Está en la página 1de 2

Carbón activado – Reactivación

Reactivación de Carbón Activado Granular

El principal mecanismo por medio del cual se retienen contaminantes orgánicos en la


superficie del CAG (Carbón activado granular) es el de adsorción física, y como tal, es
reversible. La teoría de adsorción señala que cambiando las condiciones en las que se
encuentra el carbón, se podrá lograr la desorción o desprendimiento de los adsorbatos
retenidos, dejando libre su superficie.

Sin embargo, la desorción puede ser muy lenta y puede no llegarse a restablecer toda o casi
toda la capacidad original del carbón. Por otro lado, la quimisorción no es reversible, por lo
que las moléculas retenidas por este otro mecanismo no se desprenderán. Y finalmente,
existen moléculas inorgánicas que no han sido adsorbidas pero que sí se depositan en la
superficie del carbón, y cuya eliminación tampoco responderá a los métodos de desorción
de moléculas adsorbidas físicamente.

Afortunadamente, la estructura grafítica del CA hace de este sólido muy estable bajo
condiciones muy distintas. Resiste temperaturas elevadas, así como cambios bruscos de la
misma, es duro y resistente a la abrasión, no se ve afectado por ácidos, álcalis ni muy
diversos solventes, aunque reacciona con oxidantes fuertes. Basados en estas propiedades,
existen métodos llamados de “reactivación” o de “regeneración”, con los que pueden
eliminarse adsorbatos de diversa naturaleza y sustancias orgánicas e inorgánicas
depositadas en la superficie del carbón. Dependiendo del adsorbato o del contaminante en
cuestión, habrá que elegir el método adecuado.

A un CA que se retira del proceso en el que se utilizó, se le denomina “carbón agotado”,


independientemente de que se deseche o de que se vaya a reactivar.

Cuando va a reactivarse un CAG, es conveniente que el sistema de soporte del mismo sea
de toberas y no de camas de grava o arena, para evitar que el carbón se mezcle con cierta
cantidad de partículas de dichos materiales.
Tipos de reactivación

Reactivación con vapor de agua

Consiste en hacer circular vapor de agua a través de la cama de carbón, sin permitir que
éste se condense, como en el caso de la sanitización con vapor. De esta manera se desorben
moléculas orgánicas con una volatilidad menor o aproximadamente igual a la del agua -es
decir, con temperatura de ebullición menor a 100ºC a nivel del mar-, y que habían sido
retenidas por adsorción física.

Es un método muy utilizado para recuperar solventes en corrientes de aire, ya que las
moléculas desprendidas mantienen su estructura original. Como se menciona en la sección
1.7, el carbón se somete a ciclos alternativos de adsorción-desorción. En el primero, se
retiene el solvente hasta que el carbón se satura. En el segundo, se desorbe el solvente, y la
mezcla de éste y del vapor de agua se separa por decantación o destilación.

En el caso de tratamiento de agua, la reactivación con vapor puede ser práctica en el caso
de que el contaminante consista básicamente en olor o en compuestos de bajo peso
molecular, y por lo tanto volátil. No es un método eficaz para el caso de carbón que se ha
utilizado para declorar, ya que los óxidos superficiales generados en dicho proceso están
fuertemente ligados.

Mientras mayor sea la presión del vapor utilizado, mayor será su temperatura, y por lo tanto
será capaz de desorber compuestos más pesados. La máxima presión a la que se maneja el
vapor de una manera práctica es de 6 Kg/cm2 (abs.), a la que le corresponde una
temperatura de 160ºC.

También podría gustarte