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UNIVERSIDAD DE LAS AMERICAS

FACULTAD DE INGENIERIA

CARRERA DE INGENIERIA EN MINA

EXPLOTACION DE MINAS

Profesor responsable:

Ricardo soto Aranda

Alumnos:

Marcia Hernández

Paulo Reinoso

Natalia Vilches

Octubre-2019

VIÑA DEL MAR


INDICE

-INTRODUCCION__________________________________________________3
-OBJETIVO GENERAL______________________________________________4
-OBJETIVOS ESPECIFICOS_________________________________________4
-EL ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICO (GSI) _______________________5
-TABLA GENERAL PARA ESTIMACIONES DEL GSI DESDE OBSERVACIONES
GEOLOGICAS.____________________________________________________6
- FUNCIONES DEL ÍNDICE GEOLÓGICO DE RESISTENCIA_______________7
-SUGERENCIAS PARA EL USO DEL GSI______________________________8
1-Cuando no usar el GSI ____________________________________________8
2-Descripción Geológica en la tabla GSI ________________________________8
3 Proyección de los valores del GSI dentro del subsuelo____________________9
4 Anisotropía_____________________________________________________10
5 Apertura de Discontinuidades_______________________________________11
6 El Índice de Resistencia Geológica a grandes profundidades ______________12
7 Discontinuidades con relleno de materiales ___________________________12
8 Influencia del agua _______________________________________________12
9 Macizos rocosos intemperizados ____________________________________13
10 Macizos Rocosos Heterogéneos y Litológicamente Variados o Complejos __13
11 Rocas de baja resistencia de edades recientes _______________________
Tabla GSI para molasas confinadas (Aplicado principalmente en tunelería) ____14
-IMAGEN (TABLA)
_________________________________________________15
-PRECISIÓN DEL SISTEMA DE CLASIFICACIÓN GSI ___________________16
-RANGOS DE GSI PARA COMPLEJOS OFIOITICOS DE PERIDOTITAS Y
SERPENTINAS.___________________________________________________18
-EL GSI Y LOS DOCUMENTOS CONTRACTALES_______________________18
-ESTIMACION DEL FACTOR DE ALTERACION DEL CRITERIO DE ROTURA DE
HOEK&BROWN, D________________________________________________19
-GUIAS PARA LA ESTIMACION DEL FACTOR DE ALTERACION DEL CRITERIO
DE ROTURA DE HOEK&BROWN, D. CONCLUSIONES __________________20

-CONCLUSION___________________________________________________21

-BIBLIOGRAFIA__________________________________________________22

2
INTRODUCCION

Para estimar la resistencia de los macizos rocosos, caracterizados por la


existencia en ellos de afectaciones y discontinuidades geológicas, es necesario
conocer las propiedades mecánicas de las rocas, las características de las
discontinuidades y el estado y comportamiento mecánico–estructural del macizo
rocoso. Respecto a las propiedades mecánicas de las rocas existe un grado
suficiente de información de los métodos para su determinación y del grado de
confiabilidad de cada uno de estos métodos, menos estudiados están la valoración
de comportamiento y características mecánicas que se presentan en las
discontinuidades y su posible rango de variabilidad. La valoración del
comportamiento mecánico estructural del macizo y su caracterización geomecánica,
debido a su complejidad, aún hoy en día es un problema no concluido, por lo que
se realizan en la actualidad numerosas investigaciones en este sentido. El presente
trabajo se planteó como objetivo hacer inicialmente un breve análisis de los
principales criterios empleados en la valoración de las propiedades mecánicas de
las discontinuidades, para posteriormente y basándose en las características
mecánico-estructurales del macizo hacer una estimación de la resistencia en los
macizos rocosos estudiados.

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OBJETIVO GENERAL

-Conocer de manera más detallada el Índice de resistencia Geológica del Macizo


Rocoso.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

-Reconocer el carácter geológico del material Rocoso

-Realizar un análisis numérico con los datos de las propiedades del macizo rocoso.

-Dar Soluciones de diseño de túneles, taludes, o cimentaciones en Rocas

4
EL ÍNDICE DE RESISTENCIA GEOLÓGICO (GSI)

Hoek y Brown reconocieron que un criterio de rotura de macizos rocosos no tendría


un valor práctico a menos que esté relacionado con las observaciones geológicas
que pudieran ser hechas rápidamente y fácilmente por un ingeniero geólogo o
geólogo en campo. Ellos consideraron desarrollar un nuevo sistema de clasificación
durante el desarrollo del criterio a finales de los 70, pero pronto descartaron la idea
y usaron el sistema RMR ya publicado. Se apreció que el sistema RMR (y el sistema
Q) [Bieniawski 1973; Barton et al. 1974] fueron desarrollados para la estimación de
excavaciones y cimentaciones y que incluían parámetros que no eran requerido por
la estimación de las propiedades del macizo rocoso. El agua freática y la orientación
estructural, parámetros en el RMR, y el agua freática y los parámetros tensionales,
en el sistema Q, son tratados explícitamente con análisis numéricos de tensiones
efectivas, y la incorporación de estos parámetros dentro de los resultados de la
estimación las propiedades del macizo rocosos resulta inapropiada. Así, fue
recomendable que solo los cuatro parámetros del sistema RMR (resistencia de la
roca intacta, ratio RQD, espaciado de discontinuidades, y condiciones de las
discontinuidades) deben ser usados para la estimación de las propiedades del
macizo rocoso si este sistema tendría que ser usado.

Luego de varios años de uso, se volvió obvio que el sistema RMR era difícil para
aplicarlo en macizos rocoso que eran de muy pobre calidad. La relación entre el
RMR y las constantes “m” y “s” del criterio de fractura de Hoek-Brown empezaba a
destruirse en macizos rocosos severamente fracturados y débiles.

Adicionalmente, siempre que el RQD es esencialmente cero en la mayoría de


macizos rocosos débiles, esto vuelve necesario considerar un sistema de
clasificación alternativa. El sistema requerido debería tomar mayor énfasis en
observaciones geológicas básicas de las características de los macizos rocosos;
reflejando el material, su estructura y su historia geológica; y sería desarrollada
específicamente para la estimación de las propiedades del macizo rocoso antes que
en soportes y reforzamientos de túneles. Esta nueva clasificación, ahora llamada
GSI, empezó a surgir en Toronto, Canadá, con los aportes del ingeniero geólogo
David Wood [Hoek et al. 1992]. El índice y su uso para el criterio de fractura fue
luego desarrollada por Hoek [1994] y presentada en Hoek et al. [1995] y Hoek y
Brown [1997], pero fue aun un sistema para rocas duras más o menos equivalente
al RMR. Desde 1998, Evert Hoek y Paul Marinos trabajaron con materiales
increíblemente difíciles encontrados en obras de tonelería en Grecia, desarrollando
el sistema GSI hasta su forma actual para incluir macizos rocoso de calidad pobre.
Ahora el GSI continúa evolucionando como el principal vehículo para datos
geológicos de entrada para el criterio de Hoek-Brown.

5
Tabla general para estimaciones del GSI desde observaciones geológicas.

FUNCIONES DEL ÍNDICE GEOLÓGICO DE RESISTENCIA

6
El corazón de la clasificación GSI es una descripción geológica ingenieril cuidadosa
de macizos rocoso, que es esencialmente cualitativa, porque se pensó que los
números en las discontinuidades muy débiles y en macizos rocosos pierden
significado. Cabe resaltar que el sistema GSI nunca tuvo la intención de reemplazar
al RMR o al Q, ya que no tiene capacidad para diseñar reforzamientos o soportes
para macizos rocosos. El GSI por sí solo no es una herramienta para diseñar
túneles; solo tiene la función de estimar las propiedades del macizo rocoso. Está
íntimamente relacionado con la resistencia intacta de las rocas y nunca debe ser
usado como un parámetro independiente.
El índice está basado en una valoración de la litología, la estructura y las
condiciones de las superficies de discontinuidades dentro del macizo rocoso, y es
estimada por una examinación visual de macizo rocoso en los afloramientos, en
excavaciones superficiales como en cortes de carretera, y en las caras de túneles y
núcleos de testigos. El GSI, por la combinación de dos parámetros fundamentales
del proceso geológico la blocosidad del macizo y las condiciones de las
discontinuidades representa las constantes geológicas que gobiernan el macizo.
Así, es un índice geológico que es simple de aplicar en el campo.

Cabe resaltar que se intenta “cuantificar” la clasificación GSI para satisfacer la


percepción que “los ingenieros son más felices con números” esto es interesante,
pero se debe aplicar con precaución en orden de no perder la lógica geológica del
sistema GSI. Los procesos de cuantificación usados están relacionados a la
frecuencia y la orientación de las discontinuidades y están limitadas a los macizos
rocosos en los que estos números pueden ser fácilmente medidos. Esta
cuantificación no trabaja bien en macizos rocosos disturbados tectónicamente en
donde la estructura original ha sido destruida. En ese ejemplo de macizos rocosos,
los autores recomiendan el uso de la aproximación cualitativa original basada en
observaciones visuales cuidadosas. Así, el sistema de “cuantificación” es solo válida
en los rangos de 35<GSI<75, donde el comportamiento del macizo roco depende
del deslizamiento y la rotación de las piezas de roca intacta, y del espaciamiento y
condiciones de las discontinuidad que separan estas piezas y el comportamiento no
depende de la resistencia global del macizo. Cuando las piezas de roca intacta
pueden caer, entonces la cuantificación no es más válida.

7
SUGERENCIAS PARA EL USO DEL GSI

Luego de más de doce años de aplicación del GSI y sus variaciones para la
caracterización de las macizos rocoso, este trabajo intenta resolver preguntas que
han sido hechas por usuarios acerca de la apropiada selección del índice para
varios macizos rocosos bajo varias condiciones.

1-Cuando no usar el GSI

El sistema de clasificación GSI basado en la suposición que el macizo rocoso


contiene un suficiente número de discontinuidades orientadas “al azar” como si se
comportara como un macizo homogéneo e isotrópico. En otras palabras, el
comportamiento del macizo rocoso es independiente de la dirección de las cargas
que se apliquen. Por lo tanto, es claro que el sistema GSI no debe ser aplicado a
estos macizos rocosos en los que claramente hay una dominante orientación
estructural o estructuralmente depende de la inestabilidad gravitacional. Sin
embargo, el criterio Hoek-Brown y la tabla GSI pueden ser aplicados con precaución
en el fallamiento de dichos macizos rocosos que no están controlados por tal
anisotropía (como en el caso de un talud cuando la familia de discontinuidades
estructuralmente dominantes buzan dentro del talud y el fallamiento ocurre a través
del macizo rocoso). Para macizos rocosos con una estructura como la que muestran
los cuadros inferiores de la tabla GSI (Figura 1), la anisotropía no es mayor
problema, ya que la diferencia en la resistencia de la roca y sus discontinuidades
circundantes es usualmente pequeña. Las anisotropías en casos de inestabilidades
dependientes de las tenciones son discutidas posteriormente en este trabajo.

Es también inapropiado asignar valores de GSI en caras excavadas de rocas fuertes


y duras con unas pocas discontinuidades espaciadas a distancias de similar
magnitud que las dimensiones del túnel o taludes bajo consideraciones. En estos
casos, la estabilidad del túnel o el talud será controlada por la geometría
tridimensional de las discontinuidades intersectantes y de las caras libres creadas
por la excavación. Obviamente, la clasificación GSI no se aplica en tales casos.

2-Descripción Geológica en la tabla GSI


Cuando se trata de macizos rocos específicos, se sugiere que la selección del caso
apropiado dentro de la tabla del GSI no debe estar limitada a la similitud visual con
los esquemas de la estructura del macizo rocoso que aparecen en la tabla. Las
descripciones asociadas deben también ser leídas cuidadosamente, para así la
escoger la estructura más adecuada. El caso más apropiado puede engañar bien

8
en algunos puntos intermedios entre el limitado número de esquemas o
descripciones incluidas en la tabla.

3 Proyección de los valores del GSI dentro del subsuelo.


Los afloramientos, taludes excavados, caras de túneles, y núcleos de testigos son
las fuentes más comunes de información para estimar el valor del GSI para los
macizos rocoso. Pero ¿cómo debe ser proyectado o extrapolado el número
estimado dentro del macizo rocoso detrás de talud o delante de un túnel?

Los afloramientos son fuentes extremadamente valiosas de datos en las etapas de


un proyecto, pero estos sufren de la desventaja que la relajación superficial,
intemperismo, y/o alteración hayan influenciado significativamente en la apariencia
de los componentes del macizo rocoso. Esta desventaja puede superarse mediante
trincheras de prueba pero, a menos que estas sean excavadas mecánicamente para
hasta una profundidad considerable, no hay garantía que se hayan eliminado los
efectos de un intemperismo profundo. Un juicio es por lo tanto requerido para
asignar el valor GSI más probable en la profundidad de la excavación propuesta
para evitar estos efectos de intemperismo y alteración.

Los taludes excavados y las caras de los túneles son probablemente la fuente más
confiable de información para la estimación del GSI, siempre que estas caras estén
razonablemente cerca y en el mismo macizo rocoso investigado.

Los núcleos de testigos son la mejor fuente de información en profundidad, pero


debe ser reconocido que es necesario extrapolar la información unidimensional
provista por el testigo hasta el macizo rocoso tridimensional in situ. Sin embargo,
este es un problema común en todas las investigaciones con núcleos de testigos, y
la mayoría de ingenieros geólogos están confortables con este proceso de
extrapolación.

Para el análisis de estabilidad de un talud, la evaluación está basada en la


anticipación de que un plano de falla podría pasar a través del macizo rocoso. La
estimación de los valores de GSI en estos casos requiere juicio considerable,
particularmente cuando el plano de fallamiento puede pasar a través de varias
zonas de diferente calidad. En este caso es apropiado establecer un valor
intermedio.

Para túneles, el índice debe ser evaluado de acuerdo al volumen de roca


involucrado para resistir las cargas recomendablemente a un diámetro alrededor del
túnel para poder comprender el comportamiento de túneles o más localmente en
caso de una estructura como un “pata de elefante en arco de acero”. En términos
más generales, los modelos numéricos pueden incluir la variabilidad de los valores

9
de GSI en “capas” dentro del túnel. El doctor Edmund Medley y Dimitrios Zekkos
actualmente están considerando desarrollar una función definiendo la variación del
GSI con la profundidad para un caso específico.

4 Anisotropía

Como ya se discutió anteriormente, el criterio de Hoek-Brown (u otro criterio similar)


asume que el macizo rocoso se comporta isotrópicamente y que el fallamiento no
sigue una dirección preferencial impuesta por la orientación de una discontinuidad
específica o una combinación de dos o tres discontinuidades. En otros casos, pierde
sentido el uso del GSI para representar todo el macizo rocoso, ya que el fallamiento
está gobernado por la resistencia al esfuerzo cizallante de estas discontinuidades y
no la del macizo rocoso. Sin embargo algunos casos donde la tabla del GSI puede
ser usado razonablemente han sido discutidos con anterioridad.

Sin embargo, en un análisis numérico que envuelve una única discontinuidad bien
definida como una zona de cizalla o una falla, el a veces apropiado aplicar el criterio
de Hoek-Brown para todo el macizo rocoso en su conjunto y sobreponer esta
discontinuidad como un elemento significativamente más débil. En este caso, el
valor del GSI asignado al macizo rocoso debe ignorar esta única discontinuidad
mayor. Las propiedades de esta discontinuidad pueden entrar en la parte inferior de
la tabla del GSI o quizá requiera un enfoque diferente, como un análisis de cizalla
en laboratorio de los rellenos de arcilla suave.

En términos generales, cuando el confinamiento está presente, el régimen


dependiente de las tenciones es controlado por la anisotropía del macizo rocoso
(como en pizarras, filitas, etc.). Una discusión del comportamiento de la anisotropía
del macizo rocoso en tunelería bajo los sistemas de clasificación comunes es
presentada por Button et al. [2004]. En estos casos, sería necesario desarrollar un
GSI dependiente de la orientación. Esta es una idea reciente para intentar simplificar
el tratamiento de los problemas de anisotropía. Sin embargo, en vista de la posible
complicación en el comportamiento del GSI, un enfoque alternativo del UCS ( )
dependiente de la orientación debe ser usado. Esto es más lógico desde un punto
de vista físico y, siendo casi completamente intercambiable con el GSI desde un
punto de vista matemático, debería trabajar igual de bien. El valor del GSI en este
caso tendría que ser alto, y la resistencia del macizo rocoso sería determinada por
el valor del dependiente de la orientación.

Con la capacidad de las microcomputadoras de hoy en día, es también posible el


modelamiento de anisotropías por la superposición de un largo número de
discontinuidades en un macizo rocoso isotrópico al que se le asigna un valor de GSI
alto. A estas discontinuidades se les pueden asignar características de esfuerzo

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cizallante y de rigidez que pueden simular las propiedades de esquistosidad, planos
de estratificación, y discontinuidades en general dentro del macizo rocos. Se ha
encontrado que estos modelos trabajan bien y dan resultados que se comparan bien
con las soluciones de anisotropía tradicionales.

5 Apertura de Discontinuidades

Las características de resistencia y de deformación de un macizo rocoso son


dependientes del entrelazamiento de las piezas individuales de roca intacta que
hacen el macizo. Obviamente, la apertura de las discontinuidades que separan
estas piezas individuales tiene una importante influencia en las propiedades del
macizo rocoso.

No hay una referencia específica para la apertura de las discontinuidades en la tabla


del GSI, pero si hay un “factor de perturbación” D que ha sido proporcionado en las
versiones más recientes del criterio de fractura de Hoek-Brown [Hoek et al. 2002] y
también es usado en la aproximación de Hoek y Diaderichs [2006] para estimar el
módulo de deformación. Los rangos de este factor van de D=0 para macizos rocoso
no perturbados, como aquellos excavados por una tuneladora TBM, hasta D=1 para
macizos rocosos disturbados, como en los taludes de una mina a cielo abierto que
han sido sujeto a una voladura de producción muy fuerte, Este factor nos permite
incluir la perturbación del entrelazamiento de las piezas individuales de roca como
el resultado de la apertura de las discontinuidades. La influencia de este factor es
de gran significancia para calcular el factor de seguridad.

En esta etapa, hay relativamente pequeñas experiencias en el uso de este factor, y


sería necesario ajustar su participación en las ecuaciones con más evidencias de
campo acumuladas. Sin embargo, las experiencias hasta hoy sugieren que este
factor si provee una estimación razonable de la influencia del daño debido a la
relajación de las tenciones o voladura en las caras excavadas de roca. Cabe resaltar
que este daño decrece con la profundidad dentro del macizo rocoso y, en los
modelamientos numéricos, es genialmente apropiado simular esta disminución
mediante la división del macizo rocoso en un número de zonas con la aplicación de
menores valores del D en zonas sucesivas mientras incremente la distancia desde
la cara visible. Pero en el otro lado, en los taludes de grandes minas a cielo abierto
en que la voladura puede involucrar muchas toneladas de explosivos, este daño
puede ser observado hasta 100m o más dentro de las caras del talud excavado.
Este puede ser un caso para D=1 y hay una larga reducción en la resistencia
cizallante asociada con el daño sufrido. Hoek y Karzulovic [2000] han dado algunas
guías en el alcance de este daño y su impacto en las propiedades en el macizo
rocoso. Para taludes de ingeniería civil y excavaciones de cimentación, el daño de

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voladura es mucho más limitado en ambas la severidad y la extensión y el valor del
D es generalmente bajo.

Este problema se convierte menos significante en macizos rocoso débiles y


tectónicamente disturbados, como las excavaciones son generalmente llevadas a
cabo por métodos mecánicos “blandos” y la cantidad de superficie dañada es
despreciable comparada al que ya existe en el macizo rocoso.

6 El Índice de Resistencia Geológica a grandes profundidades

En rocas duras a grandes profundidades (como a 1000 metros o más) la estructura


del macizo rocoso es tan compacta que el macizo rocoso se comporta cerca al de
una roca intacta, el valor del GSI se aproxima a 100 y la aplicación del sistema GSI
ya no tiene validez.

El proceso de fractura que controla la estabilidad de las excavaciones subterráneas


bajo estas condiciones es dominada por el inicio de la fractura frágil y su
propagación, que dirigen el desprendimiento, la caída, y, en casos extremos, las
exploraciones de rocas (rock bursts). Considerables esfuerzos de investigación se
han hecho para estudiar este inicio del proceso de fractura, y Diederichs et al. [2004]
proporciona un resumen útil de este trabajo.

Cuando la disturbación tectónica ha tenido importantes consecuencias y persiste


con la profundidad, estos comentarios no son válidos y la tabla del GSI puede ser
aplicable, pero debería ser usado con precaución.

7 Discontinuidades con relleno de materiales

La tabla del GSI puede ser usada para estimar las características de los macizos
rocos con discontinuidades con materiales de relleno usando las descripciones en
la columna para las condiciones de las discontinuidades “malas” o “muy malas”. Si
el material de relleno es sistemático y grueso (como cuando es mayor a algunos
centímetros) o existen zonas de cizalla con materiales arcillosos, entones es
recomendable el uso de la tabla del GSI para macizos rocosos heterogéneos
(discutido más adelante).

8 Influencia del agua

La resistencia cizallante del macizo rocoso es reducida por la presencia de agua en


las discontinuidades o en los materiales de rellenos cuando estas son propensas a
deteriorarse como resultado al cambio en el contenido de humedad. Esto es
particularmente válido en las condiciones de las discontinuidades “regulares” a “muy
malas”, donde un desplazamiento hacia la derecha debería hacerse para

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condiciones húmedas. Este desplazamiento hacia la derecha es más substancial en
los rangos de macizos rocosos de más baja calidad (en las últimas columnas y filas
de la tabla).

La presión del agua es tratada con análisis de resistencia efectivas en el diseño, y


es independiente de la caracterización del macizo rocoso mediante el GIS.

9 Macizos rocosos intemperizados

Los valores del GSI para macizos rocosos intemperizados son desplazados a la
derecha de los del mismo macizo rocoso que no están intemperizados. Si la
intemperización ha penetrado dentro de las piezas de roca intacta que conforman
el macizo (como en granitos intemperizados), entonces la constante y la resistencia
a la compresión no confinada del criterio de Hoek-Brown debe también ser reducida.
Si la meteorización ha penetrado la roca en medida que se han perdido las
discontinuidades y la estructura misma, entonces el macizo rocoso debe ser
evaluado como un suelo y el sistema GSI ya no se puede aplicar.

10 Macizos Rocosos Heterogéneos y Litológicamente Variados o Complejos

El GIS ha sido extendido para acomodarse a las más variados tipos de macizos
rocosos, incluyendo a los macizos rocosos cizallados de extremadamente mala
calidad (como limolitas, lutitas o filitas) a veces intercaladas con rocas duras (como
areniscas, calizas o cuarcitas). Una tabla GSI para flysch, una formación
litológicamente heterogénea típica con perturbación tectónica, ha sido publicada por
Marinos y Hoek [2001]. Esta tabla ha sido recientemente revisada y está
reproducida en la Figura 2. Esta revisión está basada en una experiencia reciente
de varias construcciones de túneles en Grecia. Incluye casos de limolitas con
pequeñas perturbaciones y una gran variedad de casos de limolitas intercaladas
con rocas de buena calidad (como areniscas).

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El Índice de Resistencia Geológica para macizos rocosos heterogéneos como
Flisch

11 Rocas de baja resistencia de edades recientes

Cuando rocas como margas, lutitas, limolitas y areniscas débiles son desarrolladas
en condiciones geológicas estables en un ambiente post-tectónico, normalmente
presentan una estructura simple sin o con pocas discontinuidades. Cuando estas
rocas forman macizos sin discontinuidades, el macizo rocos puede ser tratado como
intacto con parámetros ingenieriles dados directamente de los ensayos de
laboratorio. En estos casos la clasificación GSI no es aplicable.

En casos donde las discontinuidades están presentes, debería ser aplicada la tabla
GSI para macizos rocosos “blocosa” o “masiva”. Las discontinuidades en rocas
débiles, siempre y cuando también contengan un limitado número de
discontinuidades, no pueden ser mejor que “regulares” (usualmente “regulares” o
“malas”); así, los valores de GSI tienden a ser en el rango de 45 a 65. En estos
casos, la baja resistencia del macizo rocoso resulta de la baja resistencia intacta.

14
Tabla GSI para molasas confinadas (Aplicado principalmente en tunelería).

15
PRECISIÓN DEL SISTEMA DE CLASIFICACIÓN GSI

El sistema “cualitativo” GSI trabaja bien para la ingeniería geológica ya que es


consistente con la experiencia en describir rocas y macizos rocosos durante el
logueo y el mapeo. En algunos casos, los ingenieros tienen a sentirse incómodos
con el sistema porque no contiene parámetros que pueden ser medidos
pretendiendo mejorar la precisión en la estimación de los valores del GSI.

Los autores no comparten esta preocupación, ya que ellos creen que no tiene
significado el tratar de asignar un número preciso al valor del GSI para macizos
rocosos típicos. En todos los casos salvo los casos más simples, el GSI es descrito
mucho mejor asignando un rango de valores. Para propósitos analíticos, este rango
debería estar definido por una distribución normal promediada y los valores de
desviación estándar asignadas según el sentido común. El GSI, con sus principios
cualitativos de descripción geológica, no es restringido por la ausencia de buenos
afloramientos rocosos o la limitación de descripciones cuantitativas de logueo.

16
17
RANGOS DE GSI PARA COMPLEJOS OFIOITICOS DE PERIDOTITAS Y
SERPENTINAS.

Aunque el GSI es un sistema totalmente independiente, en el periodo inicial de su


aplicación era necesario correlacionar o “ajustar” los valores de RMR o Q a los del
GSI para tener la los datos de entrada necesarios para el criterio de Hoek-Brown.
Aunque este procedimiento funciones con los macizos rocosos de mejor calidad, no
es confiable en los rangos de macizos rocoso débiles (como de GSI<35), muy
débiles y heterogéneos donde estas correlaciones no son recomendables.

El GSI es recomendable siempre que sea usado mediante una evaluación directa,
basada en los principios y tablas presentadas con anterioridad. Afortunadamente,
la mayoría de los usuarios del GSI no tienen dificultada en pensarlo como un
sistema totalmente independiente. Sin embargo, en los casos de comparación o en
un análisis posterior donde otros sistemas de clasificación han sido usados, es
necesario un tipo de correlación con estos otros sistemas. En dichos casos, sería
muy útil consultar el trabajo de Tzamos y Sofianos [2006]. Los cuatro sistemas de
clasificación-caracterización (RMR, Q, RMi [Palmström 1996) y el GSI) son
investigados y todos los sistemas de calificación están agrupados en un una tabla
de fábrica índice común. Se hace recordar al lector no perder la visión del mundo
geológico considerado en dichas correlaciones.

EL GSI Y LOS DOCUMENTOS CONTRACTALES

Uno de los problemas de contrato más importantes en la construcción sobre rocas


y particularmente en tunelería que es la cuestión de las “condiciones subterráneas
cambiantes”. Hay invariablemente discusiones entre los propietarios y la empresa
contratada en la naturaleza del terreno especificado en el contrato y el encontrado
realmente durante la construcción. Para solucionar este problema, ha habido una
tendencia a especificar las condiciones anticipadamente en términos de
clasificaciones de tunelería. Más recientemente, algunos propietarios han usado la
clasificación GSI para estos propósitos y el autor está fuertemente en contra de esta
tendencia.

Como se discutió antes en este trabajo, el GSI fue desarrollado únicamente con el
propósito de estimar las propiedades del macizo rocoso. Por lo tanto, el GSI solo es
un elemente en el proceso de diseño de tunelería y no debe ser usado, por su
cuenta, para especificarlas condiciones de tunelería. Debe ser asociado con la
resistencia de la roca intacta, la constante petrográfica y todas las características
(como la anisotropía) del macizo rocoso que pueden imponer un modo diferente de

18
fallamiento diferente al de un macizo rocoso isotrópico con una resistencia
homogénea.

El uso de cualquier sistema de clasificación para especificar con anticipación las


condiciones de tunelería es siempre un problema ya que estos sistemas tienen una
abierta posibilidad de interpretaciones, dependiendo de la experiencia y el nivel de
conservatismo del observador. Esto puede resultar en “cambios” significativos en el
tipo de excavación o soportes y puede tener importantes consecuencias financieras.

El reporte geotécnico base [Essex 1997] fue introducido en un intento de solucionar


algunas dificultades y ha atraído una cantidad creciente de atención internacional
en tunelería.

ESTIMACION DEL FACTOR DE ALTERACION DEL CRITERIO DE ROTURA DE


HOEK&BROWN, D.

El factor de alteración del criterio de rotura de Hoek&Brown D, tal y como se ha


explicado antes, es un factor que depende principalmente del grado de alteración al
que ha sido sometido el macizo. Alteraciones debidas a la relajación de esfuerzos,
causados por excavaciones por voladura, mecánicas, o por otras causas. El factor
fue introducido en la última versión del criterio de rotura de Hoek&Brown (Hoek et
al., 2002), porque se detectó que para el caso de macizos de rocas no alteradas
(D=0), el criterio daba parámetros resistentes demasiado optimistas. El factor
adopta valores desde 0 para la roca no alterada en condiciones in situ, hasta el valor
de 1 para la roca muy alterada. En la Tabla 3.1 se muestran los valores del factor
de alteración D, para las distintas situaciones del macizo.

19
Guías para la estimación del factor de alteración del criterio de rotura de
Hoek&Brown, D

20
CONCLUSIONES

El sistema GSI tiene un considerable potencial para el uso en la ingeniería de


rocas ya que permite cuantificar muchas características de un macizo rocoso, así
como mejorar la lógica y reducir la incertidumbre ingenieril

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BIBLIOGRAFIA

Barton N, Lien R, Lunde J [1974]. Engineering classification of rock masses for the
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