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Sociedad Argentina de Teología

SOCIEDAD ARGENTINA DE TEOLOGÍA

EN EL CAMINO DE EMAÚS:
ESPERANZA QUE FECUNDA LA HISTORIA
XXXVª Semana Argentina de Teología

~
Sociedad Argentina de Teología
En el camino de Emaús : Esperanza que fecunda la historia - la ed. -
Buenos Aires: Agape Libros, 2017.
506 p. ; 22x15 cm.
ISBN 978-987-640-485-3 ,
l. Cristianismo. 2. Teología. I. Título.
CDD230
lndice

Introducción: La esperanza y la historia: José Carlos Caamaño ..... 11


Esperanza que transforma: Cristian A. Gallardo ............................. 17

l. CONFERENCIAS Y REACCIONES

l. La esperanza en América Latina a 50 años del Concilio


Pedro Trigo ................................................................................... 21
2. Reacción a la Conferencia de Pedro Trigo "La esperanza en
América Latina", Omar César Albado ........................................ 57
3. "La pequeña esperanza se abre paso a través de la historia",
Nurya Martínez Gayol .................................................................. 61
4. "Y o espero en Ti para nosotros".
Pascua y matriz interpersonal de la esperanza.
Reacción a la conferencia de Nurya Martínez Gayol
"La pequeña esperanza se abre paso
a través de la historia", Alejandro Bertolini ............................ 101
© Agape Libros, 2017
© Sociedad Argentina de Teología, 2017 II. PANELES

ISBN: 978-987-640-485-3 PANEL 1: HISTORIA Y ESPERANZA EN LA BIBLIA:


EL EPISODIO DE EMAÚS ................................................................... 109
Diseño y diagramación: Equipo Editorial Agape
1ª edición: septiembre de 2017 5. La explicación de las Escrituras enciende el corazón
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723 y abre los ojos: Jorge Blunda ..................................................... 111
AGAPE LIBROS 6. Peregrinos de Emaús, de caminantes desahuciados a
Av. San Martín 6863 testigos de la esperanza. Un comentario contextualizado
(1419) Ciudad Autónoma de Buenos Aires de Le 24,13-35: Ángel José Macín .............................................. 123
agape@agape-libros.corn.ar
www.agape-libros.com.ar Panel 2: Recordar para reparar. Repensar nuestras justicias
Impreso en Argentina - Printed in Argentina en clave eucarística ................................................................... 133
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, 7. "Imaginando la Argentina: la Eucaristía y los cuerpos socia-
comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares
de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de les": William T. Cavanaugh ....................................................... 135
delito contra la propiedad intelectual.
8. Apaciguar la Memoria: Marie-France Begué ........................... 145

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11 el cam ino de Ernaús: Esperanza quefecu11dt1 la liiv/111111 SOCIEDAD ARGENTINA DE TEOLOGÍA

p ANEL 3: M EMORIA Y PROMESA.


24. Is 66 - Una relectura del Libro de Isaías en clave Jubilar:
LA TRANSFIGURACIÓN DE LA HERIDA ... ... . ... ..... . ........ . .. . .. .. . ... ... .. .. ... 163 Olga Giennini ............................................................................. 337
9. La hospitalidad como poética de la esperanza: 25. «El tiempo es el mensajero de Dios». Esbozos
Cecilia Avenatti de Palumbo .......................................................165 para una teología de la historia del Papa Francisco:
10. El cuidado y el consuelo. Hacia una fenomenología Fernando Miguel Gil .................................................................. 347
de la esperanza: Patricio Mena Malet ............... .......................179 26. La mirada del amor. Una clave de lectura en el lenguaje
11. La promesa: camino de una libertad según la esperanza: del Papa Francisco: Andrés González ...................................... 357
Eduardo Casarotti ........................................................................ 195 27. El testimonio/ martirio, fortaleza y esperanza para los
12. Hospedar, consolar, liberar ... en el camino de Emaús. creyentes. A cuarenta años del martirio de Mons. Enrique
Angelelli, Wenceslao Pedernera, Pbro. Gabriel Longueville
Reacción al panel 3: Michael Moore ......................................... 213
y Fray Carlos de Dios Murias ofmconv: Luis Liberti ............ 369
p ANEL 4: DESAFÍOS DE LA TEOLOGÍA DEL NOA:
28. " ... y el compromiso por el bien común". Una reflexión
SITUACIÓN, TRAYECTORIA, ACTUALIDAD .. . .............. . ........ . .. . ......... . . 219
de la "Oración por la Patria" desde la experiencia,
13. El eje socio-cultural : Pablo Pagano .......................................... 221 la historia y la acción: Sabrina Marino - Agustín Podestá ...... 379
14. El eje bíblico: Osear Tapia ...................................................... ... 231 29. Esperar con los desesperanzados, a la luz del misterio
15. El eje filosófico-dogmático: Julio Raúl Méndez ...................... 237 pascual. Meditación teológica: Michael Moore ...................... 389
16. El eje catequético-pastoral: Felipe Hipó lito Medina ...............243 30. Después de la grieta, el perdón como manifestación
de la Resurrección: Eloísa Ortiz de Elguea ............................... 399
17. El eje teológico: Marcelo Treja ............................... .................. 249
31. La esperanza en la poesía argentina del siglo XIX:
III. COMUNICACIONES Pablo Pastrone ....................................................... ......................415
18. Misericordia y fraternidad como estilo de vida: 32. La teología del cambio de época como teología
una propuesta de articulación entre ética y cristología: del "peregrinando-nos": Gerardo Daniel Ramos .................... 427
Omar César Albado ..................................................................... 257 33. "Indiferentes religiosos". ¿Una periferia existencial actual?
19. El Movimiento contra la Tortura "Sebastián Acevedo". ¿ Un signo de los tiempos? Reflexión teológico-pastoral:
Estudio teológico de caso desde la perspectiva de los signos Guillermo Rosolino .................................................................... .437
de los tiempos: Virginia Azcuy ................................................261 34. Reparar una deuda pendiente. Perspectiva de género
20. "Salvados en Esperanza" (Rm 8,24). El «axioma trinitario», y educación sexual: Andrea Sánchez Ruiz .............................. 453
fundamento de la salvación en esperanza: Leonardo H. Chimento ..273 35. Oasis de misericordia. Misericordia, clave
21. «Sus servicios deben ser tantos cuantos dolores hay para la credibilidad eclesial: Sebastián Sangoi ...................... .473
en nuestra zona»: nuevos ministerios en la Iglesia 36. Una forma histórica de pensar. Articulación entre
«hospital de campaña»: Juan Bautista Duhau ........................ 299 principios teológicos y acontecimientos históricos:
22. Presencia de santa Gertrudis en la evangelización Carlos Schickendantz ................................................................... 485
de América: Ana Laura Forastieri ............................................. 311
23. Historia y esperanza en el cristianismo
popular: Fabricio Forcat .............................................................323
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12. Hospedar, consolar, liberar ...
en el camino de Emaús
Reacción al panel 3

Desde el tema general que nos convoca en estos días de re-


flexión y desde el que define este panel en particular, podemos
preguntarnos: ¿cuándo "la esperanza fecunda la historia"?, y
¿" cómo transfigurar las heridas"? Y la respuesta sintética, reco-
giendo las reflexiones escuchadas, podría enunciarse así: lo uno
y lo otro acaece en la historia en la medida que la esperanza se
vuelve activa y se traduce en hospitalidad (C. A venatti), consue-
lo (P. Mena) y liberación (E. Casarotti). Se postula, así, la hospi-
talidad como un nuevo nombre para la esperanza (C. Avenatti),
la promesa como camino de una libertad según la esperanza (E.
Casarotti) y el consuelo como cuidado del sufriente (P. Mena).
Todo esto intentaremos imaginarlo en el escenario de Emaús,
que dibuja el horizonte de las reflexiones de estos días.
El relato lucano nos sitúa en el camino que es la vida, y que
se desenvuelve en tensión entre los dos focos que determinan
lo humano -como recuerda Casarotti, siguiendo a Ricoeur-: un
principio de ilimitación, ligado al deseo de ser, y un principio
de limitación, ligado a la efectuación de ese deseo en sus obras.
La afirmación originaria de la existencia, según Ricoeur, es "la
afirmación del ser en la falta de ser", y esa potencia de afirma-
ción aparece indirectamente en las experiencias que la niegan.
Los discípulos de Emaús -precisamente- caminan, deambulan,
tristes y grises, transidos por una experiencia de negatividad: la
muerte de un otro, que conlleva también la muerte de ellos mis-
mos: el clausurarse de sus esperanzas. Vuelven; regresan; huyen
de sí mismos . La desesperanza todo lo tiñe de gris, incapacita
para conocer la verdad y reconocer al Maestro.

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En el camino de Emaús: Esperanza que fecunda la historia SOCIEDAO ARGENTINA DE TEOLOGÍA

Por eso necesitan de la mediación de un otro, que en el re- apuntar hacia la experiencia temporal para reactivarla (porque
lato es el Otro con mayúsculas y se presenta, en primer lugar se ofrecen recursos para volver a comprenderse con futuro) o
como el que cuida y el que consuela (P. Mena). Discretamente para reconciliarla (pues aquí el consuelo acompaña a quien ya
-con la discreción propia de nuestro Dios-, se acerca, e incor- no tiene tiempo y busca la reconciliación con la finitud que nos
porándose a su camino y ritmo de caminar, realiza el primer es propia y constitutiva) ... y, con ello, devolver al doliente su
gran acto: escuchar al desconsolado en su desconsuelo. Solo aperturidad hacia el futuro ... como también el libre tránsito
en un segundo momento, pronuncia la palabra que ilumina hacia su pasado sin absolutizarlo en un presente asediante".
sus tinieblas. Y entonces los caminantes decepcionados abren O en palabras de Foessel: "Se consuela para darle los medios
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su corazón: nosotros esperábamos que ... He ahí la razón
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-al afligido- para mirar de otro modo eso que le aflige, de tal
profunda de su decepción: sus expectativas (mesiánicas) ha- manera que la desolación del presente no sature el campo de
bían paralizado su esperanza. En efecto, esas expectativas de los posibles".
liberación de los discípulos, por una parte, se reducían a un Ofrecida esa hermenéutica de la historia que aparece como
mesianismo político y, por la otra, a una salvación que no in- iluminación y consuelo, Jesús hace ademán de seguir adelante:
cluía la posibilidad del fracaso. Fue, quizá, la primera gran gesto que, nuevamente, remite a la exquisita discreción de la
cuestión que debió afrontar la primitiva comunidad cristiana, gracia que acompaña pero no invade, que ilumina pero no en-
a la luz de lo acaecido: cómo conjugar mesianismo y cruz. Ya candila, que sostiene pero no sustituye, que aclara pero no atur-
para la iglesia primitiva supuso un arduo camino a nivel re- de. Los discípulos, que ya intuyen espacios de esperanza -" ¿no
flexivo y existencial el pasar de percibir la cruz como escánda- ardía nuestro corazón ... ?" se preguntarán, recordando- invitan
lo a pensarla como salvación.
al compañero de camino a detenerse con ellos, a ingresar y per-
Jesús se acerca entonces, con la presencia y la palabra que manecer: es el momento de la hospitalidad como espacio de la/
consuela: el consuelo que -como señala P. Mena- es un modo para la esperanza.
singular de asumir el cuidado del otro y de afrontar el su- El forastero, entonces, se convierte en huésped de los discípu-
frimiento del sufrimiento que abate al hombre herido. Jesús no los. En el umbral -como apunta C. Avenatti- se da el encuentro
sólo se pone al lado del otro sino en el lugar del otro, como entre esos dos mundos, en un movimiento de recepción y dona-
aquel que puede experienciar su dolor sin ser él mismo quien ción, en vaciamiento y respeto por la alteridad. Los discípulos
lo sufre de modo directo. Aquí cabría acotar que también Je- ofrecen su espacio y Jesús sigue ofreciendo su consuelo, esta vez
sús tuvo que aprender a ser Hijo y Mesías. En efecto, Jesús en el gesto que resume su entrega. Habiendo comenzado a salir
posee su filiación como una condición que tiene que llegar a de su lugar de dolor, los discípulos son capaces de abrirse a la
sí misma en una historia que es la historia humana de Jesús. Y sorpresa, a lo inesperado, a lo que excede, y recibir a Aquel que
este devenir se consuma a través de una historia de obedien- se le entrega en el éxtasis total, hecho mínimo en el pan partido y
cia, donde Jesús aprende a ser Hijo ... no sin sufrimientos ni repartido. Si la reciprocidad y la asimetría son los dos pilares en
dudas (cf. Hb 5,7-8).
que se funda la hospitalidad -como recuerda C. Avenatti-en la
Por eso pregunta en primer lugar qué les sucede, qué dolor mesa de Emaús lo primero se concretiza en que anfitrión y hués-
los convoca; entra en su herida para, experimentándola, com- ped se acogen y cuidan mutuamente; mientras que la asimetría
prenderla, y luego sale para darle otra mirada: intenta resituar se manifiesta, primeramente, en que el donante que se entrega
y reinterpretar esa tristeza para que nos los ahogue en un aba- en lo donado -el pan- excede por mucho la capacidad de recep-
timiento definitivo, y les permita también a ellos salir y regre- ción de los comensales; y, en segundo lugar, en lo inesperado,
sar. En efecto, nos recuerda P. Mena que si el consuelo busca
II
sorpresivo, excesivo, que produce: la promesa de ser en libertad,
ofrecer cierto alivio al hombre doliente, no acontece aquello sin en la medida que sean capaces de incorporar, como ya lo hizo su
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En el camino de Emaús: Esperanza que f ecunda la historia SOCIEDAD ARG ENTINA DE TEOLOGIA

Huésped, la dialéctica de cruz y resurrección como modo de ser m ás profunda -ellos son más que su pecado y su herida- e
y estar en el mundo. invitados a participar de la promesa del resucitado, en cuanto
acontecimiento que abre el futuro, porque refuerza la prome-
Consolados y reorientados por el gran Huésped que ha hos-
sa al confirmarla (Ricoeur). Y dado que toda promesa me vin-
pedado sus historias irredentas, los discípulos deben volver a
cula a los otros y me obliga en el futuro, los discípulos deben
su comunidad porque, en definitiva, somos consolados para
regresar a su comunidad para compartir lo experimentado y
consolar, somos hospedados para hospedar, somos liberados
para liberar. Más específicamente, como recuerda E. Casarot- practicar su libertad-liberada-para-liberar.
ti, con Ricoeur, desde una "libertad según la esperanza" que, Concluyendo. Jesús es la respuesta de Dios a la pregunta que
fundamentada en el kerygma de la resurrección, se despliega es el hombre, pero que se pronuncia en "voz baja" (kénosis) y sólo
entre el "a pesar de" y el "mucho más". "A pesar de" tantos se escucha bien acercando nuestro corazón al corazón del que
signos de muerte y que hacen de esa libertad una fuerza capaz sufre. Y que luego se "decodifica" luchando por evitar el dolor
de descifrar los signos de la resurrección bajo la apariencia del mundo que es dolor de Dios en Cristo. El "a mí me lo hicie-
contraria de la muerte. Y "mucho más" porque el desafío de ron" (Mt 25,40) testimonia de modo ineluctable la identificación
la muerte es el reverso de un impulso vital que sostiene la de Cristo con el pobre y su dolor y, por tanto, la prolongación
libertad. Siguiendo con Ricoeur: ser libre es sentirse y saberse vicaria de su Humanidad en la humanidad sufriente. Dios está
perteneciente a esta economía donde el "a pesar de" que nos presente no como aquel que evita el dolor del mundo, sino como
tiene preparados para confrontar la muerte, la herida, el fra- aquel que libremente lo soporta; y entonces es el hombre quien
caso, es solo la sombra de este "mucho más", por el cual la li- está llamado a evitar el sufrimiento de Dios en la historia, en-
bertad siente y consiente con la aspiración de toda la creación carnado ahora en el que necesita ser consolado, el que necesita
a su liberación. ser hospedado, el que necesita ser liberado. "Porque Dios hospe-
De hecho, comenzamos el camino de nuestra libertad cuan- da nuestras heridas transfigurándolas es que nosotros podemos
do nos apropiamos de las experiencias más dolorosas -avisa hospedarnos a nosotros mismos y al otro como un hermano",
E. Casarotti-: así, los discípulos de Emaús vuelven, caminan- dice bellamente C. Avenatti. Podemos y debemos, agregaría yo,
do "más ligero", cuando han sido capaces de asumir -gracias porque, como recuerda P. Mena: "ser un existente es tener que
a la mediación hermenéutica de otro- que la negatividad, el asumir la tarea de ocuparse de sí y de lo otro que sí", especial-
fracaso y la cruz son momentos "impostergables" (por inevi- mente de lo otro vulnerado, agrego.
tables) del proceso que es la resurrección/liberación. En este Desde estos gestos samaritanos -consolar, hospedar, liberar-,
proceso, reaparece una de las primeras y constantes preocu- se puede comprender la grandeza y la modestia a la vez del pro-
paciones de Ricoeur: explorar las mediaciones que permiten yecto cristiano de la anticipación, como categoría desde la que se
pensar la restauración de una libertad esclava. En la dialéc- puede pensar la historia frente al prometeísmo de la modernidad
tica antropológica de perdón-promesa propuesta por el filó- y frente al cinismo de la posmodernidad.
sofo francés, el perdón tiene el poder de desligar al agente de
su acto malo, mientras que la promesa, que vinculándolo a lo En las primeras páginas de la revelación (escrita) se nos
más profundo de sí mismo (su disposición al bien, su afirmación refiere la gran pregunta que Dios lanzó al hombre en la per-
originaria), lo libera. Los discípulos de Emaús son perdonados sona de Caín:" ¿Dónde está tu hermano?" (Gn 4,9). Y sobre el
de su andar triste y de su ceguera para reconocer su responsa- final, en el texto citado de Mateo, que nos ubica en el momen-
bilidad en la muerte del Mesías -y no sólo, como aducen ellos, to cumbre de la historia, se nos muestra que Dios no ha cam-
de "los sumos sacerdotes y los ancianos"-; son desligados de biado de pregunta: "¿Qué hiciste con tu hermano?" Quizás
su pasado de seguidores errantes y son ligados a su verdad toda la revelación que media entre una y otra no haya sido

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En el camino de Emaús: Esperanza quefecu11da la historia

sino el esfuerzo divino para que entendamos que no hay otra


pregunta que merezca ser respondida. Cedo la palabra final
al poeta y a su logos subversivo:
Caín
Lleva el destino a cuestas, con el saco,
muerto el amor y la tristeza viva.
Panel 4:
Le escuece el alma en el mirar opaco. Desafios de la teologia del NOA:
Es una soledad a la deriva.
Ha cruzado la lsla, el Araguaia,
Situación, trayectoria, actualidad
la sociedad, el tiempo, el mal. Rehúye
la luz del sol y el sueño de la playa.
Huye de todos, de sí mismo huye,
condenado a vivir su vida muerta.
Si ha violado la ley, la paz presunta,
a él le hemos matado la paz cierta.
Quizá sea un Caín, pero es humano,
y por él Dios, celoso, nos pregunta:
-Abel, Abel, ¿qué has hecho de tu hermano?
Pedro Casaldáliga 1
Michael MooRE

1
P. CASALDÁLIGA, Sonetos neob{blicos, precisamente, Buenos Aires, Claretia-
na, 1996, 10-11.

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