Está en la página 1de 13

Solsticio de verano.

Quiero llegar rápido al Bosquecillo de Eucaliptos,


Ver la última luz del viejo sol,
Embriagarme con los perfumes de la tierra,
En un éxtasis lúcido.
Confío en ti oh muerte,
Cuando me acompañan mis árboles amados,
Y escucho su música,
Sé que volveré a ellos.
Cuando tu llegues,
Seré, como hoy,
Una vaga ansiedad,
En un solitario lugar,
Reflejos rosados y lilas
Sobre el Río de Plata.
Me quedaré aquí.
El viento, en la fronda oscura
Lo sé, eres tú, Blancura
Infinita, que vienes a buscarme.

Belgrano

Ah, sentir el viento !


La frescura de las Barrancas
Las tres plazas que vieron mi desnudez,
En mi niñez hermafrodita,
Las flores blancas de Mi Señora,
Rosas y magnolias,
La sombra húmeda de los árboles,
Que me cobija en el pasado,
La danza en la Glorieta,
La estatua de Diana entre los agaves espinosos
Estas en todos lados,
Eres el anhelo en estas líneas,
El soplo que impulsa mis velas,
El orden que espero,
La sal de mis lágrimas,
La pequeñez de mis manos,
La timidez de mis senos,
La adolescencia perenne,
De mi piernas desnudas,
La sonrisa oculta,
En mis labios ansiosos.

2019

Seguiremos aquí
Sedientos, fascinados
Como miles de estandartes al sol.
Almas que vuelan y esperan.
Levantaremos nuestras banderas prohibidas,
Entre espadas relucientes,
En nuestro camino hacia las estrellas.
Nuestro anhelo de unidad,
Nuestra lealtad al Espíritu.
Corazones esperando sangrar,
En la Luz, ansiosa de nuestra sangre.
Hombrecillos de tierra,
Que hablan y lloran.
Hechizados, soñados,
Dormidos en la fábula,
De la realidad.

Siesta

Llueve dentro de mi,


Las paredes mojadas revelan
Grises paisajes. Por las ventanas
De mis ojos, huye la mañana
Incandescente. Mi espalda reluce
Acurrucada y fría, en la habitación lejana.
En la siesta, de la que nunca despierto,
Busco el sueño, que me cubre con sus luces,
Encuentro una calle sin fin ni abismo.
Pero siempre está la estrella,
Que me espera.
Al soldado

Muertos son los que nunca regresan


Donde hayas caído, en cualquier tiempo y lugar
Volverás, soldado !
El alma venciendo, donde el cuerpo cae
La espada de la voluntad en alto,
Desprecio por el mundo.
Riendo la danza de la muerte.
No importa tu canto o bandera,
Tú corazón lo ha logrado,
Ha encontrado su fin.
El sol sonríe, recibe
Tu ultimo soplo.

Siesta

Déjame llevar por el sopor


De los sueños solares
Sin angustias, sin músicas
Solo la imprecisa tarde,
En las altas paredes, silenciosas
De los edificios inmóviles.
Blanqueados por el sol
El eco de los pájaros
Me trae de vuelta,
Las ventanas abiertas
Me vuelven a llevar,
Con el cálido viento, del verano
Que deseo interminable, inmenso
Sin noches ni lunas
Solo la ansiedad de mis sueños.

Mañana

Quien me soñara
Cuando ya no esté aquí ?
Será la áspera noche,
Que en su manto índigo,
Borde con estrellas las letras de mi nombre?
O será la tierra en su dulce afán,
Que en su huella, marque
Mi efímero transitar?
Solo anhelo un sueño,
Una lágrima, una sonrisa,
Un pesar. Un suspiro
Perdido, que recuerde
Mi andar.

Puertas

Son otros los que me sacan de las sombras.


La casa está llena de pasajes y puertas,
Hacia tiempos distintos,
Espejos, cuadros, libros,
Son solo señuelos.
La casa es como un gran árbol,
Crece hacia el pasado y el presente.
Visitantes inesperados,
En las habitaciones vacías.
A la noche la danza,
Y el encuentro súbito.

Pupa

Era una crisálida


Pequeña y oscura,
Al salir, reventé
Las paredes de cemento
De la vieja torre.

En mis sueños
Soy Tú, que me sueñas
Todos me miran con tus ojos,
Te miran a ti.

Bailo en tus pequeños


Rincones, de luz oblicua
Al alba. Fría lluvia,
Viento del sur.
Niebla que me cubre
Como una canción de cuna.
Baco

Salpicas todo tu semen,


Sobre mi piel sedienta.
Belleza solar de la noche infinita.
Coronas de hiedras, hogueras de Tu amor,
Bestia y Ágape,
Me entrego a tu abrazo.
Despedazada por tus fauces,
Como el destino del mundo,
Sin fin.

Cristales

Somos lo que construimos, indefectiblemente


Piedra a piedra, segundo a segundo
Cada gesto llegará,
Cubrirá el tiempo
El beso será eterno
El anhelo de la noche
Nunca dejará de danzar
En el salón de cristales.
Las lágrimas caerán
Justo allí, como semillas
Al amanecer serán
Blancos jazmines.
Cerraré la puerta y seguiré bailando.
Hasta que las estrellas tejan
Mi vestido de novia.

Sad portrait
Construiré mi útero rubí
En la danza de la luz.
Todos los cielos
Se juntan aquí.
Las huestes invisibles
Despliegan falanges
Estandartes de fuego
Sables sedientos
De juventud
Corazones en orden cerrado.
Y ya todo es,
Hoguera en el crepúsculo
Victoria de la luz
Un instante perenne.

Nada

Mis tímidos senos


Mi lujuria silenciosa
Mi adolescencia perenne
Mi desinterés supremo,
Mi subjetiva identidad.
Mi cuerpo ambiguo
Mi ansiosa sexualidad
Mi facciosa política
Mi contradictoria poética.
El desatino de mi vida.

Altar

En el altar de mi soledad
Dejaré mis lágrimas ardientes.
Son para ti, oh fuego blanco
Que incendias mi piel.
Que dejas las estrellas en mi lengua.
Donde estará tu júbilo ?
Tu sacrificio, tu oropel, tu ofrenda.
Tu sangre de fuego que me busca.
No estás en la multitud, estas solo
Como la noche. Perdido.
Como una calle solitaria.

Tropas de rocío.

Mis ejércitos serán el orgullo del amanecer


Mis blancas tropas de rocío
Destruirán la noche
La infamia huirá de las calles
Tus ojos brillarán como flores de azar.
He tenido el sueño, alma mía.
Te he visto desplegar posiciones
Entre la mísera urbanidad.
He visto a la vulgaridad esconderse
Entre las torpes construcciones.
Mis armas están prestas,
En el silencio de la aurora.

Flores secas

He de falsear mi vida, allí donde no pueda


Penetrar el muro sórdido de mi corazón.
Volveré mil veces a mi soledad de eucaliptos y viento.
Mis lágrimas limpiarán mil veces
La ansiedad de este mundo fantasma.
Me interno por los matorrales
Buscando las flores que me sacian.
Son salvajes y no tienen dueño.

Conjuro
Buscar las palabras,
Alinearlas unas con otras
Tramar el conjuro que necesito.
Esperar que el sol esté
En el ángulo propicio
Y el viento llegue por una ventana
Y las estrellas por otra
Y comenzar a volar

Escaleras.

Mis ojos fijos


No miran el mundo
Ven las escaleras estrechas
Que descienden en penumbras
A las estancias
Del jardín del olvido.
Cuando la tarea llegue a su fin
Bajaré sonriendo, presurosa,
Ya no habrá espejos, ni libros, ni sueños.
No hay salida hacia afuera.
Todas las escaleras van hacia adentro.

Camino

Hay un espacio
Sobre los árboles del camino
Un oscuro pasaje.
Un atajo de sueños.
Fría certeza del vuelo,
Se abre en estrellas.

El viento,
La furia de la sombra,
Que despliega mis alas.

Otoño

Última tarde de estío.


Me colma su fuego.
El largo silencio.
La inconsciencia del sopor,
La breve noche que me incendia,
El rápido amanecer salvaje.
La nueva luz oblicua que llena la casa.
El Dios de las Sombras que levanta su copa.

Las palabras son las luces,


Que me acompañan.
El viejo hogar oscuro, el quehacer diurno,
Las labores y las ansias,
Claves de un acertijo
Que intento descifrar.

Hogar

Dejame ser ligera y efímera, soledad,


Para libar en las vertientes eternas, lentamente.
Recoger las palabras que caen maduras
De mis arboles secretos, y hacer
Con ellas mi alimento, mi abrigo, mi fuego.
Despojarme del vano disfraz del tiempo,
Mi piel sobre la piel de la noche,
Mis huesos en la oscuridad y el viento,
Esperan el camino que cruce el silencio.
Y supere la ausencia de lo que amo :
Los que me precedieron, mi familia, mis mayores.

Setiembre

Será lo que será,


Quien sabe?.
Será el olvido, un
Fuego escondido
O perdido?
Será siempre
Estar ahí, en la luz.
Para ti

Solo un instante
Sin pretensión de continuidad
Solo un milagro
En el milagro de los días

Invierno

Estoy aprendiendo a ser sombra


A levantar vuelo cuando cae el sol
Desplegarme entre estrellas y mundos
Cubrir a seres y tiempos, abrazar espacios

Pero más amo, colmar corazones de ilusión, melancolía.


Obligarlos a abandonar el cuerpo,
Traerlos de regreso a mi reino.
Tejer con ellos mis sueños.

Mi sombra se viste de luz


Y espera en la esquina perdida.
La fría puerta cerrada,
Profunda noche de mis días

siesta

He de hacer una fiesta con mi silencio,


El sol y las aves de la tarde.
Con una frágil madrugada
Atrapada en mis cortinas.
Tibia plegaria, que se revela,
Entre mis sábanas.
Soledad, desparramada
Entre la ropa.
El oscuro sueño,
Que huye por un momento

Siesta al sol
Ternura que me colma
Sin pedir nada
Solo la fragilidad
Del instante

Spleen

Te esperaré un momento, en el borde del sueño,


Mis signos, mis runas,
Las voces que añoro,
Cantarán al unísono.
Soy la que colecta las hierbas de la noche.
La verdad que es feliz de ser.
Solo dejaré que me beses.
Un secreto que no morirá.
Ya es nuestro

Marte

Déjame danzar en ti
Oh mi alma iracunda.
Déjame ser un pequeño pez
En el torrente de tu cauce.
Déjame ser un pequeño cuerpo
En la espesura de tus montes ardientes
Déjame en el fuego
Quemando el ayer.

Conjuro
Tengo que volver
A sumergirme en los árboles
Traer sus flechas,
Sus palabras, sus espadas.
Elevarlas.
Contra la sombra del camino
Remontar entre sus copas
El vuelo ligero del atardecer
Encender las llamas del ritual
Entregar mi leño al fuego
Contra la sombra del camino

Aurora

Veo florecer mis sombras


En el jardín secreto.
El lazo oscuro que me sostiene
Al recuerdo.
Más, la aurora como un mar
Arrasa el suburbio de mi memoria,
Ahora es un yermo de cristales
Donde veo el reflejo de las estrellas.
Quiero estar pura para el encuentro

Mañana

Las cosas observan,


Saben que soy un fantasma,
Que ellas seguirían inmóviles
Cuando yo me vaya.
Saben que la oscuridad me espera.
Ellas serán siempre lo que son,
Yo ya no seré más.
A que esperar?
Para que el teatro, el drama,
La tragedia de la espera?
Esa abundancia inútil
De afanes, palabras,
Para terminar el show.
Mis pasos recorren la casa
Que ya no está.
Se ha ido conmigo
Como se fue poco a poco
Con los que me han precedido.
Se irán las charlas con mi madre,
Las risas, los enfados.
Se irán mis danzas sagradas
En el útero de la noche.
Seré la noche, abstracta, impersonal.
Secare las lágrimas de las despedidas
Con el calor de la prisa por vivir.
Seré el cobijo secreto de un amor, de una soledad.
Mis pasos se pierden en el ayer.
El mañana no me encontrara despierta
Y desnuda en el sol, para tus ojos.
Seré silencio
En las paredes vacías.

También podría gustarte