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https://doi.org/10.17979/aarc.2015.4.0.5136
RESUMEN
El presente texto ofrece algunos principios y criterios para la realización de las nuevas construcciones que deberán cobijar las
actividades de la Iglesia Católica. Hay una enorme variedad de construcciones que necesita la Iglesia, desde catedrales hasta
cementerios. Para los fines del presente análisis, me centraré en el tema de una parroquia urbana. Considero que el centro
parroquial podría considerarse como un centro de promoción humana integral, puesto que toma en cuenta todas las activida-
des del hombre considerado de forma integral: «cuerpo, alma y espíritu», como propone san Pablo en 1Tes 5:23. El tratamien-
to del tema, lógicamente, exige un enfoque tanto religioso como arquitectónico. Por lo tanto, el análisis está estructurado a par-
tir de la metodología del arquitecto; pero cada paso de esta metodología se fundamenta en la visión de fe que origina y alien-
ta la construcción de cualquier centro parroquial.
PALABRAS CLAVE
Arquitectura religiosa, Concilio Vaticano II, fray Gabriel Chávez de la Mora, centro parroquial, liturgia.
ABSTRACT
This text provides some principles and criteria for the realization of new buildings that will shelter the activities of the Catholic
Church. There is a huge variety of buildings that need the Church, from cathedrals to cemeteries. For purposes of this discus-
sion, I will focus on the theme of an urban parish. I consider the parish center could be considered as a center of integral human
development, since it takes into account all human activities considered holistically «body, soul and spirit», as proposed by St.
Paul in 1Thess 5:23. The treatment of the subject, of course, requires both a religious and architectural approach. Therefore, the
analysis is structured from the methodology of the architect, but every step of this methodology is based on the vision of faith
that creates and encourages the construction of any parish center.
KEYWORDS
Sacred Architecture, Second Vatican Council, fray Gabriel Chavez de la Mora, Parish Center, Liturgy.
yentes de toda obra arquitectónica: solidez (edifica- tectónico. Así, se obtendrá como producto final una
ción), utilidad (servicio) y belleza (arte) (Fig. 02). arquitectura funcional, con su propio carácter específico.
Por lo tanto, una buena manera de desarrollar una Sin embargo, en la práctica, muchas veces se revier-
metodología del diseño arquitectónico para cualquier te este proceso y se hace una arquitectura que no inicia
género de edificio, incluido el edificio religioso, es pen- por sus funciones, sino que se propone a partir de una
sar en estos tres pasos, que se dan integrádamente, com- forma preconcebida, dentro de la cual habrá que intro-
plementándose. ducir, forzadas, las áreas necesarias. La llamamos
§ Utilidad. El edificio sirve para algo: aloja ade- arquitectura formalista, fruto de capricho, ocurrencia o
cuadamente las actividades y funciones de un fantasía. El proyectista de un centro parroquial, en vir-
grupo de personas que lo habitan. Así, el primer tud del espíritu cristiano que alienta su trabajo, no ha de
paso es definir las personas a las que deberá ser- proceder de este modo, sino que debe concentrarse en
vir este edificio; luego, conocer todas las activi- primer lugar en resolver la utilidad. De esto vamos a
dades o funciones humanas que desempeñará hablar, básicamente, en esta ponencia.
este grupo de personas: enlistarlas, ordenarlas,
jerarquizarlas. A partir de estas acciones, se ha UTILIDAD
de definir, valorar, dimensionar y relacionar los Un centro parroquial necesita que la funcionalidad
espacios requeridos. Así se establece lo que lla- del edificio sea plena, y para lograrlo es fundamental
mamos el programa arquitectónico. Un análisis tener claro quién será el usuario. Por lo tanto, antes de
semejante ofrecerá como resultado una arquitec- imaginar cualquier espacio que resuelva la utilidad, es
tura que, si satisface ese programa, será útil en necesario profundizar en la naturaleza de sus morado-
verdad, planeada, funcional. res, y en nuestro caso, ese ejercicio de análisis debe ser
§ Solidez. Luego de definir la utilidad, debe consi- especialmente profundo y cuidadoso.
derarse el aspecto edilicio: los materiales, el sis-
tema constructivo de los espacios señalados en La antropología cristiana del usuario
el programa, los elementos técnicos a estructurar El proyecto de cualquier edificio se fundamenta en
en una edificación sólida con una determinada una determinada idea de lo que es la persona: un con-
forma. cepto antropológico que, en el caso de los edificios reli-
§ Belleza. La edificación ha de ser bella; no como giosos, va más allá del peso, la talla, las dimensiones o
algo añadido, como decoración sobrepuesta, sino el consumo. Propongo entonces elaborar una antropo-
como cualidad que germina junto con la disposi- logía con base en el modelo tripartito que se deduce de
ción de los espacios, con su estructuración y sus las palabras de san Pablo en 1Tes 5:23: «Todo nuestro
materiales. Este género de belleza es el cuidado ser, espíritu, alma, cuerpo...» (Fig. 03).
con sensibilidad estética del contenido y la Por esto, cuando hablo de funcionalidad —que es
forma, que se logra mediante el trabajo de la un servicio—, considero esta cualidad útil de la arqui-
proporción, el equilibrio, la armonía, la unidad, tectura de una forma más amplia que la usual, de mane-
el contraste, la simetría, el volumen, el color y la ra plena, de modo que satisfaga estos tres ámbitos de la
textura, pero también de los valores a comuni- personalidad del morador: cuerpo, alma y espíritu (Fig.
car, el mensaje a transmitir, la simbología y las 04). Así, cada faceta de la persona humana ha de tener
cualidades especiales de un edificio. El fruto de una respuesta, una correspondencia en el edificio que lo
la belleza es que la obra hable y cante con su acoge (Tabla 01).
lenguaje propio. Este conjunto de notas estéticas Una vez que se tiene clara esta concepción triparti-
definen el carácter del edificio. ta del hombre como marco de referencia, el proyectista
En el proceso creativo del diseño arquitectónico debe analizar las actividades o funciones específicas del
deben entonces atenderse estos tres elementos —utili- grupo de personas que está pidiendo un edificio, para
dad, solidez y belleza— en sabia y poética integración, luego deducir de estas actividades los espacios que se
de manera que el diseño sea un resultado, una conse- requieren. En nuestro caso, estamos pensando en una
cuencia, una deducción del análisis del programa arqui- nueva parroquia o, más precisamente, en un centro
parroquial para un grupo de cristianos que constituyen tianos, para lo cual es necesario realizar censos, encues-
una parroquia, una Iglesia local. Por ello, el primer paso tas, análisis de necesidades y expectativas, etc., como
es conocer las actividades que realizarán estas perso- se hace en cualquier proyecto arquitectónico; pero tam-
nas, ya no sólo como seres humanos en sentido genéri- bién es fundamental analizar el problema desde una
co, sino como miembros de una comunidad que tiene perspectiva específicamente cristiana.
características y finalidades propias.
TRES MODELOS
Quiénes son los usuarios de un centro parroquial y Para ayudar a realizar este ejercicio, propongo tres
cuáles son sus actividades modelos, tres perspectivas para abordar el problema.
La parroquia es la Iglesia local, parte de la Iglesia
nacional, parte de la Iglesia universal —católica— que Primer modelo: la misión pastoral
forma el cuerpo de Cristo, quien es cabeza, mediador y Para entender las actividades de una comunidad
sumo sacerdote. La Iglesia local es el conjunto de las eclesial hay que analizar su núcleo y su origen, que es
piedras vivas, las personas que viven el evangelio —la el mandato dado por Jesús, tanto en su vida pública
nueva ley— y las bienaventuranzas con su exigencia de como al final, después de su resurrección: «Vayan...,
solidaridad práctica. Estas personas celebran los sacra- enseñen (el evangelio)..., bauticen (sacramentos)» (Mt
mentos y comparten su fe acompañados y animados por 28:19) (Fig. 06). Así, en estas breves palabras queda
el necesario servicio ministerial y pastoral (Fig. 05). resumido todo el plan pastoral de la Iglesia universal;
Cristo comunicó de manera general su mediación, ahí están sintetizados, por lo tanto, el mandato y la
es decir, su sacerdocio, a la Iglesia —su esposa—, for- misión, los planes, las directivas, la vida evangélica y la
mada por todo el pueblo fiel de los laicos bautizados, y vida sacramental de los miembros de la Iglesia local.
de modo especial, a los varones que reciben el sacra- La arquitectura del centro parroquial deberá posibili-
mento del orden y que llamamos clérigos: obispos, tar, facilitar, impulsar y encauzar la realización de las tare-
presbíteros y diáconos. También, dentro de la Iglesia as de la acción pastoral. Esta es su función pedagógica
hay otra categoría de hombres y mujeres diferenciada (Fig. 07).
por su estilo de vida: los consagrados, quienes llevan lo La comprensión de estos tres pasos de la tarea y
que llamamos vida religiosa. Es para este grupo de per- misión encomendada por Jesús puede profundizarse
sonas (laicos, clérigos y consagrados) de todas las eda- acudiendo a los textos del Nuevo Testamento que nos
des y condiciones que se plantea el centro parroquial. describen las actividades de las comunidades cristianas
Ahora bien, ¿qué actividades desarrollan? De primitivas en Jerusalén y de las Iglesias que se iban fun-
manera general, estas actividades se pueden deducir dando. Los textos del Nuevo Testamento a los que pri-
profundizando en el conocimiento de ese grupo de cris- mordialmente acudo para este análisis son los evange-
Tabla 02
lios de Mateo, Marcos y Lucas, los Hechos de los f) Alejar el mal: la lucha contra los demonios, vene-
Apóstoles de san Lucas y las epístolas de san Pablo. nos y serpientes de la injusticia.
Sobre esta base, podemos emprender un ejercicio de Es sugerente constatar que este conjunto de activi-
reflexión e imaginación para delinear cuáles son hoy las dades de la Iglesia está presente desde sus inicios; con-
acciones pastorales concretas en el caso de una Iglesia tinuarlas en nuestro hoy, ampliadas con los recursos
local contemporánea que desea producir el fruto espe- actuales, es el reto permanente de los cristianos.
rado de la evangelización. Este modelo ofrece una metodología concreta apli-
a) «Vayan». Es el ir, relacionarse, convivir y cono- cable en el caso de una comunidad parroquial específi-
cer, ya sea en la ciudad, en las casas, en los caminos. Es ca. Una vez definidas las actividades del proyecto pas-
interesarse y solidarizarse con el otro, lo cual, llevado a toral (tanto las originales como las que se generen en el
la práctica, implica resolver necesidades básicas como proceso de la siembra), así como los espacios que estas
alimentación, vestido, equipamiento, trabajo, salario. acciones requieren, se puede elaborar el programa
Caridad. arquitectónico que será la base del diseño del conjunto
b) «Enseñen». Es el kerigma: dar testimonio, anun- parroquial.
ciar el misterio pascual de Jesucristo mediante la evan-
gelización y la catequesis, proclamar el Reino y su nueva Segundo modelo: los ministerios y sus actividades
ley del amor total, mediante la oración y la ascesis. Como complemento a este modelo para analizar la
Proselitismo. actividad de la Iglesia local, se puede atender otro punto
c) «Bauticen». Es la iniciación sacramental a la vida de vista que considera la tarea pastoral a partir del
litúrgica de los signos eficaces: bautismo, imposición encargo que recibe el presbítero en su ordenación sacer-
de manos, fracción del pan, unciones, perdón. dotal, según se expresa en el prefacio del Ritual
Mistagogía. (Rovalo 1976) (Fig. 08).
Estas acciones, a su vez, generan otras, consecuen- Se puede comprobar que este segundo modelo coin-
cia de la misión. La consolidación de lo sembrado pro- cide también con el mandato de Cristo: «Vayan, ense-
duce nuevas siembras y cosechas en una retroalimenta- ñen, bauticen» (Tabla 02). Semejante modo de abordar
ción creciente que estimula la presencia de la Iglesia, el problema no ignora las necesidades y expectativas de
fortifica la fe y florece en su vivencia sacramental. Las los laicos y los consagrados, pues se trata, sí, de oficios
nuevas actividades, que ya se realizaban en las comuni- del sacerdocio ordenado, pero también, en lo que
dades cristianas primitivas y que hoy siguen siendo corresponde, del sacerdocio bautismal, ya que en la
necesarias, podrían resumirse de la siguiente manera: unción del bautismo se le dice al neófito, integrándolo
a) Organizar a toda la comunidad, tomando en a la misión de Cristo: «Que, incorporado a su pueblo,
cuenta sus intereses comunes y particulares: jóvenes, seas para siempre miembro de Cristo sacerdote, de
matrimonios, ancianos, ricos, pobres, peregrinos, Cristo profeta y de Cristo rey...» (Rovalo 1976).
extranjeros... Así, el cristiano asume las tareas del sacerdocio de
b) Promover el estilo de vida cristiano: amor, fra- Cristo, único sacerdote. Ambas formas de sacerdocio
ternidad, servicio... «Que sean uno» (Jn 17:21). originan las mismas actividades pastorales, por lo que
c) Ayudar a dignificar la vida cívica: diálogo con exigen los mismos espacios, como lo presenté en el pri-
autoridades, fomento de la disciplina, los valores, las mer modelo.
virtudes humanas, el respeto...
d) Generar y sostener una estructura institucional Tercer modelo: la liturgia, cumbre y fuente de la
que garantice el trabajo pastoral: obispos, presbíteros, actividad cristiana
diáconos (hombres y mujeres), carismas... Otro camino para analizar las actividades de la
e) Desarrollar una pastoral social que impulse y Iglesia consiste en plantearlo desde el correcto entendi-
fomente el desarrollo de las comunidades mediante pro- miento de la liturgia y sus consecuencias prácticas. Este
yectos productivos, obras de misericordia, comunica- acercamiento nos ayuda, con un punto de vista diferente,
ción de bienes, limosna, asistencia a enfermos, viudas, a organizar el programa arquitectónico para el diseño de
huérfanos, hospedaje... una parroquia.
el pueblo, aunque también se puede interpretar como Tendremos así las acciones-espacios distribuidas en
don para el pueblo. tres grupos:
Según la ha presentado el Concilio, podemos des- § Las que conducen hacia la celebración litúrgica
cribirla como el memorial (actualización) del misterio activa y le son anteriores. Como lo dice la cons-
pascual (historia de la salvación) a través de los signos titución SC 10: «Los trabajos apostólicos se
sacramentales (ritos) eficaces (santificación) en la ordenan a que participen». Y también: «Para que
Iglesia (Cristo total: cabeza y cuerpo) por su ministerio los hombres puedan llegar a la liturgia, es preci-
(bautismal y ordenado) y por su participación (cons- so que antes sean llevados a la fe, a la conver-
ciente, activa y fructuosa), no desligada de la vida cris- sión». Es decir, las actividades y espacios pro-
tiana (es centro, cumbre y fuente) (Fig. 10-11). pios de la catequesis y la evangelización (ense-
No hay que perder de vista este último aspecto: el ñen; consciente).
culto y la vida están unidos; la dicotomía que separa lo § Las que se derivan de la celebración de la liturgia,
religioso-litúrgico de la vida civil cotidiana es un error, la hacen fructificar y le son posteriores. Como se
como intenté mostrar en 1975. Entendida así la liturgia, indica en SC 9: «Estimulados para toda obra de
podemos afirmar que todas las actividades de la Iglesia caridad, piedad y apostolado» (vayan; fructuosa).
están focalizadas en ella (Fig. 12). § En posición central, las acciones específicamente
rituales, la celebración activa, participativa (bau-
Liturgia y programa arquitectónico ticen; activa).
Como se mencionó en páginas anteriores, el diseño Así entendida, la actividad litúrgica adquiere una
de un edificio no es un capricho formal (fantasía, ocu- dimensión total que integra toda la pastoral, amplián-
rrencia, invento). Es una consecuencia, primero, de las dola comprensivamente, como hacía san Pablo al lla-
personas que lo van a utilizar y, a ser posible, [el arqui- mar expresamente liturgia (servicio litúrgico) a:
tecto] debe sintetizar esa información en un organigra- § La predicación de la Palabra: el apostolado es
ma; luego, debe investigar las actividades y funciones una liturgia, pues dice en Rom 1:9 que «mi
que se realizarán en el recinto para, a partir de ellas, sagrado oficio (liturgia) consiste en anunciar la
deducir los espacios que se requerirán (su dimensión y buena noticia».
concatenación). En el caso de un edificio religioso, el § La ayuda solidaria, el servicio de caridad, como
enlistado completo y jerarquizado de estos espacios era la colecta: «El servicio de esta acción sagra-
estudiados —que hemos llamado programa arquitectó- da (liturgia) redunda en acción de gracias»
nico— tiene su origen en la liturgia, cumbre y fuente de (2Cor 9:12).
la vida cristiana. § La misma vida del cristiano es una liturgia:
Así pues, a la luz de la liturgia, hay que comenzar «Ofrezcan su propia vida, como lo es, un culto
por considerar a las personas que intervendrán en un espiritual» (Rom 12:1). «El sacrificio litúrgico
centro parroquial: su integración, su cultura, el estado de que es su fe» (Flp 2:17).
su fe, su formación y sus vivencias religiosas; su núme- De este modo, se podría hablar de un concepto
ro y estratificación; su compromiso social, problemáti- amplio de liturgia que abarca lo que llamábamos ante-
ca, necesidades y carencias. Para lograrlo, primero hay rior (evangelización) y lo que considerábamos poste-
que elegir las técnicas apropiadas: encuestas, censos, rior (servicio de caridad), unido al momento celebrati-
convivencia y seguimiento. En el estudio se analizarán vo. La liturgia es, pues, originadora e integradora de
actividades-funciones (actuales y prospectivas) de los todas las acciones pastorales; por eso debe ocupar un
usuarios, lo que nos llevará a definir los espacios reque- lugar central (Fig. 14).
ridos (dimensión, concatenación...) (Fig. 13).
Como la liturgia es cumbre y fuente de toda la acti- EJEMPLO DE DISEÑO DE UN CENTRO
vidad pastoral, se deben organizar estas actividades- PARROQUIAL ÚTIL
funciones y los espacios que determina el programa He expuesto tres modelos como sugerencias para
arquitectónico de modo que «deriven de ella, y a ella realizar un análisis de las actividades eclesiales que nos
conduzcan» (SC 13). lleven a definir los espacios a diseñar:
§ Modelo 1. A partir del mandato misionero de No hay que olvidar que en cada caso particular
Jesús: «Vayan, enseñen, bauticen» (Mt 28:l). habrá que precisar las necesidades específicas, típicas de
§ Modelo 2. A partir de la encomienda al presbíte- esa feligresía, para determinar los espacios requeridos,
ro en su ordenación: «La caridad..., la enseñan- acudiendo a censos, encuestas, comparaciones, ejem-
za..., los sacramentos...» (Prefacio del Ritual). plos, directivas pastorales, equipo responsable. Una vez
§ Modelo 3. A partir del concepto de liturgia del aclarado el punto, propongo un ejemplo teórico ideal de
Concilio Vaticano II: «Participación consciente, centro parroquial urbano, cuya estructuración sugiero
activa y fructuosa» (SC 11). con esquemas (Fig. 15).
Entre los tres modelos, creo necesario destacar el Todas las dependencias que hemos analizado están
último. Pienso que el programa arquitectónico de un regidas por el espacio cultual. Cuenta con lo que consi-
centro parroquial nace de la liturgia, de modo que la dero muy importante en este concepto y que llamo
lista de los espacios requeridos podría organizarse así: encuentro: un espacio abierto, central, que aglutina al
§ Los espacios referentes a la evangelización y conjunto, interconecta espacios y favorece la interrela-
catequesis. ción fraterna de conocimiento y socialización. Es un
§ Los lugares específicos, cultuales y celebrativos. espacio multiuso que propicia la construcción viva de
§ Los locales que dan lugar a los servicios de caridad los feligreses como Iglesia. Es como un atrio, pero inte-
y apostolado. rior. En cada caso se definirán las necesidades específi-
§ Los espacios complementarios, de servicio y aglu- cas, pero todo debería interconectarse por el espacio
tinadores, como uno que propongo y que llamo central de encuentro (Fig. 16). Esquema sugerente para
espacios de encuentro. los servicios de evangelización y catequesis, que están
conectados por el área de encuentro con el espacio cul- ordenaciones, primera comunión, confirmación), sacra-
tual y el de caridad. Este lugar de encuentro, como mentales (funerales, profesiones religiosas) o devocio-
espacio polivalente, multiuso, puede servir para ampliar nales (aniversarios, presentaciones, bendiciones, etc.)
la capacidad de alguna dependencia. (Fig. 18).
El área cultual de las celebraciones litúrgicas pide En cuanto al presbiterio o santuario —que es el
especial atención y cuidado. Puede ser un conjunto de lugar especial de los ministros de la acción celebrati-
ambientes o espacios. En cuanto al lugar de la asamblea va—, se debe tomar en cuenta que, si está bien resuel-
—la nave— y su relación con el presbiterio, se debe to para la celebración de la eucaristía, lo estará también
elegir entre muchas posibilidades la forma que, según el para otras celebraciones; pues el espacio añadido entre
espacio disponible, favorezca la mejor participación el presbiterio y la nave que he llamado presantuario o
(Fig. 17). antepresbiterio resuelve la realización de sacramentos,
Un presantuario, antepresbiterio o grada sacramen- sacramentales o devociones. Por esta razón, resulta
tal es aconsejable para dotar de espacio adecuado a las crucial atender cuidadosamente todo lo necesario para
celebraciones de sacramentos (bautismo, matrimonio, la misa: espacios, elementos, movimientos, procesio-
nes, etcétera, siguiendo las normas y las orientaciones Para terminar, anexo unas notas sobre el carácter
del misal y del ceremonial. A ello nos invita la tercera pedagógico del edificio cristiano que presenté en un
instrucción: «La nueva forma de celebrar la misa artículo de 19752.
patentiza que es el centro de toda la vida de la Iglesia, «La arquitectura tiene una función pedagógica,
a la que se ordenan las demás obras» (LI, párrafos pues afecta la vida de quien vive dentro de ella. Esta
introductorios). pedagogía debiera estimular hábitos y costumbres posi-
Sobre la ubicación de los elementos principales del tivos. Tristemente, y con frecuencia, es más bien limi-
presbiterio (altar, sede, ambón) no existe ninguna indi- tante. La arquitectura puede ayudar o estorbar, mejorar
cación específica, por lo que hay libertad de colocarlos o constreñir los comportamientos. Que la arquitectura,
según el criterio del arquitecto para procurar la partici- por su buen diseño, dignifique, mejore y embellezca el
pación de los fieles y el mejor desempeño del rito. Sí es comportamiento; que eduque, discipline y estimule la
importante que el altar ocupe un lugar central (aunque convivencia, la solidaridad y el civismo. Además de
no sea en sentido geométrico) y para la sede se señala estas notas generales, hay muchas otras, específicas,
una preferencia: «su lugar más adecuado será de cara al que falta añadir para la adecuada presentación de un
pueblo, al fondo del presbiterio» (IGMR 3). Presento edificio religioso, cristiano. Es importante que el edifi-
un esquema sugerente, mostrando diferentes distribu- cio muestre los valores del evangelio, que la arquitectu-
ciones de estos elementos. Es simplemente una pro- ra evangelice, que el espacio celebrativo ayude a una
puesta; se puede pensar en más alternativas (Fig. 19). digna celebración de la liturgia y facilite la participa-
Esquema del área de servicios de administración y ción en los ritos, con liturgias ejemplares, mistagógicas,
coordinación. Muestro un conjunto amplio de oficinas, didácticas y bellas.
privados, curia... (Fig. 20). »Igualmente, cada dependencia, con claridad y sen-
Es probable que en el centro parroquial sea conve- cillez, debe cumplir su propósito. Así, el edificio cola-
niente proveer habitaciones o estancias para personal borará con su mensaje propio en la tarea y misión del
residente o de servicio. Presento un esquema para evangelizador, estimulando y capacitando, como lo
recordar estos espacios (Fig. 21). describe san Pablo en Ef 4:11-13: "Cristo ha dado a
Muchas otras cosas habrá que determinar en el pro- cada uno (apóstoles, profetas, evangelizadores, pastores
yecto del centro parroquial, pero considero que con lo o maestros) —podíamos añadir: arquitectos—, una gra-
indicado es suficiente para emprender el método de cia, para capacitar a los fieles, a fin de que cada uno,
análisis y diseño (Fig. 22). desempeñando debidamente su tarea, construya el cuer-
po de Cristo (...), hasta que lleguemos todos (...) a ser
SOLIDEZ Y BELLEZA hombres perfectos (...) y alcancemos (...) la plenitud de
Quedan por estudiar otros muchos temas: Cristo".
§ Las artes y artesanías que complementan a la »Que el edificio ayude a los feligreses en esta capa-
arquitectura. citación y desempeño, en esta tarea escatológica, en su
§ La iconografía. caminar cotidiano. Que evangelice».
§ El ajuar litúrgico; elementos: altar, sede, ambón,
fuente. NOTAS DEL EDITOR
§ Espacios: capilla del Santísimo, bautisterio, con- (1) El presente texto fue originalmente presentado
fesionario. como ponencia en las jornadas de estudio «Ayer y hoy
Entre ellos hay uno que merece especial cuidado: el en el arte sacro», organizadas por la Comisión de Arte
que llamamos carácter del edificio, sobre todo tratán- Sacro de la Arquidiócesis de México el 23 de octubre
dose de un edificio religioso y más aún de un centro de 2013, con motivo del cincuenta aniversario del
parroquial, que deberá ser ejemplar y pedagógico. El Concilio Vaticano II. Está publicado en línea en Las
carácter —típico del género del edificio— lo confor- nuevas construcciones (2016). Recientemente volvió a
man notas o valores específicos de su mensaje, expre- ser editado en una revista académica mexicana con
sión y estética (Fig. 23). Tratarlo exigiría un espacio algunas modificaciones (Chávez de la Mora y Hoyos-
más amplio. Martínez, 2015).
(2) No se tienen más referencias de ese artículo. Sin Concilio Vaticano II. 1963. Constitución
embargo, el proyecto está reproducido de manera par- Sacrosanctum Concilium, 4 de diciembre. Consultado
cial en Plazola 2006, 84 y en Plazola 2010, 103, y fray el 17/11/2016, www.vatican.va/archive/hist_councils/
Gabriel lo suele mostrar en sus presentaciones. ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19631204_
sacrosanctum-concilium_sp.html.
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