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J o s é L. C a l d e r ó n Á l v a r e z - T o s t a d o y G e r a r d o R i v e r a S i l v a
S
i se pregunta qué tipo de células predomina en no nervioso (un pequeño porcentaje sí lo es) y que
el sistema nervioso central, la respuesta obvia e aumentan en situaciones de inflamación o lesión para
inmediata es que son las neuronas, pues sabemos formar tejido cicatricial (Figura 1).
que a través de ellas se transmiten los impul- Es importante conocer la existencia y funciones de
sos y señales nerviosas que regulan el funcionamiento estas células, porque sin ellas las neuronas no podrían
de tareas tan simples como mover una extremidad hacer nada por sí mismas; simplemente no serían úti-
o tan complejas como el razonamiento y las emocio- les. E n especial, hay una célula sin la cual la neurona
nes. Suena lógico, ya que el cerebro humano cuenta no podría existir como tal: el astrocito. Su nombre se
con aproximadamente tres m i l millones de neuronas. otorga dada la peculiaridad de su morfología: astro pro-
Sin embargo, existe otro tipo de células que tam¬ viene del vocablo griego que significa "estrella", ya que
bién forman parte del sistema nervioso central: se les son células con apariencia estrellada por la gran canti¬
denomina "glía" (del griego glia, pegamento) y superan dad de prolongaciones que irradian (Figura 2).
en número a las neuronas a razón de diez a uno. O r i -
ginalmente fueron descritas en 1846 por el médico y
biólogo alemán Rudolf Virchow (1821-1902), quien
las definió como células no nerviosas que constituían
el "adhesivo" del cerebro. La neuroglía es el nombre ge¬
nérico para diferentes tipos de células que desempeñan
una variedad de labores clave para el funcionamiento
neurológico, como cicatrización, revestimiento, inter¬
cambio metabólico, sostén estructural y defensa con¬
tra agresiones, entre otras.
Entre las células gliales más importantes están los
oligodendrocitos, que producen mielina y envuelven a
las fibras nerviosas, uniéndolas o separándolas entre
sí; los astrocitos, que son los más numerosos, pues
representan 85 por ciento de todas las células gliales, y
llevan a cabo misiones fundamentales para el desa¬
F i g u r a 1. Imagen de m i c r o s c o p í a e l e c t r ó n i c a del n ú c l e o t í p i c o de
rrollo y fisiología del sistema nervioso central; y por un a s t r o c i t o (flecha n e g r a ) y del n ú c l e o de u n a c é l u l a de m i c r o g l í a
último las microglías, células en su mayoría de origen (flecha amarilla), en p r o c e s o de f a g o c i t a r d e t r i t u s c elu l a r e s .
nen cuantiosas ideas sobre sus posibles papeles ante las la expresión de GFAP, se observan comportamientos
lesiones cerebrales, ya sea por accidentes traumáticos, anormales y paradójicos posteriores a las lesiones. Esto
eventos vasculares cerebrales, infecciones, alteracio¬ sugiere que la población de astrocitos juega un papel
nes metabólicas, estados epilépticos, desórdenes psi¬ fundamental en el desarrollo de la enfermedad y en la
quiátricos o enfermedades neurodegenerativas como restauración de las funciones del sistema nervioso. L o
las de Alzheimer o de Parkinson. anterior se ha observado en modelos animales como
Los astrocitos poseen una proteína estructural de¬ los de la enfermedad de Parkinson, en los que luego de
nominada glial fibrilar acídica (GFAP, por sus siglas en lesiones por 6-hidroxidopamina (agente tóxico) se in¬
inglés), cuyas funciones aún no están establecidas con crementa la expresión de GFAP por parte de las células
precisión, pero que ha servido para estudiar el compor¬ de la región afectada, y se observa que eso impide el
tamiento de estas células en estados patológicos. Por desarrollo de nuevas neuronas (Maragakis y Rothstein,
ejemplo, siempre que sucede una lesión en el sistema 2006). Si se pudieran desarrollar estrategias que permi¬
nervioso central en la que hay muerte neuronal, el tieran controlar el comportamiento astrocitario ante
número de astrocitos se incrementa inmediatamente este tipo de lesiones, probablemente se podría mejorar
en la región dañada (astrogliosis), y la expresión de la el tratamiento de diversas afecciones neurológicas.
GFAP se eleva. Esto permite crear un ambiente neuro- Para poder lograr lo anterior, debe saberse que los
protector que evita que continúe el daño hacia otras astrocitos se subdividen en tres variedades, fundamen¬
regiones, aunque impide la apropiada regeneración neu¬ talmente: los protoplasmáticos, los fibrosos y los mixtos.
ronal en la misma. En situaciones de enfermedad, los que se incrementan
Cuando experimentalmente se ha eliminado la ex¬ notablemente son los de tipo fibroso, que serán los
presión de la GFAP y la vimentina (otra proteína estruc¬ encargados de reparar el tejido cicatricial, aunque
tural), la pérdida neuronal posterior a lesiones es ma¬ dependiendo de la región afectada del cerebro y de la
yor, aunque existe un incremento en el potencial para patología subyacente se pueden activar los astrocitos
la regeneración. Contrariamente, cuando se aumenta de las otras dos variedades (Figura 4).
F i g u r a 4.
-
La i m a g e n m u e s t r a astriogliosis ( G F A P en rojo) y m i c r o g l i o s i s (lectinas en c a f é ) en el
t e r r i t o r i o d e l n ú c l e o a r c u a t o d e l h i p o t á l a m o y el t e r c e r v e n t r í c u l o p o s t e r i o r a una lesión i n d u c i d a
con g l u t a m a t o , a d m i n i s t r a d o p o r vía i n t r a p e r i t o n e a l en un rata de 4 d í a s de v i d a . T i n c i ó n c o n t é c -
nicas de i n m u n o h i s t o q u í m i c a .
E n enfermedades infecciosas, como en la toxoplas- central es de origen astroglial, lo que nos obliga a
mosis (causada por el protozoario Toxoplasma gondii), se tornar nuestra mirada hacia el estudio de estas in-
ha demostrado que los astrocitos se acumulan predo- trigantes células y a conocer detalladamente su com-
minantemente alrededor del absceso infeccioso, y que portamiento.
juegan un papel primordial para evitar la extensión al
resto del sistema nervioso central. También la activa¬
ción no controlada de los astrocitos, como en casos de ¿ B l a n c o para tratamientos
infección por virus de la inmunodeficiencia humana médicos?
(VIH) puede participar en la producción de secuelas La investigación en el campo de las neurociencias
neurológicas clínicamente significativas, como la apa¬ ha propuesto utilizar al astrocito como blanco te¬
rición de demencia. rapéutico para el tratamiento de múltiples afeccio¬
Ya que se ha reconocido que los astrocitos forman nes del sistema nervioso central.
parte de la comunicación sináptica, teóricamente es Se han identificado algunos de los mecanismos mo¬
posible que sus estados disfuncionales contribuyan a leculares que desencadenan la astrogliosis; por tanto,
la aparición de patologías psiquiátricas. Por ejemplo, si se incide sobre moléculas específicas que se incre¬
se han realizado experimentos en animales en los que menten en ciertas alteraciones neurológicas, se podría
la disrupción de la bomba de sodio-potasio provoca la controlar o reducir esos procesos, y favorecer la rege¬
aparición de ansiedad y dificultad para ubicarse en el neración del tejido nervioso. También se han inten¬
espacio (Seifert y colaboradores, 2006). Igualmente, co¬ tado trasplantes de astrocitos modificados genética¬
mo los astrocitos influyen en las funciones sinápticas mente y otros tipos de células progenitoras, como las
del sistema de recompensa, puede resultar alterado el de la glía envolvente, para desempeñar funciones espe¬
circuito, favoreciendo la tendencia a la drogadicción. cíficas, como producir factores de crecimiento para
Cabe mencionar que el origen de la mayor parte mejorar estados neurodegenerativos y favorecer la mul¬
de tumores que se presentan en el sistema nervioso tiplicación neuronal (Figura 5).
sendero que lleva a la aplicación de medicamentos por la Universidad Panamericana. Actualmente trabaja c o m o in-
los astrocitos. Para ello, se requiere conocer a profun¬ Northwestern University en Chicago, Illinois. Su campo de inves-
didad su fisiología y sus delicadas interacciones c o n el tigación comprende a la enfermedad de Parkinson y las estrate¬
tostado@northwestern.edu
Para pensar sobre la complejidad del sistema ner¬ cana de San Nicolás de Hidalgo, diplomado en biología molecular
vioso, ya no basta únicamente con conocer el pro¬ por el Instituto Pasteur de París, Francia; doctor en neurociencias
ceder del entramado neuronal; habrá ahora que por la Universidad de Salamanca, en España, y tiene estudios pos-
sumar y comprender las injerencias que puede tener la doctorales en biotecnología en la Universidad Laval en Québec,
Lecturas recomendadas
Costa, M . R., M . Götz y B. Berninger (2010), "What deter-
mines neurogenic competence in glia?", Brain Res. Rev.
63(1-2):47-59.
Haydon, P. G. y G. Carmignoto (2006), "Astrocyte control
of synaptic transmission and neurovascular coupling",
Physiol. Rev. 86:1009-1031.
Maragakis, N . J. y J. D. Rothstein (2006), "Mechanisms of
disease: astrocytes in neurodegenerative disease", Nat.
Clin. Pract. Neurol. 2(12):679-689.
Perea, G . y A . Araque (2002), "Communication between
astrocytes and neurons: a complex language", J. Physiol.
96:199-207.
Seifert, G., K. Schilling y C. Steinhäuser (2006), "As-
trocyte dysfunction in neurological disorders: a molecu¬
lar perspective", Nat. Rev. Neurosa. 7:194-206.
Sofroniew, M . V. y H . V. Vinters (2010), "Astrocytes: bio-
logy and pathology", Acta Neuropathol. 119:7-35.