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ADMINISTRATIVAS
TEMA:
SILENCIO ADMINISTRATIVO
DOCENTE:
CARLOS EDUARDO CALLE PASAPERA
CURSO:
DERECHO ADMINISTRATIVO
ALUMNO:
ALAMA YOVERA JESUS
CICLO:
IV
PIURA, 2019
SILENCIO ADMINISTRATIVO:
¿QUE ES EL SILENCIO ADMINISTRATIVO?
El silencio administrativo podría ser definido como una “ficción jurídica” creada
con el fin de proteger a los particulares frente a una Administración poco
diligente. Me explico: ante los constantes incumplimientos por parte de las
Administraciones Públicas de su obligación de responder a las solicitudes de los
particulares, se hizo necesario arbitrar algún mecanismo que permitiera a los
ciudadanos reaccionar frente a ese mutismo de los entes públicos, y así, aparece
en nuestro ordenamiento jurídico la figura del silencio administrativo negativo,
pensado como un instrumento para abrir la vía jurisdiccional y salvar al
ciudadano de tener que esperar eternamente a que la Administración decidiera
cumplir con sus funciones.
Ello, no obstante, mucho ha cambiado el silencio desde aquellos tiempos en que
era concebido de la forma descrita, fundamentalmente porque nuestro legislador
se dio cuenta de que al otorgar al silencio sentido negativo —es decir, al otorgar
a la “callada por respuesta” de la Administración el efecto equivalente al de un
acto desestimatorio—, solo fomentaba esa actitud poco diligente y
despreocupada de las Administraciones. A lo largo de estas líneas intentaré
explicar la antedicha figura —y todos los aspectos relacionados con la misma—,
de forma fácilmente comprensible, porque, al final, con las Administraciones
tenemos que lidiar todos, no solo los juristas. (FERNANDEZ, 2014)
¿CUÁLES SON SUS ANTECEDENTES?
Pues bien, dado que difícilmente podemos conocer dónde estamos sin saber de
dónde venimos, empecemos por el principio:
El procedimiento administrativo es el cauce de actuación de las Administraciones
Públicas, y tiene como resultado un acto administrativo, que no es más que la
decisión que toma una Administración en un asunto concreto.
Dicho procedimiento puede iniciarse de dos formas:
-De oficio, que es cuando lo inicia la propia Administración
-o a solicitud del interesado.
A nosotros, en este momento, nos interesa la segunda forma de iniciación, es
decir, la que trae causa de una solicitud previa del ciudadano. (NANDEZ, 2001)
¿CUALES SON LOS PASOS PARA EL PROCEDIMIENTO A
SOLICITUD DEL INTERESADO?
Pues bien, presentada nuestra solicitud e iniciado así el procedimiento, la
Administración dispone de un plazo para dictar resolución y notificarla. Ese
plazo generalmente es de 3 meses, salvo que la norma reguladora del
correspondiente procedimiento prevea un plazo mayor, en cuyo caso, lo normal,
es que se amplíe a 6 meses.
Antes de continuar es importante precisar que la Ley 39/2015, de 1 de octubre,
del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas
impone a las Administraciones la obligación de publicar, en sus sedes
electrónicas, los procedimientos de su competencia, con indicación de los plazos
máximos para resolver y el sentido del silencio, así como dirigir una
comunicación al interesado dentro de los diez días siguientes a la recepción de su
solicitud en la que se le indiquen, entre otras cosas, esos mismos datos, es decir:
el plazo máximo para resolver y los efectos del silencio.
Bibliografía
FERNANDEZ, C. (17 de JULIO de 2014). EMELIAN-ABOGADOS. Obtenido de
https://mymabogados.com/silencio-administrativo#