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La energía de los alimentos se conoce como unidades theta, las cuales dentro
de nuestro organismo se convierten en cargas eléctricas que pasa a lo largo de
todo el cuerpo y nos hace estar sanos.
Para lograr el balance alimentario, del cual depende la conservación del peso
ideal, un excelente estado de salud y el equilibrio energético, es necesario
consumir una ración de cada color de energía diaria. Una ración es
aproximadamente entre 150 y 200 gramos, o sea, lo que cabe en una taza de
café con leche, excepto la energía violeta que son dos cucharadas solamente.
Nuestra alimentación debe ir dirigida a nuestra parte energética, ya que ella se
encarga de dar la salud a la Entidad Biológica, Vehiculo Evolutivo o Cuerpo
Físico. La composición natural nuestra, exige una alimentación también natural,
quiere decir esto, que nuestro cuerpo no esta hecho para recibir alimentos
industrializados o químicos, es por ello que el consumo de estos tarde o
temprano, debilita nuestras estructuras y contribuyen al desarrollo de
enfermedades.
Los órganos que este tipo de energía electrifica son: el bazo, la boca, el
corazón, el plasma sanguíneo, el sistema circulatorio (arterias y venas), el
sistema muscular, el recto, la vagina, el pene y el cérvix, entre otros.
LA ENERGÍA CINÉTICA (COLOR VERDE) GRUPO ELEKTRON
Los alimentos que son fuente de la energía cinética son todos los vegetales
verdes (aguacate, brócoli, berro, alcachofas, espinacas, lechuga, acelga, perejil,
cilantro, espárrago verde, albahaca, te o infusiones de plantas, tomates verdes,
pepino, pimiento o pimentones verdes, etc.). Sal común o marina.
Las partes corporales que se ven influidas por este grupo son: el ano, el
oído, las amígdalas, la próstata, los riñones, la corteza cerebral, el sistema
nervioso, glándulas supra-renales, los testículos, el cuello uterino, la vejiga, la
uretra, por mencionar algunos.
En este caso, los alimentos que pertenecen a este conjunto son los cereales y
las harinas, entre los cuales ubicamos el arroz, el maíz, el trigo, salvado de
trigo, la avena, yuca, cebada, cereales en caja, sopa de pasta, el centeno, las
pastas, el pan blanco e integral, tortilla de harina de trigo o de maíz, cachapas,
arepas, tapioca, galletas, casabe, masa de pizza y los pasteles. Se recomienda
los cereales y las harinas integrales.
A este grupo, pertenecen todas las frutas frescas o deshidratadas tales como:
el albaricoque, la cereza, la ciruela, ciruelas pasas, chabacanos, orejones, la
mandarina, la manzana, el melón, la lechosa, el kiwi, la patilla o sandia, la pina,
el mango, el mamey, el melocotón, la pera, la papaya, el durazno, la naranja, la
toronja, el limón, las ciruelas, las fresas, las uvas (verdes o rojas), las pasas, el
cambur, el plátano, etc.
Aquí se localizan alimentos como los vegetales no verdes, entre los que
podemos mencionar: la col morada, la coliflor, los espárragos, la papa (patata),
la cebolla, pimiento rojo, jojotos, el ñame, el nabo, el ocumo, la batata, el apio, la
remolacha, la zanahoria, los tomates, brócoli blanca, betabel, camote, elote,
jicama, ajo, etc.
Las partes del organismo beneficiadas con esta energía son: el endometrio,
el área límbica, adonohipofisis, algunos núcleos hipotalamicos, las moléculas de
ARN, tejido adiposo y la mucosa de todos los órganos huecos.
A este grupo, pertenecen todos los granos (Leguminosas) tales como: caraotas
negras, blancas, rojas, lentejas, arvejas, garbanzos, habas, frijoles, etc.
RECOMENDACIONES
Los expertos recomiendan que aquellos que sigan esta dieta deben consumir al
menos dos litros de agua al día de la siguiente manera: seis (6) vasos de agua
a temperatura ambiente, dos (2) vasos de agua que resulten del deshielo y una
infusión caliente después de la cena.
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