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Pobre amor

¡Pobre amor! No lo despiertes,


que se ha quedado dormido.
Hay en sus labios inertes
la tristeza del olvido.

¡Pobre amor! No lo despiertes,


Dios sabe cuánto ha sufrido.
¡Pobre amor! No lo despiertes,
que se ha quedado dormido.

Balada de la rosa náutica

Treinta y dos caminos señalan tus puntos.


Unos van a tierra, otros van al mar.
¿Dime, Rosa de los Vientos,
no hay un camino más?

Treinta y dos caminos señalan tus puntos


Unos van a tierra, otros van al mar.
¿Dime Rosa de los vientos,
va alguno más allá?

Rosa de los Vientos, dame mi camino,


uno que no vaya ni a la tierra ni al mar:
o un camino que no lleve a ninguna parte
o un camino del que no se pueda regresar.
ALBERTO URETA: ELEGÍAS DE LA CABEZA LOCA

Tantos años, día por día,


de sentir, de esperar, de creer,
y tu presencia en el recuerdo
que siempre quiso serme fiel.

No sé qué fondo cotidiano


tendrá tu vida, ni por qué
caminos habrá dispersado
tu gracia el encanto de ayer.

Era tu norte tan lejano,


era tan frágil tu bauprés.
y querías tocar en tantos puertos,
y tantos mares recorrer,
que hoy al pensar en tu aventura,
temo apenado que tal vez
o hayas perdido el derrotero
o haya encallado tu bajel.

VI

Bajo tu mano tenue,


aquella frase
musical del Idilio
de Lack
prolongaba anhelante
su quejido.

¿Qué había en esa frase musical


del Idilio
de Lack?
¿Era ansiedad? ¿Nostalgia?
¿Amor de lejanía?
¿Tentación del abismo?
¿Renunciamiento, acaso,
de todas las promesas de la vida
o aceptación sumisa del destino?

Nunca podré saber qué era esa frase.


Ave herida en su vuelo,
son perdido
en la noche,
estrella errante
que refulge una vez temblando
y pasa hacia el olvido.
¡Había en ella tanta
sed de imposible
y de infinito!

VII

Estaba conmigo todavía,


y eras ausencia ya.
Y venías en tu voz como un eco lejano,
que llega desde el monte o desde el mar.

Venías en tu mirada distante,


en tu indolente ademán,
en tu halo de cosas sin mañana,
que son un poco muerte y un poco eternidad.

Venías, sobre todo,


en aquella ansiedad
de los pobres viajeros que parten
sin saber a dónde ni por qué se van.

Y te amaba en tu ausencia todavía presente,


como si fueras más
viva y más intacta en el recuerdo,
y más real.

VIII

La noche libertaba, uno a uno,


tus colores, que se iban
en el sigilo blanco de los médanos,
en el silencio húmedo de la sombra,
en la garúa fina del invierno,
en tus plegarias,
en tus latidos,
en tus deseos.

La noche libertaba tus colores,


uno a uno,
de la mirada distante
de tus ojos profundos,
de la gracia vencida
de tu gesto indolente y taciturno,
de tus manos caídas,
de tus labios mudos.

De la suma viva
de colores que era
tu recuerdo y tu espíritu
y tu nombre y tu ser y tu apariencia.
LA PLEGARIA DE UNA CIEGA
Oh señor , si tus bondades
prodigo al mundo repartes,
si se siente en todas partes
Tu providencia , Señor
Por que ataste el infortunio
a mis manos inocentes
Y me enviaste a torrentes
El acibar del dolor ?

Lanzandoel sol de tu frente


Fue a clavarse en los espacios
Para alumbrar los palacios
Y misero triste y misero hogar
Y la cumbre de los montones ,
Las hojas secas que ruedan
Privados de claridad...

Mas a mi me la negaste
Y me envolviste en tinieblas ,
Que densas y oscuras nieblas
Son mi lugubre capuz
Con flores que en capullo
Marchita inclemente hielo ,
Asi mis ojos el cielo
Seco al abrirse a la luz.

Desde entonces va en sombras


Mi existencia confundidad ,
Soy una sombra perdidad
Humo tenue ,niebla soy
Y sin rumbo en este mundo
La penosa senda sigo
Soy el ave que su abrigo
En noche asiaga perdio.

Luz fecundante en su caliz


Reciben las flores bellas
Y la vida brote en ellas
Su perfume y su color
Palida y triste es mi vida
En medio de oscura noche ,
Soy mustia y flor cuyo broche
En frio paramo abrio.

Vivida luz es el alma,


Luz radiose el pensamiento
Y es luz pura para el elemento
En que vive , oh dios , tu ser
Con ella me falta el alma
Y es mi albendrio destino
Soy hoja que en el camino
Arrastra el viento por doquier.

Voy por las calles y plazas


Del ocaso y frio apoyo
Soy el mansisimo arroyo
Cuya corriente es su ley
Mas do van , señor ,mis pasos
Ahi se oye mi plegaria,
En la rutra solitaria
¡Cuantas veces me postre !

Jamas agito mi pecho


El placer y alegria,
Soy la lagrima sombria
Que la desgracia vertio ;
Mis labios nunca sonrien
Ni mi semblante se alegra ,
Leve nube oscura y negra
Que vaga con el mundo soy .

¿A quien nego los encantos


De la niñez fortuna ?
-La noche rodeo mi cuna
Y el dolor la balanceo -
Joven ya ,en vez de ilusiones ,
Sentien mi alma hielo eterno,
Que convirtiendose en mi invierno
Mi primavera sin sol.

¿Mi madre ? ... cuando en su muerte ,


Me llamo : '' hija del alma,
Voy a escogerte la palma
Que al martir promete Dios '' ,
Y oi que su bendicion
Entre sus labios desmaya ,
Como de la ola en la playa
El aspirante rumor .

Fui señor , de rodillas


Un rayo de luz al cielo ,
Y de mis ojos al velo
Quise yo misma rasgar...
Mas ¡ ay !en mi ansia infinita
Y en mi terrible agonia ,
Tornaba nube sombria
A envolverme mas y mas !

Privada va de su afecto,
Vivo llena de congojas ,
Soy el arbusto sin hojas
Que el aura no mece ya !
¿ Y si el aliento conservas
A esta mujer dolida ?
¡ Si es un suspiro mi vida !
¡Si mi existencia es un ay !

En vano huerfana y ciega


Imploro piedad al mundo ,
Que mi acento gemebundo
Siempre la brisa llevo ;
Y va mi canto sin eco
Como la nota sentida
Que entre los bosques perdida
La triste quena vibrio .

Y va mi canto sin eco


Entorno a a escombros y ruina ,
Soy la triste golondrina
Mensajera del dolor ...
Mas ella su blando nido
Suspendedel viejo techo ,
Yo no tengo hogar ni lecho ,
Pajarillo errante soy !

Oh ! Señor , si tus bondades


Prodigo al mundo repartes ,
Si se siente en todas partes
Tu providencia, Señor ,
Haz que termine la noche
De mi existencia sombria ,
Y me amanezca aquel dia
Cuyo sol eres , Oh Dios !
BALADA DE UNA ESTRELLA

Para cada uno hay una estrella


que tarde o temprano llegara
Todo esta en saber cuándo pasa
todo esta en saber esperar
Y cada estrella desde lejos.
hace una señal .

Atiende a la tuya cuando venga,


es la felicidad

Abre tu ventana todas las noches


y sondea la oscuridad

Unos no vieron su mensaje,


otros lo dejaron pasar

Para cada uno hay una estrella


que tarde o temprano llegara
Todo está en saber cuándo pasa
todo está en saber esperar.

EL DOLOR PENSATIVO

Se quema el tiempo sin cesar. Las horas


caen hechas ceniza
y ruedan al abismo de la nada
las dichas y las penas confundidas.
Cada hora que se quema es una lágrima;
alguna vez, muy rara, una sonrisa,
y siempre una amenaza que nos sigue
y nos acecha al borde de la vida.
Si es que sufres más tarde,
si el destino de una ilusión te priva,
piensa -el poeta te lo dice-, piensa,
que al volar de los días,
cuando el pasado sea ante tus ojos
como una flor marchita,
han de quedar tan sólo
de todos tus dolores y alegrías
un recuerdo muy tenue que se esfuma
y un puñado de polvo hecho ceniza.

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