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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CIVIL

Auto Supremo: 908/2016 Sucre: 27


de julio 2016 Expediente: O-26-16-
S Partes: Sonia Casiya
Vigabriel Gómez c/ Zenón Julio Canaviri Nieto Proceso: Resolución
de Contrato, entrega de Bien Inmueble y Pago de Daños y
Perjuicios
Distrito: Oruro

VISTOS: El recurso de casación en el fondo de fs. 949 a 953, interpuesto por Sonia
Casiya Vigabriel Gómez y el recurso de casación Zenón Julio Canaviri Nieto de fs.
957 a 962 y vta., ambos contra el Auto de Vista Nº 010/2016 de fecha 26 de enero,
de fs. 941 a 946, pronunciado por la Sala Civil, Comercial y Familiar Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, dentro del proceso ordinario de
Resolución de Contrato, Entrega de Bien Inmueble y Pago de Daños y Perjuicios,
seguido por Sonia Casiya Vigabriel Gómez contra Zenón Julio Canaviri Nieto, el
Auto de concesión de los recursos de fs. 973, y;

I.- ANTECEDENTES DEL PROCESO:

Que, el Juez de Partido Cuarto en lo Civil de la ciudad de Oruro,


pronunció Sentencia Nº 61/2015 de fecha 28 de septiembre, cursante a fs. 586 a
600, por la que declaró: “PROBADA EN PARTE la demanda interpuesta por
SONIA CASIYA VIGABRIEL GOMEZ, mediante memorial de fs. 31 a 32, reiterada
a fs. 37 y ratificada mediante memorial de fs. 104, IMPROBADA en cuanto a la
Resolución del contrato de 1 de abril de 2010 por estar extinguido aquel contrato
por cumplimiento del término de su vigencia, también IMPROBADA, en cuanto al
pago de servicios Básicos, por no corresponder en derecho.

Declarándose PROBADA la demanda principal en cuanto a la entrega de los


Ambientes Alquilados, al Pago del Alquileres Devengados y al pago de daños y
Perjuicios por la no entrega y restitución de la cosa arrendada.

De la misma forma, se declara IMPROBADA, la demanda reconvencional de


Resarcimiento de Daños y Perjuicios por Hecho Ilícito, interpuesta por Zenón Julio
Canaviri Nieto, por memoriales de fs. 86 a 87, fs.107 a 107 vlta. y fs. 111.

En el mismo sentido declara IMPROBADA la excepción perentoria de Falta de


Acción, Derecho y Legitimación para activar la acción principal, interpuesta por el
demandado Zenón Julio Canaviri Nieto, a fs. 86 a 87.

Finalmente declara IMPROBADA la excepción perentoria de falta de Acción y


derecho en el Reconvencionista, interpuesta por Sonia Casiya Vigabriel Gómez, a
fs. 121 a 123.
En merito a lo resuelto dispone:

1.- Condenar al demando: ZENON JULIO CANAVIRI NIETO, a la devolución


desocupación y entrega de los ambientes que ocupa, que son de propiedad de la
actora y fueron objeto del contrato de arrendamiento, a la fecha extinguido (Tienda
y parte del patio) del inmueble de referencia, en el estado actual en que se
encuentran, a cuyo efecto se concede al demandado un plazo de 30 (treinta) días,
una vez ejecutoriada la presente resolución, computables a partir de su legal
notificación emplazamiento personal para la desocupación y entrega de los
ambientes señalados bajo pena de desapoderamiento forzoso, con asistencia de la
fuerza publica en caso de resistencia.

2.- Del mismo modo se condena al demandado: ZENON JULIO CANAVIRI NIETO
al pago de la suma de Bs. 70.000 (SETENTA MIL 00/100 BOLIVIANOS) a favor de
la demandante, por concepto de alquileres devengados e impagos, sea al tercer día
de notificada la parte demandada y ejecutoriada la presente resolución, bajo
alternativa de ley en caso de incumplimiento.

3.- De la misma forma, se condena al demandado: ZENON JULIO CANAVIRI


NIETO, al pago de daños y perjuicios por incumplimiento a su obligación de restituir
la cosa arrendada, en la suma de Bs. 2.000 por cada mes de retraso en la restitución
y entrega de los ambientes alquilados, a favor de la demandante, a ser liquidados y
cuantificados en ejecución de sentencia teniéndose, como fecha de inicio de tales
perjuicios, el mes de mayo de 2015, computables de forma mensual hasta la fecha
de entrega y restitución de la tienda y parte del patio que ocupa el demandado en
el inmueble de la propietaria.

4.- Sin imposición de costas, por ser proceso doble.”

Resolución de primera instancia que fue apelada por Zenón Julio Canaviri Nieto por
escrito de fs. 880 a 883 y vta. y a su turno Sonia Casiya Vigabriel también interpuso
recurso de apelación visible a fs. 888 a 893, a cuyo efecto la Sala Civil, Familiar y
Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro mediante Auto
de Vista Nº 10 de fecha 26 de enero de 2016, cursante de fs. 941 a 946, REVOCÓ
PARCIALMENTE la Sentencia de fs. 586 a 600 y deliberando en el fondo declaró
IMPROBADA la demanda principal en cuanto al pago de daños y perjuicios por la
no entrega y restitución de la cosa arrendada y como consecuencia de esta decisión
se deja sin efecto, el punto 3 de la parte resolutiva que condena al demandado:
ZENON JULIO CANAVIRI NIETO al pago de daños y perjuicios por incumplimiento
de restituir la cosa arrendada, en la suma de Bs. 2.000 por cada mes de retraso en
la restitución y entrega de los ambientes alquilados, a favor de la demandante, a ser
liquidados y cuantificados en ejecución de sentencia, teniéndose, como fecha de
inicio de tales perjuicios el mes de mayo de 2015, computables de forma mensual
hasta la fecha de entrega y restitución de la tienda y parte del patio que ocupa el
demandado en el inmueble de la propietaria, en lo demás se mantiene incólume la
parte resolutiva de la resolución impugnada, bajo el fundamento que: “el rechazo de
la demanda en tales circunstancias y con esos argumentos constituiría negación de
tutela judicial por parte del Órgano Jurisdiccional prohibida por el art. 115-I de la
C.P.E. (derecho a recibir tutela judicial), tomando en cuenta además que cualquier
contrato sea cual fuera su naturaleza, de acuerdo al interés y voluntad de la parte
este puede servir de base para plantear la acción que más le convenga al
interesado, siempre y cuando no este prohibida por Ley expresamente, de manera
que un contrato puede servir de base para una demanda de resolución de contrato,
cumplimiento de contrato, nulidad de contrato, anulabilidad de contrato.

Asimismo refiere que encuentra que se hubiera decidido porque el recurrente tenga
que cancelar un monto por alquileres devengados y además de ello el pago de
daños y perjuicios por la no entrega y restitución de la cosa arrendada, sobre el
punto señala que ese punto de agravio es manifiesto, pues el juez al haber
dispuesto en sentencia probada el pago de daños y perjuicios a favor de la parte
actora por la no entrega y restitución de la cosa arrendada ha obrado evidentemente
con exceso e incongruencia.

Y sobre la vulneración del derecho a una justicia pronta y oportuna sin


dilaciones resguardada en el art. 115-II de la CPE, señala que no existen
argumento reconvencional sobre reparación de daños y perjuicios vinculados a
gastos de continuidad del proceso y por perdida de su trabajo, en consecuencia no
existiría agravio al respecto, no habiéndose probado con prueba que las
comerciantes que se asentaban en la puerta de su tienda hayan sido por orden de
la propietario.

Que de la revisión de las declaraciones de fs. 319 a 320, 325 a 329, hacen
referencia a que el tinglado hubiese hecho construir el demandado que la actora
hubiere hecho destechado, pero no así que el deterioro de su material sea exclusiva
responsabilidad de la actora, y la prueba testifical no puede ser valorada de manera
aislada como pretende la recurrente.

Y que la declaración de fs. 316 que la misma sería de hechos que son de referencia
o comentario, por lo que, huelgan las consideraciones respecto a su contenido.

Y con referencia a la actora señala que la misma ha establecido que el demandado


le adeudaría por concepto de alquileres devengados la suma de Bs. 70.000
producto de la suma de alquileres de Bs. 2.000 por mes, existiendo congruencia
entre el petitorio y lo resuelto respecto al pago de alquileres devengados como el
comienzo y el final de su computo.”

Resolución que fue impugnada vía recurso de casación en el fondo de fs. 949 a
953, por Sonia Casiya Vigabriel Gómez y a su turno Zenón Julio Canaviri Nieto
interpuso recurso de casación de fs. 957 a 962 y vta., los mismos que se analiza.

II.- DEL CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN:

II.1- Del recurso de casación de Sonia Casiya Vigabriel Gómez:


1.-Que haciendo alusión al punto 1 del Auto de Vista, señala que éste no ha
efectuado una exhaustiva revisión de su memorial de demanda, haciendo
incongruente el Auto de Vista, debido a que en su memorial de demanda en su
petitorio ha solicitado el pago de daños y perjuicios, por lo que lo resuelto por el
Juez de Primera instancia guarda estrecha relación con su petitorio, de igual forma
hacen mención a que el Tribunal de apelación señala que ese extremo no fue tema
o punto de hecho a probar por el Juez, empero, en el séptimo punto de los hechos
a probar refiere que se demuestre los demás argumentos expuestos en el memorial
de fs. 31 a 32 vta. que es su demanda, por lo que, la resolución del Tribunal de
apelación resulta incongruente, vulnerando su derecho y garantías constitucionales
al debido proceso acceso a la justicia.

Y refiere que no se toma en cuenta que hasta el presente el demandado sigue


viviendo sin pagar un solo centavo, por lo que, al determinar que no existen daños
y perjuicios, por tantos años sin cancelar el alquiler se ve ante una total injusticia
por parte del Tribunal de apelación que no ha tomado en cuenta lo establecido por
el art. 568 del C.C.

Y con respecto al recurso de apelación refiere que de forma incierta y sin


fundamentación, no resuelve su petitorio toda vez que en la demanda se ha referido
que se le adeuda hasta el presente 28 meses de alquiler, es decir hasta la iniciación
de la demanda se adeudaba Bs. 70.000,oo, y paralelamente habría solicitado el
pago de los alquileres hasta la entrega de la tienda, y esta resolución le niega el
pago de alquileres hasta la entrega de los ambientes, solicitando por justicia el pago
de alquileres devengado por varios años.

2.-Expresa que no se ha tomado en cuenta su solicitud de pago de alquiler de Bs.


2.500,oo ya que, en el memorial de demanda se señaló que hubo de manera
general un incremento en el alquiler, y ese monto ya estaba siendo cancelado, y
este último debería ser el monto a regir, debiendo modificarse el monto a la suma
de Bs. 2.500,oo.

3.-Y señala que el Auto de vista no ha resuelto su reclamo inherente, a que el pago
de alquiler no era desde el mes de agosto del 2012 hasta abril de 2015, puesto que
de antecedentes se ha demostrado que era desde junio de 2012, omisión que le
causa un daño económico generándole una pérdida económica.

Solicitando en definitiva casar el Auto de Vista.

II.2.- Recurso de apelación de Zenón Julio Canaviri Nieto:

Refiere que el único medio jurídico procesal pertinente para ejercer su particular
derecho de acción resultaba ser una acción de desalojo, resultando improponible,
la demanda que debió ser rechazada ab initio, solicita anular obrados.

Acusa vulneración al debido proceso al no haberse valorado íntegramente los


medios probatorios, debido a que debió haberse concedido a su favor el pago de
daños y perjuicios producto de la indemnización por mejoras y construcciones que
incluso al poseedor de mala fe son dados, y de la lectura de sentencia y de los
testigos citados en la parte considerativa III. Párrafo Nº 2, todos señalan que el patio
era independiente, declaraciones que demuestran los daños y perjuicios al haberse
destechado el patio donde se encontraba su mercadería, habiendo la demandante
ejercido justicia propia, al no cumplir con el contrato.

También acusa parcialización de la Autoridad Jurisdiccional en desmedro de sus


intereses, puesto que a fs. 313 de obrados dentro de la audiencia de confesión
provocada su segunda respuesta es tergiversada, aspecto que vulneran sus
derechos.

Aduce que en la audiencia de inspección Judicial se ha demostrado el destechado


de todo el patio, el daño a la mercadería causada por las lluvias vientos, la falta de
energía eléctrica y falta de agua potable, extremos demostrados que hacen viable
su demanda de pago de daños y perjuicios.

RESPUESTA AL RECURSO DE CASACION (Realizado Zenón Julio Canaviri


Nieto):

Señala que han incurrido en error los Jueces de Instancia, al admitir y sustanciar la
presente causa, en desconocimiento de los alcances de la demanda de desalojo,
por cuanto corresponde ser rechazada in limine.

III.- DOCTRINA APLICABLE AL CASO:

III.1.- Sobre la obligación de agotar la solicitud de complementación y


enmienda:

Sobre el tópico es menester previamente enfatizar que el art. 254 num. 4) del Código
de Procedimiento Civil expresaba: “procederá el recurso de casación por haberse
violado las formas esenciales de proceso, cuando la sentencia o auto recurrido
hubiere sido dictado...4) Otorgando más de lo pedido por las partes o sin haberse
pronunciado sobre alguna de las pretensiones deducidas en el proceso y
reclamadas oportunamente ante los tribunales inferiores.” Ultima parte de la norma
que está en concordancia con el art. 258 num. 3) del mismo compilado legal, y al
ser la omisión un aspecto de forma, el cual tiene por finalidad Anular obrados, la
normativa que rige dicho instituto procesal ha establecido lo siguiente: “III. La
nulidad sólo procede ante irregularidades procesales reclamadas oportunamente en
la tramitación de los procesos.” Art. 17.III de la Ley 025, criterio que se halla en
consonancia con el nuevo Código Procesal Civil.

De lo que se concluye cuando se alegue en amparo de esta causal art. 254 num. 4)
del cuerpo Ritual Civil antes señalado (Código de Procedimiento Civil) la falta de
pronunciamiento, sea en primera o segunda instancia, corresponde al afectado
previamente a utilizar el recurso de apelación o casación, hacer uso de la facultad
establecida en el art. 196 num. 2) del Código de Procedimiento Civil, aplicable a
segunda instancia por expresa determinación del art. 239 de la misma normativa,
articulo que de manera clara señala que con esta facultad se puede:”… suplir
cualquier omisión en que se hubiere incurrido sobre alguna de
las pretensiones deducidas y discutidas en el litigio.”, facultad que permite
subsanar la falta de pronunciamiento por los Tribunales o Jueces de instancia, caso
contrario en aplicación del principio de convalidación, al no utilizar el mecanismo
para su corrección, implica una aceptación tácita de la omisión acusada,
precluyendo por simple consecuencia su derecho de reclamar aspectos de nulidad
no reclamados en su oportunidad cuando se contaba con los mecanismos que
establece la ley.

Entendimiento orientado por este Supremo Tribunal en diversos fallos entre ellos el
Auto Supremo Nº 32/2015 que señaló: “Respecto a la falta de pronunciamiento del
segundo punto apelado, se debe indicar que, el Ad quem, de forma genérica arribó
a la conclusión de que el Auto de 10 de junio de 2003 que resolvió las excepciones
no se las puede revisar en vía del recurso de apelación porque dicha resolución
hubiera causado ejecutoria, esa es una respuesta de forma general a las
acusaciones relativas a la forma de resolución de las excepciones formuladas por
los recurrentes.

Ahora si dicha respuesta, no satisfacía las expectativas deducidas por los


recurrentes debieron formular la petición de complementación y aclaración en base
al art. 239 del Código de Procedimiento Civil, el no haberlo hecho implica que los
recurrentes no agotaron el mecanismo de protección oportuno para la satisfacción
del reclamo que ahora se traen en casación, consiguientemente se advierte no
haberse dado cumplimiento a la premisa establecida en el art. 17 parágrafo III de la
Ley Nº 025 del Órgano Judicial.”.

III.2.- De la congruencia de las resoluciones:

Este Supremo Tribunal de Justicia a través de sus diversos fallos (Autos Supremos
Nros. 651/2014, 254/2016) estableció que la congruencia de las resoluciones
judiciales orienta su comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la
congruencia externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda
determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el
planteamiento de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo
resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva, es una prohibición para el
juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando su consideración a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la congruencia
interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad
congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y
racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la identificación de los
agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las normas y los efectos
de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución
no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma
decisión.

La Jurisprudencia Constitucional ha desarrollado asimismo el principio de


congruencia en la Sentencia Constitucional Nº 0486/2010-R de 5 de julio, donde ha
razonado que:"El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la
expresión de agravios formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado
y lo resuelto, contradice el principio procesal de congruencia; la Resolución de
primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las partes y de la
expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o segunda
instancia…". Razonamiento que es reiterado por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, a través de las Sentencias Constitucionales Plurinacionales Nº
0255/2014 y Nº 0704/2014. De donde se deduce que en segunda instancia, pueden
darse casos de incongruencia “ultra petita”, que se produce al otorgar más de lo
pedido; extra petita, al extender el pronunciamiento a cuestiones no sometidas a la
decisión del Tribunal; y cuando omite decidir cuestiones que son materia de
expresión de agravios por el apelante (citra petita).

III.3.- Del daño emergente y Lucro cesante:

En cuanto al tema en el A.S. 87/2015 de fecha 1 de Julio 2015 se ha expuesto: “En


materia de reparación de daños civiles, Gilberto Martínez Rave en su Obra
“Responsabilidad Civil Extracontractual”, Décima Edición, Editorial Temis S.A.
Santa Fe de Bogotá – Colombia 1998, realiza la clasificación en dos grandes
categorías o grupos a saber: 1) DAÑOS O PERJUICIOS PATRIMONIALES, que
comprende todos aquellos que perturban bienes o derechos de contenido
económico, los que afectan el patrimonio económico o modifican la situación
pecuniaria del damnificado y, 2) DAÑOS O PERJUICIOS EXTRAPATRIMONIALES,
los que afectan directamente a la integridad de las personas en todos sus ámbitos,
en el orden moral, imagen, aspecto físico, fisiológico, psicológico, etc.; este tipo de
daños en el pasado se consideraban como no indemnizables, pero la moderna
doctrina y la jurisprudencia paulatinamente los va consagrando como perjuicios
reparables económicamente. Esta clasificación es la más apropiada por ser más
amplia que abarca conceptos más universales donde se halla incluida la
responsabilidad por daños de carácter contractual y extracontractual.

Los DAÑOS PATRIMONIALES conforme a nuestra legislación vigente previsto en


los arts. 344, 345 y 346 del Código Civil, procede por DAÑO EMERGENTE Y EL
LUCRO CESANTE, los mismos que vienen a constituir los comúnmente llamados
“daños y perjuicios” cuya reparación responde a título de culpa o dolo
(responsabilidad subjetiva) o simplemente por responsabilidad objetiva (riesgo
creado).

Es de vital importancia aclarar que la responsabilidad por el DAÑO EMERGENTE


implica responder por las consecuencias directas e inmediatas que genera el hecho
que ocasiona desmedro real, cierto y específico del patrimonio o por el dinero que
se destina para atender las contingencias o efectos inmediatos que genera el hecho;
sus efectos se dan al momento del hecho o inmediatamente de cometido el mismo,
es decir responden al presente. En tanto que el LUCRO CESANTE responde por la
privación de percepción de las ganancias o beneficios económicos o la falta de
rendimiento en la productividad de las cosas que sufrirá el damnificado en lo
posterior, es decir tiene su incidencia hacia el futuro, no siendo posible su aplicación
hacia el pasado o con carácter retroactivo.”

III.4.- Del principio de verdad material:

Sobre dicho principio este Supremo Tribunal de Justicia ha orientado en sus


diversos fallos como el Auto Supremo Nº 131/2016 en sentido que: “…en este
Estado Social, Constitucional de Derecho el rol que antes se le atribuía al Juez o
Tribunal ha cambiado, pues, el proceso es un instrumento para que el Estado a
través del Juez cumpla con su más alto fin, que es lograr la armonía social y la
justicia material, ya que ahora los jueces y Tribunales deben estar comprometidos
con la averiguación de la verdad material y la consolidación de la justicia material,
interviniendo activa y equitativamente en el proceso, para lograr que la decisión de
fondo esté fundada en la verdad real de los hechos (verdad material), pues hoy la
producción de pruebas no es de iniciativa exclusiva de las partes, ya que el Juez
tiene la posibilidad incluso más amplia de generar prueba de oficio que le revele la
verdad material de los hechos, puesto que su actividad no está guiada por un interés
privado de parte, como el de los contendientes quienes tiene su propia verdad, al
contrario su interés al ser representante del Estado Social es público y busca el
bienestar social, evitando así que el resultado del proceso sea producto de la sola
técnica procesal o la verdad formal que las partes introducen al proceso, por lo que
en conclusión, el Juez tiene la amplia facultad de decretar la producción de pruebas
de oficio que considere necesarias y que resulta fiel expresión del principio de
verdad material en procura de la justicia material, sobre los cuales se cimienta su
nuevo rol de garante de derechos fundamentales.

En este entendido la averiguación de la verdad material resulta trascendente para


que el proceso conduzca a decisiones justas, en un Estado Social Constitucional de
Derecho, donde la solución de los conflictos, se basa en el establecimiento de la
verdad como como única garantía de la armonía social.”.

Así también el Auto supremo Nº 225/2015 al respecto ha orientado que: “Para


resolver el fondo del asunto es preciso referir lo que el Tribunal Constitucional
Plurinacional ha razonado respecto a la verdad material y la irretroactividad de la
norma, a raíz de que el Tribunal de Garantías dispuso resolver el caso en sujeción
a lo previsto por el art. 180.I de la Constitución Política del Estado; en ese entendido,
diremos que respecto a la verdad material en Sentencia Constitucional Plurinacional
No. 1662/2012 de 1 de octubre, señaló que “II.3. Principio de verdad material y
prevalencia del derecho sustancial sobre el formal. Entre los principios de la
jurisdicción ordinaria consagrados en la Constitución Política del Estado, en el art.
180.I, se encuentra el de verdad material, cuyo contenido constitucional implica la
superación de la dependencia de la verdad formal o la que emerge de los
procedimientos judiciales, por eso es aquella verdad que corresponde a la realidad,
superando cualquier limitación formal que restrinja o distorsione la percepción de
los hechos a la persona encargada de juzgar a otro ser humano, o de definir sus
derecho y obligaciones, dando lugar a una decisión injusta que no responda a los
principios, y valores éticos consagrados en la Norma Suprema de nuestro país, a
los que todas las autoridades del Órgano Jurisdiccional y de otras instancias, se
encuentran impelidos de dar aplicación, entre ellas, al principio de verdad material,
por sobre la limitada verdad formal.”.

Por otra parte la Sentencia Constitucional 0713/2010-R de 26 de julio al respecto ha


establecido que: “El art. 180. I de la CPE, prevé que la jurisdicción ordinaria se
fundamenta, entre otros, en el principio procesal de verdad material, que abarca la
obligación del juzgador, a momento de emitir sus resoluciones, de observar los
hechos tal como se presentaron y analizarlos dentro de los acontecimientos en los
cuales encuentran explicación o que los generaron; de ello, se infiere que la labor
de cumplimiento de este principio, refiere a un análisis de los hechos ocurridos en
la realidad, anteponiendo la verdad de los mismos antes que cualquier situación,
aunque, obviamente, sin eliminar aquellas formas procesales establecidas por la
ley, que tienen por finalidad resguardar derechos y garantías constitucionales.

El ajustarse a la verdad material, genera la primacía de la realidad de los hechos


sobre la aparente verdad que pueda emerger de los documentos; aplicando este
principio, debe prevalecer la verificación y el conocimiento de éstos, sobre el
conocimiento de las formas.”

III.5.- Del principio de razonabilidad:

En cuanto a la aplicación del referido principio, la SCP 0617/2015-S1 de fecha 15


de junio de 2015 ha señalado: “El principio de razonabilidad y su vinculación con la
aplicación directa y eficaz de los derechos fundamentales. La SCP 0121/2012 de 2
de mayo, indico que: “Como ya se puntualizó, el valor axiomático y dogmático-
garantista de la nueva Constitución Política del Estado está íntimamente ligado al
principio de aplicación directa y eficaz de los derechos fundamentales plasmado en
el art. 109.I de la CPE, en ese orden de ideas, debe precisarse que el estándar
axiomático, destinado a materializar por parte de las autoridades jurisdiccionales los
valores de igualdad y justicia, es el principio de razonabilidad. Cabe precisar que los
valores de justicia e igualdad constituyen el estándar axiomático y presupuesto para
el ejercicio de los roles jurisdiccionales con la misión específica de asegurar la
eficacia de los derechos fundamentales. Estos estándares axiomáticos, en el orden
constitucional imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia, tienen génesis
directa en el valor supremo del Estado, que es el ‘vivir bien’, valor inserto en el
preámbulo de la Norma Fundamental, a partir del cual deben ser entendidos los
valores ético-morales de la sociedad plural, plasmados en los dos parágrafos del
art. 8 de la CPE. En ese orden, estos parámetros axiomáticos, es decir, el valor
justicia e igualdad que son consustanciales al valor vivir bien, forman parte del
contenido esencial de todos los derechos fundamentales, por lo que las autoridades
jurisdiccionales en el ejercicio de sus competencias, deben emitir decisiones
razonables y acordes con estos principios, asegurando así una verdadera y
real materialización del principio de aplicación directa de los derechos
fundamentales”
De la jurisprudencia extractada se puede advertir que a la luz del nuevo Modelo
Constitucional, el principio de razonabilidad está orientado a que toda autoridad que
ha de asumir una decisión, la haga de forma armonizada y razonada, dentro de un
equilibrio normativo con el bloque de constitucionalidad imperante, acorde con
valores plurales supremos como ser la justicia e igualdad, presupuesto esenciales,
para evitar asumir decisiones arbitrarias contrarias a un Estado Constitucional de
Derecho, o sea, es la búsqueda de una razonable relación entre la aplicación
normativa y el bloque de constitucionalidad.

III. 6.- Eximentes de responsabilidad civil.

Que en principio antes de ingresar a delimitar cuales los eximentes de


responsabilidad por doctrina, es menester realizar un análisis somero de
responsabilidad civil.

Nuestra legislación regla la responsabilidad civil en el Código Civil en su Libro


Tercero, parte segunda, Título VII referente a los hechos ilícitos, arts. 984 al 999
(responsabilidad extracontractual).

Al respecto nuestra legislación en lo dispuesto por el art. 984 del Código Civil sigue
la responsabilidad extracontractual subjetiva, por dicho motivo, para determinar si
el hecho es doloso o culposo, se tiene que ver si los autores tuvieron la intensión de
engañar o simplemente obraron con negligencia o impericia; se tiene que analizar
las circunstancias que originaron la responsabilidad civil y no puramente el hecho
ocurrido.

La doctrina clasifica la responsabilidad civil en: a) responsabilidad civil contractual;


y b) responsabilidad civil extracontractual.

La primera, nos referimos a la responsabilidad civil contractual, es la obligación


de reparar el daño que se causa por el incumplimiento de una obligación
previamente contraída; se traduce en el deber de pagar la indemnización moratoria
o la indemnización compensatoria, por violarse un derecho relativo, derecho que es
correlativo de una obligación que puede ser de dar, hacer, o de no hacer, cuyo
deudor esta individualmente determinado.

Respecto a la segunda, sobre a la responsabilidad extracontractual, diremos que


es la que no deriva del incumplimiento de una obligación previamente
contraída, sino de la realización de un hecho que causa un daño y que genera la
obligación de repararlo, por conllevar la violación de un derecho absoluto, derecho
que es correlativo de un deber de abstención que consiste en no dañar.

Doctrinalmente, la responsabilidad extracontractual, se clasifica en: subjetiva y


objetiva.

Otro aspecto importante es conocer que requisitos debe existir para la procedencia
de la responsabilidad civil, primeramente, debe existir un perjuicio o daño, una culpa
y un vínculo de causalidad entre la culpa y el perjuicio, aun cuando se trate de
responsabilidad contractual.

- El perjuicio o daño material: Se entiende por ello, el atentado que se produce


contra los derechos pecuniarios de una persona. Para dar lugar a la reparación, el
perjuicio debe ser cierto; no debe haber sido indemnizado anteriormente; debe
implicar un ataque a un interés legítimo jurídicamente protegido; debe ser directo;
en principio, debe ser previsible cuando la responsabilidad sea contractual.

- La culpa: Puede ser intencional: caracterizada por la mala intención del autor del
daño; en materia extracontractual se la denomina culpa delictual o delito y, en
materia contractual, culpa dolosa o dolo. También puede ser no intencional, cuando
el autor del daño no ha querido la realización de ese daño, pero ha incurrido en un
error de conducta: imprudencia o negligencia; en materia extracontractual se la
denomina culpa cuasi delictual o cuasidelito y, en materia contractual, culpa no
dolosa.

- Vínculo de causalidad: Para que proceda la indemnización debe existir


necesariamente una relación entre la culpa que hubiera podido tener el autor y el
daño ocasionado, puesto que de lo contrario se estaría en presencia de causales
eximentes de la responsabilidad.

Teniendo en claro el tema de la responsabilidad civil, conforme se ha referido, para


su viabilidad debe existir una relación o vinculo de causalidad entre la culpa y el
daño causado, sino caso contario existe una causal de eximente.

Los eximentes, como se dijo son factores interruptores del nexo o vinculo de
causalidad, o factores que demuestran que el daño o perjuicio no pudo evitarse ya
sea, por uno u otro motivo, extremos que han de librar de responsabilidad. Dentro
del primer caso, se encuentran aquellos factores que demuestran la falta de culpa,
debido a que esa falta o ausencia de culpa, en doctrina es debidamente entendido
como un eximente de responsabilidad, así el Autor Marcelo López Mesa señala que
-la culpa entre sus diferentes funciones opera como un eximente de
responsabilidad, puesto que dentro de los sistemas de responsabilidad objetiva
existe una cuña o núcleo de subjetivismo, que no es otro que la culpa de la víctima
como palanca de detención del sistema objetivo y de exoneración del responsable-
, el mismo que para su aplicación al caso en concreto deben ser analizado de
manera minuciosa para determinar si de forma concreta estos factores o hechos
han interrumpido ese vínculo de causalidad, los cuales son viables cuando se
demuestra que el supuesto infractor no ha participado en el acto, ya sea, por
voluntad propia o por existir cuestiones ajenas, como ser la propia culpa del
damnificado o culpa de un tercero, caso fortuito o fuerza mayor, posturas que hacen
viable eximir de responsabilidad siempre y cuando estos factores sean demostrados
de forma manifiesta e inequívoca, caso contrario estos no causa tal efecto.

A los efectos de la presente argumentación jurídica, corresponde avocarnos a los


temas del factor de ausencia de culpa, acudiendo a la doctrina en cuanto al hecho
de un tercero extraño como eximente de responsabilidad María Antonieta Pizza
Bilbao en su obra La Responsabilidad Extracontractual en el Mundo actual pág. 114
refiere: “Causa ajena, todo hecho o acontecimiento extraño no imputable al
responsable, tiene por efecto esencial alterar el nexo causal. La causa ajena, es un
hecho ajeno al actor, en ese ámbito este no debe tener nada que ver con el hecho
dañoso. El demandado se liberó solo cuando la culpa del tercero implica la ruptura
del nexo causal” y la misma autora en cuanto a la culpa de la víctima como eximente
de responsabilidad cita: “la culpa de la víctima ha constituido un elemento de ruptura
del nexo de causalidad de la responsabilidad desde el derecho antiguo. Ya desde
los romanos se cita una frase de PONPONIO: Quod quis ex culpa sua damnun
sentir, non intellegitur damnum senitre; ello significa que el daño que alguien
experimentaba por su propia culpa debe considerarse como si no hubiera ocurrido
a efecto de la responsabilidad.” Entendimiento que orienta en sentido de que si el
daño o perjuicio causado, responde a la negligencia o culpa de la propia víctima o
un tercero, el mismo genera una interrupción del vínculo de causalidad, lo que
genera un eximente de responsabilidad civil.

Si bien la doctrina en cuestión, se daba en base a una concepción antigua, donde


el pago por el daño o perjuicio ocasionada, era en base a -todo o nada-, empero,
dicho entendimiento a través de la doctrina moderna ha sido superado, bajo el
criterio de que el hecho o daño, pudo surgir, no simplemente por culpa del dañador,
sino también por la víctima, bajo una realidad evidencia, entonces bajo esa nuevo
enfoque, es que la doctrina moderna ha desechado el viejo entendimiento de una
responsabilidad -todo o nada-, por una responsabilidad prorrata o compensación
por culpas, entre en dañador y el damnificado, acudiendo a la misma autora, cita:
“El prorrateo del daño, entre daños y damnificado, está vinculado con la causa de
los comportamientos respectivos, incurre en corresponsabilidad cuando incumple
normas establecidas para evitar o mitigar el daño.”, es decir que a partir de un nuevo
entendimiento doctrinario, a los efectos de establecer la responsabilidad civil, se
deberá analizar dentro el perjuicio causado, el grado de culpa tanto de la víctima o
del dañador, nuevo entendimiento que se asume en respeto de valores y derechos
de igualdad y justicia, bajo la teoría de compensación de culpas, misma que esta
también acogida por nuestro ordenamiento jurídico.

IV.- FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:

IV.1.- Del recurso de casación de Sonia Casiya Vigabriel:

Como primer agravio alude que el Tribunal de apelación de forma errada habría
señalado que la sentencia hubiese sido dictada de forma incongruente, debido a
que en su memorial de demanda de forma clara solicita el pago de los daños y
perjuicios, y que de la misma forma en el punto séptimo de hechos a probar, se
solicitó probar este aspecto por lo que, se habría demostrado el pago de daños y
perjuicios que fueron indebidamente revocados en segunda instancia.

Siendo este el reclamo, corresponde analizar lo dispuesto en segunda instancia


para establecer si la decisión asumida es correcta o incorrecta, para lo cual en
principio es menester citar el contenido expuesto en el Auto de Vista impugnado:
“ahora, en relación de que sería excesiva la decisión del juez recurrido en la
sentencia hubiera decidido porque el recurrente tenga que cancelar un monto por
alquileres devengados y además de ello el pago de daños y perjuicios por la entrega
y restitución de la cosa arrendada. Al respecto, de la lectura detenida de la
demanda de fs. 31-32 vlta. se tiene que de forma superficial y no de forma clara y
específica, la parte actora pidió: “3.- El pago de Servicios Básicos (Luz y Agua) y
pago de daños y perjuicios”, dando a entender que el pago de daños y perjuicios
solo estarían referidas y vinculados como una consecuencia del no pago de servicio
de Luz y Agua, a esto se agrega que en la resolución de calificación del proceso y
apertura del termino probatorio de fs. 127 a 128 vlta. de obrados en el acápite
relacionado con los puntos de hecho a probar por la parte demandante NO está
consignado siquiera que la parte actora deba probar los daños y perjuicios como de
hecho SI está contemplado entre los puntos de hecho a probar por el demandado,
textual: “la concurrencia de los requisitos de procedencia de su demanda
reconvencional de pago de Daños y perjuicios”, en consecuencia, en este punto de
agravio es manifiesto, pues el juez recurrido al haber dispuesto en sentencia
probado el pago de daños y perjuicios a favor de la parte actora por la no entrega y
restitución de la cosa arrendada ha obrado evidentemente con exceso e
incongruencia , además en actitud contradictoria con el petitorio de la parte actora,
pues en todo caso solo correspondía condenar al demandado: ZENON JULIO
CANAVIRI NIETO, a la devolución, desocupación y entrega de los ambientes que
ocupa, que son propiedad de la actora y fueron objeto del contrato de
arrendamiento, que a la fecha se encuentra extinguida por efectos de plazo
acordado en el mismo contrato, mas no condenar al demandado al pago de daños
y perjuicios por el incumplimiento a su obligación de restituir la cosa arrendada pues
no fue demandado ello expresamente por la actora ni puesto en debate por el juez
dicho aspecto en la presente acción, entonces la decisión del juez de haber decidido
en esas condiciones por declarar probado el pago de daños perjuicios viene a
vulnerar la garantía constitucional del debido proceso en su elemento congruencia,
pues toda resolución que ponga fin a un proceso debe guardar congruencia entre
lo pedido y lo resuelto, caso que no acontece como hemos analizado, siendo
necesario entonces restablecer dicho agravio, pues evidentemente como aduce la
parte recurrente resulta excesiva la disposición de que el recurrente tenga que
cancelar un monto por alquiler devengados y además el pago de daños y perjuicios
que no han sido expresamente demandados, por la actora, ni puesta en debate
como punto de hecho a probar de manera que respecto a este punto corresponde
revocar parcialmente la parte resolutiva de la resolución venida en apelación
dejando sin efecto ese pago de daños y perjuicios … ”.

De lo referido se advierte que el Auto de Vista ha revocado la Sentencia en parte


bajo la óptica de que el pago de los alquileres devengados no han sido solicitados
en la demanda, sino que el pago de daños y perjuicios solicitados devienen como
consecuencia del no pago de los servicios de luz y agua, y que los mismos tampoco
han sido tema de hecho a probar.
Sobre lo expuesto y conforme a lo descrito en la doctrina aplicable al caso III.2, la
congruencia es la relación existente entre lo pedido y lo resuelto, es decir entre lo
demandado y lo dispuesto, partiendo de dicho antecedente en el caso en cuestión,
de la revisión del memorial de la demanda entre sus fundamentos expone que:
“DESDE EL MES DE JUNIO DE 2012 EL SEÑOR ZENON JULIO CANAVIRI NIETO
NO CUMPLE CON SU OBLIGACION DE PAGO DEL CANON DE ALQUILER
CONVENIDO, y por el contrario con el fin de no cumplir con este pago el demandado
me ha iniciado una serie de denuncias, adeudándome hasta el presente 28 meses
de alquiler que ascendiendo a la suma de Bs. 70.000,oo (SETENTA MIL 00/100
BOLIVIANOS) ” y en su petitorio termina solicitando: “Además demandar el pago
de alquileres devengados que data desde fecha Junio de 2012 hasta el y los que
devengare durante la sustanciación del proceso hasta la entrega de la tienda como
patio dado en alquiler…” y en el punto segundo solicita: “2.-El pago de Alquileres
devengados por los meses que corresponde desde el mes de junio de 2012 hasta
la entrega de la tienda”, y en el punto tercero solicita: “… y pago de daños y
perjuicios.”.

De los antecedentes descritos en el marco de congruencia se llega a evidenciar que


la demandante dentro del contexto de su demanda ha dado a entender en sus
fundamentos de hecho, que se le causa un perjuicio, por el no pago de alquileres
devengados (desde la extinción del contrato) y en el petitorio solicita de forma
expresa el cumplimiento o el pago de los mismos, debido al daño que este le causa,
extremo que denota que el pago de daños y perjuicios están ligados al tema del
pago de alquileres devengados, no resultando evidente lo referido por el Tribunal
de Segunda instancia en sentido de que se hubiese actuado con falta de
congruencia, resulta necesario aclarar al Tribunal de apelación, que los puntos de
hecho a probar no configuran un marco de congruencia en la Sentencia debido a
que el art. 190 del Código de Procedimiento Civil, es claro al determinar que la
sentencia recae sobre lo demandado, y los puntos de hecho a probar son
entendidos como directrices trascendentales extractadas de la demanda para la
viabilidad de la pretensión, resultando en consecuencia intrascendente analizar si
el mismo, es decir el pago de daños y perjuicios fue punto de hecho a probar, por lo
que resulta errado el análisis realizado por el Tribunal de Segunda instancia.

Resultando evidente la congruencia existente en este punto en la Resolución de


primera instancia en relación a la demanda, a los efectos de una argumentación
jurídica eficaz, eficiente y razonable, corresponde analizar si el mismo ha sido
probado, de los antecedentes visibles en obrados, sobre todo de la inspección
judicial se ha llegado a evidenciar que el demandado (pese a que el contrato de
alquiler ha concluido), sigue ocupando el bien inmueble objeto del contrato de
alquiler situación que no se ha demostrado que hubiese cambiado, con ningún
medio de prueba, extremo que se configura como del lucro cesante y daño
emergente en la reparación de daños y perjuicios invocados por la demandante, los
cuales han sido debidamente expuestos en la doctrina legal aplicable III.3,
resultando viable los mismos habida cuenta que dentro de un marco lógico de
verdad material descrito en el punto III.4, el ahora demandado se ha visto
beneficiado con la ocupación de la tienda y parte del patio, a contrario sensu la
demandante se ha visto perjudicada, dejando de percibir un canon mensual por ese
hecho, el mismo conforme al principio de razonabilidad descrito en el punto III.5,
que debe ser resarcido por el demandado en favor de la demandante en la medida
únicamente con el monto que se ha contratado de forma primigenia, caso contrario
de desconocer este hecho resultaría actuar fuera del marco de verdad material y
razonabilidad, ante una realidad evidente en desconocimiento del valor justicia, por
cuanto los fundamentos esgrimidos en la sentencia se acomodan a una verdad
material y razonabilidad a diferencia del Ad quem quienes han actuado fuera de
toda razonabilidad en este punto. Resultando evidente lo esgrimido por la
recurrente, con la aclaración que este pago de daños y perjuicios no es como
emergencia de lo referido en el art. 568 del C.C., sino por los motivos expuestos
supra.

Por otro lado la recurrente expresa que no se ha tomado en cuenta su solicitud de


pago de alquiler por Bs. 2.500,oo mensual y no de Bs. 2.000,oo, debido a que en
el memorial de demanda claramente se expuso que se incrementó el canon
alquiler, importe que ya estaba siendo cancelado(Bs. 2.500.oo), por cuanto este
debería ser el monto a regir por concepto de alquileres.

Conforme expone la recurrente, si su agravio fue omitido por el Tribunal de Segunda


instancia, debió solicitar oportunamente complementación y enmienda conforme a
lo desglosado en el punto III.1, empero, a los efectos de una argumentación jurídica
efectiva y eficaz, es menester referir que no corresponde tomar como parámetro
para el pago de daños y perjuicios, el monto solicitado por la recurrente, debido a
que, el mismo surge a los efectos únicamente del contrato de alquiler y no a efectos
posteriores habida cuenta que el contrato, se ha extinguido por el transcurso del
tiempo, en si por el cumplimiento en la vigencia o validez del mismo acordado por
las partes, resultando por principio de razonabilidad expuesto en el punto III.5,
aplicar el monto primigenio establecido en dicho contrato como parámetro para el
pago de daños y perjuicios, y no así el pretendido por la recurrente.

Y por último señala que el Auto de Vista no ha resuelto el petitorio contenido en su


memorial de apelación, donde señala que el Juez de Primera instancia estableció
que el pago de alquileres era desde el mes de agosto del 2012 hasta abril de 2015,
cuando de antecedentes se habría establecido que era desde junio de 2012,
omisión que le causa un daño económico.

Del contexto del punto de controversia se advierte que la recurrente pretende una
implícita modificación del monto asignado en la parte dispositiva en su punto
segundo, extremo que no corresponde ser otorgado, puesto que, por congruencia
dicho monto ha sido asignado como emergencia de lo solicitado en la demanda, por
lo que, dicho tópico no puede ser modificado debido -y valga la redundancia- que
este proviene de lo expresamente demandado, resultando intrascendente su
reclamo.

Por los fundamentos expuestos corresponde emitir Resolución conforme el art. 220-
IV del Código Procesal Civil.
VI.2.- Del recurso de casación de Zenón Julio Canaviri Nieto:

Refiere, que el único medio jurídico procesal pertinente para ejercer su particular
derecho de acción resultaba ser una acción de desalojo, resultando improponible la
demanda que debió ser rechazada ab initio.

Conforme al principio dispositivo, la parte demandante se encuentra en plena


libertad de ejercer su derecho de accionar, hecho que aconteció, empero, el
recurrente entendió que el proceso se sustanció como resolución de contrato de
alquiler, extremo que no es evidente, como para que sea analizada su
hipótesis, debido a que esa pretensión no ha sido acogida, sino la de entrega de
bien inmueble y pago de daños y perjuicios, no resultando -per se- fundado su
reclamo.

Asimismo acusa vulneración al debido proceso al no haberse valorado íntegramente


los medios probatorios, ya que debió haberse concedido a su favor el pago de daños
y perjuicios, puesto que de la lectura de sentencia y la declaración de los testigos
citados en la parte considerativa III. Párrafo Nº 2, todos hacen referencia a que el
patio era independiente, y las mismas también demuestran los daños y perjuicios
causados, y al haberse destechado el patio donde se encontraba su mercadería,
por parte de la demandante se habría ejercido justicia propia, desconociéndose el
contrato.

Partiendo del entendimiento asumido en la doctrina aplicable III.6, se puede concluir


que el Juez A quo y el Tribunal Ad quem no han realizado un análisis profundo y
mesurado de los hechos acontecidos, ya que, los datos del proceso si bien se
evidencia que el demandado ha sido debidamente notificada mediante cartas
notariadas, haciéndole conocer las refacciones que se iban a realizar en el inmueble
de construcción antigua (fs. 384 a 387), las cuales si bien darían a entender que esa
refacción iba a causarle perjuicio, y debió poner sus cosas (mercadería u otros) a
buen recaudo, empero, este hecho expuesto no exime enteramente de
responsabilidad a la demandada reconvencionista (Sonia Casiya Vigabriel) como
erradamente han entendido los de instancia, motivos que se pasan a detallar.

De los antecedentes inherentes a la causa, se advierte que Sonia Casiya Vigabriel,


estaba consciente de dos puntos, 1.- De la existencia de un techo en el patio y 2.-
Que había mercadería bajo ese techo, puesto que es ella quien refiere que hizo
destechar ese patio, así lo expone de forma clara en su memorial de contestación
a la demanda reconvencional donde refiere: “y si se hizo un destechado era para
mejora y precisamente este aspecto era de conocimiento de todos”, y en la
confesión provocada de la demandante, respondiendo a la pregunta de cuándo se
destecho el patio refiere- tres años aproximadamente- y respondiendo a la décima
pregunta en cuanto a las cosas que estaban en el patio responde: “ He visto cocinas,
están ahí, pero nunca las he tocado. Él podía cubrirlas, protegerlas del clima o tomar
cualquier medida; yo no lo he hecho por que no son mis mercaderías.”, extremos
que claramente denotan que esta se encontraba consiente del daño y perjuicio, que
le estaba causando por los actos del destechado.
Ahora si bien, tal como refiere el Juez A quo este acto del destechado no puede
entenderse como un hecho antijurídico, empero la demandante principal, -como se
dijo- al tener conocimiento de la existencia de mercadería, una vez terminada la
refacción estaba en la obligación de tomar acciones inmediatas para evitar el daño
o perjuicio, sin que ello implique mover las cosas del demandado, sino de evitar que
estas se vean afectadas por los factores climatológicos, a fin de eximirse de
responsabilidad, al no tomar esas medidas se hace pasible de responsabilidad en
parte porque el contrato aún estaba vigente.

Por los motivos expuestos se hace evidente en parte lo reclamado por el recurrente,
y en aplicación de la teoría de la responsabilidad prorrata o compensación de culpas
desentrañado en el punto III.6, el daño se ha causado como emergencia de una
actitud negligente tanto del dañador como por la víctima, entonces en aplicación del
principio de razonabilidad expuesto en la doctrina aplicable al caso, corresponde el
pago de este petitorio, empero, bajo un criterio de prorrata, es decir, al 50% por
ambas partes, tomando como parámetro el único informe del perito, que ha sido
debidamente ofrecido y presentado a fs. 217, el cual corrido en traslado no ha sido
observado por ninguna de las partes.

Por lo que, corresponde dictar Resolución conforme determina el art. 220.IV del
Código Procesal Civil.

VI.3.- Respuesta al recurso de casación:

En cuanto a los fundamentos expuestos en la respuesta del recurso de casación,


corresponde ratificarnos en lo señalado en la presente Resolución, no resultando
fundado su reclamo que debió declararse rechazo “in limine” la demanda.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por los arts. 41 y 42.I num. 1) de
la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en aplicación del art. 220.IV del
Código de Procesal Civil, en función al recurso de casación interpuesto por Sonia
Casiya Vigabriel Gómez en aplicación del art. 220.IV CASA en parte el Auto de
Vista Nº 010/2016 de fecha 26 de enero, de fs. 941 a 946, pronunciado por la Sala
Civil, Comercial y Familiar Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro, deliberando en el fondo mantiene vigente el punto tercero de la parte
Resolutiva de la Sentencia Nº 61/2015, y en atención el recurso de casación de
Zenón Julio Canaviri Nieto, en aplicación del art. 220.IV CASA en parte el Auto de
Vista Nº 010/2016 de fecha 26 de enero, de fs. 941 a 946, pronunciado por la Sala
Civil, Comercial y Familiar Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro, y se declara PROBADA en parte la demanda reconvencional de Daños y
Perjuicios de fs. 86 a 87, 107 a 107 vta., y se condena a SONIA CASIYA
VIGABRIEL al pago por la suma de Bs. 28.410 (Veintiocho mil Cuatrocientos diez
Bolivianos), importe que podrá ser descontado del monto a pagar a la demandante
principal, si así fuere conveniente, manteniéndose vigente e incólume el resto del
contenido de la sentencia Nº 61/2015, con las modificaciones referidas.
Sin responsabilidad por ser excusable

Regístrese, comuníquese y devuélvase.

Relator: Mgdo. Rómulo Calle Mamani

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