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Bomberos Forestales

El Cuerpo de Bomberos y Bomberas Forestales es la dependencia del Instituto Nacional de


Parques (Inparques) encargada de la prevención y atención de emergencias de carácter civil
en los parques nacionales, monumentos naturales, parques de recreación y otras Áreas Bajo
Régimen de Administración Especial (Abraes). La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela contempla que el servicio de bomberos forma parte de los
órganos de seguridad ciudadana y su prestación esta definida por la Ley Orgánica del
Servicio de Bomberos y Cuerpos de Bomberos de 2015.

Las actividades de prevención y combate de incendios forestales, y atención de


emergencias tales como búsqueda, rescate y atención de lesionados se desarrollaron de
manera estructurada en los parques nacionales del país, desde los años 60, contratándose
cuadrillas de obreros para cumplir estas labores en conjunto con los guardabosques
existentes. A partir de la creación de Inparques y la adscripción de la administración de los
parque nacionales a este, es cuando se conforma en la década de los 80, el Programa
Especial de Incendios Forestales, Búsqueda y Rescate, el cual se empieza a desarrollar para
cubrir emergencias en los tres parques más emblemáticos para el momento: Waraira
Repano (para entonces llamado El Ávila), Sierra Nevada y Henri Pittier. El programa sigue
funcionando bajo la base de cuadrillas de personal obrero, con adiestramiento en servicio y
personal técnico para cumplir funciones administrativas y supervisorias. A la par se
desarrolla infraestructura de presupresión y facilidades para el combate de incendios
forestales, fundamentalmente en el Parque Nacional Waraira Repano, por su proximidad a
la ciudad de Caracas y la alta sensibilidad de la población capitalina a este pulmón vegetal.
Allí se establecen más de 23 kilómetros (km) lineales de cortafuegos y una red de 80 km de
tuberías contra incendios, abastecidas por diques y tanques en las principales quebradas de
la vertiente sur, frente a la ciudad capital.

Con la llegada de la Revolución Bolivariana, el presidente Hugo Chávez Frías, en el marco


de las competencias delegadas por la Asamblea Nacional, promulga en 2001, el Decreto
con Fuerza y valor de Ley de Cuerpos de Bomberas y Bomberos y Administración de
Emergencias de Carácter Civil, la cual sienta la bases para la organización solida del
servicio de bomberos en el país, reconoce y define las especialidades bomberiles, entre ella
la forestal. En consecuencia, en el seno de Inparques se genera la necesidad de adecuar
desde todo punto de vista el existente Programa Especial de Prevención Incendios
Forestales, Búsqueda y Rescate al marco de la nueva ley, impulsándose desde entonces un
intenso proceso de debate y planificación para transformar el mencionado programa en el
futuro Cuerpo de Bomberos Forestales. Siendo el primer paso el de adiestramiento y
formación requerido para obtener la certificación de cada individuo como bombera o
bombero, conforme a la ley vigente para el momento. Este proceso se lleva a cabo con el
acompañamiento del Cuerpos de Bomberos del Estado Bolivariano de Miranda y del
Cuerpo de Bomberos Universitarios de la Universidad Central Venezuela (UCV), con
quienes se certifican las dos primeras promociones en 2005 y 2007 respectivamente,
alcanzándose la cantidad de 61 efectivos con certificación de bombero o bombera.

Seguidamente avanza el proceso de fortalecimiento del Cuerpo, lográndose para 2011 la


aprobación del Reglamento de Funcionamiento del mismo, aprobado por la Junta Directiva
del Inparques. Para el momento se contaba con siete instalaciones que fungían como
Estaciones de Bomberos Forestales, pudiendo ofrecer el servicio en 14 áreas del Sistema
Nacional de Parques. Posteriormente en 2014, el Ejecutivo Nacional aprueba recursos para
incrementar el recurso humano y equipamiento del Cuerpo, iniciándose el proceso de
adiestramiento y especialización para incorporar 101 nuevos bomberos, así como la
adquisición de herramientas y equipos para cumplir las labores inherentes al servicio
bomberil forestal.

Desde 2014 el Cuerpo de Bomberos Forestales ante los nuevos retos y paradigmas que
genera el cambio climático global en lo que respecta a incendios forestales ha formulado e
implantado una nueva doctrina institucional, que le permita responder adecuadamente a las
exigencias actuales y futuras, esta doctrina se basa en los siguientes principios:

 ENFOQUE PREVENTIVO COMUNITARIO: El bombero forestal se formará bajo


la premisa de la prevención y la gestión comunitaria de las emergencias como la
mejor vía para garantizar la protección de las vidas humanas y el patrimonio natural
del país.
 FORMACIÓN Y ADIESTRAMIENTO INTEGRAL: El bombero forestal deberá
contar con el adiestramiento técnico, físico y psicológico que le permita desarrollar
sus actividades con eficiencia, eficacia y seguridad en las condiciones más adversas
que se puedan dar en cada tipo de operaciones
 CONOCIMIENTO DEL TERRENO: El conocimiento de la topografía y el
combustible forestal es fundamental para éxito en la operaciones de control por
tanto las actividades de reconocimiento serán actividades regulares en todas las
áreas
 CONTINUIDAD DEL COMBATE La continuidad de las operaciones es
fundamental para reducir la superficie afectada por el fuego, para ello se deberán
establecer tantos campamentos de avanzada como sea necesario en razón de los
frentes de trabajo que se atiendan. Los campamentos se ubicaran en área segura lo
mas próximo al frente de trabajo, contando con los recursos logísticos mínimos para
pernocta y alimentación, permitiendo el desarrollo de operaciones nocturnas
aprovechando las mejoras en las condiciones meteorológicas
 LIQUIDACIÓN EXTENDIDA Y MINUCIOSA: la ejecución de una etapa de
liquidación con la misma importancia, respaldo y recursos que la etapa de control es
fundamental para evitar el reinicio, la guardia de cenizas se extenderá mientras
persistan puntos calientes.

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