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Módulo 2.

De la información al conocimiento
Unidad II. Leer y escribir para aprender
Tema: Abuso del gerundio

Abuso del gerundio


El gerundio es una forma no personal del verbo que expresa duración. Su
terminación es “ando” (como en amando) o “endo” (como en corriendo).
En casi todos los casos depende de algún verbo conjugado, que a su vez se
encuentra regido por el sujeto. En la práctica existen tres usos correctos respecto
del sujeto:

Con el verbo estar o andar:

• Estoy brincando.
• Marina está haciendo la tarea.
• ¿Estás mintiéndome?
• Ando volando bajo.
• Gobernación anduvo husmeando en todo lo relacionado con el sindicato.

Cuando funciona como adverbio y trabaja con un verbo conjugado para indicar
simultaneidad o el modo en que se realiza la acción de dicho verbo:

• Luisa lo dijo cantando.


• Sara entró gritando.
• El extraño salió corriendo.
• El jefe de piso, llorando como niño, me corrió sin más.

Cuando la acción del gerundio es anterior a la del verbo principal, y es el mismo


sujeto quien realiza ambas:

• Levantando la mano, Eduardo la dejó caer. (Eduardo empieza a levantar la


mano pero antes de hacerlo por completo, la deja caer).
• Cayendo al piso, mi mamá gritó improperios. (Primero empezó a caer mi mamá,
y luego —quizás una décima de segundo después— gritó improperios).
• Habiendo dicho lo anterior, continúo con mi discurso. (Primero digo algo, y
después continúo con lo que sigue. No es necesario utilizar el sujeto explícito si
por contexto el lector sabe cuál es).

Existe un caso en que la acción del gerundio se relaciona con el complemento


directo: cuando se usa con algún verbo que indique percepción sensible o
intelectual. El gerundio modifica al complemento directo. Es la única situación
en que un gerundio funge como adjetivo. En los ejemplos, el verbo principal está

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subrayado; el complemento directo (modificado por el gerundio) aparece en


negritas, y el gerundio en letra cursiva.

• Vi [yo] a mi novio corriendo detrás del ladrón. [Quien corre es mi novio].


• Escuchó [él, ella, Juan…] al anciano llorando toda la noche. [Quien llora es el
anciano].
• Recordamos [nosotros] a la mujer saltando de felicidad. [Quien salta es la
mujer].

El gerundio tiene valor adverbial, por eso es posible afirmar que este verboide
puede vivir en el complemento circunstancial; a veces podrá hacerlo
independientemente del sujeto, y a veces no.

• Estando tan vigilada la oficina, no es posible que entre nadie. (Construcción


absoluta: no se refiere al sujeto ni hay complemento directo siquiera).

• Habiendo visto las luciérnagas, los niños comenzaron a idear cómo atraparlas.
(Complemento circunstancial de tiempo. Aquí el gerundio sí se relaciona con el
sujeto los niños; además, la acción del gerundio es ligeramente anterior a la del
verbo principal).

• Habiendo tantos hombres, Medea se casó justo con el que la dejaría después
con tres hijos. (Complemento circunstancial concesivo; el gerundio no se rige
por el sujeto ni hay complemento directo).

• Empujando la puerta con fuerza, Mariana interrumpió la clase. (Complemento


circunstancial de modo; se trata del uso modal —y de simultaneidad— que ya
se había visto arriba; indica la manera como se lleva a cabo la acción del verbo
principal y es regido por el mismo sujeto).

• Diciéndolo tú, no lo dudo ni un segundo. (Complemento circunstancial


condicional equivalente a “Si tú lo dices…”; el gerundio no es regido por el sujeto
“yo” ni por el complemento directo “lo”, que equivaldría a “eso”).

Cuando se quiere indicar consecuencia o efecto (cuando su acción es posterior


a la del verbo principal):

• Chocó el camión, muriendo 32 personas.


• La tía se calló inesperadamente, haciendo feliz a todos.
• El concejal no estuvo de acuerdo, disgustando al resto de los invitados.

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Forma correcta:
• Chocó el camión y murieron 32 personas. (Coordinación)
• La tía se calló inesperadamente, lo que hizo feliz a todos. (Subordinación)
• El concejal no estuvo de acuerdo, lo cual disgustó al resto de los invitados.
(Subordinación)

Cuando se quiere emplear como adjetivo, y pretende aportar cualidades a


algún sustantivo:

• Pásame la caja conteniendo cachivaches.


• Derogaron una ley prohibiendo la eutanasia.
• El grupo acertando a más preguntas, ganará el concurso.

Forma correcta:
• Pásame la caja que contiene cachivaches.
• Derogaron una ley que prohíbe la eutanasia.
• El grupo que acierte a más preguntas, ganará el concurso.

Cuando se usa en lugar de verbo conjugado en la segunda de dos oraciones


coordinadas o en una subordinada:

En este caso, el abuso consiste en usar el gerundio en lugar del verbo conjugado
en la segunda de dos oraciones, el cual se pretendía coordinar (no se puede hacer
esto si no hay verbo) o en la que se quería subordinar a otra. Esto sucede cuando el
redactor cree que el verboide es más elegante.

• Gritaron una serie de improperios, ignorándose la reacción que provocarían en


los guardaespaldas.
• Al momento de disparar al frente del candidato, fui empujado por una de las
personas que se encontraban en ese lugar, logrando efectuar dos disparos
con el arma de fuego que portaba, siendo detenido en esos momentos por
unas personas vestidas de civil. (Declaración de Mario Aburto Martínez, asesino
confeso de Luis Donaldo Colosio, tomada el 23 de marzo de 1994).

La acción del gerundio nunca debe ser posterior a la del verbo principal,
aunque suceda después. La razón es sencilla: si la acción del gerundio sucede
posteriormente a la acción del verbo principal, significa que la segunda acción
(la del gerundio) es consecuencia de la primera (la del verbo principal). Esto está
prohibido en español. Su acción puede ser simultánea o anterior, o puede indicar
modo, pero jamás puede ser posterior.

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