una parte de la política y que

debe de estar supeditada a ella la felicidad del conjunto Social es más importante que el

individuo

3.4.La ética de Kant

3.4.1. Biografía de Kant

Immanuel Kant nació en 1724 y murió en 1804, filósofo alemán, considerado por

muchos como el pensador más influyente de la era moderna.

Nacido en Königsberg (ahora, Kaliningrado, Rusia) el 22 de abril de 1724, Kant se

educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En

la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas.

Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la

vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo

el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias

primero de ciencia y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi

todas las ramas de la filosofía.


Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le dieron

reputación como filósofo original, no se le concedió una cátedra en la universidad hasta

1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante los 27 años siguientes

continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a

Königsberg. Las enseñanzas religiosas nada ortodoxas de Kant, que se basaban más en

el racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el Gobierno de

Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, rey de esa nación, le prohibió impartir clases o

escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedeció esta orden durante cinco años, hasta

la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de

la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas

de materia religiosa. Murió el 12 de febrero de 1804.

3.4.2. Teoría de Kant

Kant fue el primer y más importante representante del idealismo alemán y es

considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna, del

último período de la Ilustración y de la filosofía universal. En la actualidad, Kant continúa

teniendo sobrada vigencia en diversas disciplinas: filosofía, derecho, ética, estética,

ciencia o política. Immanuel Kant revolucionó el mundo de la Filosofía en el siglo XVIII.

Su pensamiento fue una síntesis de las tres mayores corrientes filosóficas de la Edad

Moderna: • El Racionalismo • El Empirismo • La Ilustración Fue un gran ilustrado del

siglo XVIII y él mismo describe a la época de la Ilustración como “alcanzar la mayoría de

edad de la humanidad, salir de la tutela o de la guía de dioses, autoridades, maestros”. El

lema de la ilustración según Kant es: ATREVETE A SABER “Sapere aude”. Atreverse a

pensar por uno mismo sin la influencia de los otros. Y ver el alcance que el pensamiento y
el conocimiento puede tener sin limitaciones, más que las que nos impone nuestra propia

razón.

3.5.La ética de Schopenhauer

3.5.1. Biografía de Schopenhauer

Arthur Shopenhauer nació en Dantzig (Alemania) en 1788. Su padre, que era

comerciante, lo preparó para el negocio llevándolo en sus viajes por Francia e Inglaterra.

Schopenhauer aprendió así otros idiomas y adquirió una cultura general que, reforzada con

sus estudios y lecturas, llegó a ser muy amplia.

Schopenhauer tomó de Kant la diferencia entre lo que percibimos (fenómeno) y la

cosa en sí (noúmeno). El mundo que percibimos no es sino el resultado de nuestras

representaciones. «Todo lo que existe, existe para el pensamiento.» Pero, a diferencia de

Kant, Schopenhauer entiende que tenemos un modo de acceder al noúmeno, a la cosa en

sí. «Nosotros mismos somos la cosa en sí.»

3.5.2. Teoría de Schopenhauer

Filósofo idealista reaccionario alemán, ideólogo de la nobleza media campesina de

Prusia. Su obra principal, El mundo como voluntad y como representación fue publicada

en 1818, pero su filosofía no adquirió notoriedad sino después de la revolución de 1848,

cuando la burguesía, espantada ante el movimiento revolucionario de las masas populares,

se arrojó en brazos de la reacción. Su influencia aumentó sobre todo, después de su

muerte, en la época del imperialismo. Enemigo del materialismo y de la dialéctica,

Schopenhauer opone a la concepción materialista del mundo, el idealismo metafísico.

Aunque tomando de Kant (ver) su concepción idealista subjetiva, que condiciona los

fenómenos a la conciencia, desecha la inasequible “cosa en sí” y afirma que la voluntad es


la esencia del mundo. El voluntarismo de Schopenhauer se distingue de las concepciones

religiosas ordinarias en que admite la dominación del mundo por una voluntad ciega,

irracional, absurda. Su idealismo objetivo es por consiguiente una de las formas del

irracionalismo, puesto que esa voluntad, que se supone el principio de todas las cosas,

excluye el determinismo de la naturaleza y de la sociedad, y, por lo tanto, la posibilidad de

un conocimiento científico. El idealismo de Schopenhauer abre las puertas de par en par a

los ideólogos de la reacción. Otra particularidad de ese idealismo, que le ha valido su éxito

entre los ideólogos de la reacción, es la negación –que deriva de su voluntarismo– de todo

progreso histórico, así como su pesimismo. La concepción del mundo de Schopenhauer se

halla impregnada de odio por la revolución, el pueblo y la democracia, y llega a execrar

hasta las propias reformas burguesas. Adversario de un arte realista progresista,

Schopenhauer es el campeón de una estética fundada en el desprecio del hombre, en la

ignorancia de sus intereses vitales, en el desdén de la realidad. Al arte progresista que

lucha por un ideal, opone una estética sin objeto, la indiferencia, la intuición

contemplativa. La filosofía de Schopenhauer se corona con la proclamación del ideal

místico del “nirvana” –de la quietud absoluta que aniquila la “voluntad de vivir”– que

toma de la religión budista. Los ideólogos de la reacción recurrieron a esta filosofía para

intoxicar la conciencia social. El voluntarismo y la misantropía de Schopenhauer fueron

una de las fuentes de la ideología del fascismo alemán.

3.6.La ética de Santo Tomas de Aquino

3.6.1. Biografía de Santo Tomas de Aquino

Tomás de Aquino nació en el año de 1225 en el reino de Nápoles, cerca de la actual

provincia de Frosinone. Hijo del Conde Landulf y la Condesa Teodora de Theati, Aquino

pronto se relaciona con la dinastía Hohenstaufen de emperadores romanos. De hecho, la


familia de Aquino esperaba que éste siguiera el camino benedictino, ya que era el destino

esperado para cualquier hijo de la nobleza italiana.

Por lo mismo, Tomás de Aquino comenzó su formación en instituciones educativas y

religiosas muy pronto. A los 16 años dejó la Universidad de Nápoles, donde había estudiado

con los dominicanos y franciscanos, que a su vez había representado un desafío para el clero

del momento.

Tenía la intención de continuar su formación dominicana, lo que no agradó a su familia. De

hecho, los biógrafos de Tomás de Aquino cuentan que su familia decidió encerrarlo durante

más de un año en el castillo de Roccasecca, donde había nacido. Esto era para evitar su

ingreso en dicha orden.

Finalmente, pasado el encierro, ingresó en 1244 a la Escuela Dominicana de Colonia, y en

1245 a la Universidad de París, donde se formó en filosofía y teología de la mano de Alberto

Magno. Para 1428 fue nombrado profesor, y es esta la época donde inicia formalmente su

vida académica, literaria y publica.

Después de haber estado durante muchos años en Francia, donde desarrolló gran parte de su

obra, Tomás de Aquino regresó a Nápoles. Murió en la misma ciudad el 7 de marzo de 1274

por una enfermedad repentina. Algunas versiones cuentan que en realidad su muerte fue

provocada por un rey de Sicilia, quien lo envenenó por conflictos políticos. 50 años después

de su muerte Tomás de Aquino fue canonizado y reconocido como uno de los intelectuales

más representativos del medievo.

3.6.2. Teoría de Santo Tomas de Aquino

Tomás de Aquino, de acuerdo con las líneas generales de su pensamiento sobre el ser

humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos filosóficos propios y de


Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la teología cristiana, para dar una

visión de cómo debe ser la vida humana para alcanzar el bien y llevar una vida virtuosa.

La concepción tomista de la vida buena se enmarca dentro de su visión general sobre el

gobierno de Dios sobre el mundo y el lugar que en relación a ellos ocupa el ser humano:

 Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para

todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley natural,

que dirige el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el ser humano

(único capaz de conocerla a través de la razón).

 Contenidos de la ley natural: conservación, reproducción, y vida racional y social.

 Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal, son las leyes positivas o

humanas que para ser justas deben ajustarse a la ley natural racional.

Siguiendo a Aristóteles da una importancia fundamental a las virtudes entendidas como

hábitos adquiridos, modos de actuar encaminados a obrar bien (evitando el mal), dirigidos

por la razón y la inteligencia, buscando un justo medio y evitando los extremos. Como

Aristóteles, diferencia entre virtudes intelectuales y morales. A diferencia de aquel a las

morales les llama cardinales y se fija fundamentalmente en la prudencia, justicia, fortaleza y

templanza. Sigue considerando a la justicia como virtud clave, por la repercusión que tiene en

las demás personas.

Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y la capacidad de conocer

y entender los principios morales con los que debe dirigir su conducta para obrar bien y

realizar acciones buenas. El ser humano es capaz de conocer la ley natural con la que debe

guiar su vida, tiene conciencia moral (sindéresis).


3.7.La ética de Jean-Paul Sartre

3.7.1. Biografía de Jean-Paul Sartre

Tomás de Aquino, de acuerdo con las líneas generales de su pensamiento sobre el ser

humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos filosóficos propios y de

Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la teología cristiana, para dar una

visión de cómo debe ser la vida humana para alcanzar el bien y llevar una vida virtuosa.

La concepción tomista de la vida buena se enmarca dentro de su visión general sobre el

gobierno de Dios sobre el mundo y el lugar que en relación a ellos ocupa el ser humano:

 Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para

todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley natural,

que dirige el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el ser humano

(único capaz de conocerla a través de la razón).

 Contenidos de la ley natural: conservación, reproducción, y vida racional y social.

 Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal, son las leyes positivas o

humanas que para ser justas deben ajustarse a la ley natural racional.

Siguiendo a Aristóteles da una importancia fundamental a las virtudes entendidas como

hábitos adquiridos, modos de actuar encaminados a obrar bien (evitando el mal), dirigidos

por la razón y la inteligencia, buscando un justo medio y evitando los extremos. Como

Aristóteles, diferencia entre virtudes intelectuales y morales. A diferencia de aquel a las

morales les llama cardinales y se fija fundamentalmente en la prudencia, justicia, fortaleza y

templanza. Sigue considerando a la justicia como virtud clave, por la repercusión que tiene en

las demás personas.


Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y la capacidad de conocer

y entender los principios morales con los que debe dirigir su conducta para obrar bien y

realizar acciones buenas. El ser humano es capaz de conocer la ley natural con la que debe

guiar su vida, tiene conciencia moral (sindéresis).

3.7.2. Teoría de Jean-Paul Sartre

Filósofo y escritor francés, cabeza del existencialismo ateísta francés. Sus criterios

filosóficos son contradictorios, entrelazándose en ellos de modo peculiar las ideas

de Kierkegaard, Husserl y S. Freud. Al subrayar el carácter progresista de la filosofía

marxista, Sartre procuraba “completar” el marxismo poniendo en su base la antropología y el

psicoanálisis existencialistas. En general, la concepción de Sartre es ecléctica. Se caracteriza

por la búsqueda del camino medio entre el idealismo y el materialismo y el intento de superar

estas dos doctrinas. Partiendo de la idea fundamental del existencialismo –“la existencia

precede a la esencia”–, Sartre formula su “ontología fenomenológica” sobre la contraposición

radical entre el ser y la conciencia. El divorcio entre el ser y la conciencia conduce a Sartre

al dualismo. Sartre llama dialéctica a su concepción, pero convierte la dialéctica en método

de fundamentación del indeterminismo. Su dialéctica es totalmente negativa, se expulsa por

completo de la naturaleza y sólo se circunscribe al campo de la conciencia. En ética, Sartre

sostiene las posiciones de la subjetividad pura. La principal categoría de la moral es la

libertad, que, siendo estudiada sobre la base de la conciencia individual, aparece como

esencia de la conducta humana, como fuente de la actividad y única posibilidad de la

existencia del hombre. Sartre niega los principios y criterios objetivos de la moral y la

determinación objetiva del comportamiento del hombre. Cada hombre “se ve obligado a

diseñar” a sí mismo y elegir su propia moral. En la Crítica de la razón dialéctica (1960),

Sartre trata de superar el carácter subjetivista de su concepción y formular una nueva teoría

de las relaciones sociales y el desarrollo histórico, pero, desplazando a segundo plano las
estructuras económicas y sociales objetivas y partiendo de la acción humana individual y de

su lógica, sustituye el análisis socio-histórico con el antropológico. La creación literaria de

Sartre está ligada estrechamente con sus criterios filosóficos. La posición socio-política de

Sartre padece de inconsecuencia. Participó en la Resistencia, criticó con crudeza los vicios de

la sociedad capitalista, luchó enérgicamente por la paz y la democracia, en apoyo al

movimiento de liberación nacional y contra la agresión de EE.UU. a Vietnam. En los últimos

años, Sartre se inclinaba al movimiento ultraizquierdista. Obras principales: La

imaginación (1936), Lo imaginario (1940), El ser y la nada (1943), El existencialismo es un

humanismo (1946).

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