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Unidad 2 Representación social de las profesiones

La concepción del mundo comprende también, los principios o fundamentos que rigen su
desarrollo, dentro de su propia época y de las exigencias que plantea el medio social a la
actuación del individuo; es también la representación del lugar que ocupa el hombre en
este contexto, y por ende, la idea de su propia personalidad.
En una perspectiva amplia, la concepción del mundo se llama también cosmovisión,
incluso para algunos, la expresión puede abarcar ideas tan diversas como creencias
religiosas, convicciones político-morales, concepciones sobre la naturaleza o existencia
humana.

Los intereses profesionales muy vinculados al prestigio social de las profesiones y a las
asignaturas preferidas en la adolescencia, pueden transformarse en la juventud en
intenciones profesionales que permiten al joven la autodeterminación en esta esfera. En
la elección de carrera también influyen las ideas de las personas cercanas, familiares o
amigos.

El concepto de las representaciones sociales es una transformación del concepto de


representaciones colectivas, con el fin de indagar acerca de la producción mental social.
La noción de representaciones sociales se diferencia de la de representaciones colectivas,
porque las primeras son más dinámicas y cambiantes que las segundas. Las
representaciones colectivas, obedecen a los contextos sociales extensos, en tanto que las
representaciones sociales son restringidas, limitadas, propias de los grupos sociales; las
representaciones sociales siguen el consenso intragrupo en oposición al consenso
intergrupos, propio de las representaciones colectivas.

Las representaciones sociales son una forma de pensamiento cuya función es conceptuar
sobre lo real a partir de ideas, concepciones y conocimientos previos; es el saber que da
el sentido común, una forma articular en que se expresa el pensamiento social sobre la
realidad cotidiana.

En lo que se refiere al sentido común, este es un término que describe las creencias o
proposiciones que parecen, para la mayoría de la gente, como prudentes, siendo esta
prudencia dependiente de unos valores de conciencia compartidos, los que permiten dar
forma a una familia, clan, pueblo o nación; o resolver las situaciones cotidianas que la vida
plantea.

Mentalidad colectiva y conciencia colectiva son también términos asociados entre sí, y a
la vez, a las representaciones sociales. Las representaciones, ya sean individuales,
colectivas o sociales, están vinculadas con el grado de identificación que se desarrolle con
la sociedad; es decir, el sentido de pertenencia del individuo a un cierto grupo define u
orienta el tipo de representaciones que las personas se hacen sobre los objetos, procesos
o las personas.

Las representaciones sociales le sirven al sujeto para relacionarse con otros, a ellos se les
atribuye la función de construcción, organización y comunicación del conocimiento,
precisamente porque estos procesos: construir, organizar y comunicar el conocimiento, se
ven mediados por las representaciones sociales. Pero su función más importante es la de
permitir la adaptación del individuo a su contexto físico y sociocultural; es decir, le
proporcionan una especie de andamiaje o una estructura de base sobre la que puede
trabajar o funcionar.

La objetivación se refiere a la propiedad dar un referente concreto a las cosas que


aparecen abstractas y materializar la palabra. El anclaje o enraizamiento social de la
representación y su objeto; e implica la integración cognitiva del objeto representado desde
el mismo sistema de pensamiento.

La literatura producida en torno a las representaciones sociales es amplia, ya que se


considera una categoría que orienta las investigaciones que permiten identificar imágenes,
pensamientos, visiones, acciones y realidades que una sociedad ha configurado y
construido entorno a determinado hechos, procesos o practicas; también porque a través
de ellas es posible comprender ciertas actuaciones individuales a de los grupos respecto,
por ejemplo, de una profesión.

En el campo de las profesiones se destaca la importancia de esta categoría, porque es útil


para reconocer que hay una representación social de lo que significa ser un profesionista
y de lo que hace; cuando alguien dice “no pareces abogado”, denota que la idea o
representación que tiene de esa profesión, no se corresponde con la persona que en ese
momento está observando.

Desde la psicología social, el autor más influyente es Moscovici, quien expresa que (…)
La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades
psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se
integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de
su imaginación.

Este conocimiento, afirma también Jodelet, se constituye esencialmente a partir de


nuestras experiencias, pero también de las informaciones, conocimientos y modelos de
pensamiento que recibimos y transmitimos a través de la tradición, la educación y la
comunicación social. Es, en muchos aspectos, un conocimiento socialmente elaborado y
compartido. Una de las representaciones clásicas que identifican el género de los bebes
como niños o niñas, es el uso de los colores azul y rosa, respectivamente.

Las representaciones sociales tienen importancia para la comunicación, la interacción y la


cohesión de los grupos sociales. En esta expresión se halla además, implícita, la noción
de construcción social de la realidad, tal como lo ha dicho Schutz, Luckmann y Berger,
especialmente; en ellos se apoya Ibáñez para afirmar que la representación social es, a la
vez, pensamiento constituido y pensamiento constituyente.

La representación social es en parte el objeto que representa. No es el reflejo interior, es


decir, situado en la cabeza de los sujetos, de una realidad exterior, sino que es un factor
constitutivo de la propia realidad, lo cual es posible que sea entendida.
La representación social es un proceso de construcción de la realidad en un doble sentido:
primero, en el que las representaciones sociales forman parte de la realidad social,
contribuyen pues a configurarla y, como parte sustancial de la realidad producen en ella
una serie de efectos específicos.

Se acepta que las representaciones sociales entran como sistemas de interpretación que
rigen nuestra relación con el mundo, orientando a las personas, organizando las conductas
y la comunicación social. Es claro entonces que las representaciones sociales en nuestro
contexto de las profesiones suele ser un proceso en el que intervienen la difusión y la
asimilación de conocimientos, el desarrollo individual y colectivo, la definición de la
identidad personal y profesional, la expresión de grupo y las transformaciones sociales que
se generan en nuestro contexto.

La representación social ha colocado a las profesiones, a través de la historia, en un rol


que les permite actuar en el mundo atreves de su reconocimiento y autorreconocimiento.
En su socialización se llega a concebir y obtener su legitimación, a partir de los marcos de
referencia y condiciones en las que estas se desarrollan y expresan, sin embargo no
podemos negar que nuestro mundo es cambiante en necesarios y por su dinámica no
sería extraño que nuestras profesiones se incorporan a estas nuevas condiciones de
transformación tecnológica, social y material.

En salud mental y derechos humanos las representaciones sociales se convierten en una


herramienta para conocer estas percepciones y lógicas presentes en el discurso de los
agentes, pues están compuestas por imágenes y conceptos que proporcionan a las
personas un medio para dar sentido al mundo ya que facilitan la adquisición de
conocimiento común y el intercambio de ideas. Cuando las representaciones son
negativas o parecen erróneas, los profesionales de este campo aspirarían a modificarlas.

En la salud pública y nutrición, identificar las representaciones sociales puede contribuir a


que este campo o área profesional oriente sus propósitos estableciendo objetivos de
investigación que permitan distinguir el concepto de las mujeres y hombres tienen sobre
un cuerpo saludable y como estas afectan las practicas en relación a sus cuerpos,
incorporando las dimensiones de colaboración de los profesionistas de los campos
sociocultural y odontológico.

Desde la teoría de las representaciones sociales, la realidad social impone a su vez las
condiciones de su interpretación por los sujetos, sin que ello implique un determinismo
estricto.

La consolidación de un modelo ideal de la profesión responde histórica y socialmente al


predominio de un determinado ejercicio de la práctica profesional. La medicina es un
campo paradigmático, que da cuenta de una serie de modificaciones, tanto al interior como
en sus relaciones con otras esferas de la actividad humana. El siglo XX fue testigo de una
marcada tendencia a la especialización, lo cual se observo como necesaria para consolidar
la aparición de los nuevos campos de conocimiento e intervención.
Se ha mencionado que en las representaciones sociales hay básicamente dos elementos,
un núcleo y una periferia; en la medicina el núcleo de la representación social del médico
se asocia con la esencia de lo que hace: cura a las personas. La competencia otorga
nuevas condiciones a las profesiones en un mercado laboral en el que han surgido las
comunidades de profesionales en búsqueda de posiciones, prestigio y reconocimiento.

Las profesiones no dejan de estar estrechamente asociadas al proceso productivo y a los


componentes dinámicos de la sociedad, que les demanda a la vez, nuevos contenidos
científicos y técnicos que posicionen a sus integrantes en los diversos espacios, no
solamente marcados por coyunturas políticas, sino mediante el establecimiento y precisión
de un claro perfil profesional.

Las representaciones de orden ideológico, que corresponden a la estructura de las


profesiones, guardan una relación que está configurada con base en los valores y formas
culturales predominantes y que sostienen relaciones con el sector social. Esto se ha
explicado antes, y se refiere al hecho de que, en la representación social de las profesiones
intervienen varios factores y componentes; entre ellos los que se encuentran vinculados
con el prestigio y el estatus social de las profesiones o de aquellos que están adscritos a
ellas, los cuales se toman como modelos a seguir.

La forma en que se identifican algunos profesiones y a quienes se dedican a ella son


también ideas del sentido común, con frecuencia ingenuas, naif o naturales; igualmente
pueden estar incompletas o idealizadas, y no con poca frecuencia resultan francamente
prejuiciosas, perversas o dañinas.

Los bibliotecólogos se asocian obviamente a las bibliotecas, y en ellas hay que guardar
silencio. Ahí las personas deben adoptar una cierta actitud de recogimiento como en las
iglesias, lo que demarca el atractivo de la profesión para algunas personas y aunque esto
sigue siendo cierto en su esencia, también lo es que los profesionales de esta rama del
saber son, hoy en día, muy solicitados y demandados tanto en el ámbito privado como
público; además, su tarea esta está ahora vinculada y apoyada por las nuevas tecnologías
de la información y de la comunicación, ofreciendo por ende, posibilidades de desarrollo
antes desconocidas.

La ingeniería es una profesión asentada desde hace tiempo en la sociedad; la


representación social suele imaginarse a los ingenieros en dos perspectivas: los
mecánicos y los civiles; unos arreglan maquinas y los otros construyen caminos y puentes.

Una de las carreras o profesiones más nuevas que han parecido en el campo de la
ingeniería es la mecatronica. Según informaciones de internet, se acepta que el término
“mecatronica” fue acuñado en Japón a principios de los años ochenta y comenzó a ser
usado en Europa y en Estados Unidos un poco después.

El enfoque de esta nueva profesión rechaza dividir a la ingeniería en disciplinas separadas,


por el contrario las integra; precisamente mecatronica es la integración cinegética de la
ingeniería mecánica con la electrónica y con el control de computadoras inteligentes para
el diseño y la manufactura de productos y procesos. Aunque en algunas universidades del
país se imparte desde hace ya varios años, no hay una representación social clara sobre
ella.

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