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(UTC+3)
25 de abril
01:07 Comienzo de la reducción gradual y programada del nivel de potencia del reactor.
03:47 La reducción de potencia se detuvo a los 1600 MW térmicos.
El sistema de refrigeración de emergencia del núcleo (ECCS, por sus siglas en
inglés) fue aislado para evitar la interrupción de la prueba más tarde. Este hecho no
contribuyó al accidente, pero en caso de haber estado disponible habría reducido
mínimamente su gravedad.
La potencia, no obstante, debería haberse reducido aún más. Sin embargo, el
14:00
regulador de la red eléctrica de Kiev pidió al operador del reactor mantener el
mínimo de producción de energía eléctrica para satisfacer correctamente la
demanda. En consecuencia, el nivel de potencia del reactor se mantuvo en
1600 MW y el experimento se retrasó. Sin esta demora, la prueba se habría
efectuado el mismo día.
La central nuclear
se encuentra en Ucrania, 18 km al noroeste de la ciudad de Chernóbil, a 16 km de la frontera
entre Ucrania y Bielorrusia y 110 km al norte de la capital de Ucrania, Kiev. La planta tenía
cuatro reactores RBMK-1000 con capacidad para producir 1000 MW cada uno. Entre los
años 1977 y 1983 se pusieron en marcha progresivamente los cuatro primeros reactores; el
accidente frustró la terminación de otros dos que estaban en construcción. El diseño de estos
reactores no cumplía los requisitos de seguridad que en esas fechas ya se imponían a todos
los reactores nucleares de uso civil en Occidente. El más importante de ellos es que carecían
de un edificio de contención adecuado, si es que poseían uno. Los reactores 1 y 2 de
Chernóbil carecían de edificios de contención, mientras que los reactores 3 y 4 se hallaban
dentro del llamado «blindaje biológico superior».
El núcleo del reactor10 estaba compuesto por un inmenso cilindro de grafito de 1700 t, dentro
del cual 1661 huecos cilíndricos resistentes a la presión alojaban 190 toneladas de dióxido de
uranio en forma de barras cilíndricas, y dentro de los otros 211 se hallaban las barras de
control de boro. Por estos tubos circulaba agua pura a alta presión que, al calentarse por la
reacción nuclear, proporcionaba vapor a la turbina de vapor de rueda libre. Entre estos
conductos de combustible se encontraban 180 tubos, denominados «barras de control» y
compuestos por grafito y boro, que ayudaban a controlar la reacción en cadena dentro del
núcleo del reactor mediante su deslizamiento.
Reacciones inmediatas
Minutos después del accidente, todos los bomberos militares asignados a la central ya
estaban en camino y preparados para controlar el desastre rápidamente. Las llamas afectaban
a varios pisos del reactor 4 y se acercaban peligrosamente al edificio donde se encontraba el
reactor 3. El comportamiento heroico de los bomberos durante las tres primeras horas del
accidente evitó que el fuego se extendiera al resto de la central. Aun así, pidieron ayuda a los
bomberos de Kiev debido a la magnitud de la catástrofe.
Contrariando las regulaciones de seguridad, se había utilizado bitumen —un material
combustible— en la construcción de los techos del edificio del reactor y de turbinas. El
material eyectado provocó al menos cinco incendios distintos en el techo del reactor 3, que
aún seguía en funcionamiento. Era imperativo extinguirlos y proteger los sistemas de
refrigeración.24 El jefe del turno nocturno, Yuri Bagdasárov, quiso apagar el reactor, pero el
ingeniero en jefe, Nikolái Fomín, no se lo permitió. Se les dieron a los operadores máscaras de
gas y tabletas de yoduro de potasio y se les ordenó seguir trabajando. A las 05:00,
Bagdasárov decidió por sí mismo apagar el reactor, dejando solo a quienes operaban los
sistemas de refrigeración de emergencia.25 Los reactores 1 y 2 fueron apagados y puestos en
refrigeración de emergencia a la 01:13 y 02:13 del 27 de abril, respectivamente.23
Los niveles de radiación en las zonas más afectadas del edificio del reactor se estimaron en
5,6 röntgens por segundo, lo que equivale a más de 20 000 röntgens por hora. Una dosis letal
es de alrededor de 100 röntgens por hora, por lo que en algunas zonas los trabajadores que
no tenían protección adecuada recibieron dosis mortales en menos de un minuto.
Sin embargo, un dosímetro capaz de medir hasta 1000 R/s quedó enterrado en los escombros
cuando se derrumbó una parte del edificio, y otro se quemó al encenderlo. Todos los
dosímetros restantes tenían límites de 3,6 R/h, por lo que la aguja quedaba atascada en el
nivel máximo. En consecuencia, los empleados solo podían determinar que el nivel de
radiación estaba en algún lugar por encima de los 3,6 R/h, cuando en ciertas áreas llegaban a
la astronómica cifra de 30 000 R/h. Debido a las bajas e inexactas lecturas, el jefe del turno
nocturno, Aleksandr Akímov, supuso que el reactor estaba intacto.
Se ignoró la evidencia de piezas de grafito y combustible del reactor alrededor del edificio, y
las lecturas de otro dosímetro traído hacia las 04:30 fueron desestimadas bajo el supuesto de
que estaba defectuoso. Akímov se quedó con los demás operadores en el edificio del reactor
hasta la mañana tratando de bombear agua al reactor. Ninguno de ellos llevaba equipo de
protección. La mayoría, incluyendo Akímov, murieron por envenenamiento por radiación
dentro de las tres siguientes semanas.
El primer acercamiento en helicóptero evidenció la magnitud de lo ocurrido. En el núcleo,
expuesto a la atmósfera, el grafito ardía al rojo vivo, mientras que el combustible y otros
metales se habían convertido en una masa líquida incandescente. La temperatura alcanzaba
los 2500 °C, e impulsaba el humo radiactivo en un efecto chimenea a una altura considerable.
Mientras tanto, se estableció el control permanente de la radiación en Prípiat, que para la
tarde del 26 de abril era de unas 600 000 veces el fondo natural. Por otro lado, en la base de
la planta las lecturas arrojaron 2080 röntgens; un ser humano tardaría quince minutos en
absorber la dosis letal.26 Dos días después, había 18 heridos muy graves y 156 heridos con
lesiones de consideración producidas por la radiación. Todavía no había una cifra del número
de muertos, pero en un accidente nuclear aumenta día tras día la lista de víctimas hasta
pasados muchos años.