Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
6. EL HOMICIDIO CALIFICADO
76
Etcheberry, D. P., t. III, p. 35.
77
Bustos, Grisolía, Politoff, op. cit., p. 149.
53
DERECHO PENAL
6.2. DEFINICIÓN
78
Bajo Fernández, op. cit., p. 59.
79
Cobo-Carbonell, op. cit., p. 538.
54
PARTE ESPECIAL
a) El tipo objetivo
80
Cfr. Quintano Ripollés, Compendio, t. II, p. 202; Bajo Fernández, op. cit.,
p. 59.
81
Supra Nº 5.3-G.
82
Cfr. Bajo Fernández, op. cit., p. 61.
83
Cfr. Cuello Calón, op. cit., t. II, p. 457; Soler, op. cit., t. III, p. 45.
55
DERECHO PENAL
b) El sujeto activo
84
La actividad compleja a que se ha hecho alusión, según sectores de la
doctrina, no lo sería, por cuanto hay autores que consideran que es el sicario
quien comete homicidio calificado, y no quien lo induce a ello mediante un
precio o recompensa. (Así Etcheberry, D. P., t. III, p. 45.) En esta obra no
se comparte este criterio, porque la hipótesis del sicario en el art. 391 está
concebida como una figura de participación necesaria, integrada por dos
comportamientos distintos.
85
Autores como Cobo y Carbonell señalan tal posibilidad en el caso del
ensañamiento: una muerte omisiva acompañada de “acciones positivas que, si
bien no producen ésta, sí aumentan el dolor al mismo tiempo que no se facilita
la medicina salvadora al enfermo, se le aumenta el dolor físico suministrándole
otro fármaco contraindicado”, pero en seguida descartan la posibilidad por
ausencia de relación causal entre la muerte y el ensañamiento (op. cit., p. 540).
Bajo Fernández sostiene la posibilidad (op. cit., p. 61).
86
Cfr. Etcheberry, D. P., t. III, p. 37; Bustos, Grisolía, Politoff, op. cit.,
p. 150; Garrido, Homicidio, p. 139.
56
PARTE ESPECIAL
57
DERECHO PENAL
88
Cfr. Quintano Ripollés, Compendio, t. I, p. 332; Creus, op. cit., p. 26.
89
Muñoz Conde, op. cit., p. 25. La jurisprudencia nacional tiene igual
criterio, así lo sostuvo la Corte Suprema en sentencia de 26 de septiembre de
1990 (Fallos del Mes, Nº 383, año 1990, S. Nº 1, p. 618).
90
Soler, op. cit., t. III, p. 35.
91
Cfr. Novoa, Curso, t. II, p. 52; Garrido, Homicidio, p. 181.
92
Etcheberry piensa que esta circunstancia es esencialmente subjetiva
(D. P., t. III, p. 43).
58
PARTE ESPECIAL
93
Cfr. Bustos, Grisolía, Politoff, op. cit., pp. 155-156.
94
Así Cobo-Carbonell, op. cit., p. 543.
95
Cfr. Cuello Calón, op. cit., t. II, p. 468; Soler, op. cit., t. III, p. 46.
96
Creus, op. cit., p. 32.
97
Cfr. Cobo-Carbonell, op. cit., p. 543; Bajo Fernández, op. cit., p. 65;
Muñoz Conde, op. cit., p. 26; Etcheberry, D. P., t. III, p. 44; Bustos, Grisolía,
Politoff, op. cit., p. 159.
59
DERECHO PENAL
98
Entre ellos Fuensalida, op. cit., t. I, p. 97; Labatut, D. P., t. II, p. 237 y
t. I, p. 261.
99
Cuello Calón, op. cit., t. II, p. 468.
100
Cfr. Cuello Calón, op. cit., t. II, p. 467; Soler, op. cit., t. III, p. 45.
101
Por esta interpretación están Etcheberry (t. III, p. 63), Bustos, Grisolía,
Politoff, op. cit., p. 162; Bajo Fernández, op. cit., p. 65; Cobo-Carbonell, op. cit.,
p. 543; Muñoz Conde, op. cit., p. 26.
60
PARTE ESPECIAL
102
Cfr. Etcheberry, D. P., t. III, p. 47.
103
La doctrina descarta el criterio de “poca cantidad”, pero es un elemento
que debe considerarse también en forma relativa; de no ser así, la comida, el
agua u otra substancia suministrada en grandes cantidades, al grado de afectar a
la vida o a la salud, debería calificarse como veneno. En contra opinan Carrara
(Programa, t. III, párrafo 1174, cita 2); Bajo Fernández (op. cit., p. 67).
104
Así Etcheberry (D. P., t. III, p. 45; Bustos, Grisolía, Politoff (op. cit.,
p. 168); López Barja de Quiroga (op. cit., p. 85); Bajo Fernández (op. cit.,
p. 67).
61
DERECHO PENAL
105
Muñoz Conde parece aceptar la tesis, porque al referirse al veneno
comenta que “la circunstancia de veneno salvo raras excepciones es siempre
alevosa”, lo que supone que la insidia no es elemento esencial, sino circuns-
tancial, aunque de general ocurrencia (op. cit., p. 28).
106
Bustos, Manual, parte especial, p. 31.
62
PARTE ESPECIAL
107
Bajo Fernández, op. cit., p. 69.
63
DERECHO PENAL
108
Cfr. Etcheberry, D. P., t. III, p. 41.
109
Cfr. Bustos, Grisolía, Politoff, op. cit., p. 178.
110
Cfr. Quintano Ripollés, op. cit., t. I, p. 343; Maggiore, op. cit., t. IV,
p. 304.
111
Rodríguez Mourullo, op. cit., t. I, p. 599.
64
PARTE ESPECIAL
65
DERECHO PENAL
114
Cuello Calón, op. cit., t. II, p. 465; Quintano Ripollés, Compendio, t. II, p. 203;
Muñoz Conde, op. cit., p. 23; López Barja de Quiroga, op. cit., pp. 67-68.
115
La Corte Suprema ha reconocido que en un homicidio calificado
pueden concurrir coetáneamente dos calificantes –alevosía y ensañamiento–,
no obstante ha omitido hacer pronunciamiento sobre el punto comentado
(véase Fallos del Mes, Nº 386, año 1990, S. Nº 1).
66
PARTE ESPECIAL
67
DERECHO PENAL
117
Cfr. López Barja de Quiroga, op. cit., p. 98.
118
Debe consultarse lo expuesto sobre estas materias en los tomos 1º y 2º
de esta obra.
119
Cfr. Cobo-Carbonell, op. cit., p. 547.
120
Cfr. Cobo-Carbonell, op. cit., p. 547.
121
Bajo Fernández, op. cit., p. 70.
68
PARTE ESPECIAL
7. EL PARRICIDIO
122
Quintano Ripollés, Compendio, t. II, p. 204; Muñoz Conde, op. cit., p. 36;
Cobo-Carbonell, op. cit., p. 519; Bajo Fernández, op. cit., p. 45; Etcheberry,
D. P., t. III, p. 48; Bustos, Manual, parte especial, p. 20.
69